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Las tarjetas de crédito: ¿Un alivio o una esclavitud financiera?

Antes de que existieran las tarjetas de crédito y el Credit Score; normalmente los bancos al
momento de prestar una suma de dinero a una persona, tenía en consideración lo siguiente:
capacidad de endeudamiento, capital y prestigio; siendo generalmente los candidatos mas
aceptables las personas blancas y de clase media. Sin embargo, con la aparición de las
tarjetas de crédito, la forma de evaluar el perfil del candidato cambió por completo.

El real origen de las tarjetas de crédito realmente se remonta en el Siglo XX cuando en el año
de 1914 la empresa Western Union crea una tarjeta para sus clientes más selectos el cual
además de darle un trato preferente, podían acceder a una línea de crédito sin cargos.

Posteriormente, en 1940 una gran cantidad de empresas también comenzaron a emitir sus
propias tarjetas de crédito, no obstante, las mismas solo tenían validez en su establecimiento,
esto con el propósito de atraer mas clientes y estimular las compras mediante la tarjeta de
crédito

Pasado los años, las tarjetas de crédito fueron evolucionando de tal forma que las mismas
podían utilizarse en determinados establecimientos, apareciendo en primera medida la tarjeta
Diners’ Club la cual implementaría el mismo modelo de negocio que conocemos hoy en día y a
partir de la cual se desenvuelven todas las tarjetas de crédito, modelo consiste en ser
intermediario entre el establecimiento y el comprador, cobrando además una comisión por
transacción al primero y una comisión de mantenimiento al segundo, a cambio de un pago
aplazado a final de mes sin intereses.

No obstante, tal como se pudo observar en el documental de Netflix: “El dinero, en pocas
palabras”, el año clave de evolución de las tarjetas de crédito fue en el año de 1958 a partir de
la cual se sacó para todo el público las tarjetas American Express y Bank Americard
perteneciente a la compañía de servicios financieros Bank of América.

Con el propósito de que todos conocieran su nuevo servicio financiero, Bank of América en ese
entonces, empezó a dejar una tarjeta de crédito cargada con $500 dólares (siendo en la
actualidad unos $4.500 dólares) en el buzón de cada familia estadounidense, vendiendo así
este nuevo servicio como un camino hacia la libertad financiera, donde puedes darte todos los
placeres y gustos que desees.

Sin embargo, con el surgimiento de las computadoras y la tecnología, los bancos empezaron a
recolectar información financiera acerca de cada uno de sus clientes, teniendo así bases mas
sólidas al momento de evaluar a las personas, especialmente en temas como créditos o
prestamos bancarios, dejando así de lado; evaluar a las personas por su reputación o prestigio
y teniendo como principal base, evaluar a las personas mediante su capacidad de pago,
teniendo así la veracidad del riesgo que podría correr al prestarle a determinado cliente.

Es así como a partir de esta evaluación del Credit Score, las tarjetas de crédito mas que ser
una liberación económica o financiera de las personas en común, realmente se volvió un
calvario, especialmente para aquellos denominados morosos, quienes por tener un credit score
muy bajo, el banco suele prestarles bajo unos intereses muy altos, lo cual beneficia
considerablemente al banco, pues tienen la certeza de que tarde o temprano, finalmente esas
personas morosas pagaran la deuda, siendo así altamente rentables para el banco.

No obstante, hay un sector de clientes que para el sector bancario, no les conviene dentro del
negocio debido a que no son tan rentables a comparación de los morosos, estos son los
denominados pagadores, los cuales al estar siempre al día con sus deudas, es poco probable
entonces que el banco pueda sacarle altos intereses, es así como el sector bancario incluso los
ha denominado como ”parásitos” de este mercado por el hecho de que debido a su buen
comportamiento crediticio, pueden acceder a grandes beneficios y recompensas aprovechando
además ello para aumentar su capacidad de crédito, lo que hace que incluso puedan optar por
líneas de créditos más exclusivas.

No obstante, esta denominación, no es del todo cierto, puesto que, respecto a los pagadores, el
banco gana con ellos mediante las comisiones que el mismo banco establece por las compras
que el pagador realice con su tarjeta en los principales almacenes y establecimientos
comerciales.

Finalmente, el documental compara la dinámica del sector bancario y especialmente de las


tarjetas de crédito como si fuese un juego, donde cada uno de los clientes juegan con unas
reglas personalizadas y un poco diferente respecto a los demás, por tanto, todo depende como
juegues con tus propias reglas de tal forma que te beneficien o que por el contrario vayan 100%
contra tu bienestar financiero.

Es así como, a partir de todo lo relatado en este ensayo, se puede concluir que el sistema de
las tarjetas de crédito, si bien no puede ser garantía de alcanzar la libertad financiera o
económica, si puede ser un gran alivio para solventar de manera inmediata urgencias o
necesidades, sin embargo, todo esta en la estrategia y los recursos financieros para pagar el
dinero prestado; pues si no cuentas con ello, lo mas probable es que el mismo sistema
financiero y crediticio mas que una liberación sea una esclavitud financiera, de la cual va ser
muy difícil salir de ella.

Los créditos estudiantiles: ¿Un camino al éxito o al fracaso?

En general un crédito estudiantil se define como un mecanismo financiero con efectos


económicos y sociales consistente en que una entidad financiera le concede al estudiante un
prestamos el cual sirve para cubrir todo o parte de los costos que implica una carrera técnica o
universitaria; no obstante, una vez el estudiante se convierte en profesional e ingresa al
mercado laboral, tiene como compromiso con la entidad financiera, pagar dicho préstamo.

De manera teórica se tiene que los créditos estudiantes se originaron con el fin de promover la
inclusión social y la equidad de tal forma que todos tengan las mismas oportunidades de
acceder a una educación superior, permanecer en ella y culminar sus estudios. No obstante,
para muchas personas, más que una salvaguarda para su futuro, en realidad es un lastre con
el cual tienen que cargar una gran parte de su vida.

En Estados Unidos, los créditos estudiantiles se empezaron a promover con el gobierno de


Dwight Eisenhower, a raíz de que Estados Unidos tuvo un gran fracaso científico al querer
despegar un cohete que orbitara la luna, comparado con Rusia quien previamente lo había
hecho, cumpliendo así exitosamente con su objetivo.

A raíz de este fracaso científico, Eisenhower determino que ello se debía ya que hacía falta una
mayor inclusión de los estadounidenses en la educación superior, de hecho, para ese
entonces, solo el 8% de los estadounidense tenían un titulo de educación superior, siendo la
mayoría hombres blancos que iban a Universidades tanto privadas como públicas; es así como
Eisenhower firmó una Ley especial de educación para fines de defensa nacional, incentivando
en esta ley prestamos para alumnos que fueran buenos tanto en ciencias, como en
matemáticas e ingeniería, todo ello con el propósito de que los estudiantes hicieran parte de la
lucha en la guerra fría científica que Estados Unidos tenía en ese entonces con la Unión
Soviética.

Posteriormente, en la presidencia de Lyndon B. Jonhson, se amplió esta Ley de educación


superior concediendo bajos intereses en los préstamos para todas las personas, sin distinción
alguna y otorgó becas para jóvenes de bajos recursos. Todos estos beneficios que se
otorgaron en estos dos gobiernos mediante Ley, sin duda alguna tuvieron frutos a nivel
educativo y científico, de tal forma que, Estados Unidos avanzó como sociedad de manera
increíble logrando grandes avances sociales, económico y científico tales como la llegada del
hombre a la luna.

Sin embargo, las diversas recesiones que sobrevinieron afectaron de manera negativa los
rubros públicos del Estado, teniendo que recortar inversión en el tema educativo, lo que
ocasionó que el costo educativo de las universidades públicas aumentase considerablemente,
sobrecostos que inevitablemente terminarían trasladándose a las familias y a los jóvenes.

Todo ello implica un futuro devastador para los jóvenes y las nuevas generaciones quienes al
estar atados a una gigantesca deuda, se les imposibilita cumplir numerosos sueños tales como
tener una casa propia, construir una familia, viajar, entre muchas otras; y a esto se le suma el
hecho de que al momento de graduarse, la remuneración que reciban sea muy baja, lo que
hace que a duras penas les alcance para sobrevivir, teniendo que aplazar el pago de la deuda
del crédito estudiantil, lo cual se deriva en la acumulación de intereses sobre intereses, lo que
hace que la deuda inicial crezca de manera rápida y por ende sea más difícil de pagar.

Aunado a lo descrito, todo este desastre financiero para aquellos no logran encontrar un trabajo
rentable que les ayude a pagar su crédito estudiantil, lamentablemente se ve reflejado
negativamente en su Credit Score lo cual hace que para estos jóvenes sea aún más difícil
conseguir créditos o prestamos para planes futuros o que incluso no puedan siquiera satisfacer
sus necesidades básicas por el hecho de que tanto las entidades financieras como el gobierno
tienen un poder cobro increíble que se determina al momento en que embargan el salario o el
seguro social de estos profesionales.

Luego entonces, se puede establecer que el sistema financiero no ayuda para nada a estas
personas de bajo recursos, sino que al contrario, lo que hace es arruinarla económicamente
con intereses y mas intereses, y con ello, el sistema laboral tampoco ayuda, pues además de
pagar salarios bajos a profesionales recién egresados, generalmente dentro de este sistema
también se margina a las mujeres y personas de color quienes también reciben un salario por
debajo de lo que recibe una persona blanca promedio.

Ahora bien, en la actualidad, en Estados Unidos con el gobierno de Joe Biden se ha discutido
una serie de estrategias legales y normativas con el propósito de ayudar a esta población
estudiantil y de profesionales que se encuentran endeudados con el fin de condonarles parte
de la deuda lo cual de manera inherente podría ayudar a la economía estadounidense y por
supuesto aumentar el PIB lo cual sería provechoso para el aumentar los ingresos del rubro de
la educación; especialmente porque finalmente la educación es un derecho que va afectar
positivamente el desarrollo de la sociedad y de cada una de las personas que la conforman de
tal forma que al tener un Estado ciudadanos bien formados en cada una de las áreas y
disciplinas del conocimiento, esto ayudará a que se vean grandes avances e innovaciones en
materia científica, tecnológica, médica, entre muchas otras lo cual va añadir un gran valor a
nivel mundial.

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