Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema:
El Psicoanálisis
Asignatura:
Teoría De La Personalidad
Sección:
0539S
Maestro:
Fecha de entrega:
20/01/2024
INTRODUCCIÓN:
El psicoanálisis clásico, ideado por el renombrado Sigmund Freud, ha marcado un hito en la comprensión
de la psique humana, desafiando convenciones arraigadas y generando debates intensos. Al compararse
con las revolucionarias ideas de Copérnico y Darwin, Freud propuso una teoría que desplazó el foco de la
razón a las fuerzas inconscientes que derivan de las experiencias infantiles. Este enfoque, aunque ha sido
objeto de controversia, ha dejado una huella perdurable en la psicología, influyendo en la interpretación
de la personalidad, los sueños y el comportamiento humano.
EL PSICOÁNALISIS CLÁSICO
La interpretación psicoanalítica de biografías, una práctica iniciada por Freud mismo destaca la
minuciosidad con la que la teoría psicoanalítica aborda los detalles de la vida individual. Su enfoque en la
sexualidad, la interpretación de los sueños y la influencia del inconsciente ha influido profundamente en
la comprensión de la psique humana. Este legado persiste, siendo evidente en estudios psicoanalíticos de
figuras tan diversas como Leonardo da Vinci, Woodrow Wilson, y Moisés. La teoría psicoanalítica, a
pesar de sus críticas, sigue siendo atractiva para psicobiógrafos debido a su capacidad para explorar a
fondo la complejidad de la vida individual.
El Inconsciente
Determinismo Psíquico
La evolución de la perspectiva de Freud sobre los trastornos psiquiátricos, inicialmente enfocada en causas
físicas. Freud, al observar casos donde no se encontraban causas físicas, se interesó en enfoques
psicodinámicos, especialmente a través de la hipnosis. Influenciado por las demostraciones de Charcot y
Breuer, Freud adoptó el determinismo psíquico, sugiriendo que las fuerzas inconscientes influyen en el
comportamiento. Inicialmente, trató de vincular eventos traumáticos con cambios físicos en el sistema
nervioso, pero abandonó el enfoque puramente físico. En lugar de ello, se orientó hacia el análisis clínico
del material para comprender la relación entre factores psicológicos y síntomas. Este cambio condujo a la
creación del psicoanálisis, una nueva ciencia centrada en las causas mentales en lugar de las físicas,
destacando la importancia del contenido del pensamiento sobre la estructura neural. Freud reconoció que
gran parte del pensamiento está oculto, incluso para el individuo que lo experimenta.
Niveles De La Conciencia
Freud propuso una perspectiva más profunda sobre la conciencia al destacar que no todos nuestros
pensamientos son fácilmente conocidos. Señaló que lo que está en la mente no siempre coincide con lo
que se experimenta conscientemente. Para ilustrar esta idea, introdujo tres niveles de conciencia,
comparando la mente con un iceberg.
En esta analogía, la parte visible del iceberg sobre la superficie del agua representa la mente consciente,
donde los pensamientos son conocidos y experimentados directamente. Justo debajo de la superficie, se
encuentra la mente preconsciente, que alude a pensamientos que no están inmediatamente en la conciencia
pero que pueden ser recuperados fácilmente. Finalmente, la mayor parte del iceberg, sumergida bajo el
agua, simboliza la mente inconsciente, que alberga pensamientos, deseos y motivaciones ocultas,
inaccesibles directamente a la conciencia.
Esta conceptualización sugiere que gran parte de nuestras experiencias mentales, incluyendo los impulsos
y conflictos más profundos, residen en el nivel inconsciente. Así, Freud plantea que la mente consciente
es solo la punta visible de un iceberg mucho más grande y complejo.
El nivel consciente se refiere a las experiencias de las cuales una persona es plenamente consciente,
incluyendo recuerdos y acciones intencionales. En este nivel, la conciencia opera de manera
realista, siguiendo las reglas del espacio y del tiempo. La conciencia es reconocida y aceptada
como parte de uno mismo, y nos identificamos con ella.
El preconsciente comprende material que no está en la conciencia en un momento dado, pero que
puede ser traído rápidamente a la atención cuando es necesario. Este nivel incluye información
que no se está pensando activamente, como el nombre de soltera de la madre. Los pensamientos
pueden moverse fácilmente entre el consciente y el preconsciente.
El inconsciente alberga recuerdos traumáticos olvidados y deseos negados. Por ejemplo, un niño
que ha sufrido abuso sexual puede reprimir este recuerdo para protegerse de la ansiedad asociada.
De manera similar, los deseos que generan vergüenza, como el deseo de la muerte de un hermano
para evitar la competencia por el amor de los padres, son rechazados por la conciencia y
reprimidos. El inconsciente se percibe como un depósito de contenidos no deseados,
emocionalmente incómodos y menos civilizados que la conciencia.
Síntomas Físicos
Freud observó en muchos de sus pacientes síntomas físicos sin una causa orgánica evidente, y basándose
en su estudio de la hipnosis con Charcot, propuso que los casos de histeria de conversión reflejaban la
influencia de fuerzas inconscientes en el cuerpo. Estos síntomas incluían parálisis, mutismo, sordera,
ceguera y tics, manifestándose en cuerpos físicamente normales y sin daño aparente. Aunque este
diagnóstico es menos común actualmente y está influenciado por creencias culturales, Freud argumentó
que estos síntomas eran el resultado de fuerzas psicológicas. Un ejemplo específico es la anestesia en
guante, donde la falta de sensación en la mano se atribuye a tensiones psicológicas en lugar de causas
físicas. Este enfoque psicológico de interpretar síntomas físicos destaca la interconexión entre mente y
cuerpo en la teoría freudiana.
Hipnosis
A pesar de su eficacia aparente, la hipnosis sigue siendo controvertida. Algunos teóricos sugieren que
implica un estado de conciencia disociado, con una división y amnesia entre las partes conscientes e
hipnóticamente sugestionadas. Sin embargo, críticos argumentan que factores sociales, como las
expectativas, deben considerarse para comprender la hipnosis. La investigación muestra que las
mediciones fisiológicas no difieren significativamente entre la hipnosis y la conciencia normal. Además,
los informes de experiencias durante la hipnosis pueden estar influenciados por la sugestión y el deseo de
cumplir con las expectativas del hipnotista, cuestionando la precisión de los recuerdos obtenidos bajo
hipnosis.
Psicosis
La psicosis se refiere a una forma extrema de trastorno mental en la cual los individuos pierden el contacto
con la realidad. Los psicóticos experimentan el inconsciente de manera pura, manifestando síntomas como
alucinaciones, donde ven y escuchan cosas que no tienen presencia real. El comportamiento irracional
asociado con la psicosis refleja la irracionalidad subyacente del inconsciente.
Sueños
La teoría freudiana de los "actos fallidos" o "funciones fallidas" explora cómo el inconsciente influye en
los comportamientos cotidianos. Estos lapsus linguae, errores de memoria o acciones mal dirigidas
revelan, según Freud, deseos reprimidos que buscan expresarse. Por ejemplo, un lapsus linguae al decir
"estoy tan contento que tengo que irme ya" en lugar de "lo siento, me tengo que ir ya" reflejaría, para
Freud, la verdad no expresada conscientemente. Errores como olvidar un cumpleaños pueden estar
vinculados a deseos inconscientes. Los actos fallidos no son considerados simples accidentes, sino
manifestaciones de la influencia determinista del inconsciente en nuestras acciones, haciendo que seamos
responsables de lo que ocurre en nuestra vida cotidiana.
Humor
Instintos de Vida y de Muerte: Freud propuso dos clases de energía psíquica: Eros (instinto de vida) y
Tánatos (instinto de muerte). Eros motiva comportamientos que mantienen la vida y fomentan el amor,
mientras que Tánatos impulsa fuerzas destructivas y nos dirige inevitablemente hacia la muerte. Freud
inicialmente centró su atención en la energía erótica, pero algunos teóricos sugieren una mayor
consideración de la muerte y el conflicto.
Características de los Instintos: Los instintos tienen cuatro aspectos fundamentales: fuente (derivada de
procesos biológicos), ímpetu (fuerza motivacional), finalidad (reducción de la tensión para experimentar
placer) y objeto (persona o cosa deseada para la satisfacción del instinto). La diversidad en la elección de
objetos sexuales refleja la variabilidad individual en las motivaciones fundamentales.
Mecanismos de Defensa:
➢ Proyección: Atribuir impulsos propios inaceptables a otras personas. Por ejemplo, pensar que
alguien más está robando cuando uno tiene deseos de robar.
➢ Desplazamiento: Distorsionar el objeto del impulso, dirigiéndolo hacia algo o alguien diferente.
Por ejemplo, desplazar la ira hacia un hermano en lugar del padre.
➢ Identificación: Adoptar la identidad de otra persona para evitar reconocer las propias
inadecuaciones.
➢ Racionalización: Dar razones plausibles pero falsas para una acción, encubriendo los verdaderos
motivos.
Estos mecanismos varían en madurez, siendo preferibles los más maduros para una adaptación saludable.
El uso extenso de mecanismos primitivos puede indicar dificultades en la adaptación a la vida cotidiana.
Sublimación y Creatividad:
La sublimación se presenta como una forma saludable de lidiar con impulsos inaceptables, donde el
individuo canaliza esos impulsos hacia finalidades y objetos socialmente aceptables. Esto permite una
descarga indirecta del impulso, reduciendo su presión. La creatividad, según la teoría psicoanalítica, es
una forma de sublimación, donde los artistas transforman deseos primitivos en obras de arte. También se
puede observar en actividades como competencias atléticas, donde los impulsos agresivos pueden ser
sublimados.
El desarrollo de la
personalidad surge cuando el yo busca estrategias para enfrentar las frustraciones sociales. Traumas
psíquicos, como abuso sexual, pueden llevar a la fijación, donde los impulsos son reprimidos en lugar de
liberados. Eventos traumáticos extremos pueden resultar en disociación, como se observa en trastornos
como el estrés postraumático.
La fijación, que puede ocurrir en diferentes etapas del desarrollo, afecta la personalidad. Freud argumenta
que estos desarrollos tempranos influyen permanentemente en la personalidad del adulto. Aunque la teoría
ha sido cuestionada y los mecanismos exactos de la disociación no están completamente establecidos, la
influencia de la niñez en la personalidad sigue siendo un aspecto clave de la teoría psicoanalítica de Freud.
La Fase Latente
Después de la fase fálica, sigue la fase de latencia, que abarca desde los seis años hasta la adolescencia.
Durante este período, los impulsos sexuales están en gran medida reprimidos, y la energía psíquica se
canaliza hacia el desarrollo de habilidades y relaciones sociales. Freud ve esta etapa como un período de
relativa tranquilidad en términos de desarrollo psicosexual.
La Fase Genital
La genital, que comienza en la adolescencia y continúa en la adultez. Freud considera que esta etapa es
crucial para el desarrollo de la personalidad adulta. Durante la fase genital, se reavivan los impulsos
sexuales y se buscan relaciones íntimas con los demás. Freud argumenta que el desarrollo exitoso a través
de estas fases resulta en una personalidad equilibrada y socialmente adaptada.
Freud ha sido criticado por su perspectiva falocéntrica y su visión de la sexualidad femenina como una
versión atrofiada de la masculina. Además, la teoría de Freud ha sido cuestionada en términos de evidencia
empírica y validez científica. Su abandono de la hipótesis de seducción ha sido objeto de controversia,
con críticos argumentando que este cambio puede haber sido más político que basado en la evidencia.
A pesar de las críticas, el trabajo de Freud sigue influyendo en la psicología y ha llevado a desarrollos
posteriores en la teoría psicoanalítica. Muchos de sus conceptos, como el inconsciente, los mecanismos
de defensa y la importancia de la infancia en la formación de la personalidad han dejado una marca
duradera en el campo de la psicología.
Fase de Latencia: Durante la fase de latencia, que abarca desde los seis años hasta la adolescencia,
Freud describe un período de relativa calma en los impulsos sexuales. Aunque no enfoca
específicamente esta etapa en términos de desarrollo sexual, otros teóricos han destacado la
importancia de esta fase en aspectos como el desarrollo cognitivo y social. En este periodo, según
Freud, la energía psíquica se dirige hacia el desarrollo de habilidades y relaciones sociales.
Fase Genital: La fase genital marca el comienzo de la pubertad. Freud postula que, durante esta
etapa, el individuo desarrolla la capacidad de experimentar satisfacción sexual con un objeto del
sexo opuesto. El ideal de Freud para el desarrollo completo se encuentra en el carácter genital.
Para alcanzar este estado, las fijaciones preedípicas deben haber sido evitadas o resueltas a través
del psicoanálisis. Una persona con un desarrollo genital exitoso no experimenta conflictos
significativos preedípicos, disfruta de una sexualidad satisfactoria y muestra interés en la
satisfacción de la pareja amorosa, evitando el narcisismo egoísta.
Freud considera que la neurosis es esencialmente una disfunción sexual. Aunque reconoce que algún grado
de conflicto neurótico es inevitable debido a la tensión entre las demandas biológicas y las exigencias de
la civilización, sugiere que este conflicto puede minimizarse mediante la aceptación de las necesidades
sexuales. En la era posfreudiana, el desempeño sexual y el disfrute se han convertido en estándares
ampliamente aceptados como metas a alcanzar.
Tratamiento Psicoanalítico:
Freud propuso que el tratamiento psicoanalítico puede llevar a la salud mental, expresada en el principio
"Lieben und Arbeiten" (amor y trabajo). Utilizó la metáfora de la arqueología para describir el proceso
analítico como desenterrar material primitivo reprimido. La fórmula de Freud para la salud es "donde esté
el ello, ahí estará el yo".
Las técnicas incluyen la asociación libre, donde los pacientes expresan pensamientos sin censura
consciente, y la catarsis, liberando emociones reprimidas. La introspección, entendimiento de conflictos
inconscientes, se busca junto con la emoción. Los conflictos deben enfrentarse repetidamente, y el
paciente debe "elaborar" el conflicto para reconstruir la personalidad.
La controversia sobre la memoria recuperada se centra en terapeutas que buscan ayudar a los pacientes a
recordar experiencias traumáticas de la niñez, especialmente abuso sexual. Algunos terapeutas creen que
varios síntomas, como trastornos alimentarios y depresión, se originan en el abuso infantil. Sin embargo,
la atención pública se ha centrado en las técnicas de memoria recuperada, ya que algunos terapeutas
pueden inferir falsamente historias de abuso.
La controversia ha llevado a casos legales, donde padres demandan a terapeutas por implantar recuerdos
falsos en las mentes de sus hijos. Expertos en memoria cuestionan la frecuencia con la que el abuso sexual
puede ser olvidado y señalan investigaciones en otros traumas donde las víctimas recuerdan en lugar de
olvidar. Estudios muestran que algunas personas no recuerdan el abuso documentado en la niñez, mientras
que otros argumentan que situaciones como el estrés de la guerra pueden llevar a la incapacidad para
recordar experiencias. La controversia destaca la complejidad y la variabilidad en la formación y
recuperación de recuerdos traumáticos.
El psicoanálisis, más que una terapia, es una teoría de la personalidad que ha enfrentado críticas en
términos de su evaluación objetiva mediante el método científico. Freud no proporcionó descripciones lo
suficientemente precisas de sus conceptos para guiar a los científicos hacia pruebas definitivas. Aunque
algunos defensores del psicoanálisis confían en la observación clínica como evidencia, la ciencia exige
verificabilidad y predicciones claras.
La intuición del terapeuta psicoanalítico, que sintetiza pistas vagas en un marco de personalidad, contrasta
con la demanda científica de verificabilidad. La ciencia busca pruebas claras que confirmen o refuten
hipótesis, mientras que un terapeuta intuitivo puede interpretar casi cualquier observación de manera
consistente con la teoría. Algunos críticos consideran al psicoanálisis como mito o pseudociencia debido
a su falta de base científica.
La llamada a una investigación más sistemática ha surgido tanto de críticos como de psicoanalistas. Las
pruebas psicológicas, basadas en mediciones auto reportadas, presentan problemas ya que la teoría
psicoanalítica asume que las personas tienen poca introspección sobre su propia psicodinámica. Las
pruebas proyectivas, como el Rorschach, tienen baja confiabilidad.
Aunque algunos estudios han encontrado apoyo para ciertos aspectos de la teoría freudiana, otros
cuestionan la validez de los tipos de personalidad propuestos por Freud. La controversia persiste en cuanto
a la aplicabilidad y validez científica del psicoanálisis.
CONCLUSIÓN
A pesar de las críticas y debates que rodean al psicoanálisis clásico, su legado persiste en la exploración
profunda de la complejidad individual. Freud, con sus conceptos de inconsciente, motivación y desarrollo
psicosexual, ha influido no solo en la psicología, sino también en la interpretación de la creatividad, el humor
y los actos cotidianos. Aunque la metodología científica ha cuestionado su validez, el impacto del psicoanálisis
clásico sigue siendo innegable, recordándonos la inagotable complejidad de la mente humana.