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Inteligencia artificial en la educación:

Explorando los beneficios y riesgos potenciales

Inteligencia Artificial en la Educación:

Explorando los posibles beneficios y riesgos

Mario Fabricio Ayala­Pazmiño1

Universidad del Pacífico ­ Ecuador
fayala2425@gmail.com

doi.org/10.33386/593dp.2023.3.1827

V8­N3 (may­jun) 2023, pp. 892­899 | Recibido: 13 de marzo de 2023 ­ Aceptado: 04 de abril de 2023 (2 ronda rev.)

1 PhD en Educación de la Universidad de Melbourne en Melbourne, Australia. Docentes de Estudios Hispánicos de la

Universidad Monash, Australia
ORCID: https://orcid.org/0000­0002­3344­8931

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Cómo citar este artículo en norma APA:

Ayala­Pazmiño, M., (2023). Inteligencia artificial en la educación: exploración de los posibles beneficios y riesgos. 593 Editorial Digital CEIT,
8(3), 892­899 https://doi.org/10.33386/593dp.2023.3.1827

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RESUMEN
La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de transformar la educación al mejorar los resultados de la enseñanza y
el aprendizaje. Sin embargo, como con cualquier nueva tecnología, también existen riesgos asociados con su uso. Este
documento explora los beneficios y riesgos potenciales de la IA en la educación, incluido el aprendizaje personalizado,
la evaluación mejorada, la reducción del tiempo de planificación para los maestros, y el riesgo de hacer trampa.
Basándose en una variedad de estudios y perspectivas, el documento argumenta que, si bien existen ciertos riesgos
asociados con la IA, los beneficios que ofrece a la educación son significativos. El documento concluye sugiriendo la
necesidad de más investigación empírica sobre el impacto de la IA en la educación y la importancia de preparar a los
estudiantes para un futuro en el que las máquinas desempeñarán un papel de liderazgo.

Palabras clave: inteligencia artificial; educación; aprendizaje personalizado; evaluación; riesgo; beneficio; enseñanza;
aprendizaje; tecnología

ABSTRACTO
La inteligencia artificial (IA) puede transformar la educación mejorando los resultados de la enseñanza y el aprendizaje.
Sin embargo, como ocurre con cualquier tecnología nueva, también existen riesgos asociados con su uso. Este artículo
explora los posibles beneficios y riesgos de la IA en la educación, incluido el aprendizaje personalizado, la mejora de la
evaluación, la reducción del tiempo de planificación para los profesores y el riesgo de hacer trampa. Basándose en
varios estudios y perspectivas, el artículo sostiene que, si bien la IA tiene riesgos específicos, sus beneficios educativos
son significativos. El artículo concluye sugiriendo la necesidad de realizar más investigaciones empíricas sobre el
impacto de la IA en la educación y la importancia de preparar a los estudiantes para un futuro en el que las máquinas
desempeñarán un papel protagonista.
Palabras clave: inteligencia artificial; educación; aprendizaje personalizado; evaluación; riesgo; beneficio; enseñando;
aprendiendo; tecnología

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Introducción
La inteligencia artificial (IA) está transformando nuestro
mundo y la educación no es una excepción. La IA tiene el
potencial de revolucionar la enseñanza y el aprendizaje,
ofreciendo nuevas formas de mejorar el aprendizaje
personalizado, mejorar las evaluaciones y reducir el tiempo de
planificación de los docentes. Sin embargo, el uso de la IA en la
educación también genera preocupaciones sobre la privacidad,
los prejuicios y la deshumanización de la experiencia de
aprendizaje. Este artículo explora los posibles beneficios y
riesgos de la IA en la educación y evalúa su impacto en la
enseñanza y el aprendizaje.
En los últimos años, ha habido un interés creciente en
el uso de la IA para mejorar el aprendizaje personalizado en la
educación. Las herramientas basadas en inteligencia artificial
pueden analizar los datos de los estudiantes y adaptar las
experiencias de aprendizaje a las necesidades individuales,
ofreciendo un enfoque educativo más personalizado. Esto puede
potencialmente mejorar los resultados del aprendizaje y la
participación de los estudiantes y reducir las tasas de deserción.
La IA también puede mejorar las evaluaciones al proporcionar
retroalimentación instantánea y permitir una evaluación más
precisa del desempeño de los estudiantes. Las herramientas
basadas en inteligencia artificial también pueden reducir el
tiempo de planificación de los docentes al automatizar tareas
administrativas como calificaciones e informes, lo que libera a
los docentes para que puedan concentrarse en actividades docentes más prácticas.
otras tareas (Mandernach, 2018). Además, las herramientas de
A pesar de estos beneficios, el uso de la IA en la
educación también genera preocupaciones sobre la privacidad,
los prejuicios y la deshumanización de la experiencia de
aprendizaje. Por ejemplo, las herramientas basadas en
inteligencia artificial pueden recopilar grandes cantidades de
datos personales sobre los estudiantes, que podrían usarse indebidamente o ser robados.
Además, existe el riesgo de que los algoritmos de IA perpetúen
los sesgos que existen en la sociedad, lo que resultará en
oportunidades educativas desiguales. Además, algunos críticos
sostienen que el uso de la IA en la educación podría
deshumanizar la experiencia de aprendizaje, donde los
estudiantes interactúan más con máquinas que con profesores
humanos, lo que resultaría en una experiencia de aprendizaje
menos atractiva y menos satisfactoria.
Dados los posibles beneficios y riesgos de la IA en la
educación, es crucial evaluar críticamente su impacto en la
enseñanza y el aprendizaje. Este artículo explora los posibles
beneficios y riesgos de la IA en la educación, basándose en
varios estudios y
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Inteligencia artificial en la educación: Explorando los beneficios y
riesgos potenciales
perspectivas. A continuación, examinaremos el impacto potencial
de la IA en los resultados de la enseñanza y el aprendizaje y sus
implicaciones éticas y sociales en la educación.
Finalmente, sugeriremos algunas posibles vías para futuras
investigaciones, incluida la necesidad de más datos empíricos
sobre el impacto de la IA en la educación y la importancia de
preparar a los estudiantes para un futuro en el que las máquinas
desempeñarán un papel protagonista.
Revisión de literatura
El uso de la IA en la educación ha atraído una gran
atención tanto de investigadores como de educadores, y algunos
la aclaman como una herramienta revolucionaria para mejorar la
enseñanza y el aprendizaje. Uno de los principales beneficios de
la IA en la educación es su potencial para personalizar las
experiencias de aprendizaje de cada estudiante. Como señalan
Kelleher y Tierney (2018), los algoritmos de IA se pueden utilizar
para crear planes de aprendizaje personalizados para los
estudiantes en función de sus necesidades, intereses y
habilidades individuales. Esto puede ayudar a mejorar los
resultados del aprendizaje y la participación, ya que es más
probable que los estudiantes se sientan motivados por contenidos
adaptados a sus intereses. Además, el uso de la IA puede
ayudar a reducir la carga de trabajo de los profesores, quienes
pueden dedicar menos tiempo a planificar y más tiempo a
trabajar con estudiantes individuales. Por ejemplo, la IA puede
calificar evaluaciones, liberando tiempo a los profesores para
inteligencia artificial pueden proporcionar datos valiosos sobre el
desempeño de los estudiantes, que pueden usarse para informar
la instrucción y mejorar los resultados del aprendizaje (Baker &
Siemens, 2014).
Sin embargo, el uso de la IA en la educación no está
exento de riesgos. Una de las principales preocupaciones es la
posibilidad de que los estudiantes utilicen herramientas de
inteligencia artificial para hacer trampa en las evaluaciones o
eludir el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, como señalan
Kavale y Forness (2019), la IA puede generar trabajos o
completar tareas de los estudiantes, lo que socava el valor
educativo de la tarea. En respuesta a este riesgo, algunos
educadores han pedido repensar las evaluaciones tradicionales
y pasar a tareas más creativas y abiertas que las máquinas no
pueden resolver rápidamente (Kulkarni, Cambre, Kotturi,
Bernstein y Klemmer, 2015). Además, el auge de la IA en la
educación ha puesto de relieve la importancia de desarrollar
habilidades "humanas" en
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Inteligencia artificial en la educación: explorando los posibles
beneficios y riesgos
estudiantes, como el pensamiento crítico, la creatividad y la
resolución de problemas, que las máquinas no pueden
replicar fácilmente (Gee, 2018). Por lo tanto, si bien la IA
puede mejorar la enseñanza y el aprendizaje, los educadores
deben ser conscientes de sus riesgos potenciales y tomar
medidas para mitigarlos, al mismo tiempo que priorizan el
desarrollo de habilidades humanas esenciales en sus estudiantes.
Un enfoque consiste en diseñar tareas que requieran
creatividad, pensamiento crítico y habilidades de resolución
de problemas que las máquinas no puedan replicar.
Por ejemplo, las tareas de aprendizaje basadas en proyectos,
en las que los estudiantes deben trabajar en colaboración,
resolver problemas complejos y presentar sus hallazgos a
una audiencia, son formas efectivas de desarrollar estas
habilidades (Pellegrino & Hilton, 2013). De manera similar,
las tareas abiertas, como la redacción de ensayos o proyectos
de investigación, se pueden utilizar para evaluar la
comprensión y la capacidad de los estudiantes para sintetizar
información en sus propias palabras. Al diseñar tareas que
las máquinas no pueden resolver rápidamente, los educadores
pueden garantizar que los estudiantes participen activamente
en el proceso de aprendizaje y desarrollen habilidades que
serán esenciales para el éxito en el futuro.
Además de diseñar tareas que promuevan las
habilidades humanas, los educadores deben trabajar con sus
alumnos en el aula para brindarles retroalimentación y
orientación inmediatas. Como señalan Kelleher y Tierney
(2018), las herramientas de inteligencia artificial no pueden
reemplazar el papel del docente a la hora de brindar apoyo y
retroalimentación personalizados a los estudiantes. Además,
los profesores deberían dar prioridad a la enseñanza de
habilidades motoras finas y gruesas, como la escritura a
mano, que la IA no puede replicar. Estas habilidades son
esenciales para el desarrollo cognitivo y fundamentales para
el éxito en diversas profesiones (Sulik, Huerta y Ziegler,
2017). Al reforzar y practicar estas habilidades en el aula, los
profesores pueden asegurarse de que sus alumnos
desarrollen las cualidades únicas que los hacen humanos y
los diferenciarán de las máquinas en el futuro.
Además, los educadores pueden ayudar a sus
estudiantes a navegar el auge de la IA enseñándoles cómo
hacer buenas preguntas que las máquinas puedan responder.
A medida que la IA se vuelve más avanzada, será cada vez
más importante que las personas sepan cómo comunicarse
de manera efectiva con estas tecnologías. Al desarrollar
aspectos críticos
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habilidades de pensamiento y aprender a hacer preguntas
que requieren un pensamiento de orden superior, los
estudiantes pueden aprender a aprovechar el poder de la IA
para mejorar sus habilidades de aprendizaje y resolución de problemas.
Esto los preparará para el mercado laboral del futuro y les
ayudará a comprender mejor las capacidades y limitaciones
de la IA y, en última instancia, a apreciar lo que hace que los
humanos sean únicos.
Otro desafío relacionado con el uso de la IA en la
educación es su potencial para ampliar la brecha digital.
Como Liao et al. (2021), no todos los estudiantes tienen el
mismo acceso a la tecnología o a Internet, lo que puede
crear disparidades en su capacidad para beneficiarse de las
herramientas y recursos impulsados por la IA. Esta brecha
digital puede exacerbar las desigualdades existentes en
oportunidades y resultados educativos. Por lo tanto, los
educadores deben garantizar que las herramientas de
inteligencia artificial sean accesibles para todos los estudiantes
y tomar medidas para cerrar la brecha digital, como brindar
acceso a tecnología y recursos de Internet en comunidades
desatendidas.
Además de garantizar la igualdad de acceso a las
herramientas impulsadas por la IA, también es esencial que
los educadores aprendan a incorporar la IA de forma eficaz
en sus prácticas docentes. A medida que la IA se vuelve más
frecuente en la educación, los docentes deben mantenerse
actualizados con los últimos avances en IA y cómo utilizarla
para mejorar su enseñanza. Esto incluye comprender cómo
utilizar herramientas y plataformas basadas en IA, como
software de aprendizaje adaptativo y chatbots, y cómo
diseñar evaluaciones prácticas basadas en IA. Además, los
docentes deben estar capacitados para integrar la IA en sus
prácticas docentes, evaluar la eficacia de las herramientas
de IA e identificar y abordar posibles problemas éticos. Al
brindar capacitación adecuada a los educadores, podemos
garantizar que la IA se utilice de manera responsable y
efectiva en el aula y que los estudiantes se beneficien al
máximo de estas poderosas herramientas. Según un informe
de la Asociación Nacional de Educación (NEA) (2020), “los
educadores deben recibir capacitación y apoyo para integrar
la IA y otras tecnologías emergentes en su instrucción de
manera efectiva”. El informe destaca la importancia de
proporcionar a los profesores las habilidades y conocimientos
necesarios para utilizar eficazmente las herramientas de IA
en el aula, incluida la forma de interpretar y analizar los datos
generados por la IA.
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Además, la NEA enfatiza la necesidad de abordar las posibles
preocupaciones éticas y de privacidad asociadas con el uso
de la IA en la educación, como la seguridad de los datos y el
sesgo algorítmico. Los educadores pueden garantizar que las
herramientas de inteligencia artificial se utilicen de manera
responsable y efectiva para beneficiar a todos los estudiantes
brindando a los docentes la capacitación y el apoyo adecuados.
Además, es esencial reconocer que la IA no
sustituye a los profesores humanos.
Si bien la IA puede mejorar la enseñanza y el aprendizaje, no
puede reemplazar el papel fundamental que desempeñan los
docentes humanos a la hora de facilitar experiencias de
aprendizaje y construir relaciones significativas con sus
estudiantes. Como señalan Sclater y Peasgood (2018), el
éxito de la IA en la educación depende de la integración
efectiva de la tecnología y la experiencia humana. Por lo
tanto, los educadores deben adoptar un enfoque híbrido que
equilibre los beneficios de la IA con las fortalezas de los
docentes humanos.
Las investigaciones han demostrado que la relación
entre los estudiantes y sus maestros es fundamental para el
aprendizaje y el éxito de los estudiantes. Un metanálisis de
Roorda et al. (2011) encontraron que una relación positiva
entre estudiantes y maestros se asociaba con un mejor
rendimiento académico, menos problemas de conducta y
mayores niveles de participación de los estudiantes. Esta
relación se basa en la confianza, el respeto y la comunicación,
y la IA no puede replicarla. Los profesores pueden brindar
apoyo emocional, personalizar la instrucción y adaptarse a
las necesidades de los estudiantes de una manera que la IA
no puede.
Por lo tanto, es crucial reconocer y valorar el elemento
humano de la enseñanza y priorizar la construcción de
relaciones sólidas entre profesores y estudiantes, incluso en
la era de la IA en la educación.
Además, una investigación realizada por el experto
en educación John Hattie sugiere que la relación profesor­
alumno es un factor crucial en el rendimiento de los
estudiantes. En sus metanálisis de intervenciones educativas,
Hattie encontró que las relaciones profesor­alumno tenían un
fuerte efecto positivo en los resultados de los estudiantes, con
un tamaño del efecto de 0,72 (Hattie, 2012). Esto subraya la
importancia de la interacción y la conexión humana en el
proceso de aprendizaje. Si bien la IA puede proporcionar
experiencias de aprendizaje personalizadas, no puede replicar
los beneficios emocionales y sociales.
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Inteligencia artificial en la educación: Explorando los beneficios y
riesgos potenciales
de la interacción humana. Por lo tanto, los educadores deben
priorizar la construcción de relaciones positivas con sus
estudiantes y la creación de un ambiente de aprendizaje de
apoyo que fomente el crecimiento y el desarrollo.
La incorporación de la alfabetización en IA al plan
de estudios requiere una planificación y consideración
cuidadosas. Según Mather y Yau (2019), es vital identificar
las habilidades y conocimientos que los estudiantes necesitan
desarrollar para utilizar las herramientas de IA de manera
efectiva. Esto puede implicar trabajar con socios o expertos
de la industria para identificar las herramientas y aplicaciones
más relevantes para que los estudiantes aprendan. Una vez
que se han identificado las habilidades y conocimientos
necesarios, los educadores pueden diseñar e implementar
lecciones que incorporen herramientas y técnicas de IA. Por
ejemplo, la sugerencia de López­Pérez et al. (2020) utilizar
chatbots impulsados por IA o incorporar simulaciones basadas
en IA en las lecciones tiene como objetivo mejorar la
educación en idiomas y ciencias, respectivamente. Se pueden
diseñar chatbots con tecnología de inteligencia artificial para
facilitar el aprendizaje de idiomas brindando a los estudiantes
comentarios personalizados sobre sus habilidades para
hablar, escuchar, leer y escribir (Pardo­Ballester et al., 2021).
Además, las simulaciones basadas en IA se pueden utilizar
para crear experimentos virtuales que permitan a los
estudiantes explorar conceptos y fenómenos científicos
complejos en un entorno seguro y controlado (Kim et al.,
2019). Al incorporar herramientas de inteligencia artificial en
el plan de estudios, los educadores pueden crear experiencias
de aprendizaje atractivas e interactivas que fomenten el
pensamiento crítico, la resolución de problemas y las
habilidades de alfabetización digital de los estudiantes.
La incorporación de la alfabetización en IA al plan
de estudios requiere una planificación y consideración
cuidadosas. Al identificar las habilidades y conocimientos
necesarios, diseñar lecciones prácticas y enseñar a los
estudiantes cómo utilizar las herramientas de IA de manera
ética y responsable, los educadores pueden ayudar a preparar
a la próxima generación de estudiantes para el éxito en un
mundo cada vez más impulsado por la IA.
Al priorizar el desarrollo de habilidades "humanas"
junto con la integración de la IA, los educadores pueden
preparar mejor a sus estudiantes para la fuerza laboral del
futuro y equiparlos con las herramientas que necesitan para
prosperar en un mundo que cambia rápidamente.
Por ejemplo, desarrollar la creatividad en los estudiantes es
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Inteligencia artificial en la educación: explorando los posibles
beneficios y riesgos
crucial en la era de la IA. Como se cita en un informe del Foro
Económico Mundial (2018), la creatividad es una de las tres
habilidades más esenciales para la fuerza laboral del futuro, junto
con el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Para
fomentar la creatividad, los educadores pueden incorporar
actividades que alienten a los estudiantes a pensar de manera
innovadora y abordar los problemas de maneras no convencionales.
Por ejemplo, el aprendizaje basado en proyectos, el pensamiento
de diseño y las sesiones de lluvia de ideas pueden permitir a los
estudiantes ejercitar la creatividad.
La inteligencia emocional es otra habilidad “humana”
crucial que los educadores deben priorizar.
Brackett et al. (2019) afirman que la inteligencia emocional es un
predictor crítico del éxito académico y profesional. Los educadores
pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar inteligencia
emocional creando un ambiente de aula seguro y de apoyo que
los anime a expresar sus emociones e interactuar positivamente
entre sí.
Los profesores también pueden modelar la inteligencia emocional
mostrando empatía y respeto hacia sus alumnos y proporcionando
comentarios constructivos.
La conciencia social es otra habilidad "humana" que los
educadores deberían centrarse en desarrollar en sus alumnos. La
Asociación Nacional de Educación (NEA) (2020) señala que la
conciencia social implica comprender y empatizar con los demás,
reconocer y respetar la diversidad y participar en la resolución
colaborativa de problemas.
Los educadores pueden promover la conciencia social incorporando
actividades que alienten a los estudiantes a trabajar juntos e
interactuar con personas de diferentes orígenes. Por ejemplo, los
profesores pueden facilitar debates grupales, organizar proyectos
de aprendizaje cooperativo y exponer a los estudiantes a diversas
perspectivas y culturas a través de materiales de lectura y oradores
invitados.
En resumen, el uso de la IA en la educación tiene el
potencial de mejorar las experiencias de enseñanza y aprendizaje,
pero no está exento de desafíos.
La IA puede personalizar las experiencias de aprendizaje, reducir
la carga de trabajo de los docentes y proporcionar datos valiosos
sobre el desempeño de los estudiantes, pero también plantea el
riesgo de socavar el valor educativo de las tareas y ampliar la
brecha digital. Diseñar tareas que promuevan las habilidades
humanas, proporcionen retroalimentación y orientación inmediatas
y aseguren
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El acceso equitativo a herramientas impulsadas por IA es esencial.
Además, los educadores deben recibir formación y apoyo
adecuados para utilizar la IA de forma responsable y eficaz y
reconocer que la IA no sustituye a los profesores humanos. El
éxito de la IA en la educación depende de la integración efectiva
de la tecnología y la experiencia humana, y es fundamental
priorizar el desarrollo de habilidades humanas esenciales en los
estudiantes que las máquinas no pueden replicar fácilmente. En
general, la IA tiene el potencial de revolucionar la educación, pero
su uso responsable y ético es fundamental para su éxito.
Conclusión
La inteligencia artificial (IA) en la educación tiene sus
beneficios y riesgos. Por un lado, la IA se puede utilizar para
personalizar las experiencias de aprendizaje de los estudiantes y
proporcionar datos valiosos sobre su desempeño, que pueden
informar la instrucción y mejorar los resultados del aprendizaje. Sin
embargo, por otro lado, existe la posibilidad de que los estudiantes
hagan trampa en las evaluaciones o se salten el proceso de
aprendizaje. Además, el uso de la IA puede ampliar la brecha
digital y resaltar la importancia de desarrollar habilidades humanas
en los estudiantes. Para garantizar que la IA se utilice de manera
responsable y eficaz en la educación, los educadores deben ser
conscientes de estos riesgos y tomar medidas para mitigarlos.
Un enfoque para mitigar los riesgos del uso de la IA en
la educación es diseñar tareas que requieran creatividad,
pensamiento crítico y habilidades de resolución de problemas
que las máquinas no pueden replicar.
Los educadores deben trabajar con sus alumnos en el aula para
brindarles retroalimentación y orientación inmediatas, reforzando y
practicando habilidades motoras finas y gruesas, como la escritura
a mano, que son esenciales para el desarrollo cognitivo.
Además, los profesores pueden ayudar a sus alumnos a navegar
el auge de la IA enseñándoles cómo hacer buenas preguntas que
las máquinas puedan responder, desarrollando habilidades de
pensamiento crítico y aprendiendo a hacer preguntas que requieran
un pensamiento de orden superior.
Otro desafío relacionado con el uso de la IA en la
educación es su potencial para ampliar la brecha digital. Para
garantizar que las herramientas de inteligencia artificial sean
accesibles para todos los estudiantes, los educadores deben tomar
medidas para cerrar la brecha digital, como brindar acceso a
Mario Fabricio Ayala­Pazmiño | pp. 892­899
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Inteligencia artificial en la educación: Explorando los beneficios y
riesgos potenciales

tecnología y recursos de Internet en comunidades Kelleher, C. y Tierney, B. (2018). Inteligencia artificial

desatendidas. Además, los profesores deben
mantenerse actualizados con los últimos avances en
IA y cómo utilizarla para mejorar su enseñanza.
Por último, los docentes deben recibir capacitación
para integrar la IA en sus prácticas docentes, evaluar
la eficacia de las herramientas de IA e identificar y
abordar posibles problemas éticos.
en educación: Aplicaciones y perspectivas.
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Las investigaciones futuras en esta área deberían
centrarse en diseñar y evaluar entornos de aprendizaje
impulsados por IA que fomenten habilidades humanas,
como la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución
de problemas. Además, los investigadores deberían
examinar los efectos de la IA en los resultados del
aprendizaje, el compromiso y la motivación, así como las
posibles preocupaciones éticas y de privacidad asociadas
con el uso de la IA en la educación. Además, las
investigaciones futuras deberían explorar formas de cerrar
la brecha digital y garantizar que las herramientas de
Kulkarni, C., Cambre, J., Kotturi, Y., Bernstein, MS y
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inteligencia artificial sean accesibles para todos los

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garantiza que la IA se utilice de manera responsable y
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