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“El catedralazo se originó con la intención de reivindicar y exaltar la defensa de los derechos

humanos y en este caso particular, el derecho a la vida. el objetivo primario del movimiento
universitario que concluyo en el catedralazo fue lograr que el estado diera cuenta del paradero del
estudiante Hernando Benítez y así salvar y amparar su vida.

Asi la ya mencionada expreso de manera especial la ruptura de la sociedad civil con el recién
inaugurado (refrendado por la corte suprema de justicia) estatuto de seguridad en el gobierno de
julio cesar Turbay Ayala.En el momento de su desaparición, Hernando Benítez destacado como
líder estudiantil en la facultad de ingeniería de la Uptc. Al culminar la realización de una jornada
extra de tareas, ese domingo 22 de abril de 1979, en la penumbra de la tarde, a un poco más de
una cuadra de la plaza de bolívar, a la vuelta de la esquina del sitio en que fue ejecutada por
ahorcamiento doña Inés de Hinojosa, y en el momento de despedirse de su compañero Gabriel,
fue introducido por la fuerza a una camioneta de color amarillo, sus ojos vendados y después de
vueltas y revueltas es conducido por la vía a Bogotá a uno de los centros de reclusión y tortura que
al estilo de la DINA Chilena, había inaugurado la inteligencia militar en Colombia. Desde entonces,
Hernando Benítez fue considerado por sus compañeros y por la comunidad universitaria como un
nuevo desaparecido.”

Fuente: muralesymonumentosdelauptc

“Por la misma época, hace 30 años, Colombia vivía en el régimen del miedo, del Estatuto de
Seguridad (Decreto 1923 de Septiembre 6 de 1978) y del Estado de Sitio. Se produjo la primera
gran oleada de exiliados forzosos entre los que se destacó Gabriel García Márquez y de defensores
de derechos desaparecidos. Los estudiantes sabían que en cualquier madrugada, como en la
noche de los lápices, podría venir un silencioso allanamiento y quedar convertidos en presos
políticos. El miedo lo infundían los consejos de guerra en los que militares juzgaban a civiles y
llenaban las cárceles con presos de conciencia. El presidente Turbay decía en el exterior: “el único
preso político en Colombia soy yo”. Los grafitis anunciaban campos de tortura dirigidos por
militares y libertad para los detenidos y en la Universidad Nacional, que era el referente de
compromiso social y libertad, se iniciaba el desmonte del bienestar (residencias universitarias,
cafeterías y otros contenidos básicos del derecho a la educación).

En medio del miedo que no logro derrotar a la esperanza, y ante la amenaza de cierre inminente
por un déficit de 411 millones de pesos (aproximadamente 5 millones de dólares hoy), ocurrió lo
que se conoció como el Movimiento de las Malvinas o Movimiento 10 de Mayo, que llevó a
cientos de estudiantes a defender la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, que a
finales de los años 70 vivió dos movimientos: el de Economía que en 1977 produjo el
enfrentamiento de estudiantes y profesores divididos en dos grupos: Base y Deslinde, cuyo
resultado después de una toma prolongada de las instalaciones de la Facultad fue la separación
del cargo de la mayoría de profesores/as que enarbolaban ideas libertarias y en 1979 el
Catedralazo, que ocurrió cuando un numeroso grupo de estudiantes ocupó la Catedral de Tunja
(Plaza de Bolívar) exigiendo la libertad de un estudiante víctima de una presunta desaparición
forzada.

Las Malvinas upetecistas constituyeron un punto de llegada de los conflictos de la década de los
años 70 por libertades y representan quizá la más grande movilización de estudiantes que contó
con el apoyo de diversos sectores sociales en defensa de un modo de pensar la universidad como
patrimonio colectivo. Las Malvinas fueron resultado de múltiples y concurridas asambleas de
estudiantes en las Residencias Universitarias (Juan de Castellanos), en el Reloj (patio central), en el
Paraninfo y en algunos barrios de la ciudad. Se destacaban para la época las inigualables oratorias
de buen número de activistas estudiantiles, que completaban de manera comprometida su
formación universitaria en colectivos de trabajo, grupos de estudio, cafeterías, cine clubes, grupos
culturales, grupos de teatro, periódicos, revistas, colonias y grupos políticos.

El Campamento lugar de convergencia

Las Malvinas comenzaron con una imponente concentración en la Plaza de Bolívar de Tunja. El
Arzobispo Augusto Trujillo Arango (reconocido por su oratoria en el sermón de las 7 palabras de
Semana Santa retransmitido por todas las emisoras del país), dio la bendición a los marchistas, que
podían ser mas de 500 estudiantes, despedidos entre lágrimas y aplausos, porque se irían a
defender la universidad, el patrimonio colectivo mejor resguardado. En los edificios de la plaza y a
lo largo del camino ondeaban pañuelos blancos en señal de respaldo mientras en toda Boyacá se
oía un solo grito “La universidad es del pueblo y el pueblo la defiende”. El destino era llegar a la
capital (Bogotá), durante los próximos tres días. El primer día la marcha se detuvo al anochecer en
Ventaquemada (pequeña ciudad de 10.000 habitantes). Allí sus gentes y sus gobernantes
recibieron con banderas y pañuelos a los marchistas y dispusieron de los centros escolares para
acomodar a los estudiantes. Al otro día la marcha reinicio temprano pero fue detenida por una
gruesa línea de soldados apostados para la guerra en los límites de los departamentos de Boyacá y
Cundinamarca, a 30 Km de Tunja.

Los estudiantes instalaron carpas y la permanencia por varios días, dio lugar al Campamento las
Malvinas o Movimiento 10 de Mayo, como lugar de convergencia, de encuentro. Había
discusiones, lecturas en debate, elaboración de comunicados, distribución de tareas y en general
actividades de responsabilidad colectiva. A las Asambleas se llegaba después de múltiples
reuniones en las carpas por grupos de trabajo. En una de las Asambleas fue detenido un
informante armado (espía), que fue entregado a una comisión en ceremonia especial. Al cabo de
varios días, el gobierno ofreció girar a la universidad 211 millones de pesos de los 411 exigidos. Los
estudiantes levantaron el Campamento que recibió el apoyo permanente y voluntario de
profesores/as, pasajeros de buses, camioneros, campesinos de la vereda. Como acto simbólico el
campamento se levantó una vez finalizado un partido de futbol entre los soldados y los
estudiantes. El regreso al campus universitario fue triunfal, los estudiantes ovacionados.

En Asamblea General se presentaron los alcances y resultados de las Malvinas y se preparó la


agenda que diera continuidad al proceso organizativo. Se propuso avanzar hacia un Frente
Nacional Estudiantil. La Uptc conformó el Comité de Integración Estudiantil (CIE) del que
participaron estudiantes por facultades, por grupos culturales, por revistas, cine club, activistas y
delegados de grupos políticos, quienes se encargaron de preparar el Congreso Nacional
Estudiantil, que se realizó pocos meses después en el Teatro Fausto de Tunja, con participación de
no menos de mil estudiantes en representación de más de cincuenta organizaciones estudiantiles,
sociales, culturales y políticas del país, quienes en la declaración final convocaron a los estudiantes
a fortalecer sus compromisos con la transformación política y social de Colombia y a buscar salidas
de humanización a la guerra.
Interesado en la reorganización de la Escuela Normal de Varones de Tunja, porque habría de
formar los precursores de la educación nueva y la enseñanza activa en Boyacá, el Secretario de
Educación de Boyacá Rafael Bernal Jiménez, contrató los servicios del pedagogo alemán Julius
Sieber quien debía realizar una reforma a fondo del nivel educativo especialmente el normalista.
Era necesario y así lo planteó el doctor Sieber iniciar los primeros cursos de profundidad y
prácticas docente con los mejores egresados de la normal. Su meta: la formación de profesionales
en el magisterio de acuerdo con la enseñanza activa, la disciplina de confianza y el espíritu de
investigación y superación. En 1928 inició labores " el curso suplementario de especialización" el
cual fue legalizado mediante la ordenanza 38 de 1929 de la Asamblea de Boyacá, origen de la
primera Facultad de Educación que se organizó en Colombia.

Los alumnos para este curso suplementario se seleccionaban entre los mejores maestros
graduados en el año anterior que se hubieran distinguido por sus aptitudes y vocación para el
profesorado. No podía pasar de seis años en cada año de especialización quedando obligados con
el departamento a servir en el profesorado el mismo tiempo que hubiesen gozado de la beca. El
decreto No. 150 del 28 de marzo de 1931 reglamentó el pensum del curso de especialización
anexo a la Normal de Institutores de Tunja, planteando cuatro ramas de la especialización: la
naturalística matemática, la pedagogía, la agrícola y la filología histórico-geográfica con estudios
que durarían dos años. Se contrataron profesores de alto nivel científico de Alemania como el
doctor Joseph Rulf para la especialización de matemáticas. Por decreto No. 301 de 1933 la Escuela
Normal de Varones se convirtió en Facultad de Pedagogía y el 5 de julio de 1934, el presidente
boyacense Enrique Olaya Herrera, creó la Facultad de Ciencias de la Educación para hombres en la
ciudad de Tunja, como dependencia de la Escuela Normal de Institutores, con funcionamiento
como parte de la Universidad Nacional. Se reglamentó el título de Licenciado y de Doctor.
Mediante el decreto 1569 del 2 de agosto de 1934, el gobierno nacional fijó el plan de estudios
para las facultades oficiales, para la sección de Tunja, estableció en la Facultad de Ciencias de la
Educación las siguientes especialidades: Matemáticas y Física, Físico-Química, e Idiomas
Modernos, con duración de cuatro años. En 1935 la Facultad de Educación de Tunja fue trasladada
a Bogotá y funcionaba en una sola con las Facultades de Educación que por ese año existían en la
capital.

E l doctor Laureano Gómez, presidente de la república, por el decreto 1955 del 18 de septiembre
de 1951, dispuso que la normal superior con sede en Bogotá, se dividiera en dos ramas: La escuela
Normal Universitaria Femenina que quedó en Bogotá y la Escuela Normal Universitaria Masculina
que se trasladó a Tunja, rescatando nuevamente su institución universitaria los boyacenses.

El 10 de octubre de 1953 se expidió el decreto 2655 firmado por el Teniente General Gustavo
Rojas Pinilla, presidente dela República , mediante el cual se creó la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia con sede en Tunja. El primer rector fue el doctor Julius Sieber, la nueva
universidad contaba con las siguientes facultades: Facultad de Educación y Filosofía, Facultad de
Ciencias Económicas y sociales, Facultad de Filología e Idiomas, Facultad de Matemáticas y Física,
Facultad de Biología y Química.

Por esos años la Facultad de Matemáticas y Física tuvo una nómina de profesores de lujo: Santos
Alberto Pinzón su primer Decano, Joaquín Giraldo Santa, Juan N. Segura, Hernando Mesa Nuncira,
Alberto Jiménez Sánchez, Augusto Pérez Repiso, todos ellos de una hoja de vida intachable como
profesores, matemáticos y servidores públicos. La Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia le entregó al país sus primeros licenciados en Matemáticas y Física en el año de 1953 y
fueron: Miguel A. Guáqueta, Jairo Hurtado, Jesús Melo Gómez, Alberto José Moreno y Urbano
Rojas Castañeda.

Para ceñirse a la ley 73 de 1958, el Consejo Superior aprobó en enero de 1961 el acuerdo 001 por
el cual se estableció el nuevo Plan de estructuración de la Universidad Pedagógica y Tecnológica
de Colombia. La Facultad de Educación quedaba integrada por cinco departamentos de
especialización: Educación y Filosofía, Ciencias Sociales y Económicas, Matemáticas y Física,
Biología y Química, Filología e Idiomas. Cada especialización tiene una duración de ocho
semestres.

En 1967 el Consejo Superior Universitario, adoptó Planes de Estudio de la Facultad de Ciencias de


la Educación , entre ellos el plan de estudios de la Especialización de Matemáticas y Física:

Finalidad de la Especialización. Formación y preparación del profesorado de Matemáticas y Física


para la enseñanza media con una acentuada proyección hacia la universidad.

Razones de la Reforma. El incesante progreso de las ciencias Matemáticas y Físicas y su tendencia


unificadora impone un constante proceso de actualización de los planes y programas.

En atención a estas consideraciones se elaboró el plan de estudios, con vigencia desde el primer
semestre de 1965.

El acuerdo No. 1 de enero 27 de 1967, emanado del Consejo Superior, crea el Departamento de
Matemáticas y Estadística, como integrante de la unidad docente llamada División de Ciencias.

En 1968, para atender al acuerdo No. 002 de 1967, del Consejo superior, se incluyen algunas
asignaturas dentro de la especialización en Matemáticas y Física, los estudiantes deberán recibir
cuatro semestres de Humanidades, la carrera tiene una duración de ocho semestres y uno de ellos
será el llamado de Estudios Generales.

El acuerdo No. 21 de septiembre 30 de 1970 establece la especialización de Matemáticas y Física


dentro de la Sección Nocturna con el mismo carácter de Licenciatura.

Después de algunas reestructuraciones de carácter general, surgidas para cumplir con algunos
acuerdos del Consejo Superior, sale la Resolución No. 044 de l2 de febrero de 1984, la cual
resuelve fijar como objetivos, los siguientes:

Formar educadores en el Campo de la Matemática y la Física preparados científica y


pedagógicamente para el ejercicio de la docencia en los niveles de Educación Básica Secundaria
Media Vocacional.

Formar profesionales con los conocimientos necesarios y suficientes para la dirección, planeación,
supervisión y evaluación de los problemas del sector educativo de la Matemática y la Física del
país.

Fomentar en los futuros docentes del campo de la Matemática y la Física , el desarrollo de


habilidades y destrezas que les permitan realizar programas de investigación y extensión en los
campos de la Matemática y la Física , sobre problemas instruccionales y educativos.

Formar educadores en el campo de la Matemática y la Física preparados para asesorar y contribuir


en la capacitación, actualización y profesionalización del personal en servicio a nivel nacional.

La finalidad de esta reestructuración era dar cumplimiento a la resolución 2430 de diciembre 26


de 1984, emanada del Instituto Colombiano de Fomento de la Educación Superior (ICFES) y en la
cual se establecen los requisitos que debe cumplir la UPTC para poder solicitar la renovación de la
aprobación de algunos programas.

Finalmente como fruto de los procesos propios de la Licenciatura en Matemáticas y Física y para
cumplir con los lineamientos de la Ley 115 y el decreto 272 de febrero 11 de 1998, se realiza la
reforma a Licenciatura en Matemáticas, acorde con la resolución 030 de septiembre 24 de 1999

Hace 60 años fue expedido el Decreto 2655


de octubre 10 de 1953, sancionado por el

entonces Presidente de Colombia, Gustavo

Rojas Pinilla, contando con la firme de

sus Ministros, convirtiendo la Escuela

Normal Universitaria en Universidad

Pedagógica de Colombia (UPC) y

designando como rector al ilustre

pedagogo alemán Julius Sieber.

Para aquella época, octubre de

1953, compartiendo instalaciones

locativas con la Escuela Normal de Varones

de Tunja (creada en 1872), capital del departamento

de Boyacá.

De la extinguida, vía Decreto del Ejecutivo Nacional,

Escuela Normal Superior de Colombia, fueron

trasladadas a Tunja las cinco Facultades formadoras

de Licenciados en las áreas de Biología y Química,

Matemáticas y Física, Humanidades, Ciencias Sociales

y Económicas e Idiomas, secciones masculinas con

destino a Tunja y las respectivas secciones femeninas

con su orden para mantenerse funcionando en Bogotá,

año 1951, siendo ministro de Educación Nacional, el

boyacense Rafael Azula Barrera.

Siete años después de su funcionamiento continuo

como Universidad Pedagógica de Colombia, a la

formación pedagógica se sumó la primera fase de la

formación tecnológica en enero de 1960, actuando

como rector el Antropólogo Eliécer Silva Celis, con la

creación de la Facultad de Agronomía, para funcionar


inicialmente en la ciudad de Paipa (instalaciones de la

Casona El Salitre), y luego en 1961 trasladada a Tunja.

En este mismo año, 1961, siendo rector Rafael Azula

Barrera, a instancias del Consejo Superior Universitario

de la UPC, fue ordenada una reestructuración

académico-administrativa dando lugar a la creación de

un Instituto Tecnológico (integrado por tres Facultades),

de una Facultad de Ciencias de la Educación constituida

por cinco Departamentos y la Facultad de Agronomía.

La creación del Instituto Tecnológico (enero 4 de 1961)

se basó en la oferta educativa de tres Programas

Académicos Profesionales de Pregrado en Ingeniería

de Minas, Ingeniería Metalúrgica e Ingeniería de

Transporte.

Durante 1961 y 1962 la Universidad pública oficial de

Boyacá, representada en la Universidad Pedagógica

de Colombia – UPC- ubicada en Tunja, ofreció la

formación de Licenciados en su Facultad de Educación

(cinco Departamentos especializados), Agrónomos en

su naciente Facultad de Agronomía e Ingenieros en su

Instituto Tecnológico.

Por Ley de la República de Colombia expedida en

diciembre de 1962, se ordenó el cambio de razón

social de la Universidad Pedagógica de Colombia para

responder a la razón social de Universidad Pedagógica

y Tecnológica de Colombia –UPTC- a partir del

primero de enero de 1963; Universidad Pedagógica y

Tecnológica de Colombia con base en una estructura

académico-administrativa reflejada en tres Facultades:


Educación, Agronomía e Ingeniería. Esta última

Facultad ofreciendo estudios para las secciones de

Ingeniería Metalúrgica e Ingeniería de Transporte. Por

recomendación de carácter externa, proveniente de la

Universidad Nacional de Colombia, fue cancelada la

oferta académica de Ingeniería de Minas.

Con base en la consideración de varios investigadores,

la actual Universidad Pedagógica y Tecnológica de

Colombia tiene sus raíces en la Universidad de Boyacá,

Institución Pública del orden nacional, creada en mayo

de 1827 por el General Francisco de Paula Santander,

como un reconocimiento al departamento de Boyacá.

Entre 1971 y 1972 siendo rector el abogado Armando

Suescún Monroy, la Universidad Pedagógica de

Colombia se proyectó a la región mediante la creación

de las Seccionales de la Universidad para funcionar

en Chiquinquirá (Provincia de Occidente), Duitama

(Provincia de Tundama) y Sogamoso (Provincia de

Sugamuxi).

Así, el 4 de febrero de 1972, mediante un acto

administrativo representado en una Resolución Rectoral,

contando con las firmas del Secretario Académico y del

Secretario Administrativo de las UPTC, fue establecido

el Programa Académico de Ingeniería de Minas (renació

como el ave fénix) y simultáneamente fue creada la

Seccional Sogamoso de la Universidad, quedando

en manos de un Director de Ingeniería de Minas el

manejo de la Seccional con la figura de un Director

Administrativo, que hasta 1974 recayó en la misma


persona, quien cumplía responsabilidades académicas

y administrativas en forma simultánea haciendo parte

del Consejo de Facultad de Ingeniería, con sede en la

ciudad de Tunja.

Entre 1974 y 1979, fueron creados los Programas

Académicos de Contaduría Pública, Ingeniería

Industrial e Ingeniería Geológica. En enero de 1987, por

orden del Consejo Superior Universitario de la UPTC,

fueron creadas las Decanaturas para las Seccionales

de la UPTC en las ciudades de Chiquinquirá, Duitama

y Sogamoso, situación que se mantiene a la fecha.

Con cerca de 65 Programas Académicos de Pregrado

y 25.000 estudiantes, junto con Especializaciones,

Maestrías y Doctorados, la UPTC le cumple a la

sociedad.

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