Está en la página 1de 13

Patología del concreto

Definición

Importancia

Tipos de ataques

Ataques químicos por ácidoS

Bases

Sulfatos

Cloruros

por sustancias diversas

biológicas

por congelación

por agua

por gases

por reacción cemento agregado

por desgaste

por altas temperaturas

por corrosión

por acciones accidentales

Acción del agua de mar y aguas sulfatadas

Abrasión

Tipos

Factores y control de la resistencia a la abrasión.


PATOLOGIAS DEL CONCRETO

La patología del concreto puede definirse como el estudio sistemático de los procesos y
características de los daños que puede sufrir el concreto, sus causas, consecuencias y
soluciones.Las estructuras de concreto pueden sufrir defectos o daños que alteran su
estructura interna y su comportamiento.

Algunos pueden estar presentes desde su concepción o construcción, otras pueden haberse
contraído durante alguna etapa de su vida útil, y otras pueden ser consecuencia de accidentes.

IMPORTANCIA

Los problemas en la construcción se manifiestan de manera permanente en los elementos


estructurales de una edificación visualizando la aparición de patologías que afectan el confort
de los seres humanos.

La acción y efecto de investigar estructuras de hormigón está dirigida a comprobar su


seguridad respecto a la capacidad de carga y la determinación de la durabilidad en servicio. La
seguridad de una estructura respecto a las acciones a las que está sometida solo se puede
garantizar si existe un coeficiente de seguridad aceptable; mientras que la durabilidad frente a
las acciones ambientales será aceptable si la protección física y química de la que dispone, es
suficiente para la vida útil restante prevista. Las razones que nos llevan a realizar una
inspección en la estructura de hormigón son muy variadas y se deben tener en cuenta para la
planificación del trabajo.

Se debe seguir las tres etapas fundamentales de todo proceso de investigación de una
estructura que son: informe preliminar o pre-diagnosis, estudios previos o diagnosis, y
diagnóstico o dictamen final.

Pre-diagnosis, su objetivo es realizar un primer reconocimiento general del edificio y permite


establecer una primera valoración del edificio sobre su seguridad y la durabilidad de la
estructura, en el cual se tomará conocimiento del alcance de trabajo, asimismo decidir la
necesidad de acceder a la segunda etapa de diagnosis.

Esta etapa estará limitada a reconocer el edificio y establecer el funcionamiento de la


estructura del hormigón a analizar. Los planos nos permitirán observar variaciones
volumétricas, que conllevan a variaciones en la distribución de cargas; también nos ayudarán a
determinar qué zonas ocultas es necesario inspeccionar. Debemos determinar
cualitativamente las características de los materiales y localizar los síntomas, las lesiones y sus
posibles causas.

La inspección se realizará sin demasiados medios auxiliares, basándose más en la experiencia


del técnico especialista. Se intentará determinar de manera visual los defectos del tipo:

 Deformaciones excesivas en elementos horizontales.


 Fisuras o grietas en elementos estructurales.
 Cambios de aspecto en la superficie del hormigón.
 Fisuras en elementos no estructurales que puedan ser debidas a fallos estructurales.

Diagnosis, es el estudio para el conocimiento de la estructura, recogiendo la información, en


todos los campos necesarios mediante ensayos de información complementaria, para
determinar el estado con relación a la seguridad y las expectativas de durabilidad, también
para determinar las causas de las lesiones y decidir la intervención. Para el análisis de la
estructura necesitamos en primer lugar localizar las zonas en mal estado, conocer las
características del hormigón y del acero, así como las solicitaciones a las que están sometidos
los distintos componentes; obtención de una imagen completa de la geometría de la
estructura; determinar los elementos y las zonas que deben ser objeto de estudio profundo,
con pruebas in situ y/o en laboratorio; conocer todos los parámetros necesarios para
comprobar la seguridad estructural y la durabilidad.

Obtener la información necesaria para conocer la seguridad de la estructura:

 Dimensiones y geometría de las piezas; armadura, tamaños y disposición; y el sistema


constructivo.
 Valoración de las acciones; tipología estructural; estudiar posibles variaciones respecto
del proyecto original.
 Resistencia a la compresión del hormigón y límite elástico del acero.
 Fisuras, disgregaciones, deformaciones, corrosión, desplazamientos, textura y color
superficial.

La información necesaria para determinar la durabilidad:

 Recubrimiento de la armadura y la disposición de ésta junto con sus diámetros; el


sistema constructivo.
 Porosidad del hormigón.
 Características del ambiente; Profundidad de carbonatación; contenido de cloruros; y
contenido de sulfatos y sulfuros.
 Estado figurativo; nivel de corrosión de armaduras y la velocidad de ésta;
desplazamientos; textura y color superficiales.

Cuando se plantea una campaña de ensayos debe prepararse un plan de actuación donde se
defina el número de ensayos, su localización, el tipo de técnicas a utilizar y todos los datos que
sean necesarios para llevarla a cabo. Un proceso importante es la fijación de criterios de
muestreo para cada prueba, siendo en cada caso algo particular, en función de la tipología
estructural, el volumen del edificio, los parámetros buscados, etc.

Vamos a indicar cada uno de los ensayos que se utilizan según el reconocimiento que
deseemos realizar a la estructura.

1. Reconocimiento de la estructura: Fisurómetro y Pachómetro

2. Caracterización de la masa de hormigón: Esclerómetro y Ultrasonidos

3. Aproximaciones a la durabilidad: Profundidad de carbonatación y corrosímetro.

Diagnosis – Laboratorio. En laboratorio solo tiene lugar la fase de diagnosis ya que aquí se
realizan ensayos para determinar características del material. Los ensayos de información
complementaria en la masa del hormigón se pueden clasificar en ensayos destructivos y no
destructivos.

Caracterización de la masa de hormigón (Ensayos destructivos)

 Probetas cilíndricas testigo de hormigón (extracción de núcleos)


 Toma de muestras de armaduras
 Profundidad de carbonatación
Caracterización de la masa de hormigón (Ensayos no destructivos)

 Estudio esclerométrico
 Estudio Pachométrico
 Corrosímetro
 Higrómetro
 Determinación de la fisuración mediante ultrasonido

Aproximaciones a la durabilidad (Ensayos de laboratorio)

 Densidad y Porosidad
 Contenido de Cloruros
 Contenido de Sulfatos y Sulfuros

Prueba de carga de servicio

 Prueba de carga estática

La prueba de carga estática se trata de ensayos destinados a verificar el comportamiento de


estructuras sometidas a la situación de carga de servicio para determinar la seguridad de los
elementos. Consiste en cargar un elemento que trabaje a flexión (como la losa) con unas
cantidades y situaciones de carga que permitan reproducir las solicitaciones deseadas con los
márgenes previstos. Se miden las deformaciones en varios puntos, se procede a la descarga, y
se vuelven a medir las deformaciones. Si el elemento soporta las acciones sin figuraciones
inadmisibles, con flechas máximas admisibles y recuperando sensiblemente la situación inicial,
la prueba se considera satisfactoria.

Diagnóstico final: En esta etapa debemos analizar la información recogida en las dos etapas
anteriores que permita determinar cuáles son los motivos de la patología de la estructura, para
llegar a unas conclusiones respecto a las medidas a adoptar. El técnico especialista debe tomar
decisiones y plantear las intervenciones necesarias en caso de que la conclusión final sea
intervenir en la estructura para solucionar el problema que puede ser la reparación, refuerzo o
sustitución. Es importante realizar la evaluación e interpretación de los resultados para
comprobar de qué manera las patologías de la estructura han afectado a la edificación en la
seguridad respecto a la capacidad de carga y la durabilidad en servicio.

Cuando una estructura presenta patologías es posible que su seguridad estructural se haya
visto reducida, por tanto es labor del técnico plantearse si esta hipótesis es cierta y en qué
medida afecta. Generalmente cuando las causas de las patologías de la estructura son por
defectos de comportamiento estructural (baja resistencia de los materiales, defectos de
cálculo o dimensionado, defectos en la ejecución, etc.) resulta obligatorio una evaluación de la
seguridad; pero cuando los daños estructurales son por causas ajenas a la propia estructura
(presencia de humedades, ambientes agresivos, etc.) no es preciso una evaluación y bastaría
con intervenir las zonas que provocan el daño.

La comprobación de la seguridad de la estructura se puede realizar a través de tres métodos


distintos:

Comprobación analítica: Consiste en un recálculo de los esfuerzos, conocidas las características


mecánicas de los materiales y los valores de las acciones sobre los elementos estructurales, de
forma que en función del dimensionado existente se valora el nivel de seguridad con respecto
a la normativa.
Comprobación experimental: Consiste en la realización de pruebas de carga sobre elementos
estructurales cuya seguridad se quiere evaluar. Es el procedimiento más fiable, pero no el más
operativo puesto que su costo técnico y económico es elevado; además de que tiene poca
representatividad el elemento comprobado con el resto de la estructura.

Comprobación empírica: Esta forma de comprobación es la más operativa, pero a la vez la


menos fiable. Consiste en aplicar el sentido común a la estructura, de tal forma que si una
estructura con diez años de vida útil no ha sufrido lesiones por deficiencias de
comportamiento estructural ha demostrado su eficiencia; por tanto si no varían las
solicitaciones sobre la misma no es necesario evaluar su seguridad.

Respecto a la durabilidad de una estructura de hormigón se puede definir como su capacidad


para soportar, durante la vida útil para la que ha sido proyectada, las condiciones físicas y
químicas a las que está expuesta, y que podrían llegar a provocar su degradación como
consecuencia de efectos diferentes a las cargas y solicitaciones consideradas en el análisis
estructural. Para conocer la durabilidad de una estructura con patologías el técnico tendrá que
realizar una valoración de la misma en función de los resultados de los ensayos obtenidos en la
diagnosis, y en función también de la situación a la que está sometida (tipo de ambiente,
resistencia del hormigón, etc.).

Ataques Químicos al Hormigón


Carbonatación:

El hormigón es un material poroso y, por


tanto el CO2 del aire puede penetrar a
través de los mismos hacia su interior,
produciéndose la siguiente reacción con el
hidróxido cálcico:

Ca(OH)2 +CO2 — Ca CO3 +H2O

El Hidróxido Cálcico es el responsable del


PH básico del hormigón (próximo a 12). En
cambio si se produce carbonatación del
hormigón el PH desciende por debajo de
9, perdiéndose la protección pasiva en la
zona de contacto de armaduras y se
origina la corrosión de las mismas.

La carbonatación comienza en la
superficie y penetra lentamente hacia el
interior, siendo determinante en el
proceso la velocidad de difusión del CO2
hacia el interior del hormigón. La difusión
del CO2 sólo es posible en poros llenos de aire. Por tanto el hormigón no se carbonata si se
encuentra totalmente saturado de agua.

Es difícil poder determinar a simple vista si un elemento de hormigón se encuentra


carbonatado, siendo necesario la extracción de testigos y el empleo de un revelador
(fenolftaleína).

Extracción de testigos de hormigón con carbonatación

Eflorescencias:

Se localizan fácilmente en forma de machas blanquecinas en la superficie del hormigón como


consecuencia de la cristalización de sales (del propio hormigón o debido a la filtración de
agua). En caso de que aparezcan acompañadas de manchas de óxido, puede ser indicativo de
que además existe corrosión.

Ejemplo de eflorescencias en tablero de hormigón


Ataque por Cloruros:

Los iones cloruro procedentes del agua del mar o de las sales de deshielo, pueden
penetrar a través de los poros hacia el interior del hormigón, pudiendo producirse este
fenómeno estando los poros total o parcialmente saturados de agua.

Los efectos del ataque por cloruros en la superficie del hormigón se detectan por la
fisuración irregular, debido a la despasivación de las armaduras y la corrosión
generalizada de las mismas, con la consiguiente desintegración del hormigón.

Ejemplo de ataque por cloruros en pila de hormigón


Ataque por Sulfatos:

El ataque por sulfatos del hormigón se caracteriza por la reacción química del ión sulfato,
como sustancia agresiva, con el componente aluminato, iones de sulfato, calcio y oxidrilo del
cemento Pórtland endurecido, o de otros cementos que contengan clinck er Pórtland como
sustancias reactivas, originado principalmente estringita y, en menor medida, yeso.

El ataque por sulfatos en el hormigón da lugar a una tipología de fisuración irregular,


facilitando el acceso de ataques posteriores hasta su completa desintegración.

El hormigón puede protegerse frente al ataque por sulfatos, eligiendo un tipo de cemento
resistente a los sulfatos o bien asegurando un grado suficiente de impermeabilidad.
Reacción Árido-Álcali:

La susceptibilidad de que los áridos sean reactivos en el hormigón, es debida a la presencia en


los mismos de sílice reactiva; que al reaccionar con los álcalis del hormigón, provoca la
formación del gel álcali-sílice y origina en presencia de agua la expansión del hormigón.

Se manifiesta esta patología mediante fisuración superficial irregular (fisuras en mapa), que
progresan hacia el interior del elemento en forma de lajas.

También pueden presentarse hinchamientos locales y exudación de productos cristalinos de


composición variable.

Los ciclos hielo-deshielo en el hormigón


El agua en el hormigón

El agua es uno de los componentes mas


importantes, por no decir el que más, en la
elaboración y curado del hormigón. Lo que al
principio es una pasta más o menos liquida,
mezclada con áridos, acaba convirtiéndose en un
material solido de propiedades resistentes
excepcionales. Sin embargo, aunque el hormigón
haya endurecido, sigue conteniendo agua en su
interior ya sea en los poros de la propia pasta o en
los áridos que la acompañan.

Como sabéis, el agua al congelarse experimenta un incremento de volumen del 9% con


respecto al inicial. En función del grado de saturación del hormigón, es decir, de la cantidad de
huecos que ésta ocupa se pueden dar dos situaciones:

1- Si el agua que se encuentra en los poros del hormigón solamente los llena de modo parcial
cuando se produce la helada (grado de saturación bajo), existirá espacio suficiente para que se
pueda expandir y, por tanto, no se producirán tensiones que puedan dañarlo.

2- Si el agua ocupa gran parte de esos poros, es decir, si el grado de saturación es elevado, el
agua no tendrá espacio para expandirse dando lugar a tensiones que pueden llegar a dañar el
hormigón.

El ciclo hielo-deshielo

Los denominados ciclos hielo-deshielo se producen


cuando el hormigón alcanza un grado de saturación tal
que cuando las temperaturas descienden y se produce
la helada, el agua carece de espacio suficiente para
expandirse. Cuanto menor es el tamaño de los poros,
mayor es la presión a la que están sometidos y por
tanto, menor será la temperatura de congelación.
De esta forma, se produce una variación en la temperatura de congelación en diferentes
puntos del hormigón de modo que al descender la temperatura el agua de los poros de mayor
diámetro se hiela antes que la de los poros más finos apareciendo una presión hidráulica sobre
las paredes de dichos poros lo que puede dañar al hormigón. Posteriormente, la subida de las
temperaturas descongela el hielo formado para posteriormente producirse otra nueva
saturación de agua y repitiéndose el ciclo cuando vuelvan a descender las temperaturas.

Como evitar el problema de las heladas en el hormigón

Para evitar este fenómeno y que no se produzcan tensiones peligrosas es necesario que la
pasta que conforma el hormigón contenga aire ocluido en su interior. Se denomina factor de
espaciamiento a la cantidad de aire que debe incorporarse a un hormigón para evitar este tipo
de problemas, y se debe determinar en función de la frecuencia de las heladas previstas y del
tamaño máximo de árido empleado. También se pueden emplear productos de deshielo tales
como cloruro de sodio y a veces cloruro de calcio, aunque con cuidado.

Las medidas para que el hormigón sea durable frente a la acción de las heladas son:

 Proyectar la obra para que no esté expuesta directamente a la acción del agua.
 Emplear cementos adecuados, como los puzolánicos.
 Utilizar áridos compactos, limpios y con buena rugosidad superficial.
 Usar relaciones agua/cemento lo más bajas posibles.
 Emplear agentes aireantes.
 Cuidar el curado húmedo del hormigón para que se formen geles que cierren los
poros.
Por último, decir que en un hormigón estructural y a partir de una determinada edad, el agua
interna se ha auto eliminado por las reacciones de hidratación y por el secado (aunque
siempre queda algo) por lo que el peligro de que se produzca este fenómeno es muy reducido.

Exposición al agua de mar

El agua de mar contiene de manera natural elevadas concentraciones de sulfatos (1,500 ppm)
y de cloruros ( > 20,000 ppm), por lo que representa un medio de contacto francamente
agresivo para el concreto, ya que se debe cuidar la combinación de efectos por la
concentración elevada de este tipo de sales en el medio.

Corrosión del acero de refuerzo

Se ha identificado2 que la principal causa de corrosión del acero del refuerzo embebido en el


concreto tiene origen en una diferencia potencial electroquímica en la que es común la
presencia de una corriente eléctrica que inicia el fenómeno de corrosión electrolítica, aunque
también se reconoce que este tipo de proceso se puede manifestar por un ataque químico
directo.

Como consecuencia de los procesos de corrosión del acero, se pueden tener dos efectos
claramente diferenciados en las estructuras de concreto. Por una parte, debido a la corrosión
del acero de refuerzo disminuye la sección del acero, con lo que pierde su adherencia a la
pasta, se afectan en forma negativa sus propiedades mecánicas y, por tanto, merma su
capacidad de trabajo estructural. Por otra parte, ocurren cambios volumétricos que se derivan
de la formación de los productos de la corrosión, donde dichos cambios generan presiones lo
suficientemente poderosas para agrietar la pasta de concreto y, en casos extremos, provocar
desprendimientos de concreto.

Para mitigar la ocurrencia de los procesos corrosivos, se deben identificar las principales
causas que lo favorecen, lo cual se ha hecho2 de acuerdo con lo siguiente:

 Excesiva porosidad del concreto (concreto permeable al agua y al aire).


 Reducido espesor del recubrimiento de concreto sobre el refuerzo.
 Existencia de grietas en la estructura.
 Alta concentración de agentes corrosivos en los componentes del concreto.
 Manifestación de corrientes eléctricas en el concreto (corrientes parásitas o generadas
internamente por diferencia de potencial).

Abrasión

Por definición, el ACI 1167 considera como abrasión las acciones de desgaste derivadas de la
fricción y el frotamiento, mientras que la erosión corresponde a la acción abrasiva de cavitación
en el concreto derivado de la acción de cualquier fluido en movimiento.

De tal forma, se identifica que la resistencia a este proceso depende de tres aspectos básicos:
la resistencia intrínseca de los agregados a las acciones abrasivas y su composición
granulométrica; la resistencia mecánica del concreto, específicamente a la compresión, y los
diferentes aspectos prácticos involucrados en el uso del concreto y la ejecución de la obra. 6

Las condiciones anteriores, el ACI 3028 las ha resumido y agrupado en una serie de


deficiencias que afecta en forma directa la resistencia al desgaste de las superficies de
concreto expuestas a la abrasión, por lo que para mejorar la resistencia de las estructuras a
este proceso se debe evitar lo siguiente:
 Emplear excesiva agua de mezclado.
 Utilizar la cantidad de cemento adecuada, evitando la insuficiencia.
 Revenimiento alto que provoque el movimiento de las partículas ligeras hacia la
superficie y el sangrado.
 Manipulación excesiva del concreto.
 Contenido de aire que no considere las condiciones de exposición.
 Prácticas inadecuadas de acabado que favorecen el proceso de sangrado.
 Realización del acabado superficial con adición de agua.
 Formas y prácticas de curado no adecuadas.
 Carbonatación.
 Disminución de la resistencia potencial del concreto.
 Apertura de la estructura al tránsito en forma prematura.

Reacciones deletéreas de los agregados

Todos los agregados son reactivos en menor o mayor grado cuando se incorporan en concreto
elaborado con cemento portland. Esto sólo se convierte en un problema cuando los productos
de reacción son de una composición determinada y abundantes y su toma de humedad
produce fuerzas de expansión destructivas dentro del concreto. Este proceso de reacción
involucra la presencia de álcalis en el concreto (usualmente aportados por el cemento), agua y
ciertos agregados silíceos. El deterioro debido a esta reacción se manifiesta usualmente en la
superficie de la estructura afectada por un sistema regular de fracturas llamado mapeo o patrón
de fisuramiento. Este patrón puede ser influido por el tamaño y la forma de la estructura
afectada.

La reacción álcali-agregado se define como el proceso físico-químico en el que intervienen


algunos minerales de los agregados y los hidróxidos alcalinos del concreto que son aportados
principalmente por el cemento, los agregados o por algún agente externo. Este proceso genera
presiones de poro lo suficientemente fuertes para producir fisuramiento del concreto y su
consecuente deterioro.

Las condiciones que permiten su desarrollo son:

Desarrollo de altas concentraciones de hidróxidos alcalinos en la solución de poro y migración


de los reactantes a los sitios de la reacción.

Reacción con las fases reactivas dentro de las partículas de agregado y formación de un
producto de reacción (gel).

Flujo o absorción de un fluido en o por el producto de reacción, causando fuerzas expansivas.

El estrés o fuerza expansiva actúa en el cemento, el agregado y / o en la zona de adherencia


pasta / agregado, causando fracturamiento y el subsiguiente deterioro del concreto.

Comúnmente se admite que existen tres condiciones cuya ocurrencia en el concreto es


necesaria para que se produzca y manifieste una reacción álcali-agregado en grado deletéreo:

Primera . Presencia de rocas y minerales reactivos en los agregados, en las proporciones que
en cada caso resulten críticas, conforme a su origen y naturaleza.

Segunda. Elevado contenido de álcalis en la mezcla de concreto para mantener una solución
fuertemente alcalina en contacto con los agregados.
Tercera . Presencia de humedad capaz de permitir la formación de las soluciones de poro. 9

ADES
Por altas temperaturas:

El concreto es un material que tiene las propiedades adecuadas para


proporcionar una protección contra al fuego. Las excelentes propiedades
de resistencia permiten proteger vidas cumpliendo de forma eficaz todos los
objetivos en cuanto a protección.

 En comparación con otros materiales de construcción habituales,


el concreto presenta de forma fácil y económica un mejor comportamiento
frente al fuego, cabe resaltar que el concreto no arde, no aumenta la carga del
fuego y detiene la propagación del mismo. De esta manera protege
eficazmente, proporcionando recorridos de emergencia seguros a los
ocupantes.

El concreto tampoco produce humo ni gases tóxicos, lo que contribuye a


disminuir el riesgo de los ocupantes. Disminuye la magnitud del incendio y con
ello también el riesgo de contaminación ambiental.

La solidez del concreto frente al fuego facilita la extinción de los incendios y


reduce el riesgo de colapso estructural. Convirtiéndose en un material fácil de
reparar después de un incendio.

El concreto tiene buenas propiedades con respecto a la resistencia al fuego.


Por lo que podemos considerar los siguientes criterios para definir el
desempeño del concreto:

1. La capacidad para soportar cargas.

2. La resistencia a la penetración de las flamas.

3. La resistencia a la transferencia de calor, cuando el concreto se utiliza para


proteger el acero.
En la práctica lo que se requiere del concreto estructural es que preserve
durante cierto tiempo la acción de la estructura.

Vale la pena recordar que los metales pierden resistencia con el aumento de


temperatura y en el caso del acero después de los 430 °C se empieza a
perder resistencia, llegando hasta la mitad de su resistencia a los 600 grados C.

Considerando solamente el comportamiento del concreto como material, el


fuego introduce altos gradientes de temperatura y como consecuencia, las
capas calientes de la superficie tienden a separarse y descascararse de la parte
interior que está más fría; lo cual fomenta la formación de grietas en las juntas
o en los planos de las varillas de refuerzo y una vez que el acero quede
expuesto, conduce el calor y acelera su acción.

El efecto del aumento de la temperatura sobre la resistencia del concreto es


insignificante a menos de 300 °C, pero después de los 400 °C puede ocurrir una
pérdida muy importante de resistencia, llegando a valores inferiores al 45% de
f’c.

También podría gustarte