Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Documento Sin Título
Documento Sin Título
¿Cuántas horas al día pasa mirando una pantalla? ¿Una hora? ¿De tres a cuatro horas?
¿Más? De acuerdo con una doctora de la red VSP, Jennifer Tsai, esta puede ser la razón
por la cual sus ojos se sienten cansados o fatigados al final del día.
¿Y por qué no lo estarían? El mundo de hoy funciona digitalmente. Los dispositivos móviles
y computadoras cuentan con múltiples beneficios. Sin embargo, estos traen un efecto
secundario indeseable: la fatiga visual digital.
G03
Muchos dispositivos digitales y monitores de computadora emiten luz azul, y la
sobreexposición a esta puede contribuir a la fatiga ocular digital. Esto es debido a que,
cuando la luz azul ingresa a sus ojos se esparce, y en consecuencia, tus ojos realizan un
mayor esfuerzo para enfocarla correctamente.
G02
1.Aplique la regla 20 - 20 - 20
Permita que sus ojos descansen cada 20 minutos y pase 20 segundos observando un punto
al menos a 20 pies de distancia, que equivale a 6 metros. Además, parpadear
frecuentemente ayuda a lubricar sus ojos.
G01
2. Considere usar lentes que filtren la luz azul.
Existen lentes que ayudan a reducir la exposición a la luz azul emitida por los dispositivos
digitales. Estos tienen una capa anti-reflex que absorbe y refleja las longitudes de onda
específicas de la luz azul asociadas a la fatiga visual digital.
And why wouldn’t they? Today’s world runs on digital. Mobile devices and computers
deliver countless benefits. However, they can also have an unpleasant side effect – digital
eye strain.
Many digital devices and computer monitors emit blue light, and blue light exposure can
contribute to digital eye strain. Here’s why: After blue light enters your eyes it scatters. Your
eyes then have to work extra hard to focus that scattered light.
Here are Dr. Tsai’s some tips for avoiding eye fatigue.
G02 = 4 GRUPOS
By Purbita Saha
The Haribo Goldbear's century-old recipe has evolved over time. Today, a gummy in Germany might
taste different than one in Singapore, Brazil, or the US.Stan Horaczek
A hundred years ago, the first Haribo factory cranked up its confectionery machines on the banks of
Germany’s Rhine River. Started by 27-year-old Hans Riegel, the business stayed modest and local—
until the founder made a marvelous culinary discovery. The exact formula to his bear-shaped success
remains a secret to this day, but its recipe includes gelatin, sugar, a copper kettle, a rolling pin, and
the magic of thermodynamics.
Haribo Goldbear gummies are now one of the top-selling candies in the world, spawning dozens of
copycats and filling hundreds of fingerprint-smudged waiting-room jars. The company has grown out
of Riegel’s home city of Bonn with 16 factories across Europe, Asia, Australia, and South America.
It’s slated to open its first US production facility in Pleasant Prairie, Wisconsin, in September. The
company cooks up 100 million gummy bears a day—on top of numerous other mouth-puckering
chews. It sells more than 1,000 varieties in Germany, home to its current-day headquarters, and
launches fresh lines every season, like this summer’s limited Passport edition. “Because of the way
we produce our candies, we can make a lot of flavors and profiles with agility,” says Lauren Triffler,
head of corporate communications of Haribo of America. US gummy fanatics can only choose from a
modest 19 options at the moment. The sheer scale of the company makes it a powerhouse for profit,
but it also lets it redefine how the candy industry creates certain fruit flavors, says Yael Vodovotz, a
food-innovation scientist at Ohio State University. “They follow the trends and make the choices that
change tastes.”
VERSIÓN FINAL
G03
La increíble ciencia del sabor detrás de las gomitas Haribo
Nadie sabe que nuestra gomita sabe mejor que hace 100 años.
La receta centenaria de los Ositos de Oro Haribo ha evolucionado a través de los años. En la
actualidad, una gomita de Alemania podría tener un sabor diferente a una de Singapur,
Brasil o EE.UU. (Stan Horaczek).
G01
Hace cien años, la primera fábrica de Haribo puso en marcha sus máquinas de confitería a
orillas del Río Rin en Alemania. El negocio fundado por Hans Riegel a sus 27 años,
permaneció modesto y local, hasta que hizo un extraordinario descubrimiento culinario. La
fórmula exacta para su éxito en forma de oso sigue siendo un secreto hasta el día de hoy,
pero su receta incluye gelatina, azúcar, un caldero de cobre, un rodillo y la magia de la
termodinámica.
G04
Las gomitas de los ositos de oro Haribo son actualmente uno de los caramelos más vendidos
a nivel mundial, originando un montón de imitaciones y llenando cientos de frascos,
manchados con huellas de dedos, de las salas de espera. La empresa se expandió fuera de
Bonn, ciudad natal de Riegel, con 16 fábricas en Europa, Asia, Australia y Sudamérica.