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Clase moderna 22/11/23

-Términos agrícolas de la Edad Moderna: agricultura dedicada a lo local. Producción de


autoconsumo orientada a las necesidades locales (sobre todo las basadas en el trigo).
Objetivo prioritario en la economía y las explotaciones familiares: explosión de cultivos
comerciales (vid, olivo, etc.). Importancia del azafrán, que empieza a arraigarse en
Castilla-La Mancha (ejemplo de cultivo que tenía una dimensión estratégica). Las
técnicas eran tradicionales. No había posibilidad de fabricar abono artificial, si no que
se conseguía de forma natural por medio de la ganadería. En un sistema agrario
tradicional, era imprescindible el barbecho. Cuando hablamos de tierras, hay unas
cultivables y otras no cultivables. Ejemplo de las ultimas: deesas dedicadas al ganado.
No son desaprovechadas, si no incultas. Podía aprovecharla el ganado. Las tierras
cultivadas, como mínimo, durante un año estaban incultas. Sin embargo, hay tierras
donde la calidad es inferior, por lo que necesitaba mas de un año de descanso. Es
posible que solo se cultivara un tercio del total de esas tierras. *Provincia marítima de
Segura de la Sierra: los arboles estaban reservados para la marina (fabricar elementos
marítimos). En las parcelas cuya tierra descansaba 4/5 años, podían crecer árboles. Si
esto crecía, la administración prohibía la administración. Resultado: conflictos
(incendios, por ejemplo). Estas circunstancias son muy complejas. Respecto al cereal: el
objetivo era buscar formulas que pudieran aumentar los cultivos para garantizar la
supervivencia de la población. Sistemas de cultivo y rotación, como el sistema Norfolk.
Su objetivo: la misma parcela se aproveche a lo largo del tiempo de tal modo que los
cultivos, entre sí, sirvan para reactivarse. Efecto positivo que tienen las plantas sobre la
tierra y que beneficia a unas y a otras. Todo esto va a redundar en la
PRODUCTIVIDAD. En el caso del cereal, su peso recae en la simiente plantada.
*Bajos rendimientos: la tónica común de ese rendimiento económico. El atraso era una
constante en determinados estados europeos, mientras que otros comenzaban a
despegar.
En la productividad influían otros elementos, como la estacionalidad, intrínseca en este
sistema económico en el caso de la agricultura. Tenemos periodos de intensa actividad
(verano y otoño con la siembra) mientras que hay periodos del descanso (como el
invierno). Se deben buscar los meses activos y los inactivos, pero, además, la
producción agrícola también está ligada a los medios comerciales del mercado (oferta y
demanda). Esta demanda condiciona el propio sistema de producción. No hay que
olvidar los problemas climáticos, ya que tenían consecuencias sobre el año siguiente. A
veces ni siquiera había grano para volver a cultivar. (“Si comemos, no podemos sembrar
para el año siguiente”). Tensión extrema respecto a este tipo de circunstancias. Cada vez
se construyen más almacenes para las simientes, con tal de proteger algunas que podrían
desaparecer. Dos variables relacionadas: población y cultivos (especialmente los
ligados al cereal). Enorme fluctuación existente, en aquel momento, cuando
hablamos del sistema agrario en la Europa Moderna. Sociedades muy desiguales, lo
cual equivale a una gran polarización social en los modelos económicos de estas épocas.
Cuando uno analiza el sistema agrario del A.R., no puede desconectarlo del contexto en
el que se ubica: el contexto social. Cuando hablamos de las estructuras agrarias, hay una
serie de elementos que son imprescindibles: las técnicas, el tipo de cultivos, los criterios
a seguir, los precios, las técnicas empleadas. La distribución estaba condicionada por las
clases superiores de la sociedad, en perjuicio del 3º Estado.
El trabajo también es un factor condicionante importante. Relacionadas con el trabajo y
la propiedad, están las relaciones jurídicas, amparadas por unas leyes que ceden el uso y
el servicio de la tierra a un único señor o a su familia. Estas relaciones jurídicas se
traducen en las obligaciones fiscales (pagar impuestos por el 3º Estado, sobre todo los
campesinos dada su mayoría). Las relaciones jurídicas condicionaban, pues, el trabajo y
la fiscalidad. Sobre la base de un sistema jurídico desigual, había que pagar a señores de
los que se dependía directamente. ¿Qué le quedaba al campesino tras su explotación? La
mayor parte de la producción se iba en gastos de labor, basuras, semilla, impuestos…
con todo esto, le quedaba el mínimo para subsistir y lo que debía reservar para cultivar
al año siguiente. Había que pensar en el futuro.
Al margen de esto: tres grandes modelos agrarios en Europa, con aspectos específicos
que expresan la diferencia. Cuando hablamos de producción, hablamos de evolución:
etapas de crecimiento, caídas, fluctuaciones, etc. ¿Cómo sabemos la evolución de la
evolución agraria en sociedades preindustriales? Gracias al diezmo de la iglesia. Esta
evolución, gracias a esto, se puede comparar dentro de diferentes espacios. Registros:
años de buenas y malas cosechas. Otro aspecto a tener en cuenta cuando hablamos de la
tierra: las relaciones sociales. Estas relaciones estaban extendidas por un bloque que
iba más allá de la tierra, las técnicas y el suelo. Hablamos de cuestiones jurídicas
vinculadas con el poder, la autoridad y la desigualdad que se traduce en la obligación
del trabajo. Hablamos de condiciones de mayor o menor acceso a la tierra y de modelos
que pueden ser más abiertos o cerrados. Un ejemplo: el sistema feudo-vasallático
extremo. Modelo del feudalismo más antiguo seguía predominando en la Europa del
Este, mientras que, en otras zonas del planeta, la revolución agraria estuvo vinculada
con las nuevas formas de distribución de la propiedad y las nuevas instituciones
jurídicas respecto a la propiedad. Sistema de acumulación política: las rentas que se
acumulan lo hacen a través de unas relaciones o instituciones jurídicas concretas. Hay
que tener en cuenta la legitimación del poder existente en aquel entonces. El cambio es
tiempo, por lo que había que buscar mecanismos que mantuvieran los privilegios de la
nobleza. Desde Inglaterra, Francia, hasta la Europa Oriental, vemos distintos grados de
desarrollo que nos permiten entender el sistema agrario y las relaciones sociales
existentes en unos lugares u otros.
Eventos que contribuyeron al cambio: El descubrimiento de América (globalización).
Otro tipo de impacto: la monetización, es decir, la introducción de la moneda para los
intercambios. Otro aspecto: el aumento de la población: el siglo XVI influye en las
relaciones sociales y sus altibajos. Limitaciones a la naturaleza desde el marco jurídico
y social: un cortapisas para los cultivos intensivos, por lo que tiene que acabar el
sistema privilegiado para liberalizar el suelo. Había que aumentar la influencia de la
oferta y la demanda. Otro factor: la urbanización. Estos factores influyen en el alza de
precios y el aumento de la producción (una bomba de relojería para este sistema, ya que
limitaba la explotación de la naturaleza). Había que cambiar las relaciones jurídicas y
sociales para cambiar el sistema económico. No desaparece la polarización social ni la
desigualdad.
-Estructuras y modelos agrarios. Respecto a ellos, hablamos de tres: modelo occidental,
modelo mediterráneo y modelo oriental. Inglaterra: se introduce el valor del
individualismo, rompiendo las ataduras de la tierra a las familias. La compraventa pasa
a formar parte del sistema. Cada vez, una nobleza más abierta. En el siglo XVI
conocemos un avance de la revolución agraria. Respecto a zonas, encontramos una
especialización.
También encontramos intercambios, rompiendo con la idea de la auto subsistencia. Otra
palabra clave: la protoindustria. La ciudad actúa como canalizador de dinero al campo,
realimentándose el comercio, la estructura y la agricultura. Esto supone cambios desde
el punto de vista político. Los intereses de los nuevos grupos han ido eliminando
barreras legislativas, favoreciendo la fluidez en el mercado. En el Mediterráneo
hablamos de un modelo intermedio: la tierra sigue concentrada en los grupos
privilegiados, las vinculaciones en las familias al mayorazgo van a suponer que la
polarización social siga aumentando y que las respuestas sean extensivas. Sin embargo,
los factores antes mencionados (monetización, América, etc.) si que introducen una
cierta liberalización del campesinado que va olvidando los malos usos feudo-
vasalláticos. Hablamos de un proceso lento, pero que, a mediados del siglo XIX,
culmina en la revolución liberal. Respecto al modelo oriental, es el que se orienta hacia
el pasado feudal. Todos los factores que han favorecido al desarrollo, en este modelo,
causan el resultado contrario a lo previsto: una mayor dependencia de los campesinos
hacia los señores. Respuestas extensivas y no intensivas (“Segunda Servidumbre”). Esto
causa un desequilibrio en Europa, culminando, de forma dramática, en la Revolución
Rusa. Impulso económico y social incrementa las exigencias feudales y el poder de los
señores.

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