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A fondo 25
Test 31
Ideas clave
Se trata de una acción de naturaleza real, lo que supone que se puede ejercitar contra
cualquiera que posea indebidamente el bien, esto es, es oponible «erga omnes». Es,
además, una acción de condena, ya que el suplico de la demanda debe llevar siempre
incluido una solicitud al juez o tribunal para que condene al demandado a restituir el
bien.
Consideraciones prácticas
Varias son las advertencias prácticas que deben hacerse en relación con la prueba del
dominio del actor.
Cuando se trate de una adquisición derivativa, esto es, que proceda de un titular
anterior, será necesario no solamente probar la adquisición del reivindicante, sino
también que el que le transmitió lo había adquirido de su titular anterior y así
sucesivamente hasta que se acrediten las transmisiones suficientes hasta cubrir el
tiempo necesario para haber adquirido por usucapión (vid arts. 1930 y ss. del Código
Civil), o hasta se acredite la posesión inmemorial del bien, entendido como aquella
posesión constante de la cosa a lo largo del tiempo, sin que exista memoria de lo
contrario.
Como los dos presupuestos anteriores obligan a un gran esfuerzo probatorio, lo más
práctico para dar cumplimiento a este primer requisito es recurrir al art. 38 de la Ley
Hipotecaria (LH), que establece la presunción registral de que todos los derechos
que constan inscritos existen y pertenecen a su titular en la forma determinada por
el asiento respectivo. De manera que, aportando una certificación del Registro de la
Propiedad que acredite que en el mismo consta inscrito el dominio del actor se
invertirá la carga de la prueba, siendo el demandado quien deberá probar, entonces,
que el derecho inscrito en la realidad ya no es tal, o que posee con justo título para
ello.
Este requisito exige una perfecta descripción del bien objeto de reivindicación, con
sus linderos actuales y demás datos característicos identificativos del mismo, de tal
manera que permita al juzgador comprobar que la cosa reivindicada coincide
exactamente con la poseída por el demandado. Esta prueba no resulta sencilla
cuando hablamos de fincas adquiridas hace muchos años, con unos linderos que en
modo alguno se corresponden con la realidad actual, muchos de ellos señalados con
referencia al nombre de los entonces titulares de las fincas colindantes. Por lo que,
en muchas ocasiones, las demandas deben ir acompañadas de documentos
obtenidos de ayuntamientos y organismos públicos que acreditan que los linderos
antiguos coinciden con los de la realidad actual.
El actor debe probar, con cualquiera de los medios admitidos en derecho, que el
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La acción vendrá sujeta a los plazos de prescripción de las acciones reales que
conforme al art. 1962 del CC es de 6 años desde la pérdida de la posesión para las
cosas muebles, salvo que el poseedor haya ganado en menos tiempo el dominio de
la cosa, y de 30 años para las cosas inmuebles, según dispone el art. 1963 CC,
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también salvo que el poseedor haya ganado antes el dominio de la cosa por
usucapión.
Los presupuestos que habrá de acreditar en el juicio son: el dominio del actor (en los
casos de usucapión la posesión a título de dueño, pública, pacífica e incontrovertida
necesaria para adquirir) y la perfecta identificación de la cosa. No se necesita que el
demandado sea poseedor del bien.
La LH contempla en los arts. 198 y ss. una serie de expedientes tramitados por
notarios y dirigidos a obtener la concordancia entre el Registro de la Propiedad y la
realidad jurídica. Sin perjuicio de lo que se dirá sobre la acción de deslinde, los que
interesa conocer en mayor detalle por su interés práctico son: el que facilita la
inscripción de los excesos de cabida (art. 201 LH), el que proporciona un título para
obtener la inmatriculación de la finca (art. 203 LH) y el que permite reanudar el
tracto sucesivo (art. 208). Se trata de procedimientos en los que el cumplimiento
riguroso de las formalidades previstas en la norma cumple un papel fundamental,
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Se puede ejercitar por cualquier propietario, sea o no poseedor del bien y se dirige
frente a cualquier persona que pretende ser titular de un gravamen (derecho real
limitado) sobre el bien. Al igual que sucede con la acción declarativa de dominio, no
tiene una específica regulación legal.
Frente la acción negatoria que tiene el propietario para que se declare que su finca
está libre de gravamen, el titular del derecho de servidumbre que ve obstaculizado el
mismo disfruta de la denominada «acción confesoria», destinada a que se declare su
derecho.
Si además de deslindar se pretende recuperar parte del terreno ocupado por la finca
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Convencionalmente.
A través de un acto de jurisdicción voluntaria.
A través de un procedimiento contencioso.
El Código Civil se ocupa de reseñar los criterios a los que habrá que atenderse para la
resolución de la acción de deslinde (arts. 385 a 387 CC), los cuales son:
El deslinde se hará de conformidad con los títulos de cada propietario. Habrá que
demostrarse que la superficie que consta en el título se corresponde
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En el caso de que con los criterios anteriores no fuese posible concluir en la fijación
cierta de los linderos de las fincas, se distribuirá la porción o franja de terreno
objeto de la contienda por partes iguales.
La disposición final 9ª LEC/2000 dio nueva redacción al art. 41 LH, siendo la acción
que se concede a los titulares de derechos inscritos para oponerse a aquellos que
perturben sus derechos.
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Nos encontramos ante una acción tramitada en un juicio sumario, que tiene como
premisa la existencia de un despojo o perturbación y por objeto el restablecer o
instaurar una situación posesoria a favor del titular registral y que posee eficacia
provisional, ya que, al igual que sucede con las acciones de retener y recobrar la
posesión, no produce efecto de cosa juzgada. No se trata de una acción meramente
posesoria, ya que el actor no funda su derecho en el hecho de la posesión de la finca,
sino en la apariencia del derecho que genera la inscripción.
previa, sino que lo que pretende es, precisamente, obtener la posesión del bien. El
procedimiento es especial y sumario, como en las acciones posesorias, pero aquí no
se discute sobre la posesión anterior a la interposición de la demanda, sino sobre el
mejor derecho a poseer («ius possidendi»).
Las diferentes clases de interdictos tienen en común que todos ellos se tramitan por
los cauces del juicio verbal con independencia de su cuantía (art. 250 LEC). El juez
competente para conocer del mismo será el del lugar en el cual se encuentre
ubicada la finca. Frente a la acción interdictal no cabe la interposición de
reconvención (demanda que el demandado presenta frente al actor al contestar a la
demanda interpuesta por este). Se trata, además, de un procedimiento sumario en
cuanto a que la cognición judicial es limitada, y provisional, por cuanto que resuelve
la cuestión de forma preventiva a expensas de lo que pueda resultar en el
procedimiento declarativo que corresponda. El carácter provisional determina que la
sentencia no produzca los efectos de cosa juzgada.
Quien ha adquirido por herencia la titularidad de un bien puede solicitar, a través del
interdicto de adquirir la posesión, que los tribunales le pongan en posesión de los
bienes, siempre que estos no estuviesen siendo poseídos por un tercero a título de
dueño o de usufructuario (art. 250.1.31 LEC)
El procedimiento será el verbal regulado en los arts. 437 a 447 LEC. Se principiará
con una demanda a la que habrán de acompañarse, entre otros medios de prueba, el
documento en el que conste la sucesión mortis causa a favor del demandante y los
testigos que se proponen.
El juez procederá a continuación a llamar a los testigos propuestos a los que oirá y
procederá a dictar un auto en el que denegará o estimará la solicitado. El auto será
publicado por edictos, a costa de la actora, en la sede del juzgado, en el Boletín Oficial
de la provincia y en un periódico de gran circulación de la misma. Instando a cualquier
interesado a comparecer y reclamar u oponerse en el plazo de 40 días. Una vez
transcurrido el indicado plazo, si nadie comparece se confirmará al demandante en
la posesión. En el caso de que alguien comparezca y se oponga se procederá a
convocar la celebración de una vista, siguiéndose el procedimiento por los trámites
del juicio verbal y concluyendo con la correspondiente sentencia que no tendrá
fuerza de cosa juzgada.
Señala el art. 446 CC: «Todo poseedor tiene derecho a ser respetado en su posesión,
y si fuere inquietado en ella deberá ser amparado o restituido en dicha posesión por
los medios que las leyes de procedimiento establecen».
Entre los medios que concede el ordenamiento para proteger a todo poseedor de las
perturbaciones y despojos que puedan sufrir están los interdictos de retener y
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El procedimiento concluirá con una sentencia que no tendrá efecto de cosa juzgada.
Dice el art. 447.2 LEC: «no producirán efecto de cosa juzgada las sentencias que
pongan fin a los juicios verbales sobre tutela sumaria de la posesión, quedando a
salvo el posterior declarativo ordinario sobre la propiedad o posesión definitivas».
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Al interdicto de obra nueva se refiere el art. 250.1.51 LEC cuando dispone: «se
decidirán en juicio verbal, cualquiera que sea su cuantía, las demandas en las que se
pretenda que el tribunal resuelva con carácter sumario la suspensión de una obra
nueva» (art. 250.1.51 LEC).
Que el actor tenga la posesión de la finca o la titularidad del dominio o del derecho
real en cuestión que pueda verse directamente perjudicado por la obra nueva.
Que la obra nueva no se encuentre terminada, ya que en otro caso el interdicto
de obra nueva carecería de sentido y lo que procedería es otra acción
(reivindicatoria, indemnización de daños, interdictos de recobrar, etc., según sea
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el caso).
Que la obra nueva en construcción perturbe o perjudique de cualquier otra forma
directa la situación posesoria o el disfrute del derecho por parte del actor.
Que el demandado sea el autor o responsable de la obra.
Las particularidades en la tramitación del juicio verbal del interdicto de obra nueva
son que el juez, una vez presentada la demanda y antes incluso de la citación para la
vista, procederá a dirigir una orden de suspensión de la obra al dueño o encargado
de la obra, quien podrá ofrecer caución para continuarla. También podrá el
demandado solicitar llevar a cabo los actos de conservación de la parte de edificación
realizada. El tribunal podrá acordar, antes de la vista, que se proceda a la realización
de un reconocimiento judicial, pericial o conjunto.
Art. 446 Código civil. Boletín Oficial del Estado, 25 de julio, núm. 206, pp. 257.
8.9. Jurisprudencia
12ª).
Sentencia núm. 112/2012 de 13 marzo. Rec. 410/2009. Tribunal Supremo (Sala de lo Civil,
Sección 1ª). Disponible en: https://vlex.es/vid/-362741258
Acción negatoria
Sentencia núm. 708/2007 de 14 junio. Rec. 2582/2000. Tribunal Supremo (Sala de lo Civil,
Sección 1ª).
Acción de deslinde
Sentencia núm. 353/2011 de 18 mayo. Rec. 528/2008. Tribunal Supremo (Sala de lo Civil,
Sección 1ª). Disponible en: https://vlex.es/vid/-282782027
Acciones posesorias
Sentencia núm. 79/2011 de 1 marzo. Rec. 1571/2007. Tribunal Supremo (Sala de lo Civil,
Sección 1ª). Disponible en: https://vlex.es/vid/tutela-sumaria-reivindicatoria-caducidad-
261774790
Ley 15/2015, de 2 de julio, de Jurisdicción Voluntaria. Boletín Oficial del Estado, núm.
158, de 3 de julio de 2015, páginas 54068 a 54201 (134 págs.). Disponible en:
https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2015-7391
Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil. Boletín Oficial del Estado, núm. 7, de
08 de enero de 2000, pp. 575 -728. Disponible en:
https://www.boe.es/buscar/pdf/2000/BOE-A-2000-323-consolidado.pdf
Art. 52.1.1.
Art. 150.
Arts. 249-250.
Art. 251.1.
Art. 251.3.
Arts. 256 a 261.
Art. 399.
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Artículo único que modifica la Ley de Enjuiciamiento Civil para agilizar los procesos
de ocupación ilegal de viviendas, artículo de gran actualidad imprescindible para
estar actualizado en esta materia.
Código Civil
Real Decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código Civil. Gaceta de
Madrid, núm. 206, de 25 de julio de 1889, páginas 249 a 259 (11 págs.). Disponible en:
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1889-4763
Muy recomendable para el estudio de este tema la lectura del Código Civil,
especialmente de los siguientes artículos:
Arts. 348.
Art. 384 a 387.
Art. 441 a 458.
Art. 885.
Arts. 1962 y 1963.
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Art. 34.
Art. 38.
Art. 41.
Art. 97.
Art 198 a 210.
Reglamento hipotecario
En estrecha vinculación con el contenido de este tema los artículos 272 a 287.
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RIVES SEVA, J.M. «Aspectos procesales en las demandas sobre tutela sumaria ante
situaciones de perturbación o despojo de la posesión». Revista de Jurisprudencia El
Derecho. 2011, núm. 3. [Consulta: 15 de junio de 2021]. Disponible en:
https://elderecho.com/aspectos-procesales-en-las-demandas-sobre-tutela-sumaria-
ante-situaciones-de-perturbacion-o-despojo-de-la-posesion
Dicha publicación hace un repaso de los diferentes elementos prácticos que afectan
a las diferentes acciones protectoras del dominio y de la posesión que son objeto de
estudio.
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2. El mismo cliente nos pregunta cuáles son los puntos o aspectos que deberá probar
para que triunfe la acción reivindicatoria. Señale la alternativa correcta:
A. Para la estimación de la sentencia basta con que se acredite el dominio del
actor y la posesión del demandado.
B. Para la estimación de la sentencia basta con que se acredite el dominio del
actor, la identidad de la cosa y la posesión del demandado.
C. Para la estimación de la acción reivindicatoria es necesario, entre otros,
probar la posesión injusta del demandado.
D. Todas las respuestas anteriores respuestas son incorrectas.
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9. Un cliente se dirige a nuestro despacho para ejercitar una acción posesoria y nos
pregunta sobre las acciones para retener y la acción para recobrar la posesión.
Señala la respuesta correcta:
A. Las acciones de retener y recobrar la posesión pueden ejercitarse
acumuladamente de forma simultánea y principal.
B. La diferencia entre las acciones de retener y recobrar la posesión estriba en
que mientras en la primera se ha producido un despojo posesorio en la segunda
se ha producido una mera perturbación en la posesión.
C. Será necesario siempre y en todo caso, tanto para la acción de retener como
para la de recobrar la posesión, que la acción se ejercite en el plazo de
caducidad de un año a contar desde la perturbación o despojo.
D. Todas las respuestas anteriores son incorrectas.
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1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
C C B C B A B D C A
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