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Seminario

En primera instancia el objeto fueron las revistas culturales de Bahía Blanca a ppios del siglo XX y
la hipótesis era que las revistas culturales, surgidas y afianzadas como nuevo formato periodístico
en Bahía Blanca entre 1902 y 1927, fueron productos y agentes activos de la modernización en
tanto coadyuvaron a la configuración de un campo periodístico complejo participando en el proceso
de profesionalización de los trabajadores gráficos y literarios, en la conformación de grupos y
modos de acción cultural y en la construcción de valores e instancias de legitimación específicos.
La creciente incorporación de la imagen como recurso de atracción de los lectores y como
instrumento de intervención en las sucesivas publicaciones, contribuyó, junto con los mecanismos
discursivos ya arraigados, a la construcción de representaciones políticas, sociales y culturales, a
conformar una cultura visual bahiense y a afianzar nuevas formas de leer a partir del
establecimiento de una relación inédita en el mundo local entre el texto y la imagen.

La dimensión espacial como problema que atraviesa y el objeto, lo condiciona y lo modifica. En


ppio aparecía como un recorte dado, la ciudad, pero en realidad al centrar la mirada en la cultura
letrada me di cuenta que el objeto era a la vez mayor y menor que la ciudad: las redes letradas se
extendían más allá de los límites admnistrativos de la ciudad y, paralelamente, muchas personas de
que habitaban ese espacio quedaban excluidas de la producción y del consumo de impresos. Eso me
llevó a trabajar en la reconstrucción de las redes, personales y textuales, que se establecían con
intelectuales y publicaciones de otras localidades, dentro y fuera de la región, así como a reconstruir
los tránsitos y circulaciones de bienes, personas e ideas.

La dimensión espacial también apareció como problema en la conceptualización de la modernidad y


de la modernización. Aunque se planteó como un proceso universal desde los poderes occidentales,
lo cierto es que en su realización los procesos fueron heterogéneos y disímiles. Esto me llevó a
diferenciar la modernidad como narrativa de sus concreciones materiales. En el ámbito de la cultura
la modernización operó más como un horizonte de expectativas, siempre inacabado, que anudó
proyecto y trayectoria en determinados contextos situados y que no debe confundirse con una de sus
realizaciones históricas, la europea.

De estas observaciones se desprendieron las dos hipótesis subsidiarias que complementaban la


primera. En primer lugar, que el proceso de modernización bahiense estuvo
atravesado por contradicciones originadas a partir de la tensión entre el anhelo de construcción
de una ciudad moderna y las limitaciones impuestas por la lejanía geográfica y las condiciones
reales de posibilidad de autonomización del campo cultural. En segundo lugar, que las revistas
culturales formaron parte de los circuitos de tránsito de información, de productos culturales y de
personas, que convirtieron a Bahía Blanca en un centro de irradiación cultural y legitimaron
sus aspiraciones de hegemonía sobre la región sudoeste de la provincia de Buenos Aires y la
norpatagonia. Esto último me lleva a replantear las condiciones de centro y periferia sin desconocer
las efectivas relaciones de poder que existían en la época. Pensar estos territorios como ámbitos
periféricos activos a la vez que como centros irradiadores dependiendo de las circunstancias
sociohistóricas en las cuales se desarrollaron. Hablar de lo periférico en lugar de la periferia nos
permite concebir las posiciones como instancias móviles y no como esencias que definen las
prácticas de los espacios regionales o locales.

Correlato metodológico: la descripción densa (Clifford Geertz)

Segunda instancia: las bibliotecas populares y el problema de las políticas estatales. Dos cuestiones
vinculadas con el espacio:
1) pensar las políticas públicas y el Estado me llevó a trabajar en un juego de escalas. Un análisis
multiescalar donde lo local, lo provincial y lo nacional se estaban definiendo, precisando sus límites
jurisdiccionales, siempre en conflicto. ¿Cómo se definen los recortes espaciales desde el estado?
¿Qué incumbe a cada uno? Coincidencia con los criterios administrativos de las jurisdicciones, pero
además con una cuestión del imaginario.
2) Redes me llevaron a definir determinado espacio de circulación. ¿Qué es lo regional? ¿Dónde
empieza y termina la región? Superposición de criterios. Es posible hablar de una región sudoeste?
¿Es posible hablar de una dimensión espacial estable?

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