Está en la página 1de 3

Resumen Terapias Contextuales:

Antecedentes

En 1950 se funda la Terapia de Conducta. Sigue un enfoque ambientalista en el cual se


evalúa la eficacia. Se centra en principios de cambio con precisión, alcance y
profundidad muy elevados. Esta terapia no consigue explicar la cognición humana. Por
tanto, en 1970 se desarrolla un enfoque cognitivo (TCC), el cual se centra en explicar la
función que tiene el pensamiento en la motivación. La TCC habla de procesos y
estructuras hipotéticas y las prácticas se orientan a modificar el contenido de los
pensamientos (por ejemplo, Reestructuración Cognitiva). Esta terapia tiene una
eficacia probada y sigue un modelo médico (enfoque intrapsíquico).

En 1990 nacen las terapias contextuales, que estudian experimentalmente el


aprendizaje de los eventos psicológicos. Este tipo de terapias ponen el foco en cómo
nos relacionamos con lo que pensamos y sentimos, más que en el propio contenido de
las mismas. Suponen una innovación en el ámbito de la psicología clínica ya que
retoman la perspectiva contextual.

Trastornos Psicológicos

Cómo la vida se organiza es algo que ya existe y está culturalmente influenciada de dos
maneras: a través del lenguaje, el cual tiene dos dominios (abiertos y encubierto), y a
través de nuestra relación con los demás. Esto supone que el ser humano y el mundo
están unidos de manera indisoluble.

Teniendo esto en cuenta, el modelo contextual afirma que los problemas del ser
humano se presentan en un contexto biográfico y en relación a unas circunstancias.

Visto de otra manera, el ser humano es un ser intensamente social (que se relaciona
en tribus) e intensamente verbal (mediante el sistema simbólico relacional). Se concibe
a las personas como un todo integrado. Por ello, la psicopatología no es un grupo de
síntomas, sino un repertorio de regulación de la conducta ineficaz o destructivo (es
parte de las cosas que hace la persona). Por tanto, la psicoterapia es un proceso de
cambio.

Es decir, la terapia no se concibe como un conjunto de técnicas concretas, sino que


realiza una evaluación funcional de la conducta en la cual se recoge la queja de la
paciente (el problema que plantea en sesión), los objetivos y valores de la persona, y
las acciones comprometidas (acciones a las que se compromete a hacer).

Para realizar dicha evaluación funcional de la conducta se analizará la conducta (acción


que realiza la persona en un contexto) y el contexto (corriente variable de
acontecimientos que pueden ejercer una influencia sobre la conducta). Además, hay
que entender que según las terapias contextuales todo es conducta. Por ejemplo, el
lenguaje es un estímulo verbal manifiesto (que se puede observar) y el pensamiento es
un estímulo verbal encubierto (porque solo lo ve el paciente, pero tiene la misma
estructura). A los pensamientos, emociones, cogniciones y procesos internos, las
terapias contextuales los denomina EVENTOS PRIVADOS (EP).

En una evaluación funcional recogeremos la siguiente información para formar la


unidad funcional (es decir, lo que estudiamos en su conjunto):

- Antecedentes: situación en la que ocurre la conducta, pensamientos y


sentimientos que se dan.
- Conducta problema
- Consecuentes o efectos: beneficios y costes de la conducta (ambos están
siempre presentes). Los reforzadores actúan sobre la conducta operante (la
mantienen) y sobre las situaciones en las que ocurre la conducta.

Metodología

Las terapias contextuales usan el ANÁLISIS FUNCIONAL para el diagnóstico, ya que


recoge los datos necesarios, los analiza, interpreta y evalúa una situación.

Sigue un modelo ABC, como una secuencia operante (en términos de reforzadores y
contingencias) de eventos. En el análisis funcional recogeremos la siguiente secuencia:

- Historia de la persona (A): biología, genética, evolución del organismo,


desarrollo de sentimientos, pensamientos, dolores…
- Situación actual (B): emociones saturadas de cogniciones, mezcladas con
impulsos físicos, deseos y sensaciones corporales.
- Respuesta (C): acciones físicas y absorción de la conciencia (aprendizaje).

Pongamos un ejemplo, hay una historia de un niño del que se ríen cuando habla
(problemas de evolución del organismo). Cuando se ríen de él, el niño siente
vergüenza y miedo a hablar. Hasta aquí todo estaría dentro de la historia de la persona
(A). El paciente acude a consulta porque cuando tiene que hablar con su jefe siente
vergüenza porque se van a reír de él (B). Por tanto, no acude al trabajo para evitar la
reunión con su jefe (C).

En esta secuencia de eventos puede existir contingencia entre los tres eventos (A-B-C),
aunque no es estrictamente necesaria (se suele dar).

Los Antecedentes de la Unidad Funcional tienen dos funciones. En primer lugar


presentan una función discriminativa, por la cual al haber estado en contacto mi
conducta con unas consecuencias, estas consecuencias gobiernan mi conducta. Es
decir, al haber aprendido que cuando pasa hago A pasa B, B (consecuencia) va a hacer
que yo haga A. Además, presenta una función motivacional, por la cual no existe en la
historia del paciente una relación entre la conducta y el reforzador, pero que exista
dicho reforzador cambia (aumenta o disminuye) la probabilidad de que se produzca
una cierta conducta.

Terapias Contextuales
Las terapias contextuales se basan en las leyes generales del aprendizaje y el
comportamiento, especialmente en el aprendizaje operante (contingencias,
reforzadores y castigos).

Todas siguen un mismo principio central: las consecuencias que siguen a una conducta
influyen en la probabilidad de que ésta se repita. En función de esto tenemos 4 tipos
de contingencias:
- Refuerzo positivo: después de la conducta, aparece un estímulo que aumenta
la probabilidad de que se produzca la conducta.
- Refuerzo negativo: después de la conducta, desaparece un estímulo que
aumenta la probabilidad de que se produzca la conducta.
- Castigo positivo: después de la conducta, aparece un estímulo que disminuye la
probabilidad de que se produzca la conducta.
- Castigo negativo: después de la conducta, desaparece un estímulo que
disminuye la probabilidad de que se produzca la conducta.

Además de estos principios, sigue las siguientes técnicas o herramientas (básicas en el


aprendizaje):

- Extinción operante: la conducta deja de recibir los reforzadores que recibía con
anterioridad, por lo que se va disminuyendo la probabilidad de que aparezca la
conducta (la conducta no se refuerza, se vuelve menos probable).
- Reforzamiento diferencial (RDO): se aplica el reforzamiento positivo para
aumentar las conductas que queremos que se sigan produciendo, y se
extinguen aquellas que queremos que desaparezcan.

Los reforzadores se clasifican según:


- Tipo: primario (comida), condicionado o generalizado.
- Naturaleza: tangibles, de actividad y sociales.
- Proceso: intrínsecos (me motivan porque sí) y extrínsecos (me motivan porque
consigo algo).
- Programación: natural (que están relacionados con las circunstancias
habituales que ocurren en la vida diaria de esas conductas) y arbitrario (no
tienen relación directa o habitual con las conductas en la vida real).

Los reforzadores arbitrarios dependen de la sociedad (son arbitrarios porque están


impuestos socialmente) y tienen grandes implicaciones en la clínica.

Además, se contempla la operación de establecimiento por el cual un estímulo que


potencialmente es neutro o poco reforzante, a partir de

También podría gustarte