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LA MÁSCARA, EL GESTO DE LO INHUMANO EN EL CARNAVAL DE

NEGROS Y BLANCOS DE SAN JUAN DE PASTO

CAMILO ACOSTA

ANGIE ERASO

GABRIELA JARAMILLO

JAIME MEZA

DAYRO SORIA

UNIVERSIDAD DE NARIÑO

FACULTAD DE ARTES

DEPARTAMENTO DE ARTES VISUALES

SAN JUAN DE PASTO

2017
LA MÁSCARA, EL GESTO DE LO INHUMANO EN EL CARNAVAL DE
NEGROS Y BLANCOS DE SAN JUAN DE PASTO

CAMILO ACOSTA

ANGIE ERASO

GABRIELA JARAMILLO

JAIME MEZA

DAYRO SORIA

Informe sobre el Carnaval

Pedro Oswaldo Granda Paz

Docente Facultad de Artes

UNIVERSIDAD DE NARIÑO

FACULTAD DE ARTES

DEPARTAMENTO DE ARTES VISUALES

SAN JUAN DE PASTO

2017
Mascara del carnaval: El gesto de lo inhumano

La máscara:

Para concebir un término de mascara, hemos buscado una definición más o


menos general que pueda contener el sentido en que hablamos:

“En relación con lo más o menos grotesco o con el disimulo, constituye


una falsa cara para darse un aspecto diferente, o bien para disfrazarse;
con una máscara de tela se oculta una parte del rostro… el termino
mascara designa a veces al portador de la misma no hay nada de anormal
en designar con este vocablo al útil con que los orfebres forman figuras
sobre los metales”.1

Aquel aspecto diferente al que hace alusión el autor lo hemos trabajado a partir
del concepto de inhumanidad, planteado desde la teoría de lo inconsciente
colectivo de Carl Jung, planteando a esta parte de la psique humana como algo
compartido entre los seres humanos y heredado en forma de arquetipos:

“Un arquetipo sería un elemento que permite explicar la generación de


una serie de imágenes mentales que son desarrolladas de forma muy
similar por diferentes personas de diferentes culturas.”2

Esta presencia intangible permite encontrar en la máscara representaciones


diversas que es posible clasificar o plantear según el contenido del carnaval.

Mascara transformadora:

El hombre ha buscado ocultarse de la mirada, para ello, la máscara ha cumplido


la misión de camuflarlo para protegerlo de las fuerzas de la naturaleza: La

1
Allard, G. and Lefort, P. (1998). Le masque. Paris: Fondo de Cultura Económica, p.7.
2
Lifeder. (2017). Arquetipos de Jung: Definición, Características y Tipos - Lifeder.
[online] Available at: https://www.lifeder.com/arquetipos-de-jung/ [Accessed 20 Oct.
2017].
necesidad de ocultar el verdadero rostro ante los enemigos, los espíritus y los
dioses, desarrolló en el hombre la capacidad de camuflarse. Primero fue el
rostro. Entonces la pintura vegetal trazó diseños geométricos, signos con colores
rojo, ocre, blanco o azul, el rostro no era el mismo, era otro bajo el tatuaje fresco.
La guerra, la caza, la boda, el rito, propiciaron los distintos motivos para ocultar
primero el rostro, después los brazos, la espalda, el cuerpo”. (Muñoz Cordero
Lydia, 2007, p. 35). Esta misma mascara protege al hombre de las miradas de
los demás ciudadanos. Este camuflaje ante el juicio del otro, permite entablar
una conexión entre el uso de la máscara precolombina y la máscara del carnaval.
Ya escondido de la mirada, el portador de la máscara puede ser quien desee:

“El carnaval es un periodo de diversiones y goces populares… ¿habrá que


ver en estas fiestas un resurgimiento de los antiguos ritos mágicos de
danzas y de orgias, en el curso de las cuales los hombres querían
estimular la fecundidad de la naturaleza? ¿Habrá que imaginar, por lo
contrario, que es el fin del invierno y la primavera que lo sucede? Sea
como sea, las fiestas de carnaval revisten un carácter folclórico, y en ellas
se utiliza ampliamente la máscara, como si el ser humano, que busca sin
cesar exteriorizarse, quisiera crearse también otra personalidad. Es una
especie de mundo al revés, lo que justifica el aspecto grotesco de esas
mascaras.”3

El usar una máscara va más allá de querer representar algo, la imitación se ve


superada por la transformación, de esta manera se puede decir que, la máscara
le da atributos y toma sentido en quien la porta. “Las máscaras –también los
disfraces– son imponentes, aterradoras, ridículas, hilarantes, grotescas, pues
todas tienen por finalidad llamar la atención sobre un aspecto en particular. La
máscara es un gesto puesto en evidencia, en detrimento de otros.”4 Una de las
características de la máscara es que oculta el rostro completa o parcialmente,
de manera que le da relevancia a un solo gesto de manera exagerada; el uso de

3
Allard, G. and Lefort, P. (1998). Le masque. Paris: Fondo de Cultura Económica,
p.130
4
NAVARRETE LEZAMA, JOSÉ: «La máscara, el gesto perenne». Publicado el 16 de
febrero de 2017 en Mito | Revista Cultural, nº.40. Consultado el [2 de Octubre del
2017] Disponible en: <http://revistamito.com/la-mascara-gesto-perenne/>
la máscara como camuflaje y a la vez como una liberación interior, muestra las
diferentes facetas del hombre y sus presencias casi demoniacas.

Por otra parte, el uso del maquillaje artístico también hace parte del carnaval, da
lugar a la creación de seres fantásticos, zoomorfos y mitológicos, teniendo como
base el rostro natural del hombre. El maquillaje artístico, no busca realzar la
belleza de la persona, sus facciones, ni lograr un efecto natural, de ahí que puede
ser tomado también como una transformación, alejándose de lo cotidiano. Al
cubrir completamente la cara con maquillaje, se pierde la identidad propia de la
persona, incluso en ocasiones el maquillaje puede cubrir todo el cuerpo por
completo, dejando al personaje “irreconocible”, semejante a la máscara que le
permite al Hombre perpetuar un gesto, o unos cuantos gestos, el maquillaje
también permite exagerar el gesto, cambiar y transfigurar los rasgos propios de
la persona ocultando así lo que es.5

El portar la máscara o la realización de un maquillaje artístico manipula nuestro


aspecto, de esta manera se libera lo que somos o lo que queremos ser; dentro
del carnaval, estas transformaciones le dan lugar a lo monstruoso, lo fantástico
y lo diferente, el uso de apliques, prótesis y decoraciones dentro del maquillaje
fortalecen la máscara implantada en el rostro, es interesante observar cómo se
expresan por medio de ello las identidades reales y ocultas de los demás a través
de lo extravagante.

Este maquillaje juega una importante labor dentro del juego en forma del
cosmético, como nos dice Lydia Muñoz Cordero :” La misma pintura de
cosmético en el rostro, es una máscara que desinhibe al ser, lo invierte, lo
desestabiliza, lo transforma y promueve su exaltación, cualquiera puede escalar
la más alta posición social.”.

Clases de máscaras:

La clasificación de las máscaras se ha hecho según el libro la máscara


precolombina de Álvaro Chaves Mendoza que se encargó de clasificar la

5
NAVARRETE LEZAMA, JOSÉ. Ob.Cit
máscara prehispánica tomando en cuenta a toda América, desde los olmecas
hasta los chimúes en Perú. :

“La más común es aquella que cubre solamente el rostro y está sujeta al
enmascarado por dos cuerdas que partiendo de agujeros a la altura de las
orejas se anudan encima de la nuca. Esta fue la que usaron la mayoría de
los pueblos precolombinos desde Alaska hasta la tierra del fuego.

La máscara de dos caras, una delante y otra detrás, la usaron los


sacerdotes aztecas para representar a la diosa Illamatecuhtli “la vieja
soberana”, según relatos de los cronistas del siglo XVI. También la usaban
los danzantes en las ceremonias del culto a aquella diosa, como se ve en
las pinturas del códice Selden,

La máscara de cabeza que la cubre totalmente, la encontramos en las


figuras de enmascarados talladas en piedra en San Agustín, Colombia.
Aparecen en la cerámica Chimú, en la costa norte del Perú

La media mascara que tapa solamente la parte inferior del rostro, la


usaron los olmecas según vemos en los relieves de piedra de las estelas
del Cerro de las Mesas. Mascaras con fauces de serpientes, algunas con
argos colmillos. Vemos también en muchos códices el antifaz.

Existe también la máscara occipital que se coloca detrás de la cabeza


pero sin tener la contraparte al frente como al mascara doble. La más
generalizada de este tipo es la masacra yelmo que cubre la cabeza sin
tapar el rostro y no es exactamente un tocado, se denomina mascara pues
es colocada encima, aunque no directamente sobre la faz del
enmascarado. Muy usada entre los guerreros aztecas con figuras de
animales protectores de las órdenes militares. También existe la máscara
yelmo que encierra y rodea el rostro, por ejemplo, mascara del guerrero
águila.

Mascara ciega se usaba frecuentemente en cerámicas o sobre los


difuntos. En el Perú se enterraba a los muertos colocándolos en posición
fetal, envolviéndolos en mantas, de tal manera que se formaba un fardo
funerario sobre el cual se colocaba, cosida, una máscara de metal o
madera. Este tipo es la llamada mascara ciega, porque no tiene
agujereados los ojos ni la boca, además no guarda proporción con el
tamaño de las cabezas humanas, es casi siempre mayor.

La máscara con partes movibles que contienen partes que pueden


accionarse a través de cuerdas. Entre los mayas se acostumbró este tipo
de máscaras donde por ejemplo el mentón es articulado.

Otro tipo poco especial es el de la máscara múltiple, variación de la


movible que comprende dos, tres y hasta cuatro mascaras colocadas una
entre otra y articuladas de tal manera que al abrirse la primera queda
expuesta la segunda y así sucesivamente. Usada muy frecuentemente
por los pueblos del noroeste de Estados Unidos “6

El rostro de lo inhumano7

“Una vos inconsciente a parte de los procesos consientes de la persona,


una personalidad oculta, por ejemplo en el detector de mentiras. Ante una
pregunta que respondemos negativamente, esa vos dice que si”8

Esa afirmación es la que hace explicita la realidad inherente al ser humano, su


naturaleza incipiente y su parte escondida. Es más obvio observarle en el deseo
y en la represión del mismo, que en nuestro contexto es tan común, por
pertenecer a un núcleo católico muy ortodoxo. Esa otra voz tiene una puerta de
salida en las festividades del carnaval.

Como representación de lo inhumano la clasificación se hace atendiendo a


figuras arquetípicas propuestas como símbolos universales. Dentro de esto
encontramos diferentes denominaciones y diferentes cualidades que posibilitan
una selección. En primera instancia, el término inhumano hace referencia a una
serie de símbolos que son de naturaleza diferente a la tocada por la cotidianidad,

6
Chaves, A. (1977). mascara precolombina. Bogotá, Colombia: Zazacuabi.
7
Aquello oculto, feo, perverso, instintivo, viejo, indecible; lo inhumano es lo que no
mostramos y alimenta la sombra que mora en el inconsciente.
8
Segaller. Stephen. 1989. Jung. La sabiduría de los sueños. La herencia de los
sueños Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=TVDOpnqmk3E
pero que conviven dentro de esta, moviendo, sin darnos cuenta los hilos de la
misma. Estos son valores que están por debajo, encima o al otro extremo de lo
que se considera cotidiano dentro de nuestro contexto.

El punto crucial a considerar es que la cultura del carnaval se ha formado en una


tierra muy conservadora, y que la naturaleza de este contrasta radicalmente con
la idiosincrasia del nariñense. Así se trata en la sabiduría de los sueños de Carl
Jung:

“La verdad psicológica se da a conocer en los sueños también y en los


rituales como el festival anual Fasnatch. En toda suiza y especialmente
en Basilea el orden suizo se deja llevar por el desorden de los flautines
pífanos y tambores. La confusión y el color de un intenso carnaval
cuaresmal, un carnaval de la verdad… nos dice la verdad sobre las
profundidades de la psique humana que están normalmente escondidas.
Si tomamos a los reservados suizos que de repente estallan, existe algo
que no se puede esperar, pero que es por supuesto la verdad, los suizos
son personas algo locas. Fasnatch es una licencia de mala conducta… la
verdadera identidad en un sentido inconsciente, un lado, una capa que no
podían mostrar, por eso la necesidad de la Fasnatch para exteriorizar sus
instintos. Fasnatch es la expresión libre del inconsciente suizo.”9

La revelación más clara de la inversión del orden cotidiano es el juego del


travestismo, donde individuos se transforman y encarnan ese aspecto negado y
escondido dentro de la ciudad. Es notorio que con la aceptación de estas
posibilidades a la hora de relacionarse, el personaje ha ido desapareciendo
gradualmente, mostrando que aquello que antes se ocultó, y por ello se trasladó
al inconsciente, ahora hace parte de la naturaleza diaria.

Otro rompimiento del orden es el mamarracho, como burla, ironía y liberación.


Esta imagen contiene la fealdad, el guagua feo, el viejo, el loco, el borracho y el
indigente. Estas son imágenes de nosotros mismos que no nos atrevemos a
compartir, mírese no más, como se convierte el hombre con el licor, y cuanta

9
Ibíd.
cosa hace; o pensemos también en que vergüenza produce la imagen del
mamarracho cuando hemos recobrado el sentido de la vida diaria.

Dentro de la representación de lo inhumano, tenemos también la figura del


animal, como portador del instinto que mantiene al hombre conectado con sus
ancestros animales y que es una imagen repetida a lo largo del tiempo. Dentro
de la cultura Tumaco, por ejemplo, la imagen del jaguar aparece en máscaras y
en seres zoos antropomorfos, que contienen además de la significación de
animal tutelar, la fuerza instintiva, la fiereza y el poderío. Esta figura,
representada también en el tigre, compone, con el águila, la dualidad tierra-aire,
o mente e instinto, dos principios humanos que se contradicen. Esto es
apreciable en la danza de los Tecuanes, donde uno de los personajes porta un
traje de jaguar:

“Cuentan que anteriormente había muchos animales de uña en la región


y bajaban a comerse los animales de los pobladores pero a pesar de esto
la comunidad siempre lograba casarlos o ahuyentarlos pero en cierta
ocasión llego un animal de uña a quienes los pobladores no podían casar
o ahuyentar ese animal siempre baja comerse guajotes como a los
mismos pobladores por eso le llamaban Tecuàn o tecuani que significa
que come gente.
Los indígenas buscaron como casarlo pero no pudieron, entonces fueron
a ver al llamado señor del monte que se dedicaba a casar animales entre
otras cosas, el cual les cobro muchísimo porque era una tarea difícil de
realizar pero tampoco pudo lograrlo hasta que pensó yo solo no podré
casarlo necesito la ayuda de los demás, así que fue al pueblo y les
comento que solamente organizados podía acabar con ese animal de uña
sito a toda la comunidad y les propuso que se vistieran de diferentes
cosas. Unos se vistieron de piedras otros de árboles, otros de animales
en fin todos se disfrazaron de alguna animal o planta u objeto y colocaron
a todos los animales reales en el centro y esperaron que entrara el animal
de uña así que se dedicaron a velar todas las noches hasta que por fin
entro el animal de uña.
cuando lo vieron lo rodearon y aunque el feroz animal intento
desesperadamente escapar y casi lo logra la confusión que le genero la
emboscada así como también el hecho de que eran bastantes los que lo
rodeaban termino con sus fuerzas y lo atraparon. Del gusto que los
indígenas tenían hicieron una fiesta que duro ocho días durante los cuales
representaban la gran hazaña que habían logrado en esos días de fiesta
bailaron disfrazados al son de un tambor y una flauta de carrizo y desde
entonces bailaron disfrazados de mil diferentes maneras pero siempre se
representa la casa de un jaguar ya que según se cuenta este era el
poderoso animal de uña casado por sus ancestros.” 10

Este relato hace referencia a una fuerza indomable que moraba en los bosques,
y que amenazaba a la población. Esta fuerza es el instinto que sugiere un poder
que solo algunos sabios o los chamanes han logrado domar. La figura del sabio
también se presenta, como evocación del viejo conocedor de la otra orilla. Este
viejo, tiene en su poder los secretos de la vida, pues ha pasado el umbral de las
pruebas que esta supone; así, el viejo es mago.

Dentro de las representaciones, el diablo juega un papel muy importante, como


personalidad escondida, ahuyentada, y condenada a mantenerse lejos de los
cuatro pilares que se convirtieron en un mandato de tres. El diablo es la burla, la
picardía y el éxtasis que la represión cotidiana no permite. El diablo persigue el
placer olvidándose de los códigos morales. Es el escape de la neurosis que
impera en el día a día. Su figura en el carnaval es multicolor, grotesca y siempre
burlona.

La máscara andina.

La palabra persona y la palabra mascara son similares, para el idioma quechua,


mascara, se traduce como saynata y quienes la usan son saynatacuna, en latín
es similar su aseveración, persona es, a mascara como personatus es a

10
Leyendascortas.mx. (2017). La Leyenda de la Danza del Tecuan. [online] Available
at: http://leyendascortas.mx/la-leyenda-de-la-danza-del-tecuan/ [Accessed 20 Oct.
2017].
enmascarado, a aquel que la usa, aquella persona que no siendo ella misma se
introduce voluntariamente a personificar, a estructurar un constructo diferente, a
ser otro, a llevar un velo que lo vuelve otro, aparente, falso, fingido pero a la vez
real dentro del propósito al cual responde, ser o no ser.

“la principal función de la máscara es transfigurar. Es decir, producir un


efecto ilusorio, engañoso; intrigar y atemorizar. Cubre al hombre y lo
convierte momentánea y rápidamente en algo distinto. Muestra y oculta a
la vez.”11

Para la zona andina, las culturas prehispánicas desarrollaron y objetivaron el uso


de la masca desde diferentes ópticas y situaciones, desde la ritualidad, el culto
a la muerte y el deseo de perdurar en el más allá, estas mascaras fúnebres
fueron variadas en materiales y tamaños, desde el uso de la madera, hasta las
elaboradas en filigrana de oro o plata y en tipos especiales de roca, la máscara
representaba la permanencia en el mundo, en la cosmovisión Inca, los vivos y
los muertos coexistían en planos del mundo separados por la mortalidad y el
cuerpo, la existencia y permanencia en el mundo de los muertos dependía de lo
bien conservado estuviese el cadáver, y la máscara funeraria ayudaba a este
proceso, inmortalizando al difunto, siendo parte de un juego dual de los mundos,
de estar y no estar.

Técnicas de elaboración de máscaras

Máscara de yeso

La máscara de yeso es una técnica muy utilizada en lo que concierne a una


manera fácil de elaboración, se diferencia porque su material es el yeso, por lo
que este tipo de material permite moldear de una manera más cómoda nuestra
mascara, a un que este mismo hecho de que sea yeso conlleva a que esta
mascara sea un poco pesada.

11
Borja Arturo. Mascaras peruanas, 1996, pág. 40.
Máscara de papel

Es un tipo de mascara que es una de las más simples en técnica, comienza en


con la obtención de un modelo o tipo de volumen al que se va a empapelar,
teniendo el volumen se ponen tiras de papel para crear un capa de periódicos lo
semejante gruesa con engrudo para que sea una máscara, por último se aplica
un color lizo a toda la máscara para empezar a decorar.

Mascara de madera

La máscara en madera se elabora mediante un volumen de tronco el cual se lo


va moldeando con gubias y cuchillas, la mayoría de las decoraciones de este
tipo de materiales se utilizan en tribus indígenas, los cuales moldean los gestos
de una emoción en particular o también se inspiran en las tomas de yagé.

Máscaras de icopor

Talladas con diversos instrumentos, las máscaras de icopor permiten ligereza y


resistencia, además de ser muy económicas. Se suelen cubrir con fibra de vidrio
o papel mache,

Mascaras en fibra vegetal

Estas máscaras son elaboradas a base de fibras vegetales, recursos naturales


que acompañan a la máscara en forma de detalle.

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