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Además, pueden llevar elementos activos con tornillos o resortes para mover los dientes, con lo cual
se considerarían aparatos activos, a diferencia de otras placas que, al no llevarlos, se consideran
pasivas.
Muchas veces es difícil hacer una clasificación clara entre activos y pasivos, ya que existen
modalidades de transición. Muchos dispositivos presentan elementos de construcción tanto activos
como pasivos; además, algunos elementos de concepción básicamente pasiva pueden utilizarse
también en forma activa.
Todos los contenidos que aparecen en este capítulo abordan todos los epígrafes del Real Decreto pero
aparecen redactados en otro orden para seguir una secuencia lógica que propicie un mejor
entendimiento para el alumno.
Son aquellos que inciden con fuerzas mecánicas directamente sobre los dientes, el periodonto, el
hueso alveolar, el hueso maxilar, las suturas y la articulación temporomandibular.
La placa activa es un aparato que, adecuadamente sujeto al hueso alveolar y dientes, incorpora unos
medios activos (resortes, tornillos) que actúan sobre los dientes que se desea mover.
Son aquellos que ejercen su efecto a través de las fuerzas funcionales, es decir, provenientes del
cuerpo. Las fuentes de estas fuerzas residen en las actividades musculares de la masticación, la
lengua, los labios o las mejillas.
Base de soporte
Elementos de retención Gancho de Adams.
Gancho de bola interdentario.
Gancho circunferencial.
Gancho de flecha o punta triangular
Elementos activos Arcos vestibulares.
Resortes.
Tornillos.
Elásticos
Elementos pasivos Rejilla lingual.
Levantes de mordida.
Aleta de bloqueo.
Escudos acrílicos.
Planos anteriores.
Parte acrílica. Se apoya en los cuellos dentarios y ocupa generalmente todo el paladar en la arcada
superior, y en la inferior todo el reborde alveolar.
• Anclaje del aparato: su contacto con la nnucosa y con los cuellos dentarios actúan conno
estabilizador, impidiendo el balanceo lateral y anteroposterior, y contrarresta las fuerzas que
ejercen los elementos activos distribuyéndolas por toda la superficie de la base.
Las bases deben estar en contacto con todas las superficies palatinas o linguales de los
dientes, extendiéndose hasta distal de los últimos molares erupcionados para aumentar la
superficie de anclaje.
Los límites de la base inferior vendrán determinados por la altura de la apófisis alveolar y se
realizan de mayor grosor para aumentar la rigidez y para que pueda albergar la parte pasiva de
los retenedores o los elementos activos, sin quedar muy frágil.
• Sujeción de los elementos activos y pasivos: estos elementos generalmente son metálicos,
están sujetos a la base acrílica por la parte pasiva de los mismos (retención), dejando libre la
parte activa.
• Elemento activo: la base acrílica puede actuar como un elemento activo cuando se divide en
partes y alguna de ellas es movida por un elemento activo contra los cuellos dentarios en que
se apoya, moviendo dichos dientes.
Similar al retenedor de bola, pero en vez de llevar una bola en la punta, se dobla el alambre sobre sí
mismo dándole una forma triangular. Permite mejor adaptación en los espacios interdentarios más
grandes.
Son todos aquellos aditamentos que incorporados en una placa activa, producen realmente los
movimientos dentarios.
El arco vestibular se construye en general con alambre de 0,8 o 0,9 mm y va por la cara vestibular de
incisivos y caninos, aunque en algunos casos se prolonga hasta piezas posteriores. Su extensión
puede ser mayor o menor para darle flexibilidad y capacidad de ser aplicado contra los dientes o estar
separado de ellos.
El arco vestibular sirve para alinear piezas, rotar incisivos, retruir dientes y contener piezas dentarias.
A nivel del canino se realizará un asa hacia gingival. Abriendo o cerrando el asa se produce un
movimiento anterior o posterior de la parte del arco que se apoya sobre los incisivos anteriores.
El diseño del asa puede ser diverso de acuerdo al movimiento que se pretenda realizar y a la rigidez o
flexibilidad que se desee en dicho arco. Si se deja pasivo sobre los dientes o con una mínima presión,
actúa como elemento pasivo reteniendo los dientes o aumentando la retención de la placa. Si se
separa de los incisivos, servirá como tope a la protrusión de los mismos realizada con resortes. Si se
cierra el asa y se aplica sobre los dientes de la zona anterior con presión, actúa como elemento activo,
produciendo un movimiento hacia lingual.
6.3.2. RESORTES.
Los resortes son utilizados en ortodoncia para producir fuerzas y transmitirlas a los dientes con objeto
de conseguir su movimiento. Al diseñar un determinado tipo de resorte, y dependiendo de su
colocación en la resina, estaremos determinando la acción y dirección de la fuerza que aplicamos a
través de los mismos.
Se confeccionan en alambre de distinto grosor. Este vendrá determinado por el diseño del resorte y su
función. Los hay con un extremo libre, que son los resortes abiertos, o con ambos lados incluidos en
la base de acrílico, que son los resortes cerrados. El objetivo es colocar suficiente cantidad de
alambre para que sean elásticos y puedan ser activados en suficiente grado.
El resorte puede ser individual para un diente, o puede abarcar varios dientes si el movimiento a
realizar fuera el mismo en todos ellos.
Para que produzca movimiento, el resorte debe ser activado, antes de colocar la placa en la boca, en
el sentido del movimiento que se desea realizar. Cuando se coloca la placa en la boca, al apoyar sobre
el diente a mover, el resorte se comprime liberando a continuación la fuerza que dará lugar al
movimiento dentario.
Como la fuerza se aplica directamente sobre la corona, el movimiento será de versión o inclinación
descontrolada. Cuando más se aproxime el punto de aplicación del resorte al centro de resistencia del
diente, menor será el movimiento de versión y más se aproximará al movimiento de gresión o
inclinación controlada.
Con los resortes también podemos corregir la rotación de los dientes anteriores aplicando sobre la
corona un par de fuerzas, apoyando el arco vestibular en borde opuesto al resorte.
Podemos clasificar los resortes según la dirección del movimiento que van a realizar:
6.3.3. TORNILLOS.
Elementos activos, constituidos por dos partes metálicas unidas por un helicoide. Al activar el
helicoide, las partes laterales se separan ejerciendo así una fuerza que se transmite a los dientes por
medio de la base de la placa.
Los tornillos están realizados en acero inoxidable. Llevan una guía central con un agujero y rosca, y 1
o 2 guías laterales para dar estabilidad al tornillo. Son activados mediante una llave en la dirección
que nos indica la flecina.
La indicación del grado de activación de los tornillos varía. Puede estar entre 0,25 mm y los 0,50 mm
por vuelta. Cada vuelta gira 90°.
Existen numerosos diseños de tornillos, variando fundamentalmente el tamaño del mismo, el grosor y
la cantidad de activación total que permiten. En general, se utilizan tornillos más pequeños para
movimientos individuales de dientes y de mayor tamaño para mover varios dientes, abrir espacios o
realizar una expansión de la arcada.
Según su colocación, los tornillos ortodóncicos son los encargados de realizar los siguientes
movimientos:
• Expansión y contracción.
• Mesialización y distalización.
• Inclinación y declinación.
v Tornillo de expansión:
Ø Expande la arcada dentaria en sentido transversal.
Ø Esta expansión puede ser simétrica o asimétrica, dependerá del corte que le realicemos a la
placa.
Ø Corrige mordidas cruzadas posteriores unilaterales o bilaterales.
v Tornillo de protrusión:
Ø Alargan el arco dental sagitalmente.
Ø Alinea los dientes anteriores.
Ø Es un tornillo de sector curvo.
v Tornillo de distalar:
Ø Alargan el arco dental en dirección sagital.
Ø Puede distalar una o más piezas dentales.
Ø Este procedinniento solo es factible para espacios muy pequeños.
v Tornillo de Bertoni:
Ø Produce expansión transversal y sagital.
Ø El tornillo de Bertoni o tridireccional y posee tres brazos independientes.
Ø Si se activan los tres brazos a la vez se obtiene una expansión transversal y una protrusión del
grupo anterior.
v Tornillo detracción:
Ø Realiza una compresión de la arcada en
casos de sobre-expansión.
Ø El tornillo se coloca abierto y se activa
en sentido opuesto, es decir, para
cerrarlo, ejerciendo así una tracción de
las dos partes en las que se engloba el
tornillo.
v Tornillos individuales:
Ø Microtornillos cuya función es la vestibularizar una sola pieza.
Ø También podemos colocar recortes de vestibularización.
6.3.4. ELÁSTICOS.
Se emplean para producir movimientos dentarios fijándolos, por un lado, a la base acrílica o a los
elementos de retención de la placa, y por otro a la cara vestibular o lingual de un diente o a algún
aditamento existente en el mismo.
La longitud y el grosor del elástico pueden variar, con lo que producen una fuerza muy versátil y de
fácil manipulación, aunque se deforman fácilmente y pierden gran parte de la fuerza, lo que obliga a
cambiarlos muy frecuentemente.
Son aditamentos que no tienen una función activa, sino que impiden que se produzcan determinados
movimientos o funciones anómalas no deseadas.
Se utiliza cuando existe una mordida cruzada Placa superior con resortes y planos de
unilateral o bilateral. mordida.
Son planos de resina que cubren las caras
oclusales de molares y premolares. Pueden ser
superiores o inferiores.
Desbloquean la oclusión y pueden producir la
extrusión del grupo anterior.
Pueden ser anteriores, para separar el labio de Escudos laterales y anteriores colocados en
los incisivos. Si se coloca en la placa inferior, un aparato funcional.
impide la interposición labial.
Cuando se colocan sin inclinación, elevan la dimensión vertical, lo que va a producir la extrusión de
los sectores posteriores y la intrusión de los incisivos inferiores.
Cuando se coloca inclinado en el superior, se utiliza para avanzar la mandíbula en casos de clase II.
Cuando se coloca inclinado en el inferior, se utiliza en clase III o en mordidas cruzadas anteriores.
Placa superior con plano anterior y placa inferior con plano anterior inclinado.
Las puntas de flecha deben de ser retentivas. Convergencia de las puntas de flecha.
Para eso debemos darles convergencia y esto
se consigue con un giro oblicuo hacia la pieza.
El tramo de puente no debe tocar la pieza, será
paralelo y distará 1 mm de esta.
Los tramos de alambre que entran en la resina se llaman retenciones y no deben tocar la mucosa;
deberán dejarse unos 2 mm separados del modelo. También les realizaremos unos pequeños dobleces
en el extremo como retención.
Retenedor adaptado.
Las retenciones quedarán incluidas en la resina Detalle de las retenciones dentro del acrílico.
y tienen que medir 1 cm aproximadamente.
Doblar el extremo del alambre con la punta del Ajuste de la bola entre los premolares.
alicate sobre la gota alrededor de 180°.
Adaptar la gota entre los dientes y doblar el
alambre adaptándolo por la zona oclusal para
que produzca las mínimas interferencias.
Terminar el retenedor, adaptando la retención. Como en el caso del Adams, tiene que quedar 2 mm
separada del modelo y con algún doblez retentivo.
El primer paso para la correcta realización del Diseño del asa para el arco de Hawley.
arco será su diseño. El tramo central lo vamos
a trazar por la mitad de los incisivos. El asa la
empezaremos a dibujar en el primer tercio del
canino, y su altura la diseñaremos unos 2 mm
por encima del cuello de la pieza.
Marcamos dónde vamos a efectuar el brazo Marca para comenzar a doblar el asa.
mesial del asa.
Para realizar el brazo distal del asa, marcamos Marca en el brazo distal del asa.
por el contacto interproximal entre el canino y
el premolar.
Acabamos de ajustar el brazo distal para que Asa ajustada sobre el modelo.
entre en la zona del paladar.
Este doblez le dejaremos redondeado.
Marcamos por dónde entra el brazo distal y Doblando con el alicate de tres puntas.
doblamos. Para que la entrada sea redondeada
damos un pequeño toque con el alicate de 3
puntas antes de la marca realizada.
Durante este proceso, se forman burbujas dentro del acrílico disminuyendo la resistencia del material
y originando porosidades que retienen restos alimenticios en el mismo.
Para evitar este problema, durante la polimerización introducimos el material en una unidad de
presión que libera las burbujas hacia la superficie.
Además de ayudar a la polimerización con presión, también le aportaremos calor para acelerar el
proceso.
Antes de proceder a colocar la resina en el modelo, tenemos que realizar los pasos que detallaremos a
continuación.
Por la cara palatina y lingual de las piezas, el diseño de la resina llegará hasta la mitad de estas.
Aliviamos con cera las partes más retentivas Aliviado del modelo inferior.
del modelo: diastemas, espacios interdentarios,
interior del reborde alveolar inferior, poros en
la escayola y demás defectos del vaciado.
9.4. LA POLIMERIZACIÓN.
El proceso de colocación de la resina debe durar entre 5 y 10 minutos. Si nos pasamos de este tiempo,
la resina empezará a polimerizar y saldrán poros y zonas opacas.
Una vez terminado este proceso, nnetemos el modelo en una olla de polimerización con agua
templada (50 °C) y con una presión de 1,8-2 atm, durante unos 25-30 minutos (Figura 59). Estos
tiempos son orientativos y se han de seguir siempre las indicaciones del fabricante.
Para realizar el desgaste de la resina, utilizamos una fresa de tungsteno con fornna cónica o de
bellota. Empezaremos desgastando el exceso de acrílico en la región de los cuellos de las piezas,
descubriendo las piezas hasta la mitad. A continuación, se remueve el exceso en la región distal,
siempre por detrás del último molar erupcionado, desde un lado hasta el otro, dándole forma a la
parte posterior de la placa y dejando un borde redondeado para no dañar la mucosa.
Con una goma gris o una lija se pule la superficie del acrílico para dejar la superficie lo más lisa
posible.
Para conseguir que brille la superficie del acrílico, debe estar perfectamente pulida, lo que
conseguiremos con la pulidora y un cepillo de pelo o de ante para pulir y piedra pómez humedecida.
Los movimientos han de ser ligeros y en círculo, con el aparato siempre mojado con la piedra pómez.
Lavar y secar el aparato para eliminar todos los restos de piedra pómez para empezar el proceso para
obtener el brillo. Para esto utilizaremos un cepillo de tela y una pasta de pulir, que puede ser en
crema o en seco. Se pasa suavemente el cepillo sobre la superficie del acrílico, haciendo movimientos
circulares hasta que consigamos el brillo deseado.
Es importante tener en cuenta que el acrílico no brillará si no está muy bien pulido, con lo cual si no
brilla hay que volver a pasar la goma de pulir y la piedra pómez hasta conseguir un perfecto pulido de
la superficie.
Un aparato bien pulido, evita que la placa bacteriana se adhiera y evita rozaduras en las mucosas y en
la lengua.