Kant

Conocimiento
Kant se encuentra en una época en la que se enfrentaban racionalismo y empirismo. Pero para él,
ambos sistemas de pensamiento son problemáticos: el racionalismo es metafísica dogmática, pues
no conoce los límites de la razón, no la examina; y el empirismo desemboca en un escepticismo
radical, que pone en cuestión la ciencia y moral, pues niega la posibilidad de cualquier conocimiento
universal y necesario. Kant pretenderá hacer una síntesis de ambos sistemas para fundamentar el
conocimiento científico (empirismo) marcando los límites de nuestra razón (racionalismo).

Para ello, experiencia y razón deberán fusionarse. Su filosofía es trascendental, pues se centra en el
sujeto y en el modo en el que el sujeto conoce los objetos de conocimiento. Lo trascendental
corresponde a las condiciones de posibilidad del conocimiento de un objeto, es decir, aquellos
requisitos para que se da algo, en este caso, el conocimiento. Para Kant, estas condiciones se
encuentran en el sujeto mismo, son ciertas determinaciones a priori, independientes de la
experiencia, que ayudan a configurar el objeto de conocimiento.

Distingue entre dos tipos de juicios, analíticos y sintéticos:

 Los juicios analíticos son aquellos en los que el predicado está contenido en el sujeto, estos
son a priori, pues para verificarlos no debo ir a una fuente distinta del propio juicio.
Ejemplo, “Un triángulo tiene tres lados”, de forma que Triangulo (sujeto) = Tener 3 lados
(predicado). Al ser independientes de la experiencia, estos juicios tienen universalidad y
necesidad. Estos no añaden conocimiento, pues el predicado NO añade nada al sujeto. Son
juicios explicativos.
 Los juicios sintéticos son aquellos en los que el predicado SI añade algo nuevo al sujeto.
Añaden conocimientos. Son juicios extensivos. Pero al ser a posteriori, basados en la
experiencia, son contingentes. Solo casos particulares.

Ninguno de estos dos tipos de juicios sirve para fundamentar la ciencia. Kant pretende fundamentar
la posibilidad de hacer juicios que aporten conocimientos y sean universales y necesarios (a priori).
La posibilidad de los juicios sintéticos a priori, siendo estos los que nos permitirán fusionar razón y
experiencia. La experiencia aporta el fundamento empírico, y la razón la universalidad y necesidad.
La universalidad y necesidad no vienen de las cosas, sino del sujeto, de las estructuras con las que el
sujeto conoce la realidad. Por lo que estas dos características tienen que surgir de otra fuente
diferente de la experiencia, la razón.

La forma proviene del sujeto, de las categorías del sujeto. La materia la aporta la realidad, el
noúmeno, a través de las intuiciones sensibles. Las categorías solas no son conocimiento, ni lo
empírico solo es conocimiento. Solo en el encuentro entre ambos se produce conocimiento. A
diferencia de Aristóteles, la forma ya no es algo de la realidad, sino algo que pone el sujeto. No es
algo que abstraigamos del objeto, sino que lo añadimos a lo que nos da los sentidos. Por lo que la
forma ya no es un modo de ser del noúmeno, sino que son modos de conocer del sujeto, estructuras
de su acceso al noúmeno. Para Kant no conocemos el noúmeno (la cosa en sí) porque no tenemos
un acceso directo a él, pues no conocemos el noúmeno, sino el fenómeno, combinación de materia y
forma. No hay conocimiento al margen de la forma de conocer.
La realidad que nos es dada en lo empírico es informe y caótica, es el sujeto el que la ordena (le da
forma) según sus estructuras a priori. Siendo el sujeto el que impone a la realidad sus propias leyes
internas.