Está en la página 1de 7

Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez

Núcleo Palo Verde Estudios Abiertos

Maestría en Gestión para la Creación Intelectual

No nos ha llegado ninguna obra completa escrita por Protágoras, pero se conservan valiosos
fragmentos en los diálogos de Platón (Protágoras, Crátilo, Gorgias y Teeteto) y en textos de
otros autores como Aristóteles, Sexto Empírico y Diógenes Laercio.

1.- Protágoras Nacimiento c. 481 a. C. Abdera, Antigua Grecia

PROTAGORAS

Filósofo, resumen sobre la teoría relativista de Protágoras, el representante más famoso de


los sofistas de la Antigua Grecia, oponentes intelectuales de Platón.

La teoría relativista de Protágoras

Los aspectos fundamentales y básicos de la teoría de Protágoras, basada en una manera de


pensar explícitamente relativista, son los siguientes.

1. La función de la filosofía no es acceder a verdades absolutas

Protágoras creía que toda afirmación se ve condicionada por el contexto en el que es


emitida. Eso hace que no pueda plasmar en palabras verdades universales, dado que
siempre se ve limitada por el momento y el lugar en el que se ha generado, ya sea por la
falta de información sobre algo o por la falta de objetividad de quien sostiene la afirmación,
que muchas veces se ve involucrado personal y emocionalmente en el debate.

Del mismo modo, el contexto también afecta al modo en el que se interpreta la afirmación,
y puede tener significados totalmente opuestos dependiendo de dónde se utilice.

2. Hay tantos puntos de vista como personas

Cada ser humano ve las cosas a su manera, dado que nuestro pasado y nuestras trayectorias
vitales, únicas y claramente distinguibles del resto. Ante un mismo tema de discusión,
siempre es posible encontrar a muchas personas que opinen de un modo diferente a todos
los demás. Aunque nos parezcamos, tendemos a diferir en muchos aspectos.

3. Lo que es verdad lo decide cada uno

De lo anterior se deduce que existen muchas verdades, válidas para ciertas personas y no
tanto para otras, y que eso no se puede evitar hagamos lo que hagamos.

4. La filosofía debe convencer

Dado que no podemos consensuar verdades absolutas, la tarea del filósofo es hacer que las
ideas que defiende suenen convincentes, no que lo sean (dado que no podemos imaginar
algo que sea universalmente válido, lo cual para Protágoras implicaría que es válido para
todos.

Así pues, el intelectual debe pensar más en los efectos que produce lanzar una afirmación
que en la veracidad de esa afirmación. Esto hará que el discurso que se defiende resulte
seductor y atraiga las simpatías de muchas personas.

2.- Sócrates de Atenas o Sócrates Sofronisco nació en Atenas en el año 470 o 469 a.C.

Sócrates es quizás el primer filósofo de la moral de la historia de Europa. En su sistema de


ideas, el conocimiento y la sabiduría son elementos ligados al bien, mientras que la
ignorancia es el mal (creencia que adoptó también su discípulo, Platón.

En este artículo veremos en qué consistía la teoría epistemológica de Sócrates y de qué


manera estaba vinculada a la moralidad. Pero antes empecemos por repasar brevemente la
vida de este filósofo griego para entender mejor por qué pensaba como lo hacía.

¿Quién fue Sócrates?

Sócrates nació en la ciudad-estado de Atenas en el año 469 a. C. De él se sabe que participó


en la Guerra del Peloponeso contra otras ciudades griegas entre las que destacaba Esparta, y
que a la vuelta se dedicó a la política ateniense. De este modo tuvo la oportunidad de
acostumbrarse a debatir y a desarrollar ideas complejas a través del diálogo, algo que le
serviría después para desarrollar sus indagaciones filosóficas.

Años después, cuando su padre murió, heredó una cantidad de dinero que le permitió vivir
sin necesidad de trabajar de manera remunerada. Este hecho fue el que hizo posible que
Sócrates llegase a ejercer como filósofo.

Rápidamente, Sócrates empezó a ganar visibilidad como personalidad pública en las calles
de Atenas. Este pensador retaba a la gente a defender sus creencias más fundamentales
hasta sus últimas consecuencias, y a partir del planteamiento de preguntas que el otro debía
responder demostraba que esas ideas no estaban tan bien cimentadas como parecía en un
primer momento. Esto hizo que fuese ganando seguidores, alumnos que atendían a sus
conversaciones.

La influencia que fue ganando Sócrates hizo que las autoridades recelasen de él, y
finalmente lo acusaron de corromper a los jóvenes, por lo cual fue condenado a muerte.
Sócrates terminó suicidándose bebiendo cicuta en el año 399 a. C.

La teoría epistemológica de Sócrates

Estos son los principales aspectos de la teoría epistemológica de Sócrates. No solo fue uno
de los primeros intentos de crear un sistema filosófico de la epistemología en Occidente,
sino que además sirvió como punto de partida para pensadores tan importantes como
Platón.

1. La necesidad de saber qué es el bien

El principal objetivo de la existencia humana, lo que le da sentido a la vida, es vivir


siguiendo la senda del bien. Por definición, el bien es un vector que nos indica qué acciones
son deseables y cuáles no lo son.

2. El bien es un concepto absoluto

Tanto el bien como el mal son conceptos que existen independientemente de nosotros.
Pensemos en ellos o no, existamos o no, el bien y el mal están ahí, y dicen algo sobre
quiénes somos aunque no seamos conscientes de ello.

3. La indagación filosófica es necesaria

Como consecuencia de lo anterior, es necesario investigar mediante la filosofía para ir más


allá de la simple idea de que el bien existe y saber exactamente cuál es su forma. Como
para actuar del modo correcto es necesario conocer la realidad, Sócrates establece una
equivalencia entre el bien y la sabiduría.

4. El rechazo de las ideas preconcebidas

Para llegar a la idea del bien hay que cuestionar todo lo que creemos que sabemos para
comprobar si realmente está basado en ideas verdaderas. Para ello, Sócrates recurría a un
principio de conocimiento llamado mayéutica.

¿Qué es la mayéutica según Sócrates?

Sócrates creía que, a pesar de que muchas de nuestras creencias sean falsas, mediante su
cuestionamiento podemos llegar a acercarnos a la verdad.
La mayéutica es una forma de diálogo en el que cada afirmación es replicada con una
pregunta que obliga al emisor a desarrollar más sus ideas. De ese modo puede comprobarse
si no tiene flancos vulnerables o si realmente se trata de una simple intuición, una creencia
fácilmente falsable.

Como Sócrates defendía el valor de la mayéutica, no demostró entusiasmo ni por los largos
discursos ni por la posibilidad de escribir libros, sino que prefería el diálogo desarrollado en
tiempo real como herramienta para crear conocimiento. Esta idea fue retomada por otros
intelectuales más adelante, si bien su discípulo Platón, a pesar de compartir muchas ideas
con él, no siguió a su maestro en ese aspecto (y de hecho se encargó de dejar por escrito las
ideas de Sócrates, dado que este último no lo hizo).
¿Qué significa el “solo sé que no sé nada”?

Para Sócrates, esta declaración de intenciones era una manera de expresar la importancia de
basar el conocimiento en el cuestionamiento de todo lo que parece evidente. Poner en duda
ideas puede parecer simplemente una forma de menoscabar teorías, pero también puede ser
visto como lo contrario: una manera de fortalecerlas y hacer que realmente se correspondan
con la realidad a través de la crítica constructiva.

https://psicologiaymente.com/psicologia/teoria-epistemologica-socrates

http://bernardobolanos.blogspot.com/2011/05/la-mente-para-platon-y-la-mente-de.html

3.- Platón se cree que nació entre los años 428-427 a.C

La mente para Platón y la mente de Platón

Así, Platón postulo una división entre mente y cuerpo, entre el mundo sensible y el mundo
de las ideas.

En una caverna hay varios hombres atados de tal forma que sólo pueden ver la pared.
Detrás de ellos hay un muro con un pasillo, una hoguera y, por último, la salida a la
naturaleza. En el pasillo, varios hombres circulan cargando de todo tipo de objetos de tal
forma que, gracias a la luz que proviene de la hoguera, se refleja su sombra en la pared que
los prisioneros pueden ver. Como los hombres no han visto nada más, solo pueden
considerar verdadero ese mundo que se refleja ante sus ojos.

Uno de estos hombres es liberado, y puede ver entonces las figuras que dan origen a las
sombras, ve la hoguera, y luego de subir por un escarpado ascenso, llega al mundo real y ve
a los hombres, astros, animales y árboles. Luego de contemplar esto fija su vista en el sol
(el sumo bien), y es obligado a regresar a la caverna. Allí soporta la burla de sus
compañeros, que siguen considerando las sombras como lo único real.
Mediante esta alegoría, Platón separa el mundo sensible (las sombras que son reflejadas en
la pared), como simples apariencias de un mundo eterno y puro, el de las Ideas o esencias.
Ambos mundos son reales, más el de las Ideas es el más elevado y cercano al Sumo Bien.
De esto se desprende también la división entre el alma y el cuerpo. El alma es inmortal y
esta atada al cuerpo. Al morir el alma se separa del cuerpo y parte hacia el mundo de las
Ideas.

En Platón, la psique es a veces lo que solemos llamar “el alma” y, a veces, se le debe
traducir como “la mente”. Contra lo que suele pensarse a partir de una lectura aislada del
Fedón, no es obvio que Platón defienda la inmortalidad de la psique, la inmortalidad “del
alma”. Defiende, por el contrario, que la razón es inmortal, pero no el ser humano.

Aquella, es decir “la razón”, es el demonio que nos habita, no somos nosotros mismos, de
modo que luego de nuestra muerte es ella la que acaso sobreviva. Por ello, la razón es para
Platón el principio inmortal del alma, que durante nuestra vida coexiste con otros
principios, mortales éstos. Esta división es mencionada explícitamente en el Fedro, donde
el alma es comparada con un carruaje cuyo coche es la razón y cuyos dos caballos tienen
talantes opuestos. El caballo blanco representa la templaza y la voluntad. El caballo negro
es impulsivo y orgulloso.

Pero el complejo problema de la inmortalidad del alma para Platón no es demasiado


importante cuando lo que nos interesa es hacer una breve historia de la mente. A
continuación, analizaremos exclusivamente la teoría de la mente que está presente en el
diálogo platónico más importante tratándose de la teoría del conocimiento: el Teeteto.

Sócrates pregunta al joven Teeteto qué es el saber. Éste responde, tentativamente, que el
conocimiento es la aísthesis traducida como percepción y, a veces, más ampliamente como
sensación (para incluir no sólo la vista o el olfato, sino placer, dolor, deseo y temor).
Sócrates acaba refutando, contra las tesis del famoso sofista Protágoras, que el saber
coincida con la percepción, pues argumenta que existen hombres ignorantes que son
capaces de percibir cosas. Antes había mencionado que hay conocimiento asociado con los
recuerdos, pero éstos no son propiamente percepciones, de modo que no todo el saber es
percepción. Finalmente, un tercer argumento contra la hipótesis de Teeteto es la existencia
de la mente. Dado que conocemos por medio de la mente, el saber no puede ser mera
percepción. Pero para arribar a esta conclusión, Platón debe probar que existe una cosa
llamada la psykhé.

4.- Nombre completo: Aristotle Fecha de nacimiento: 384 a. C.

Para Aristóteles la mente o psique es el acto primero de todas las cosas, es lo que hace
posible que sintamos y percibamos. Existen además, tres tipos de psique: vegetativa (de las
plantas), sensitiva (de los animales) y racional (del hombre). La psicología humana se basa
en los cinco sentidos.
Creía que los procesos de conocimiento se producen a través de los sentidos. Sostenía que
la mente en el momento del nacimiento es como una tabla rasa, carece de ideas innatas y
todo depende del aprendizaje. Aprender depende directamente de la memoria, que trabaja
en base a la semejanza (relacionando cosas parecidas), el contraste (observando diferencias)
y la contigüidad (recordamos cosas que están juntas en espacio y tiempo).

https://eltamiz.com/elcedazo/2009/08/30/de-platon-a-descartes/

5.- Descartes, Francia Fecha de nacimiento: 31 de marzo de 1596

Historia de la Filosofía de la Mente Descartes

Desde el comienzo de la historia de la Filosofía, pueden verse los rasgos característicos de


los problemas de los que se ocupa la filosofía de la mente.

Esta idea de división entre alma y cuerpo fue adoptada en la Edad Media, y al iniciar la
Edad Moderna, aún tenía fuerza desde el punto de vista religioso. Descartes retoma
entonces esta idea propuesta por Platón y se vale de conceptos de Dios y alma para crear un
sistema de conocimiento verídico.

Cuando Descartes reflexiona sobre las características y propiedades de la mente, inicia un


nuevo periodo en la Filosofía de la Mente, por lo que su influencia llega aún hasta nuestros
días como la más influyente aunque no haya sido el primero en sostener estas ideas. De
hecho, muchos de los problemas que trata actualmente la Filosofía de la Mente fueron
formulados por él y sus sucesores, o son consecuentes de su teoría.

Descartes es conocido por su duda metódica, que busca una base firme a partir de la cual
edificar un conocimiento verídico e indudable. Para esto plantea tres reflexiones: La Duda
sobre el Mundo Sensible, La Hipótesis del Sueño y por último la Duda Hiperbólica.

La Duda sobre el Mundo Sensible plantea que no podemos fiarnos del Mundo Sensible, ya
que debido a nuestros sentidos, podemos ser engañados fácilmente aunque sea sólo en
contadas ocasiones. Es prudente no fiarse nunca por entero de quienes nos han engañado
alguna vez.

La Hipótesis del Sueño nos hace dudar de nuestro cuerpo, ya que aunque ahora pueda yo
estar escribiendo en mi escritorio, puedo experimentar lo mismo durante el sueño, por lo
que jamás sabré si estoy despierto o dormido y por tanto no puedo fiarme de mi cuerpo.

La Duda Hiperbólica plantea la posibilidad de conocer a partir de nuestra mente. Para ello
Descartes plantea la existencia de un Genio Maligno cuyo objetivo es engañarnos. Pero si
creemos en la existencia de Dios, Él no tendrá este objetivo y no nos hará equivocarnos
deliberadamente. Es entonces de acá de donde podemos edificar un sistema de
conocimiento sólido, ya que no podemos equivocarnos sobre nuestra propia mente.
Descartes acepta entonces la existencia de dos mundos, el Mundo Sensible y el Mundo
Mental; en analogía, el Ser Humano está compuesto de Mente y Cuerpo. El Cuerpo se
caracteriza por su extensión en tres dimensiones en el Mundo Sensible, puede ser
infinitamente dividido hasta que deja de existir como cuerpo, y finalmente no puede ser
conocido directamente, pues para conocer una mesa, he de experimentarla primero para
formarme una idea de esta, sin llegar a conocerla directamente. Por otra parte, la Mente es
conocida directamente, es indivisible y por lo tanto indestructible. Pero su rasgo más
importante es la consciencia o el pensamiento.

Es entonces cuando dice: cogito ergo sum o pienso, luego existo. Esto significa que, al ser
la consciencia la característica de la Mente, siempre seremos conscientes de algo: De estar
leyendo sobre la Filosofía de la Mente, de comer o de caminar. Cuando dejemos de estar
conscientes, dejaremos de existir.

Descartes nos dice que si ponemos en duda absolutamente todo lo que creemos saber, lo
único de lo que podemos estar completamente seguros es el hecho de que en efecto estamos
dudando, y por ende pensando: esto es lo que se llama cogito cartesiano. Si dudo es porque
soy un ser imperfecto, lo que quiere decir que bien mis sentidos podrían engañarme, y que
el mundo físico no sea sino otra consecuencia más de mi imperfección: una ilusión. Pero de
lo que no pueden engañarme, es que estoy existiendo, puesto que si no fuera así, no podría
estar dudando, y el hecho de dudar es irrefutablemente cierto. De ahí que si pienso, soy,
existo. Si no existiese, no podría dudar. Esto implica que la realidad o no del mundo físico
es secundaria al cogito. Descartes, en su duda metódica, nos dice que bien podríamos ser
conciencias pensantes sin cuerpo alguno.

Participante:
Lcda. Dubhe C. Veitia G.
V.-9.878.066

También podría gustarte