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TEMA 4: URIANALISIS O ESTUDIO DE LA ORINA

1. FINALIDAD DEL ESTUDIO DE LA ORINA

El análisis de orina permite obtener gran información de forma rápida, económica y casi
siempre de forma no traumática para el paciente. La fácil obtención de la muestra es
también otra razón para hacer del análisis de orina una prueba fundamental, al alcance
de cualquier médico, general o especializado.

Las muestras de orina son utilizadas por el laboratorio para diagnosticar y controlar el
tratamiento de las enfermedades del riñón o del tracto urinario, evaluar la función renal
y para la detección de múltiples enfermedades metabólicas o sistémicas.

La orina no es más que un filtrado del plasma sanguíneo, por lo que si en el plasma hay
algún metabolito anómalo por presencia o por concentración esto se reflejará en la orina,
siempre y cuando éste sea filtrable.

Los metabolitos que se determinan de forma cualitativa o cuantitativamente, pueden ser


metabolitos del propio organismo (glucosa, cuerpos cetónicos, hemoglobina...), o
procedentes del exterior (fármacos, drogas...).

Los análisis cualitativos o semicuantitativos son válidos para aquellas sustancias que en
condiciones normales no están en la orina o están en muy pequeñas concentraciones
(glucosa, proteínas, cuerpos cetónicos, bilirrubina, hemoglobina, células...). Su mera
presencia ya es indicativa de anormalidad. Este tipo de analítica es bastante sencilla,
barata, cómoda para el paciente, y no requiere de aparataje complicado.

Los análisis cuantitativos están encaminados a determinar exactamente la cantidad de


una sustancia en la orina. Son pruebas más caras, y en ocasiones precisan orina recogida
en periodos de tiempo determinados.

La orina puede analizarse de muchas maneras y con diversos objetivos. Como en el caso
de la sangre hay análisis básicos y otros más complejos, que sólo son solicitados en
condiciones especiales.

Tipos de exámenes que se pueden realizar sobre una muestra de orina:


a) Examen físico/ macroscópico: llamado también urinoscopia. Es la forma más
básica de estudiar la orina y consiste en mirarla directamente a simple vista.
Se determina la cantidad, aspecto, turbidez, color y olor de la orina.
b) Examen químico: llamado también estudio de anormales o sistemático de orina.
Se lleva a cabo mediante la utilización de tiras reactivas de química seca. En él
se investigan componentes químicos como proteínas, glucosa, nitritos, etc.
c) Examen microscópico: llamado también estudio del sedimento urinario. En él se
investigan una serie de elementos o estructuras que aparecen suspendidos en la
orina del más variado origen: células, cristales, cilindros y microorganismos.

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d) Examen microbiológico: El cultivo de la orina o urocultivo es un tipo de análisis
totalmente diferente a los anteriores, aquí no se trata de mirar qué sustancias
son excretadas por la orina, sino de saber si existe o no infección de orina y en
caso de que exista, reconocer con exactitud el germen responsable (identificación
microbiológica) y cuál es el antibiótico más efectivo (antibiograma).
e) Examen citológico: Consiste en la visualización de las células que se eliminan
por la orina. Para su realización es necesario recoger muestras de orina
durante tres días. Se buscan sobre todo células malignas en orina, provenientes
de tumores de la vía urinaria.
f) Examen parasitológico: consiste en la visualización macroscópica o
microscópica de parásitos o sus huevos o quistes en la muestra de orina.
g) Pruebas especiales: Se trata de detectar en orina sustancias que sólo
interesan en casos muy seleccionados. Generalmente se trata de detectar
tóxicos (incluidas las drogas y venenos), sustancias estimulantes o de "dopaje"
(control antidoping), sustancias eliminadas en ciertos tipos de enfermedades
(metabólicas u hormonales) y fármacos. La muestra de orina es tratada de
forma diferente para cada tipo de toxina o sustancia que se desea estudiar.
h) Test de embarazo.

Actualmente, las determinaciones en orina que representan el mayor volumen de trabajo


en el laboratorio son el sistemático de orina mediante tiras multirreactivas junto con el
análisis del sedimento urinario y los urocultivos.

2. CARACTERÍSTICAS DE LA ORINA NORMAL

2.1. CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LA ORINA

2.1.1. Volumen normal de orina


El volumen de orina o diuresis emitido en 24 horas es variable en función de las entradas
y salidas de líquidos. En general los valores normales son:
- Recién nacido: entre 50 y 300 ml al día.
- Lactante (hasta 2 años): entre 350 y 500 ml al día.
- Niño: Entre 500 y 1000 ml al día.
- Adulto varón: entre 800 y 1800 ml al día.
- Adulto mujer: entre 600 y 1600 ml al día.

Existen algunas variaciones anómalas (patológicas):


- Oliguria: diuresis inferior a 500 ml al día. Existe una oliguria fisiológica, que
puede deberse a una baja ingesta de agua o a una excesiva sudoración. Si es
patológica, las causas son muchas (fallo renal, vómitos, diarreas, litiasis –
cálculos en el riñón-, obstrucciones...).
- Anuria: es la supresión completa de formación de orina, es decir, la diuresis
nula. Es una situación crítica, y entre las causas que la pueden provocar están
las deshidrataciones graves y la isquemia renal (no llega sangre al riñón).
- Poliuria: diuresis superior a 2000 ml al día. Puede producirse por una excesiva
ingesta de líquidos, por ejemplo en casos de diabetes mellitus.

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Existen alteraciones de la micción que no provocan variaciones en la diuresis, como la
polaquiuria, que es el aumento del número de micciones sin que varíe el volumen total de
orina. Puede tener causas fisiológicas, como el embarazo y el estrés, o causas
patológicas, como la cistitis, litiasis, prostatismo, etc. Otra alteración de este tipo es el
tenesmo vesical (ganas de orinar sin conseguirlo). Suele deberse a infecciones o
alteraciones nerviosas.
Se habla de disuria cuando existe dificultad, dolor, molestia o sensación de ardor al
orinar. La micción dolorosa casi siempre es causada por una infección o inflamación en
alguna parte de las vías urinarias.

2.1.2. Aspecto y color


El color suele ser amarillo, lo que se debe a una serie de pigmentos (urocromos). La
intensidad del color es variable, aunque más o menos constante para cada individuo, y va
desde el amarillo claro hasta el ámbar oscuro en función de su concentración.
Su aspecto es claro y transparente.

2.1.3. Olor
La orina recién emitida tiene un olor característico, aromático y ligeramente amoniacal.
El olor a amoniaco más fuerte posterior aparece por la descomposición de la urea.

2.1.4. Densidad
Indica la cantidad relativa de solutos que contiene un volumen definido de orina y nos da
una idea sobre la capacidad de diluir y concentrar del riñón. Los valores normales varían
entre 1.010 y 1.030 (si es la primera de la mañana entre 1.020 y 1.030 ya que es más
concentrada)

2.1.5. pH
Varía entre 4.5 y 8.2, y refleja la capacidad del riñón para mantener una concentración
normal de hidrogeniones en el plasma y en el líquido extracelular. Varía en función de la
alimentación, pero lo más frecuente es encontrar un pH= 6.

2.2. COMPOSICIÓN QUÍMICA

La orina es un filtrado modificado del plasma: lo que está en el plasma puede estar en la
orina, siempre y cuando sea capaz de atravesar el filtro renal. En general, las moléculas
que tienen un tamaño superior a la albúmina (PM 69000) no pueden pasar el filtro renal.
Todo lo que sea menor puede pasar, pero en concentraciones distintas a las del plasma,
ya que el riñón es capaz de seleccionar lo que filtra. Las proteínas de pequeño tamaño se
filtran pero la mayor parte son reabsorbidas en los túbulos renales.
En general, a mayor concentración que en el plasma están la urea, el ácido úrico, la
creatina, la creatinina, el amoniaco, los fosfatos y el potasio.

El principal componente de la orina es el agua (96%), y en ella se encuentran diluidos:


- Sales minerales: sodio, cloro, potasio, fosfatos y carbonatos.

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- Compuestos nitrogenados de excreción: amoniaco para regular el equilibrio
ácido-base, urea (procedente del metabolismo proteico en el hígado), ácido
úrico (procedente del metabolismo de las bases nitrogenadas) y creatina y
creatinina (procedentes del metabolismo muscular, su cantidad es
independiente de la dieta, y aumentan cuando hay destrucción muscular, por lo
que se estudian para determinar estados de desnutrición).
- Hormonas: corticosteroides de la corteza suprarrenal, y catecolaminas de la
médula suprarrenal. Particular interés tiene la gonadotropina coriónica (HCG),
que aparece en la primera semana de embarazo, por lo que su determinación se
usa para confirmar este estado.
- Pigmentos: reciben en general el nombre de urocromos (riboflavina, urobilina...).
- Proteínas: aparecen en concentraciones muy pequeñas (130-150 mg/día). Un
tercio del total son albúminas (albuminuria fisiológica), pero hay también
globulinas, IgA, transferrinas, proteína de Tamm-Horsfall y otras. Pueden
aumentar en situaciones de ejercicio físico muy intenso sin que ello sea
patológico.
- Hidratos de carbono: puede aparecer glucosa en cantidades despreciables.

3. TOMA DE MUESTRAS

Las características de la recogida u obtención de la muestra urinaria dependen de la


finalidad con la que se va a estudiar la orina.
La recogida de muestras de orina puede realizarse de diferentes formas:

 Por micción espontanea: es el propio paciente el responsable de la recogida de la


misma. Hay que darle unas instrucciones precisas para evitar contaminaciones y
minimizar los errores preanalíticos.
Se pueden recoger varios tipos de muestras, que son:
a) Muestras de una sola micción o micción aislada: puede ser la primera orina de la
mañana u orina tomada al azar.
b) Muestras recogidas durante un intervalo de tiempo: La más recomendada es la
recogida de orina de 24 horas.
 Por cateterismo vesical o sondaje uretral: consiste en la obtención de orina
mediante la introducción de una sonda por la uretra. Es necesario cuando los
pacientes presentan dificultades en la micción.
 Por punción suprapúbica: en una técnica invasiva. Consiste en la aspiración de la
orina de la vejiga con jeringa a través de la pared abdominal por encima del pubis.
Este método se emplea para el diagnóstico de infecciones por microorganismos
anaerobios o problemáticos.

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3.1. TOMA DE MUESTRA DE ORINA DE MICCIÓN AISLADA

Se utiliza para realizar el sistemático de orina, el estudio del sedimento urinario, el


cultivo microbiológico o la detección de antígenos bacterianos.

Se prefiere la orina de 1ª hora de la mañana ya que presenta una mayor osmolalidad, lo


que refleja la capacidad que presenta el riñón para concentrar la orina. En esta orina de
1ª hora se encuentran más concentrados elementos como leucocitos, bacterias, cilindros,
hematíes, optimizándose así el rendimiento diagnóstico de las pruebas de laboratorio.
Además, presenta menores fluctuaciones en las determinaciones influidas por la dieta,
actividad física, etc.
Las orinas de micción aislada obtenidas de forma aleatoria o al azar se aceptan en
situaciones especiales como analíticas urgentes, o determinados estudios, como por
ejemplo, en el estudio del metabolismo óseo, que se recomienda la segunda orina de la
mañana.

Se debe recoger la orina de la porción media de la micción (ya que está menos
contaminada por las bacterias del meato urinario que son arrastradas por la primera
parte de la micción). Se recomienda lavado previo de genitales externos con jabón y
aclarado posterior con abundante agua (si la orina se contamina con jabón pueden verse
afectados determinados parámetros como pH, o incluso el crecimiento bacteriano puede
verse inhibido).
Tradicionalmente, sólo se exigía el lavado de genitales externos previo a la recogida del
espécimen en el caso de que se solicitara cultivo microbiológico pero, se ha demostrado
que las orinas mal recogidas, con abundantes células de descamación, dan lugar, además
de a cultivos contaminados, a falsos positivos en los estudios del sistemático de orina.
Por tanto, se recomienda que, incluso cuando no se solicite cultivo microbiológico, se
recoja la porción media de la micción tras lavado de genitales.

En los pacientes pediátricos se deben utilizar bolsas colectoras con adhesivos


hipoalergénicos, cambiándose cada 15-20 minutos para evitar contaminaciones.

El procedimiento de recogida de la muestra es realizado por el propio paciente, por lo


que debe estar informado correctamente, verbal y por escrito; además, el procedimiento
varía para hombres, mujeres y niños.
Es fundamental extremar en esta técnica las condiciones higiénicas para asegurar la
esterilidad de la muestra.

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Técnica para mujeres
 Se recogerá la primera orina de la mañana.
 Lavarse las manos cuidadosamente con agua y jabón.
 Lavarse después la zona perineal, separando los labios mayores (que se
mantendrán así en todo momento), con agua, jabón y una gasa que se pasará de
delante hacia atrás; repetir el proceso varias veces.
 Enjuagar con agua para eliminar los restos de jabón, manteniendo siempre los
labios separados.
 Empezar a orinar en el W.C. desechando los 20-25 primeros mililitros, tras lo cual
y sin interrumpir la micción, recoger la orina en el recipiente, sin que ésta toque la
piel.
 El frasco debe sujetarse para que no tenga contacto con las piernas, vulva o ropa
del paciente. Los dedos no deben tocar el borde del frasco o su superficie interna.

Técnica para hombres


 Se recogerá la primera orina de la mañana.
 Lavarse las manos cuidadosamente con agua y jabón.
 Retraer completamente el prepucio, que se mantendrá así en todo momento, hasta
que se haya recogido la orina.
 Lavarse el glande con agua, jabón y una gasa.
 Enjuagar los restos de jabón con agua, manteniendo el prepucio retraído.
 Empezar a orinar en el W.C. desechando los primeros 20-25 mililitros y, sin
interrumpir la micción, recoger el resto de la orina en el recipiente estéril.
 El frasco debe sujetarse para que no tenga contacto con las piernas, piel o ropa
del paciente. Los dedos no deben tocar el borde del frasco o su superficie interna.

Técnica para niños.


En niños y niñas más pequeños (que no controlen esfínteres todavía), la orina se recogerá
en las bolsas pediátricas estériles ya mencionadas.
 Lavado cuidadoso de los genitales y área perineal igual que en los adultos.
 Colocar la bolsa de plástico o el colector estéril.
 Retirar la bolsa en cuanto el niño haya orinado.
 Cada 20 minutos debe cambiarse la bolsa y reiniciar el proceso.

Volumen a recoger:
Se recomienda obtener un volumen mínimo de orina de 8-12 ml para el análisis de
anormales y sedimento. Se pueden aceptar volúmenes menores en muestras procedentes
de niños o pacientes oligo-anúricos.
Para cultivo bacteriano se necesita un volumen mínimo de orina (1-10 ml de orina). Sin
embargo, para el cultivo de hongos y virus, se necesitan volúmenes mayores (20-50 ml de
muestra). Para la búsqueda de micobacterias, la orina se recoge durante tres días
consecutivos, en este caso el volumen de orina debe ser 100-150 ml. En el caso de
parásitos se recogerá la orina de 24 horas.

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Tabla 1: Recomendaciones sobre el volumen de orina
Determinación Volumen Comentarios
ANORMALES Y
8-12 ml Primera orina de la mañana.
SEDIMENTO
BACTERIAS 1-10 ml Primera orina de la mañana.
HONGOS >20 ml Primera orina de la mañana.
Primera orina de la mañana 3 días
MICOBACTERIAS >20 ml
consecutivos.
Aspirado suprapúbico, enviar
ANAEROBIOS 1 ml inmediatamente o usar sistema de
transporte de anaerobios.
Primera orina de la mañana, enviar con
VIRUS 10-15 ml hielo y transportar al laboratorio
inmediatamente.
En caso de sospecha de Schistosoma,
PARÁSITOS >50 ml debe tomarse después de hacer un
ejercicio moderado, como subir y bajar
escaleras durante 10 minutos.

Los contenedores donde se recoge la muestra de orina deben ser limpios, de boca ancha
y con tapa de rosca. Se recomiendan el uso de contenedores con dispositivos de
transferencia a tubos por sistema de vacío, ya que son higiénicos, evitan
derramamientos, contaminaciones, etc. Los recipientes utilizados para cultivo
microbiológico deberán ser obligatoriamente estériles.

El personal encargado de recepcionar la muestra deberá alicuotarlas previa


homogeneización de las mismas y deberá etiquetarlas correctamente.
Las muestras se trasportarán al laboratorio en el menor tiempo posible y aplicando las

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normativas vigentes. Si el análisis se va a demorar más de dos horas el transporte
deberá ser refrigerado (2-8ºC), aunque esta medida puede producir la precipitación de
uratos o fosfatos amorfos.
Para el análisis sistemático de orina y sedimento no se recomienda el uso de ningún
conservante químico, aunque si el análisis se va a demorar pueden utilizarse recipientes
con conservantes (ácido bórico), principalmente si la muestra va destinada a urocultivo.

Tanto para anormales y sedimento como para urocultivo la muestra debe procesarse en
las 2-3 horas posteriores a su recogida, ya que algunos analitos pueden verse afectados.
Así, las bacterias a Temperatura ambiente se multiplican constantemente, y pueden
modificar la glucosa y el pH. El calcio, oxalato, ácido úrico tienden a formar cristales a
pH fisiológico. También, se ha comprobado que los hematíes son especialmente sensibles
a la lisis si se demora el análisis. El resto de parámetros suele ser estable durante 24 h
si se mantiene la orina refrigerada (excepto en orinas muy diluidas o pH muy alcalino).

3.3. MUESTRAS RECOGIDAS DURANTE UN PERIODO DE TIEMPO

La mayoría de las determinaciones cuantitativas bioquímicas en orina suelen


recomendarse sobre especímenes de tiempo controlado, en concreto 24 horas.
La orina recogida durante 24h se obtiene con el fin de conseguir una muestra homogénea
y representativa de los analitos que se excretan de forma inconstante a lo largo del día.
Hay que tener en cuenta que la composición de la orina es distinta según el momento del
día: varía con la ingesta, con el ejercicio, etc.,
La recogida correcta de este tipo de espécimen presenta multitud de errores
preanalíticos, de estabilidad de los analitos y es un procedimiento engorroso para el
paciente, llegando incluso a resultar imposible su recogida como es el caso de pacientes
pediátricos y otros sin control de esfínteres o enfermos en oligo-anuria.
Hay que tener en cuenta que en cuanto falte una sola micción del periodo, la muestra ya
no es válida.
Por tanto, en los últimos tiempos, se está evaluando la posibilidad de sustituir ciertas
determinaciones realizadas clásicamente en orina de 24 horas por orina de una micción o
incluso por complejos cálculos matemáticos obtenidos a partir de determinaciones en
suero y variables demográficas y /o antropométricas.

También se puede recoger orina de 8 o 12 horas dependiendo del metabolito que


necesitemos medir o recogidas fraccionadas, que consisten en recoger la orina en varias
ocasiones distintas a lo largo de un periodo de 24 horas, siguiendo un horario preciso,
por ejemplo, se realizan en diabéticos para determinar la glucosuria: la recogida se
realiza normalmente después de las ingestas.

3.3.1. Normas para la recogida de orina de 24 horas


La recogida de orina de 24 horas es un procedimiento fácil y nada cruento pero muy
molesto ya que supone estar durante un día entero pendiente de un recipiente.
Debido a los errores preanalíticos que pueden surgir por una recogida inadecuada de la
orina de 24h, el paciente debe ser informado de forma oral y escrita del procedimiento
de toma de muestra.

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Cuando se entreguen recipientes que contengan conservantes que puedan suponer un
riesgo para el paciente se deberá informar oralmente sobre la forma correcta de
manipulación del envase.
Igualmente, el paciente debe ser informado si las determinaciones a realizar necesitan
algún tipo de dieta previa o si existe algún tipo de interferencia farmacológica.

Habitualmente, se recomienda que la recogida del espécimen de orina de 24 horas se


inicie al levantarse por la mañana el día anterior a la cita en el Laboratorio. Esa primera
orina de la mañana se descartará en el WC y a partir de ese momento, durante las 24
horas siguientes, el paciente deberá ir recogiendo toda la orina emitida en el
contenedor, incluyendo la primera orina de la mañana del día de la cita en el Laboratorio.
Para la recogida, puede ayudarse de un orinal de plástico que facilite el trasvase al
contenedor. Este orinal se aclarará con abundante agua tras cada micción. No debe
emplearse lejía ni jabón. El contenedor con la orina se mantendrá en un lugar fresco,
preferiblemente la nevera, durante todo el periodo que dure la recogida del espécimen.

Cuando el médico solicita simultáneamente determinaciones en orina de 24 h y


determinaciones de orina de una sola micción (anormales y sedimento, cultivo…) se puede
modificar el procedimiento de recogida de orina de 24 h con el fin de facilitar al
paciente la toma de muestra y evitar que se desplace dos días diferentes al punto de
extracción:
Procedimiento recogida orina 24 h modificado:
 Comenzar la recogida de orina de 24h dos días antes de la cita.
 Antes de acostarse, orinar en el WC y anotar la hora exacta en el recipiente.
 A partir de este momento, recoger toda la orina en el recipiente durante 24h,
orinando en el recipiente por última vez a la misma hora a la que se inició la
recogida el día anterior. Mantener la orina en lugar fresco, preferentemente
refrigerada.
 El día de la cita, al levantarse, recoger la orina de 1ª micción en recipiente
pequeño siguiendo el procedimiento habitual de “porción media de primera orina de
la mañana” previo lavado de genitales externos.

Los recipientes para recoger orina de 24 h deben ser contenedores de plástico opaco
con boca ancha, de 3 litros de capacidad, con escala graduada y con cierre seguro para
evitar derrames.
Se recomienda mantener la orina
refrigerada durante el periodo de recogida
de orina de 24 horas hasta su entrega en el
laboratorio o en los puntos de extracción
periféricos.
Se recomienda enviar las muestras
alicuotadas desde los punto de extracción
periféricos, con el fin de facilitar el
transporte.
Para el alicuotado es necesario

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homogeneizar debidamente las orinas antes de obtener una alícuota que sea
representativa del total de la muestra, especificar en el contenedor que se trata de
orina de 24 h y anotar diuresis.
En el caso en que se haya recogido la muestra en más de un contenedor, se deberán
homogeneizar todos los recipientes y mezclar el contenido del recipiente de forma
proporcional al volumen de muestra que contengan.

3.3.2. Normas para la recogida de orina de 12 horas


A las 7 de la tarde se efectúa la primera micción, que no se recogerá en el recipiente.
Después, en las horas sucesivas, se recogerá la orina en un recipiente que se conservará
en la nevera. La última orina recogida será la de las 7 de la mañana del día siguiente.
Entonces se cierra el recipiente, se identifica, y se lleva al laboratorio.

3.3.3. Normas para la recogida de orina de 8 horas


A las 11 de la noche se efectúa la primera micción, que no se recogerá en el recipiente.
Después, en las horas sucesivas, se recogerá la orina en un recipiente que se conservará
en la nevera. La última orina recogida será la de las 7 de la mañana del día siguiente.
Entonces se cierra el recipiente, se identifica, y se lleva al laboratorio.

3.3.4. Conservación de la muestra hasta el análisis


Si el análisis de orina no se realiza en la primera hora después de la recogida hay que
tomar ciertas precauciones para evitar el deterioro de los metabolitos y células por
agentes físicos, químicos y biológicos. Es importante, especialmente, en las recogidas de
8 o más horas.

Las células, los glóbulos rojos y los glóbulos blancos, debido a la hipotonicidad de la orina,
pueden romper sus membranas y desaparecer. La luz y el calor producen
deshidrataciones y evaporaciones. Además, la luz puede descomponer los uropigmentos,
haciendo disminuir su concentración. Muchas bacterias y levaduras son capaces de
crecer en la orina, lo que por una parte provocará que se encuentren más bacterias de las
que había en un inicio, y por otra se producirá una alteración en la composición de la
orina, ya que los microorganismos al crecer metabolizan o consumen los componentes de
esta. Por ejemplo, las bacterias consumen glucosa, por lo que el análisis revelará menos
glucosa de la que realmente había en la muestra, y además convierten la urea en
amoniaco y CO2, alcalinizando la orina.

Todos estos cambios producen turbidez en la orina, mal olor e invalidan el análisis. Las
medidas que deben tomarse para evitarlos son los siguientes:
a) En general, suele ser suficiente con mantener la muestra refrigerada.
b) Si en la orina hay que determinar pigmentos de la muestra, esta debe ser
protegida de la luz, bien usando botes opacos, de color ámbar, o cubriéndolo
con papel de aluminio. La orina para uropigmentos puede incluso congelarse,
para retrasar su deterioro.
c) Si el tiempo transcurrido entre la recogida y el análisis es muy largo, se
utilizarán conservantes específicos, cuya finalidad es la misma que el frío, es

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decir, retrasar el crecimiento bacteriano. Hay que tener en cuenta que los
conservantes pueden interferir con los metabolitos que queramos determinar:
en función de ello utilizaremos unos u otros. Entre los más utilizados se
encuentran:
DETERMINACIÓN ÁCIDO ÁCIDO ÁCIDO CARBONATO REFRIGERADO OTROS
ACÉTICO CLORHÍDRICO BÓRICO SÓDICO A 4º C
(15ml) 6N (10 ml) (10 g) (5g)
ALA PROTEGER
LUZ
(Ác. 5-Aminolevulínico)
Ác 5-hidroxiindolacético D
Ác. Homovalínico
Ác. Úrico
Ác. Vainilmandélico D
Microalbuminuria
Calcio
Catecolaminas D
Citrato
Cobre, arsénico, plomo,
mercurio
Cortisol
Creatina
Fósforo
Glucosa
Hidroxiprolina D D
Iones (sodio, potasio,
cloro)
Magnesio
Metanefrinas D
N-Telopéptidos (NTx)
Oxalato
Porfirinas
Porfobilinógeno
Proteínas
Urea

Preferido Aceptable D: Necesita Dieta

d) Para la correcta identificación de la muestra siempre hay que indicar si lleva


algún tipo de conservante. Además el paciente también ha de ser informado de
la utilización de estos conservantes, tanto si ha de añadirlos él mismo, como si
ya van incluidos en el recipiente. Con ello evitamos posibles quemaduras o
lesiones en la manipulación o en el momento de la micción.
e) La orina para sedimentos nunca se analizará con más de 24 horas. Hay que
refrigerarla y analizarla cuanto antes, preferiblemente antes de 8 horas.
f) En las muestras para urocultivos nunca se utilizarán conservantes, pues
destruyen los gérmenes. Hay que refrigerar la orina, y analizarla antes de 8
horas.

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MODELOS DE INSTRUCCIONES DE RECOGIDA DE ORINA PARA EL PACIENTE

1. Recogida de la porción media de la primera orina de la mañana.

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2. Recogida de orina de 24 horas.

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3. Recogida de orina con bolsa pediátrica.

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4. ANALISIS DE ORINA O URIANALISIS

4.1. ANÁLISIS BÁSICO O SISTEMATICO

Para este tipo de prueba lo ideal es la primera orina de la mañana, por estar más
concentrada. Se necesitan aproximadamente 10 ml de orina y se realiza en dos fases:
- Análisis físico- macroscópico: aspecto de la orina.
- Análisis químico: mediante la tira reactiva de química seca.

Las determinaciones deben realizarse antes de 2 horas. Cuando esto no es posible, puede
perderse fiabilidad en algunos parámetros. Para su conservación, el método de elección
es la refrigeración, aunque teniendo en cuenta que aun así se producen precipitaciones
de fosfatos y uratos. En la orina dejada a temperatura ambiente se producirán las
siguientes alteraciones:
a) Aumento del pH por desdoblamiento de la urea en amoniaco debido al efecto de
las bacterias productoras de ureasas.
b) Disminución de la glucosa por utilización bacteriana.
c) Disminución de cetonas por volatilización.
d) Disminución de bilirrubina por exposición a la luz.
e) Disminución de urobilinógeno por oxidación a urobilina.
f) Aumento de nitritos por reducción bacteriana de nitratos.
g) Aumento de bacterias.
h) Aumento de la turbidez, por la proliferación bacteriana y precipitación de
fosfatos.
i) Desintegración de leucocitos y cilindros; al cabo de una hora habrán
desaparecido el 50% de los leucocitos.
j) Cambios en el color por oxidación o reducción.
Por todo ello, es importante establecer una metodología que nos permita procesar las
muestras en el mínimo tiempo, y siempre en iguales condiciones.

4.1.1. Análisis físico/ macroscópico

Cantidad/ diuresis
Se mide en orina de 24 horas.

Turbidez
La orina normal limpia y reciente es usualmente clara o transparente. El aspecto turbio o
neblinoso puede deberse a:
- Precipitación de fosfatos y carbonatos cuando la orina es alcalina. Esta
turbidez desaparece al acidificar la muestra.
- Debido a presencia de leucocitos o piuria. Aparece como una nube blanca que no
desaparece en presencia de ácido.
- Crecimiento o proliferación bacteriana.
- Contaminación por flujo vaginal.
- Presencia de espermatozoides.
- Puede haber grasa en la muestra.

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- Puede existir congelación.
- Si la turbidez es rosácea puede indicar presencia de uratos.
- Si hay espuma persistente al agitar: presencia de proteínas.
- Turbidez con sedimento rojo: hematíes.

Color
El color de la orina puede estar afectado por muchos componentes, los cuales pueden ser
normales, o ser debidos a procesos patológicos:
- color amarillo verdoso-marrón: ictericia: Orinas con pigmentos biliares
(bilirrubina y urobilinógenos).
- color marrón pardo oscuro (coñac, coca cola): Hepatitis, cirrosis hepática.
- Orina incolora –amarillo muy claro: orina muy diluida, puede indicar una
diabetes mellitus. Poliuria.
- Colores naranjas: Orina con medicamentos o drogas. La quinina da un color
castaño o negro, mientras que el metronidazol da color negro.
- Color azul verdoso: Infección por pseudomonas.
- Color blanquecino lechoso: infección de las vías urinarias.
- Color amarillo oscuro: fiebre aguda.
- Color rojizo/ rojo marrón: sangre (hematuria)
- Ciertos alimentos también pueden inducir cambios, como la remolacha, que da
color rojo o la presencia de colorantes alimentarios (Ej. chuches)

Olor
- Olor a acetona: cuerpos cetónicos en orina.
- Olor putrefacto: infección bacteriana.
- Olor amoniacal fuerte: envase cerrado mucho tiempo.
- Un olor a grosella puede ser indicativo de enfermedad de jarabe de arce.
- El olor a ratón puede provenir de una fenilcetonuria.
- La ingesta de espárragos o eucalipto también cambian el olor de la orina.

Generalmente el olor no se informa.

16
4.1.2. Análisis químico o estudio de anormales.
Se realiza con tiras multirreactivas. Las tiras reactivas son bandas de plástico con unas
almohadillas adheridas, impregnadas con distintos reactivos y con unos indicadores que
hacen variar el color con la intensidad de la reacción. Es importantísimo mantenerlas a
temperatura ambiente, alejadas de la luz y la humedad, y respetar los tiempos de lectura
de las reacciones. Permiten realizar análisis de rutina de forma sensible y rápida. Se leen
de forma manual o de forma automatizada con lectores de tiras. Los resultados
obtenidos son cualitativos o semicuantitativos.
Las más usadas son las de 10 parámetros:

Densidad
PH
Proteínas
Glucosa
Cuerpos cetónicos
Sangre (hemoglobina)
Bilirrubina
Urobilinógeno
Nitritos
Leucocitos
Densidad
Indica la relación entre las proporciones relativas de solutos disueltos y el volumen total
de la muestra. Mide la capacidad del riñón para concentrar o diluir. La densidad normal
de la orina entre 1010 y 1030. La densidad más alta es la de la primera orina de la
mañana.
Los valores anormales pueden indicar:
- Densidad baja: aparece en la diabetes insípida por ausencia de ADH. También
en casos de daño tubular, como en las glomerulonefritis o pielonefritis.
- Densidad alta: aparece en la diabetes mellitus, insuficiencia renal,
enfermedades hepáticas, insuficiencia cardiaca congestiva, excesivo sudor,
fiebre, vómitos, diarrea, síndrome nefrótico...

Existen diferentes métodos para determinar la densidad. En un principio se medía con un


urodensímetro o con un refractómetro, pero actualmente esta medida suele realizarse
con las propias tiras reactivas por su rapidez y comodidad.

PH urinario
Los riñones y los pulmones son los principales órganos en la regulación del equilibrio
ácido-base del organismo, como ya hemos visto. La acidez de la orina se debe
principalmente a los fosfatos ácidos, y también en menor cantidad, a una pequeña
cantidad de ácidos orgánicos tales como el pirúvico, el láctico, el cítrico, etc., que
generalmente son excretados en forma de sales. Además, también los riñones regulan la
excreción de cationes como el H+ y el NH4+.
Los riñones tienen capacidad para producir una orina con un pH que varía de 4,5 a 8,2.

17
La orina normal reciente de un paciente con dieta normal tiene un pH aproximado de 6,
es decir, algo ácida. En personas con dietas muy cárnicas la orina se acidifica y en dietas
muy ricas en vegetales la orina se basifica.
Puede presentar valores aún menores en pacientes con dietas bajas en proteínas, con
ciertas medicaciones, en procesos febriles, en pacientes que sufran acidosis, y en
diabetes mellitus incontroladas.
La orina básica o alcalina puede aparecer en úlceras gástricas, con ciertas medicaciones
con antiácidos como el bicarbonato sódico, o en la enfermedad llamada acidosis renal
tubular (los túbulos renales son incapaces de excretar H+). Las orinas muy alcalinas
pueden representar también una infección del tracto urinario, o una contaminación de la
muestra.
La determinación del pH de forma exacta se obtiene de muestras recientes. Si la orina
permanece envasada se alcaliniza, debido a la pérdida de dióxido de carbono, y a la
conversión de la urea en amoniaco por la acción de las ureasas bacterianas. Si tenemos
que conservar la muestra algún tiempo, debemos refrigerarla. Para análisis rutinarios de
orina, el pH se estudia con las tiras reactivas colorimétricas. Si se necesitan medidas
más exactas, se utiliza un pH-metro. La determinación del pH es además de gran ayuda
para el diagnóstico de la composición de cristales.

Proteínas urinarias
La cantidad de proteínas excretadas en la orina es de 130-150 mg/día en función del
volumen de orina eliminado. Como el volumen medio de orina al día es de 1.5 l, la
concentración media de proteínas en la orina varía entre 2-8 mg/100 ml.
Aproximadamente 1/3 de las proteínas urinarias son albúminas. El resto son globulinas,
especialmente 1 y 2, y en pequeñísima proporción  y  globulinas. Existe una proteína
de peso molecular alto, la proteína de Tamm-Horsfall, que aparece en la orina en
concentraciones de unos 2.5 mg/100 ml. En casos de nefrosis puede aparecer en
concentraciones muy altas, pero no la encontraremos en plasma, porque se origina en el
riñón, en los túbulos contorneados distales.
La proteinuria es un aumento anómalo de la cantidad de proteínas en la orina, y es el
indicador más importante de una enfermedad renal, junto con el examen microscópico
del sedimento urinario. Además, puede reflejar enfermedades extrarrenales,
dependiendo su cantidad de la gravedad y la patología:
- Proteinuria intensa: excreción de más de 4 g de proteína al día. Típica del
síndrome nefrótico, glomerulonefritis aguda y crónica y la congestión venosa
renal. Existe ya un daño renal grave.
- Proteinuria moderada: excreción diaria de proteínas en cantidades que oscilan
entre 0,5 y 4 g. Aparece en la mayor parte de las enfermedades renales (pielo
nefritis, nefropatías diabéticas, etc.)
- Proteinuria leve: excreción diaria de menos de 0.5 g de proteínas diarias.
Aparece en riñones poliquísticos y lesiones renales incipientes.
- Proteinuria postural: excreción de proteínas en pacientes que han permanecido
de pie. La proteinuria es intermitente en este caso, y desaparece al acostarse.
Esta aparece en jóvenes adultos sanos en un porcentaje de 3 a 5 %, y la
excreción diaria de proteína es generalmente menor de 1 g.

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- Proteinuria funcional: excreción de proteínas asociada a la fiebre, exposición a
calor o frío extremo, ejercicio excesivo y stress emocional.
- Proteinuria de Bence Jones: excretada en la orina de pacientes con mieloma
múltiple. Pasa desapercibida en las tiras reactivas.

El test presente en la tira reactiva vira hacia amarillo en soluciones sin proteínas, pero
en presencia de ellas vira a verde y después a azul al aumentar la concentración de las
mismas. Los resultados son referidos como negativos si el color es amarillo, se habla de
indicios (entre 5 y 20 mg/100 ml) y después se van suplementando con cruces (+).

- indicios + ++ +++ ++++


(5-20) (30) (100) (300) (1000) (mg/100ml)

La albumina reacciona con el indicador más fuertemente que otras proteínas, y las orinas
muy alcalinas pueden dar falsos positivos.

Glucosa en orina
La glucosa es el azúcar más encontrado en la orina, aunque en ciertas condiciones se
pueden hallar otros azúcares como lactosa, galactosa, fructosa y otras pentosas. La
presencia de cantidades detectables de glucosa en orina se conoce como glucosuria.
La glucosuria aparece cuando el nivel de glucosa en sangre excede la capacidad de
reabsorción de los túbulos renales, es decir, cuando el filtrado glomerular contiene más
glucosa de la que el túbulo puede reabsorber.
Existen dos tipos de glucosuria:
- Glucosuria renal: aparece con niveles normales de glucosa en sangre, ya que es
la reabsorción renal la que está alterada, siendo menor de lo normal. Este tipo
de glucosuria puede aparecer también después de una comida fuerte o por
stress emocional
- Diabetes mellitus: es la principal causa de glucosuria, y está asociada a niveles
de glucemia altos. El sistema de reabsorción se satura, y además también se
eleva el volumen urinario, la orina es de color muy claro y de densidad alta
(tanto las proteinas como la glucosa elevan la densidad de la orina).
En general, la aparición de glucosuria no se da hasta que la cifra de glucosa en sangre no
supera los 160-180 mg/dl.

Cuerpos cetónicos
El cuerpo normalmente metaboliza las grasas para dar CO2 y H2O. Si la dieta contiene
pocos hidratos de carbono o hay un defecto en el metabolismo de los mismos, por
ejemplo en el caso de la diabetes, en estas situaciones, el cuerpo metaboliza cantidades
mayores de ácidos grasos, y cuando estas cantidades son muy grandes la combustión
puede ser incompleta y se producen productos intermedios llamados cuerpos cetónicos.
Éstos aparecen en la sangre, y son excretados en la orina.
Son los siguientes compuestos:

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- El ácido acetilacético (diacético) representa el 20%.
- La acetona representa un 2%
- El ácido -hidroxibutírico representa el 78% restante.

En personas sanas los cuerpos cetónicos se sintetizan en el hígado y se metabolizan por


completo, por tanto no aparecen en la orina.

La diabetes mellitus es el desorden patológico más importante en el que aparece


cetonuria. En ella, el metabolismo de los hidratos de carbono está alterado, y los ácidos
grasos se utilizan para necesidades energéticas del cuerpo. Cuando la diabetes no se
trata o se trata indebidamente, se metabolizan cantidades excesivas de ácidos grasos, y
como resultado se produce una acumulación de cuerpos cetónicos en sangre, o cetosis,
que es excretada por la orina, produciéndose la cetonuria.

Puede aparecer también cetonuria en casos en los que se restringe la ingestión de


hidratos de carbono, como la anorexia, alteraciones gastrointestinales, ayuno, vómitos, y
también cuando la dieta es muy alta en grasas, y en casos de grave daño hepático (no se
almacenan glúcidos adecuadamente).

Bilirrubina
La presencia de bilirrubina es indicativa de presencia de una obstrucción hepática o
biliar, o bien de la existencia de una enfermedad hepatocelular. Es uno de los primeros
síntomas de estas enfermedades, y por tanto un medio importante de diagnóstico. En
todos los análisis de orina deben realizarse tests de detección de bilirrubina. La
cantidad de esta que normalmente aparece en la orina es aproximadamente de 0.2
mg/100 ml. Esta cantidad no se detecta con las técnicas semicuantitativas rutinarias, y
se interpreta como resultado negativo.

Hemoglobina/sangre
Se denomina hematuria a la presencia de hematíes en orina, pero también se detectan
simultáneamente hemoglobina libre y miohemoglobina. Cuando los glóbulos rojos entran
en la orina en cualquier parte del tracto urinario, tiene lugar una hemolisis en la orina,
con la liberación de cantidades detectables de hemoglobina libre. También puede existir
hemoglobinuria sin hematuria, por existencia de hemoglobina simple en la sangre.
Causas de la hematuria:
 Enfermedades renales: cálculos, infecciones, etc.
 Anemias hemolíticas
 Reacciones transfusionales
 Infecciones como la malaria.

Urobilinógeno
La acción bacteriana que tiene lugar en el tracto intestinal convierte la bilirrubina en un
grupo de compuestos conocidos como urobilinógenos. En la orina se excretan

20
normalmente pequeñas cantidades de urobilinógeno, aunque la mayor parte de este
compuesto se excreta por las heces (da el color fecal).
El urobilinógeno puede estar aumentado en orina si existe una causa que aumente la
producción de bilirrubina, como la anemia hemolítica, o cualquier enfermedad que impida
al hígado eliminar la bilirrubina que se reabsorbe normalmente en la circulación portal
como en la hepatitis.

Leucocitos
La vida del leucocito en la orina es muy corta, pero permanecen los enzimas esterasas
que este tiene en su interior. Estos son los compuestos responsables de la reacción de
detección en la tira reactiva.
Si existen leucocitos en la orina frecuentemente, es indicativo de infección (sobre todo
si se acompaña de síntomas compatibles como ardor al orinar, dolor, orina más oscura,
sensación de no orinar completamente…) o inflamación de la vía urinaria (aunque no
siempre).

Nitritos
Las bacterias productoras de nitritos pueden convertir los nitratos en nitritos. Estas
bacterias pueden aparecer en la orina por infección, o bien por contaminación de la
muestra. La concentración bacteriana en la orina puede servir para distinguir entre una
infección y una contaminación de la muestra: la presencia de más de 100.000
bacterias/ml indica infección; 1000 o menos bacterias/ml indica contaminación.
Cantidades intermedias se consideran dudosas, y procede repetir el análisis.

Las bacterias que aparecen con frecuencia en infecciones del tracto urinario suelen ser
Gram -, entre ellas, la E. Coli, Proteus, Klebsiella, Pseudomonas... Pueden aparecer con
menos frecuencia Gram +, como el Estreptococus faecalis, y el Estreptococus aureus.

Los tests están calibrados de manera que la aparición de color rosa en los primeros 30
segundos indica una cantidad de nitritos producida por 100.000 o más bacterias/ml de
orina. El resultado positivo de este test es una indicación fidedigna de bacteriuria. Los
resultados negativos, no obstante, son más dudosos, por varias razones: si la muestra no
es de primera hora de la mañana, es decir, si la orina no ha permanecido varias horas en
la vejiga hay probabilidades de que el resultado negativo pueda deberse a la falta de
tiempo para que se produzca la reacción de reducción de los nitratos a nitritos. Además,
algunos microorganismos patógenos urinarios no producen los enzimas necesarios para
producir esta reacción. Y en ciertas circunstancias, la transformación de nitratos en
nitritos continúa con la transformación de estos en nitrógeno, no detectado por el test.

21
4.2. ESTUDIO MICROSCÓPICO: ESTUDIO DEL SEDIMENTO URINARIO.

El estudio del “sedimento urinario” comprende la investigación, hallazgo e interpretación


de una serie de elementos o estructuras, del más variado origen y composición, que
aparecen suspendidas en la orina y que proporcionan ayuda para el diagnóstico y evolución
de las enfermedades renales y algunas extrarrenales.
El examen microscópico se hace con el sedimento obtenido por centrifugación de la orina.
El examen del sedimento urinario es más seguro cuando la orina está concentrada: si la
muestra está muy diluida, los elementos celulares se lisan, y la cantidad de sedimento
obtenida por centrifugación puede no ser representativa. La orina debe ser reciente, y
ser examinada sin retraso para evitar el deterioro celular. Al igual que para el urocultivo,
debe limpiarse cuidadosamente la zona para evitar que las células del meato uretral y la
secreción vaginal contaminen la muestra.
Un sedimento se prepara de la siguiente forma:
1. Mezclar bien la muestra de orina y transferir un volumen aproximadamente de
10 ml a un tubo de centrífuga cónico.
2. Centrifugar a 1500 rpm durante 5 minutos.
3. Decantar la muestra. Volver a suspender el sedimento en unas gotas de orina.
4. Colocar la gota de sedimento sobre un porta y taparla con un cubre. La gota no
ha de ser demasiado grande, debiendo evitarse la formación de burbujas.
5. Examinar la preparación antes de que se produzca evaporación.
6. Examinar en primer lugar un área grande con poco aumento. Luego reducir la
intensidad de luz al mínimo y examinar varios campos en busca de cilindros.
Finalmente, enfocar con mayor aumento (40x). Examinar varios campos.

El sedimento obtenido mediante centrifugación de la orina contiene todos aquellos


materiales insolubles (denominados también elementos formes o estructuras
organizadas) que se han acumulado en la orina durante el proceso de formación (células,
microorganismos y cilindros) y contiene también cristales de distintas formas y tamaños
dependiendo del pH de la orina, y generalmente (salvo excepciones) de poca importancia
clínica (estructuras no organizadas).
Muchos laboratorios utilizan la microscopía de contraste de fases para la interpretación
del sedimento urinario, en especial la observación de cilindros.

IDENTIFICACIÓN DE ELEMENTOS ESPECÍFICOS EN EL SEDIMENTO


Sedimento organizado

1. CÉLULAS

- Células hemáticas:
Hematíes
Leucocitos
- Células epiteliales endógenas:
o Células escamosas
o Células del epitelio de transición
o Células renales del epitelio columnar o cuboideo
o Células neoplásicas
- Otras células: prostáticas, vaginales, espermatozoides (contaminaciones).

22
2. MICROORGANISMOS

o Bacterias
o Levaduras
o Protozoos
o Parásitos
3. CILINDROS

o Hialinos
o Granulosos
o Epiteliales
o Eritrocitarios o hemáticos.
o Leucocitarios
o Bacterianos
o Céreos
o Cilindroides

Sedimento no organizado

1. CRISTALES

 pH ácido
Uratos amorfos
Ácido úrico
Oxalato cálcico mono y dihidratado
Cistina
Tirosina
Leucina
Colesterol

 pH alcalino
Fosfatos triples
Fosfatos amorfos
Carbonato cálcico
 Biurato amónico

Artefactos

Gotas de grasa, pelos, hilos, polvo, polen, burbujas, rayas en el porta, etc.

Las células presentes en la orina pueden proceder de cualquier sitio del tracto urinario,
es muy difícil distinguir con seguridad el lugar de procedencia.
Los cristales: En general no se encuentran en las orinas recién emitidas, pero aparecen
dejándola reposar cuando la orina está sobresaturada, o cuando las propiedades de
solubilidad están alteradas (por ejemplo, si alguna sustancia presenta una concentración
mayor de lo normal, el resto puede cristalizar). También en condiciones de variación de
pH, algunas sustancias pueden precipitar aun estando en concentraciones normales. Si los
precipitados se producen en el tracto urinario se forman los llamados cálculos. La
presencia de cristales no tiene importancia, a excepción de aquellos que reflejan
trastornos del metabolismo. El tipo de cristales formados depende en gran parte del pH,

23
pero para diferenciarlo se recurre también a la forma del cristal y a sus características
de solubilidad añadiendo una gota del reactivo correspondiente sobre el mismo
portaobjetos.
Los cilindros: Se forman en la luz de los túbulos renales por precipitación de la proteína
de Tamm-Horsfall. Esta proteína es exclusiva de este segmento urinario, se fabrica en
los túbulos renales, y forma la matriz de los cilindros. Estos reproducen el molde del
segmento donde se han formado. Pueden ser hialinos, o pueden tener incluidas toda una
serie de elementos que dan nombre a sus variedades (hemáticos, leucocitarios,
granulares, céreos...).

GLÓBULOS ROJOS

Aparecen en el sedimento como formas


circulares, carecen de núcleo y refractan un
poco la luz. Presenta aspecto de disco
transparente. Son de menor tamaño que los
leucocitos y las células epiteliales.
No debe considerarse patológica la aparición
de 2/3 hematíes por campo, en el estudio del
sedimento. Cuando la orina contiene un
número elevado de hematíes y aparezcan
además cilindros hemáticos hay que considerar que la hematuria es de origen renal.
GLÓBULOS BLANCOS

Son más grandes que los rojos. Contienen


uno o más núcleos. Su presencia en orina
indica generalmente inflamación. Son valores
normales en el hombre menos de 3/campo y
en la mujer menos de 5/campo. En la mayoría
de los trastornos renales o del tracto
urinario se produce un incremento de la
cifra de leucocitos en orina, que afecta
principalmente a los neutrófilos. También
puede observarse un aumento temporal en
caso de fiebre y después de un ejercicio
intenso. Si su presencia va acompañada de cilindros leucocitarios o que contengan
leucocitos y células epiteliales, la elevación de la cifra de leucocitos presentes en la
orina se considera de origen renal.

CÉLULAS EPITELIALES
Son varias veces más grandes que los glóbulos rojos o blancos. Según su origen tienen
diferentes formas, pero la identificación del origen de estas células puede ser en
ocasiones dificultoso. Cuando la distinción es posible, podemos encontrar:

Células epiteliales escamosas. Proceden de la porción distal del tracto urinario

24
inferior y del tracto genital femenino. Son las de
mayor tamaño. Se trata de células planas con un
gran citoplasma y núcleo simple. Son poco
significativas, a menos que su presencia sea muy
abundante.

Células de transición (pelvis renal). Su forma es redondeada u oval. En ocasiones


parecen tener una proyección en forma de cola
(células en raqueta) La orina normal puede
contener cierto número de estas células como
resultado del proceso normal de descamación.
Cuando aparecen en gran número indica la
existencia de un proceso patológico causante de
exfoliación anormal.

Células renales (pelvis y túbulos renales). Son células pequeñas y redondeadas.

La presencia de más de dos células epiteliales del


túbulo renal por campo de gran aumento indica un
daño activo o una lesión tubular renal.

MICROORGANISMOS
Bacterias. La orina normal fresca no contiene microorganismos. Debemos tener en
cuenta que si la orina no ha sido recogida en condiciones adecuadas puede tener
contaminación. Además si la orina permanece a temperatura ambiente durante algún
tiempo, las bacterias pueden proliferar rápidamente y se ven en gran número. Una orina
muy alcalina con muchas bacterias y muy pocos glóbulos blancos es característica de
muestras contaminadas.
La bacteriuria puede informarse como escasa, moderada o intensa. Generalmente en caso
de que aparezca debe realizarse un estudio microbiológico de la orina.
Levaduras. La más común en el sedimento es la Cándida albicans. Frecuentemente su
presencia en mujeres es consecuencia de una contaminación de la orina.
Parásitos. La presencia de parásitos en la orina suele indicar contaminación genital o
fecal. El flagelado Trichomonas Vaginalis es el parásito más común hallado en la orina. La
incidencia de este tipo de parasitismo es muy elevada en las mujeres y puede ser causa
de vaginitis.

25
BACTERIAS LEVADURAS TRICOMONAS

CILINDROS
Son conglomerados alargados de material proteico formados en los túbulos renales o en
los conductos colectores. La formación de cilindros es mayor cuando existe obstrucción
de la nefrona provocada por restos celulares o células.
Normalmente el sedimento urinario no contiene cilindros, aunque su detección no indica
forzosamente la existencia de una patología renal. Sin embargo, generalizando,
podríamos decir que la presencia numerosa de cilindros en un sedimento urinario es
indicativa de enfermedad renal.
El tamaño y la forma de los cilindros dependen del lugar en que se forman. Tipos:
Hialinos. Se trata de cilindros compuestos fundamentalmente de proteínas sin
inclusiones. Son pálidos y transparentes. Difíciles de visualizar. Su aparición en grandes
cantidades puede indicar una alteración importante del parénquima renal.
Epiteliales. Son más cortos que los hialinos y más fáciles de ver. Indican inflamación
aguda del riñón. Contiene dentro células epiteliales. En las unidades de trasplante, estos
cilindros son uno de los criterios más fiables para el diagnóstico de rechazo agudo a
partir del tercer día después de la intervención.
Granulosos. Pueden ser debidos a una evolución de los cilindros de células epiteliales en
los que ha existido una degeneración celular. Presentan un aspecto granular con
granulaciones más o menos finas (cilindros granulosos finos o gruesos). Su presencia
implica un trastorno crónico del riñón.
Eritrocitarios. Contienen glóbulos rojos en su interior. Tienen un aspecto muy variable.
Suelen ser indicativo de glomerulonefritis por causa diversa.
Leucocitarios. Se caracterizan por la aparición de leucocitos identificables en el interior
de la matriz proteica. Acompaña a las infecciones del tracto urinario. Su presencia exige
una investigación bacteriológica de la orina.
Céreos. Se caracterizan por un alto índice de refracción y una coloración amarillenta.
Su composición no es bien conocida. Se ven asociados a procesos crónicos.
Cilindroides o falsos cilindros: pueden agruparse dando formas semejantes a los
cilindros. Generalmente se distinguen de los cilindros verdaderos por sus contornos
variables e irregulares. No se conoce con exactitud su lugar de procedencia ni la causa
de su formación.

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CRISTALES

Uratos. Los uratos amorfos aparecen como granulaciones oscuras, dando al sedimento
una coloración rosada, amarillenta o anaranjada. Pueden
proceder de la alimentación aunque también aumentan en
estados febriles.

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Ácido úrico. Toma formas diferentes como pesa, prisma, roseta, placas irregulares.

No poseen significación clínica a


menos que se presenten en gran
cantidad en orinas recién emitidas.
Los cálculos de ácido úrico o de
uratos se encuentran en el 16% de
los pacientes con gota.

Fosfatos. Los cristales de fosfato triple (amónico, magnésico y cálcico) son incoloros y
presentan forma típica de ataúd. Se encuentran en orinas alcalinas. Los cristales de
fosfato cálcico son amorfos o tienen forma de prisma, roseta, aguja, etc.
Los fosfatos amorfos aparecen como granulaciones que confieren al sedimento una
coloración blanquecina. Pueden aparecer tras la ingestión de determinados alimentos
como la fruta.

Carbonato cálcico. Su forma característica es la de pesa, ocho, esfera. No tienen


interés clínico.

Oxalato cálcico. Suelen aparecer en forma de


octaedro y presentan un característico
cuadrado cruzado diagonalmente (se dice que
tienen forma de sobre).
Pueden producirse en caso de dietas ricas en
oxalato (tomates, repollo espárragos,
naranjas...) El oxalato cálcico, muchas veces
mezclado con sales de fosfato, está presente en
una gran parte de los cálculos urinarios.

Cistina. Son placas hexagonales. Su presencia es poco habitual y son indicativos de


cistinuria (error metabólico congénito poco frecuente).

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Colesterol. Aparecen como placas transparentes de forma irregular. Su presencia es
rara. Pueden aparecer en nefritis e infecciones graves del tracto urinario.

CISTINA COLESTEROL

Leucina y tirosina. Los cristales de estos dos aminoácidos suelen aparecer juntos en la
orina como consecuencia generalmente de graves enfermedades hepáticas. Aparecen en
hepatitis, cirrosis, leucemia y fiebres tifoideas. Suelen ser de color amarillento debido a
la presencia de bilirrubina (ictericia).

Los cristales de leucina tienen forma de esferas con estriaciones concéntricas. Los de
tirosina su forma es la de agujas muy finas y refringentes, apareciendo en grupos o
acúmulos.

Biurato de amonio. Los cristales de biurato de amonio, o simplemente de urato de


amonio, se encuentran en orinas alcalinas y neutras y ocasionalmente en orinas ácidas.
Los cristales de biurato de amonio, son cuerpos esféricos de color amarillo castaño con
espículas largas e irregulares. Se les denomina estramonios.

Constituyen una anormalidad sólo si se encuentran en orinas recién emitidas.

29
4.3.EXAMEN MICROBIOLÓGICO.

El urocultivo tiene como finalidad identificar los gérmenes que estén produciendo una
infección urinaria y el antibiograma permite conocer cuál es el antibiótico más efectivo
contra la bacteria causante de la infección.

La técnica más usada para la obtención de la muestra para urocultivo es la recogida de la


mitad de la micción. En este caso, la recogida la realiza el propio paciente. Si el paciente
está ingresado, encamado o imposibilitado, es el auxiliar de clínica quien recoge la
muestra. La muestra puede obtenerse a través del sondaje vesical: la muestra se recoge
a través del catéter, y nunca directamente de la bolsa (excepto para la detección de
micobacterias, caso en el que se aceptan este tipo de muestras). El catéter debe
limpiarse previamente con una gasa humedecida en alcohol o solución yodada, se deja
secar y se pincha directamente con la aguja, aspirando unos 3 a 5 ml de orina. El
transporte puede realizarse en la misma jeringa, o en un envase estéril al que se
trasvase la muestra. Se realizará lo antes posible, o se refrigerará.

La punción suprapúbica está indicada cuando hay evidencia clínica de infección con
recuentos bajos o nulos en neonatos y lactantes, o cuando hay resultados contradictorios
en distintas tomas previas obtenidas por micción espontánea. También es útil si se
sospecha infección por anaerobios. Esta técnica permite extraer la orina directamente
de la vejiga. Se realiza con la vejiga palpable (tiene que estar llena, por encima del pubis),
y con anestesia. Se utiliza una jeringa de 10 ml con aguja larga. El envío al laboratorio se
hará lo antes posible, y en la misma jeringa de extracción, con la aguja pinchada en un
tapón de goma estéril.

En caso de pacientes pediátricos se utilizan las bolsas pediátricas, que no deben estar
puestas más de 20 minutos. Una vez recogida la orina, la bolsa se despega
cuidadosamente y se unen los extremos adhesivos para que queden bien cerrados. La
bolsa puede entregarse al laboratorio dentro de un frasco estéril.

La orina puede utilizarse también para detectar hongos. Estos cultivos son muy largos,
unos 30 días, pero la recogida de muestra se realiza igual que para los urocultivos
corrientes.

Para el cultivo de mycobacterias, como el bacilo tuberculosis, se toman tres muestras de


orina durante 3 días consecutivos, para aumentar la posibilidad de que aparezca la
bacteria. Si esta aparece, no es posible la explicación por contaminación.

Aunque es poco frecuente, también se pueden realizar cultivos para detectar virus. La
orina se recoge en condiciones estériles, y se coloca inmediatamente en frío.
Para diagnosticar espiroquetas, como el Treponema palidum productor de la sífilis, no se
realizan urocultivos, sino que se estudia el sedimento, y por diagnóstico serológico se
buscan anticuerpos. La recogida de la muestra es semejante al resto, pero no se
refrigera, ya que el microorganismo es sensible al frío.

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En general, es preferible recoger las muestras para urocultivo antes de comenzar un
tratamiento con antibióticos. Si no es así, debe indicarse en el informe.
• El urocultivo se hace a partir de una muestra simple de orina.
• La muestra se siembra en un medio de cultivo selectivo donde comienzan a crecer
las bacterias.
• Se incuban generalmente a 37ºC durante 48 horas y se hace el recuento. Si han
crecido muchas colonias de bacterias se
informa como cultivo positivo y se informa
con exactitud qué tipo de microbio es el que
ha crecido ( se hacen pruebas bioquímicas
para identificarlo)
• Después se averigua cuál es el antibiótico
que puede eliminarlo. Para ello se hace un
antibiograma. Los antibióticos se impregnan
en discos de papel que se colocan sobre
placas de medio de cultivo en las que previamente se ha extendido la bacteria que
se considera. Tanto la cantidad de antibiótico como el número de bacterias
(inóculo) deben controlarse cuidadosamente. El antibiótico difunde por el agar
creando un gradiente de concentración decreciente según se aleja del disco. La
bacteria si resulta susceptible forma un halo de inhibición. Dicho halo es más
grande cuanto mayor es el grado de sensibilidad de la cepa al antimicrobiano.

Por esto los cultivos no son pruebas


inmediatas y se debe esperar unos días a
tener un resultado (a veces la infección es
tan evidente que las bacterias son visibles en
el simple examen del sedimento, con lo que el
cultivo es sólo para confirmación y
antibiograma).

4.4. EXAMEN CITOLÓGICO

Las muestras que se recogen para el laboratorio de citología sirven para estudiar las
alteraciones morfológicas y estructurales de los órganos y sus células. Se recoge la orina
(no tiene porqué ser la primera de la mañana), generalmente en muestras de tres días
consecutivos, y en la mitad de la micción. El análisis debe realizarse lo más rápido
posible, porque si no las células pueden lisarse o deformarse. Se recomienda al paciente
que beba agua y haga ejercicio, porque así se movilizan por arrastre las células.
El examen de la muestra lo realiza el especialista en anatomía patológica (patólogo), que
centrifuga la orina y mira al microscopio si las células descamadas y recogidas por la
orina tienen característica malignas. Si es así serán necesarios más estudios para saber
dónde está el tumor.

31
ANEXO: SEDIMENTO URINARIO

* Células y artefactos:

32
* Cilindros y microorganismos:

33
* Cristales de orinas ácidas y alcalinas:

34

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