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ANÁLISIS Y EVALUACIÓN DE CONDUCTA

Existen dos análisis básicos en un planteamiento de modificación de conducta:


el análisis topográfico y el análisis funcional. Ambos análisis nos servirán como punto
de partida para establecer la estrategia adecuada a partir de la comprensión global de las
alteraciones de conducta de cada individuo.

1. Análisis topográfico
Número de Intensidad Frecuencia Duración
conductas
El análisis topográfico alude a los aspectos observables y registrables —tal y
como acabamos de ver en las gráficas— de la conducta. Típicamente se utilizan cuatro
parámetros en el análisis topográfico de la conducta (se usa uno o varios de ellos
dependiendo del tipo de conducta):
a. Número de conductas (o variedad). Ej. Juan salta, pega a su hermano, rompe
cosas… cuando no quiere ir al colegio
b. Intensidad. Ej. Muy intenso (lloro muy fuerte; pega causando mucho daño; no
come prácticamente nada…).
c. Frecuencia (nº de veces por unidad de tiempo). Ej. Se levanta 7 veces durante
la comida.
d. Duración. (Duración de una conducta: Ej. Llora durante 1 hora; tarda 30 minutos
en tomarse el desayuno…).

2. Análisis funcional
Antecedente Conducta Consecuencia

El análisis funcional, que también es típico de la modificación de conducta (y quizás más


definitorio de ésta) alude a la relación funcional entre las respuestas y los
estímulos antecedentes y consecuentes. La relación que se establece con una función
determinada: ej. Juan llora para que le dejen comer lo que quiera… Esa es la relación que
quiero descubrir con mi análisis funcional.
Básicamente, en el análisis funcional lo que registramos es lo que sucede antes (y es,
posiblemente, el estímulo antecedente o discriminativo para la respuesta), la conducta y
las consecuencias de la conducta (estímulo reforzador). La situación puede incluir: lugar,
personas presentes, antecedentes de lo que ha pasado… Gracias al registro,
conseguimos ver qué situaciones (Ed) probabilizan que se dé la conducta y luego, con el
análisis de la última columna, vemos cuáles son los reforzadores que están manteniendo
la conducta. En teoría cualquier conducta que no es reforzada se extingue, por tanto,
tiene que existir algún reforzador unido a la emisión de la conducta que estamos
analizando. Resulta fundamental encontrar diferentes refuerzos que podamos asignar a las
conductas para comenzar su modificación.

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