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En este escenario, hay varias vías que podríamos seguir para comprender la
conducta de un organismo.
Observar la conducta
Presentar estímulos
Organizar consecuencias
Thorndike notó que al principio el gato pasaba algún tiempo hasta encontrar la
salida, pero con sucesivas presentaciones el gato salía cada vez más rápidamente:
el efecto de sus conductas tendía a influenciar sus conductas futuras.
Observar la conducta
Presentar estímulos
Organizar consecuencias
Pero aún podemos complejizar más la situación y mejorar así nuestra comprensión
de lo que sucede.
Señalar
Entonces tenemos algo más que podemos usar para investigar: señalar estímulos o
el señalar consecuencias serán operaciones que podremos utilizar para estudiar la
conducta de los organismos.
Señalar estímulos
Algo que podemos hacer es presentar un estímulo que señale la ocurrencia de otro
estímulo. El ejemplo más conocido para todos los psicólogos es el trabajo
de Pavlov. Como probablemente sepan, inicialmente Pavlov presentaba a sus
perros un estímulo (comida), y medía cuánto salivaban. Hasta aquí es un
procedimiento básico de presentación de estímulos, en el cual se presenta un
estímulo elicitante, ya que elicita una respuesta de salivación.
Pero luego observó que frente a ciertos eventos que señalaban al perro que estaba
por recibir comida (por ejemplo, la aparición del investigador con su guardapolvo
blanco), el perro también comenzaba a salivar, incluso antes de recibir la comida.
Pavlov comenzó entonces a investigar este efecto sistemática y deliberadamente,
utilizando por ejemplo el sonido de un metrónomo como señal, y comprobó que
estas señales podían tener efecto por sí mismas.
En este caso, el sonido señala un estímulo, por lo cual tenemos una relación entre
estímulos. En este caso un estímulo señala a otro estímulo sin importar la conducta
del perro.
Señalar consecuencias
El sonido de la lata de atún que se abre es lo que señala a nuestro gato que la
conducta de acercarse, mostrarse cariñoso, y emitir maullidos zalameros, tendrá
frecuentemente como consecuencia el recibir un poco de atún.
La última operación que veremos hoy, que puede tener un impacto sobre la
conducta, es lo que habitualmente se llama operaciones establecientes u
operaciones motivacionales. Esto se refiere a todo procedimiento que altera el
grado en que una consecuencia funciona como tal.
Por ejemplo, supongamos que nuestra madre nos dice “si ordenás tu cuarto hay
postre”. Eso sería un Ed que señala que habrá una consecuencia (presumiblemente
reforzante) para la conducta de limpiar la habitación. Sin embargo, si acabamos de
ingerir nuestro propio peso en comida la noche anterior (lo cual suele suceder en
las fiestas), la efectividad del postre como reforzador disminuirá. O si hemos estado
haciendo ejercicio intensamente, el valor de refuerzo de una botella de agua fría
será más alto.
https://youtu.be/SOBNO4gl_yM
Por eso se las llama también “operaciones motivacionales”, porque son las que
aumentan la efectividad de una consecuencia para la emisión de una conducta.
Resumen
Presentar estímulos
Organizar consecuencias
Señalar estímulos
Estos cinco procedimientos, y los procesos que involucran, son el eje de toda la
investigación y aplicaciones del análisis conductual: sea investigar en laboratorio,
entrenar animales, trabajar con problemas humanos como dificultades de
aprendizaje o lo que llamamos problemas psicológicos, lidiar con problemas
organizacionales, mejorar la eficacia de grupos, etcétera, es decir, toda situación
que involucre conducta.
Esto puede consistir, por ejemplo, en identificar cuál es el reforzador que sostiene
una conducta indeseada, cuáles son las operaciones establecientes que disminuyen
la efectividad de un reforzador, identificar si una conducta está mayormente bajo
control de estímulos elicitantes o de estímulos discriminativos, etc.