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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ

COMUNIDAD: APRENDIZAJE SIMÓN RODRÍGUEZ “EDUCANDO Y


SEMBRANDO VALORES PARA LA VIDA”
ACREDITACIÓN MAESTRÍA: PEDAGOGÍA CRÍTICA

SEMINARIO: PENSAMIENTO ANDRAGÓGICO – UNESR


UNESR – ACREDITACIÓN DE EXPERIENCIAS
Correo: marcoafloresb@gmail.com

Autor: Marco A. Flores Barrios


C.I. 2.823.223
AMEB
Tutor de Contenido:
Prof. Efraín Escalona
UNESR
ENSAYO

La Andragogía, como ciencia, método, proceso de enseñanza, teoría, entre otras


consideraciones que le otorgan los distintos autores, busca conducir la enseñanza
de los adultos a lo largo de su vida. Que el participante adulto, pueda canalizar su
interés en el conocimiento que desea aprender o fortalecer a través de un proceso
de aprendizaje eficaz en un contexto amigable y asequible.

Indudablemente, al ser más longevos, el ser humano siente la necesidad de


aprovechar el tiempo más de vida para prepararse mejor para los cambios que
vienen y que le corresponderá vivir. Aceptar los cambios, y, transitar con ellos,
adaptarse a la nueva realidad de vivir, de comunicarse y de trabajar, pero también
de aprender.

Si bien es cierto, que el proceso de enseñanza aprendizaje se centra en la


autogestión del aprendizaje, que el discente adulto es el responsable de su
autogestión, la institución participante en esta enseñanza, debe también disponer
de las herramientas didácticas para no sólo orientar al participante, sino, para
canalizarle el aprendizaje a través de terceros, interprétese, otras instituciones
(pares) o empresas especializadas en el área del conocimiento de interés para ese
participante, y de la sociedad en general. Ello en el interés de conseguir expertos
en las áreas del conocimiento requeridas por los participantes.

Para la institución rectora de dicha enseñanza, es un reto invaluable, porque


necesita ampliar su entorno de relaciones las cuales debe mantener y asumir de
mutuo consenso.

Viene entonces a colación, las cualidades que debe poseer el andragogo, su


autonomía como tal, dentro de los lineamientos de la institución, pero aceptando la
autonomía e independencia del discente adulto. Ambos miembros del proceso,
deben abrir sus mentes, para que el aprendizaje y enseñanza, fluyan de manera
natural y motivante.
Es decir, el docente andragogo con su conocimiento y experiencia, exterioriza,
transmite su conocimiento, para que el participante, lo aprehenda, lo internalice, y,
se produzca un aprendizaje significativo. Se apropie del conocimiento.

Es menester, hacer referencia a que el educando trae diversos intereses, diversas


necesidades, experiencias laborales formales e informales vividas o adquiridas
durante su vida, que desea renovar a satisfacción, pero ahora, desde el proceso
educativo, pasa a ser el sujeto del proceso como adulto que es; quien a su vez
puede verse en la disyuntiva de aceptar o rechazar la propuesta de aprendizaje
sugerida por la institución.

Ahora bien, no sería fácil para la institución que apoya dicho proceso de enseñanza,
obtener una equivalencia formal del aprendizaje del discente. Cabe mencionar, que
la carga del aprendizaje, recae sobre el participante adulto, que, de no considerarse
una orientación responsable del proceso, se presenta una situación de aprendizaje,
pero no de enseñanza.

Se evidencia, sí, que el participante que busca ese nuevo conocimiento, fortalece
sus valores, su responsabilidad, se hace más empático, sociable y solidario, pero
también se autolideriza, se convierte en un ser más creativo, que se opone al
aprendizaje repetitivo, se hace más investigador y va hacia el repudio de la
memorización como eje del aprendizaje.

No obstante, volviendo al rol del docente andragogo, este rol es delicado, porque
él, debe estar presto para canalizar las inquietudes del participante y su conexión
con las personas o entes que le facilitarán el conocimiento teórico o práctico, o la
aclaratoria de las dudas, en su transitar por su área de dicho conocimiento.
Por lo antes expuesto, debemos entender, que este proceso de enseñanza
aprendizaje debe ser abierto, en su actividad y pensamiento. Que todo el proceso
gerencial educativo, debe ser aplicado inclusive, por el docente facilitador, aunado
a ello, se agregarían las funciones de mediador, orientador, planificador de la
enseñanza y su contenido, manteniendo una comunicación bastante horizontal que
la potencie. Y, concluir con la respectiva evaluación de todo el proceso de
aprendizaje. Adaptado como corresponde, a un proceso delicado, como lo es la
enseñanza andragógica.

Para concluir, la institución educativa debe disponer de un plan de capacitación


continua del docente andragogo, enmarcado en sus principios y lineamientos para
fortalecer la capacitación de los ya formados, y, formar a lo que, por su experiencia
educativa, puedan asumir este nuevo rol de docente andragogo.

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