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Las personas, en general, tendemos a pensar que nos conocemos bien a nosotros mismos, que
realmente sabemos cómo somos, pero la realidad es que no siempre es así.
Llegar a conocerse a uno mismo no es una tarea sencilla y puede llevarnos años o, incluso,
puede que no lleguemos a conocernos nunca completamente. De hecho, las experiencias nos
cambian. No somos los mimos ahora que hace unos años y tampoco que en un futuro.
Para poder llegar a entender estos cambios, y por qué en esa dirección es muy importante el
autoconocimiento. Para mí, el primer requisito para el autoconocimiento es ser sinceros con
nosotros mismos.
Para ello, tenemos que librarnos de las trampas del autoengaño y de esos mecanismos que
ponemos en marcha para protegernos de vez en cuando. Se trata de desarrollar una profunda
capacidad analítica e intentar indagar en nuestra esencia, lo cual va mucho más allá de lo que
creemos ser. Si queréis, en otro post puedo hablar de este tema del autoengaño.
Distintas fuentes de la Psicología coinciden en distinguir una serie de pautas o fases, por las
cuales el individuo debe pasar en su camino a conocerse a sí mismo. En este sentido, se
señalan cinco fases, que en su totalidad engloban el proceso del autoconocimiento. A
continuación, una descripción de cada una.
Como percibimos nosotros mismos nuestra forma de ser, nuestras emociones y cómo nos
comportamos con los demás. La manera de interpretar nuestra propia personalidad, lo que
supone la observación pasiva, aunque realista e íntima de nuestro ser.
Por auto percepción se conoce el mecanismo psicológico por medio del cual las personas
comienzan a darse cuenta de que son un ser individual, que se desarrolla en un contexto y en
relación con otras personas.
Así mismo, la auto percepción hace que las personas tomen nota de sus distintas emociones y
formas de actuar. Es un proceso que comienza aproximadamente a los dos años, cuando el
niño comienza a darse cuenta de su individualidad. No obstante, es un proceso que toma la
vida, y que a medida en que se madura, va volviéndose mucho más preciso y completo.
Así mismo, comienza una tarea que durará toda la vida, por entender las causas de ciertos
comportamientos o decisiones, lo cual a medida que maduramos, debemos tender a un
proceso más reflexivo.
Nuestra identidad se crea respecto a lo que hemos vivido. El conjunto de recuerdos, errores y
momentos y que se trata de revisarlos a lo largo de nuestra línea de vida. De esta forma, será
más fácil recordar qué nos ha sucedido en nuestro pasado, en un momento y lugar específicos.
De esta forma, contamos con una bitácora emocional completa, que poco a poco lo llevamos a
relacionar determinadas vivencias y con sentimientos específicos
Etapa 4: Autoestima
Uno de los conceptos más importantes en nuestra vida y que últimamente aparece demasiado
y no en sentido positivo (y hablo desde la experiencia). La capacidad de querernos tal y como
somos, independientemente de nuestros errores y aciertos. El nivel de autoestima se relaciona
con la percepción de uno mismo en comparación con los valores personales.
Cómo nos valoramos y cómo nos despreciamos. De alguna forma, conocernos nos ofrece un
mapa sobre cuánto nos queremos, el cual nos indica si es necesario invertir más amor hacia
nosotros.
En resumen, esto nos proporciona la capacidad de conocer los sentimientos propios, las
reacciones, así como otras importantes emociones, el proceso de autoconocimiento. La
capacidad de querernos tal cuál somos, valorando nuestras capacidades, entendiendo
nuestros defectos y siendo conscientes de nuestro valor y dignidad como ser humano
impidiendo caer en prácticas denigrantes o que atenten contra sí mismo
Tras las etapas anteriores en las que se reflexiona sobre la propia existencia y los sentimientos,
llega el momento de aceptarse, de mirarse al espejo y reconocerse tal cual se es.
Finalmente, cuando una persona ha logrado ser consciente de existir, así como reflexionar
sobre sus sentimientos y razones, llevar una bitácora de emociones (existen actividades para
esto) y hechos, y sentir amor por sí mismo, en ese momento es capaz de aceptarse, primer
paso para tomar las decisiones adecuadas, modificar las que deban modificarse, y acercarse a
la felicidad de ser quien es. Así mismo, con la auto aceptación se culmina el ciclo de madurez y
autoconocimiento