Rossana Reguillo: Los estudios Definir con precisión los estudios culturales y establecer sus

límites en el mapa de la producción de conocimiento Los estudios culturales NO son una disciplina;
culturales, el mapa incómodo de
contemporáneo es una tarea imposible debido a la falta de un surgen en la segunda mitad del siglo XX como
un relato inconcluso.
consenso que defina claramente este enfoque en comparación una forma de enfrentar los desafíos de una

con otras perspectivas interpretativas. sociedad en continua transformación que no

se deja “leer” desde los marcos disciplinarios.

1) La dimensión política influye en la producción de conocimiento, especialmente en la
organización de saberes disciplinarios, marcada por disputas y beneficios. El "informe
Gulbenkian" se centra en la distribución de objetos de estudio en las universidades,
destacando las tensiones acumuladas. Los estudios culturales surgen como respuesta a
la disciplinarización del saber, con un fuerte componente político que genera
desconfianza entre quienes tienen poder académico basado en la compartimentación
del conocimiento.
Wallerstein es uno de los que mejor ha interpretado el contexto y el
sentido en el que emergen los estudios culturales como forma
compartida por una comunidad intelectual de nombrar ciertas
intersecciones disciplinarias. Encabezó los trabajos de lo que fue conocida
como Comisión Gulbenkian para las Ciencias Sociales, cuyo sentido
fundamental fue el de revisar los trayectos de configuración, codificación
e institucionalización en el campo de las ciencias sociales. Hay dos
aspectos que no podemos ignorar del estudio realizado por la Comisión
presidida por Wallerstein:

Estas tres dimensiones o ámbitos, pueden ser leídos desde

tres ópticas conceptuales: la subjetividad (el sujeto), el poder
(la política) y la cultura (lo simbólico). 2) El informe Gulbenkian destaca la naturaleza disruptiva de los estudios culturales al
liberarse de anclajes disciplinarios, atrayendo a expertos de diversos campos. Este
enfoque permite el cruce explosivo de teorías feministas, coloniales, postcoloniales,

Es importante enfatizar que los estudios culturales no representan ni sociosemióticas, críticas literarias y antropología simbólica, entre otras. Los estudios

un cuerpo homogéneo de saberes y mucho menos agrupan unas culturales se constituyen como una "comunidad de hablantes" que aporta marcos

determinadas formas preestablecidas de prácticas intelectuales. Es diferenciales, destacando la importancia del sujeto en un contexto de poder, la

decir, una vez que es posible establecer su des-vinculación disciplinaria necesidad de deconstruir procesos de normalización y la conexión entre los productos

y su clara vocación política, es fundamental establecer sus diferencias. culturales y sus productores, enfatizando perspectivas situadas en el análisis cultural.
 La vertiente de los Estudios Culturales británicos, atribuida a los trabajos
pioneros de Raymond Williams y la Escuela de Birmingham, establece las
tradiciones fundamentales a las investigaciones en áreas como cine, música,
literatura, feminismos y consumos culturales. Esta corriente se divide en dos
vertientes, el culturalismo y el estructuralismo, una discusión introducida
por Stuart Hall, figura central en los estudios culturales de Birmingham.
Según Stuart Hall, el círculo de intelectuales de Birmingham se caracterizó por
dos paradigmas: el culturalista, que ve al sujeto como libre para asignar
significados en el marco social, y el estructuralista/postestructuralista, que
sostiene que el sujeto e identidades son social e ideológicamente determinadas.
Esta tensión persiste en los estudios culturales entre perspectivas que enfatizan
en la creatividad del sujeto y su capacidad productiva, y aquellas que consideran
las determinaciones estructurales como aspecto inevitable del análisis cultural.

Tras el exilio provocado por el nazismo, la Escuela de Frankfurt se estableció en la

Universidad de Columbia en Nueva York en 1936, liderada por Adorno y
Horkheimer. Aunque regresaron a Alemania en 1950, algunos miembros, como
Herbert Marcuse, permanecieron en Estados Unidos, influyendo en proyectos de
investigación como el de Lazarsfeld en Princeton y el grupo de Estudios de Opinión
en Berkeley. Aunque no hay una línea directa entre la genealogía de los cultural
studies estadounidenses y la Escuela de Frankfurt, es evidente que el impacto de
pensadores como Walter Benjamin influyó en la perspectiva de los "estudios
culturales" en su versión estadounidense a partir de los años sesenta.
La emergencia de los estudios culturales estadounidenses se
puede entender desde la tensión entre enfoques, siendo no
homogéneos y con diversos focos de interés en todo el
territorio. Es crucial considerar el impacto de la Escuela de
Frankfurt dentro de las fronteras estadounidenses para
comprender los cultural studies en esta región.

García Canclini critica que, en Estados Unidos, los cultural studies han transformado el análisis

Las críticas destacadas ayudan a comprender la respuesta de los discursos en el ámbito humanístico, pero señala la escasez de investigaciones empíricas

negativa y a veces confusa de los estudiosos latinoamericanos en el campo. Se destaca que la crítica principal a las vertientes "culturalistas" de los cultural

cuando se les pregunta si realizan "estudios culturales". studies es su dificultad para abordar los marcos restrictivos del poder y la centralidad de

Suelen explicar que en América Latina se llevan a cabo procesos estructurales en la configuración cultural. Aunque el panorama es amplio, algunos

estudios de la cultura, mientras que los estudios culturales son trabajos, especialmente en los años noventa, carecieron de rigor y de investigación empírica.

una práctica asociada a los norteamericanos.

Los estudios de la cultura en América Latina, de larga tradición, se han
esforzado por visibilizar y poner en discusión temas, procesos,
momentos, prácticas sociohistóricas y políticas, como claves para la
(auto) comprensión de las sociedades latinoamericanas en sus vínculos
con el mundo y con el pensamiento metropolitano.
Néstor García Canclini es una figura emblemática de los estudios
de la cultura en América Latina, destacando su libro "Culturas
híbridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad". Su
enfoque central sobre la "hibridación" ha sido clave para
reconsiderar mestizajes culturales y cuestionar la visión de
identidades, procesos y productos culturales desde la pureza y el
esencialismo. A pesar de que la noción de "hibridación" fue
utilizada de manera indiscriminada en los años noventa, García
Canclini ha mantenido un cuidado constante sobre esta categoría,
asegurándose de que funcione de manera significativa en
investigaciones socialmente relevantes.
En Latinoamérica, más que ser un enfoque metodológico, lo
"transdisciplinario" ha sido una necesidad. Dadas las condiciones asimétricas
de poder, los pensadores latinoamericanos construyeron sus marcos teóricos
desde la lógica de las intersecciones, abordando la historia junto con la
economía, la dependencia junto con la colaboración de las élites locales con los
dominadores, y entendiendo lo popular residual en su intersección con los
procesos de codificación de la cultura dominante. Esto no busca elogiar la
potencia crítica del pensamiento latinoamericano, sino señalar que algunos
rasgos distintivos de los estudios culturales ya estaban presentes, tal vez bajo
diferentes nombres, en el campo intelectual latinoamericano.
Los aportes de los estudios de la cultura y el poder desde América Latina son
fundamentales para los estudiosos de la comunicación. Estos incluyen categorías para
analizar el consumo y la economía política de los intercambios simbólicos, las
pertenencias culturales como mediaciones clave en la recepción e interpretación del
mundo, los medios de comunicación vistos como dispositivos de poder e instituciones
culturales, y las identidades como categorías construidas socio-culturalmente, además de
abordar la gestión cultural.

Jesús Martín Barbero, otra figura central, introdujo un enfoque innovador con su influyente libro "De los medios a las mediaciones:
comunicación, cultura y hegemonía" (Gustavo Gili, 1987). Desplazando el enfoque analítico desde los medios hacia las mediaciones, que
incluyen la cultura, la historia de los Estados nacionales, las identidades, la cultura popular y la cultura de masas, Martín Barbero
promovió una nueva perspectiva para examinar los medios y, por ende, una estrategia para abordar el estudio de la comunicación en su
intersección con la cultura. Su extensa obra continúa estimulando la exploración de los límites disciplinarios en busca de una comprensión
renovada y siempre crítica de las culturas contemporáneas.
Problemas que están presentes en el campo de los estudios culturales El panorama de los estudios de la cultura en Latinoamérica es amplio y diverso, con
o de los estudios de la cultura y el poder: numerosos practicantes, grupos e instituciones. Sin embargo, más allá de las personas,
1) La principal tensión en los estudios de la cultura radica en la compleja es fundamental destacar que se trata de un campo dinámico que reconoce que la cultura
relación entre el aspecto subjetivo y objetivo. Esto implica entender la no es estática ni un sistema cerrado. En lugar de eso, la cultura se percibe como una
conexión entre estructuras, instituciones y subjetividad que guía las fuente constante de "entendimiento mutuo" pero también de conflicto.
prácticas de los actores sociales. Más que un problema epistemológico o
político, es esencialmente metodológico: cómo incorporar las
estructuras en el análisis de los sujetos y, al mismo tiempo, no perder de
vista al sujeto al estudiar las estructuras. Examinar el discurso de los
medios sin considerar los procesos de apropiación y resistencia de la
2) Otro desafío en los estudios de la cultura y la comunicación es el abordaje de las "políticas
gente limita la comprensión de su papel en la vida social. Asimismo,
de reconocimiento". Dado que se acepta ampliamente que ninguna identidad es una esencia
enfocarse en la capacidad crítica de las "audiencias" sin profundizar en
inmutable, surge el problema de cómo abordar de manera productiva y creativa las
el conocimiento de las industrias, la concentración y el poder puede
"diferencias", considerando los procesos de pertenencia diversa no solo como constitutivos de
llevar a visiones ingenuas de lo social. En última instancia, lo crucial en
la acción, sino como mediaciones y dinamizadores de la misma. La tarea pendiente incluye la
este terreno es la habilidad para mantener una tensión analítica entre
falta de un discurso crítico en la comunicación, especialmente en áreas como el género.
estructuras y procesos, entre la influencia objetiva de las instituciones y
la complejidad subjetiva de los actores.

3) Las transformaciones en la escena contemporánea subrayan la necesidad de prestar atención a los

diferentes niveles en los que se produce, circula y reconoce la cultura. La complejidad de la contemporaneidad
requiere considerar las articulaciones entre lo local y lo global. Si bien en debates iniciales sobre la globalización
se tendía a pensar que lo global anulaba lo local, la perspectiva actual exige mantener abiertos
simultáneamente los planos de lo local y lo global, considerando también sus intersecciones con lo nacional.
Para avanzar en la comprensión de la sociedad contemporánea, será crucial analizar las relaciones de
complementariedad y oposición entre estos planos en los estudios de la cultura y la comunicación.
 4) La advertencia para los nuevos practicantes de los estudios de la cultura
es resistir a la tentación de adoptar narrativas salvíficas, como los derechos
humanos, la democracia, la interculturalidad, el género o el
altermundismo, de manera automática como liberadoras. Apelar a estas
narrativas como soluciones preconcebidas corre el riesgo de convertir los
estudios de la cultura en declaraciones y eslóganes, obstaculizando la
comprensión de la colaboración del dominado en su propia dominación. En
el actual contexto, es crucial abandonar pretensiones de verdades
universales, examinar las emergencias que apuntan tanto al cambio como
a la continuidad, y comprender los procesos que marcan el avance de las
sociedades hacia una mayor justicia y democracia, sin silenciar los
retrocesos antidemocráticos presentes incluso en grupos aparentemente
abiertos al cambio.
La noción de "perspectivas socioculturales" desde América Latina destaca la
intensa discusión sobre enfoques culturales. Busca abordar el desafío de pensar
articulaciones que comprendan las relaciones entre el orden simbólico y el
material, sin subestimar la fuerza productiva de la significación ni eludir los
marcos constrictivos del orden estructural. Lo sociocultural se refiere al punto de
encuentro y afectación entre estructuras sociales objetivas y procesos
simbólicos, donde se entrelazan sistemas como fuerzas productivas y
constrictivas con la capacidad de agencia de los actores sociales desde la
subjetividad, permitiendo la apropiación, negociación o resistencia al sistema. Es
un lugar de interface entre la reproducción y la capacidad de transformación e
imaginación social.
5) La cuestión del método en los estudios de la cultura es compleja y no debe
reducirse a una dicotomía entre lo cualitativo y lo cuantitativo, o entre el análisis
del discurso y la estadística. La clave está en hacer funcionar los instrumentos de
registro de manera multidimensional, reconociendo que tanto los datos duros
(números, estadísticas, gráficos) como las palabras pronunciadas al azar por
informantes cotidianos pueden ser reveladores. Ni un instrumental estadístico
poderoso ni una estrategia hermenéutica sofisticada son antídotos suficientes
para contrarrestar el desafío de producir interpretaciones. Se enfatiza la
importancia del rigor metodológico, la diversificación de los instrumentos de
escucha y registro, y la capacidad renovada para analizar el signo, el símbolo y la
señal.
En los estudios de la cultura, el poder y la comunicación, la diversidad de objetos es
inmensa. Más que enfocarse en un listado interminable de objetos, lo esencial es
reconocer que esta perspectiva se define por el enfoque y las intersecciones
privilegiadas para el análisis. La articulación y la construcción de relaciones
significativas entre procesos y prácticas son fundamentales en este aspecto.
Lo sustancial de los objetos construidos por estas
perspectivas socioculturales de la comunicación es su
búsqueda (no siempre lograda) de poner en clave de
intelección crítica los problemas claves de las sociedades
contemporáneas.