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Una persona con una autoestima saludable, consigue dentro de sí mismo la fuerza
necesaria para hacer frente a cualquier circunstancia, echando mano de su capacidad
de análisis, que es fortalecido a través de la lectura.
Un ejemplo sencillo de esto, es que, para los amantes de la lectura, las distintas
actividades de la vida cotidiana, siempre le crean un nexo con lo que leyeron en sus
horas de recreación.
Es importante aclarar que, leer, es más que posar nuestra vista sobre el texto, y ver el
orden de las letras, formando palabras, líneas, y párrafos. Leer es disfrutar de la
lectura, entender el texto, ubicarse en el lugar de los hechos que estamos leyendo, y
desde allí, proceder a buscar comprender los hechos.
Existen distintas posiciones desde las cuales podemos buscar entender un texto, ya sea
desde el punto de vista del escritor, o desde el punto de vista del oyente. Esto nos
ayudará a trabajar en la objetividad de la comprensión lectora, entender que una cosa
es lo que entiendo, y otra la que el autor quiso decir.
Una de las más sencillas técnicas para mejorar la compresión de la lectura es, en un
texto, eliminar algunas palabras claves, y pedir al lector que realice las
inferencias correspondientes que considere, a fin de que pueda dar sentido al texto.
Esto le permite al lector desarrollar la capacidad de análisis, y a inferir efectivamente.
También, e igual de efectiva, el subrayado: esta permite establecer conexión con los
puntos clave del texto, a fin de que sean recordados para su posterior explicación.
Una forma un poco más elaborada para afinar la comprensión lectora es la elaboración
de mapas semánticos o conceptuales. Esta técnica se implementó, pidiendo a un
grupo de universitarios que leyeran un texto solo en dos ocasiones, y a raíz de lo leído,
plasmarán las ideas principales en un mapa conceptual, para explicarlo en clase.
Los resultados arrojaron que, escribir parte del texto, permite recordarlo de una forma
más clara, mientras que hablarlo, lo graba en nuestra mente.
Una última, pero quizás la más efectiva cuando se despierta internamente el interés
por mejorar la comprensión de la lectura, es el autocuestionamiento. Consiste en que,
una vez leído un texto, el lector proceda a realizarse a él mismo una serie de preguntas
que garanticen realmente entendió lo leído.
COMPRENSIÓN LITERAL
En este nivel de comprensión el lector tiene la capacidad de reconocer y recordar
información explícita, así como escenas tal cual aparecen en el texto. Esto le permite
encontrar las ideas principales, el orden de las acciones, los personajes principales y
secundarios e identificar los párrafos del texto.
Preguntas para explorar el nivel de comprensión literal: ¿Qué…? ¿Cuál es…? ¿Cómo
es…? ¿Dónde…? ¿Quién…? ¿Cómo se llama…?
COMPRENSIÓN INFERENCIAL
El lector reconstruye el significado del texto relacionándolo con sus experiencias
personales y conocimientos previos, a partir de ello formula conjeturas e hipótesis y
saca conclusiones.
COMPRENSIÓN CRÍTICA
En este nivel la lectura adquiere un carácter evaluativo, ya que el lector además de
confrontar el significado del texto con sus experiencias e información previa, emite
juicios y opiniones fundamentadas a partir de lo cual acepta o rechaza lo planteado por
el autor.
COMPRENSIÓN APRECIATIVA
Se refiere al impacto emocional que el contenido del texto causa en el lector, en este
nivel existe una identificación con los personajes o incidentes así como con la estética
o el uso del lenguaje del autor. Este nivel es propio de los lectores consumados o
expertos.
COMPRENSIÓN CREATIVA
Se elaboran nuevos textos a partir de la lectura. Dichas creaciones se dan como
resultado de una comprensión y reflexión profunda del texto.