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PROFESORA: MARIA ROSA NAYA

UNIDAD 1

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INTRODUCCION A LA FILOSOFIA

Introducción:
“solo sabrán ustedes que es la ¨Filosofía, cuando sean realmente filósofos. (…) filosofía es lo
que vamos a hacer juntos” García Morente
La primera cuestión de la filosofía es la misma filosofía de allí la
imposibilidad de definirla antes de entrar de lleno en su estudio. El gran problema
es que carece de un concepto univoco de lo que ella es. Pero esta dificultad no debe
constituir en absoluto un obstáculo infranqueable. Mas bien debería
presentársenos como un estímulo.
En torno a esta vieja pregunta, que suscita nuevas respuestas cada vez que
es formulada, lo mejor que se puede hacer con ella es filosofía. Al intentar dar
respuesta a esta pregunta haremos indefectiblemente, filosofía.
La filosofía es un pensamiento que se vuelve sobre si mismo, que se repliega
sobre si. Por eso se convierte también en su propio problema.
Parece que hubiera caído en un círculo vicioso. Toda filosofía se define ella
misma con su realización: que es en cada caso filosofía hay que intentarlo, hay que
ponerlo en práctica. Y así, sobre la base de los propios intentos, podremos lego
percibir que es lo que en el mundo nos hace frente como filosofía
Entonces ¿Qué es filosofía? Es algo más que una pregunta que requiere una
respuesta. Es, al igual que una puerta, el símbolo más puro de lo ambiguo, ya que
puede significar tanto un límite una salida o una entrada. “preguntar es un
camino, dice Heidegger, que ha de ser transitado por quien preguntas,
preguntando.
En este sentido, el saber filosófico, al no ser un saber clausurado, permitirá
preguntar, ya no desde la ficción del que pregunta sospechando la existencia de
respuestas establecidas y aceptadas, sino desde la autenticidad. Esto vuelve a la

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pregunta no solo autentica, sino también dramáticamente necesaria y
comprometida.
La filosofía suele ser caracterizada como el constante preguntar ¿Por qué? O
como una práctica del mero razonar, pero su particularidad esencial no está
exclusivamente en su proceder racional, argumentativo, sino en una actitud, en
una disposición. Ella implicaría colocarse en una
actitud crítica respecto de ese mundo con el que hasta ahora se han relacionado
cotidianamente y aceptado tal cual se les presentaba.
La actitud crítica genera momentos decisivos que requieren nuevas
respuestas, nuevas maneras de mirar, nuevas maneras de actuar, porque va de la
mano de la libertad, con la necesidad de cuestionar, de preguntar por los
fundamentos, por los intereses, por la búsqueda de poder que hay detrás de los
actos humanos, por la necesidad de desmitificar, develar y por qué no de-
construir, para luego construir.
Hacer filosofía es ensayar el hábito del extrañamiento de lo obvio, de la
pregunta debeladora de lo que no se ve a simple vista, de la incomodidad frente a
lo aceptado como normal. Hacer filosofía dignifica poner los pies fuera del plato,
andar por las márgenes de lo establecido.
Definición:
Real : Es el saber científico que, por medio de la luz natural de la razón, estudia
todas las cosas, desde sus primeros principios o causas ultimas.
Etimológica : Del griego antiguo φιλοσοφία: φιλοσ ( filos ) «amigo», σοφία (sofía)
«sabiduría», amigo de la sabiduría.
Semántica : Traducida al latín philosophĭa)[ ]es el estudio de una variedad de
problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento,
la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.[] Al abordar estos problemas,
la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión.
Pone su énfasis en los argumentos racionales por sobre los argumentos de
autoridad,[] y de la ciencia porque generalmente realiza sus investigaciones de una
manera no empírica sea mediante el análisis conceptual , la especulación u otros
métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.
Se atribuye a Pitágoras (496-580 a. C.) la precisión del término filósofo
cuando León, rey de los Fliacos, preguntó a Pitágoras cuál era su profesión, este
contexto que no era sabio (sofos) sino simplemente un filósofo (amante a la
sabiduría, aspirante a ella).

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El que es sabio, no filosofa. Lo mismo sucede con los ignorantes; ninguno
de ellos filosofa, ni desea hacerse sabio, porque la ignorancia produce el pésimo
efecto de persuadir a los que no son sabios, de que lo son, porque ninguno desea
las cosas de que se cree provisto.

El filósofo pues, no es ignorante, porque busca la sabiduría, la ama, la


desea, tiene afán de saber, nunca está satisfecho con lo que sabe, dirá con Sócrates:
"Solo sé que no se nada". Filosofar es reconocer, la propia ignorancia, la indigencia,
y aspirar constantemente a la sabiduría, a la riqueza. El móvil del filosofar tiene
que ser el amor, un amor fuerte, constante, siempre ávido. No se trata de un
quehacer meramente intelectual, sino que compromete a toda la persona.

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El ocio y la vida intelectual - Josef Piepper

Cuando el mundo del trabajo absorbe y destruye al mundo del ocio, pareciera no quedar espacio

para la filosofía, para contemplar el universo e interrogarse sobre él. Aparecen entonces los seudofilósofos,

como la seudopoesía, o la seudoreligión.

JOSEF PIEPER piensa que filosofar no es una cuestión previa a la filosofía, sino eminentemente

filosófica. La esencia de la filosofía y del filosofar es algo sobre la esencia del hombre, ya que es un

territorio central de la filosofía misma. No se puede obtener la respuesta como si tuviésemos en las manos

un elemento material. Filosofar es la forma más pura de la teoría y del espíritu, de la mirada

puramente receptiva de la realidad en donde la forma de las cosas sea lo único que da la medida y que el

alma sea exclusivamente lo que es medido por ellas.

Puede decirse, que filosofar es un acto en el que trasciende el mundo del trabajo; definiendo a este

como el mundo del día de labor, mundo de la utilización, resultado o producto, de las necesidades y del

rendimiento, del hambre y su satisfacción. Su único objetivo es la utilidad común, como sinónimo de acción

útil. El mundo del trabajo se apodera cada vez más de la existencia humana en su totalidad, siendo

más excluyente y totalitaria.

Si él afirma que filosofar significa trascender el mundo de trabajo y que es esencial al acto

filosófico no pertenecer a ese mundo de utilidades, sino ser inconmensurable con él. La filosofía reviste

entonces el carácter de lo extraño, del mero lujo intelectual, intolerable e injustificable, mientras más

excluyentemente se mete al hombre en las exigencias del mundo del trabajo. Estos fenómenos se presentan

en la vida actual en todo el mundo.

El acto filosófico no es la única forma de dar este “paso más allá”. Podemos trascender este mundo

con otras formas de expresión como la verdadera creación literaria, la poesía, la pintura, la contemplación

artística, la oración, entendidas como artes no disponibles para fines materiales concretos.

Actividades:

- BUSCAR DATOS BIOGRAFICOS DEL AUTOR.


- EXTRAER LA DEFINICION DE FILOSOFIA QUE PLANTEA EL AUTOR

Ciencia y Filosofía

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Debemos destacar a la filosofía concebida como un cumulo de
conocimientos que progresa y mejora. La filosofía no es una ciencia, porque la
ciencia, posee un saber descriptivo, definitorio y clasificatorio que intenta una
especie de inventario de la realidad, para poder mediante la explicación y la
predicción, conocer y controlar la naturaleza y los procesos sociales.
En cambio, la filosofía tiene como función el cuestionamiento critico de la
realidad, convirtiéndola en problema, suprimiendo así el trato ordinario para con
ella. Por eso, es necesario señalar la falta de clausura en los problemas filosóficos,
el carácter provisional de los contenidos filosóficos y también dejar en claro que lo
constante debe ser la búsqueda de sentido y la generación de interrogantes.
Hay un espacio indefinido donde ciencia y filosofía se confunde, en
cuestiones donde la ciencia se pregunta sobre sus objeto de estudio, pero de una
manera esencial. Es cierto que las Ciencia Naturales plantean problemas tales como
¿cuál es el origen del hombre? ¿Qué es el tiempo? ¿Qué es el espacio? Pero a los
científicos no les corresponde responder a estos interrogantes en cuanto filósofos.
Porque son cuestiones que no tienen una respuesta definitiva. En el filósofo la
inquietud traducida en pregunta es mucho más importante que la respuesta.
El tiempo como problema no es exclusividad de la filosofía y de la ciencia,
sino que es pensado desde la literatura, el cine y la historieta.
La ciencia tiene una pretensión de progreso, es decir que no el paso del
tiempo intenta construir teorías más exactas, más abarcadora, que explicar mejor
que sus predecesoras los hechos del mundo.
El saber de la filosofía se debe a la cultura que le dio origen, para la cual en
definitiva fue creada. Hoy podemos utilizar el pensamiento de los griegos del siglo
V a. C., para interpretar hecho actuales. Pero, cuando leemos a los antiguos lo
hacemos desde nuestro presente, re – significando sus contenidos y poniéndolos al
servicio de nuestros cuestionamientos. Así, el pensamiento filosófico es original en
todo momento, es una tarea que debe llevar a cabo uno por sí mismo.

Ideología y Filosofía
Supongamos por un momento que hay algo llamado conocimiento
cotidiano, que se va acumulando sin que nos propongamos deliberada o
conscientemente adquirirlo, que es el resultado de nuestra experiencia diaria. Se
trata, entonces, de un saber que proviene de nuestro contacto corriente con las
cosas y con las personas, un producto de lo transmitido por el medio y por los
medios. Es también un conocimiento socialmente establecido que forma parte de
una comunidad, el que se tiene por el solo hecho de pertenecer a ella. También esta
atravesado por factores emocionales, extra – teóricos que por lo general impiden

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representarse las cosas tales como son, por ejemplo, los prejuicios raciales o
sexuales. A esto lo llamamos Ideología.
Ideología o concepciones globales de la realidad, es una concepción del
mundo que puede tener su origen en una determinada fe religiosa, o en una opción
política o económica, por siempre es una manera de comprender el mundo. La
ideología, configura una visión de la vida, una concepción del hombre y dota de
sentido a las acciones humanas.
La ideología o concepción del mundo pueden, muchas veces, dar respuestas
más o menos dogmáticas que deben ser aceptadas por provenir de alguna
autoridad. Desde el punto de vista filosófico, las mismas preguntas reciben
repuestas críticas, es decir respuestas fundamentadas racionalmente que puedan
ser objeto de discusión y de análisis.
Podríamos decir entonces, que la ideología intenta ser una respuesta sobre
la realidad que pretende instalarse, que tienen respuesta sobre la realidad que
pretende instalarse, que tiene intenciones de homogeneizarse, que se publicita a si
misma como la interpretación acertada e inmejorable del hombre y del mundo.
El modo de ser de la filosofía es distinto, la pregunta de la filosofía es
movilizadora, desmitificadora, critica, deconstructiva. También está referida a
cuestiones valorativas, de sentido, de comprensión, pero no quieren instalarse
como únicas, vienen a cuestionar las intenciones ultimas de los dogmas.
La ideología es el resultado de una elaboración desde una determinada
perspectiva, unilateralmente. No hay arbitro posible que pueda mediar entre
ideología y que sea reconocido como tal por la partes en disputa.
Lo característico del pensamiento filosófico es sostener una doctrina o un
dogmas o una teoría. Pero, como contrapartida, ofrece razones que, si bien no
prueban su respuesta, permiten la discusión y la crítica. En este sentido, la filosofía
se acerca a la ciencia y se muestra reacia o tiene poca simpatía por aquellos que
dicen saber peros son incapaces de argumentar racionalmente. A través de las
respuestas fundamentadas es que la filosofía trata de superar la unilateralidad y la
parcialidad propia de la ideología.
También hay una zona de grises entre la filosofía y la ideología, y no solo
por la existencia de cuestiones comunes: algunos filósofos pueden llegar a afirmar
sus doctrinas de un modo por demás dogmático, con ciego fanatismo ideológico.
En general cuando se pasa a u ismo, la filosofía se transforma en ideología.
Los orígenes de la Filosofía

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Mucho se ha dicho sobre los motivos que originan en el hombre la
necesidad de hacer filosofía. Las opiniones son variadas y cada una tan valiosa
como otra.
El ASOMBRO, cumple un papel fundamental en nuestro acceso a la
filosofía. Hace filosofía aquel que posee la capacidad de asombrarse. Muchas
preguntas nacen del asombro porque filosofar es como vivir maravillado, pero no
ante el hecho extraño e inédito sino básicamente ante lo cotidiano.
Un poco como los niños, el filósofo es el que sigue asombrándose de las
pequeñas cosas, que investiga aquello que todos consideran lo más conocidos:
asombrarse es ya sospechar un problema en aquello que se conoce.
El hecho de que haya mundo cuando bien pudo no haber nada es, sin duda,
la cuestión más movilizadora para el hombre. Se trata del asombro ante la vida
diaria, ante la existencia. Esto lleva al hombre a la búsqueda de respuesta.
La pregunta de Leibniz, ¿Por qué hay algo en vez de nada?, representa el
hecho de asombrarse de que haya algo frente a la existencia, frente al a vida, a
pesar de que aceptar es mucho más simple y probable.
A través de la filosofía volvemos a hacer el mundo algo misteriosos, algo
sobre lo que vale la pena reflexionar, algo sobre lo que vale la pena hacernos
preguntas como si fuera la primera vez que lo vemos. Se trata de volver a ser niños
asombrados, curiosos e incomodos ante la respuesta facilista.
Las SITUACIONES LIMITES, son consideradas como motivo de reflexión.
En tanto seres humanos, estamos siempre viviendo en una situación de tiempo,
espacio y circunstancias. Las situaciones cambian, se suceden, pero hay ciertas
situaciones en la vida que son, por su esencia, permanentes e idénticas para todos
los hombre: la muerte, el miedo, el dolor, la culpa, el azar etc. A estos momentos
Jaspers lo llama situaciones límites, que no se pueden evitar. Son suprimibles,
inmodificables en la vida humana, no se las puede cambiar y estas situaciones le
enseñan al hombre sus límites.
La auténtica filosofía que surge de la conciencia de las situaciones límites
provoca en el nombre el impulso de pensar sobre si mismo, su vida, su relación
con su cuerpo, con los otros y con el mundo.
El sentido común no se equivoca cuando dice de un hombre que sabe tomar
las cosas con filosofía cuando en medio de las peores de las desgracias, mantiene la
capacidad de comprensión y asume los duros golpes del destino. Ser filosofo es
saber juzgar bien las cosas. “basta juzgar bien, para obrar bien”
La MUERTE, es otro motivo que impulsa al hombre a hacer Filosofía. El
hombre es el único ser que tiene la representación de la muerte. Tomar plena
conciencia de este hecho, tiene carácter doloroso a la existencia humana, pues
sabemos que ha de parar irremisiblemente en la muerte.

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Quizá, si la vida no tuviera dolores ni tuviera termino, el hombre no habría
filosofado ni se hubiera preguntado por qué la vida es así como es.
La impotencia, era para Epíteto el origen de filosofía. El origen del pensar
está en la toma de conciencia de la propia impotencia e incapacidad respeto del
control de nuestra vida.
El hombre debe aprender a distinguir entre las cosas que no dependen de él,
como ciertos aspectos de su cuerpo, la reputación, los bienes, la pobreza, para
dedicarse a tender únicamente aquello que, si dependen de él, como la sabiduría,
la virtud, etc.
Debe ser indiferente respecto de aquello que no está en su poder, y debe ser capaz
de discernir la diferencia. Debe buscar las causas por las que se producen los
conflictos, condenar las opiniones simples y desconfiar de ellas.
La ANGUSTIA es para muchos, lo que nos mueve a pensar. La angustia no
debe confundirse con el miedo ni con otros estados anímicos parecidos. La
angustia no de esto o de aquello, es un peculiar temple de ánimo mediante el cual
se nos manifiesta la nada. La angustia es siempre angustia de nada. La nada de la
que venimos, la nada hacia la que vamos, el pensar que podríamos no haber sido
nunca, es decir que podríamos haber sido nada. La angustia es como un miedo sin
objeto, un estado de zozobra sin que podamos decir ante qué.

Problemas Fundamentales y Disciplinas Filosóficas.


Los problemas no se presentan aisladamente a la consideración del
pensador sino, que están íntimamente conectados. Se reafirma así una íntima
unidad del pensamiento filosófico.
Problema del Ser
Expresa la curiosidad por saber las condiciones en las que se dan loseres del
universo, su origen, su finalidad, el modo de ser y de existir. Las disciplinas que se
ocupan de este problema son:
La Metafísica, la Ontología, la Teoría del Conocimiento o Epistemología, etc.
Problema del Valor
Se formulan pregunta entorno a las valoraciones, a las virtudes que
proyectamos sobre los objetos, los actos y las personas. Se ocupan: La Ética, la
Estética, la Filosofía de las Religiones, la Filosofía del Derecho, al Axiología, etc.
Problema del Conocimiento
Se trata de establecer la posibilidad y los modos en que acontece el
conocimiento de los objetos del mundo y de los otros. Se ocupan: la Lógica, la
Gnoseología, la Teoría del Conocimiento o Epistemología, etc.

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En cuanto a la clasificación no hay unanimidad en cuanto a la división y
determinación de las disciplinas filosóficas. Y más allá de los posibles
cuestionamientos, una clasificación paradigmática (por su notable permanencia) es
la que diseño Chistian Wiolf en el siglo XVIII

El nacimiento de la Filosofía
La filosofía comienza en la Grecia Antigua, en el Asia Menor, alrededor del
siglo VII a.C. allí se establecieron los Jonios. Uno de los primeros pueblos de habla
griega. La situación económica en los siglos VII y VI era muy prospera agrícola y
comercialmente. Esta circunstancia, sumada al fluido contacto con la floreciente
civilización babilónica y con Egipto, permitió a estas colonias un gran desarrollo
cultural.
Se fundaron grandes ciudades entre las cuales Éfeso y Mileto eran las más
celebres, en el siglo VI a.C. confluyeron condiciones óptimas para el desarrollo
cultural en las artes, la literatura y en esa especial forma de pensamiento que se dio
en llamar filosofía.
La especulaciones de los primeros filósofos se inician en torno de la
búsqueda de respuesta orientadas a comprender la naturaleza. Es el asombro frete
a la generación y corrupción de los organismos vivos, los cambios cíclicos, la
regularidad el movimiento de los astros, lo que los estimula a elaborar
interpretaciones de esa realidad contemplada. Tratan de dar respuesta a la
pregunta por el origen, el fundamento, el arjes de todo lo que es real.

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La pregunta no era nueva, cada cultura la había respondido con un mito que
renovaba el origen del universo y de los hombres. La diferencia es que estos
pensadores respondieron a la misma pregunta desde una posición nueva: no
decían que hablaban por inspiración de las musas o los dioses, sino que su
respuesta era producto de sus propias conclusiones. Además, su discurso no
apelaba a ser un relato transmitido desde tiempos inmemoriales condiciones que
jamás falta en los relatos míticos. Esta nueva actitud frente al conocimiento se vio
también reflejada en la necesidad de una nueva forma literaria de expresión. La
prosa remplazo al verso.
Por ocuparse del problema de los cambios de las cosas de la naturaleza
(movimiento de las estrellas, los cambios de las estaciones, la generación y
corrupción de los entes naturales etc.) son llamados fisiólogos, en el sentido de
filósofos preocupados por la physis. Así denominaron a aquellos que determinan
el nacimiento el desarrollo y el parecer de todas las cosas. el termino physis lo
traducíamos de manera insuficiente por naturaleza, también en el sentido del
constante brotar y nacer.
Estos filósofos se interesaban por saber cuál era el principio que,
permaneciendo a través del constante cambio, fuese el origen del nacer y del morir,
del desarrollo y la renovación de toda las cosas brotan, el arjes u origen, fuerza
divina de la naturaleza.
La filosofía estaba entonces en sus inicio, faltaba aun crear las palabras y
pulir los conceptos que expresaran los nuevos pensamientos. Ni los contenidos
míticos no las alegorías antropológicas provenientes de las cosmogonías, que
precedieran a la filosofía, desaparecieron inmediatamente. Con la filosofía
comenzó a crearse paulatinamente el nuevo lenguaje de un nueva saber.
Ellos son:
Presocráticos. (Jónicos – Itálicos – últimos presocráticos)

 Actividad:
a. Investigar quienes eran, principio del origen, según cada uno de ellos.
b. Realizar un cuadro comparativo donde figure: autor, principio
fundamental, explicar brevemente su teoría.

LOS SOFISTAS Y SUS PRINCIPALES DOCTRINAS

¿Quiénes fueron los Sofistas?:

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Sofista es el nombre dado en la Grecia clásica, de aquel que hacía profesión de
enseñar la sabiduría.

• Los Sofistas fueron un grupo de pensadores griegos, creadores del arte retórico,
el cual surge de la relación entre el habla y el mundo.
• Los Sofistas nos enseñaron que el mundo es una representación, es decir el
estrecho vínculo entre el mundo y el lenguaje.
• El que tiene la palabra, tiene el poder.
• Los sofistas cobraban por enseñar la sabiduría que
habían adquirido, algo que no era bien visto en la época.

Los sofistas recibieron juicios altamente negativos, por parte de Sócrates y


de Platón, quienes al parecer los despreciaban principalmente por atribuirles un
desmedido afán de lucro. Sin embargo, no puede perderse de vista que, si obtenían
éxito en su medio, de alguna forma quienes aceptaban pagar por sus servicios
habrían de encontrarlos valederos.

Al parecer, en su medio y época tuvieron su prestigio; al extremo de que se


dice que cuando la ciudad de Atenas resolvió fundar una colonia en la península
italiana, en Turos, encargó a Protágoras que redactara su constitución.

Un breve resumen de todo lo anterior podría ser que los sofistas defendían
la no existía una verdad absoluta, sino que según se convenciesen las masas de lo
que se les contaba podía ser considerado como una verdad social o no. Además de
que trabajaban con la retórica, la cual puede ayudar a desarrollar una capacidad
intelectual avanzada. Sobre todo, si se empieza a utilizar desde la niñez.
PRINCIPALES SOFISTAS.
PROTÁGORAS:

Fue uno de los pioneros sofistas, vivió entre los años 480 y 411 A.C, pasó a la
posteridad por la frase que se le adjudica y que condensaría la doctrina sofistica:

“El hombre es la medida de todas las cosas; de las que son en tanto que son,
y de las que no son, en tanto que no son.”

Se dice que para Protágoras ninguna cosa tiene entidad propia y es por ello
que solamente adquieren las que el hombre les otorga. Pone el ejemplo de la
enfermedad que puede ser mala para el enfermo y buena para el médico que la
trata.

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GEORGIAS:
Filósofo del período antropológico de la Filosofía griega 485 a.C. - 380 a. C
Recogió la temática de la filosofía eleática concluyendo que nada existe. Se
encuentran en una obra que se le atribuye, Sobre la Naturaleza o el No Ser (título
que alude a la postura de la escuela eleática -por la cual se ve influido, pero a la
que ataca- ya que el filósofo Meliso de Samos había escrito la obra Sobre la
naturaleza o el Ser), tres célebres tesis:

 Nada existe.
 Si algo existiera, no podría ser conocido por el hombre.
 Si algo existente pudiese ser conocido, sería imposible expresarlo con el
lenguaje a otro hombre.

CUALIDADES DE LOS SOFISTAS.


La Retórica.
Propiamente dicha, trata del arte de la persuasión, a través de la palabra.
La Oratoria.
El arte de la elocuencia

La Dialéctica.
El arte de refutar y discutir.

- La retórica, la oratoria y la dialéctica sofistas se servían de la antilogía


(confrontación de dos argumentos dentro de una discusión) y la erística (conjunto
de artificios argumentativos cuya finalidad era imponerse al oponente en la
discusión).
- Mediante estas tres los sofistas pretendían brindar una preparación que formara
discípulos capaces de destacar en la vida pública.

Para los Sofistas.


• El hombre es el centro de todo: el hombre constituye el universo. Con la sofistica el
hombre se convierte en la problemática fundamental.

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• Utilizan técnicas como Escepticismo y empirismo: el mundo no se puede conocer
porque es relativo.
• Religioso: agnosticismo.
• Educación: la virtud se aprende.
• Hay un vínculo estrecho entre retórica y política (democracia).
SOCRATES
Podemos ubicar el nacimiento de Sócrates alrededor del año 470 a.C., en
Atenas. Vivió el mejor período cultural en Atenas. Esta es la época conocida como
siglo de Pericles. O la edad de oro ateniense. En ella se embellece la ciudad gracias
al arte de escultores y arquitectos, se facilita el acceso de pueblo a las
representaciones teatrales de los poetas trágicos, (Esquilo, Sófocles, Eurípides) y los
cómicos, (Aristófanes), y se amplía la participación de los ciudadano en las
Asambleas publicas mediante pagos de indemnizaciones, para que no solo
participen de los holgados recursos económicos.
En realidad, Sócrates no escribió ninguna obra. Probablemente se lo vería
por las calles y plazas de Atenas conversando con los jóvenes acerca de la vida
política de los ciudadanos atenienses.
El método Socrático
La forma elegida por Sócrates par la enseñanza era el dialogo, privilegiando
la función de preguntar más que la de contestar los interrogantes que se
planteaban. Las respuestas dadas por el maestro podrían correr el riesgo de cerrar
la discusión, provocar la ilusión de que se había alcanzado la verdad o que se sabía
todo. Prefería en cambio, provocar la reflexión del discípulo para que por sí mismo
descubriera la verdad.
Estos conocimientos se organizaban a partir de las preguntas del maestro.
Esto no tenis como función transmitir un saber sino, más bien, provocar su
búsqueda.
A este método lo llamo MAYEUTICA. Consistía en interrogar acerca de un
problema que supuestamente el oyente dominaba por ser su ocupación y oficio
(por ejemplo, preguntar al militar por el valor, o al juez por la justicia, etc.) a través
de preguntas hábilmente formuladas llevaba al interlocutor a una contradicción
con lo que había afirmado en el punto de partida. El sujeto en cuestión se mostraba
incapaz de expresar clara y conceptualmente aquello en lo que se le había
interrogado. Sócrates utilizaba la ironía para desenmascarar ese supuesto saber, y
así darle la ocasión a su interlocutor de reconocer su ignorancia. Este es el
momento de la refutación, verdadera catarsis (liberación) intelectual, en la que el
otro descubre que no sabe lo que creía saber. Lo que se le aparecía como obvio o ya

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sabido era un saber que poseía, pero sobre el cual no había reflexionado. De aquí la
afirmación socrática. “solo sé que no se nada”, verdadero principio de la
SABIDURIA. Alcanzado este momento, el dialogo es conducido por el
interrogador desde los casos concretos, creencias y opiniones hasta el concepto
universal.
De hecho, fue acusado y condenado a muerte en el 399 a.C., bajo el cargo de
enseñarles a los jóvenes a no respetar las leyes y los dioses de la ciudad. La
Apología de Sócrates, escrita por Platón es un hermoso testimonio de la actitud de
Sócrates ante la vida y la muerte.
Ejemplo:
Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y empezó a hablar de esta
manera:
“¡Maestro! Quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con
malevolencia…”
Sócrates lo interrumpió diciendo:
- “¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de los Tres Filtros lo que me vas a decir?
- “¿Los Tres Filtros…?”
- “Sí” – replicó Sócrates. -“El primer filtro es la VERDAD. ¿Ya examinaste
cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?”
- “No… lo oí decir a unos vecinos…”
- “Pero al menos lo habrás hecho pasar por el segundo Filtro, que es la BONDAD:
¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?”
- “No, en realidad no… al contrario…”
- “¡Ah!” – interrumpió Sócrates. - “Entonces vamos a la último Filtro. ¿Es
NECESARIO que me cuentes eso?”
– “Para ser sincero, no…. Necesario no es.”
– “Entonces -sonrió el sabio- Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario…
sepultémoslo en el olvido…”
¿Tienes algo que decir a otra persona? Recuerda pasarlo por la VERDAD, la
BONDAD y la NECESIDAD antes de decirlo.

Actividades

 Leer la Apología de Sócrates. www.filosofia.org/cla/pla/img/azf01043.pdf


Y luego realizar el siguiente trabajo practico. Se presentará según lo
estipulado en el programa vigente.

 ¿En relación con los escritos de Platón, la Apología de Sócrates pertenece al período de?
 Vejez
 Madurez
 Juventud
 ¿En la Apología, Sócrates comienza realizando?

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 Una recusación de sus acusadores
 Un saludo a los Atenienses
 Un saludo a los jueces

 ¿En la Apología, Sócrates, frente al movimiento Sofista, muestra?
 Rechazo
 Aceptación
 Complacencia
 ¿En los juicios celebrados en la Atenas de la época de Sócrates, el acusado debía?
 Pagarse un abogado
 Hacer su propia defensa
 Solicitar un abogado de oficio
 Los acusadores oficiales de Sócrates, fueron:
 Antístenes, Aristipo, Zenón
 Protágoras, Aristófanes, Crátilo
 Anitos, Meletos y Licón
 ¿En relación con el problema de la relación entre naturaleza (physis) y ley (nomos), los Sofistas
afirmaban que eran dos realidades qué?
 No estaban en contraposición
 Pertenecían a lo suprasensible
 Estaban en contraposición
 Por su parte, Sócrates mantenía que entre physis y nomos, …
 Existe contraposición
 No existe contraposición
 No pertenecen al ámbito de lo sensible
 ¿La profesión de Meletos, uno de los acusadores oficiales de Sócrates, era la de?
 Demagógo
 Poeta
 Artesano
 ¿La especialidad del Sofista Paródicos de Ceos, nombrado por Sócrates en la Apología, era la de usar
argumentos en los que predomina?
 La inducción
 La sinonimia
 La deducción
 ¿En la Apología, Sócrates afirma que una de las razones que explicarían el que se encuentre en el
banquillo de los acusados es su concepción diferente de?
 Los valores estéticos tradicionales
 Los valores mitológicos tradicionales
 Los valores éticos tradicionales
 Sócrates cuenta que su amigo Querefonte realizó una consulta sobre él a:
 Oráculo de Delos
 La Panateneas
 Oráculo de Delfos
 La respuesta dada a la consulta de Querefonte fue la de que: Sócrates era el hombre más sabio del
mundo. Sócrates, extrañado, se propone resolver este aparente enigma, interrogando a:
 Regentes-Guerreros-Artesanos
 Políticos-Poetas-Artesanos
 Mitólogos-Políticos-Trágicos
 Sócrates compara la investigación realizada en su interrogatorio anterior con?
 El mito de Sísifo
 Ulises en Troya
 Los trabajos de Heracles

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 ¿Los poetas, que tanto defraudaron a Sócrates en su investigación por creerse ser los más sabios de
los hombres, componían ditirambos en honor del dios?
 Dioniso
 Apolo
 Zeus
 Sócrates parece que comenzó e ejercer una gran influencia entre la juventud ateniense después de su
vuelta en la participación de la batalla de?
 Potidea
 Arguinusas
 Delión
 ¿La primera parte de la Apología la dedica Sócrates a refutar a?
 Acusadores oficiales
 Su mala imagen
 Los Jueces
 ¿En la 2ª parte de la Apología, Sócrates realiza, en relación con su defensa, una?
 Respuesta logográfica
 Respuesta razonada
 Respuesta antilógica
 En relación con su defensa, Sócrates interrogará dialécticamente a:
 Meletos
 Anitos
 Licón
 Una de las acusaciones oficiales en contra de Sócrates es la de:
 Impiedad
 Sodomía
 Ateísmo
 Sócrates cita en multitud de ocasiones, en la Apología, a su daimon personal. ¿Tal daimon es
identificable con?
 Demonio
 Conciencia
 Divinidad
 Otra de las acusaciones oficiales en contra de Sócrates era la de:
 Desertar en batalla Potidea
 Corromper a los jovenes
 Apropiarse indebidamente fondos del Estado
 En la época del Juicio en contra de Sócrates los atenienses estaban frustrados por:
 Desarrollo guerras Peloponeso
 Muerte de Pericles
 Disolución de la democracia
 En la Apología, Sócrates defiende ante los atenienses que su verdadera misión consistía en realizar:
 Un proyecto divino
 Un proyecto de la teoría de las ideas
 Una explicación del pensamiento tradicional
 En la Apología, Sócrates señala que es absurdo temer a la muerte debido a qué:
 Cuando somos la muerte no existe
 Cuando la muerte es no existimos
 Ignoramos lo que sucede después muerte
 ¿De la lectura de la Apología, y en relación lo que nos sucede después de la muerte, parece deducirse
que Sócrates?
 Creía firmemente en la inmortalidad
 Negaba firmemente la inmortalidad
 Dudada de la inmortalidad

17
 ¿El guardián del mundo subterráneo, lugar a donde eran conducidas las almas de los muertos, era
hijo de Crono y se llamaba?
 Hades
 Averno
 Persófone
 Sócrates, después de aclarar a los atenienses porque no teme a la muerte, les dice que prefiere ésta
antes que abandonar?
 Su patria
 Su labor filosófica
 Su familia
 ¿La labor filosófica, de la que Sócrates nos habla en la Apología, tenía su base en?
 Sinonimia palabras
 Comentario textos
 Conversación
 Mediante su labor filosófica, Sócrates pensaba que podía engrandecer el espíritu de los atenienses
aumentando su areté. En Sócrates, la arteté (virtud) tenía una dimensión;
 Suprasensible-Apolítica
 Interna-política
 Externa-política
 ¿Todas las referencias anteriores, acerca de la labor filosófica de Sócrates y la Areté, producen en los
atenienses que asistían al juicio?
 Indiferencia
 Comprensión
 Rechazo
 Sócrates produce escándalo entre los asistentes a su juicio, cuando afirma que, al hacer su defensa,
no se está defendiendo a sí mismo sino a los propios atenienses para que no?
 Cometan un error al absolverle
 Cometan un error al despreciarle
 Cometan un error al condenarle
 Sócrates afirma antes los atenienses que asisten a su Juicio que su labor filosófica representa para la
Polis?
 Un nuevo tipo de constitución
 Una regeneración de la aristocracia
 Un dón divino
 La contrapropuesta realizada por Sócrates, ante la petición de condena a muerte, consistió en
solicitar del tribunal:
 Un mes de prisión
 Ser mantenido por el Estado
 Ser sometido a Ostracismo
 ¿Enterado de su condena a muerte, Sócrates finaliza su defensa realizando una despedida de?
 Jueces y miembros de la Once
 Acusadores y amigos
 Únicamente de sus amigos
 Sócrates se despide de sus amigos y seguidores realizando una breve pero profunda reflexión sobre
la muerte. ¿Según él, la muerte es?
 Paso del ser al no-ser
 Tránsito al mundo de las ideas
 Cambio de morada
 ¿Según Sócrates, la muerte no es un mal sino un salto hacia algo mejor que permitiría?
 Reunión de los hombres de bien
 Contemplar la faz del dios
 Contemplar mundo ideas
 Sócrates es condenado a muerte mediante?

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 Degollamiento
 Lapidación
 Cicuta

Filosofía Helenística

La transformación política y cultural que aparejo el Imperio de Alejandro


Magno (356 – 322 a.C.) significo el fin de las polis como centro de la vida del
pueblo griego, así como también la extensión de la cultura griega a los distintos
pueblos conquistados antes considerados barbaros. Atenas fue perdiendo su brillo
frente al jardín, famosa por su cuantiosa biblioteca, reservorio del saber de la
humanidad para los siglos venideros. A este periodo se lo denomino época
helenista.

Epicureísmo.
Surgió en Atenas hacia fines del siglo IV a.C. a diferencia de la Academia
platónica y del liceo aristotélica, Epicúreo (341 – 270 a. C.), fundo el Jardín, en las
afueras de Atenas, lejos de la vida ciudadana donde había surgido la filosofía. La
filosofía para él se divide en lógica, física y ética, o filosofía práctica. Es pobre el
planteo de cuestiones de tipo metafísico y religioso.
Para Epicúreo el bien consiste en el placer como ausencia de dolor corporal
ausencia de inquietud en el alma. No se trata del placer como disfrute
descontrolado de los sentidos, ya que quienes así interpretan la doctrina no la
comprenden, porque la vida disipada no conduce a la felicidad.
Se trata más bien de centrar el deseo en lo que es necesario para la vida y
prescindir de todo lo que es superfluo ya que ello genera inquietud. El hombre
aspira a la felicidad y esta consiste en la ausencia de perturbación. Para esto no
necesita la vida institucional, ni de la riqueza, ni de títulos de nobleza, pues todo
esto genera dependencia, inquietud por mantener lo que se tiene y, por
consiguiente, infelicidad. Lograr la autarquía es para el hombre su mayor felicidad.
Leamos un texto de Epicúreo que cita Hegel en las “lecciones sobre historia de la
filosofía”

Por tanto, cuando hacemos del placer el fin del hombre, no nos referimos a los placeres
orgiásticos, como a veces se entiende falsamente, sino a un estado en que el hombre no sufre
padecimientos físicos no n nada que inquiete su espíritu. Y esta vida dichosa solo nos la procura
la serena razón, que investiga las causas de toda elección y de toda repulsa y se encarga de
eliminar las opiniones que mas convierten al alma en prisionera de la inquietud. Es preferible
ser desgraciado con arreglo a la razón que feliz en contra de ella, pues vale más que el hombre
enjuicie certeramente sus actos a quesea favorecido con la suerte. Reflexiona acerca de esto de
día y de noche y no dejes que nada te prive de la paz del alma, para que vivías como un dios
entre los hombres, pues el hombre obre así nada tendrá de común con los mortales que viven
entregados a los bienes muertos. El principio y el bien mas grande de ese hombre es la
racionalidad, que es, por tanto, algo mas excelente que la filosofía, de ella nace todas las demás
virtudes.
El Estoicismo

19
A fines del siglo IV, unos años después de la fundación del Jardín, surgió en
Atenas la escuela estoica, fundada por Zenón de Cito, ciudad de la isla de Chipre.
Desarrollaron problemas de física, de lógica, pero sobre todo de filosofía práctica,
ya que para estas escuelas:

 La filosofía estaba considerada entonces como una cuestión propia de la vida, y de la


vida en su totalidad, no era una enseñanza que se podía cursar rápidamente, para
pasar enseguida, corriendo a otra materia.”
Para los estoicos el placer no es el fin de la vida del hombre sino a lo sumo
una consecuencia. Vivir para el hombre es apropianse de su ser y de todo lo que
sea adecuado para conservarlo. El hombre es un ser racional y vivir acorde con
esta, su naturaleza, consiste en vivir con mesura conciliándose con la razón. Al
respecto dice Hegel:
 “todo lo que en el hombre hay de naturaleza instintiva debe ser modelado por la
razón. Ella es la gran escultora, la que convierte en una obra de arte lo que en el
animal es puro instinto. Por eso para los estoicos, vivir conforme a la naturaleza
significa vivir de un modo racional.”
La naturaleza racional del hombre lo conduce a la virtud. Vivir conforme a
la naturaleza racional es para el hombre la virtud. Este es el bien supremo, el fin
último de los actos humanos y la fuente de la felicidad para el individuo. El placer
puede añadirse o no a la vida del hombre virtuoso. El hombre virtuosos se repliega
sobre sí mismo, se identifica con su razón y por ello es indiferente al placer, al
dolor, a los reclamos de sus tendencias y sus pasiones. Aunque este hombre
padezca desgracias y sufrimientos se mantendrá inconmovible ante ellos. Por eso
solo el hombre virtuosos es sabio, y solo el sabio es verdaderamente libre. Dice
Zenón: “el sabio vive libre, aunque se halle cargado de cadenas, pues obra por sí mismo, sin
dejarse ganar nunca por el miedo ni la apetencia.”
Los Escépticos
El escepticismo fue una escuela de la filosofía helenística y también una
actitud filosófica que se extendió a lo largo de la Historia. El primer filósofo
escéptico fue Pirrón. Otro importante filósofo escéptico fue Sexto Empírico.
Las principales características del escepticismo son:

 No hay posibilidad de conocimiento verdadero. Nada hay verdadero ni


falso, así que hay que estar tranquilos no tomando partido entre estas opciones. La
realidad de las cosas no podemos conocerla. Según los escépticos, deberíamos
abstenernos de juzgar algo como verdadero para no perder la tranquilidad. Según
ellos, así llegamos a la paz del alma.

 No hay nada que sea, en sí mismo, bueno o malo. Los hombres calificamos
las acciones de "buenas" o "malas", pero en sí mismas son indiferentes, ni una

20
cosa ni otra. Lo más razonable sería que no hiciéramos este tipo de juicios.
Solamente podemos emitir opiniones. Hay una diferencia entre decir que "algo
es..." y decir "me parece que es...". Por esto, a Pirrón, que no dejó nada escrito se
atribuye la frase: "La diversidad de opinión existe entre sabios igual que entre
ignorantes. Cualquier opinión que yo tenga puede ser repudiada por personas
igual de listas y preparadas que yo, y con argumentos tan válidos como los
míos".

Pirron

Pirron nació en Elis, en Peloponeso, en el 360 A.C. y murió en el 270 A.C. Se


distinguió por su sencillez y austeridad. No escribió nada; hacia el año 330 A.C.
"años antes de la fundación del Liceo, abrió la escuela en Elism fue muy estimado
por sus conciudadanos que lo hicieron gran sacerdote de la ciudad".

Pensamiento: "Enseñó que la razón humana no puede penetrar hasta la


esencia íntima de las cosas. Lo único que podemos conocer es la manera como las
cosas aparecen ante nosotros." Por lo tanto, de nada podemos estar ciertos, y el
sabio debe abstenerse de juzgar.
La preocupación de Pirrón no era la del mundo físico, era la virtud y la
felicidad, como también la crítica dialéctica de las opiniones contrarias. La doctrina
de Pirrón se puede reducir a lo siguiente: "No hay nada bueno sino la virtud, ni
malo, sino el vicio. La felicidad consiste en la paz y la tranquilidad del alma, todo
lo demás es indiferente".

Sexto Empírico

Nació en Grecia en el año 200 D. C., vivió en Alejandría y Roma. Es uno de


los principales representantes del escepticismo antiguo, además fue médico. Se
conocen las opiniones de los escépticos por medio de resúmenes, explicaciones
argumentadas por Sexto en sus obras, las cuales constituyen una de las fuentes
capitales para el conocimiento antiguo. "Algunos historiadores consideran a Sexto
como un compilador poco sistemático".
Pensamiento: Es con Sexto Empírico que se da la última etapa del escepticismo
antiguo en la forma de empirismo que desarrolla la lógica fenomenológica. "Así
nace una ciencia positivista, ni Hume ni Comte han inventado nada realmente".
Sexto sostiene que debemos suspender el juicio porque tanto la afirmación
como la negación son igualmente persuasivas. No hay criterio de verdad, las
demostraciones son relativas, la causa es incapaz de explicar los hechos. La única
actitud racional es la abstención de todo juicio, sólo así se logra la libertad del
espíritu, pues no se sujeta a ninguna escuela o dogma.
La Filosofía en la Edad Media

San Agustín y su filosofía se convierten al cristianismo

21
En el transcurso de los años, pasa del maniqueísmo al escepticismo y luego,
tras la influencia e impresión que causaron los discursos del sacerdote de Milán,
llamado Ambrosio, comienza a acercarse a la fe cristiana. Sin embargo, su
conversión al cristianismo sucede en el año 386.

San Agustín decide mudarse ese mismo año a una población cerca a Milán,
la cual llevaba el nombre de Casiciaco. En donde decide ser acompañado por
amigos, su madre e hijo. Es allí donde comienza a escribir una serie de cartas a las
que se les llama epístolas, en donde su principal objetivo es enviar mensajes entre
un emisor y un receptor.

En el año 387, se bautiza ante la iglesia y desde ese punto decide ejercer un
cambio en su vida. De pronto, pasa de ser un pagano y busca purificar su alma por
medio de la fe, el amor a la palabra y los rezos. Ese mismo año, hace una promesa
de castidad. Es así cómo cambian San Agustín y su filosofía

Características de la filosofía de San Agustín

 Para la época había dos concepciones por las cuales se podía percibir la
filosofía. La primera se inclinaba a objetividad a la filosofía como una
enemiga para la fe. La segunda -y la apoyada por San Agustín- establecía
que la misma podía ser una herramienta útil para defender al cristianismo.
Es por esto que se puede afirmar que no hay una brecha entre la razón y la
fe bajo las creencias de este santo, sino que, son cuestiones que van de la
mano y se confabulan para beneficio de todos.
 Dentro del discurso de San Agustín y su filosofía hay una gran inclinación
hacia la Interiorización, la cual, explica que la purificación del alma es la
única forma de alcanzar la felicidad. Además, aquí se menciona que solo
mediante esta práctica se puede llegar a la certeza. Un hombre no podía
saber la verdad ni alcanzar la felicidad plena a menos que fuese un hombre
de fe.
 San Agustín y su filosofía postran a Dios como el principal dador de amor
en el universo. Dios no solo es la verdad aspirada, sino que además es la
meta final para la vida del ser humano. Todo empieza y termina en Dios.
 Considera que la creación y el universo son creados por Dios. Habla, incluso
de cómo la evolución sucede según las manos de Dios.
 Su filosofía a pesar de estar fuertemente influida por el cristianismo también
toma aspectos del Platonismo y el Estoicismo y los adapta al modelo de vida
de la fe.
 Es San Agustín un filósofo de la historia porque su legado y su
pensamiento aún son fenómenos de estudio que han perdurado tras el paso
de tiempo.

En el siguiente video, un resumen de lo que San Agustín y su filosofía en


contraste con la de Santo Tomás de Aquino. Es importante tomar de referencia a

22
ambos personajes puesto que tienen un legado que trasciende entre las épocas.
Además, resulta más simple al momento de tener a ambas personalidades poder
comprender el punto de vista de cada uno por individual.

https://www.youtube.com/watch?v=aKoITgFYNM4 (Educatina, San Agustin de


Hipona y Santo Tomas.

Teoría de San Agustín de Hipona

La teoría de la iluminación de San Agustín y su filosofía estipula que no se


puede tener la veracidad y la claridad de las cosas a menos que estén iluminadas
por el sol, es decir, que no se puede tener el conocimiento absoluto a menos que
mediante la interiorización Dios nos diga la verdad. Solo mediante la charla con
Dios puede llegarse a la certeza.

A lo largo de la vida de San Agustín podemos darnos cuenta que estaba


altamente influenciada por distintos pensadores. Así que los conocimientos eran
un área importante en la vida de este.

La fe, por otro lado, rechazaba fuertemente a la razón. San Agustín y su


filosofía al instaurar “La Teoría del Conocimiento” las une y propone romper con
los esquemas establecidos sobre lo que era considerado correcto.

Aportes de San Agustín de Hipona

Debido a la filosofía y estudios de San Agustín se establecieron una serie de


teoría nuevas que resultaron convertirse en aportes futuros para el crecimiento de
las sociedades. Entre ellas:

 Teoría del tiempo: San Agustín y su filosofía explican dentro de su libro


Confesiones que el tiempo es una concepción creada por el ser humano. Con
esta idea se comienza a considerar una posibilidad que no exista pasado,
presente o futuro. Dicho aporte, es considerado pionero en el área, pues no
es hasta que Isaac Newton retoma la teoría que se conoce más sobre el tema.
 Aprendizaje del lenguaje: Aquí relaciona la importancia de posicionar a la
fe y la razón en una misma balanza. No debe existir una sin la otra, sin
embargo, la fe es más importante y necesita de la razón para tener validez.
Colocar a una sin la otra sería un error, ya que son totalmente dependientes
una de la otra. San Agustín pensaba que solo con la fe podía llegarse a la
razón.
 Se refuta el escepticismo: Muchos escépticos rechazaron las teorías de San
Agustín. Sin embargo,

23
en varios de sus libros responde a dichas acusaciones dando razones
científicas para desvalorizarlo.

 Dios es el único conocedor de la verdad: Con la Teoría del Conocimiento


da a conocer esta nueva versión del llegar a la certeza.
 Define a la maldad como ausencia de humanidad: Cualquier individuo
que no fuese bondadoso, piadoso y gentil era malo porque carecía de la
iluminación sagrada.
 Con la sabiduría se alcanza la felicidad: Retoma sus las creencias de Platón
y define al conocimiento como un estado al que se llega mediante Dios con
el que podemos conocer la felicidad plena y absoluta.
 Aporte de San Agustín para la psicología mediante sus obras más
reconocidas. Implementa conceptos como la introspección o análisis interno.

San Agustín de Hipona y La Existencia de Dios

La relación entre San Agustín y Dios fue compleja en su momento. Pues tras
haber sido un pagano renegaba su existencia. No es hasta el año 383 que decide
convertirse al cristianismo tras la fuerte impresión que causaron una serie de
discursos realizados por el sacerdote Ambrosio.

Tras ese suceso, San Agustín comienza a interesarse más y más en Dios y su
existencia. Con ello, formula una serie de “pruebas” y “teorías” en las que basó
gran parte de su vida.

San Agustín decía que Dios no solo era la razón de la existencia, sino que,
además, era el fin y el propósito al que todos los seres humanos debían llegar.

Además, propone la teoría de que solo mediante Dios y su intervención


divina podía llegarse a la certeza y felicidad plena. Aquí explica que Dios les daría
las herramientas a todos los seres vivos para obtener la felicidad y ser personas
sabias a través de la fe.

Según la ideología de San Agustín, Dios es amor. Y solo ese amor puede
transfigurar a las personas, es decir, ocasionar un cambio trascendental en su
existencia.

San Agustín de Hipona: Fe y Razón

Para la época era inimaginable colocar a ambas en un mismo paquete. Pues


según los religiosos la razón y la filosofía eran el principal enemigo de la iglesia.
Con la presencia y conocimientos de San Agustín se implementa la teoría de que la
razón y la fe deben ir de la mano como un equipo, estableció que la religión
necesitaba estar acompañada de la razón para tener mayor validez y credibilidad.

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Además, lejos de renegarla, invitaba a ser sabios mediante la intervención
de Dios y la sabiduría que este proporcionaba. A esta teoría se le coloca el nombre
de “Teoría del Conocimiento”

San Agustín de Hipona y La Filosofía Medieval

Durante la época medieval había una gran disputa entre ambas corrientes.
La religión para aquel entonces era la encargada de la educación, así que al
momento de ver llegar la filosofía griega hubo una gran polémica. Distintos
historiadores, escritores y personas de influencia tomaron distintas vertientes;
había quien les apoyaba y había quienes no.

San Agustín pertenecía al grupo que pensaba que se podía hacer una
síntesis que pudiese incluir a ambas vertientes. La misma estipulaba que mediante
la razón la cristiandad podría tener una mayor credibilidad, así que mediante toda
su obra busca hacer una estabilización de poderes que permita que ambas
ideologías se junten para hacer un todo que incluyera características de ambas
formas de pensar.

San Agustín de Hipona: “La muerte no es el Final”

En el escrito de San Agustín y su filosofía Titulado “La Muerte No Es el


Final” se explica sobre cómo la muerte sirve de transición para otro camino. Sujeta
que no por el hecho de que el cuerpo no esté materializado hay ausencia de vida,
sino que simplemente es una comunicación que no se puede dar mediante actos
físicos.

Asegura que hay un más allá para todos nosotros, un lugar en el que Dios es
el que rige de maneras hermosas la vida de todos. Esa promesa hecha por Dios en
donde nos alejaremos de todo el mal que contiene el “Mundo de los paganos”

San Agustín de Hipona en su pensamiento

El pensamiento de San Agustín y su filosofía hay presencia de fuertes


influencias en la filosofía griega. Incluso, personajes como Platón y Aristóteles
forman parte de sus creencias. San Agustín pensaba que solo mediante la
interiorización se podía hacer de un mundo mejor.

Además, era un hombre que tras haberse convertido al cristianismo


rechazaba los estilos de vida que se regían bajo el mando del pecado. Tras su
experiencia, sabía de primera mano cómo funcionaba el mundo de las adicciones y
placeres, por lo que hace acto de confesión en su obra más famosa: Confesiones.

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San Agustín y su filosofía también promueven las relaciones balanceadas
entre lo dictado por la razón y la fe, cuestión que defiende a capa y espada hasta el
fin de sus días.

San Agustín de Hipona y la política

Dentro de la colección de libros titulados “Ciudad de Dios” San Agustín y


su filosofía hacen crítica y menciona sus posturas con lo referente a la política.
Según su forma de ver el mundo hay tres manera de concebir al estado:

 Pesimista: La política no es digna de Dios. Así como describe en el


transcurso de su obra antes mencionada, los estados no son más que la voz
del pecado en el mundo. Solo Dios puede tener una postura tan influyente
para el humano.
 Optimista: Esta concepción ve al estado como parte de un ente que colabora
en sociedad para el beneficio de todos.
 Intermedia: Establece que la política y la religión tienen mucho que ver,
pero que sin embargo le existencia de una no aplacaba los errores de la otra.
Los problemas del estado solo eran considerados una distracción del pecado
original.

San Agustín de Hipona y la psicología

San Agustín da a conocer el método de la introspección, que es el hábito de


hablar con el alma y conseguir mediante la plática interna la respuesta a nuestros
problemas. Pese a que en el discurso de San Agustín esta teoría tenía un trasfondo
más religioso, es la que da impulso a posicionar a la introspección como una base
del pensamiento y la psicología humana.

Santo Tomas de Aquino

Tomás de Aquino sigue en las líneas fundamentales el pensamiento de


Aristóteles. Las personas están constituidas por una unidad de alma y cuerpo, en
la que la primera es la forma-esencia (creada por Dios) y el segundo el elemento
material.
Pero como filósofo y teólogo cristiano necesita modificar esta teoría para dar
cabida a la inmortalidad del alma y a la posibilidad de que esta exista
temporalmente de forma independiente mientras el cuerpo muere, hasta la
resurrección de los cuerpos. Por ello afirma que el alma es también una sustancia
que por tanto puede existir sin el cuerpo. Pero su destino definitivo es completarse
con él

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y existir unidos.
El alma, como en Aristóteles, es única y en ella residen las tres funciones:
vegetativa, sensitiva y racional. La racionalidad es el rasgo definitorio de la vida
humana y por ello debe ser el criterio de la vida para alcanzar la felicidad y la
dignidad humana. El comportamiento humano (ética y moral): entendimiento,
voluntad y libertad. Dimensión social de la vida humana.

La Ética de Santo Tomás


Tomás de Aquino, de acuerdo con las líneas generales de su pensamiento
sobre el ser humano, el mundo y Dios, intenta conjugar los planteamientos
filosóficos propios y de Aristóteles, con sus creencias religiosas y el contenido de la
teología cristiana, para dar una visión de cómo debe ser la vida humana para
alcanzar el bien y llevar una vida virtuosa.
La concepción tomista de la vida buena se enmarca dentro de su visión
general sobre el gobierno de Dios sobre el mundo y el lugar que en relación a ellos
ocupa el ser humano:

 Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre
para todos los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales es la
ley natural, que dirige el funcionamiento de los seres, las plantas, los
animales y el ser humano (único capaz de conocerla a través de la razón).
 Contenidos de la ley natural: conservación, reproducción, y vida racional y
social.
 Los humanos crean leyes para organizar su vida terrenal, son las leyes
positivas o humanas que para ser justas deben ajustarse a la ley natural
racional.
 Siguiendo a Aristóteles da una importancia fundamental a las virtudes
entendidas como hábitos adquiridos, modos de actuar encaminados a obrar
bien (evitando el mal), dirigidos por la razón y la inteligencia, buscando un
justo medio y evitando los extremos.
 Como Aristóteles, diferencia entre virtudes intelectuales y morales. A
diferencia de aquel a las morales les llama cardinales y se fija
fundamentalmente en la prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Sigue
considerando a la justicia como virtud clave, por la repercusión que tiene en
las demás personas.
 Santo Tomás considera que en todo ser humano está la disposición y la
capacidad de conocer y entender los principios morales con los que debe
dirigir su conducta para obrar bien y realizar acciones buenas. El ser
humano es capaz de conocer la ley natural con la que debe guiar su vida,
tiene conciencia moral (sindéresis).

Contexto histórico
La época. El siglo XIII. La Escolástica (Influencia del pensamiento platónico
y aristotélico). El Gótico. La catedral. Las Universidades. Las monarquías

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medievales Las ciudades. París. Santo Tomás: vida y obras (teólogo y filósofo) Una
vida dedicada al estudio y la enseñanza.
Santo Tomás como pensador cristiano y teólogo considera que Dios es el Bien
Supremo, por ello la ética y la vida humana tienen como referencia última a Dios,
que es el mayor Bien, por encima de los bienes particulares de este mundo (es
conveniente recordar la cuarta vía). El hombre puede encaminar su vida hacia la
virtud y hacia Dios, obrando bien; pero también puede obrar mal (desde un punto
de vista moral) porque tiene libertad o libre albedrío. (término: libertad) El
conocimiento:

Filosofía y Teología

Autonomía y colaboración. La filosofía “al servicio” de la teología. No hay


doble verdad. Para comprender el pensamiento de Tomás de Aquino es necesario
detenernos en un problema relacionado con el conocimiento que la Escolástica
medieval cristiana se estaba planteando en esos momentos, el conocimiento a
través de la fe, y el conocimiento obtenido por medio de la razón, sus
características y sus relaciones.
Existe un modo de conocer natural, racional, basado en la lógica y en
métodos propios de la razón. Este es el territorio de la filosofía racional. Existe otro
modo de acceder a la verdad que consiste en la aceptación o asentamiento
voluntario, por medio de la fe, a unos principios dados por la revelación divina,
sobre los que el hombre puede pensar y especular. Cada uno de estos dos niveles
son autónomos e independientes en sus campos de estudio propios. Además, la fe
(y la teología), y la razón (y la filosofía), tienen métodos diferentes.
No hay oposición entre ambas. No hay doble verdad sobre un mismo tema,
una racional y otra religiosa. En los temas comunes deben colaborar. Además, la
razón y la filosofía ayudan a la fe, preparándole el camino por medio de la
demostración racional de las bases para creer (por ejemplo, la existencia de Dios).
Por su parte, la fe sirve de guía a la razón suministrándole datos a los que ella sola
no puede llegar, y conduciéndola en los temas que le resultan difíciles. Tomás de
Aquino dedica todo su pensamiento y su obra a esta tarea de síntesis entre filosofía
y teología.
Hay, por tanto, una clara afirmación de la importancia de la filosofía, que
supone un avance con respecto a los pensadores cristianos que le precedieron. Pero
existe una manifiesta subordinación de la razón y la filosofía, a la fe y la teología,
que en caso de duda o conflicto tienen la llave de la verdad.
Teoría del Conocimiento
Entrando de lleno en lo que verdaderamente constituye la teoría del
conocimiento de Tomás de Aquino, encontramos un pensamiento semejante al de
Aristóteles: el conocimiento comienza por los sentidos corporales, para acabar con
la abstracción de la forma-esencia realizada por el entendimiento. El entendimiento
agente es el que lleva a cabo esta operación, y el paciente o posible es el que conoce
lo abstraído. (términos: abstracción, esencia, forma; concepto, inducción).¿Cuándo
podemos decir que el entendimiento conoce la verdad?. Verdad es para Santo

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Tomás la adecuación entre “lo que” (forma-esencia abstraída) está en el
entendimiento y la (forma-esencia en la) “cosa” conocida.

Propiamente hablando, verdad es la verdad lógica, que es la adecuación de


lo que el entendimiento entiende de una cosa con la cosa misma, adecuación
consciente o conocida, y que se da solamente en el juicio o en el acto de la
afirmación o la negación. (Verdad óntica es la verdad de las cosas: verdadero es
aquello que es. Verdad ontológica es la verdad en el entendimiento, pero no
conocida).

Filosofía social y política


Hay en Tomás de Aquino una honda preocupación por la dimensión social
del ser humano, por la justicia, por el bien común, por las formas de gobierno que
pueden conseguirlas. Santo Tomás sigue en estos temas al que considera el gran
filósofo de la antigüedad Aristóteles. Hace un esfuerzo considerable por armonizar
y hacer compatibles su pensamiento con su concepción religiosa de la existencia
humana: deberá dar respuesta al problema de las relaciones entre Estado e Iglesia,
especificar las funciones autónomas de cada uno de ellos, y justificar la primacía de
la Iglesia y el poder religioso en los asuntos relativos al fin sobrenatural del
hombre, y a la organización de la vida en torno a su destino definitivo, más allá de
la vida terrenal, en Dios.
Por otra parte, no podemos olvidar que Tomás de Aquino está viviendo el
momento más vigoroso de la Edad Media, el siglo XIII, en el que la forma de
organización social y política es la monarquía. No es casual que uno de sus libros
clave sobre este tema lleve el nombre de “La monarquía”. Siguiendo a Aristóteles,
exigirá que el monarca actúe de forma racional buscando siempre el bien común y
la justicia. Pero desde sus planteamientos religiosos, el paralelismo entre Dios
como gobernante del mundo, y el monarca o rey como organizador del Estado, era
para él muy claro.
Del mismo modo que Aristóteles, Tomás de Aquino afirma la
dimensión social de los humanos. Solo en sociedad puede alcanzar el hombre el
desarrollo de sus posibilidades y la satisfacción de sus necesidades. Por medio de
la inteligencia y la palabra, razonando y hablando, los hombres, a diferencia de los
animales, pueden organizar la vida en grupo de forma de forma conveniente.
El fin de la sociedad y del Estado es el bien común, la justicia. El Gobernante
o el Rey no pueden actuar de forma caprichosa o arbitraria. El hecho de tener el
poder no justifica sus comportamientos injustos.
Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre
para todos los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales es la ley
natural, que dirige el funcionamiento de los seres, las plantas, los animales y el ser
humano (único capaz de conocerla a través de la razón). Los humanos crean leyes
para organizar su vida terrenal, son las leyes positivas o humanas que para ser
justas deben ajustarse a la ley natural racional. Santo Tomás distingue, como
Aristóteles, diversas formas de gobierno, pero propone la Monarquía como la

29
mejor, porque garantiza más el orden unitario de la sociedad, y por su semejanza
con el gobierno ideal que Dios tiene con respecto del mundo.
El Estado, el gobierno civil o humano, tiene como asuntos de su
competencia la organización social de los hombres en aquellos campos propios de
la vida en este mundo, pero en aquellos que hacen relación a la dimensión
religiosa, al Bien Supremo divino, la competencia pertenece a Dios y sus
representantes en la tierra, el Papa y la Iglesia. Desde este punto de vista, Estado e
Iglesia son independientes. Sin embargo, hay una subordinación de lo civil a lo
religioso, puesto que lo humano tiene como fin último sobrenatural a lo divino.
Existe por tanto una primacía de la Iglesia sobre el Estado en aquellos asuntos
humanos en que ambas interactúan.
El medio o instrumento para que el Estado pueda llevar a cabo su función,
el bien común, son las leyes, que deberán ser elaboradas por la colectividad social
o sus gobernantes.
Esta leyes humanas solo serán justas si están de acuerdo con la ley natural
racional. Nos volvemos a encontrar con la visión general que Santo Tomás tiene de
la organización y gobierno del mundo por Dios y el lugar que ocupan el ser
humano y la sociedad.

La metafísica de Santo Tomás: la realidad, Dios y el mundo


Planteamientos aristotélicos: ser, sustancia, accidentes, materia y forma,
potencia y acto, cuatro causas. Necesidad de diferenciar, en los seres, la esencia de
la existencia. Dios, el SER, existe por sí mismo, es el ser necesario. Los seres creados
existen porque reciben la existencia, son seres contingentes.
Solo Dios existe por sí mismo y como creador del mundo es el Ser que da la
existencia a los demás seres (estudio “a fondo” de la tercera vía).

Existencia de Dios
El acercamiento filosófico a la existencia de Dios es diferente del que se
realiza a través de la fe. Crítica al argumento ontológico de San Anselmo.
Punto de partida: un hecho de la experiencia, analizado
metafísicamente. Aplicación del principio de causalidad (nada sucede sin una
causa): todo hecho (efecto) requiere una causa. Imposibilidad de prolongar las
causas hasta el infinito. Conclusión: Necesidad de afirmar una causa primera: Dios
Las cinco vías: esquema general y explicación. Estructura-esquema de las cinco
vías:
1. Vía del movimiento o del Primer Motor Inmóvil.
2. Vía de la causalidad o de la Primera Causa Eficiente
3. Vía de la contingencia o del Ser Necesario.
4. Vía de los grados de perfección o del Ser Perfecto.
5. Vía del orden racional del universo o del Ser Inteligente Ordenador.

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La Filosofía en la Modernidad

La influencia de la filosofía no es menos importante en la modernidad. Por


el contrario, podemos decir que la modernidad es la edad de los filósofos.
Pensadores como, DESCARTES, SPINOZA, HUME, LEIBNIZ, LOCKE, KANT
darán cuenta de sobra de ello. Es que con la modernidad comienza la aventura más
osada de la razón. La razón comenzara a expandirse en todas las esferas de la
experiencia humana buscando convertirse en el fundamento último de la verdad.
Se aplicará al movimiento de la naturaleza, a la historia, al arte, a la moral, y desde
ella se criticará la superstición incubada a menudo en las creencias religiosas. Pero
este itinerario de emancipación de la razón va a estar acompañado
permanentemente por la filosofía, la cual le ira señalando constantemente los
límites de su emprendimiento.
Comúnmente se llama filosofía moderna a la que se desarrolla
especialmente a partir del siglo XVII, y se toma como primer pensador típicamente
moderno René Descartes. Cuando finaliza la modernidad es una pregunta vigente
hasta nuestros días. No obstante, podemos reconocer el siglo XVIII como el siglo
de la modernidad, en el cual la Ilustración y el Enciclopedismo son sus máximas
expresiones.
Así podríamos sintetizar el proyecto de la modernidad en la intención de
habitar racionalmente el mundo, es decir, poner a la razón como fundamento del
conocimiento y la acción. Solo en un mundo donde impere la razón, los hombres
pueden vivir en libertad.
El hombre moderno es el primero que se anima a construir un mundo en el
que todos y cada uno de los hombres puedan vivir libremente. En este sentido, ya
Descartes sostenía que “el buen sentido es lo mejor repartido del mundo “. Esta
idea fundacional de la modernidad será posteriormente desplegada por los
filósofos de la Ilustración, y tendrá su punto de eclosión social y política en la
Revolución Francesa.

Características de la Modernidad

 Cada hombre es libre, autónomo en tanto es capaz de pensar y actuar


según principios racionales. De este modo se va colocando
paulatinamente a la razón en el centro de la escena moderna. El sujeto
racional es el eje a partir del cual se organiza el saber, la ciencia, el arte y
la moral. Se confía en ella como la fuerza transformadora de la sociedad y
de la historia.
 Esto implica la supremacía del sujeto frente a la naturaleza. El mundo de
la libertad es el ámbito donde se deliberan y resuelven las producciones

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humanas mas elevadas (ciencia, arte, moral, religión, filosofía) ; mientras
que el mundo de la naturaleza es el ámbito del determinismo, un
universo con leyes fijas, donde el azar no existe.
 Se separan los distinto ámbitos de la cultura, ciencia, ética, arte, cada uno
con su objeto propio. Cada esfera aborda sus cuestiones en forma
específica.
 Se desarrolla una profunda critica en torno de los fundamentos de la
religión y de las bases irracionales de nuestras acciones y pensamientos.
La idea de Dios se ve sometida, de este modo a uno de los exámenes mas
hondos.

La filosofía Contemporánea
En las ultimad décadas de siglo XX se ha comenzado a hablar
insistentemente de posmodernidad. la posmodernidad denominada una época
que ya no estaría comprendida dentro del proyecto moderno, y más aun, que en
gran parte seria la consecuencia de su fracaso, de la desilusión respecto de la
posibilidad de realización de los ideales de la racionalidad moderna.
La posmodernidad se caracteriza por un profundo escepticismo que ve caer
los ideales utópicos, los grandes relatos históricos y los centros de identificación
ideológicos. Este escepticismo, llevado al extremo, introduce una profunda critica
en las instituciones modernas y deja al individuo librado a su propia y solitaria
libertad.
Hasta el presente, no podemos saber si la posmodernidad incuba una
alternativa respecto del mundo moderno o solo vive parasitariamente de él. Lo que
si parece comprobarse es que seguir pretendiendo general alternativas para un
mundo diferente solo con una posición escéptica no resulta suficiente.
No obstante, este debate entre modernidad y posmodernidad nos permite
lícitamente de filosofía contemporánea. Es decir, de un pensamiento filosófico que
ha sabido detectar los problemas cruciales de su época y ha creado un modo
propio de plantearlos y responderlos.
Echando una mirada sobre sobre la filosofía del siglo XX, Karl Otto Apel,
filósofo alemán profesor de la Universidad de Frankfurt, indica que: hay
suficientes datos que sugieren que actualmente la racionalidad está sometida a un
profundo cuestionamiento”
La radicalidad de ese cuestionamiento es lo que brinda a los
contemporáneos la posibilidad de inaugurar una nueva época en la historia de la
filosofía.
Los aportes de la fenomenología, de la hermenéutica, de la filosofía
analítica, para mencionar solo las más importantes corrientes de pensamiento, han
ido brindando a la filosofía contemporánea un contenido propio altamente
valiosos en sus planteos y debates.
Esta problemática contemporánea, se despliega a través de las distintas
ramas de la filosofía. Antropología, Ética, Teoría del Conocimiento.

32
Pensadores como Scheler, Husserl, Heidegger, Russell, Wittgenstein,
Levinas, Maritain, Sastre, Apel, los más importantes entre muchos otros, le han
dado a la filosofía de este siglo una variedad de enfoques tan amplia como para no
poder encerrarla en ninguno de ellos, y por el contrario, poder avivar
constantemente el debate y la vida del pensamiento.

UNIDAD 2
ANTROPOLOGIA FILOSOFICA

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Pensemos:
Tierra de Hombres
Sorprendían también las confidencias que se cambiaban en voz baja. Se referían a
enfermedades, a dinero, a tristes preocupaciones domésticas. Mostraban los muros
deslucidos de la prisión entre las cuales se habían encerrado esos hombres. Y, bruscamente,
se me presento el rostro del destino. Viejo burócrata, mí camarada aquí presente, nadie te
ha permitido evadirte y de ello no eres responsable. Has construido tu paz a fuerza de
bloquear con cemento, como lo hacen las termitas, todas las salidas hacia la luz. Has rodado
como una bola en tú seguridad burguesa; en tus rutinas, en los ritos asfixiantes de tu vida
provinciana, has alzado esa humilde muralla contra los vientos y las mareas, y las estrellas.
No quieres inquietarte con los graves problemas, bastante trabajo has tenido con olvidar tu
condición de hombres…nadie te ha sacudido por los hombros cuando aún era tiempo. Ahora
la arcilla con la cual estas hecho se ha secado y endurecido y nada en ti podría, en adelante,
despertar al músico dormido, o al poeta, o al astrónomo que quizá te habitan al principio.
Saint – Exupery
Actividad

 ¿de qué se han olvidado estos hombres?


 ¿se puede reparar lo olvidado?
 ¿Cuáles son esos graves problemas que inquietan a los hombres?

¿Qué es la Antropología Filosófica?


La Antropología Filosófica pone como centro de su reflexión al ser humano.
Busca comprender al hombre como un ser que vive y sabe que vive. El saber es la
dimensión propia del hombre. Él es el único ser que necesita comprenderse para
saber quién es, quien quiere ser y que puede realizar.
El hombre percibe su vida como una posibilidad única en la que ganarse o
perderse dependen de sí mismo. Este impulso hacia el saber brota de la conciencia
de su propia finitud, es decir de saber que no es dueño del tiempo y por lo tanto
necesita diseñar su vida.
La antropología filosófica reflexiona acerca de la existencia humana, la cual
es de suyo compleja y problemática. En su libro El problema del hombre dice
Gevaert: “La Antropología Filosófica no crea ni inventa los problemas del hombre.
Los encuentra, los reconoce, los asume, los examina críticamente”
Las preguntas ¿Quién soy?, ¿Quién quiero ser? Son propias del modo de
existir del hombre. Por eso la antropología filosófica se pregunta por aquello que
determina y posibilita la existencia humana, en la cual reside la dignidad propia
del hombre.

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En primer lugar, para esta reflexión podemos decir que no solo reconocemos
un objeto, el hombre, sino que sabemos que ese objeto al que buscamos conocer es
un sujeto. Cuando preguntamos que es el hombre pedimos como respuesta un
ente, una esencia acabada, un algo. Cuando preguntamos quien es el hombre
preguntamos por alguien y este alguien es un sujeto haciéndose, una posibilidad
que busca concretarse.
La representación que cada uno de nosotros tiene del hombre está plasmada
de valores y fines, que orientan nuestras acciones. En su obra “El sentido de la
filosofía del hombre” Javier San Martin dice: “la imagen del ser humano no es una
creencia que nos venga desde afuera, es el conjunto de ideas prácticas, plasmado de valores
y fines que constituyen la autodeterminación que hace de sí mismo el ser humano”
No hay ningún hombre que exista sin tener que tener que comprender. La
necesidad de saber no es ajena al hombre, lo constituye. La subjetividad humana es
una subjetividad que interpreta, lo cual implica una toma de posición respecto de
si y de los otros.
De este modo los hombres vamos dando significado a nuestras acciones,
elecciones, tareas, transformando el tiempo de nuestra vida en historia. Y, como en
toda historia en la vida de cada hombre se seleccionan unos momentos y ser
olvidan otros, se van armando estructuras significativas desde donde se
comprende el pasado y se proyecta el futuro. La vida humana es acontecer que se
va narrando, es historia.
La antropología filosófica es necesariamente histórica. Recoge lo que el
hombre ha dicho de sí mismo y lo interpreta desde el presente. La antropología
debe hacerse cargo de esta dimensión histórica del hombre, de la red de
significados que se van construyendo en el tiempo.
A partir del siglo XIX y en lo que va del nuestro asistimos a una
multiplicación de las ciencias que estudian al hombre. La consolidación de las
ciencias humanas y el surgimiento de una serie de antropologías (cultural, física,
social, médica, psicológica, religiosa) puso de manifiesto un interrogante: ¿Cómo
hablar del hombre en medio de tantos discursos sobre él? ¿Cómo se articula la
antropología filosófica con las otras antropologías y con las ciencias que hablan
acerca del hombre?
La antropología filosófica contemporánea se ha ido haciendo cargo de los
aportes de estas ciencias, ubicándose en el cumulo de saberes que nos ofrece, no
para renegar de ellos, sino, más bien, preguntándose en que modifican el concepto
que el hombre tiene acerca de sí.
Lo que llamamos hombre es, al mismo tiempo, el producto de una serie de
determinaciones biológicas, psicológicas, sociales, culturales, y una posibilidad de

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realizaciones, de deseos, de libertad. Mientras que las ciencias aportan cada día
más datos específicos respecto de tales determinaciones, la antropología filosófica
reflexiona tratando de integrar estos datos e interesándose en mostrar el
entrecruzamiento que se produce entre lo determinado y lio indeterminado de la
vida humana, entre condicionamientos y libertad.
El hombre, a partir de lo que es, se proyecta hacia lo que no es aun y desea
ser. Estando determinado, viviendo en una situación concreta, en un aquí y un
ahora, está impulsado a construirse a sí mismo, a ser el mismo con los otros,
dándose libertad para hablar, para desear dándole sentido a sus vínculos, siendo
libre para amar, trabajando en la construcción del mundo como un espacio
habitable y digno.
La Antropología en debate consigo misma
Sin embargo, no todo es tan claro como parece. Es necesario advertir que el
debate en torno del objeto de la antropología filosófica y de su estatuto
epistemológico, hoy se ha vuelto problemático.
La multiplicidad de discursos que hablan acerca del hombre han aportado
nuevos conocimientos acerca de este, a la vez que produjeron su fragmentación.
Hoy hablamos de antropologías filosófica, cultural, religiosa, medica. El hombre se
vuelve objeto de conocimiento a la vez que se disuelve como sujeto. Lo que
queremos señalar es que poseemos discursos acerca del hombre, pero no una idea
integrada y unitaria del hombre. Lo que es el hombre se ha tornado oscuro y
problemático. ¿Por qué ha ocurrido esto?
Para responder a esta pregunta nos parece interesante atender a la
diferencia que señala Miguel Morey en su obra” El hombre como argumento entre
tema y problema. Durante la antigüedad y el medioevo, el hombre ha sido un tema
de reflexión, pero, a partir de la modernidad, se devela como problema. De aquí
que el surgimiento de la antropología filosófica junto con las otras antropologías e
incluso con el de las llamas ciencia humanas se remonte recién al siglo XIX.
Podemos decir que los siglos XIX y XX se harán cargo explícitamente de una
cuestión que caracteriza a toda la modernidad: la finitud humana.
En este camino, la antropología filosófica fue paulatinamente saturando el
discurso filosófico. De este modo, la perspectiva antropológica fue constituyéndose
en la perspectiva privilegiada desde donde pensar, o bien hacia donde conducir y
desde donde resolver todas las cuestiones.
Por eso, cabe preguntar:

 ¿Todos los problemas y todas las cuestiones son problemas y


cuestiones antropológicas?

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 ¿Es la antropología el discurso que subyace a todo otro discurso?
 ¿Es suficiente para justificar esta centralidad de la antropología
decir que es el hombre el que conduce la historia, construye la
sociedad y plantea los interrogantes?

Ante este panorama de problemas, para la antropología filosófica la


pregunta por el ser del hombre pasaría a un segundo lugar, porque primero deberá
empezar por legitimarse a sí misma como discurso posible, discutiendo su estatuto
epistemológico, su necesidad y su función.
(…) pretender una definición de hombre que no sea mera sanción de nuestros
prejuicios teocéntricos i ideológicos es tarea siempre en exceso comprometida. Afirmar el
hombre es un animal racional, o dotado de lenguaje; la existencia concreta del hombre es el
trabajo; o el hombre es un animal dotado de veintitrés cromosomas, ¿son caracterizaciones
suficientes para tomarlas como punto de partida de una antropología filosófica?
Evidentemente, puede decirse que el hombre es todas esas cosas, pero ¿se puede decir
que es hombre precisamente por ellas?
Y también esta pregunta: cuando nos preguntamos por el ser del hombre, ¿qué
interrogamos exactamente: ¿la Idea de hombre o la existencia concreta de los hombres, el
hombre eterno o los sujetos históricos? Miguel Morey
Actividad
1. Leer estos textos y realizar las actividades:
El problema del hombre
… La antropología filosófica es la disciplina que toma al hombre como
objeto de su investigación, en el intento de aclarar y de establecer en cierto
modo su ser, esto es, los aspectos fundamentales de su esencia o naturaleza.
Podría decirse también que la antropología filosófica estudia al hombre
desde el punto de vista del hombre, para enunciar en que consiste el
misterio del ser hombre. Gevaert
El hombre como argumento
Y es que, paradójicamente, el ser del hombre por obra de esta inquisición
objetivadora, en lugar de armarse más sólidamente se pulveriza (…) Es
como si mediante este movimiento por el que el hombre se pone como
objeto de conocimiento se perdiera la posibilidad de ser medio de
conocimiento para sí mismo. M. Morey
 ¿Cuál es la cuestión que se plantea en cada texto?
 Explicar la diferencia que se establece entre ambos planteos.

CONCEPCIONES TRADICIONALES SOBRE EL HOMBRE

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El hombre fue motivo de reflexión desde los orígenes del pensamiento, no
solo racional, sino que también ha suscitado profundas reflexiones desde lo mítico
y desde lo religioso.
A lo largo de la historia los hombres han respondido a esta pregunta. Las
distintas respuestas dadas establecen el lugar que hombre ocupa en el universo, las
relaciones con los otros hombres, la naturaleza y los animales.
Concepción judeo – cristiana del hombre
Es una visión teocéntrica. El hombre es pensado como una criatura, un ser
creado por otro ser superior llamado Dios. Este Dios generoso, en un acto de
voluntad crea un ser a imagen y semejanza suya.
Así el hombre es un compuesto de alma y cuerpo. Su alma participa de la
divinidad, que es inmortal como su Dios Creador. Esta participación es lo que lo
pone por encima del resto de los seres creados. El hombre es el rey de la creación.
La humanidad, según esta concepción, descendería de una pareja
primigenia: Adán y Eva, que habitaban el paraíso. Pero desoyeron las leyes divinas
y pecaron, entonces fueron echados de él.
Para el pensamiento judeo – cristiano, el hombre es caído porque peco. Su
vida mortal es su castigo, el cielo su recompensa. Pero debe ganarse el cielo en su
vida en este mundo. Su alma es su aspecto divino y esta ansia (su destino es)
reencontrarse con su Dios Creador.
“…el horno prueba las vasijas de alfarero, la prueba del hombre está en su
razonamiento” (Eclesiástico 27, 5) Antiguo Testamento

Concepción clásica del hombre: una visión Cosmocentrica


Esta consiste en afirmar que lo propio del hombre es su racionalidad. Su
capacidad de raciocinio es lo que lo diferencia de los otros animales y lo pone por
encima del resto de los seres de la naturaleza.
Los griegos llamaban a la razón, LOGOS, y lo consideraban parte de un
logos superior, que era el principio ordenador del universo. Y como el hombre
participaba de ese logos, podía conocer el COSMOS. Pero para poder conocer las
leyes que regían ese orden debía apartarse del pensamiento mítico.
Podemos decir que como resultado de esta concepción el pueblo griego dio
a la luz solo la FILOSOFIA, sino también la DEMOCRACIA.
Dotado de esta peculiar capacidad, el hombre estaba llamado a reproducir
ese orden cósmico en su vida cotidiana. Porque por su racionalidad el hombre

38
puede conocerse a sí mismo y también hallar reglas que lo ayuden a convivir con
otros hombres.
Por ello es que Aristóteles define al hombre como ZOON POLITIKON
(animal político). Esto implicaba ser racional y tener la capacidad de la palabra. Ser
hombre era ser político, era entonces formar parte de ese orden cristalizado en la
vida de la POLIS.
Tal es la conexión de estas ideas que los griegos no consideraban hombres a
quienes vivían fuera de los muros de la ciudad.
Este concepto clásico se reformula en la Modernidad. Luego de la Edad
Media la razón deja de ser considerada peligrosa si no estaba puesta al servicio de
Dios. Es nuevamente la luz que guía a los hombres en su búsqueda de
conocimiento.
Acontece lo que Weber da en llamar la huida de los dioses de la tierra. El
hombre recupera su libertad y es la razón la que hace posible que adquiera su
autonomía. Dirá Kant “Atrévete a saber”, a abandonar la minoría de edad, a
pensar por vos mismo. Este es el slogan de la Ilustración.

Concepción científica del hombre


Esta es la consecuencia directa del optimismo científico. Que, confiado por
sus avances y logros, proyecta su búsqueda de saber sobre lo humano.
Así las tesis evolucionistas de Darwin se aplican al hombre y se lo concibe
como un momento en el desarrollo de la especie, como un producto final y muy
tardío de la evolución.

39
El hombre solo se distingue del resto de los animales por el grado de
complejidad de su constitución. No hay entre él y los demás seres vivos más que
diferencia cualitativos y no cuantitativos. En ambos: hombre y animal operan los
mismos mecanismos y están sometidos a las mismas leyes.
Aquí la razón no es otra cosa que un instinto especialmente desarrollado. El
hombre es un ser instintivo. Su espíritu, su razón no son más que el desarrollo de
su poder de adaptación.
Según esta posición, el hombre es solo un mamífero superior notablemente
adaptado. El desarrollo de sus facultades técnicas es lo que le ha permitido tener el
dominio de la naturaleza. El hombre es un HOMO FABER. Nada hay de divino, ni
sobrenatural, no de especial en el hombre.
Antropología Filosófica
Si bien, como ya dijimos, la reflexión sobre el hombre lo ha acompañada
desde siempre, el nacimiento de la Antropología Filosófica como disciplina tiene
su fecha de nacimiento.
Kant en la Critica de la Razón pura afirma que todo el saber está contenido
en la respuesta a las siguientes preguntas:
¿Qué puedo saber?
¿Qué debo saber?
¿Qué me es licito esperar?
A la primera pregunta responde con la Metafísica, el conocimiento del
mundo; a la segunda pregunta contesta la Ética, el conocimiento del alma; y a la
tercer pregunta responde con la Teología, el conocimiento de Dios.
Pero en una obra posterior, llamada Manuel, que contiene sus cursos de
Lógica, afirma que estas tres preguntas pueden ser resumidas en una sola, que es
la pregunta fundamental. Si podemos responder a ella estaremos respondiendo a
las preguntas anteriores.
Y la pregunta es:
¿QUE ES EL HOMBRE?
De esa manera, Kant funda lo que conocemos como Antropología Filosófica,
cuyo objeto central de reflexión es el hombre. No es que antes de él no se haya
preguntado por el hombre, sino que al poner de manifiesto la centralidad de la
pregunta, se evidencia su importancia.
A diferencia de la Antropología Científica – natural, que dirige su atención
al ser humano especialmente desde el punto de vista somático, trata la a

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Antropología filosófica de considerar al hombre integralmente, como totalidad y
de caracterizarlo en su relación con su integridad, el universo, el sentido de la
existencia, tanto individual como histórica y social.

UNIDAD Y DUALIDAD
Unidad y Dualidad
La complejidad de lo humano ha sido pensada de múltiples formas. Estas
pueden clasificarse según el criterio de unidad o dualidad, que señala la relación
existente entre su aspecto material, corpóreo y su aspecto inmaterial, espiritual.
Las posiciones van desde pensar que lo único que existe es el pensamiento y
que todo lo que consideramos materia es un producto de nuestra capacidad de
pensar e imaginar, como es el caso de Malebranche; hasta sostener que lo único
que existe es materia, y que el pensamiento no es más que el resultado de cálculos
de adicción y sustracción, y que las acciones humanas no son más que
movimientos generados por fuerzas de atracción y repulsión, como el caso de
Hobbes.
El hombre para los griegos era un compuesto de alma y cuerpo. El cuerpo
mortal era la cárcel del alma. Que inmortal padecía estar atrapada en un mundo
imperfecto y corruptible. El cuerpo era la ocasión, el medio para reconocer en este
mundo, la perfección del mundo olvidado.
También la tradición judeo – cristiana reedito esta postura. Pero esta vez el
alma, en vez de pertenecer al mundo de las ideas, retornaría junto a su Dios
Creador.
Pero será Descartes quien eternizar el dualismo. A diferencia de los griegos,
el cuerpo será pensado ahora como el límite de la individualidad, que será
irrebasable. Recordemos que para los griegos el hombre formaba parte de un
orden cósmico y que era considerado hombre cuando sus iguales lo reconocían
como tal.
Además de extremar la heterogeneidad de los elementos que componen lo
humano, y de asignar las desventajas al cuerpo este es reducido solo a extensión. El
cuerpo no es racional. Se tiene se posee un cuerpo y es considerado la parte menos
humana del hombre.
Así el cuerpo en la modernidad es abandonado al campo de las ciencias que
estudian los cuerpos físicos. El cuerpo no se necesita para pensar. El alma en él es
algo así como un fantasma en una máquina.

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Más allá de los modos de pensar esta relación, podemos afirmar que el
hombre es indiscernible del cuerpo, que es el que otorga sensibilidad y su
posibilidad de existencia en un mundo también material.
Marcel afirmara “No poseo un cuerpo, soy un cuerpo”. No puedo ser sin el,
no puedo vivir el mundo sin el. Para Arendt el cuerpo es el modo de identificación,
sabemos quiénes somos porque somos un todo (cuerpo y pensamiento fundidos en
una sola identidad).
Para Sartre, sin el cuerpo, sin el rostro, sin los ojos que hacen posible la
mirada, el hombre no existiría. Vivir es vivir un cuerpo.
Necesidad y Libertad
La Antropología Científica tiene como objetivo poder explicar el fenómeno
de lo humano. Poder establecer las causas de su origen y poder formular leyes que
válidas para todo tiempo y lugar, nos ayuden a predecir sus actos: a esto se llama
determinismo.
Esto es coherente con el afán científico: la búsqueda de la verdad, de una
verdad y la confianza de que es posible descubrirla. Una vez establecidas las
causas de lo humano, será posible establecer con rigurosidad las consecuencias de
ello, sus efectos sedaran de manera necesaria.
El hombre es estudiado como un cuerpo más de la naturaleza. Sus acciones
son explicadas como se explica la caída de los cuerpos: una vez establecidas las
condiciones iniciales, no hay lugar para excepciones.
Pero esta proyección del modelo científico- mecanicista sobre la vida de los
hombres es inapropiada. Aunque no es exclusividad del modelo científico el
cuestionamiento del libre albedrio. También la concepción judeo – cristiana pone
en tela de juicio la libertad humana, afirmando que le hombre está sometida a un
orden superior y que forma parte de un plan divino trazado previamente.
El hombre no debe ser explicado (por lo menos, no exclusivamente). El
hombre también debe ser comprendido. Esto implica captar el sentido de sus actos.
Comprender que el hombre no es predecible, porque el hombre es dueño de sus
actos y cada uno de ellos es un completo acto de creación libre.
Si le damos a dos hombres un hacha y los dejamos solos en el bosque:
¿harán lo mismo? ¿quién puede predecir con seguridad que hará cada uno? Tendrá
que tenerse en cuenta cual fue su pasado, su historia de vida. Pero, si son gemelos
que han recibido la misma educación, ¿harán exactamente lo mismo?
Sin duda, hay aspectos de la vida humana que están sometidos a las leyes de
la naturaleza, ya que posee un cuerpo que participa de ella. Pero su realidad es
mucho más compleja e insondable que el mundo físico.

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Por ello es que la Antropología Filosófica no busca la verdad, sino poder
hallar el sentido de las acciones, es decir, comprenderlas dentro de un flujo
temporal, ver su pasado, y como se orientan y dirigen hacia el futuro.
Será siempre, el de la libertad, una solución particular relativa a tiempo y
espacio, propias y resultado de un sistema de ideas.
Esencia y Existencia
La esencia en el sentido más tradicional es aquello que hace a una cosa ser lo
que esa cosa es o sea aquello sin lo cual esa cosa no sería lo que es. La respuesta a
la pregunta acerca de que es algo encierra la esencia de ese algo, aquello en que ese
algo consiste. La esencia expresada de manera correcta es la definición.
La existencia se distingue de la esencia, como el hecho de que esa cosa sea se
distingue de la naturaleza de una cosa. La existencia parece algo así como un plus
que se añade a la esencia, una especie de complemento mediante el cual la cosa
llega a ser real.
Así contrapuestos, la esencia se presenta como lo abstracto frente a la
existencia que se daría como algo más real y concreto. No podemos concebir la
existencia de algo sin pensar en ese algo como existente, pero podemos concebir la
esencia de una cosa que no existe.
En el pensamiento contemporáneo se designa con esencialismo a aquellas
teorías filosóficas que afirman el primado de la escencia (ya por que consideren
estas que la esencia es previa a la existencia o porque en todo caso reduzcan está a
aquella).
En el caso de la pregunta por el hombre, trata de buscar la naturaleza del
hombre, la característica que lo defina de una vez y para siempre, una definición
de lo que el hombre sea, válida para todo tiempo y lugar.
Busca descubrir una estructura fija, objetiva, permanente e inmutable,
aquello que todos los hombres tengan en común y que nos sirva para reconocer
que es un hombre y que no lo es.
Marx Scheler en “El puesto del hombre en el cosmos”, se opone a la concepción
cientificista del hombre. En este trabajo afirma que en los seres vivos es posible
establecer cuatro grados de desarrollo. El primer grado es el impulso afectivo, sin
conciencia, propio de las plantas. El segundo grado es el instinto. El tercer grado es
la memoria asociativa, manifestada en una inteligencia práctica, presente en los
mamíferos superiores.
El ultimo grado, es lo que Scheler llama espíritu, y que está en el hombre.
No implica una diferencia de grado, sino que es una diferencia esencial. El espíritu
es lo que diferencia al hombre de los animales.

43
Las características del espíritu son la libertad, que lo convierte en un ser
moral y la objetividad, que lo hace capaz de conocer el mundo y a sí mismo. Pero
la consecuencia más significativa es que en espíritu, hace al hombre un ser
religioso.
Scheler nos dice que ser hombre es tener espíritu, es ser capaz de un
pensamiento religioso. Esto pone al hombre en un lugar de privilegio en el cosmos.
Ernest Cassirer en su libre Antropología Filosófica trataba lo especifico del
hombre como el resultado de procesos de adaptación a su medio ambiente. El
hombre (al igual que el resto de los animales) responde a los estímulos del medio y
así descubrió que es capaz de un sistema de símbolos.
Es el lenguaje un sistema simbólico que se encuentra mediando la relación
del hombre con el mundo y con los otros hombres.
El hombre es capaz de ciencia, de religión, de arte, de cultura y todos estos
quehaceres humanos, tienen en común ser expresados en sistemas de símbolos.
Porque el hombre ha quebrado su relación directa con el mundo, y estas prácticas
son una instancia de mediación entre él y el universo.
El termino existencialismo alude a aquellas concepciones filosóficas
contemporáneas que sostienen que la existencia es anterior a la esencia,
entendiendo que la existencia es únicamente humana.
Existir deriva del latín ex sistere, sistere significa mantenerse, estar colocado y
ex designa la procedencia, el afuera. Para Kierkegaard (como para casi todos los
existencialistas) la existencia designa al individuo concreto y único, no como algo
acabado, sino como una tarea a realizar.
Para Heidegger el rasgo fundamental del hombre es su ser abierto, el
hombre es apertura. El hombre no necesita entrar en relación con el mundo: es esa
relación. El hombre es ser – en - el – mundo.
La existencia para Heidegger es ese ser – fuera – de – sí que es la existencia
humana, el ser un proyecto, una X vacía, c.
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ARISTOTELES- ESENCIA Y EXISTENCIA)
El hombre comienza por no ser nada.
Es proyecto, flecha disparada en el flujo temporal. No puede detenerse, no
volver atrás. No permanece inmóvil, es siempre distinto.

44
El hombre no tiene naturaleza, no tiene esencia. Empieza por no ser nada. El
hombre nace siendo nada, lo único que tiene es la existencia y debe en la vida
lograr su esencia. Para el existencialista la existencia precede a la esencia. El
hombre debe inventarse a si mismo.
Du único carácter es el de la libertad. Como contrapartida a esta
indeterminación, a esta extrema libertad, el hombre es también el único
responsable de lo que haga con su vida. Esta conciencia de libertad y ante la
obligación de hacerse a cada paso, generan en el hombre el sentimiento de
angustia.
Es la conciencia del desamparo, del vacío, de la responsabilidad de tener
que decidir qué hombre queremos ser. Ya no hay destino que nos libere de tomar
decisiones, ni de responsabilidades. El hombre se da su esencia en cada caso.

Persona
La palabra hombre sugiere un conjunto de imágenes, de rasgos y caracteres
morfológicos, que no solo se apartan del concepto animal, sino que lo oponen a
este.
Ser humano expresa una unidad entre instancias interiores y exteriores,
fisicobiológicas y suprasiquicas. Pero al igual que hombre, ser humano, hace
referencia a la pertenencia a una especie. Señalan lo que tenemos en común, lo que
nos hace iguales, casi siempre referido a propiedades observables.
La palabra individuo tiene origen latino, proviene del término griego
átomon, que significa, lo indivisible. Históricamente adquiere relevancia en la
Modernidad, cuando se piensa en el hombre como un microcosmos, autosuficiente,
una unidad independiente, dotada de razón y de libertad y de autodeterminación.

45
El problema con la expresión individuo es que es extremadamente
monódica. en su acepción el otro y el mundo quedan fuera de consideración. No
expresa ninguna instancia de apertura, ni de relación. Es una herencia de una
visión fisicalista del hombre, en la que se pensaba la vida como un juego de
fuerzas, donde los hombres se relacionaban según sus movimientos de atracción y
de repulsión.
La cuestión queda salvada cuando se comienza a hablar de persona, ocasión
en la que se ven todas las limitaciones de la pregunta original. Persona, proviene
del latín significa mascara de teatro.
En tanto hombre o ser humano se es miembro de la especie, el hombre
participa del ámbito natural, pero en tanto persona, participa del ámbito cultural.
La noción de persona, tres notas que la caracterizan y se relacionan entre sí:
 Singularidad: A diferencia de la expresión de hombre, que expresa lo que
los seres humanos tienen en común, persona, designa lo que tienen de
único. La persona siempre es en situación, siempre es persona para alguien,
frete a alguien, junto a alguien y la manera en que esto se da, será siempre
irrepetible. Y puede ser único porque no tiene una esencia que lo determine
(aunque si tiene condicionamientos históricos, socio- culturales que limitan
sus posibilidades, pero no son un destino absoluto).
 Autonomía: La persona es libre, en tanto es principio de sus acciones. Tiene
la facultad de decidir sobre sus actos y, en consecuencia, debe ser
responsable de ellos. Y en su accionar libre se ira afirmando como persona,
desplegando en el transcurso de su vida sus posibilidades.
 Apertura: esta característica tiene dos aspectos;
 La persona y su modo de ser inacabado: la apertura es esta ausencia
de cierre de la vida humana, siempre a punto de realizarse, siempre
por hacerse, por llevarse a cabo. La vida como un proyecto
permanente.
 La persona y su modo de ser abierto: vive en relación consigo mismo,
con los otros y con el mundo, y esto la constituye como tal. El
solipsismo enajena y aísla. la persona es un mundo, existe en el
mundo, es el mundo
El sentido de la Vida Humana
El problema de lo que el hombre sea se nos muestra en todas sus caras.
Parece que la cuestión es decidir entre una definición a priori, abstracta, muerta,
eleática de lo humano y una captación insuficiente, inidentificable, a posteriori,
contingente, siempre cambiante y fluyente.

46
La decisión está entre establecer necesariamente lo que el hombre eso dar
una respuesta sometida a toda contingencia. Una vez más el problema: ¿es posible
decir que tenemos conocimiento de algo contingente?
Las opciones son: el hombre es siempre el mismo o el hombre es siempre
otro.
Esta dificultad evidencia que para pensar lo humano se necesitan categorías
distintas que las utilizadas para el estudio del mundo físico. En este error cae el
Esencialismo.
Ya que la existencia es un hecho que reclama un decir que refleje su peculiar
forma de ser – en – el – mundo, que el hombre en tanto proyecto no permanece
inmóvil en él, sino que es un ir – siendo (Ortega y Gasset), en una permanente
huida de si mismo y a eso es lo que llamamos vivir.
Pero entonces, ¿es imposible hablar del hombre, porque siempre será uno
distinto?
Hay algo que podemos afirmar, y sin temor a equivocarnos, y es que, así
como tenemos la capacidad parta definirnos, también poseemos la capacidad para
definirnos, también poseemos la capacidad de extrañarnos de nosotros mismos.
Podemos vernos de muchas formas.
Pensemos, por ejemplo, en nuestra experiencia al contemplarnos en la
fotografías, que, en su capacidad de fijar un momento, evidencian a su vez, de
manera descarada la fatuidad del instante, ante la voracidad del cambio. El cambio
no puede sino darse en el tiempo.
Los yo se suceden, parcelados, escorzados, en la línea temporal de la vida.
La vida que es cambiante, en su fluir constante, genera un juego de tensiones, de la
que resulta la contingencia y relatividad de las cosas humanas.
Esto genera también, la dificultad de cristalizarlas definitivamente, no al
menos sin sacrificar en ello, lo que parece ser propiamente humano. Pero
¿constituye este testimonio de extrañamiento ante mi yo pasado y presente, la
prueba irrefutable de que realmente no tenemos derecho a hablar de una misma
persona?
Aquí es donde la pregunta por el hombre, se vuelve la pregunta por la
identidad. La pregunta por la identidad es la pregunta por la vida del hombre.
Preciso es, entonces, que la vida humana sea comprendida en su
peculiaridad. Y para ello, en primer lugar, hay que alejar en el fantasma
racionalista, porque la perplejidad de lo humano no es susceptible de ser resuelta
exclusivamente por la razón. Ya que cuando de lo humano se trata, busca poner al

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descubierto una esencia que, de antemano, supone como una estructura fija y
dada.
Gran parte de la tradición buscaba una respuesta a la pregunta formulada
por Kant: ¿Qué es el hombre? Pero gran parte del problema estaba en el modo de
preguntar. La pregunta por el que exige como respuesta una cosa. Es una pregunta
cosificadora y sustancialista, esencialista.
El modo apropiado de preguntar es ¿Quién es el hombre? En su respuesta
está contenida la identidad y responder a la pregunta por un ¿Quién? Es contar
una historia. Ya no se da una definición, sino una identificación. Porque decir la
identidad de alguien es responder a la pregunta ¿Quién ha realizado tal acción?
Obtenemos como respuesta en deíctico, un señalamiento, aquel, un nombre
propio, una individualidad. Y para ello contamos una historia: que será el
recorrido de esa flecha disparada: el trayecto que se desplego en su que - hacer. El
quien, tiene como contenido en su respuesta: la Identidad.
En principio ser responde a esta pregunta nombrado a alguien, es decir,
designándolo a través de un nombre propio. Pero ¿Cuál es el soporte de la
permanencia del nombre propio? ¿Qué justifica que considere que el designado
por el mismo nombre, sea el mismo a lo largo del tiempo, que ha atravesado toda
una vida? En tanto que la respuesta no puede ser sino un relato, la identidad, es en
su mismo narrativa. Para comprender algo humano, personal o colectivo, es
preciso contar una historia.
Esto puede entenderse, en el sentido de que al llevar a cabo un recorrido en
la vida. En el desarrollo de su poder hacer, saber hacer, querer hacer, deber hacer,
se despliega inevitablemente, una historia, que en su ser narrada conformara la
unidad de aquel que la vive.
Si la pregunta por la identidad es la pregunta por la vida, y la vida es
contradictoria, una forma de dar respuesta es un trabajo de reconocimiento de esas
imágenes, como propias.
Pero he aquí la llave que abrirá la puerta al reencuentro de nuestro hombre
fragmentado y disperso en el tiempo. El que para reconocerse deberá ir
construyéndose con las imágenes que él y que los otros tienen de su yo, tejiéndolas
una a una en una trama narrativa.
Así, y (según parece) solo así será posible dar sustento a la diversidad, a la
contingencia, a lo fugaz y anecdótico de su vida.
Ricoeur entiende las acciones humanas como estructuras pre - narrativas,
que reclaman un relato que explicite su sentido en un todo organizado, el
conocimiento del hombre, no puede más que estar configurado narrativamente.

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El hombre también, al ser su vida un drama, puede tener su lugar en la
narración de su vida, de la cual el sea personaje, sea persona. Persona porque es
representación, es el personaje de su relato y del relato de los otros. No hay lugar
para eleatismos, todo es representación.
Sin este recurso el problema de la identidad se varia en una antinomia de
difícil solución: entre la postulación de una identidad abstracta, eleática, muerta
(Descartes), y otra, que no es sino un constante fluir, por ello inidentificable
(Nietzsche). Totalidad temporal que vence a la fugacidad del tiempo. El azar se
retorna destino porque pone orden en el caos.
Escaparía la humanidad del dilema de ser siempre la misma o de ser
siempre otro, por medio de una identidad narrativa. Ya que la narración en su
dinamismo puede incluir (a diferencia de la identidad abstracta), el cambio, la
mutabilidad y puede (a diferencia de la no identidad de lo siempre fluyente), darle
unidad en un todo organizado retrospectivamente.
Marcel Proust en “En busca del tiempo perdido” presenta el relato de quien
busca el sentido de la vida, comienza a escribir su vida para hallarlo y finalmente
se da cuenta que ese era el sentido de su vida, escribirla.
El problema es que la experiencia viva no da conocimiento del yo. El
conocimiento lo obtenemos a través del relato de una vida, que se convierte en un
referente primordial. Porque reorganiza retrospectivamente los acontecimientos,
haciendo posible una inteligibilidad que antes no tenían. Si no tuviéramos un
lenguaje narrativo que nos permita dar cuenta del tiempo humano, hay cosas de
las que no podríamos hablar.

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Antropologia Filosofica

El Hombre

¿que es el hombre? ¿quien es el hombre?

Esencialismo Existencialismo

Cosificación Personificación

Determinismo Libertad

Universal Particular

A priori A posteriori

Definición cerrada Apertura

Actividades

 “¿Qué es lo más importante en la vida? Si preguntamos a una persona que


se encuentra en el límite del hambre, la respuesta será comida. Si dirigimos
la misma pregunta a alguien que tiene frio, la respuesta será calor. Y si
preguntamos a una persona que se siente sola, la respuesta seguramente
será estar con otra persona.
Pero con todas esas necesidades cubiertas, ¿hay todavía algo que todo
el mundo necesite? Los filósofos opinan que sí. Opinan que el ser humano
no vive solo de pan. Es evidente que todo el mundo necesita comer. Todo el
mundo necesita también amor y cuidados. Pero aún hay algo más que todo
el mundo necesita. Necesitamos encontrar una respuesta a quien somos y
porque vivimos” Jostein Gaarder, El mundo de Sofia.

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1. ¿puede considerarse necesaria la pregunta por el hombre? ¿Por qué?
2. Supongamos que nos encontramos con un ser de otro planeta, ¿Cómo
explicarle quiénes somos? Ensaya una respuesta.

Leer atentamente y responder: ¿Qué respuesta da cada filosofo a la pregunta por el


hombre? ¿a qué postura antropológica corresponde?
“¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el
hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y después se define.
El hombre, tal como lo concibe el existencialista, sin no es definible, es porque
empieza por no ser nada.
Porque queremos decir que el hombre empieza por existir, es decir, que
empieza por ser algo que se lanza hacia un porvenir, y que es consciente de
proyectarse hacia el porvenir. El hombre es ante todo un proyecto que se vive
subjetivamente, en lugar de ser un musgo, una podredumbre o un coliflor; nada
existe previamente a este proyecto; nada hay en el cielo inteligible, y el hombre
será ante todo lo que habrá proyectado ser.” Jean Paul Sartre, El existencialismo
es un humanismo.

“La razón es un término verdaderamente inadecuado para abarcar las


formas de la vida cultural humana en toda su riqueza y diversidad, pero todas
estas formas son formas simbólicas. Por lo tanto, en lugar de definir al hombre
como un animal racional lo definiremos como un animal simbólico. De este modo
podemos designar su diferencia específica y podemos comprender el nuevo
camino abierto al hombre: el camino de la civilización. “Ernst Cassirer,
Antropología Filosófica.
“Porque el hombre no tiene naturaleza. El hombre no es su cuerpo, que es
una cosa; ni es su alma, psique, conciencia o espíritu, que es también una cosa. El
hombre no es cosa ninguna, sino un drama, su vida es un puro y universal
acontecimiento que acontece a cada cual, y en que cada cual no es, a su vez sino
acontecimiento.
La vida es un gerundio y no un participio: un faciendum y no un factum. La
vida es quehacer. La vida, en efecto, da mucho que hacer.” José Ortega y Gasset,
Historia como sistema.
“El nuevo principio que hace del hombre un hombre, es ajeno a todo lo que
podemos llamar vida, en el mas amplio sentido, ya en el psíquico interno o en el
vital externo. Lo que hace del hombre un hombre es un principio que se opone a
toda vida en general; un principio que, como tal, no puede reducirse a la evolución
natural de la vida (…). Ya los griegos sostuvieron la existencia de tal principio y lo

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llamaron la razón. Nosotros preferimos, para designar esta X, una palabra más
comprensiva, una palabra que comprende el concepto de la razón, pero que, junto
al pensar ideas, comprende también una determinada especie de intuición (…).
Esa palabra es espíritu. Y denominaremos persona, al centro activo en que el
espíritu se manifiesta dentro de las esferas del ser finito, a rigurosa diferencia de
todos los centros funcionales de vida, que, considerados por dentro, se llaman
también centros anímicos.” Max Scheler, El puesto del hombre en el cosmos.

UNIDAD 3
QUE ES LA ETICA

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Muy a menudo escuchamos decir que tal o cual persona no ha tenido una
conducta ética. Otras veces se comenta que alguna acción es inmoral. También
solemos decir que esto es ilegal o que aquello es inmoral. También solemos decir
que esto es ilegal o que aquello es pecado. Pareciera que la Ética, la Moral, la Ley y
la Religión fuesen lo mismo o se confundieran. ¿Pregunto son lo mismo?
ETICA y MORAL: Una confunción frecuente
Al ceder el asiento en un colectivo a un anciano, al decir la verdad, al ayudar
a un amigo, al respetar la vida, al cumplir una promesa, uno se comporta
moralmente. Es decir, se actúa de acuerdo a las costumbres, valores y normas de la
sociedad en la que se vive. Estas costumbres, valores y normas son enseñados
desde pequeño. Desde niños nos dicen que no se debe mentir, que hay que cumplir
con la palabra empeñada, que no está bien mentir, que hay que cumplir con la
palabra empeñada, que no está bien matar, que hay que ser solidario. Pues bien, el
conjunto de valores, normas, costumbres que tiene una sociedad se llama moral.
La moral nos dice cómo debemos proceder. Responde a la pregunta que
debo hacer frente a esta o aquella situación. Por eso se dice que la moral es algo
que se da de hecho (es de facto).
Pero también nos interesa saber por qué tenemos que hacer lo que la moral
nos manda. Es decir, de donde extraen su validez estas normas o costumbres, de
donde surge su obligatoriedad en sentido moral. En otras palabras, queremos
saber por qué no se debe mentir, porque no debe matar, porque debemos ser
solidarios, porque debemos ser responsables de nuestros actos, etc. Nos interesa
pasar de lo que es de facto a lo que es de jure (de derecho), del plano del ser al
plano del deber ser, de lo que de hecho sucede a lo que debería suceder. Es este el
problema de la Ética.

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El diccionario nos dice que:
La ética se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana. El
concepto proviene del término griego ethikos, que significa “carácter”. Una sentencia
ética es una declaración moral que elabora afirmaciones y define lo que es bueno, malo,
obligatorio, permitido, etc. en lo referente a una acción o a una decisión.
Por lo tanto, cuando alguien aplica una sentencia ética sobre una persona, está
realizando un juicio moral. La ética, pues, estudia la moral y determina cómo deben
actuar los miembros de una sociedad. Por lo tanto, se la define como la ciencia del
comportamiento moral.
Claro que la ética no es coactiva, ya que no impone castigos legales (sus normas no
son leyes). La ética ayuda a la justa aplicación de las normas legales en un Estado de
derecho, pero en sí misma no es punitiva desde el punto de vista jurídico, sino que
promueve una autorregulación.

La ética puede dividirse en diversas ramas, entre las que se destacan la ética
normativa (son las teorías que estudia la axiología moral y la deontología, por
ejemplo) y la ética aplicada (se refiere a una parte específica de la realidad, como la
bioética y la ética de las profesiones).

Respecto a los autores fundamentales en el estudio de la ética, no puede obviarse al


alemán Immanuel Kant, quien reflexionó acerca de cómo organizar las libertades humanas
y de los límites morales. Otros autores que analizaron los principios éticos fueron
Aristóteles, Baruch Spinoza, Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Friedrich
Nietzsche y Albert Camus

y…

Moral es una palabra de origen latino, que proviene del término moris
(“costumbre”). Se trata de un conjunto de creencias, costumbres, valores y normas
de una persona o de un grupo social, que funciona como una guía para obrar. Es decir, la
moral orienta acerca de qué acciones son correctas (buenas) y cuales son incorrectas
(malas).

Según otra definición, la moral es la suma total del conocimiento que se adquiere
sobre lo más alto y noble, y que una persona respeta en su conducta. Las creencias sobre
la moralidad son generalizadas y codificadas en una cierta cultura o en un grupo social
determinado, por lo que la moral regula el comportamiento de sus miembros. Por otra
parte, la moral suele ser identificada con los principios religiosos y éticos que una
comunidad acuerda respetar.

El conjunto de normas morales es denominado como moralidad objetiva (existen


como hechos sociales más allá de que el sujeto decida acatarlas). En cambio, los actos a

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través de los cuales la persona respeta o viola la norma moral conforman la moralidad
subjetiva.

Cabe mencionar que la idea de responsabilidad moral aparece con el convencimiento


de que el accionar del individuo siempre se realiza con un fin, a menos de que se encuentra
inconsciente (ya sea por una enfermedad mental, un desequilibrio psicológico, los efectos de
una droga, etc.). Se dice que una persona que hace uso de los valores morales de su sociedad
puede forjarse un mejor destino.

El término moral también puede utilizarse como sinónimo de ética, por lo que
adquiere sentido como disciplina filosófica o como sinónimo de la teología moral (una
disciplina teológica).

¿Para qué saber Ética?


¿Por qué es necesario complicarse con este tipo de reflexiones? ¿no es acaso
más simple quedarse con lo que se nos ha enseñado (con la moral)? No. Y estas son
algunas de las razones.
1. Como seres racionales que somos, cuestionamos y buscamos
incesantemente la verdad. Esta actitud crítica es inherente a la naturaleza
humana, propio de ella.
2. Aquel saber natural, espontaneo, presente en todos los hombres eso que nos
enseñan desde pequeños, (la moral), si bien es lo básico y absolutamente
necesario, muchas veces resulta confuso, vago y ambiguo. Por ejemplo, no
siempre parece que está bien decir la verdad. Si lo que nos dice la moral
fuera un saber claro y distinto del que no surgirá ninguna duda, entonces
desaparecerían los problemas morales, se extinguiría esa conflictividad tan
característica de la moral.
3. Además, la Ética nos ayuda a ser responsables, nos enseña que debemos ser
responsables frente a los otros y frente a nosotros mismo. En la medida en
que nonos indica directamente (como sí lo hace la moral) lo que hay que
hacer en cada caso, sino que nos hace pensar sobre el porqué de cómo
actuar, nos está ayudando a tomar conciencia de la responsabilidad de
nuestros actos.
La Ética no nos da una respuesta automática frente a un problema. No nos dice
directamente cual es la acción más justa entre varias posible. Lo que puede hacer es
suprimir algunas confusiones, aclarar ciertas oscuridades, de modo que las
opciones surjan con mayor claridad. Pero la elección final será nuestra, será algo
que deberemos hacer por nosotros mismos. En esto consiste precisamente nuestra
libertad.

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Diferencias entre Ética y Moral

La Ética es la aplicación de la razón a ese conjunto de creencias, hábitos,


códigos de normas que cada cultura posee como una de sus características
constitutivas. En este cuadro se presentan algunas de las diferencias más notables.

Coincidencias entre la Ética y la Moral.


Pero también existen COINCIDENCIAS, por ejemplo:
❖ Tanto la Ética como la moral se expresan en “lenguaje normativo”, es decir,
expresan “normas” que nos orientan en el camino a seguir.
❖ Etimológicamente (teniendo en cuenta el origen de la palabra) son lo
mismo: Ética deriva de la palabra griega Ethos y moral de la palabra latina
mos, pero tanto ethos como mos se traducen del mismo modo: como conjunto
de valores, normas, costumbres, principios que tiene una determinada
comunidad. También se traducen como modo de ser o comportarse,
conjunto de reglas, valores o principio, incluso, como morada o lugar donde
se habita.
❖ Si bien la distinción que hemos hecho es preciso tenerla en cuenta para
continuar nuestro análisis, tenemos que aclarar algo más: si nuestra
conversación se desarrolla en un ambiente informal, es decir, en el lenguaje
cotidiano, no es necesario establecer una diferencia entre moral y ética. En
este caso, los dos términos significan lo mismo y pueden utilizarse
indistintamente.

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¿y qué pasa con “La ley”
No tenemos que confundir las normas morales con las leyes. No todas las
leyes son éticas, es decir, no todas las leyes responden a una fundamentación ética
que las legitime. A su vez, no todo lo que puede ser ético es legal. Lo ideal sería
que existiera una coincidencia plena entre lo ético y la ley, pero no siempre es así.
Por ello es conveniente distinguir entre legalidad y legitimidad. Aquello que es
conforme a la Ley es legal. Aquello que es conforme a la Ética es legítimo.

❖ LEGAL pero NO LEGITIMO: en el siglo XVIII, en nuestro país era legal la


esclavitud de los negros; pero si reflexionamos sobre esta situación, pronto
veremos que no es legítima porque toda persona es un fin en sí mismo y
jamás un medio al servicio de otro. Las personas no son cosas que puedan
ser usadas para fines de otras personas.

❖ LEGITIMO, pero NO LEGAL: frente a algunos pacientes con enfermedades


muy graves y terminales podríamos coincidir en que lo mejor que podría
pasarles es morir; sin embargo, la eutanasia (poner fin a la vida del paciente
por su propio bien) es algo ilegal en la mayoría de los países.
¿Qué pasa con “LA RELIGION”
Por último, el tema de la Religión es algo más complicado. Por empezar
tenemos que hablar de religiones ya que son varias. Si lo único que nos aporta una
religión es una lista de obligaciones sin explicarnos porque debemos cumplir con
ellas, entonces esa religión es lo que antes llamamos moral. Pero si intenta
fundamentar racionalmente (no a través de la fe) esas prescripciones, es decir, trata
de explicarnos por qué debemos cumplir con lo que ella manda, entonces ha
pasado al plano de la reflexión ética.

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¿LA ETICA ES UNA SOLA?
La ética como disciplina, como materia de la filosofía es una sola. Pero en
ella tienen cabida varias teorías éticas. Así como hay varias morales, varios códigos
de leyes, varias religiones, también hay varias éticas o, hablando más
precisamente, varias teorías éticas.
Esto es muy importante tenerlo presente porque si hemos dicho que la Ética
intenta fundamentar la moral (explicar por qué debo o no debo hacer tal o cual
cosa), de acuerdo a la teoría ética desde la que hagamos el análisis, podremos
llegar a conclusiones diferentes.
Por ejemplo, desde una teoría ética, podemos concluir que jamás se debe
mentir (tal es el caso de la ética propuesta por el filósofo Immanuel Kant). En
cambio, desde otra teoría ética (por ejemplo, el utilitarismo, teoría ética de otro
filosofo llamado Stuart Mill) podemos afirmar que, a veces, para evitar malas
consecuencias, está bien no decir la verdad.
He aquí, entonces, una de las principales razones por las cuales las personas
discuten tanto en torno a los problemas morales. Todo depende de la perspectiva
desde la que cada uno analice la situación. Si lo hacemos desde teorías éticas
opuestas, probablemente llegaremos a conclusiones distintas.

¿Cuáles son las teorías éticas?


Las teorías éticas son bastantes numerosas. Si partimos de la clásica
pregunta: ¿Por qué debo X? (siendo X una norma moral vigente) encontramos las
siguientes posiciones:

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En el primer grupo, nos encontramos con teorías que nos dicen que no hay
posibilidad de dar una respuesta a la pregunta ¿Por qué debo actuar de esta o
aquella manera?

¿Por que?

La
fundamentación No es posible dar
es posible pero una respuesta
diferente

Teleologica Ecepticismo
Deontologica
(Aristoteles) Relativismo
(Kant)
Utilitarismo Falibilismo

ECEPTICISMO
Existen dos formas de escepticismo moral:
a) Negación de la vigencia: una norma está vigente cuando se la respeta,
cuando uno actúa según lo que la misma dicta. Por ejemplo, en
nuestra sociedad hay una pauta moral que dice que las personas
deben vestirse de determinada manera. De hecho, la gente suele usar
ropa bastante homogénea. De todos modos, no hay que pensar que el
hecho de que una norma no sea respetada implica necesariamente
que la misma no tenga vigencia. Por ejemplo, uno puede violar la
norma moral que dice que no se debe mentir. Pero esta violación no
tiene por qué estar relacionada con la negación de la misma. Uno
puede seguir creyendo que deben respetarla, aunque de hecho no lo
haga. En otras palabras, una norma tiene vigencia cuando de hecho
se la respeta y cuando se cree que se la debe respetar. Negar la
vigencia de una norma moral, equivale a decir que en materia moral
todo es engaño, mentira, puro palabrerío, que las normas son vacías y
sin sentido.

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b) Negación de la validez: una norma es válida cuando uno puede
justificarla racionalmente. De esta manera, podemos aclarar la
diferencia entre vigencia y validez: la primera no implica una
búsqueda de la verdad, con que se crea que las normas deben
respetada, es suficiente. En cambio, en el caso de la validez, se intenta
buscar lo que en verdad es obligatorio. Negar la validez de una
norma es decir que la misma está apoyada en errores, los principios
morales no se apoyan en verdades.

RELATIVISMO MORAL
En este tipo de teorías se identifica vigencia y validez. En otras palabras, se
sostiene que validas son las normas que de hecho están vigentes.

FALIBILISMO MORAL
Las normas tienen validez provisoria, son válidas por el momento. No hay
forma de justificar una norma de manera absoluta y para siempre, sino que se
puede explicar por qué la misma debe ser respetada en este momento.

TEORIAS DEONTOLOGICAS
Ética Kanteana:
El hombre a pesar de no conocer el absoluto tiene una tendencia inevitable a
buscar ese conocimiento. Kant encuentra una solución a este problema en la
conciencia mora, ya que la misma tiene un contacto con lo absoluto, con el deber.
La misma ordena de forma incondicionada y manda de modo absoluto. Esta
conciencia es la que nos manda hacer algo porque debemos hacerlo y no porque
nos veamos beneficiados al hacerlo.
Esta conciencia absoluta no se puede explicar a partir de la naturaleza ni se
encuentra en ella. Las cosas en la naturaleza son de una determinada manera, pero
no existe un deber de que sean así y no de otra forma. Hay que diferenciar las leyes
que rigen el comportamiento en la naturaleza y las leyes morales, las primeras, esta
n regidas por leyes causales. Por ejemplo, si uno deja suelta una piedra a cierta
altura, esta caerá, pero no caerá porque tenga el deber moral de hacerlo, sino
porque simplemente cae a causa de la fuerza de gravedad. Las segundas, se
relacionan con la conciencia moral y están regidas por el imperativo categórico, el
cual manda de manera incondicionada, no hay causas que se relacionen con este
mandar.

60
Según Kant, nada puede ser considerado como bueno sin restricción, salvo
una “buena voluntad”. O sea que la voluntad es buena de manera absoluta y no
relativa, es buena en sí misma y no por los fines que pueda alcanzar valiéndome de
ella. En cambio, otras facultades, como la inteligencia son buenas de forma relativa
porque la misma puede ser utilizada para resolver un problema matemático o para
planear un asalto.
Kant nos presenta tres ejemplos que aclaran lo dicho hasta ahora:
1. Una persona se está ahogando en un rio y una trata de salvarla, pero falla y
esta se ahoga.
2. Una persona se está ahogando en un rio, y uno trata de salvarla y lo logra.
3. Una persona se está ahogando en un rio, pero la salvo por casualidad con la
red con la que estaba pescando.
Al analizar los tres casos desde un punto de moral, podemos observar que el
tercero no tiene ningún tipo de valor moral porque dicho salvamento se realizó
por casualidad. En cambio, en los otros dos casos, si nos encontramos con
acciones relevantes desde el punto de vista mora, pues en ambas estuvo
presente la buena voluntad y ambos son buenos, más allá del resultado final de
la acción. Lo importante no es el resultado de la acción, lo importante no es
haber logrado el objetivo de salvar a persona que estaba ahogando, sino la
voluntad que es buena en sí mismo.
Hay que tener presente que, para Kant, las acciones humanas no están
dirigidas solo por la razón: el hombre tiene también inclinaciones, pasiones
como el odio, el amor, el miedo, la ira, etc. El hombre esta escindido, dividido
entre las pasiones y la razón. La razón y la pasión se encuentran en tensión
constante. Debido a esta tensión, la buena voluntad se llama deber. El deber es
justamente la buena voluntad que se encuentra en ciertas restricciones que no le
permiten manifestarse por sí sola. Si no existieran las pasiones, la voluntad
respetaría la ley moral de manera automática y no necesitaría de una obligación
que la limite.
TIPOS DE ACCIONES
Para Kant existen tres tipos distintos de acciones: contrarias al deber,
conformes al deber y por deber. Las únicas acciones moralmente validas son las
del tercer tipo, las realizadas por deber. Las del primer tipo son claramente
reprobables y las del segundo tipo, si bien concuerdan con el deber, no son
realizadas a partir de la razón, sino que pueden ser producto de una inclinación
o de la casualidad. Parta que una acción sea moral, esta debe estar determinada
por la ley mora, tiene que ser realizada por deber. Aunque esto conlleve ir en
contra de todas mis inclinaciones.

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Por ejemplo, es conocida la preferencia por ir a una fiesta antes que asistir a
un compañero al que prometimos ayudar a preparar el examen de
matemáticas. Las inclinaciones nos llevarían a ir a la fiesta sin pensarlo
demasiado. Pero nuestro deber seria cumplir con nuestra promesa. Si yo
cumplo con esta promesa más allá de que esto vaya en contra de mis intereses,
entonces me encuentro ante una acción realizada por deber y valiosa desde el
punto de vista mora. Pero puede suceder que la fiesta se suspenda y que sea
esa la razón por la cual cumplo con mi promesa. Si esto es así, entonces, la
acción será conforme al deber uy no por deber, no siendo moralmente
relevante.
Esto no quiere decir que sea necesario el conflicto entra la razón y las
inclinaciones para que nuestra acción tenga relevancia moral. Puede ser que las
inclinaciones y el deber coincidan. Así, el valor moral de una acción depende
del principio que nos nueva a realizarla. Kant llama a este principio máxima de
la acción y es aquello que me lleva a efectuar un acto, la norma que me guía al
actuar.

IMPERATIVO CATEGORICO
La ley moral es una ley universal. Esto quiere decir que es válida en todo
tiempo y lugar, todos los sujetos racionales la poseen en la misma forma. Esta
ley que determina la voluntad es lo que Kant llama imperativo categórico. El
mismo consiste en preguntarse, cada vez que se vaya a llevar a cabo una acción,
si uno quisiera que la misma fuera elevada a ley universal. Tengo que pensar
que la máxima de mi acción tiene que ser querida como la máxima de las
acciones de todos. No puedo ponerme a mí mismo como excepción. La manera
específica en que formula dicha ley es la siguiente:

“Obra solo según una máxima tal que puedas


querer al mismo tiempo que se torne ley universal”

Nuevamente, el ejemplo de la mentira es útil para entender lo que Kant


sostiene. Si uno realiza una promesa y luego piensa en violarla, no estaría actuando
por deber, sino guiado por sus inclinaciones. Por otro lado, al pensar si uno querría
que la violación de una promesa fuera una actitud tomada como propia por todas

62
las personas, pronto se vería que nuestra razón nos llevaría a pensar que no. si
todo el mundo mintiera, si todo el mundo rompiera promesas, no se podría confiar
en nadie y las promesas perderían el sentido. La misma persona que se piensa a si
misma violando la promesa, debe tener presente que, al actuar así, avala que dicho
curso de acción sea tomado por otros. En otras palabras, si miento, debo esperar
que el resto mienta. En este ejemplo vemos, otra vez, la diferencia entre acciones
guiadas por las inclinaciones y acciones guiadas por la ley universal, el imperativo
categórico. Nuestras inclinaciones nos pueden llevar a romper la promesa, pero, el
imperativo categórico nos lleva a actuar por deber respetando la palabra dada.

AUTONOMIA Vs. HETERONOMIA


Hemos dicho que el imperativo categórico es una ley universalidad que nos
dice cómo debemos actuar. Para Kant, solo los hombres que actúan respetando esta
ley son realmente libres. Si bien se podría pensar que el tener que obedecer una ley
implica cierta coacción, cierta sumisión a un orden, hay que tener presente que esta
ley no es una ley impuesta desde fuera. No se puede equiparar el imperativo
categórico a un mandato de un legislador externo. Es el propio sujeto que realizara
la acción quien se auto- impone este imperativo. Por eso se dice que esta ley esta
dictada de manera autónoma. La palabra qautonomía viene del griego autos,
propio y nomos, normas.
Así, cuando en la vida diario obedecemos, por ejemplo, el mandato paterno
de no mentir, nos encontramos ante una norma externa. El sujeto que respeta estas
reglas es un sujeto que actúa guiado por una ley heterónoma. Mientras, la norma
de no mentir se puede internalizar y convertirse en una convicción. El sujeto que
actúa teniendo en cuenta reglas que pueden ser reconocidas por el cómo auto -
impuestas, es un sujeto autónomo, un sujeto que respeta y construye sus propias
reglas. Esta autonomía del sujeto está ligada a la libertad, ya que una persona que
puede ser el autor de sus propias reglas de acción es una persona libre.

ULTIMA VERSION DEL IMPERATIVO CATEGORICO


Kant presenta tres formulaciones distintas de esta ley universal que él llama
imperativo categórico. Hasta ahora hemos presentado solamente una de ellas. Pero
dada la importancia de la tercera de sus formulaciones, no la podemos pasar por
alto la misma dice:

“obra de tal modo que uses la humanidad, tanto


en tu persona como en la persona de cualquier
otro, siempre como un
63 fin al mismo tiempo y
nunca como un medio”
Para entender esta formulación del imperativo categórico, hay que tener
presente que toda acción se realiza con miras a un cierto fin. El imperativo
categórico, hay que tener presente que toda acción se realiza con miras a un cierto
fin, el imperativo categórico manda de forma absoluta y se refiere a fines
objetivos. Las personas no pueden ser pensadas como medios para lograr un fin,
sino que son fines absolutos, ya que actúan suponiendo la idea de libertad. Esto es
se saben autónomos, autores de su propia ley. Si no s tiene en cuenta la autonomía
de las personas y se las utiliza como medios para lograr algún fin, entonces, se
actuará de manera inmoral.
Relacionado con esto, es importante destacar que Kant diferencia “persona”
de cosas o mercancía”. La mercancía tiene valor porque sirve como medio para
satisfacer algún deseo o necesidad y este valor será relativo a ese deseo o
necesidad. Además, una mercancía puede ser sustituida por otra que nos satisfaga
de la misma manera. Una persona, por el contrario, tiene valor absoluto, un valor
en sí. Este valor absoluto deriva de que las personas son los únicos seres
autónomos, o sea, los únicos seres capaces de ser autores de sus propias leyes. Por
otro lado, el tener autonomía moral es lo que da dignidad a las personas. Esto
implica que cada persona es insustituible, no puede ser cambiada.
Teorías Teleológicas
A
diferencia de las teorías Deontológicas, donde la respuesta al por qué debo hacer X
estará relacionada con una norma; en las teorías teleológicas, la respuesta tendrá en
cuenta las consecuencias de la acción.
El Utilitarismo
El representante más importante de esta teoría es John Stuat Mill. Para este
autor, el fin último de toda acción está relacionado con la búsqueda de felicidad o
placer y la exención del dolor. De esta manera, la justicia o corrección de una
acción estará relacionada con la capacidad que tenga la misma de promover
felicidad y la injusticia o incorrección estará relacionada con la capacidad que
tenga de producir lo contrario a la felicidad o placer. Es decir que, para esta teoría,
la promoción de la felicidad y la exención del dolor son las únicas cosas deseables
como fines y todas las cosas deseables lo son o por el placer inherente a ellas o
como medios para producir placer y prevenir dolor.

64
“El credo que acepta como fundamento de la moral la Utilidad, o el Principio de la mayor
Felicidad, mantiene que las acciones son correctas en la medida en que tienden a promover la
felicidad, incorrectas en cuanto tienden a producir lo contrario a la felicidad. Por felicidad se
entiende el placer y la ausencia de dolor; por infelicidad el dolor y la falta de placer”

(Mill, John Stuart, El Utilitarismo)

Es necesario resaltar que, cuando Mill habla de placer, no se refiere al placer


que pueden sentir los animales o a cualquier tipo de placer sin más. El cree que hay
placeres que son superiores y son los que están relacionados con las facultades
humanas más elevadas. De esta forma, una vez que una persona experimento un
placer nada que no esté relacionado con ellas.
De todos modos, hay que ser cuidadosos porque es muy fácil caer en el
error de creer que Mill sostiene algún tipo de placer individual y solitario. Lo que
el autor defiende es justamente lo contrario. La máxima utilitarista dice que lo que
se ha de buscar es la máxima felicidad o placer para el mayor número. Así, por
ejemplo, si a la mayoría de los estudiantes de un curso les produce mayor felicidad
realizar el viaje a Bariloche en septiembre y hay unos pocos que preferirían hacerlo
en julio, el viaje debería realzarse en septiembre, maximizando, de esta manera, el
placer. Es más, según esta teoría, es noble renunciar al propio goce o felicidad, si es
que este sacrificio trae aparejado como resultado mayor felicidad para el mayor
número de personas. Renunciar a la propia felicidad con un fin distinto a la
promoción de la felicidad del resto., está lejos de ser un acto heroico.
De lo anterior se deduce que, para el utilitarismo, no hay normas que sean
obligatorias siempre. Para poder responder a la pregunta que debo hacer, es
necesario ser capaz de sopesar en cada situación particular cual es el curso de
acción más adecuado para maximizar la felicidad.
Una de las objeciones más importante que se le ha hecho a esta teoría es que
al tratar de explicar porque la maximización del placer y la minimización del dolor
son las únicas cosas deseables como fines en si mismos, cae en lo que se llama una
“falacia naturalista”. Mill sostiene que la única prueba de que un objeto es visible
es el hecho de que la gente lo ve. Del mismo modo, se justifica que una cosa es
deseable porque la gente efectivamente la desea. Pero existe una confusión en esta
afirmación, ya que deseable no significa “capaz de ser deseado” del mismo modo
que visible significa “capaz de ser visto”, sino que deseable significa que debe ser
deseado o merece ser deseado.
Otra objeción importante es la que señala la posibilidad de que la mayoría
subyugue a una minoría. Si lo que se está buscando es la felicidad del mayor
numero y esto se consigue, por ejemplo, esclavizando a una minoría étnica, en

65
teoría, esto es lo que se debería hacer. Quienes sostienen este tipo de argumentos,
no parecen tener presente que para Mill la educación era fundamental y que, a
través de ella, los hombres encontrarían deplorable este clase de comportamiento.
Aristóteles y la Ética de la Virtud
La teoría aristotélica de la virtud es otra de las teorías teleológicas. La obra
de Aristóteles (384 – 322 a. C.) abarca conocimientos que va desde la Lógica y la
botánica, pasando por la ética, la retórica, un estudio sobre los animales, el alma,
etc. Para entender su postura frente a la ética, hay que conocer el lugar que el
conocimiento práctico (el saber que me dice como debo actuar) ocupa dentro de la
clasificación que dicho filosofo hace de los distintos saberes.
Aristóteles clasifica los saberes en teóricos, poiéticos y prácticos. Los saberes
teóricos (del griego theorein: ver, contemplar) se ocupan de describir las cosas del
mundo, por ejemplo, como se alimentan los animales o como crecen las plantas.
Estas cosas son siempre de una manera determinada y no pueden ser de otra. No
se puede modificar la manera en que los planetas se mueven.
A diferencia de este tipo de saber, los saberes poiéticos (del griego, poiein:
hacer, producir, fabricar) y los saberes prácticos se ocupan de lo que puede
cambiar, como por ejemplo, la manera que tengo de fabricar algo. Estos saberes
son normativos, se expresan a modo de normas que nos dicen la forma en que nos
debemos conducir para alcanzar el fin que buscamos. Por ejemplo, si mi fin es
cocinar una torta, para poder hacerlo, tengo que seguir alguna receta, que en
definitiva, es un conjunto de normas que nos dicen paso a paso lo que tenemos que
hacer para lograr este objetivo.
Los saberes poiéticos son los relacionados con las técnicas y las artes y nos
sirven para producir objetos útiles y objetos bellos, como pueden ser un martillo
(objeto útil) o un estatua (objeto bello).
Los saberes prácticos nos ayudan para que nuestra vida sea buena,
orientándonos en la respuesta a la pregunta que debo hacer, nos guían en cómo
actuar, para que nuestra vida sea buena y justa.
La Felicidad, relación entre Ética y Política
Para Aristóteles todas las cosas de la naturaleza tienden hacia un fin que es
el bien de cada una de ellas, su máxima perfección. Así, la Medicina tiene como fin
la salud, la Economía tiene como fin la riqueza, la construcción tiene como fin la
casa, etc. Lo mismo sucede con las acciones humanas: cuando el hombre actúa, lo
hace buscando un fin que considera un bien.

66
“pero volvamos de nuevo al bien objeto de nuestra investigación e indaguemos que
es. Porque parece ser distinto en cada actividad y en cada arte: uno es, en efecto, en la
medicina, otro en la estrategia, y así sucesivamente. ¿Cuál es, por lo tanto, el bien de cada
una? ¿no es aquello a causa de lo cual se hacen las demás cosas? Esto es, en medicina, la
salud, en la estrategias, la victoria, en la arquitectura, la casa, en otros casos, otras cosas, y
en toda acción y decisión es el fin, pues es con vistas al fin como todos hacen las demás
cosas. De suerte que, si hay un fin de todos los actos, este será el bien realizable, y si hay
varios y algunos de estos los elegimos por otros, como la riqueza, las flautas y, en general,
los instrumentos, es evidente que no son todos perfectos, pero lo mejor parece ser algo
perfecto. Por consiguiente, hay solo un bien perfecto, ese será el que buscamos, y si hay
varios, el más perfecto de ellos.” (Aristóteles, Ética Nicomáquea)
Hay dos tipos de bienes: los que son buenos en si mismo, por ejemplo,
contemplar una estatua (este hecho es un fin en sí mismo y solo satisface un deseo
en sin necesidad de nada más) y los que sirven de medio para conseguir otro fin,
por ejemplo, (tomar un colectivo no es un fin en si mismo, sino un medio para
llegar a mi destino). Hay que tener presente que, si bien hay bienes que son medios
para obtener algún fin, siempre existe ese fin que se persigue. No existen acciones
que no tengan un objetivo último, sino tendríamos que pensar que hay cadenas de
acciones que son puros medios y esto no tendría ningún sentido, faltaría la razón
ultima por la que se actúa. Por ejemplo, al organizar una fiesta puede haber toda
una cadena de acciones: llamar a los amigos para repartirse tareas, tomar un
colectivo para ir al supermercado, tomar otro para volver con lo que se compró,
limpiar la casa, etc., pero hay un objetivo final que es la fiesta.
Para Aristóteles, el fin último tiene dos características claras, es valioso en sí
mismo y se basta a sí mismo, esto significa que no depende de ninguna otra cosa.
La felicidad es el bien supremo, el objetivo último a conseguir, que reúne estos dos
requisitos. No hace falta meditar demasiado para darse cuenta de que la felicidad
es buscada por si mima y no como medio para otra cosa, no depende de otra cosa,
sino que es autárquica. No hay discusión posible con respecto a que todos los
hombre buscan la felicidad. El problema es que no hay acuerdo con respecto a
donde debe ser buscada dicha felicidad, algunos creen que pueden alcanzarla
mediante el poder, otros a través del honor, otros por la riqueza.
Es la política la actividad que tiene como fin último la felicidad. Por esta
razón, cualquier otra actividad que se realice debe estar subordinada a ella. Así, la
Ética queda subordinada a la Política. La diferencia estriba en que, mientras la
Ética busca la felicidad individual; la política busca el bien común. De esta manera,
queda justificada una mentira si es que esta redunda en un beneficio para el
conjunto de la sociedad. Como se puede observar, esta teoría se diferencia
claramente de la teoría Kantiana, ya que, en esta última, la mentira no puede ser
admitida bajo ningún punto de vista.

67
Así, desde un punto de vista aristotélico, se entienden como acciones
morales aquellas que benefician al conjunto, como, por ejemplo, la valentía Enel
combate. Esta puede perjudicar al individual, pero resulta un bien para el
conjunto.
La virtud como hábito y la elección
Sin tenemos que decir donde se encuentra la felicidad, la respuesta
aristotélica seria en la virtud, entendía esta como excelencia. La misma debe
buscarse en la actividad propia del hombre, aquella que lo diferencia de los demás
animales y lo hace ser lo que es, o sea, en la vida racional. En otras palabras, si lo
propio de un jinete es montar a caballo, el bien del hombre es la actividad racional
conforme a la virtud.
La virtud es un habito por el cual el hombre se hace bueno y ejecuta bien la
función que le es propia. Para Aristóteles, existen dos tipos de virtudes: las éticas y
las dianoéticas. Las segundas están relacionadas con la razón considerada en si
misma, mientras que las virtudes éticas se refieren a la razón aplicada ala facultad
de desear. Son las virtudes del carácter y están relacionadas con los modos de ser.
La virtud es el habito de elegir el justo medio por las mismas razones por las
que lo elegiría el prudente. Es importante destacar que la palabra habito está
relacionada con una forma constante de actuar. No basta que una persona realice
una vez, en forma aislada, una acción buena para poder ser calificada como buena
persona. Es necesario que haya una constancia en la forma de actuar. Las acciones
deben ser sistemáticamente buenas para la persona sea efectivamente buena. No
alcanza con decir la verdad en una ocasión, sino que siempre se debe decir la
verdad. –
Por otro lado, el acto moral está íntimamente relacionado con la capacidad
de elegir. Si no hay voluntad, no podemos hablar de acto moral. Sin deliberación y
elección no puede haber voluntad en el actuar. En otras palabras, si se comete un
acto malo sin elegirlo, la persona no puede ser juzgada por dicha acción, ya que no
se puede decir que hubo voluntad de llevar a cabo un acto malo. No se puede
calificar de bueno o malo aquello que no es voluntario. Por ejemplo, golpeo a un
compañero en la nariz con la puerta, esa acción no puede ser juzgado desde un
punto de vista moral porque no existió la intención de golpear ni lastimar.
Esta virtud entendida como habito es el término medio entre dos efectos.
Esto es, al actuar debo hacer un balance entre los posibles cursos de acción a seguir
y elegir el que se encuentra en medio de los que Aristóteles llama vicios. Por
ejemplo, la valentía es una virtud, el término medio entre dos vicios: la cobardía,
que es un vicio por defecto (por falta de valentía) y la temeridad que es un vicio
por exceso (por ir más allá de la valentía prudente. El hombre prudente siempre
elegiría, luego de una deliberación, la valentía, justamente porque el hombre

68
prudente siempre elige el término medio. Esta clase de hombre se caracteriza por
tener la razón entrenada para poder reconocer y elegir el término medio.
Pero la deliberación solo es posible en relación a cosas que están a nuestro
alcance y son realizables, no podemos deliberar acerca del color que tendrá el cielo
mañana. Por otro lado, solo se puede deliberar en relación a los medios y nunca en
relación a los fines. El fin de un alumno es aprender las materias y un buen alumno
no deliberara sobre este fin, sino que deliberara sobre la mejor manera de concretar
dicho fin, sobre las posibles estrategias de aprendizaje.
Por otro lado, debe notarse que el término medio no puede pensarse como
algo fijo al modo del imperativo categórico Kantiano que era válido de manera
universal. En este caso, nos encontramos con algo que dependerá de nuestra
situación particular.

Libertad y Responsabilidad
Ya hemos hablado un poco de este tema al hablar de la teoría kantiana.
Hemos dicho que cuando actuamos, por ejemplo, de acuerdo con lo que marcan
los códigos de normas morales o religiosas, no somos verdaderamente libres
porque hacemos lo que otros (otra autoridad civil o religiosa) nos dicen que
hagamos. No mentimos porque Dios nos ha dicho que no es bueno mentir. No
robamos porque las leyes nos dicen que está mal robar. Son “otros “los que nos
mandan y nos sometemos a ellos, generalmente, por miedo al castigo.
En cambio, somos libres cuando no mentimos y no robamos porque es
“nuestra conciencia” la que nos dice que hacerlo está mal. Ya no son los otros sino
nosotros mismos los que nos imponemos una conducta porque estamos
convencidos de que es la correcta. Y tan convencidos estamos que, si actuamos de
manera opuesta, tenemos una sensación desagradable, una sensación que solemos

69
referir con alguna de estas frases: después de lo que hice no puedo mirarme al
espejo. O no puedo dormir en paz o mi conciencia me lo reprocha constantemente.
Es necesario tener presente que ser libre significa también se responsable de
las propias elecciones, de las consecuencias de los propios actos. Cuando actuamos
de un determinado modo porque otro es quien nos lo ordena, no somos
responsables. Pero cuando lo que hacemos lo hemos elegido libremente, si somos
responsables.
Como vemos libertad y responsabilidad van juntas. Son las dos caras de una
misma moneda. La libertad es solo una cara de la moneda, la otra es la
responsabilidad. Soy responsable la medida en que puedo justificar el camino
elegido entre varios cursos de acción posibles y puedo responder por las
consecuencias de dicha elección.
Hombre libre es el no sometido, quien es capaz de hacer algo por si mismo.
Pero la noción de libertad no solo incluye esta posibilidad de decidir sino también
la idea de responsabilidad para con uno mismo y para con la comunidad. Es decir,
ser libre implica algunas obligaciones. Significa, por un lado, la capacidad de hacer
algo y, por otro lado, una forma de limitación.
“así, no tenemos ni detrás ni delante de nosotros, en el dominio luminoso de los
valores, justificaciones o excusas. Es lo que expresare diciendo que el hombre está
condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado así mismo, y sin embargo, por
otro lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo que hace. El
existencialismo no cree en el poder de la pasión. No pensara nunca que una bella pasión en
un torrente devastador que conduce fatalmente el hombre a ciertos actos y que por
consecuencia es una excusa, piensa que el hombre es responsable de su pasión. El
existencialismo tampoco pensara que el hombre puede encontrar socorro en un signo dado
sobre la tierra que lo oriente, porque piensa que el hombre descifrara por sí mismo el signo
como prefiere. Piensa, pues, que el hombre sin ningún apoyo ni socorro está condenado a
cada instante a inventar al hombre. (Sartre, Jean Paul, El existencialismo es un
humanismo)
Condiciones necesarias para ser libre
Una última reflexión en torno a este importante tema de la libertad. La
información y la falta de coacción son esenciales para que nuestra elección sea
libre. Si nos piden que elijamos una comida y nos ofrecen solo pollo y pescado,
ocultándonos que también hay pastas y elegimos pollo, nuestra elección no es
realmente libre pues, de haber sabido que había pasta, tal vez hubiéramos
preferido este plato.
Del mismo modo, si cuando elegimos estamos sometidos a algún tipo de
presión, tampoco somos libres. Las presiones o coacciones pueden ser explicitas o

70
sutiles. En el primer caso, se trata lisa y llanamente de amenazas. En el segundo
caso, puede tratarse de manipulaciones. No las amenazas no las manipulaciones
son formas legitimas de influir sobre los demás. La única forma legítima en la que
podemos tratar de convencer a otro para que actúe como queremos, es la
persuasión. Es decir, puedo intentar convencerlo persuadiéndolo mediante
argumentos, pero jamás debo amenazarlo o manipularlo.
Cuando elegimos un curso de acción bajo coacción o sin estar
suficientemente informados de todas las alternativas posibles, no somos libres
y, por lo tanto, no somos tampoco responsables de las consecuencias.
Ética de la intención y Ética de la responsabilidad.
Max Weber fue quien distinguió entre “ética de la intención” (EI) y “éticas
de la responsabilidad” (ER). En las primeras, lo importante es la intención. Es
decir, la acción es buena si la intención con la que se lleva a cabo es buena,
independientemente que las consecuencias o los resultados sean malos. Por el
contrario, en las ER se tienen en cuenta las consecuencias de la acción mu
especialmente. En las EI lo importante es la pureza de la intención. En las ER se
privilegian los efectos de las acciones y se asume la responsabilidad por ellos.
El principal defecto de las EI es el mal no deseado como consecuencia del
obrar bienintencionado. El principal defecto de las ER es que puede aceptarse un
mal como medio si con el se consigue un fin bueno. Como ocurre habitualmente,
los extremos no son siempre lo mejor. Una posición mas aceptable, que el mismo
Max Weber propone, es la intermedia. Un ejemplo paradigmático de las EI es la
teoría ética kantiana (del gran filosofo Immanuel Kant) por su parte, el utilitarismo
es un claro ejemplo de las ER.

UNIDAD 4
El problema del Conocimiento
Creer, Conocer
En la vida diaria, no solemos dudar del mundo que nos rodea. Damos por
hecho que esta computadora que me está sirviendo de instrumento para escribir
estas palabras existe y que funciona de una determinada manera. Pero ¿en qué
baso este tipo de afirmaciones? ¿Qué me lleva a sostener que las cosas son tal cual
las percibo?
Es necesario detenerse un momento en este punto para tratar de diferenciar
lo que es creer, por un lado; y conocer, por el otro. No cabe duda de que creemos
que nuestra computadora responderá a nuestros dedos que van presionando las
teclas para que las letras aparezcan en nuestra pantalla. En este caso particular,

71
nuestra creencia va acompañada por un correlato en la realidad: de hecho, a
medida que vamos presionando las teclas, estas van formando palabras sobre la
pantalla. Sin embargo, esto no implica, bajo ningún punto de vista, que yo sepa a
ciencia a cierta cual es el mecanismo mediante el cual esto sucede.
Algo parecido pasa con nuestras relaciones interpersonales: estamos
íntimamente convencidos de que nuestros amigos son personas en las que
podemos confiar, creemos firmemente que nonos harán pasar malos momentos
intencionalmente. Nuestra creencia en relación con este asunto no necesita
pruebas. Incluso, puede haber evidencias contrarias a dicha creencia, pero
justamente, la característica principal de las creencias es la ausencia de pruebas.
Por su parte, el conocimiento implica dar razones, fundamentar. Si bien
saber y creer pueden ir juntos, esto no es necesariamente así. Siempre que se, creo.
Por ejemplo, se pueden conocer las fases lunares, es decir saber cómo la tierra
proyecta una sombra sobre su satélite, haciendo que este se oculte en parte. Este
saber también implica un creer. Saber que es la Tierra la que impide que el Sol
ilumine completamente la Luna, implica creer que esto es así. Pero creer no
siempre conlleva saber. Como se dijo en el ejemplo anterior, yo puedo creer que mi
amigo no faltará a su palabra, pero yo no tengo pruebas que avalen que mi amigo
cumplirá su palabra. –
En otras palabras, para 1que exista un saber, tiene que haber razones que
justifiquen la creencia, pruebas que avalen lo creído. Por supuesto que creer en
algo implica sostener su verdad. Pero, decir que algo es verdadero, no lo vuelve
tal. Por esta razón, son necesarias las pruebas que apoyen las creencias.

Posibilidad y límites del conocimiento humano


Constantemente nos movemos y actuamos como si fuéramos capaces de
conocer los objetos que nos rodean sin ninguna dificultad. De forma casi continua
abrimos juicios (afirmamos o negamos algo) sobre estos entes circundantes y
mediante estos pretendemos describir la realidad. Decimos, por ejemplo, que el sol
sale cada mañana por el este y se pone por el oeste, que esta manzana que esta
sobre la mesa es más grande que aquella que esta sobre la heladera o que esa
persona que se acerca hacia mí no es el vecino de la vuelta. Sin embargo, muchas
veces, caemos en la cuenta de que dichas afirmaciones, aunque pretendían ser
verdaderas y dar una descripción certera, eran falsas. Por ejemplo, al comparar de
cerca la manzana de la mesa y la de la heladera, descubrimos que la primera es
más pequeña que la segunda, contrariamente a lo que habíamos afirmado en
proposición, comenzamos a dudar de ella. Por ejemplo, a medida que aquella
persona que se encontraba lejos se acerca, el parecido con el vecino de la vuelta
comienza a descubrirse, aunque no tenemos la certeza de que sea él.

72
Nos encontramos frente a un problema ¿qué certeza de conocer algo tengo?
¿existe realmente la posibilidad de conocer o solamente conozco? Desde los
escépticos que sostuvieron la imposibilidad del conocimiento hasta los realistas
que afirman que aquello que conocemos es el mundo tal cual es, las respuestas a
estas preguntas han sido variadas a lo largo de la historia de la Filosofía.
Otro problema central dentro de la Gnoseología es el origen fundamento del
conocimiento. Dos son las soluciones posibles: los empiristas sostienen que se
conoce a partir de la experiencia sensible (a través de los sentidos) y que es esta
misma experiencia la que da el fundamento; los racionalistas sostienen que se
conoce a partir de la razón y que existen ciertos conocimientos que son a priori
(independientes de la experiencia), como las verdades matemáticas.
Pero todavía nos queda pendiente otra cuestión: ¿Qué conocemos? Los
filósofos idealistas creen que no conocemos las cosas tal cual son sino como estas
aparecen en nuestra conciencia. En otras palabras, los objetos que tenemos en
nuestra cabeza, no se condicen con los que se encuentran en el mundo exterior.
Mientras tanto, los realistas creen que lo que nosotros conocemos es la realidad tal
cual es.
Dogmáticos y Escépticos
Hay que entender a los dogmáticos en oposición a los escépticos, ya que
fueron estos últimos los que pusieron este nombre a sus predecesores. Todos
aquellos filósofos anteriores a los escépticos son, por lo tanto, dogmáticos.
Los dogmáticos se caracterizan por no dudar de la posibilidad del
conocimiento: este es un hecho indubitable y que se demuestra así mismo
(conocemos y esto demuestra que el conocimiento es posible). Para estos filósofos,
carece de sentido preguntarse si el hombre conoce o no. Se parte de la certeza de la
existencia de dicho conocimiento y si alguna pregunta acerca del mismo tiene
razón de ser, eta se centrará en su alcance, naturaleza y valor.
En contra posición, el escéptico duda de la posibilidad de conocimiento o de
la posibilidad de demostrar la verdad del mismo. La actitud escéptica se
caracteriza por investigar si la verdad es posible y dudar de ella. Los escépticos no
tienen otra opción más que la de suspender el juicio (no pueden negar ni afirmar
nada sobre el mundo que los rodea). Sin embargo, hay que tener presente que el
escepticismo extremo y absoluto es insostenible. Hay certeza de las que no se
pueden dudar, por ejemplo, del propio pensamiento, como demostró Descartes.

Tipos de escepticismo

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Existen distintos tipos de escepticismo. El relativismo puede ser definido
como un tipo especial de escepticismo. Cada persona o sujeto de conocimiento
tiene características particulares que determinaran la manera en que se relacionara
y conocerá el sujeto. De este modo el conocimiento que un sujeto tendrá de los
objetos que lo circundan, no dependerá solo de dicho objeto.
Cada sujeto percibe de una manera particular y tiene una inteligencia
determinada. Así, no existe manera alguna de verificar el conocimiento de lo
absoluto. No podemos defender la existencia de un conocimiento realmente
compartido, sino que cada sujeto tendrá un conocimiento relativo dependiendo de
la relación que entable con los objetos de conocimiento a partir de su percepción e
inteligencia.
Otra forma de escepticismo es el agnosticismo. En esta posición, lo que se
afirma es la imposibilidad de conocer lo absoluto, el ultimo fundamento que
sostiene todos los demás conocimientos de los que disponemos. El pensamiento
humano opera haciendo generalizaciones que se van enlazando entre sí. Se pasa de
una afirmación particular a otra y se hacen generalizaciones cada vez más amplias
que van englobando a las anteriores. Pero siempre se requiere de una nueva
afirmación que explique y englobe a la última que sostuvimos. Es imposible llegar
a una afirmación ultima que no necesite de otra más general que la explique y
justifique.
El escepticismo como actitud filosófica ante la realidad tiene una larga
existencia. En el 300 A.C, Pirron, el más importante representante del escepticismo
clásico buscaba una re3spuesta a la pregunta. ¿Qué debo hacer? (en otras palabras,
su preocupación era moral y no gnoseológica), buscaba la ataraxia o
imperturbabilidad del alma. Este tipo de sabiduría fue relacionada, mas tarde, con
la suspensión del juicio. De esta manera, el problema gnoseológico paso a primer
plano.
Sexto Empírico es uno de los que sostiene que la ataraxia es resultado de la
suspensión del juicio. Para este filósofo, las investigaciones de los escépticos no
están relacionadas con las apariencias de las cosas. la pregunta no es si la sensación
que tengo en este momento, por ejemplo, el frio del hielo al tocarlo, es real o no. No
se puede dudar de las sensaciones que se tiene. La pregunta del escéptico se centra
en si el hielo es realmente frio y si se tienen buenas razones para afirmar este
hecho. El problema radica en que la razón no tiene manera de diferenciar las
apariencias reales de las falsas. No se puede dudar de que aquello que me aparece,
no se puede dudar de las sensaciones y su apariencia, pero nada nada permite
sostener su verdad. De hecho, a veces, los datos de los sentidos se contradicen
entre si (una persona de metro ochenta y siete parece un enano a cierta distancia),
así como las razones también pueden contradecirse (se puede argumentar de

74
manera coherente a favor de la infinitud del mundo, pero también puede
argumentarse sobre su finitud).
En la Modernidad, el mayor exponente del escepticismo fue Montagne. Este
filosofo sostenía que no existe ninguna posibilidad de encontrar un criterio de
verdad. Para afirmar algo es necesario disponer de un criterio que me permita
diferenciar lo verdadero de lo falso, pero para hacer uso de este criterio, primero
debo demostrar su validez y para demostrar su validez, sería necesario recurrir a
otro criterio y así hasta el infinito.
En la actualidad, siguen existiendo filósofos que defienden el escepticismo.
Estos filósofos argumentan que nada es explicable. Esto es así porque la verdad
requiere universalidad, necesidad e inmutabilidad, características imposibles de
hallar en el pensamiento. Desde la razón se han sostenido distintos sistemas
filosóficos (basta con pensar el antagonismo existente entre Platón y Aristóteles), a
nivel moral, ante un mismo hecho. Personas distintas pueden defender distintos
cursos de acciones a seguir (castigar a un alumno que no estudio o perdonarlo),
etc. Quizá se pueda decir que las características nombradas se dan a nivel de los
sentidos: siempre veo el cielo del mediodía (salvo que este nublado, por supuesto)
de color azul y cada vez que lo vuelva a ver, será igual para mí y para todos los
otros seres humanos.
Racionalismo
Si bien la preocupación por el conocimiento existe desde la Antigüedad, la
Modernidad es el momento en que el problema se intensifica y toma un nuevo
curso. Son varios los acontecimientos que desembocan en una crisis de la
concepción medieval del mundo centrada en Dios: el “alejamiento del horizonte a
partir del descubrimiento de América y su conquista, el surgimiento de las
naciones estado de la mano del capitalismo, la Reforma Protestante, que gracias a
su defensa de la libre interpretación de la Biblia pone al individuo como centro.
Los descubrimientos astronómicos de Copérnico, Galileo, Kepler y finalmente
Newton, etc.
Tos estos suceso tienen como resultado un cambio drástico en la forma de
percibir la realidad. La pobreza pierde su lugar privilegiado gracias a la Reforma
Protestante y el trabajo y la recompensa por el mismo comienza a ganar espacio.
En los cuadros Renacentistas puede observarse como el cuerpo empieza a ocupar
un lugar central, dejando rezagada al alma, que hasta entonces había sido la
preocupación principal de todo mortal que deseara la vida eterna junto a Dios. La
burguesía, una nueva clase social centrada en el comercio, comienza a ganar
protagonismo.
La Modernidad cambia el lugar del hombre en el mundo.
Aproximadamente a partir del siglo XV, se tendrá una concepción cada vez mas

75
antropocéntrica y menos trascendente. La Iglesia era perdiendo su lugar a su poder
hasta que, finalmente, el poder terrenal y el celestial tomen cursos independientes.
Lo más importante será la vida terrenal y no la preparación para la celestial. Como
resultado de la crisis, se comienzan a cuestionar las autoridades que hasta entonces
habían sido respetadas: Aristóteles, y la Biblia. Poco a poco se pierde la confianza
en estas y se pasa a confiar, cada vez más, en la observación y en la
experimentación como las verdaderas fuentes de conocimiento.
En le Renacimiento, el problema del método toma un papel protagónico. La
crítica a la escolástica medieval resaltaba la inutilidad de la misma a la hora de
aumentar el conocimiento científico justamente por el método utilizado por ella.
Uno de los componentes de dicho método era el Criterio de Autoridad: lo
afirmado por ciertas autoridades (la Biblia, la Iglesia y Aristóteles) era verdadero e
indiscutible. No se concebía la posibilidad de error en relación a ciertos autores.
Por otro lado, se tacha a la escolástica de verbalista. Esto quiere decir que las
discusiones en las que se concentraba terminaban siendo simples discusiones
verbales en las que no se buscaba ir a las cosas mismas. No se realizaban
investigaciones serias, sino que se intentaban resolver problemas carentes de
sentido o inexistentes. Finalmente, la ciencia y la Filosofía escolásticas se valían del
silogismo. En silogismo es un tipo de razonamiento deductivo formado por tres
proposiciones. El problema con este tipo de razonamiento es que no sirve para
obtener nuevos conocimientos, sino que solo permite ordenar los que ya se tienen.

René Descartes, el filosofo de la duda


1596- 1650), es en cierto sentido, el primer filosofo moderno. Como tal, se
planteó la necesidad de encontrar un nuevo método más adecuado que permitiera
ir más allá del criterio de autoridad, las discusiones de palabras y los
razonamientos silogísticos. Su esfuerzo estaba centrado en encontrar los principios
de las cosas.
A Descartes le resultaba intolerable que los conocimientos fueran
simplemente plausibles. El necesitaba certezas. Un conocimiento no seguro debería
ser abandonado. Como los intentos anteriores de encontrar alguna verdad, desde
su punto de vista, habían fracasado, él los dejo de lado. Se propuso empezar de
nuevo, desde coro. Aunque su empezar de cero no significa que no haya
reconocido que aprendió del pasado. El pasado le enseño que es posible caer en el
error y que eso es precisamente lo que debe ser evitado. Su método fue entonces, la
duda metódica. Como método es un instrumento que pretende ser usado para
hallar la verdad. Es universal, ya que será aplicada a todo e hiperbólica porque
será llevada hasta los últimos extremos.

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Hemos dicho que el método cartesiano es la duda. Pero es necesario aclarar
un poco mas en que consiste el método para Descartes, en su obra Discurso del
método, nos presenta cuatro reglas que deben seguirse en toda investigación. La
primera nos dice que solo debemos admitir como verdadero aquello de lo que no
ser puede dudar, cuando se evidente. Nos dice que las características de un
conocimiento de este tipo es que será claro y distinto.

Evidente= claro y distinto

Un conocimiento es claro cuando se me presenta de forma inmediata ante el


espíritu. Por ejemplo, si me pincho, el dolor que siento se me presenta de manera
inmediata y, en ese sentido, es claro. Un conocimiento es distinto cuando no tiene
nada que no le pertenezca, por ejemplo, si digo que el triángulo es una figura de
tres lados, esto es un conocimiento distinto, en cabio, si digo simplemente, que se
trata de una figura, puedo llegar a confundir el triángulo con un cuadrado o un
círculo, ya que ellas también son figuras. Lo que Descartes nos esta diciendo con
esto es que no debemos precipitarnos y debemos ser precavidos. Nada que no
hayamos conquistado a través de nuestro propio esfuerzo puede ser tenido como
verdadero,

La segunda regla es la del análisis. En ella, Descartes nos dice que todo
aquello de lo que nos ocupemos y sea complejo, debe ser dividido en todas sus
partes. Debemos analizar, dividir las cuestiones y problemas en los que trabajamos
hasta llegar a algo que sea simple y evidente. Pero, para tener un conocimiento
verdadero, no nos podemos quedar en esta parte del método, es necesario reunir
aquello que separamos. Si nos quedáramos en este momento del análisis, no
tendríamos nada más que un montón de cosas inconexas. Por eso es necesario
seguir con la tercera regla: la síntesis. En ella, nos dice que se debe partir de
aquellos conocimientos mas simples y sencillos e ir ascendiendo hacia los mas
complejos. Uno debe comenzar por conocer los números para luego conocer la
suma, mas tarde la resta y recién entonces estudiar la multiplicación y división.
La ultima regla dice que debemos llevar un recuento minucioso de los pasos
que hemos seguido para asegurarnos de que no hemos omitido nada. Las
características de la mente humana le impiden tener presente en todo momento los
pasos que va siguiendo, por ejemplo, al resolver un problema matemático. Uno
esta concentrado en el paso actual y confía a la memoria aquello que ya realizo. Los
que nos dice esta cuarta regla es que debemos revisar los pasos que hemos seguido
hasta no tener ninguna duda de que no hemos olvidado nada en el camino.

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https://www.youtube.com/watch?v=hP9uWUO3ivI Descartes
¿Puede dudar de lo que los sentidos me muestran? La distorsión de los sueños.
Por medio de duda, Descartes busca un conocimiento absolutamente cierto.
Él quiere estar seguro de la verdad de sus conocimientos y no aceptara bajo ningún
punto de vista nada que sea plausible o dudoso. La duda le permite poner a
prueba los conocimientos y forzarlos. Le interesa saber si existe alguno capaz de
resistir esta duda metódicas, ya que ese algo capaz de resistirla, tiene que ser
forzosamente cierto. Como resulta imposible poner a prueba todos los
conocimientos existentes, Descartes decide utilizar su método sobre las facultades
que nos permiten construir nuestros conocimientos y que, por lo tanto, resultan ser
su fundamentos: la sensibilidad y la razón.
Su primera critica se dirigió a la facultad sensible. Innumerables veces
hemos podido confirmar que los sentidos nos engañan. Basta colocar un palo en el
agua para observar que este se ve partido bajo ella a pesar de que fuera de la
misma, parecía entero. Si debemos seguir el método de la duda, los sentidos no son
fiables. ¿Cómo se puede confiar en una facultad que ha resultado engañosa en mas
de una ocasión? Ha señalado ya Descartes que todo conocimiento dudoso ha de ser
rechazado.

“Todo lo que hasta ahora he admitido como absolutamente cierto lo he percibido de los
sentidos o por los sentidos; he descubierto, sin embargo, que estos engañan de vez en
cuando y es prudente no confiar nunca en aquellos que nos han engañado aunque solo
haya sido por una vez” (Descartes, René, Meditaciones Metafísicas”

En otras palabras, si los sentidos nos dan conocimiento dudoso, y, de hecho,


así resulta, entonces, deben ser descartados como fuente real de conocimiento.
Por supuesto que este argumento es valido para cierto tipo de conocimiento
sensible. Pero parece imprudente dudar de otras cosas que me presentan los
sentidos. ¿sería coherente poner en duda que estoy frente a la computadora
escribiendo? ¿ es licito desconfiar de la luz del velador que alumbra la pantalla? Sin
embargo, nuevamente se nos presenta un problema: existen ocasiones en las que
no es posible diferenciar el sueño de la vigilia. Hay sueños que son tan vividos que
uno juraría que esta despierto. ¿Qué garantía tengo en este momento de que no
estoy dormida? Según Descartes, ninguna. Y si no tengo forma certera de
diferenciar sueño y vigilia, entonces, tampoco puedo sostener que el conocimiento
que tengo de mi computadora o mi velador en este momento sea cierto.

78
Con estos dos argumentos, Descartes deja eliminada toda posibilidad de
conocimiento indubitable a través de los sentidos.
Dudando de la razón. El genio maligno
La otra facultad, la razón, también es sometida a prueba. El razonamiento
matemático parece ser el mas exacto de todos los tipos de conocimiento a los que
se puede acceder, sin embargo, todos los hombres están expuestos a error. De
hecho, son muchas las personas que cometen errores al tratar de resolver los
problemas matemáticos más sencillos. Por esta razón, Descartes pensó que si los
demás corrían el peligro de cometer tales errores, el también lo corría. Por
supuesto, este argumento sigue siendo insuficiente porque se base en un proceso
discursivo que se apoya en ciertos principios que no son eliminados. Dichos
principios, por ejemplo, que el todo es mayor que la parte, no se conocen de
manera discursiva, sino intuitiva.
Descartes presento un nuevo argumento que le permitió dejar de lado,
incluso, el conocimiento matemático: postulo la existencia de un genio maligno.
Esto no significa que Descartes sostuviera que existe de hecho un genio maligno,
sino que ante la posibilidad de su existencia, es necesario tener presente que no se
puede estar seguro ni siquiera del conocimiento matemático, En otras palabras, no
es imposible imaginar que exista un genio maligno y perverso que nos hiciera
confundir siempre, haciéndonos creer que dos mas dos es cuarto, cuando en
realidad, esto no es así. Este argumento no puede ser dejado de lado, según
Descartes, justamente porque su método, como se ha dicho anteriormente, es la
duda. Si la dida ha de ser tomada en serio y llevada hasta sus ultimas
consecuencias, entonces, se tiene que tener presente la posibilidad de ser
engañados por un ser de estas características. De esta manera, con el postulado del
genio maligno, el conocimiento racional es puesto en duda debe ser dejado de
lado.
La certeza en la duda. El Cogito
Llegados a este punto, podemos observar como Descartes ha puesto en
duda todo el saber de la época: no puede confiar ni en sus sentidos ni en su razón.
Estas dos facultades son las que me permiten tener algún tipo de conocimiento. Si
las pongo en duda, si no puedo confiar en aquello que me muestran los sentidos
porque estos son deficientes, ni en aquello que aprehendo a través de la razón
porque no es imposible postular la existencia de un genio maligno dispuesto a
engañarme, entonces, no hay nada que yo pueda conocer con certeza. No puedo
fiarme de ninguno de los conocimientos que tengo hasta ahora.
Sin embargo, sucede que, una vez que la duda lega al extremo, que será
radicaliza, aparece una certeza. Si soy capaz de dudar, hay algo que puedo
garantizar: si dudo, éxito:

79
“Pero ¿Qué soy ahora, si supongo que algún engañador potentísimo, y si me es permitido
decirlo, maligno, me hace errar intencionalmente en todo cuanto puede? ¿puedo afirmar que
tengo algo, por pequeño que sea, de todo aquello que, según he dicho, pertenece a la
naturaleza del cuerpo? Atiendo, pienso, doy mas y mas vueltas a la cuestión: no se me ocurre
nada, y me fatigo de considerar en vano siempre lo mismo. ¿Qué acontece de las cosas que
atribuía al cuerpo, como alimentarse o andar? Puesto que no tengo cuerpo, todo esto no es sino
ficción, ¿y sentir? Esto no se puede llevar a cabo sin el cuerpo, y además me ha parecido sentir
muchas cosas en sueños que he advertido mas tarde no haber sentido en realidad. ¿y pensar?
Aquí encuentro me lo siguiente: el pensamiento existe, y no puede serme arrebatado; yo soy,
yo existo: es manifiesto. Pero ¿Por cuánto tiempo ‘sin duda, en tanto que pienso, puesto que
aún podría suceder, si dejase de pensar, que dejase yo de existir en absoluto? No admito ahora
nada que no sea necesariamente cierto; soy, por lo tanto, en definitiva, una cosa que piensa,
esto es, una mente, un alma, un intelecto o una razón, vocablos de un significado que antes me
era desconocido. Soy, en consecuencia, una cosa cierta, y a ciencia a cierta existente. Pero ¿Qué
cosa? Ya lo he dicho, una cosa que piensa. (Descartes, Rene, Meditaciones Metafísicas)

Esto quiere decir que puede haber un genio maligno capaz de engañarme,
pero no puede impedir que exista. Esta es la primera verdad indubitable: pienso,
luego existo. En otras palabras, soy una cosa que piensa. A esta primer verdad,
Descartes la llamo “cogito”. Este es el primer principio de la filosofía porque es la
primera verdad de la que no puedo dudar y porque es el fundamento, el punto de
partida desde el cual construir la filosofía y el saber en general.
Hay que destacar que pensar, para Descarte, implica mucho mas que
simplemente pensar. Ser una cosa que piensa es ser una cosa que afirma, niega,
duda, entiende, concibe, quiere, no quiere, imagina, siente. Pero, existe un
problema: yo se que soy una cosa que piensa, o sea, me conozco como
pensamiento, pero no se nada de mi cuerpo. Ni siquiera puedo afirmar que tengo
uno. Tengo conocimiento claro y distinto de mi pensamiento, pero no de mi
cuerpo. A este lo conozco de forma indirecta, a través de mis vivencias, las cuales
nos son corporales, sino que son pensamiento.
Clasificación de las ideas: Dios como salvación del solipsismo
Si Descartes se detuviera en este punto, si se conformara con el cogito, no
tendría ninguna posibilidad de otro conocimiento cierto. Después de todo, si bien
no puedo dudar de mi existencia, si puedo dudar de cualquier otro conocimiento
porque todavía no pude deshacerme de la posibilidad de la existencia del genio
maligno dispuesto a engañarme. Pero, si me conformo con el conocimiento de mi
mismo como cosa pensante como único conocimiento real, corro el riesgo de caer
en el solipsismo (quedarme solo en el mundo). Descartes pretende recuperar,
aunque sea, parte de su conocimiento y será a través de la demostración de la
existencia de Dios que podrá asegurar la veracidad de cierto tipo de conocimiento.

80
Será a partir del análisis de aquello de lo que no puede dudar (sus pensamientos)
que trataran de demostrar la existencia de un Dios incapaz de engañarlo.
Contando solo con los pensamientos. Descartes comienza a analizarlos. El
descubre que, entre los pensamientos, hay algunos que son como imágenes de las
cosas externas (son distintos a los sentimientos y sensaciones como miedo, dolo,
amor, etc.), son representaciones de las mismas. A estas representaciones las llama
ideas y reconoce tres tipos distintos: innatas, adventicias y facticias.
Las ideas adventicias son las que parecen venir del exterior como la idea de
árbol. Las facticias son las que fabricamos con la imaginación, juntando ideas entre
si como la idea de sirena, mezcla de idea de mujer y de pez. Las innatas son las que
el alma parece tener con ella desde el momento del nacimiento que son
completamente independientes de la experiencia. De estas, unas son
representaciones de cosas o propiedades, como la idea de Dios, circulo, alma, etc.,
las otras son lo que Descartes llama verdades eternas y son proposiciones como
“de la nada, nada resulta”. La razón trabaja con las ideas innatas y son estas las
que nos pueden proporcionar un conocimiento seguro, si nos atenemos al método.
Es utilizando las ideas innatas como punto de partida que Descartes pretende
mostrar que Dios existe. En su libro Meditaciones Metafísicas, el presenta tres
pruebas para demostrar este hecho. Aquí, por cuestiones de espacio, solo
presentaremos una.
Entre las ideas innatas que tengo en mi espíritu hay una que es la de un ente
perfecto. Por definición, para ser perfecto, nada puede faltarle porque si le faltase
algo, ya no seria perfecto. La existencia es necesaria para la perfección. Sino
existiera, ya no sería perfecto porque le faltaría algo, por lo tanto, ese entre tiene
que existir deforma necesaria. En el concepto de Dios, la existencia es algo esencial,
como en el concepto de triangulo lo es el que la suma de sus ángulos interiores sea
igual a dos rectos.
Dios, como ser infinito y perfecto, no puede engañarnos. Por lo tanto, la
razón y las ideas innatas que nos ha dado tienen que ser validas para tener
conocimiento. Si caemos en error, no es por culpa de Dios, sino porque nos
apresuramos a juzgar sobre aquello que no conocemos de manera clara y distinto.
Pero, continua Descartes, además de las ideas innatas, encuentro en mi ideas
de cosas sensibles que tienen que tener algún tipo de causa que no puedo ser yo
mismo porque yo no soy un ser espacial sino puro pensamiento y estas ideas
implican especialidad y aparecen sin que intervenga mi pensamiento. Por otro
lado, tengo la inclinación de creer que estas ideas sensibles son producidas por
objetos externos a mí. Como Dios es el que me ha dado esta inclinación que me
lleva a creer en los objeto sensibles y no puedo dudar de la bondad de Dios y de u
incapacidad de engañarme, entonces, tengo que concluir que esos objetos

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realmente existen y que ellos son la causa de estas ideas. De esta manera, Descartes
introduce las cosas extensas. Hasta aquí, solo podía afirmar la existencia del
pensamiento, ahora puede afirmar que existen cosas extensas, o sea con extensión,
que ocupan un lugar (la característica de las cosas materiales es el ocupar un lugar)
https://www.youtube.com/watch?v=M9qJY0dqMHY (impactante teoría
solipsismo)

El Empirismo
Puede ser pensado en contraposición al racionalismo; mientras este sostiene
que la fuente de conocimiento está en la razón y que todo factor empírico debe ser
dejado de lado, el empirismo afirma justamente lo contrario: todo mi conocimiento
deriva de la experiencia sensible. El espíritu es como una hoja en blanco, no hay en
el ningún contenido previo a la experiencia. Antes de ir al mundo, enfrentarme e
interaccionar con él, es imposible adquirir conocimientos.
El filosofo mas importante dentro de la escuela empirista fue el escoces
David Hume. Según este autor, todo conocimiento viene de la experiencia, ya sea
la externa (aquella que proviene de los sentidos) o la interna (autoexperiencia). Y
son, justamente, los hechos de la experiencia lo que el pretende analizar. A estos
los llama percepciones y las divide en impresiones e ideas. Las impresiones son
percepciones que se reciben de modo directo. Estas las divide en impresiones e
ideas. Las impresiones son percepciones que se reciben de modo directo. Estas las
divide en impresiones de la sensación (aquellas que provienen de los sentidos, del
mundo exterior) y de la reflexión (vienen de nuestra propia interioridad). La
diferencia entre las impresiones las ideas son de grado. Las impresiones son
representaciones originarias y directos. Mientras que las ideas (hechos de la
memoria y la fantasía) son derivadas de estas y su intensidad o vivacidad es
menor. Por ejemplo, no es lo mismo sentir el calor directo de las llamas (impresión)
que recordarlo con posterioridad (idea). La intensidad es distinta. Por otro lado, el
recuerdo del calor de la llama es un derivado de la sensación vivida al acercar la
mano a la misma.
Las ideas y las impresiones pueden ser complejas o simples. Las simples son
aquellas que no pueden ser divididas, mientras que las complejas están formadas
por mas de una impresión o idea simple. Por ejemplo, la idea de manzana esta
compuesta por varias ideas como, por ejemplo, la del color rojo. Yo puedo pensar
el color rojo separadamente de la idea de manzana. Pero el color rojo es una idea
simple que no puede ser dividida en parte.
https://www.youtube.com/watch?v=74b2Ld-KUGs (empirismo David Hume el
argumento de la bola de billar, teoría del conocimiento)

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…A toda impresión simple acompaña una idea y a toda idea simple, una impresión
correspondiente. De esta unión constante de percepciones semejantes concluyo inmediatamente
que existe una gran conexión entre nuestras ideas e impresiones correspondientes, y que la
existencia de las unas tiene considerable influencia sobre la de las otras. Una tal relación
constante, en un infinito numero de casos, no puede nunca proceder del azar. Sino que
demuestra claramente que las impresiones dependen de las ideas o las ideas de las impresiones.
Para que pueda saber de qué lado se halla esta dependencia, considero el orden de su primera
aparición y hallo, por la experiencia constante, que las impresiones simples son siempre
anteriores a sus correspondientes ideas y no aparecen nunca en el orden contrario. Para darle a
un niño la idea de escarlata o naranja, o amargo, presento los objetos, o, en otras palabras, le
comunico estas impresiones. Pero no procedo de una manera tan absurda que trate de producir
las impresiones excitando las ideas. Nuestras ideas no producen en su aparición sus
correspondientes impresiones; tampoco percibimos ningún color ni sentimos ninguna sensación
tan solo pensando en ella. Por otro parte, hallamos que toda impresión sea del espíritu o del
cuerpo, aparece constantemente seguida por una idea que se asemeja a ella, y que únicamente
difiere en los grados de fuerza y vivacidad. La constante conexión de nuestras percepciones
semejantes es una prueba convincente de que las unas son causas de las otras; y esta prioridad
de las impresiones es igualmente una prueba de que muchas impresiones son las causas de
muchas ideas, no nuestras ideas de nuestras impresiones. (Hume, David, Del conocimiento
humano)

En otras palabras, para Hume, todo nuestro conocimiento deriva de las


impresiones. Podemos creer que tenemos nociones que no provienen de la
sensibilidad, pero, si las analizamos con detenimiento, nos daremos cuenta de que
las mismas derivan en ultima instancia, de impresiones. Por ejemplo, pedo
imaginarme una montaña de oro. Esta idea parece ajena a la sensibilidad. Sin
embargo, puedo darme cuenta en seguida que la misma esta formada por la idea
de oro y la idea de montaña que a su vez son el resultado de la impresión que
alguna vez tuve de ambas cosas. de hecho, dice Hume, si una persona por alguna
razón carece de algún sentido y no puede experimentar alguna sensación,
entonces, no tendrá ninguna idea sobre lo correspondiente a dicha sensación. Por
ejemplo, los ciegos no pueden tener ideas de color.
Así, el espíritu no puede ir más allá de las impresiones y las ideas de ellas
derivadas. Existen según el autor, leyes que regulan la actividad del espíritu en
relación al material suministrado por las impresiones estas leyes son las leyes de
asociación de ideas, asociación por semejanza (si miro una foto, mi pensamiento
me conduce a pensar en el original), por contigüidad en el tiempo y en el espacio
(al mencionar un departamento de un edificio, se sugiere una conversación acerca
de los otros) y por causa y efecto (si pensamos en una herida, es inevitable pensar
en el dolor que sigue).
De esta manera, al analizar nuestras ideas, descubriremos que las mismas
derivan siempre de impresiones. Incluso la idea de Dios, que según Descartes era

83
innata, para Hume es producto de nuestro espíritu. Esta idea surge al reflexionar
sobre las operaciones que hay en este y aumentando hasta el infinito las cualidades
que nosotros mismos posemos. Al analizar mi espíritu, me doy cuenta de que
poseo cierto saber, lo multiplico al infinito y obtengo la idea de sabiduría absoluta,
lo mismo sucede con la idea de poder que descubro en mi y la de bondad. Uniendo
todas estas ideas me puedo formar la idea compleja de un ser perfecto:
omnisciente, omnipotente y de bondad suma y esta era la idea de Dios. Hume no
sostiene que Dios no existe. Se limita a decir que es una idea mas entre otras y que
puede ser comparada con la idea de centauro. Idea compleja que implica la unión
de las ideas simples de toro y hombre.
El conocimiento valido u objetivo estará dado, para Hume, por el hecho de
hacer corresponder a las ideas que pose mi espíritu con impresiones. En relación a
las ideas complejas, las ideas simples que se dan en ellas simultáneamente deben
corresponder a una impresión compleja qu las contenga también de manera
simultánea. De esta manera, puedo comprobar que la idea de sirena es una idea
creada por mí: no existe impresión compleja alguna que conjugue la impresión de
mujer y pez y mujer al mismo tiempo. En otras palabras, no tengo una impresión
que se corresponda con algo que me viene del exterior y este compuesto por la
impresión pez y mujer al mismo tiempo. La idea de sirena es una idea compleja,
producto de mi imaginación, y por lo tanto, no es válida.
Tipos de conocimiento
Hume plantea la existencia de dos tipos de conocimiento. Por un lado,
encuentra el relativo a la relación de ideas. Este tipo de conocimiento es el de las
matemáticas. El mismo no se funda en la experiencia, es a priori (lo obtengo de
manera independiente de las sensaciones), necesario (no puede ser de otra
manera), y esta fundado en el pensamiento. Por ejemplo, dos mas dos es cuatro y
es necesariamente así, no puede ser de otra forma, dos más dos no tendría por
resultado cinco. Por otro lado, esto lo puede saber sin necesidad de hacer uso de
los sentidos, lo puedo saber a través del pensamiento solo.
La otra forma de conocimiento se refiere a las cosas existentes y es
contingente (no es de una manera determinada, sino que puede cambiar) y a
posteriori (depende de la experiencia). Podemos pensar lo contrario a todo hecho
de la experiencia sin caer en contradicción. Yo puedo pensar que el sol no saldrá
mañana por la mañana, aunque hasta ahora siempre haya salido. No hay
contradicción en pensar eso. Es imposible tratar de demostrar la falsedad de dicha
proposición. Este tipo de conocimiento no es problemático en la medida en que el
mismo se corresponde a impresiones, en la medida que algo que me viene del
mundo exterior me permita sostenerlo. Pero solemos ir más allá de estas
impresiones, en la medida que algo que me viene del mundo exterior me permita
sostenerlo. Pero, solemos ir más allá de estas impresiones y solemos hacer

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afirmaciones sobre el futuro, del cual no hay impresiones ni recuerdos. Solemos
decir que el sol saldrá mañana, pero ¿Qué nos permite hacer semejante afirmación?
Según Hume, es a través de la idea de causa y efecto que el espíritu hace este tipo
de inferencias.
La idea de causalidad se nos impone constantemente. No podemos evitar
suponer que aquello que sucedió hasta ahora, seguirá sucediendo en el futuro.
Nadie duda que el sol saldrá cada mañana como ha sucedido desde que uno tiene
memoria.
La Causalidad
Para Hume, la idea de causalidad es compleja y está compuesta por cuatro
elementos,: 1° la causa (el hecho que inicia el proceso).2° el efecto (hecho que
termina el proceso), 3°una relación temporal entre el 1° y 2° (primero aparece la
causa y luego el efecto) y 4 la existencia de una relación necesaria entre causa y
efecto, una suerte de energía que hace que una vez que ocurrió la causa,
indefectiblemente se siga la consecuencia. Por ejemplo, si uno dirige una bola de
billar hacia otra que se encuentra en reposo y la golpea, esta se moverá. se dice que
el movimiento de la primera es la causa del movimiento de la segunda.
Teniendo en cuenta la afirmación de Hume que dice que para que un
conocimiento sea válido, tiene que haber como correlato que nos encontramos ante
un problema. Si bien tengo impresiones para 1, 2 y 3, no tengo ninguna impresión
que corresponda a 4. Es decir, veo la primera bola de billar en movimiento (causa),
veo la segunda moverse (efecto), veo la sucesión temporal entre un hecho y otro
(primero veo moverse a la primer bola y luego a la segunda), pero no veo ninguna
impresión que corresponda a la idea de conexión necesaria. Solo veo una sucesión
de hechos que podrían no darse juntos. No puedo percibir la necesidad de que el
movimiento de una bola pase a la otra. Solo percibo que sucede eso, pero no la
necesidad del hecho. Como no es contradictorio que la segunda bola no se mueva
y la razón seguía por el principio de no contradicción, no es por medio de la sola
razón que se conoce la relación causal. Puedo pensar muchas variantes que
podrían ocurrir al chocar una bola de billar con otra: la primera podría rebotar y
volver en línea recta, podría saltar el obstáculo y seguir de largo, podría fundirse
con la segunda bola. Ninguna de estas posibilidades es contradictoria y no hay
razón para que yo prefiera una ante otra. ¿Por qué, entonces, elegimos la que nos
dice que la segunda bola se pondrá en movimiento?
Antes de tener la experiencia empírica del hecho de que una bola de billar
que golpea otra, “transmite” su movimiento, no podemos inferir que esto
sucederá. Pero, luego de haber visto que esto se repite constantemente, podemos
anticipar lo que sucederá al dirigir una bola de billar hacia otra que se encuentra

85
quieta. Podemos llegar a este tipo de inferencia anticipatoria luego de un numero
sucesivo de veces de ver como un hecho se sigue otro por habito o costumbre.
Explicación de las ideas de conexión necesaria y de sustancia. El habito
Es gracias al habito que se unen estrechamente ideas, de manera tal que, al
aparecer una, aparece de forma inmediata la otra. La impresión correspondiente a
la idea de conexión necesaria es, entonces, la sensación que el espíritu experimenta
del transito de una idea a otra, el habito que provoca que se asocie una idea
después de otra. Pero esta idea de concesión necesaria no es mas que un
sentimiento subjetivo y no un conocimiento objetivo, no constituye un
conocimiento verdadero porque no hay tal conexión necesaria entre las cosas que
percibo en la naturaleza. Lo que hay es una proyección de un sentimiento
puramente subjetivo y que como tal dependerá de las experiencia que cada
persona haya tenido.
Así como critica la idea de causalidad, también critica la de sustancia. Por
sustancia se entiende aquello que hace que una cosa sea lo que es. Es lo que esta
por debajo de los accidentes, (accidente es lo accesorio, lo que podría estar o no
estar en una cosa y esta no cambiaría por eso, por ejemplo, una mesa puede ser de
color blanco o negro, puede medir 10 metros o 3 puede ser cuadrada o redonda,
etc. Todo esto es accidente). En otras palabras, sustancia es aquello que unifica los
accidentes. Si tratamos de buscar la impresión correspondiente a la idea de
sustancia, nuevamente nos encontraremos en problemas. No cabe duda de que
tenemos impresiones de los accidentes de las distintas cosas que hay en el mundo.
Podemos tener la impresión de la aspereza de una determinada tela, de su color, su
temperatura, pero no existe una impresión correlato de la idea de tela en cuanto
sustancia.
Al igual que en el caso de la causalidad, la idea de sustancia se forma a
través del hábito. Al mirar esta mesa, veo los accidentes que la componente; su
color, tamaño, etc. Si cierro los ojos y los vuelvo a abrir, la mesa sigue estando con
sus mismos accidentes. Si me voy y vuelvo en un mes, siguen los mismos
accidentes en la misma forma en que los vi antes. De esta manera, el habito me
lleva a creer que hay algo que unifica, que sostiene estos accidentes que veo sedan
juntos. Pero esto no es más que una proyección de una necesidad subjetiva. Lo que
llamamos “mesa” no es propiamente una mesa sino un conjunto de ideas simples
contiguas a las que conjugamos en una palabra para ayudar a la memoria.
Podemos ver cómo, para Hume, todo conocimiento termina disuelto en
impresiones. No existe nada como una conexión necesaria entre causas y efectos,
no cosas, ni alma. Pero, no podemos evitar razonar haciendo este de tipo de
conexiones causales y unificando accidentes como si existieran sustancias. La
naturaleza es la que nos inclina a creer la existencia de esta sustancias y

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conexiones. Por otro lado, seria imposible vivir y moverse en el mundo si no se
tuviera esa creencia. Hume confía en el instinto natural y en las ciencias siempre y
cuando estas se centren en los temas que pueden ser conocidos: solo son
conocimientos validos los que me proporcionan las matemáticas y las ciencias de la
naturaleza, lo demás debe ser dejado de lado.
Criticismo
Immanuel Kant, uno de los pensadores mas importantes de la historia de la
filosofía. Resume en su desarrollo intelectual las distintas teorías anteriores a él y
supera al empirismo y al racionalismo.
El racionalismo afirma que se conoce a través de la razón y el conocimiento
por excelencia es el matemático. A través de ella llegamos a juicios necesarios y
universales del tipo “la suma de los ángulos interiores de un triangulo es igual a
dos rectos”. Que sean necesarios quiere decir que no pueden ser de otra manera y
quesean universales significa que vale para todos los casos.
Lo que se alcanza mediante la razón, no tiene que ver con los fenómenos
sensibles, sino con la naturaleza ultima de las cosas, la esencia, las cosas no según
se nos aparecen a los sentidos, sino tal como son en si mismas. Pero, a través de la
experiencia empírica solo obtenemos conocimientos particulares y contingentes,
por lo tanto, desde un punto de vista racionalista, no podemos decir que los
sentidos nos proporcionen conocimiento verdadero.
Por el contrario, el empirismo sostiene que el verdadero conocimiento es
aquel que nos es proporcionado por los sentidos. Según esta teoría no se pueden
conocer las cosas en sí, sino solo los fenómenos, lo que percibimos a través de la
experiencia.
Tanto en el racionalismo como en el empirismo, se entiende como
conocimiento verdadero aquel que logra captar el objeto. Para ambas teorías, el
objeto se impone en cierta forma y la verdad es entendido como correspondencia
entre el objeto y el conocimiento que de este se tenga.
Kant y la nueva relación entre sujeto y objeto
Kant presenta una nueva posición para esta relación entre objeto y sujeto.
Para el, el conocimiento implica cierta construcción desde el sujeto. El objeto no se
impone, sino que el sujeto crea la objetividad. Para comprender mejor lo que Kant
quiere decir es de utilidad pensar un metáfora: imaginarse que uno nace con unos
anteojos de color. Sin estos anteojos, el mundo no se puede ver, pero con ellos, este
aparece coloreado de una manea que no le es propia. De esta forma, hay una suerte
de interacción entre el mundo y el sujeto. El mundo no se impone al sujeto sin más,
sino que este, le da cierta estructura.

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Como puede observarse, para que el conocimiento sea posible, se necesitan
dos cosas: por un lado, la estructura de la razón (esta suerte de anteojos coloreados
sin los que es imposible conocer) y, por el otro, las cosas externas.
La razón está formada por las intuiciones puras de la sensibilidad y por las
categorías, las primeras son lo que él llama intuición, las segundas son parte del
entendimiento. Las formas puras de la sensibilidad son el espacio y el tiempo,
mientras que las categorías son la substancia, causalidad, unidad, pluralidad, etc.
“El espacio no es un concepto empírico sacado de experiencias externas. Pues para que ciertas sensaciones
sean referidas a algo fuera de mí, (es decir, a algo en otro lugar del espacio que el que yo ocupo) y así
mismo para que yo pueda representarlas como fuera (y al lado) unas de las otras, por tanto, no solo como
distintas, sino como situadas en distintos lugares, hace falta que este ya a la base la representación del
espacio. Según esto la representación del espacio, no puede ser tomada por experiencia, de las relaciones
del fenómeno externo, sino que esta experiencia externa no es ella misma posible sino mediante dicha
representación (…) el tiempo no es un concepto empírico que se derive de una experiencia. Pues la
coexistencia o la sucesión no sobrevendría en la percepción, si la representación del tiempo no estuviera a
priori a la base. Solo presuponiéndola es posible representarse que algo sea en uno y al mismo tiempo (a la
vez) o en diferentes tiempos (uno después de otro) (Kant, Critica de la razón pura)
De esto resulta que es el sujeto el que “pone” en el mundo el tiempo, el
espacio, la substancia, la unidad, etc. Ninguna de estas cosas es independiente del
sujeto, son mas bien como moldes que el sujeto utiliza para “acomodar” los datos
que la sensibilidad le aporta. En otras palabras, no hay manera de que sepamos
que hay en el mundo, que hay fuera de nuestra cabeza. Nuestra razón es como un
recipiente en el que se acomodan los datos que me vienen desde afuera. Sin esos
datos, el recipiente esta vacío, es una estructura sin contenido. Pero una vez que los
datos “entran “en ese recipiente, solo pueden entrar acomodándose a la forma del
mismo y perdiendo la que tenían antes de entrar en él.
Si se intentase conocer algo a partir de la razón pura, sin hacer uso de los
sentidos y de los datos de la sensibilidad, no habría conocimiento posible porque,
tanto las formas puras de la sensibilidad como las categorías (es decir, este
recipiente en el que se acomodan los datos externos), son vacías y necesitan de los
datos de los sentidos para obtener material que sirva para el conocimiento
(material que llena el recipiente).
Los sentidos son los que aportan el material y la razón aporta el molde que
ordena dicho material así, según Kant, es imposible conocer las cosas en sí, conocer
el absoluto. Nuestro conocimiento siempre esta mediado por este molde que la
razón imprime sobre el material que le es dado desde el exterior. De esta forma, al
destacar la importancia de los sentidos en el conocimiento, Kant se aproxima al
empirismo. Pero, por otro lado, también se acerca al racionalismo pues sostiene
que las puras impresiones tampoco proporcionan conocimiento. Es necesario que
las mismas tengan algún tipo de orden provisto por la razón. Ellas, por si solas, no
son mas que puro desorden y confusión, necesitan de la estructura que las ordene
y les dé sentido.

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Pero, nuestra razón, además de poseer intuiciones y entendimiento, posee lo
que Kant llama razón, utilizando esta palabra en un sentido más restringido que
antes. Esta razón no puede evitar ir más allá de los sentidos a causa de su propia
naturaleza. Cuando esto sucede, ya no se puede hablar propiamente de
conocimiento, ya que, a través de la especulación del pensamiento puro que no se
sirve de los datos sensibles, se puede llegar a afirmaciones contradictorias. Por
ejemplo, se puede sostener que Dios existe o que no existe y se puede argumentar a
favor de cualquiera de estas afirmaciones sin llegar a ningún tipo de contradicción
que nos obligue a abandonar alguna. Al no existir la posibilidad de comprobar
empíricamente ninguna de las dos proposiciones, no hay razón alguna para
preferir una a la otra.

La verdad como problema


Suele creerse que, al hablar de la verdad, al decir que algo es verdadero, no
hay posibilidad de divergencia: la verdad es única y universal. Sin embargo, no
existe una única forma de hablar sobre la verdad. Son varias las nociones que se
manejan de la misma. Sin embargo, es necesario resaltar que todas las nociones
coinciden en que la verdad se trata de algún tipo de relación que se da a nivel del
lenguaje.
Distintas concepciones en torno a la verdad
1. Verdad como concordancia. Todo pensamiento se refiere a un objeto
y cuando hay adecuación entre objeto y pensamiento, hay verdad. ¿Cómo
es esta adecuación entre pensamiento y cosa? Pienso “eso es un árbol” si
hay algún objeto fuera de mi pensamiento que sea un árbol, entonces estoy
ante un conocimiento verdadero. Pero esta adecuación se refiere a algo
externo, no quiere decir que mi pensamiento sea un árbol. Si fuese algo
externo, no quiere decir que mi pensamiento sea un árbol. Si fuera así, la
correspondencia seria absoluta. Los objetos se encuentran en el
pensamiento de la manera que es propia del pensamiento y no de la
manera propia de los objetos. No son los objetos mismos los que se
encuentran en él, sino que estos tienen que despojarse de sus cualidades
particulares para poder ser pensados. Por supuesto que hay algo que debe
permanecer del objeto para que este esté en el pensamiento: la forma
desprovista de accidentes. Lo que tengo en mi pensamiento es la imagen
del árbol y no el árbol mismo sin más. Esta concordancia se expresa a
través del lenguaje. Así la proposición “este es un árbol”, será verdadera, si
y solo si aquello que esta fuera de mi pensamiento es efectivamente un
árbol. El mentor de esta forma de entender la verdad fue Aristóteles.

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2. La verdad como coherencia. Una verdad es tal por su congruencia, su
coherencia dentro de un sistema en el que se relaciona con otras verdades.
La aparición de las geometrías no euclidianas justifica la utilización de esta
noción de verdad. La geometría euclidiana sostiene como uno de sus
postulados que por un punto extremo a una recta solo se puede trazar una
paralela a esa recta. Los cuerpos geométricos que se pueden construir
partiendo de este postulado, dan como resultado triángulos cuyos ángulos
interiores miden dos rectos, mientras que, en la geometría no euclidianas,
dicha suma de los ángulos interiores de un triángulo, dependerá del
sistema en el que se haga dicha afirmación.
3. La verdad como eficacia o verdad pragmática. Desde esta postura se
sostiene que no hay verdades. Las mismas cambian según el éxito que
tengan en la acción. Si la verdad fuera inmutable, no se podría hablar de
progreso. Se progresa, justamente, porque existe la posibilidad de cambiar,
de “construir” verdades. De esta manera, hay una suerte de desarrollo de
la verdad a través de los errores. No hay verdades eternas. Estas dependen
de las teorías que las afirman y la eficacia que estas tengan. En otras
palabras, algo es verdadero porque es útil. Por ejemplo, durante mucho
tiempo se creyó que la tierra era el centro del universo y esta creencia era
coherente con el conjunto de ideas que se tenían en ese momento. La
afirmación, “la Tierra es el centro del universo era verdadera dentro del
sistema al que pertenecía y permitía tener un conocimiento útil. Esta
afirmación cambio a medida que dejo de servir: con los viajes a través de
los mares, se fueron necesitando cada vez mapas estelares más precisos y
las observaciones astronómicas empezaron a mostrar cierta
incompatibilidad entre la creencia de que la Tierra era el centro del
universo y el movimiento que mostraban los planetas y las estrellas. De
esta manera, la afirmación la Tierra es el centro del universo fue
cambiando por la que dice El Sol es el centro del universo. Esta
proposición permitió la confección de mapas mas precisos. Hoy en día lo
que se sostiene es que el Sol es el centro del sistema solar.
https://www.bing.com/videos/search?q=César%20Juan%20Carlos%20Orihuela
%20Solis&qft=+filterui:userpage-uceapwnc2re3bwxpcuw1ehtg&FORM=VQCHNL
https://www.youtube.com/watch?v=6TAK4k_J77w teoría del conocimiento Kant
ACTIVIDADES:

 Leer el cuento de Cortázar LA NOCHE BOCA ARRIBA


 https://docplayer.es/5002984-La-noche-boca-arriba.html
 ¿Qué le pasa al personaje principal? ¿crees que algo así es posible? ¿Por qué? ¿desde
qu teoría gnoseológica lo analizarías? ¿Por qué?

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Escuela Espacio Curricular: Filosofía

Secundaria Curso: 6 Año C

El Talar Profesora: Maria Rosa Naya

PROGRAMA 2019

EXPECTATIVAS DE LOGRO:

Que los alumnos:

 Conozcan los principios básicos de la Filosofía como sus distintas posturas a


lo largo del tiempo.
 Conozcan y analicen textos de los diferentes filósofos representativos de
cada época y a partir de ellos puedan formar su propia postura ante la
realidad.
 Se planteen preguntas relacionadas con la realidad, posibles de ser puestas a
prueba mediante la observación, investigación y reflexión filosófica
 Logren analizar reflexivamente la problemática social actual a la luz de la
historia del pensamiento.
 Logren argumentar las posturas de los temas a debatir.

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Contenidos teóricos

La filosofía ciencia que le permite al hombre acercarse a la verdad sobre sí mismo,


sobre el conocimiento científico y religioso, sobre el obrar humano.

Unidad 1: ¿Qué es la Filosofía? ¿Cuándo, como y porque el hombre puede hacer


filosofía? ¿Cuáles son los problemas fundamentales y las disciplinas filosóficas?
Historia de la filosofía: Antigua, Medieval, Moderna, Contemporánea.
Texto de lectura obligatoria: “Apología de Sócrates”.

Unidad 2: ¿Qué estudia la Antropología Filosófica? ¿Qué posturas entran en


conflicto a la hora de definir al hombre? Nos preguntamos: ¿Qué es el hombre? Ó
¿Quién es el hombre?
Texto de lectura obligatoria: “El Hombre en busca de sentido” Viktor Frank

Unidad 3: ¿Qué es la Ética y qué es la moral? ¿en qué se diferencian o existen


coincidencias entre ambas ¿Cómo ve y define el obrar humano el Escepticismo, el
Relativismo Moral y el Fabilismo Moral? Teorías Deontológicas – ¿Qué tipos de
acción plantea la Ética Kantiana? ¿Qué nos dice el Imperativo Categórico? ¿Qué
plantea Aristóteles y la teoría Teleológica? El Utilitarismo.
Texto de lectura obligatoria:
 “Sobre la libertad” Stuart Mill. Realizar presentación en Prezi
 El texto se encuentra en la web P.D.F.
Unidad 4: ¿podemos decir que son sinónimos, cuando hablamos de creer y
conocer? ¿Cuáles son las posibilidades y límites del conocimiento humano? ¿que
nos dicen las siguientes escuelas filosóficas Dogmatismo, Escepticismo,
Racionalismo, Empirismo, Criticismo sobre el tema?
ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE:

 Lectura y análisis de textos de autores, artículos de la web, artículos


periodísticos.
 Elaborar redes, cuadros conceptuales y comparativos.
 Producir textos críticos sobre temas de actualidad.
 Elaborar glosario propio de la materia.
 Realizar trabajos de investigación, sobre temas de actualidad. Debatir sobre
ellos.
 Exposiciones orales, producción de P. Point, Prezi, videos, incorporando los
conocimientos recibidos en NTIC

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FORMAS DE EVALUACION:

 Evaluación escrita al término de cada unidad.


 Resolución de trabajos prácticos. Presentación, ortografía, letra clara o en
computadora, en este caso, el texto deberá tener una misma fuente y un
mismo tamaño, los márgenes justificados. Sin excepción se debe citar las
fuentes consultadas.
 Evaluaciones orales exposición y presentación.
 Nota trimestral:
 Nota de Trabajos Prácticos.
 Nota de evaluaciones escritas.
 Nota de evaluaciones orales
 Nota conceptual: participación en clase, su relación con sus pares y
para con el docente, cumplimiento en tiempo y forma de los trabajos
solicitados.
 Evaluación Integradora en el tercer trimestre la misma será
promediada con la nota obtenida durante este.
Importante
La falta de entrega de los trabajos y exposiciones solicitadas en tiempo y
forma quedarán sin calificar y cuando sean entregadas no podrán obtener más
que un 7 de aprobado si correspondiese.
Se deja constancia que únicamente el alumno accederá a un recuperatorio
presentando certificado médico correspondiente o si con la debida anticipación el
alumno comunica su ausencia por motivos de viajes, y/otra circunstancia al
equipo directivos o a la profesora.
Bibliografía:

 Cuadernillo confeccionado por la docente. estará a disposición de los


alumnos
 Los textos para trabajar en clase si los hubiera serán retirados de la
fotocopiadora del quiosco aledaño al colegio

El presente cuadernillo es una recopilación de textos:

Delia Outomuro, FILOSOFIA, -Aula Taller,

Silvia Di Sanza, Jorge Fernández, Patricia La Porta, FILOSOFIA, Santillana

Silvia Di Sanza, Jorge Fernández, Pablo Hirschimann, FILOSOFIA Y FORMACION ETICA Y


CIUDADANA II, Santillana 93

Diferentes paginas web.


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