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Escribir en tercera persona – Él/Ella/Ellos

“La tercera persona es otro par de ojos. La tercera persona es un presentimiento de Dios… una manera
de contar la historia. Es una caja para la música sin fin que hay entre las personas, esperando a ser
tocada.” - Ali Smith

La tercera persona es de las perspectivas más utilizadas en la ficción. Es la que emplea los
pronombres “él/ella/ellos”, narrando la historia desde una distancia como una cámara que
sigue al protagonista. Es una perspectiva capaz de crear mucha atmósfera, contando
detalles que no serían posibles con la primera persona. La tercera persona es de las
perspectivas más importantes, y por eso es esencial conocer sus posibilidades, desventajas y
maneras de aplicarla.

Si la primera persona es la perspectiva más conocida por todos por su uso cotidiano, la tercera
persona es la más empleada en la ficción. Y no es de extrañar, es un tipo de perspectiva que nos
permite seguir a los personajes como si una cámara que lo viese todo les siguiera. Se podría decir
que es la visión más cinematográfica, la que el cine nos ha mostrado con más claridad. Y también
es perspectiva la más atmosférica y versátil, ya que siempre vemos la historia desde fuera y no
desde dentro del propio personaje.

Leamos un ejemplo de la tercera persona: Mort del escritor Terry Pratchett:

“Ésta es la habitación iluminada por la luz brillante de las velas donde se almacenan los biómetros,
estantes y más estantes llenos de ellos: rechonchos relojes de arena, uno por cada persona viva, en los
que la fina arena va descendiendo del futuro al pasado. El siseo acumulado de los granos que van
cayendo llena la habitación con un rugido parecido al del mar.
He aquí a la propietaria de la habitación; se pasea majestuosa por ella con cara de preocupación. Es la
Muerte.” – Mort de Terry Pratchett.

La tercera persona se divide en dos grandes tipos o estilos:

● Tercera persona limitada: Durante todo el transcurso de la historia seguimos a un solo


personaje. El protagonista que es el foco central de lo que está viviendo. Es una “primera
persona” pero que se ve desde fuera, no desde dentro. Esto significa que el narrador sólo
cuenta la historia que vive el personaje, no puede decir lo que todavía no ha experimentado
o lo que piensan y sienten otros personajes. Ejemplos: Harry Potter, Saga de Mundodisco,
Canción de hielo y fuego
● Tercera persona omnisciente: El narrador conoce todo lo que hacen, piensan y sienten
todos los personajes de la historia. Es una cámara que es capaz de verlo todo, y aprovecha
este estilo para mostrarnos la gran imagen y los engranajes detrás de la historia. Aunque es
un tipo de narrador que estaba más de moda en el pasado, sigue siendo relevante y utilizado
para ciertos tipos de historias que se benefician de este estilo tan singular. Ejemplos: Dune,
Stardust, Orgullo y Prejuicio, Dónde estás, mundo bello.

De nuevo, el estilo de tercera persona estará al servicio del tipo de historia que quieres
contar. La tercera persona limitada se beneficia de géneros que requieren de un cierto misterio para
sorprender al lector (si el narrador dijera lo que piensa cada personaje la sorpresa no estaría
presente). Y la omnisciente se beneficia de historias que es importante saber lo que está pensando
cada personaje para hacerse una idea de la imagen general e ir juntando las piezas que forman la
historia.

Medios como el cine han hecho que la tercera persona sea una perspectiva muy utilizada y
comprendida. Todos podemos entender el narrador “cámara” que sigue a los personajes y nos
muestra las escenas, y es por eso que es instintivamente fácil de aplicar. Pero eso no significa que no
tenga detalles que hay que tener en cuenta para ser ejecutada correctamente. Veamos algunos
consejos para poner en práctica la perspectiva de la tercera persona.

Consejos para la exitosa ejecución de la tercera persona:

● Big voice vs small voice: El libro de escritura “Consider this” de Chuck Palahniuk está
lleno de increíbles y geniales consejos, y uno de mis favoritos es esta distinción entre la
“gran voz” y la “pequeña voz” que me parece muy relevante sobre todo en la tercera
persona. La “voz grande” hace referencia a esos grandes momentos donde el narrador hace
una reflexión, donde se para y comenta el tema central de la historia, un comienzo, un final
etc. La “gran voz” dice algo que no parece estar directamente relacionado con la historia
pero que conecta de manera global. Y la “voz pequeña” es la que narra escena por escena y
personaje por personaje para hacer avanzar la trama. Esto nos ayuda a no estar todo el rato
metiendo reflexiones filosóficas en un narrador externo (eso es más propio de la primera
persona, pero tampoco se debe abusar). Además que la “voz grande” nos permite crear un
espacio para avanzar/transicionar a otra escena, cambiar de tono o capítulo etc. Es un
medio muy versátil.
Un ejemplo de voz grande y voz pequeña es por ejemplo en la serie de TV “Sex and the
city”. Cuando la protagonista Carrie está escribiendo su columna, eso es “big voice”,
porque está estableciendo el tono o la moraleja de todo lo ocurrido en el episodio. Y
cuando es su propia voz en las escenas, eso es “small voice.” Seguro que te vendrán a la
mente muchos otros ejemplos.
● Tu voz no debe ser objetiva: Durante todo este capítulo hemos hablado de “objetividad”
a la hora de expresar y describir. Al no ser una visión personal de un personaje, se podría
pensar que hay que describir de la manera más objetiva al utilizar la tercera persona. Pero
eso, además de imposible, no es recomendado. Y no solo porque nuestra voz y estilo debe
transpirar entre las páginas, sino porque aunque no sea primera persona es muy bueno que
el narrador en tercera persona se exprese de manera acorde al protagonista. ¿No habría una
disonancia narrativa si un personaje barriobajero tuviera un narrador externo que se
expresara de manera muy elegante? Por eso no tengas miedo en que el estilo refleja la
historia a la vez que exprese tu voz. Eso le da mucho más valor a la manera de leer esta
perspectiva.
● Aprovecha el desconocimiento de tus personajes: Hay una increíble ventaja narrativa
en que el lector sepa que algo va a ocurrir y que el personaje desconoce. Cuando le has dado
al lector suficientes pistas e indicios de que algo va a acontecer, esa anticipación crea interés
y conflicto. Por eso, nunca subestimes los recursos que te permite la tercera persona, siendo
esta narración limitada pero extensa de los hechos una de sus mayores herramientas
narrativas.
● Concentrarse en un solo personaje principal: De nuevo, no te vuelvas loco con meter
veinte personajes diferentes en tu novela. Y mucho menos meter más de dos perspectivas en
una historia corta. Céntrate primero en una, y luego piensa si se beneficiaría de alguna más.
Y recuerda, si vas a utilizar un narrador omnisciente, que quede claro va a ser así desde el
principio y dejando las frases claras para demostrar de en qué “cabeza” y personajes
estamos dentro.

Algunas de mis obras favoritas contadas en tercera persona: American Gods - Neil
Gaiman; Saga de Mundodiscos - Terry Pratchett; La materia Oscura - Philip Pullman; El
camino de los Reyes - Brandon Sanderson;

Veamos ahora las principales ventajas y desventajas de emplear la tercera persona.


Ventajas:

● La voz del narrador es el estilo/voz del escritor: Continuando el punto anterior de otra
manera, la tercera persona permite que el autor muestre su estilo sin quedar forzado. En la
primera persona se podía caer en la trampa de que la voz del escritor se transmite por las
palabras del protagonista, pero aquí se incita a ello y que el narrador invisible muestre su
manera única de expresarse.
● Crea escenario y atmósfera: La tercera persona nos ayuda a describir los escenarios y las
atmósferas de manera más extensa y creativa. La primera persona es un solo personaje que
describe lo que está viendo o pasando, pero con la tercera persona podemos extendernos
más en la manera que tenemos de expresar un lugar, una situación, u otro personaje. Esa
“objetividad” crea un marco de referencia que el lector es capaz de imaginar con mayor
facilidad como si estuviera viendo una película. Cuando estás tan cerca de la mirada de una
persona a veces no deja espacio suficiente para imaginar la escena con claridad. Por eso la
tercera persona deja ese tan necesario espacio para mostrar más, y sobre todo para que el
lector pueda ver más, evocar más, imaginarse más por su cuenta. Además, da más margen a
crear descripciones más vívidas porque hay más espacio para la explicación. Cuando es
primera persona es demasiado “yo, yo, yo”. Pero cuando es tercera persona te permite crear
la escena con mucho más objetivismo, detalle, como si fueses el director y preparara el
escenario. Ir en tangentes y contar más de lo que ven los personajes, dando detalles y
definiendo el mundo al antojo del escritor. Permite mostrar más de lo que el personaje es
testigo.
● Más perspectivas para historias más complejas: La tercera persona nos permite contar
varios puntos de vista si es en distintos capítulos. Pensad en libros como “Canción de hielo y
fuego” o “El Archivo de las Tormentas,” que tiene múltiples puntos de vista con distintas
personas. Siempre es una tercera persona limitada, pero nos ayuda a crear un tipo de
historia más grandilocuente y con un vasto mundo. Esto, con la primera persona es más
complicado, porque es más difícil para el lector estar saltando constantemente de una voz
personal a otra. Pero de nuevo, esa objetividad de la tercera persona ayuda a que se puedan
contar más perspectivas.
● Perfecta para el humor: La tercera persona es sin duda el mejor tipo de perspectiva para
escribir historias de humor. La voz del narrador puede comentar lo que ve que ocurre y
señalar lo absurdo, lo estúpido y lo irónico. La voz del narrador se convierte en la de un
cómico que puede comentar con total libertad mientras los personajes sufren las tonterías y
locuras que le suceden. Con la primera persona esto sigue siendo posible, pero queda más
forzado, ya que parece que el protagonista quiere ser gracioso en todo momento.
Desventajas:

● Pérdida de intimidad: Esa objetividad de la tercera persona tiene su precio, y el más alto
es la pérdida de la intimidad que puede ofrecer la primera o la segunda persona. Cuando se
crea esa distancia entre narrador y personajes es normal que no haya tanta sensación de
intimidad y cercanía, lo cual a veces significa que a los lectores les cuesta conectar más
emocionalmente con los personajes.
● Se complica con demasiadas perspectivas: Es muy fácil dejarse llevar por la libertad de
tener demasiadas perspectivas y personajes cuando se utiliza la tercera persona. Ya es
complejo llevar a un solo personaje, y muchos escritores primerizos caen en la trampa de
contar más de cuatro perspectivas simultáneamente con el deseo de imitar a sus autores
favoritos (generalmente de fantasía épica). Mi consejo es que si vais a utilizar múltiples
perspectivas en tus historias, que nunca sean más de cuatro. Dos y tres personajes son
números mucho más fáciles de llevar. Tened en cuenta que la complejidad crece
exponencialmente con cada personaje que introduces en tu trama.
● La voz del narrador puede llegar a ser aburrida: Hemos hablado varias veces de la
“objetividad” a la hora de mostrar las escenas, y eso es algo que muchos autores se toman de
manera literal, describiendo las escenas meramente por lo que está ocurriendo sin ningún
tipo de adorno. Aunque esto puede llegar a ser algo bueno en pequeñas dosis, si se
mantiene de manera constante lo que produce es aburrimiento y tedio. El lector siente que
el narrador no aporta nada aparte de ser descriptiva, y no leemos ficción solo para que nos
expliquen lo que pasa, sino para que nos hagan evocar imágenes a través de las palabras. Por
eso es importante que el escritor plasme su propio estilo a la hora de describir y no sea
meramente un robot cuya única función sea describir.
● Inyectar voz y estilo es más difícil: Siguiendo el hilo de la desventaja anterior, en la
tercera persona es más difícil sentir que hay una voz única contándote la historia. Esto
puede ser contradictorio con la ventaja de que la tercera persona permite la voz de un
narrador más evocativa, pero son dos caras de una misma moneda. Con un narrador en
primera persona es más fácil insertar personalidad a la manera en que habla, pero cuando es
un narrador externo es más difícil poner un estilo que case bien con el tipo de historia a la
vez que aprendes a tener tu propia voz como escritor.
● Desvelar lo que el protagonista limitado no puede saber: Un error muy típico es que
al escribir en tercera persona limitada se revela más de lo que el protagonista puede llegar a
saber o revelar antes de tiempo. Se da por hecho de que el lector ya sabe lo que ocurre pero
no se dan los suficientes detalles sensoriales para que se entienda lo que está ocurriendo a
tiempo. Por ejemplo, “Rubén se sorprendió con la llegada de Leal” no es lo mismo que “La
puerta se abrió con lentitud para mostrar una mano. Solo hasta que se asomó Leal pudo
Ruben sorprenderse con su visita” Es fácil omitir información porque se da por supuesta,
cuando es vital mostrar todo lo necesario de la escena para ser comprendida por el lector.
● El peligro del Salta-cabezas: Otro gran peligro es caer en lo que en inglés se denomina
como “Head-hopping”, un término anglosajón que expresa el fenómeno de ir mostrando y
saltando lo que hay dentro de la cabeza de cada personaje sin distinción sin que sea su turno
ni ser tercera persona omnisciente. Por ejemplo esto sucede cuando en una conversación
estemos mostrando lo que piensa un personaje y en el siguiente párrafo mostramos lo que
piensa la otra persona cuando no hemos establecido estos parámetros narrativos. Es muy
fácil caer en este error cuando se hace una tercera persona limitada, creyendo que no hay
problema en hacerlo cuando lo que produce es la confusión del lector. Si escribes una
tercera persona omnisciente esto no tiene ningún problema, es más que legítimo si lo has
establecido así en las primeras páginas. El problema es cuando eres una tercera persona
limitada o cualquier otra y muestras de manera aleatoria lo que otros personajes piensan o
sienten. Mantén la constancia en la perspectiva.
● Es fácil dejarse enredar por el estilo de la escritura: De nuevo, uno de los peligros de
este tipo de narradores y perspectivas es dejarse llevar por una escritura demasiado
enrevesada y difícil de entender. Esto es un problema aplicable a la primera persona, pero
aquí se acentúa por ese espacio tan grande en el que el narrador desde lejos lo explica todo y
acabas poniendo más palabras de las necesarias. Recuerda, “menos es más.” Para repasar este
punto puedes volver a las lecciones básicas del capítulo “la economía de las palabras.”

Ejemplos de párrafos en tercera persona:

·”Desde la orilla opuesta de un río lo llamaban a voces. Dioses zarrapastrosos encorvados en sus
harapos al otro lado de la tierra baldía. Caminando por el lecho seco de un mar mineral agrietado y
roto como un plato caído. Senderos de fuego feral en las arenas coaguladas. Las siluetas imprecisas en
la lejanía. Despertó y se quedó tumbado en la oscuridad.” (La carretera - Cormac Maccarthy)

·”La casa se llenó de amor. Aureliano lo expresó en versos que no tenían principio ni fin. Los escribía
en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquíades, en las paredes del baño, en la piel de sus
brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporífero de las dos de la
tarde, Remedios en la callada respiración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas,
Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre.”
(Cien años de soledad - Gabriel Garcia Márquez)

·”En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de
gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que
comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.” (El Hobbit – J.R.R Tolkien)
EJERCICIO PRÁCTICO: Seguimos el mismo estilo de ejercicio sobre las distintas
perspectivas. Escribe parte de tu historia corta en tercera persona y comprueba si
funciona, no funciona y las posibles razones de ello.

Ejemplo: Nuestra historia corta sobre el fotógrafo podría funcionar muy bien en tercera persona.
Y esto es principalmente porque se le puede dar ese toque cinemático a través de las descripciones
de escenas y personajes, saltando entre las distintas escenas y pintando ese cortometraje. Aquí lo
importante sería encontrar el tono y el estilo idóneo para expresar toda esta narrativa, y creo que un
estilo rápido, directo y con mucha acción funcionaría bien. Pero cuando llegue el momento de las
grandes reflexiones, metería algo de “voz grande” para hablar sobre el tema principal de esta historia
corta.

Ejemplo de párrafo en tercera persona de la historia: “Antón dejó el cuchillo sobre el plato, haciendo
tintinear la cerámica como una campana que anuncia una tragedia. Su familia también paró de
comer, clavando sus miradas en aquel padre que últimamente se sentía tan ausente. ¿Qué iba a decir
ahora? Con la comida todavía en la boca, esperando a que Antón hablara. Tragó saliva y su orgullo y
dejó que las palabras cayeran de su garganta,”

Recomendaciones de lectura y referencias mencionadas:


Una vez más, para este capítulo recomiendo que leáis y estudies las historias contadas en tercera
persona que más os gusten y os inspiren. Seguro que tenéis muchas que entran dentro de esta
perspectiva, y por eso esencial aprender de los maestros y fijaros cómo utilizan la tercera persona a
su favor y cómo su estilo se impregna en cada frase que escribe.

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