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PROCESOS SENSOPERCEPTIVOS DE LA CONDUCTA

Definición de cada uno.


Características.
Clasificación.
Procesos.
Importancia e Interacción.

Podemos definir la senso percepción o percepción sensorial como un


proceso a través del cual capturamos estímulos de nuestro entorno para que
puedan ser procesados e interpretados a nivel cerebral.

Percibimos lo que nos rodea e interpretamos el mundo gracias a


nuestros sentidos, que transforman las señales electroquímicas recibidas y las
transmiten como impulsos nerviosos a los centros neuronales de
procesamiento sensorial (proceso de transducción).

La sensopercepción, tal y como indica su propio nombre, consta de


dos partes: la Sensación y la Percepción.

La Sensación: es el procesamiento cerebral primario procedente de


nuestros sentidos principales, es decir:

• Vista: La sensación se basa en la transformación de energía física en


mensajes nerviosos. El proceso por el cual nuestros sistemas sensoriales
convierten la energía de los estímulos en mensajes nerviosos se denomina:
Transducción sensorial. En el caso del sentido de la vista, la transducción
sensorial permite convertir la energía luminosa en imágenes.

• Tacto: La vista es nuestro sentido principal y predominante


(preponderancia
visual); el tacto suele considerarse un sentido menos importante. Sin
embargo el tacto es un sentido implicado en muchas sensaciones vitales para
el ser humano.

El sentido del tacto es la mezcla resultante de, como mínimo, cuatro


sentidos epidérmicos distintos: la presión, el calor, el frío y el dolor.
La vista tiene unos receptores específicos, sin embargo en el tacto
todavía se desconocen los receptores que responden al calor, al frío y el
dolor, sólo se conocen aquellos relacionados con la presión.
Existen variaciones de estas cuatro sensaciones básicas como por
ejemplo el dolor.

• Olfato: al igual que el gusto es un sentido químico. Cuando las moléculas


de una sustancia (transportadas en el aire) alcanzan nuestras células
receptoras (5 millones) situadas en la parte superior de la cavidad nasal
percibimos el olor.

Los cinco millones de células receptoras parecen identificar los olores


de
forma individual. El sentido del olfato se desarrolla llegando a su mejor
capacidad en la edad adulta y empezando ahí su declive en función del paso
del tiempo. El olor está vinculado al recuerdo de experiencias (sentimientos)
debido a la conexión existente entre el área del cerebro que obtiene
información desde la nariz y los antiguos centros límbicos del cerebro los
cuáles están asociados con la memoria y la emoción.

• Gusto: incluye cuatro sensaciones básicas: dulce, agrio, salado y amargo.


De la interacción de estas sensaciones básicas surgen otros gustos. El gusto
es un sentido químico. Se han descubierto una serie de receptores específicos
para el gusto amargo, el dulce y el glumato de monosodio. Estos receptores
se generan cada semana o dos aunque el paso del tiempo (envejecimiento) o
el abuso de sustancias como el alcohol o el tabaco aceleran la degeneración
de las papilas gustativas y de la sensibilidad.

• Oído: Al igual que en el caso de la visión, las propiedades de las ondas


son las encargadas de darnos información sobre el estímulo sonoro:
*Longitud de Onda: distancia entre el vértice de una onda hasta el
vértice de la siguiente onda. Implicada en la tonalidad.

*Amplitud de Onda: la distancia existente entre el vértice y su base.


Implicada en la intensidad.

El oído es el órgano encargado de permitir la audición, convierte las ondas


sonoras en actividad neuronal.

Esta concepción de las sensaciones supone la relación entre tres elementos:

1. Un estímulo.
2. Un órgano sensorial.
3. Una relación sensorial.
Conviene aclarar que la percepción y la sensación son conceptos distintos,
cuyas principales diferencias se recogen a continuación:

• Una sensación no implica necesariamente que la persona se dé cuenta del


origen de lo que lo estimula sensorialmente.

• Una sensación se transforma en percepción cuando tiene algún significado


para el individuo. Por eso es importante analizar cuál es la experiencia de las
personas con esas sensaciones, ya que la percepción aumenta o se fortalece
conforme se enriquece la experiencia y la cultura del sujeto.

Por otra parte, la capacidad sensitiva viene definida por los umbrales
de percepción, es decir, ¿a partir de qué intensidad de estímulos
comenzamos a percibir algo?. En tal sentido pueden distinguirse dos
umbrales, uno absoluto, y otro relativo.

*Umbral Absoluto. Es el nivel mínimo o máximo a partir del cual un


individuo puede experimentar una sensación. Es la barrera que separa los
estímulos que son detectados de los que no.
*Umbral Relativo o Diferencial. Este umbral es la diferencia mínima que
se puede detectar entre dos estímulos.

Según la Ley de Weber, el aumento en la intensidad de los estímulos


necesarios para provocar una sensación es proporcional a la intensidad
inicial. Es decir, que cuanto más fuerte sea el estímulo inicial, mayor será la
intensidad adicional requerida para que el segundo estímulo se perciba como
diferente.
Resulta difícil hablar de sensación sin mencionar la Percepción, la
representación mental del mundo se consigue a través de la sensación; pero,
sin la capacidad para seleccionar, organizar e interpretar nuestras
sensaciones esta representación no sería completa. Este segundo proceso lo
denominamos Percepción.

La Percepción: es por lo tanto la interpretación secundaria de las


sensaciones (áreas secundarias y terciarias) en base a la experiencia y
recuerdos previos. La percepción es un proceso que se realiza en tres fases:

*Selección: los individuos perciben sólo una pequeña porción de los


estímulos a los cuales están expuestos.

Cuando la percepción se recibe de acuerdo con nuestro s intereses, se


denomina percepción selectiva. La percepción selectiva se refiere al hecho de
que el sujeto percibe aquellos mensajes a que está expuesto según sus
actitudes, intereses, escala de valores y necesidades. Es decir, se opera un
auténtico procesamiento de la información por parte del sujeto, mediante el
cual el mensaje despierta en el individuo toda una serie de juicios de valor
que se traducen en reacciones de muy distinto signo.

Por esta razón, se puede decir que el individuo participa directamente


en lo que experimenta. Esta intervención no se limita a una simple
adaptación, sino que se acompaña de una selección efectuada entre los
estímulos propuestos.
*Organización: una vez seleccionados, las personas han recogido una
cantidad de estímulos de forma conjunta que, en esencia, son sólo una
simple colección de elementos sin sentido. Las personas los clasifican de
modo rápido asignándoles un significado que varía según cómo han sido
clasificadas, obteniéndose distintos resultados.

Por tanto, el paso siguiente a la selección es analizar agrupadamente


las características de los diversos estímulos. Pero, ¿se perciben en su
globalidad los mensajes o, por el contrario, se van descodificando en cada
una de sus partes?. Según la escuela de la Gestalt, el contenido de la
percepción no es igual a la suma de las cualidades correspondientes a la
imagen proyectiva. El organismo produce formas simples. Con lo cual, los
mensajes, cuanto más básicos y simples se presenten, mejor serán percibidos
y, por tanto, asimilados.

*Interpretación: es la última fase del pro ceso perceptual, que trata de dar
contenido a los estímulos previamente seleccionados y organizados.
La interpretación depende de la experiencia previa del individuo, así como de
sus motivaciones, intereses personales y su interacción con otras personas.
Por ello, la forma de interpretar los estímulos puede variar, a medida que se
enriquece la experiencia del individuo o varían sus intereses.

Así, la formación de los estereotipos, corresponde en gran parte a la


interpretación perceptual que el individuo da a los acontecimientos. Para el
marketing es útil conocer las características psicográficas de los consumidores
a los que se dirige, como medio de realizar una segmentación por la forma de
interpretar los estímulos.

Los Procesos Sensoperceptivos son de una gran importancia debido a


que estos ayudan al sistema nervioso puesto que, este se puede decir que es
el centro de mando del cuerpo. Este es el regulador de todas las actividades
conscientes e inconscientes pues es el centro integrador de la forma en cómo
se recibe la información del entorno o del medio ambiente. Estos procesos
trabajan en conjunto con cada uno de los sentidos y tiene mecanismos de
defensa que hacen posible establecer un equilibrio entre el ser humano y su
medio ambiente. Es de hacer notar que si uno de los tres elementos;
percepción, órganos de los sentidos o el sistema nervioso, esto causará un
rompimiento en el balance que debe existir entre el ser humano y el
ambiente que lo rodea.

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