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Existen diferentes modelos teóricos que intentan explicar cómo funciona la percepción.
Algunos de los más importantes son:
La visión y el tacto son dos de los sentidos más importantes para la percepción del
mundo. Ambos sentidos se complementan y se influyen mutuamente.
La visión es el sentido que nos permite percibir la luz y el color, así como la forma, el
tamaño, la distancia, el movimiento y la profundidad de los objetos. La visión se
produce gracias a la acción de los ojos, que captan la luz reflejada por los objetos, y del
nervio óptico, que transmite la información al cerebro. El cerebro procesa la
información visual en diferentes áreas especializadas, como el área occipital, el área
temporal y el área parietal.
- La visión y el tacto pueden integrarse para formar una percepción única y coherente de
los objetos, basada en la información de ambos sentidos. Este fenómeno se conoce
como integración multisensorial.
- Según el modelo ecológico, las ilusiones visuales se deben a la adaptación del sistema
perceptivo a las condiciones naturales del ambiente, que suelen ser más complejas y
variadas que las condiciones artificiales de los estímulos que provocan las ilusiones.
Estas condiciones naturales implican el uso de pistas como el movimiento, la
perspectiva, la iluminación o el contexto, que pueden modificar o resolver las ilusiones.
El dolor es una sensación desagradable y subjetiva, que se asocia con una lesión o una
amenaza potencial para la integridad física o psicológica del individuo. El dolor tiene
una función adaptativa, ya que alerta sobre el daño y motiva la búsqueda de alivio o
solución.
- El tipo y la intensidad de los estímulos nocivos, que pueden provocar diferentes grados
de dolor, desde leve hasta insoportable.
- El estado físico y mental del individuo, que pueden afectar la percepción del dolor,
modificando la sensibilidad, la atención, el ánimo o la motivación. Por ejemplo, el
estrés, la fatiga, la depresión o la ansiedad pueden aumentar el dolor, mientras que el
ejercicio, el descanso, la alegría o la distracción pueden disminuirlo.
El gusto es el sentido que nos permite percibir los sabores básicos de los alimentos:
dulce, salado, ácido, amargo y umami. El gusto se produce gracias a la acción de las
papilas gustativas, que son unos receptores sensoriales ubicados en la lengua y en otras
partes de la boca. Estos receptores detectan las moléculas de los alimentos y envían la
información al cerebro. El cerebro procesa la información gustativa en el área gustativa,
situada en el lóbulo parietal.
El olfato es el sentido que nos permite percibir los olores de las sustancias volátiles que
se encuentran en el aire. El olfato se produce gracias a la acción de las células olfativas,
que son unos receptores sensoriales ubicados en la mucosa nasal. Estos receptores
detectan las moléculas de las sustancias y envían la información al cerebro. El cerebro
procesa la información olfativa en el área olfativa, localizada en el lóbulo temporal.
Los 5 sentidos son la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Estos sentidos nos
permiten percibir el mundo exterior y nuestro propio cuerpo, mediante la captación,
transmisión y procesamiento de los estímulos sensoriales.
- Tener unos órganos sensoriales, que son las partes del cuerpo que contienen los
receptores sensoriales, que son las células especializadas que detectan los estímulos
sensoriales. Por ejemplo, el ojo es el órgano sensorial de la vista, y la retina es el
receptor sensorial que capta la luz.
- Tener unos nervios sensoriales, que son las fibras nerviosas que conducen la
información desde los receptores sensoriales hasta el cerebro. Por ejemplo, el nervio
óptico es el nervio sensorial que transmite la información visual desde la retina hasta el
cerebro.
- Tener unas áreas cerebrales, que son las regiones del cerebro que procesan e
interpretan la información de cada sentido. Por ejemplo, el área visual es el área cerebral
que procesa e interpreta la información de la vista, y se encuentra en el lóbulo occipital.
Los 5 sentidos pueden clasificarse en dos grupos, según el tipo de estímulo que
perciben:
- Los sentidos exteroceptivos, que son los que perciben los estímulos que provienen del
exterior del cuerpo. Estos sentidos son la vista, el oído y el olfato.
- Los sentidos interoceptivos, que son los que perciben los estímulos que provienen del
interior del cuerpo. Estos sentidos son el tacto, el gusto y el sentido propioceptivo, que
es el que nos permite percibir la posición y el movimiento de nuestro cuerpo.
Los 5 sentidos pueden interactuar entre sí, generando fenómenos perceptivos como:
INTRODUCCIÓN
Inteligencia y aprendizaje:
Explorar estas hipótesis no solo enriquece nuestra comprensión del pensamiento, sino
que también proporciona una base filosófica sólida para analizar cómo las ideas y
creencias fundamentales han moldeado nuestra capacidad cognitiva y la forma en que
interpretamos nuestro entorno.
Los niveles del pensamiento abarcan un espectro que va desde procesos cognitivos
fundamentales hasta formas más elevadas de reflexión y resolución de problemas. Este
concepto refleja la diversidad y complejidad de las capacidades mentales humanas a lo
largo de diferentes etapas y contextos.
Aprendizaje y pensamiento:
CONCLUSIÓN:
Este viaje nos ha revelado que el aprendizaje es un proceso dinámico, moldeado por
experiencias y marcado por la capacidad de pensar de manera crítica. En un mundo
donde las computadoras son aliadas educativas, y las ideas filosóficas se entrelazan con
la neurociencia, queda claro que la intersección entre aprender y pensar es crucial para
nuestro desarrollo intelectual. Este informe no solo destaca la importancia de
comprender estas conexiones, sino que también invita a seguir explorando las fronteras
del conocimiento y la mente humana.