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CORROSIÓN DE LOS METALES

La corrosión de los metales es un proceso químico o electroquímico en el que el metal se


transforma en un óxido o cualquier otro compuesto. En general, es un ataque gradual,
provocado por una amplia variedad de gases, ácidos, sales, agentes atmosféricos, sustancias
de naturaleza orgánica… Dada la gran variedad de materiales que lo sufren, y la influencia
de sus características y los entornos ambientales en el proceso, su estudio es muy
complicado. No obstante, se han realizado grandes esfuerzos, por el interés que tiene para
la conservación de los materiales, y por el enorme impacto económico que supone (en
Europa, se valoran las pérdidas en más de 60 000 millones de euros anuales).

Aun a riesgo de simplificar demasiado, podemos establecer dos mecanismos básicos con
los que poder explicar la mayoría de los procesos corrosivos:

El ataque químico directo, producido fundamentalmente por sustancias gaseosas corrosivas,


en las que no hay paso apreciable de corriente eléctrica a través del metal.

El ataque electroquímico, provocado por el contacto con un electrolito, es decir, una


disolución iónica, en el que se establece una separación entre ánodo y cátodo, por el que
circula una corriente eléctrica.

La susceptibilidad de un metal a la corrosión depende en cierta medida de su potencial de


oxidación, opuesto al de reducción: para el sodio y el calcio, por ejemplo, es de 2’71 y 2’87
V, respectivamente, por lo que forman óxidos o hidróxidos inmediatamente por exposición
al aire; el oro y el platino, con potenciales de oxidación muy negativos, no se transforman
de manera apreciable y resisten bien la corrosión.

Aunque muchos metales sufren corrosión, la del hierro es la más importante y la que
estudiaremos en detalle. No se conoce el proceso con exactitud, aunque sí su mecanismo
general: se requiere un medio acuoso y presencia de oxígeno, que actúa de cátodo; la propia
estructura de hierro sirve de ánodo y también como conductor de los electrones, y cierra el
circuito de la propia celda galvánica. En medio ácido, el proceso redox puede
esquematizarse así:

La secuencia del proceso que se considera más probable es la siguiente:

1. Cuando una gota de agua llega a la superficie del hierro, este se oxida:

2. Con los electrones que se liberan en la oxidación se reduce el oxígeno del aire en el
borde de la gota de agua:

3. Los iones que se formaron en el ánodo sufren una oxidación posterior a por el oxígeno y
dan lugar a óxidos de hierro:
El proceso electroquímico expuesto explica que la corrosión se lleve a cabo rápidamente en
medio ácido, ya que los protones actúan de catalizadores (los que se desprenden en la
oxidación de Fe(II) a Fe(III), coinciden con los que se necesitan en los primeros pasos).

ACERO INOXIDABLE DE GRADO QUIRURGICO

Los grados más utilizados para este fin son el acero inoxidable 304 y el acero inoxidable
316 o mejor conocido como acero inoxidable quirúrgico.

La diferencia clave entre ambos grados de aceros es que el 316 contiene molibdeno,
además de todos los componentes de la aleación de hierro, carbono, cromo y níquel y todos
los elementos descritos en el apartado anterior. El molibdeno mejora drásticamente la
resistencia a la corrosión, especialmente en los ambientes más salinos o expuestos al
cloruro.

Acero inoxidable 316 o acero inoxidable qurúrgico

Está conformado por aleaciones de elementos como el cromo, níquel y molibdeno, las
cuales ofrecen cualidades únicas a los científicos de materiales y cirujanos.

Su aleación es:

 Carbono: 0.08 max


 Manganeso: 2 max
 Silicio: 0.75 max
 Fósforo: 0.04 max
 Azufre: 0.03 max
 Cromo: 16-18 max
 Níquel: 10-14 max
 Molibdeno: 2-3 max
El acero inoxidable 316 contiene una cantidad sustancial de molibdeno, que oscila entre el
2 y el 3%, y eso lo hace todavía más resistente a la corrosión que el acero inoxidable 304, y
por lo tanto para aplicaciones extremas es ideal y eso llega a afectar al precio del material.

Las ventajas de su composición son:

 Aumenta la resistencia del material a los raspones y la corrosión. Perfecto para


resistir a la limpieza y esterilización médica.
 Provee una superficie extremadamente suave y pulible, detalles requeridos para un
maquinado de precisión.
 Es un metal extremadamente higiénico
 Provee dureza luego de ser formado y es ideal para bordes afilados como los
bisturíes.

Usos quirúrgicos del acero inoxidable 316

Usualmente, se usa acero inoxidable para implantes temporales y titanio para implantes
permanentes y más costosos. De igual manera se utiliza en un sin fin de aditamentos y
utensilios quirúrgicos como:

 Tubos de precisión
 Implantes ortopédicos
 Válvulas cardíacas artificiales
 Fijación de huesos
 Contenedores de químicos y desechos peligrosos
 Alambres
 Tornillos
 Prótesis
 Placas
 Agujas médicas
 Jeringas médicas
 Sondas de sensores
 Catéteres
 Utensilios básicos del quirófano
 Bobinas de alambres
 Cables guía especializados

Conclusiones alonso

La falta de diferencias en dimensiones y peso sugiere que la capa protectora de óxido de


cromo en la superficie del acero inoxidable ha funcionado eficazmente para prevenir la
corrosión en la solución salina simulada. Este resultado positivo respalda la idoneidad del
acero inoxidable de grado quirúrgico para aplicaciones en las que la resistencia a la
corrosión es esencial, como en instrumentos médicos y dispositivos implantables.

Es importante destacar que el diseño y la composición específicos del acero inoxidable de


grado quirúrgico pueden variar entre fabricantes, por lo que es fundamental conocer las
especificaciones del material utilizado en la práctica para interpretar completamente los
resultados y asegurar su aplicabilidad en el contexto médico.

REFERENCIAS

Lidia con la Química. (2016, 13 de octubre). La corrosión de los metales.


https://lidiaconlaquimica.wordpress.com/2016/10/13/la-corrosion-de-los-metales/

Ulbrinox. (Fecha de publicación no disponible). Acero Grado Quirúrgico.


https://www.ulbrinox.com.mx/blog/acero-grado-quirurgico

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