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Nació en Moravia (en lo que hoy es la ciudad de Fribor, en la República Checa) en 1856
de padres judíos.
Vivió en Viena donde estudió y se graduó en medicina. Una figura clave en el desarrollo
intelectual de Freud fue la del profesor de fisiología, Ernst Brücke, quien era parte de un
movimiento intelectual en ese tiempo conocido como mecanicismo.
El mecanicismo consideraba que la gente podía ser comprendida en términos de
mecanismos físicos y químicos básicos.
En 1900, Freud publicó su obra más significativa, La interpretación de los sueños.
Intentó aplicar también la técnica de hipnosis aprendida del reconocido psiquiatra francés Jean
Charcot. Sucesivamente dejó está técnica porque no era aplicable a todos los pacientes y se
dedicó al método de la asociación libre, que permite a los pensamientos fluir de manera libre de
uno y ayuda a descubrir las asociaciones potencialmente escondidas entre las ideas. Él mismo
acreditó este método como “científico”.
Esta paciente experimentó que al recordar eventos del pasado como posible causa de los
sufrimientos presentes y al analizarlo conscientemente, los síntomas actuales se ablandaban o
desaparecían. Breuer y luego Freud, se refirieron a esta experiencia psicológica como una
catarsis.
La catarsis se refiere a la liberación y escape de las emociones al hablar de los problemas
de uno. (En términos coloquiales, se puede decir que en la catarsis la persona “saca algo
de su pecho” o lo “saca de su sistema).
Sucesivamente Freud aplicó el método catártico para el tratamiento de síntomas
histéricos en sus propios pacientes y dio informes de grandes éxitos.
De deducción en deducción
Antes de la experiencia catártica, los pacientes de Freud parecían completamente
inconscientes de que sus síntomas eran provocados por el contenido de su mente.
Los eventos traumáticos que causaron en un principio sus síntomas parecían estar
totalmente olvidados.
Sin embargo, los síntomas continuaban. Esto significa que los contenidos mentales de
los que la gente es inconsciente estaban continuamente activos dentro de su propia
mente.
Esta deducción lo llevo a considerar la existencia del inconsciente y su influencia en la
vida de las personas. Fue una verdadera revolución en la comprensión de la naturaleza
humana.
La conclusión de Freud fue muy clara:
• Cuando la energía mental no puede ser liberada, simplemente no desaparece. Es
conservada (como lo sugería el principio físico de la conservación de la energía). La
energía que de otra forma sería liberada en beneficio del placer sexual, pero que se
encuentra inhibida, puede ser canalizada hacia otras actividades.
• Lo mismo vale por una serie de pulsiones que quedan inhibidas y se manifiesta
inconscientemente de otra manera.
Individuo y sociedad
Las ideas de Freud sobre este tema fueron literalmente revolucionarias en cuanto cambiaron por
completo la antigua concepción.
En la concepción dominante se pensaba que la gente nace inocente, pero vive la experiencia de
un mundo de tentación y pecado. Esta era sea la visión religiosa (véase Antiguo Testamento) sea
la visión filosófica (Henri Rousseau, argumentaba que, previo al desarrollo de la civilización
contemporánea, la gente estaba relativamente contenta y experimentaba sentimientos de
compasión hacia sus semejantes. La civilización, pensaba, cambió las cosas para mal al dar
origen a la competencia por recursos; los cuales, a su vez, dieron cabida a sentimientos de
envidia y de sospecha).
La razón por la cual en INCONSCIENTE tiene dificultad a pasar al nivel CONSCIENTE es porque
hay fuerzas que se oponen. El deseo por protegerse de la ansiedad producida por estos
pensamientos los empuja a habitar fuera de la consciencia, en el inconsciente.
Freud fue el primero que trató de hacer flotar el inconsciente a nivel consciente a través di
diferentes métodos. Entre ellos: lapsus, neurosis, psicosis, obras de arte, rituales. De
particular importancia fue su análisis de los sueños.
La idea de un inconsciente motivado es central para la teoría del psicoanálisis, sin embargo, en
la actualidad, no todos los psicoanalistas coinciden que muchos sucesos mentales ocurren fuera
de la consciencia.
La función del Yo es expresar y satisfacer los deseos del Ello de acuerdo con dos cosas: las
oportunidades y restricciones que existen en el mundo real, así como las demandas del Superyó.
Los conceptos de consciencia, inconsciencia, Ello, Yo, y Superyó, son altamente abstractos.
Freud lo sabía. Él no quiso decir que existían tres seres con tipo de duende corriendo dentro de
la cabeza de la gente. Más bien, consideraba que la vida mental abarcaba la ejecución de tres
funciones psicológicas distintas, y propuso un sistema mental abstracto que ejecuta cada una
de estas funciones.
La ansiedad
Virtualmente, cada proceso en la teoría psicoanalítica puede ser descrita en términos de la
expedición de energía en un objeto, o en términos de la fuerza inhibitoria de la expedición de
energía, esto es, inhibir la gratificación de un instinto.
En términos estructurales, lo que se sugiere es que la ansiedad desarrolla un conflicto entre el
empuje de los instintos del Ello, y la amenaza de castigo de parte del Superyó. Es decir, es como
si el Ello dijera: “lo quiero”, el Superyó dijera: “qué horrible”, y el Yo dijera “tengo miedo”.
La negación
• Es un mecanismo de defensa particularmente sencillo por el cual la gente puede, en sus
pensamientos conscientes, llegar negar la existencia de un hecho traumático o bien,
socialmente inaceptable.
La proyección
• Es otro mecanismo de defensa por el cual lo que es interno e inaceptable se proyecta
fuera y es visto en el exterior. La gente se protege contra el reconocimiento de sus propias
cualidades negativas, al proyectarlas en los demás.
La represión
• La represión es vista como la parte que entra en juego en todos los demás mecanismos
de defensa, y así como estos otros, requiere de la constante expedición de energía para
mantener aquello que es peligroso fuera de la consciencia.
2. La segunda etapa de desarrollo es la etapa anal (de los dos a los tres años), hay
excitación en el ano y en el movimiento de las heces dentro del conducto anal. Se piensa
que la expulsión de las heces trae alivio a la tensión y placer en la estimulación de las
membranas de mucosa en aquella región. El placer relacionado con esta zona erógena
implica al organismo en un conflicto. Hay un conflicto entre la eliminación y la retención,
entre el placer de la liberación, y el pacer en la retención.
3. La tercera es la etapa fálica (de los cuatro a cinco años), la excitación y la tensión se
concentran en los genitales. La diferenciación biológica entre sexos lleva a una
diferenciación psicológica. A esta etapa está relacionada la ansiedad de castración, el
miedo de perder el pene y el conflicto con el padre que se expresa con el complejo de
Edipo.
4. El inicio de la pubertad, con la reaparición de las urgencias sexuales y los sentimientos
edípicos, marca el principio de la cuarta etapa, la etapa genital.
El vacío dejado por Freud que se concentró exclusivamente en la temprana edad fue colmado
por Erickson que propuso una visión psicosocial del desarrollo junta a la visión psicosexual.
Además del desarrollo de los impulsos instintivos, Freud también abordó el desarrollo de los
procesos de pensamiento. Él hizo una distinción teórica entre dos diferentes modos, o procesos
de pensamiento; los llamó:
• proceso de pensamiento primario - Es el lenguaje del inconsciente, es ilógico e
irracional
• proceso de pensamiento secundario - Es el lenguaje de la consciencia, de la
evaluación de la realidad y de la lógica.