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4. El rendimiento grupal
Para empezar a hablar de rendimiento nos podríamos hacer las siguientes pre-
guntas: ¿realmente el grupo obtiene mejores resultados que las personas ac-
tuando de forma individual?, ¿es posible identificar factores que dificulten la
actuación grupal?, ¿quiénes actúan mejor, los grupos o las personas?
En términos más prácticos: el grupo ¿me sirve como individuo para obtener
mayor rendimiento? Este apartado nos dará algunas señales para poder deter-
minar el peso que tiene el grupo en el rendimiento que se obtiene. La respuesta
parece fácil de ser contestada; no obstante no resulta ser del todo categórica.
A este hecho (Triplett, 1858; Allport, 1924) se le llamó facilitación social, en-
tendida como aquel efecto�según�el�cual�las�personas�rinden�más�cuando
están�en�presencia�de�otras�personas. Este fenómeno puede ser explicado así:
• Con la simple presencia de los demás sin que ello implique ningún tipo de
interacción (efectos de audiencia).
• Con la presencia de otras personas que realizan el mismo o cualquier otro
tipo de tarea pero sin que exista interacción (coacción).
• Con la presencia de otras personas en un contexto competitivo.
Bajo esta perspectiva, los autores afirmaban que la presencia de los demás fa-
cilitaría el rendimiento de las personas. No obstante, pronto se consideró que,
en todo caso, la presencia de otras personas no aumentaba el rendimiento sino
todo lo contrario: se ralentizaba. Por tanto, nos encontramos como al inicio,
con las preguntas iniciales: ¿las otras personas ayudan o no al rendimiento
individual? En todo caso, el concepto de facilitación nos pone en evidencia
que algo sucede con las personas cuando éstas hacen algo en presencia de otras
personas.
CC-BY-NC-ND • P09/80542/00397 40 Procesos de grupos
Existen explicaciones del orden de lo orgánico, como la de Zajonc (1965), Lectura complementaria
quien afirma que la presencia de otras personas puede producir un aumento
Sobre los efectos de la facili-
de la actividad fisiológica, y este incremento permite aumentar la probabili- tación social, podéis consul-
dad de emisión de respuestas dominantes. Las afirmaciones de Zajonc pueden tar:
R. B. Zajonc (1965). Social fa-
resumirse así:
cilitation. Science, 149, pp.
269-274.
• Una respuesta dominante es aquella que es más probable que emita una
persona en una situación concreta. Esta tendencia dominante puede ser
debida a entrenamiento, hábito, preferencias personales o factores inna-
tos.
En este sentido, Borden (1994) plantea el considerar a las personas como agen-
tes�activos, lo que quiere decir que, en función de sus expectativas, pueden
intervenir activamente en la definición de la situación, intentando controlar
las posibles reacciones de la audiencia, pudiendo con ello modificar su con-
ducta en función de ellas. De esta forma la presencia de otras personas, suma-
da al tipo de relación que se establece con ellas, conforma la situación social
grupal que en cierta medida podría determinar el rendimiento de las personas.
tada en grupos más extensos o en los que existe una heterogeneidad gru-
pal más acentuada.
Una vez identificadas algunas variables que nos pueden explicar qué factores
entran en juego en el momento de hablar de productividad y rendimiento
grupal, podemos tener los elementos necesarios para poder contrarrestar un
bajo rendimiento grupal; en este sentido la motivación o, concretamente, la
falta de motivación aparece como una de las variables más importantes que
controlar a la hora de explicar la productividad de un grupo.
En otras palabras, si queremos que los grupos puedan ser un escenario adecua-
do para favorecer el rendimiento de las personas, entonces tendríamos que
asegurar dicha productividad. De esta forma, ¿cómo podemos frenar la pérdi-
da de la motivación de un grupo?