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TEMA 2: LENGUAJE Y CEREBRO: NEUROLINGÜÍSTICA

Las funciones neurolingüísticas y cognitivas se localizan en el cerebro, donde existe una extensa red
neuronal.

El cerebro humano se divide en 2 hemisferios, hemisferio derecho y hemisferio izquierdo.

Cada hemisferio cerebral se divide en 4 lóbulos. En general el hemisferio dominante es el izquierdo


(diestros).

PHINEAS GAGE

Phineas introducía una barra de hierro en el agujero destinado a la carga explosiva, cuando la pólvora
explotó accidentalmente. La explosión hizo que la barra de hierro, de metro y medio de longitud,
atravesase la parte superior de su pómulo izquierdo y saliera por la frente.

CISURAS
El cerebro se delimita mediante cisuras, las cisuras o surcos del cerebro son cavidades que se forman
entre los lóbulos cerebrales para así formar las partes que componen a la corteza cerebral, con el
objetivo principal de crear más espacio entre la masa cerebral para acumular más fibras nerviosas. Las 4
principales cisuras del cerebro son: cisura central o de Rolando, cisura lateral o de Silvio, cisura parieto-
occipital y cisura cingular.

ÁREAS IMPLICADAS EN EL PROCESAMIENTO DEL LENGUAJE

Actualmente sabemos que las partes más relevantes de las funciones lingüísticas se encuentran
localizadas en diversas áreas situadas por encima de la oreja izquierda.

Área de broca (producción) y de Wernicke (comprensión).

LÓBULO FRONTAL

Afecta a factores comportamentales.

Los lóbulos frontales, con sus centros motores y motores suplementarios, son los responsables del
movimiento voluntario. En la parte posterior del lóbulo frontal se halla la corteza somatosensorial.

En relación al lenguaje, en el lóbulo frontal se localiza el área de Broca.

Tanto el área de Wernicke como el área de Broca, participan en la producción morfo-sintáctica y


comprensión del lenguaje humano.

ÁREA DE BROCA
Está situada en la zona anterior del córtex del habla. Desempeña un papel crucial en la producción del
habla.

EL CÓRTEX MOTOR Y EL FASCÍCULO ARCUATO (O ARQUEADO)


El córtex motor, en general, controla el movimiento de los músculos. En las proximidades del área de
Broca se encuentra la parte del córtex motor que controla el movimiento de los músculos articulatorios
de la cara, la mandíbula, la lengua y la laringe.
El fascículo arcuato corresponde a un haz de fibras nerviosas axónicas que establece una conexión
crucial entre el área de Wernicke y el área de Broca.

LA HIPÓTESIS LOCALISTA
Postula que la actividad cerebral implicada en la recepción auditiva de una palabra, en su comprensión y
en su emisión sigue siempre un patrón determinado. Así, la palabra sería oída y comprendida en el área
de Wernicke. A continuación, la señal correspondiente se transferiría a través del fascículo arcuato hasta
el área de Broca, donde se llevarían a cabo las operaciones previas necesarias para poder emitirla.
Finalmente, se enviaría una señal al área motora, con objeto de poder articular físicamente la palabra en
cuestión.

CUANDO LAS PALABRAS SE TIENEN “EN LA PUNTA DE LA LENGUA”


Sucede cuando notamos que una palabra parece resistirse, de forma que, aunque la sabemos, dicha
palabra parece no querer salir. El almacenamiento de las palabras podría organizarse, en parte, sobre la
base de alguna información de carácter fonológico y que algunas palabras se recuperar a partir de este
“lugar de almacenamiento” con mayor facilidad que otras.

Cuando se producen errores en el proceso de recuperación de una palabra, a menudo se advierte que
existe un gran parecido fonológico entre la palabra que deseábamos recuperar y la que emitimos
finalmente.

Este tipo de errores recibe algunas veces el nombre de malapropismos.

LAPSUS LINGUAE
Un tipo parecido de error es el que se denomina generalmente lapsus linguae o tropiezo de la lengua. Se
produce cuando decimos llévate la buchara a la coca (en lugar de llévate la cuchara a la boca). Este tipo
de lapsus también se conoce por el nombre de espunerismos.

Se ha afirmado que los errores de este tipo no se producen nunca al azar, puesto que en ningún caso se
genera una secuencia fonológicamente inaceptable, de ahí que podrían indicar la existencia de
diferentes estadios en el proceso de regularización de la articulación de las expresiones lingüísticas.
Aunque los lapsus linguae se consideran normalmente errores en la articulación, también se ha sugerido
que podrían ser el resultado de “errores del cerebro” que se producen en el momento en que éste está
tratando de organizar los mensajes lingüísticos.

LAPSUS DEL OÍDO


Es lo que sucede cuando, por ejemplo, creemos oír latita azul y nos preguntamos a continuación por qué
alguien estará buscando algo así en una oficina. Podría ser también que algunos malopropismos
tuvieran su origen en un lapsus de oído.

AFASIA
La afasia se define como una disfunción del lenguaje causada por una lesión cerebral localizada, que
conlleva normalmente dificultades para entender y/o producir formas lingüísticas.

La causa más frecuente de la afasia es el infarto cerebral (que sucede cuando uno de los vasos
sanguíneos del cerebro se obtura o se rompe), aunque las lesiones traumáticas en la cabeza, provocadas
por golpes violentos o accidentes, pueden dar efectos similares. Dichos efectos pueden tener una
intensidad variable, que va desde una leve disminución de la capacidad lingüística, hasta una reducción
grave de la misma.
AFASIA DE BROCA

La afasia de Broca es un tipo grave de disfunción lingüística, que también se conoce como “afasia
motora”. Se caracteriza por una reducción sustancial del discurso, una articulación distorsionada y lenta
y, a menudo, la presencia de dificultades a la hora de hablar. Característicamente, el paciente sólo suele
utilizar morfemas léxicos. Esta omisión particularmente frecuente de los morfemas funcionales y de los
morfemas flexivos ha llevado a caracterizar este tipo de afasia como un tipo de discurso agramatical,
que es aquel en el que están ausentes los marcadores gramaticales.

En una afasia de Broca la comprensión es, por lo general, mejor que la producción.

AFASIA DE WERNICKE

El tipo de disfunción lingüística que implica la existencia de dificultades en la comprensión auditiva se


denomina, en ocasiones, “afasia sensorial”, pero se conoce habitualmente como afasia de Wernicke.
Quien sufre está disfunción puede, en realidad, producir un discurso particularmente fluido, que, sin
embargo, es casi imposible de entender. Se suelen utilizar términos muy generales, incluso cuando se
está respondiendo a preguntas muy concretas sobre algo determinado.

También resulta muy común el hecho de tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas, este
fenómeno se suele denominar anomia.

AFASIA DE CONDUCCIÓN

Se asocia a la lesión del fascículo arqueado (o arcuato). Los individuos que sufren esta disfunción pueden
pronunciar ocasionalmente de forma incorrecta alguna palabra, aunque normalmente no tienen
problemas de articulación. Hablan fluidamente, pero suelen hacerlo entrecortadamente, con pausas y
dudas. La comprensión de las palabras habladas es normalmente correcta. Sin embargo, la tarea de
repetir una frase o una palabra les crea grandes dificultades. Aquello que se oye y se comprende
correctamente no se transfiere adecuadamente al área encargada del control de la producción del
habla.

ESCUCHA DICÓTICA
La prueba de la escucha dicótica, se trata de una técnica
que se basa en el hecho de que cualquier cosa que se
experimente en la parte derecha del cuerpo se procesa
en el hemisferio izquierdo del cerebro y viceversa.
Normalmente el sujeto identifica mejor lo que ha
escuchado por el oído derecho, esto es la ventaja del
oído derecho para los sonidos característicos del
lenguaje.

El hemisferio derecho parece ser el principal responsable del procesamiento de muchos otros estímulos
de naturaleza no lingüística. En la prueba de la escucha dicótica se puede demostrar que se reconocen
mejor los sonidos no verbales cuando penetran por el oído izquierdo, lo que implica que son procesados
más rápidamente a través del hemisferio derecho.

EL PERIODO CRÍTICO
La especialización del hemisferio izquierdo para el lenguaje se describe como una lateralización. Durante
la infancia existe un periodo durante el cual el cerebro humano está más predispuesto a recibir y
aprender una determinada lengua. Es lo que se denomina el periodo crítico, éste se extiende desde el
momento del nacimiento hasta la pubertad. Si, por cualquier motivo, un niño no adquiere el lenguaje
durante este periodo, le será prácticamente imposible adquirirlo más adelante.

LÓBULO TEMPORAL

Comprende las áreas auditivas primaria y de asociación y el área de Wernicke

La región temporal comprende las áreas de asociación secundaria o áreas de significado. Se produce una
relación asociativa entre el estímulo auditivo y la información proveniente de otros sistemas sensoriales,
de modo que permite la función de significado o función semántica. Representación mental multimodal.

La estructura importante del lóbulo temporal es el hipocampo, responsable de la memoria. Procesa


información durante semanas o meses y, posteriormente, si ha de ser almacenada a más largo plazo, la
transfiere a la corteza prefrontal (situada en el lóbulo frontal).

ÁREA DE WERNICKE
Está situada en la zona posterior del córtex del habla. Desempeña un papel crucial en la comprensión
del habla, lenguaje hablado y escrito.

LÓBULO PARIETAL

Abarca la corteza somatosensorial, responsable directa de las percepciones y reconocimientos táctiles,


presión y orientación en el espacio, calor, frío, vibración, movimiento y, en general, de las sensaciones
conscientes del tacto.

Una región importante para las actividades lingüísticas y sobre todo para la escritura. Está constituida
por el giro angular, estructura cuya función principal es el reconocimiento de símbolos visuales.

LÓBULO OCCIPITAL

Está ubicado en la parte posterior del cerebro.

 Incluye el área visual o corteza visual primaria y el área visual secundaria o área de asociación
visual.
 Las regiones occipitales son las responsables de la percepción visual.

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