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La inmunización pasiva consiste en la transferencia de la humanidad de manera instantánea. En los seres humanos se
produce una transferencia pasiva de inmunoglobulinas IgG de la madre al feto, durante la lactancia la IgA de la leche materna
protege las mucosas gastrointestinales de las infecciones por vía oral.
La inmunización activa es con el uso de las vacunas las cuales constituyen la mejor medicina preventiva contra las
infecciones.
Las vacunas inducen una activación del sistema inmunitario que le permite estar preparado para cuando se encuentra el
patógeno de forma natural.
La vacuna ideal es aquella que induce memoria de por vida, algo que no siempre se consigue.
Virus o bacterias atenuadas incapaces de producir la enfermedad pero que conserven su inmunogenicidad. En
algunos casos existen limitaciones como el riesgo de reversión a la virulencia, la inestabilidad de las preparaciones o
la posibilidad de llevar otros patógenos.
Virus o bacterias inactivados o muertos por tratamiento térmico o químico en el laboratorio. Son muy estables y
en ellas el riesgo de contaminación es prácticamente nulo.
Por subunidades antigénicas de virus o bacterias producidas de forma sintética en el laboratorio, por ejemplo,
toxicodes, toxinas secretadas por algunas bacterias pero alteradas con tratamientos químicos.
Partes más o menos purificadas como paredes bacterianas o ciertas proteínas virales producidas mediante técnicas
de ADN recombinante.
Las nuevas formas son con el uso de péptidos sintéticos de proteínas inmunogénicas, uso de vectores alterados genéticamente
o incluso las vacunas basadas en inmunización con ADN desnudo que se inyecta para que el huésped produzca proteínas del
microorganismo in vivo.
La triple vírica (sarampión rubéola y parotiditis): formadas por cepas atenuadas de los virus.
Vacuna frente a la difteria tétanos y tos ferina (DTP): las dos primeras formadas por el tóxico y de purificado y la
última por bacterias muertas.
La vacuna frente a haemophilus influenzae: el antígeno es un polisacárido que es independiente es lo que hace que
sea poco efectiva y no produzca memoria inmunológica.
Hepatitis B: mediante ingeniería genética se produjo la proteína inmunogénica de la cápside de este virus.
Polio: puede ser por virus inactivo o atenuado.
Para tratar patologías autoinmunes se utilizan fármacos antiinflamatorios y/o inmunosupresores que se pueden dividir en tres
grupos:
Corticosteroides: tienen efecto antiinflamatorio entran dentro de las células y ahí se unen a receptores que se
activan y migran al núcleo, donde activan o inhiben la transcripción de múltiples genes.
Drogas citotóxicas: tienen efecto inmunosupresor por su capacidad para eliminar las células que se dividen de
forma muy activa. No existe especificidad en el tratamiento y pueden producir efectos tóxicos adversos.
Macrólidos de origen fúngico o bacteriano que inhiben a los linfocitos T: utilizados para evitar el rechazo de
órganos trasplantados.
Actualmente existen ensayos para intervenir sobre los mecanismos que conducen autoinmunidad, por ejemplo: uso de los
anticuerpos monoclonales para neutralizar citocinas proinflamatorias cómo TNF Alfa.
Muchos tumores desarrollan mecanismos de escape que son estrategias que les permitan subvertir la respuesta inmunológica
por diferentes razones como:
A pesar de eso se han desarrollado métodos para potenciar la acción de los componentes del sistema inmune:
Macrófagos: adyuvantes microbianos se han utilizado como activadores inespecíficos de los macrófagos mejorando
la fagocitosis y la presentación de antígenos tumorales.
Citocinas: administración de citocinas en vivo para recuperar la inmunidad perdida.
Anticuerpos: empleando anticuerpos monoclonales dirigidos contra antígenos específicos de tumores.
Linfocitos citotoxicos: extracción de linfocitos periféricos o infiltrantes para su expansión y activación en vivo con
citocinas otros estímulos y la posterior infusión al paciente.
Vacunas: el uso de estrategias de inmunización activa como Identificar y purificar antígenos tumorales para
utilizarlos como vacunas o activar células dendríticas en vivo con antígenos tumorales y reinyectarlos al paciente .