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El análisis de orina permite obtener gran información de forma rápida, económica y casi
siempre de forma no traumática para el paciente. La fácil obtención de la muestra es
también otra razón para hacer del análisis de orina una prueba fundamental, al alcance
de cualquier médico, general o especializado.
Las muestras de orina son utilizadas por el laboratorio para diagnosticar y controlar el
tratamiento de las enfermedades del riñón o del tracto urinario, evaluar la función renal
y para la detección de múltiples enfermedades metabólicas o sistémicas.
La orina no es más que un filtrado del plasma sanguíneo, por lo que si en el plasma hay
algún metabolito anómalo por presencia o por concentración esto se reflejará en la orina,
siempre y cuando éste sea filtrable.
Los análisis cualitativos o semicuantitativos son válidos para aquellas sustancias que en
condiciones normales no están en la orina o están en muy pequeñas concentraciones
(glucosa, proteínas, cuerpos cetónicos, bilirrubina, hemoglobina, células...). Su mera
presencia ya es indicativa de anormalidad. Este tipo de analítica es bastante sencilla,
barata, cómoda para el paciente, y no requiere de aparataje complicado.
La orina puede analizarse de muchas maneras y con diversos objetivos. Como en el caso
de la sangre hay análisis básicos y otros más complejos, que sólo son solicitados en
condiciones especiales.
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d) Examen microbiológico: El cultivo de la orina o urocultivo es un tipo de análisis
totalmente diferente a los anteriores, aquí no se trata de mirar qué sustancias
son excretadas por la orina, sino de saber si existe o no infección de orina y en
caso de que exista, reconocer con exactitud el germen responsable (identificación
microbiológica) y cuál es el antibiótico más efectivo (antibiograma).
e) Examen citológico: Consiste en la visualización de las células que se eliminan
por la orina. Para su realización es necesario recoger muestras de orina
durante tres días. Se buscan sobre todo células malignas en orina, provenientes
de tumores de la vía urinaria.
f) Examen parasitológico: consiste en la visualización macroscópica o
microscópica de parásitos o sus huevos o quistes en la muestra de orina.
g) Pruebas especiales: Se trata de detectar en orina sustancias que sólo
interesan en casos muy seleccionados. Generalmente se trata de detectar
tóxicos (incluidas las drogas y venenos), sustancias estimulantes o de "dopaje"
(control antidoping), sustancias eliminadas en ciertos tipos de enfermedades
(metabólicas u hormonales) y fármacos. La muestra de orina es tratada de
forma diferente para cada tipo de toxina o sustancia que se desea estudiar.
h) Test de embarazo.
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Existen alteraciones de la micción que no provocan variaciones en la diuresis, como la
polaquiuria, que es el aumento del número de micciones sin que varíe el volumen total de
orina. Puede tener causas fisiológicas, como el embarazo y el estrés, o causas
patológicas, como la cistitis, litiasis, prostatismo, etc. Otra alteración de este tipo es el
tenesmo vesical (ganas de orinar sin conseguirlo). Suele deberse a infecciones o
alteraciones nerviosas.
Se habla de disuria cuando existe dificultad, dolor, molestia o sensación de ardor al
orinar. La micción dolorosa casi siempre es causada por una infección o inflamación en
alguna parte de las vías urinarias.
2.1.3. Olor
La orina recién emitida tiene un olor característico, aromático y ligeramente amoniacal.
El olor a amoniaco más fuerte posterior aparece por la descomposición de la urea.
2.1.4. Densidad
Indica la cantidad relativa de solutos que contiene un volumen definido de orina y nos da
una idea sobre la capacidad de diluir y concentrar del riñón. Los valores normales varían
entre 1.010 y 1.030 (si es la primera de la mañana entre 1.020 y 1.030 ya que es más
concentrada)
2.1.5. pH
Varía entre 4.5 y 8.2, y refleja la capacidad del riñón para mantener una concentración
normal de hidrogeniones en el plasma y en el líquido extracelular. Varía en función de la
alimentación, pero lo más frecuente es encontrar un pH= 6.
La orina es un filtrado modificado del plasma: lo que está en el plasma puede estar en la
orina, siempre y cuando sea capaz de atravesar el filtro renal. En general, las moléculas
que tienen un tamaño superior a la albúmina (PM 69000) no pueden pasar el filtro renal.
Todo lo que sea menor puede pasar, pero en concentraciones distintas a las del plasma,
ya que el riñón es capaz de seleccionar lo que filtra. Las proteínas de pequeño tamaño se
filtran pero la mayor parte son reabsorbidas en los túbulos renales.
En general, a mayor concentración que en el plasma están la urea, el ácido úrico, la
creatina, la creatinina, el amoniaco, los fosfatos y el potasio.
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- Compuestos nitrogenados de excreción: amoniaco para regular el equilibrio
ácido-base, urea (procedente del metabolismo proteico en el hígado), ácido
úrico (procedente del metabolismo de las bases nitrogenadas) y creatina y
creatinina (procedentes del metabolismo muscular, su cantidad es
independiente de la dieta, y aumentan cuando hay destrucción muscular, por lo
que se estudian para determinar estados de desnutrición).
- Hormonas: corticosteroides de la corteza suprarrenal, y catecolaminas de la
médula suprarrenal. Particular interés tiene la gonadotropina coriónica (HCG),
que aparece en la primera semana de embarazo, por lo que su determinación se
usa para confirmar este estado.
- Pigmentos: reciben en general el nombre de urocromos (riboflavina, urobilina...).
- Proteínas: aparecen en concentraciones muy pequeñas (130-150 mg/día). Un
tercio del total son albúminas (albuminuria fisiológica), pero hay también
globulinas, IgA, transferrinas, proteína de Tamm-Horsfall y otras. Pueden
aumentar en situaciones de ejercicio físico muy intenso sin que ello sea
patológico.
- Hidratos de carbono: puede aparecer glucosa en cantidades despreciables.
3. TOMA DE MUESTRAS
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3.1. TOMA DE MUESTRA DE ORINA DE MICCIÓN AISLADA
Se debe recoger la orina de la porción media de la micción (ya que está menos
contaminada por las bacterias del meato urinario que son arrastradas por la primera
parte de la micción). Se recomienda lavado previo de genitales externos con jabón y
aclarado posterior con abundante agua (si la orina se contamina con jabón pueden verse
afectados determinados parámetros como pH, o incluso el crecimiento bacteriano puede
verse inhibido).
Tradicionalmente, sólo se exigía el lavado de genitales externos previo a la recogida del
espécimen en el caso de que se solicitara cultivo microbiológico pero, se ha demostrado
que las orinas mal recogidas, con abundantes células de descamación, dan lugar, además
de a cultivos contaminados, a falsos positivos en los estudios del sistemático de orina.
Por tanto, se recomienda que, incluso cuando no se solicite cultivo microbiológico, se
recoja la porción media de la micción tras lavado de genitales.
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Técnica para mujeres
Se recogerá la primera orina de la mañana.
Lavarse las manos cuidadosamente con agua y jabón.
Lavarse después la zona perineal, separando los labios mayores (que se
mantendrán así en todo momento), con agua, jabón y una gasa que se pasará de
delante hacia atrás; repetir el proceso varias veces.
Enjuagar con agua para eliminar los restos de jabón, manteniendo siempre los
labios separados.
Empezar a orinar en el W.C. desechando los 20-25 primeros mililitros, tras lo cual
y sin interrumpir la micción, recoger la orina en el recipiente, sin que ésta toque la
piel.
El frasco debe sujetarse para que no tenga contacto con las piernas, vulva o ropa
del paciente. Los dedos no deben tocar el borde del frasco o su superficie interna.
Volumen a recoger:
Se recomienda obtener un volumen mínimo de orina de 8-12 ml para el análisis de
anormales y sedimento. Se pueden aceptar volúmenes menores en muestras procedentes
de niños o pacientes oligo-anúricos.
Para cultivo bacteriano se necesita un volumen mínimo de orina (1-10 ml de orina). Sin
embargo, para el cultivo de hongos y virus, se necesitan volúmenes mayores (20-50 ml de
muestra). Para la búsqueda de micobacterias, la orina se recoge durante tres días
consecutivos, en este caso el volumen de orina debe ser 100-150 ml. En el caso de
parásitos se recogerá la orina de 24 horas.
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Tabla 1: Recomendaciones sobre el volumen de orina
Determinación Volumen Comentarios
ANORMALES Y
8-12 ml Primera orina de la mañana.
SEDIMENTO
BACTERIAS 1-10 ml Primera orina de la mañana.
HONGOS >20 ml Primera orina de la mañana.
Primera orina de la mañana 3 días
MICOBACTERIAS >20 ml
consecutivos.
Aspirado suprapúbico, enviar
ANAEROBIOS 1 ml inmediatamente o usar sistema de
transporte de anaerobios.
Primera orina de la mañana, enviar con
VIRUS 10-15 ml hielo y transportar al laboratorio
inmediatamente.
En caso de sospecha de Schistosoma,
PARÁSITOS >50 ml debe tomarse después de hacer un
ejercicio moderado, como subir y bajar
escaleras durante 10 minutos.
Los contenedores donde se recoge la muestra de orina deben ser limpios, de boca ancha
y con tapa de rosca. Se recomiendan el uso de contenedores con dispositivos de
transferencia a tubos por sistema de vacío, ya que son higiénicos, evitan
derramamientos, contaminaciones, etc. Los recipientes utilizados para cultivo
microbiológico deberán ser obligatoriamente estériles.
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normativas vigentes. Si el análisis se va a demorar más de dos horas el transporte
deberá ser refrigerado (2-8ºC), aunque esta medida puede producir la precipitación de
uratos o fosfatos amorfos.
Para el análisis sistemático de orina y sedimento no se recomienda el uso de ningún
conservante químico, aunque si el análisis se va a demorar pueden utilizarse recipientes
con conservantes (ácido bórico), principalmente si la muestra va destinada a urocultivo.
Tanto para anormales y sedimento como para urocultivo la muestra debe procesarse en
las 2-3 horas posteriores a su recogida, ya que algunos analitos pueden verse afectados.
Así, las bacterias a Temperatura ambiente se multiplican constantemente, y pueden
modificar la glucosa y el pH. El calcio, oxalato, ácido úrico tienden a formar cristales a
pH fisiológico. También, se ha comprobado que los hematíes son especialmente sensibles
a la lisis si se demora el análisis. El resto de parámetros suele ser estable durante 24 h
si se mantiene la orina refrigerada (excepto en orinas muy diluidas o pH muy alcalino).
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Cuando se entreguen recipientes que contengan conservantes que puedan suponer un
riesgo para el paciente se deberá informar oralmente sobre la forma correcta de
manipulación del envase.
Igualmente, el paciente debe ser informado si las determinaciones a realizar necesitan
algún tipo de dieta previa o si existe algún tipo de interferencia farmacológica.
Los recipientes para recoger orina de 24 h deben ser contenedores de plástico opaco
con boca ancha, de 3 litros de capacidad, con escala graduada y con cierre seguro para
evitar derrames.
Se recomienda mantener la orina
refrigerada durante el periodo de recogida
de orina de 24 horas hasta su entrega en el
laboratorio o en los puntos de extracción
periféricos.
Se recomienda enviar las muestras
alicuotadas desde los punto de extracción
periféricos, con el fin de facilitar el
transporte.
Para el alicuotado es necesario
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homogeneizar debidamente las orinas antes de obtener una alícuota que sea
representativa del total de la muestra, especificar en el contenedor que se trata de
orina de 24 h y anotar diuresis.
En el caso en que se haya recogido la muestra en más de un contenedor, se deberán
homogeneizar todos los recipientes y mezclar el contenido del recipiente de forma
proporcional al volumen de muestra que contengan.
Las células, los glóbulos rojos y los glóbulos blancos, debido a la hipotonicidad de la orina,
pueden romper sus membranas y desaparecer. La luz y el calor producen
deshidrataciones y evaporaciones. Además, la luz puede descomponer los uropigmentos,
haciendo disminuir su concentración. Muchas bacterias y levaduras son capaces de
crecer en la orina, lo que por una parte provocará que se encuentren más bacterias de las
que había en un inicio, y por otra se producirá una alteración en la composición de la
orina, ya que los microorganismos al crecer metabolizan o consumen los componentes de
esta. Por ejemplo, las bacterias consumen glucosa, por lo que el análisis revelará menos
glucosa de la que realmente había en la muestra, y además convierten la urea en
amoniaco y CO2, alcalinizando la orina.
Todos estos cambios producen turbidez en la orina, mal olor e invalidan el análisis. Las
medidas que deben tomarse para evitarlos son los siguientes:
a) En general, suele ser suficiente con mantener la muestra refrigerada.
b) Si en la orina hay que determinar pigmentos de la muestra, esta debe ser
protegida de la luz, bien usando botes opacos, de color ámbar, o cubriéndolo
con papel de aluminio. La orina para uropigmentos puede incluso congelarse,
para retrasar su deterioro.
c) Si el tiempo transcurrido entre la recogida y el análisis es muy largo, se
utilizarán conservantes específicos, cuya finalidad es la misma que el frío, es
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decir, retrasar el crecimiento bacteriano. Hay que tener en cuenta que los
conservantes pueden interferir con los metabolitos que queramos determinar:
en función de ello utilizaremos unos u otros. Entre los más utilizados se
encuentran:
DETERMINACIÓN ÁCIDO ÁCIDO ÁCIDO CARBONATO REFRIGERADO OTROS
ACÉTICO CLORHÍDRICO BÓRICO SÓDICO A 4º C
(15ml) 6N (10 ml) (10 g) (5g)
ALA PROTEGER
LUZ
(Ác. 5-Aminolevulínico)
Ác 5-hidroxiindolacético D
Ác. Homovalínico
Ác. Úrico
Ác. Vainilmandélico D
Microalbuminuria
Calcio
Catecolaminas D
Citrato
Cobre, arsénico, plomo,
mercurio
Cortisol
Creatina
Fósforo
Glucosa
Hidroxiprolina D D
Iones (sodio, potasio,
cloro)
Magnesio
Metanefrinas D
N-Telopéptidos (NTx)
Oxalato
Porfirinas
Porfobilinógeno
Proteínas
Urea
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MODELOS DE INSTRUCCIONES DE RECOGIDA DE ORINA PARA EL PACIENTE
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2. Recogida de orina de 24 horas.
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3. Recogida de orina con bolsa pediátrica.
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4. ANALISIS DE ORINA O URIANALISIS
Para este tipo de prueba lo ideal es la primera orina de la mañana, por estar más
concentrada. Se necesitan aproximadamente 10 ml de orina y se realiza en dos fases:
- Análisis físico- macroscópico: aspecto de la orina.
- Análisis químico: mediante la tira reactiva de química seca.
Las determinaciones deben realizarse antes de 2 horas. Cuando esto no es posible, puede
perderse fiabilidad en algunos parámetros. Para su conservación, el método de elección
es la refrigeración, aunque teniendo en cuenta que aun así se producen precipitaciones
de fosfatos y uratos. En la orina dejada a temperatura ambiente se producirán las
siguientes alteraciones:
a) Aumento del pH por desdoblamiento de la urea en amoniaco debido al efecto de
las bacterias productoras de ureasas.
b) Disminución de la glucosa por utilización bacteriana.
c) Disminución de cetonas por volatilización.
d) Disminución de bilirrubina por exposición a la luz.
e) Disminución de urobilinógeno por oxidación a urobilina.
f) Aumento de nitritos por reducción bacteriana de nitratos.
g) Aumento de bacterias.
h) Aumento de la turbidez, por la proliferación bacteriana y precipitación de
fosfatos.
i) Desintegración de leucocitos y cilindros; al cabo de una hora habrán
desaparecido el 50% de los leucocitos.
j) Cambios en el color por oxidación o reducción.
Por todo ello, es importante establecer una metodología que nos permita procesar las
muestras en el mínimo tiempo, y siempre en iguales condiciones.
Cantidad/ diuresis
Se mide en orina de 24 horas.
Turbidez
La orina normal limpia y reciente es usualmente clara o transparente. El aspecto turbio o
neblinoso puede deberse a:
- Precipitación de fosfatos y carbonatos cuando la orina es alcalina. Esta
turbidez desaparece al acidificar la muestra.
- Debido a presencia de leucocitos o piuria. Aparece como una nube blanca que no
desaparece en presencia de ácido.
- Crecimiento o proliferación bacteriana.
- Contaminación por flujo vaginal.
- Presencia de espermatozoides.
- Puede haber grasa en la muestra.
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- Puede existir congelación.
- Si la turbidez es rosácea puede indicar presencia de uratos.
- Si hay espuma persistente al agitar: presencia de proteínas.
- Turbidez con sedimento rojo: hematíes.
Color
El color de la orina puede estar afectado por muchos componentes, los cuales pueden ser
normales, o ser debidos a procesos patológicos:
- color amarillo verdoso-marrón: ictericia: Orinas con pigmentos biliares
(bilirrubina y urobilinógenos).
- color marrón pardo oscuro (coñac, coca cola): Hepatitis, cirrosis hepática.
- Orina incolora –amarillo muy claro: orina muy diluida, puede indicar una
diabetes mellitus. Poliuria.
- Colores naranjas: Orina con medicamentos o drogas. La quinina da un color
castaño o negro, mientras que el metronidazol da color negro.
- Color azul verdoso: Infección por pseudomonas.
- Color blanquecino lechoso: infección de las vías urinarias.
- Color amarillo oscuro: fiebre aguda.
- Color rojizo/ rojo marrón: sangre (hematuria)
- Ciertos alimentos también pueden inducir cambios, como la remolacha, que da
color rojo o la presencia de colorantes alimentarios (Ej. chuches)
Olor
- Olor a acetona: cuerpos cetónicos en orina.
- Olor putrefacto: infección bacteriana.
- Olor amoniacal fuerte: envase cerrado mucho tiempo.
- Un olor a grosella puede ser indicativo de enfermedad de jarabe de arce.
- El olor a ratón puede provenir de una fenilcetonuria.
- La ingesta de espárragos o eucalipto también cambian el olor de la orina.
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4.1.2. Análisis químico o estudio de anormales.
Se realiza con tiras multirreactivas. Las tiras reactivas son bandas de plástico con unas
almohadillas adheridas, impregnadas con distintos reactivos y con unos indicadores que
hacen variar el color con la intensidad de la reacción. Es importantísimo mantenerlas a
temperatura ambiente, alejadas de la luz y la humedad, y respetar los tiempos de lectura
de las reacciones. Permiten realizar análisis de rutina de forma sensible y rápida. Se leen
de forma manual o de forma automatizada con lectores de tiras. Los resultados
obtenidos son cualitativos o semicuantitativos.
Las más usadas son las de 10 parámetros:
Densidad
PH
Proteínas
Glucosa
Cuerpos cetónicos
Sangre (hemoglobina)
Bilirrubina
Urobilinógeno
Nitritos
Leucocitos
Densidad
Indica la relación entre las proporciones relativas de solutos disueltos y el volumen total
de la muestra. Mide la capacidad del riñón para concentrar o diluir. La densidad normal
de la orina entre 1010 y 1030. La densidad más alta es la de la primera orina de la
mañana.
Los valores anormales pueden indicar:
- Densidad baja: aparece en la diabetes insípida por ausencia de ADH. También
en casos de daño tubular, como en las glomerulonefritis o pielonefritis.
- Densidad alta: aparece en la diabetes mellitus, insuficiencia renal,
enfermedades hepáticas, insuficiencia cardiaca congestiva, excesivo sudor,
fiebre, vómitos, diarrea, síndrome nefrótico...
PH urinario
Los riñones y los pulmones son los principales órganos en la regulación del equilibrio
ácido-base del organismo, como ya hemos visto. La acidez de la orina se debe
principalmente a los fosfatos ácidos, y también en menor cantidad, a una pequeña
cantidad de ácidos orgánicos tales como el pirúvico, el láctico, el cítrico, etc., que
generalmente son excretados en forma de sales. Además, también los riñones regulan la
excreción de cationes como el H+ y el NH4+.
Los riñones tienen capacidad para producir una orina con un pH que varía de 4,5 a 8,2.
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La orina normal reciente de un paciente con dieta normal tiene un pH aproximado de 6,
es decir, algo ácida. En personas con dietas muy cárnicas la orina se acidifica y en dietas
muy ricas en vegetales la orina se basifica.
Puede presentar valores aún menores en pacientes con dietas bajas en proteínas, con
ciertas medicaciones, en procesos febriles, en pacientes que sufran acidosis, y en
diabetes mellitus incontroladas.
La orina básica o alcalina puede aparecer en úlceras gástricas, con ciertas medicaciones
con antiácidos como el bicarbonato sódico, o en la enfermedad llamada acidosis renal
tubular (los túbulos renales son incapaces de excretar H+). Las orinas muy alcalinas
pueden representar también una infección del tracto urinario, o una contaminación de la
muestra.
La determinación del pH de forma exacta se obtiene de muestras recientes. Si la orina
permanece envasada se alcaliniza, debido a la pérdida de dióxido de carbono, y a la
conversión de la urea en amoniaco por la acción de las ureasas bacterianas. Si tenemos
que conservar la muestra algún tiempo, debemos refrigerarla. Para análisis rutinarios de
orina, el pH se estudia con las tiras reactivas colorimétricas. Si se necesitan medidas
más exactas, se utiliza un pH-metro. La determinación del pH es además de gran ayuda
para el diagnóstico de la composición de cristales.
Proteínas urinarias
La cantidad de proteínas excretadas en la orina es de 130-150 mg/día en función del
volumen de orina eliminado. Como el volumen medio de orina al día es de 1.5 l, la
concentración media de proteínas en la orina varía entre 2-8 mg/100 ml.
Aproximadamente 1/3 de las proteínas urinarias son albúminas. El resto son globulinas,
especialmente 1 y 2, y en pequeñísima proporción y globulinas. Existe una proteína
de peso molecular alto, la proteína de Tamm-Horsfall, que aparece en la orina en
concentraciones de unos 2.5 mg/100 ml. En casos de nefrosis puede aparecer en
concentraciones muy altas, pero no la encontraremos en plasma, porque se origina en el
riñón, en los túbulos contorneados distales.
La proteinuria es un aumento anómalo de la cantidad de proteínas en la orina, y es el
indicador más importante de una enfermedad renal, junto con el examen microscópico
del sedimento urinario. Además, puede reflejar enfermedades extrarrenales,
dependiendo su cantidad de la gravedad y la patología:
- Proteinuria intensa: excreción de más de 4 g de proteína al día. Típica del
síndrome nefrótico, glomerulonefritis aguda y crónica y la congestión venosa
renal. Existe ya un daño renal grave.
- Proteinuria moderada: excreción diaria de proteínas en cantidades que oscilan
entre 0,5 y 4 g. Aparece en la mayor parte de las enfermedades renales (pielo
nefritis, nefropatías diabéticas, etc.)
- Proteinuria leve: excreción diaria de menos de 0.5 g de proteínas diarias.
Aparece en riñones poliquísticos y lesiones renales incipientes.
- Proteinuria postural: excreción de proteínas en pacientes que han permanecido
de pie. La proteinuria es intermitente en este caso, y desaparece al acostarse.
Esta aparece en jóvenes adultos sanos en un porcentaje de 3 a 5 %, y la
excreción diaria de proteína es generalmente menor de 1 g.
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- Proteinuria funcional: excreción de proteínas asociada a la fiebre, exposición a
calor o frío extremo, ejercicio excesivo y stress emocional.
- Proteinuria de Bence Jones: excretada en la orina de pacientes con mieloma
múltiple. Pasa desapercibida en las tiras reactivas.
El test presente en la tira reactiva vira hacia amarillo en soluciones sin proteínas, pero
en presencia de ellas vira a verde y después a azul al aumentar la concentración de las
mismas. Los resultados son referidos como negativos si el color es amarillo, se habla de
indicios (entre 5 y 20 mg/100 ml) y después se van suplementando con cruces (+).
La albumina reacciona con el indicador más fuertemente que otras proteínas, y las orinas
muy alcalinas pueden dar falsos positivos.
Glucosa en orina
La glucosa es el azúcar más encontrado en la orina, aunque en ciertas condiciones se
pueden hallar otros azúcares como lactosa, galactosa, fructosa y otras pentosas. La
presencia de cantidades detectables de glucosa en orina se conoce como glucosuria.
La glucosuria aparece cuando el nivel de glucosa en sangre excede la capacidad de
reabsorción de los túbulos renales, es decir, cuando el filtrado glomerular contiene más
glucosa de la que el túbulo puede reabsorber.
Existen dos tipos de glucosuria:
- Glucosuria renal: aparece con niveles normales de glucosa en sangre, ya que es
la reabsorción renal la que está alterada, siendo menor de lo normal. Este tipo
de glucosuria puede aparecer también después de una comida fuerte o por
stress emocional
- Diabetes mellitus: es la principal causa de glucosuria, y está asociada a niveles
de glucemia altos. El sistema de reabsorción se satura, y además también se
eleva el volumen urinario, la orina es de color muy claro y de densidad alta
(tanto las proteinas como la glucosa elevan la densidad de la orina).
En general, la aparición de glucosuria no se da hasta que la cifra de glucosa en sangre no
supera los 160-180 mg/dl.
Cuerpos cetónicos
El cuerpo normalmente metaboliza las grasas para dar CO2 y H2O. Si la dieta contiene
pocos hidratos de carbono o hay un defecto en el metabolismo de los mismos, por
ejemplo en el caso de la diabetes, en estas situaciones, el cuerpo metaboliza cantidades
mayores de ácidos grasos, y cuando estas cantidades son muy grandes la combustión
puede ser incompleta y se producen productos intermedios llamados cuerpos cetónicos.
Éstos aparecen en la sangre, y son excretados en la orina.
Son los siguientes compuestos:
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- El ácido acetilacético (diacético) representa el 20%.
- La acetona representa un 2%
- El ácido -hidroxibutírico representa el 78% restante.
Bilirrubina
La presencia de bilirrubina es indicativa de presencia de una obstrucción hepática o
biliar, o bien de la existencia de una enfermedad hepatocelular. Es uno de los primeros
síntomas de estas enfermedades, y por tanto un medio importante de diagnóstico. En
todos los análisis de orina deben realizarse tests de detección de bilirrubina. La
cantidad de esta que normalmente aparece en la orina es aproximadamente de 0.2
mg/100 ml. Esta cantidad no se detecta con las técnicas semicuantitativas rutinarias, y
se interpreta como resultado negativo.
Hemoglobina/sangre
Se denomina hematuria a la presencia de hematíes en orina, pero también se detectan
simultáneamente hemoglobina libre y miohemoglobina. Cuando los glóbulos rojos entran
en la orina en cualquier parte del tracto urinario, tiene lugar una hemolisis en la orina,
con la liberación de cantidades detectables de hemoglobina libre. También puede existir
hemoglobinuria sin hematuria, por existencia de hemoglobina simple en la sangre.
Causas de la hematuria:
Enfermedades renales: cálculos, infecciones, etc.
Anemias hemolíticas
Reacciones transfusionales
Infecciones como la malaria.
Urobilinógeno
La acción bacteriana que tiene lugar en el tracto intestinal convierte la bilirrubina en un
grupo de compuestos conocidos como urobilinógenos. En la orina se excretan
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normalmente pequeñas cantidades de urobilinógeno, aunque la mayor parte de este
compuesto se excreta por las heces (da el color fecal).
El urobilinógeno puede estar aumentado en orina si existe una causa que aumente la
producción de bilirrubina, como la anemia hemolítica, o cualquier enfermedad que impida
al hígado eliminar la bilirrubina que se reabsorbe normalmente en la circulación portal
como en la hepatitis.
Leucocitos
La vida del leucocito en la orina es muy corta, pero permanecen los enzimas esterasas
que este tiene en su interior. Estos son los compuestos responsables de la reacción de
detección en la tira reactiva.
Si existen leucocitos en la orina frecuentemente, es indicativo de infección (sobre todo
si se acompaña de síntomas compatibles como ardor al orinar, dolor, orina más oscura,
sensación de no orinar completamente…) o inflamación de la vía urinaria (aunque no
siempre).
Nitritos
Las bacterias productoras de nitritos pueden convertir los nitratos en nitritos. Estas
bacterias pueden aparecer en la orina por infección, o bien por contaminación de la
muestra. La concentración bacteriana en la orina puede servir para distinguir entre una
infección y una contaminación de la muestra: la presencia de más de 100.000
bacterias/ml indica infección; 1000 o menos bacterias/ml indica contaminación.
Cantidades intermedias se consideran dudosas, y procede repetir el análisis.
Las bacterias que aparecen con frecuencia en infecciones del tracto urinario suelen ser
Gram -, entre ellas, la E. Coli, Proteus, Klebsiella, Pseudomonas... Pueden aparecer con
menos frecuencia Gram +, como el Estreptococus faecalis, y el Estreptococus aureus.
Los tests están calibrados de manera que la aparición de color rosa en los primeros 30
segundos indica una cantidad de nitritos producida por 100.000 o más bacterias/ml de
orina. El resultado positivo de este test es una indicación fidedigna de bacteriuria. Los
resultados negativos, no obstante, son más dudosos, por varias razones: si la muestra no
es de primera hora de la mañana, es decir, si la orina no ha permanecido varias horas en
la vejiga hay probabilidades de que el resultado negativo pueda deberse a la falta de
tiempo para que se produzca la reacción de reducción de los nitratos a nitritos. Además,
algunos microorganismos patógenos urinarios no producen los enzimas necesarios para
producir esta reacción. Y en ciertas circunstancias, la transformación de nitratos en
nitritos continúa con la transformación de estos en nitrógeno, no detectado por el test.
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4.2. ESTUDIO MICROSCÓPICO: ESTUDIO DEL SEDIMENTO URINARIO.
1. CÉLULAS
- Células hemáticas:
Hematíes
Leucocitos
- Células epiteliales endógenas:
o Células escamosas
o Células del epitelio de transición
o Células renales del epitelio columnar o cuboideo
o Células neoplásicas
- Otras células: prostáticas, vaginales, espermatozoides (contaminaciones).
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2. MICROORGANISMOS
o Bacterias
o Levaduras
o Protozoos
o Parásitos
3. CILINDROS
o Hialinos
o Granulosos
o Epiteliales
o Eritrocitarios o hemáticos.
o Leucocitarios
o Bacterianos
o Céreos
o Cilindroides
Sedimento no organizado
1. CRISTALES
pH ácido
Uratos amorfos
Ácido úrico
Oxalato cálcico mono y dihidratado
Cistina
Tirosina
Leucina
Colesterol
pH alcalino
Fosfatos triples
Fosfatos amorfos
Carbonato cálcico
Biurato amónico
Artefactos
Gotas de grasa, pelos, hilos, polvo, polen, burbujas, rayas en el porta, etc.
Las células presentes en la orina pueden proceder de cualquier sitio del tracto urinario,
es muy difícil distinguir con seguridad el lugar de procedencia.
Los cristales: En general no se encuentran en las orinas recién emitidas, pero aparecen
dejándola reposar cuando la orina está sobresaturada, o cuando las propiedades de
solubilidad están alteradas (por ejemplo, si alguna sustancia presenta una concentración
mayor de lo normal, el resto puede cristalizar). También en condiciones de variación de
pH, algunas sustancias pueden precipitar aun estando en concentraciones normales. Si los
precipitados se producen en el tracto urinario se forman los llamados cálculos. La
presencia de cristales no tiene importancia, a excepción de aquellos que reflejan
trastornos del metabolismo. El tipo de cristales formados depende en gran parte del pH,
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pero para diferenciarlo se recurre también a la forma del cristal y a sus características
de solubilidad añadiendo una gota del reactivo correspondiente sobre el mismo
portaobjetos.
Los cilindros: Se forman en la luz de los túbulos renales por precipitación de la proteína
de Tamm-Horsfall. Esta proteína es exclusiva de este segmento urinario, se fabrica en
los túbulos renales, y forma la matriz de los cilindros. Estos reproducen el molde del
segmento donde se han formado. Pueden ser hialinos, o pueden tener incluidas toda una
serie de elementos que dan nombre a sus variedades (hemáticos, leucocitarios,
granulares, céreos...).
GLÓBULOS ROJOS
CÉLULAS EPITELIALES
Son varias veces más grandes que los glóbulos rojos o blancos. Según su origen tienen
diferentes formas, pero la identificación del origen de estas células puede ser en
ocasiones dificultoso. Cuando la distinción es posible, podemos encontrar:
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inferior y del tracto genital femenino. Son las de
mayor tamaño. Se trata de células planas con un
gran citoplasma y núcleo simple. Son poco
significativas, a menos que su presencia sea muy
abundante.
MICROORGANISMOS
Bacterias. La orina normal fresca no contiene microorganismos. Debemos tener en
cuenta que si la orina no ha sido recogida en condiciones adecuadas puede tener
contaminación. Además si la orina permanece a temperatura ambiente durante algún
tiempo, las bacterias pueden proliferar rápidamente y se ven en gran número. Una orina
muy alcalina con muchas bacterias y muy pocos glóbulos blancos es característica de
muestras contaminadas.
La bacteriuria puede informarse como escasa, moderada o intensa. Generalmente en caso
de que aparezca debe realizarse un estudio microbiológico de la orina.
Levaduras. La más común en el sedimento es la Cándida albicans. Frecuentemente su
presencia en mujeres es consecuencia de una contaminación de la orina.
Parásitos. La presencia de parásitos en la orina suele indicar contaminación genital o
fecal. El flagelado Trichomonas Vaginalis es el parásito más común hallado en la orina. La
incidencia de este tipo de parasitismo es muy elevada en las mujeres y puede ser causa
de vaginitis.
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BACTERIAS LEVADURAS TRICOMONAS
CILINDROS
Son conglomerados alargados de material proteico formados en los túbulos renales o en
los conductos colectores. La formación de cilindros es mayor cuando existe obstrucción
de la nefrona provocada por restos celulares o células.
Normalmente el sedimento urinario no contiene cilindros, aunque su detección no indica
forzosamente la existencia de una patología renal. Sin embargo, generalizando,
podríamos decir que la presencia numerosa de cilindros en un sedimento urinario es
indicativa de enfermedad renal.
El tamaño y la forma de los cilindros dependen del lugar en que se forman. Tipos:
Hialinos. Se trata de cilindros compuestos fundamentalmente de proteínas sin
inclusiones. Son pálidos y transparentes. Difíciles de visualizar. Su aparición en grandes
cantidades puede indicar una alteración importante del parénquima renal.
Epiteliales. Son más cortos que los hialinos y más fáciles de ver. Indican inflamación
aguda del riñón. Contiene dentro células epiteliales. En las unidades de trasplante, estos
cilindros son uno de los criterios más fiables para el diagnóstico de rechazo agudo a
partir del tercer día después de la intervención.
Granulosos. Pueden ser debidos a una evolución de los cilindros de células epiteliales en
los que ha existido una degeneración celular. Presentan un aspecto granular con
granulaciones más o menos finas (cilindros granulosos finos o gruesos). Su presencia
implica un trastorno crónico del riñón.
Eritrocitarios. Contienen glóbulos rojos en su interior. Tienen un aspecto muy variable.
Suelen ser indicativo de glomerulonefritis por causa diversa.
Leucocitarios. Se caracterizan por la aparición de leucocitos identificables en el interior
de la matriz proteica. Acompaña a las infecciones del tracto urinario. Su presencia exige
una investigación bacteriológica de la orina.
Céreos. Se caracterizan por un alto índice de refracción y una coloración amarillenta.
Su composición no es bien conocida. Se ven asociados a procesos crónicos.
Cilindroides o falsos cilindros: pueden agruparse dando formas semejantes a los
cilindros. Generalmente se distinguen de los cilindros verdaderos por sus contornos
variables e irregulares. No se conoce con exactitud su lugar de procedencia ni la causa
de su formación.
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CRISTALES
Uratos. Los uratos amorfos aparecen como granulaciones oscuras, dando al sedimento
una coloración rosada, amarillenta o anaranjada. Pueden
proceder de la alimentación aunque también aumentan en
estados febriles.
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Ácido úrico. Toma formas diferentes como pesa, prisma, roseta, placas irregulares.
Fosfatos. Los cristales de fosfato triple (amónico, magnésico y cálcico) son incoloros y
presentan forma típica de ataúd. Se encuentran en orinas alcalinas. Los cristales de
fosfato cálcico son amorfos o tienen forma de prisma, roseta, aguja, etc.
Los fosfatos amorfos aparecen como granulaciones que confieren al sedimento una
coloración blanquecina. Pueden aparecer tras la ingestión de determinados alimentos
como la fruta.
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Colesterol. Aparecen como placas transparentes de forma irregular. Su presencia es
rara. Pueden aparecer en nefritis e infecciones graves del tracto urinario.
CISTINA COLESTEROL
Leucina y tirosina. Los cristales de estos dos aminoácidos suelen aparecer juntos en la
orina como consecuencia generalmente de graves enfermedades hepáticas. Aparecen en
hepatitis, cirrosis, leucemia y fiebres tifoideas. Suelen ser de color amarillento debido a
la presencia de bilirrubina (ictericia).
Los cristales de leucina tienen forma de esferas con estriaciones concéntricas. Los de
tirosina su forma es la de agujas muy finas y refringentes, apareciendo en grupos o
acúmulos.
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4.3.EXAMEN MICROBIOLÓGICO.
El urocultivo tiene como finalidad identificar los gérmenes que estén produciendo una
infección urinaria y el antibiograma permite conocer cuál es el antibiótico más efectivo
contra la bacteria causante de la infección.
La punción suprapúbica está indicada cuando hay evidencia clínica de infección con
recuentos bajos o nulos en neonatos y lactantes, o cuando hay resultados contradictorios
en distintas tomas previas obtenidas por micción espontánea. También es útil si se
sospecha infección por anaerobios. Esta técnica permite extraer la orina directamente
de la vejiga. Se realiza con la vejiga palpable (tiene que estar llena, por encima del pubis),
y con anestesia. Se utiliza una jeringa de 10 ml con aguja larga. El envío al laboratorio se
hará lo antes posible, y en la misma jeringa de extracción, con la aguja pinchada en un
tapón de goma estéril.
En caso de pacientes pediátricos se utilizan las bolsas pediátricas, que no deben estar
puestas más de 20 minutos. Una vez recogida la orina, la bolsa se despega
cuidadosamente y se unen los extremos adhesivos para que queden bien cerrados. La
bolsa puede entregarse al laboratorio dentro de un frasco estéril.
La orina puede utilizarse también para detectar hongos. Estos cultivos son muy largos,
unos 30 días, pero la recogida de muestra se realiza igual que para los urocultivos
corrientes.
Aunque es poco frecuente, también se pueden realizar cultivos para detectar virus. La
orina se recoge en condiciones estériles, y se coloca inmediatamente en frío.
Para diagnosticar espiroquetas, como el Treponema palidum productor de la sífilis, no se
realizan urocultivos, sino que se estudia el sedimento, y por diagnóstico serológico se
buscan anticuerpos. La recogida de la muestra es semejante al resto, pero no se
refrigera, ya que el microorganismo es sensible al frío.
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En general, es preferible recoger las muestras para urocultivo antes de comenzar un
tratamiento con antibióticos. Si no es así, debe indicarse en el informe.
• El urocultivo se hace a partir de una muestra simple de orina.
• La muestra se siembra en un medio de cultivo selectivo donde comienzan a crecer
las bacterias.
• Se incuban generalmente a 37ºC durante 48 horas y se hace el recuento. Si han
crecido muchas colonias de bacterias se
informa como cultivo positivo y se informa
con exactitud qué tipo de microbio es el que
ha crecido ( se hacen pruebas bioquímicas
para identificarlo)
• Después se averigua cuál es el antibiótico
que puede eliminarlo. Para ello se hace un
antibiograma. Los antibióticos se impregnan
en discos de papel que se colocan sobre
placas de medio de cultivo en las que previamente se ha extendido la bacteria que
se considera. Tanto la cantidad de antibiótico como el número de bacterias
(inóculo) deben controlarse cuidadosamente. El antibiótico difunde por el agar
creando un gradiente de concentración decreciente según se aleja del disco. La
bacteria si resulta susceptible forma un halo de inhibición. Dicho halo es más
grande cuanto mayor es el grado de sensibilidad de la cepa al antimicrobiano.
Las muestras que se recogen para el laboratorio de citología sirven para estudiar las
alteraciones morfológicas y estructurales de los órganos y sus células. Se recoge la orina
(no tiene porqué ser la primera de la mañana), generalmente en muestras de tres días
consecutivos, y en la mitad de la micción. El análisis debe realizarse lo más rápido
posible, porque si no las células pueden lisarse o deformarse. Se recomienda al paciente
que beba agua y haga ejercicio, porque así se movilizan por arrastre las células.
El examen de la muestra lo realiza el especialista en anatomía patológica (patólogo), que
centrifuga la orina y mira al microscopio si las células descamadas y recogidas por la
orina tienen característica malignas. Si es así serán necesarios más estudios para saber
dónde está el tumor.
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ANEXO: SEDIMENTO URINARIO
* Células y artefactos:
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* Cilindros y microorganismos:
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* Cristales de orinas ácidas y alcalinas:
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