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FOLLETO LA FORMULACIÓN EN LA PSICOLOGÍA Y LA PSICOTERAPIA- DANDO

SENTIDO A LOS PROBLEMAS DE LA GENTE

INTRODUCCIÓN A LA FORMULACIÓN:

La formulación implica una práctica reflexiva por parte del terapeuta.


Según Eelles (2006), la formulación de un caso en psicoterapia es una hipótesis sobre las causas,
los precipitantes y los influjos que mantienen en pie los problemas psicológicos, interpersonales y
conductuales de una persona.

Según la Division of Clinical Psychology (2010), la formulación psicológica es la suma e integración


del cono- cimiento que se adquiere mediante el proceso de evaluación que suele implicar factores
y procedimientos psicológicos, biológicos y sistémicos. La formulación se basará en la teoría y la
investigación psicológicas a fin de suministrar un marco que describa los problemas o
necesidades de un cliente, cómo se desarrollaron y cómo se están manteniendo. La hipótesis es
que este proceso demostrará que, por inhabituales, angustiosas, abrumadoras o confusas que
puedan ser las experiencias de un usuario del servicio, “a cierto nivel todo ello tendrá sentido”
(Butler, 1998).
Entre los objetivos de la formulación,
Butler (1998), plantea:

• Clarificar las hipótesis y las


preguntas: Sirven de guía para hacer
preguntas que lleven a verificar o
negar hipótesis planteadas en el
caso.
• Comprender: Tener una visión
general y diferenciar lo que es
esencial de lo que es secundario.
• Planificar estrategias de intervención,
tanto en micro y macro técnicas.
• Predecir respuestas a estrategias e
intervenciones: predecir los pros y
contras en cuanto a estrategias que
se prevé utilizar en el proceso.
Aspectos importantes a tomar
en cuenta, es que la formulación
también puede indicar que no
se necesita ninguna
intervención o que el origen de
la problemática se encuentra en
otros factores. A su vez,
también puede ocurrir que baste
con plantear la formulación al
consultante, para que tenga una
comprensión de lo que le
ocurre, motivando así el
procesar su problema, y/o
actuar sobre el mismo
(dependiendo de lo que
necesite).
¿Cómo surgió el concepto de formulación?
Los enfoques psicodinámicos
Estas formulaciones utilizan conceptos psicoanalíticos como inconsciente, transferencia,
contratransferencia, mecanismos de defensa, el ello, yo y superyó (Gateman y Holmes, 1995).
Desde este enfoque, la formulación se basa en el “triángulo de las personas”, aspectos que se pueden
compartir con el consultante al finalizar la primera cita.
Los enfoques cognitivo-conductuales
Inicialmente como análisis funcional, esta formulación, aportó más utilidad al diagnóstico
psiquiátrico, ya que su objetivo es describir la conducta problemática, en cuanto a estímulos
ambientales y contingencias de respuesta (Hayes y Follette, 1992). Por ejemplo, la agorafobia podía
servir para la finalidad –o función– de ayudar a alguien a evitar situaciones provocadoras de
ansiedad, o de aliviar los celos posesivos de una pareja insegura.

A partir de los años setenta, algunos terapeutas


cognitivos, como por ejemplo Aaron Beck (1976),
aportaron a las formulaciones basadas en el análisis
funcional, los procesos del pensamiento para desarrollar y
mantener la angustia mental. Ambas perspectivas,
aportaron en el desarrollo de la psicología, ya que
encontraron una forma más completa de explicar los
trastornos mentales, dando lugar a una cierta
independencia con respecto a la psiquiatría.
Los enfoques sistémicos

Desde estos enfoques, se entiende “al síntoma” que presenta uno de sus miembros, desde la función
que tiene en la familia, como un intento de resolver la o las problemáticas que presentan.
Posteriormente, se reconoce que los valores y suposiciones del terapeuta forman parte de la
formulación que se realiza, y por lo tanto no existe “la verdad” en una familia.
Así, se puede comprender que hay varias maneras de evaluar las “disfunciones” en una familia, y por
lo tanto las realidades son múltiples, así, el terapeuta sistémico, trabaja con “hipótesis de trabajo”, no
con verdades.
Con este entendimiento, el
terapeuta puede tener mayor
flexibilidad para analizar otros
pensamiento o formulaciones
posibles para la situación de la
familia, sin olvidar que estos
enfoques, realizan hipótesis
sobre todo desde factores
sociales y relacionales, antes
que factores médicos.

En el pensamiento sistémico
actual es también influyente la
perspectiva construccionista
social, el cual promueve el
análisis desde el contexto
sociocultural.
Los enfoques integrativos

La formulación… se define como una explicación o hipótesis provisional acerca de cómo un


individuo llega a presentarse con cierto trastorno o circunstancias en un determinado punto del
tiempo. Puede haber un gran número de factores implicados en comprender la etiología del
trastorno o condición; entre estos, destacan los biológicos, psicológicos y sistémicos… Todas estas
variables interactúan en ciertas condiciones para producir una condición o fenómeno específicos…
Así pues, una formulación global deberá examinar detenidamente estos tres modelos (Weerasekera,
1996, 4)
La formulación integrativa, intenta promover una “síntesis conceptual” tomando en cuenta los
aspectos básicos de los diferentes modelos para crear uno nuevo y más eficaz.
La formulación desde las fases del desarrollo:

El enfoque terapéutico adoptado se basará en el momento de vida que se encuentre atravesando el


consultante. Esto desde las “fases de cambio” de Prochaska y DiClemente (1982), por ejemplo, en una
fase “precontemplación”, aún no son conscientes de su problema y de la ayuda que necesitan, es
factible realizar abordajes con un enfoque psicodinámico.
En la fase de la “contemplación”, hay cierta
consciencia y reconocimiento de los problemas, por lo
que se puede tomar en abordajes desde las
perspectivas cognitivas y conductuales.
Dependiendo de las
características personales
del sujeto y su problemática,
el terapeuta con base
integrativa, puede unir
aspectos relacionados con el
enfoque psicodinámico y
cognitivo conductual.
Entonces, en la formulación
integrativa, el objetivo es ir
más allá de combinar
enfoques, se trata en sí de
buscar una integración
teórica.
Síntesis conceptuales

§ Integración de los factores comunes: Este aspecto forma parte de integraciones conceptuales,
identificando factores comunes de las distintas psicoterapias. Entre estos, es importante tomar
en cuenta: la “alianza terapéutica”, que engloba la relación entre cliente y terapeuta, y con el grado
de acuerdo en las metas de la terapia y en cómo lograr el cambio (Toukmanian y Rennie, 1992;
Paley y Lawton, 2001; Wampold, 2001; Luborsky y otros, 2002; Green y Latchford, 2012).
También está la teoría de que la terapia eficaz implica una “transformación de los significados”
(Sluzki, 1992), es decir, un desplazamiento fundamental en cómo se ven los problemas y cómo
se ve la persona misma. The Therapeutic Relationship (La relación terapéutica) (2003). Kahn
sostiene que “la relación es la terapia” (1996, 1), y que esto puede ser especialmente eficaz
mediante una síntesis entre la calidez y franqueza de los terapeutas humanistas y la visión
(insights) de la transferencia y contratransferencia de los psicoanalistas.
El modelo de Weerasekera:

Este modelo utiliza como punto de partida el marco o modelo de “las cuatro pes”, que son: los
factores de predisposición, precipitación, perpetuación (mantenimiento) y protección. La inclusión de
la “presentación” de los problemas como primer paso, es decir, un resumen de las dificultades que
lleva el cliente a la terapia, supone que a veces se describa como “las cinco pes”
Este modelo (1995) tiene dos ejes principales: el primero se refiere a los orígenes de los problemas
(individuales y sistémicos/relacionales) y el segundo emplea el marco de “las cuatro pes”.
De esta forma, se puede decidir la intervención de una manera global. Este modelo considera
también los distintos estilos de afrontamiento. Así, se puede abordar además las llamadas
“soluciones intentadas”, del modelo sistémico.
Factores individuales: Factores sistémicos:
1. Biológicos: temperamento, 1. Pareja: comunicación, intimidad,
discapacidades físicas, factores apoyo
genéticos 2. Familia: dinámica familiar,
2. Conductuales: aprender, modular tradiciones
3. Cognitivos: esquemas, esquemas 3. Ocupacionales/ escolares: empleo.
básicos escuela
4. Psicodinámicos: defensas, apegos. 4. Sociales, raza, género, clase, recursos
comunitarios.
Predisponentes: factores que hacen a la
persona o al sistema vulnerables para
experimentar dificultades.

Precipitantes: acontecimientos que


están próximos en el tiempo al
desarrollo del problema.

Perpetuantes: factores que están


implicados en el mantenimiento del
problema.

Protectores: factores que ayudan a


resistir.
La formulación utilizando el modelo/marco de Weerasekera. La evaluación:

En la primera fase se lleva a cabo una evaluación utilizando las cuatro pes a modo de guía inicial.
Esto implica pensar en cada una de las pes con relación a factores tanto individuales como
sistémicos.
Con esta información, se analizará qué modelo
o modelos terapéuticos se puede utilizar para
abordar las cuatro pes a un nivel individual o
sistémico. Todo este análisis debe ser guiado
por el estilo de afrontamiento preferido por el
consultante. Así, si tiende a la acción, puede ser
más útil un enfoque orientado a la conducta.
Esto no implica que el terapeuta debe
mantenerse solo en el enfoque inicial, sino que,
conforme avance la terapia, puede requerir un
desplazamiento a otra perspectiva, por ejemplo
la psicodinámica, explorando así, las defensas y
sentimientos subyacentes.
En alguno casos, se utilizará dos
o más modelos al mismo
tiempo.
Un formular integrativo: hacia
algunos principios en la práctica
“Al tiempo que es respetuosa
con los enfoques recíprocos, la
psicoterapia integrativa se
abreva en muchas fuentes
desde la convicción de que
ningún enfoque posee toda la
verdad” (Humanistic and Integra-
tive Psychotherapy Section of
the UK Council for
Psychotherapy 1999, xiv, citado
por Lapworth y Sills, 2009, 9).
La integración formulando en la relación terapéutica

Desde este principio, el formular integrativo, considerará las siguientes ideas:

• Formular como un proceso activo: Implica no solo recoger datos desde el objetivismo, sino
también de lo que ocurre en el contexto de la relación terapéutica.
• El significado personal como factor integrador central en la formulación: Este es un factor
imprescindible en la formulación integrativa, de esta manera, no se cae en la simple enumeración
de problemáticas, sino se comprende cada factor que comprenden y la manera en que el
consultante, lo ha significado en su vida.
• El desarrollo personal y la integración: El promover una integración del individuo, es una de las
tareas del terapeuta.

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