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El terremoto de San Juan de 1944 ocurrió a las 20:52 (UTC -3) del sábado 15 de enero de ese

año , y tuvo su epicentro a 20 km al norte de la ciudad de San Juan, en las proximidades de La Laja
(departamento Albardón). Se estimó su magnitud de ondas superficiales (Ms) en 7,5 grados,
la magnitud de momento (Mw)1 fue calculada años más tarde en 7,6[cita requerida] la profundidad entre
11 y 16 km. Este sismo en Argentina se considera el evento natural más destructivo que se haya
registrado en la historia del país. Su intensidad máxima fue de 9 en la escala de
Mercalli modificada.

Este terremoto puede entenderse como un estudio caso control sobre la urbanística, la
planificación, el control estratégico y la prevención de catástrofes, inexistentes hasta 1944. Influyó
en la creación del SIFEM (Sistema de Prevención de Catástrofes Naturales) en Argentina.

El terremoto destruyó el 80 % de la Ciudad de San Juan. Si bien las primeras estimaciones


hablaban de 15 000 víctimas,[cita requerida] entre muertos y heridos, estudios posteriores (Healey, 2002,
Mendoza, 2004, Alvarado y Beck, 2006) indicaron que el número de muertos en este terremoto fue
de alrededor de 9000 personas. Muchos de los fallecidos nunca fueron encontrados. Después del
terremoto se comenzaron a tomar medidas para lograr la reconstrucción de San Juan, se creó un
organismo que encaró un plan regulador para la construcción antisísmica ya que el 98% de las
construcciones de la época eran de adobe.

Puede afirmarse que los efectos desastrosos del sismo se debieron no solo a la violencia del
movimiento, sino a la pésima calidad de la edificación, por la ausencia absoluta de legislación o de
buenas prácticas de construcción. La ciudad tenía antecedentes de movimientos sísmicos en
localidades de la Región de Cuyo, antes y después de 1900.

Contexto urbanístico[editar]
La mayor parte de San Juan era de adobe pesado, de estilo español, lo cual implicó que al
momento del terremoto no pudieran sostener los techos, lo mismo que las fachadas, en general
altas, lo que produjo muchas muertes bajo esas fachadas al querer salir de sus casas cuando
comenzó el terremoto. Era la arquitectura propia del auge vitivinícola, durante el modelo
agroexportador San Juan había quedado aislada del país, y condenada a ser una provincia donde
imperaba el monocultivo, la situación de las clases populares y de las medias estaba marcada por
una economía de subsistencia, por lo que más del 90 por ciento de las casas eran de adobe y no de
material.[cita requerida]

Obras de reconstrucción[editar]

El hospital de emergencia.
El estudio del terremoto, y su Consejo de Reconstrucción. El Consejo de Reconstrucción fue creado
para planificar y reconstruir la ciudad destruida. Se creó un Plan Regulador Urbano, que permitió
convertir a San Juan en una ciudad modelo en prácticas antisísmicas. A pesar de todo, no siempre
fue respetado, dado los intereses políticos opuestos en determinadas circunstancias.[cita requerida]
La obra del Consejo de Reconstrucción fue importantísima: creó el Código de Edificación, proyectó
y construyó numerosos edificios de carácter público, administrativo, sanitario, municipal, escolar y
obras urbanísticas, gran parte de las cuales están en funcionamiento. Pero ese Organismo
provincial desapareció en 1961. La influencia del Movimiento Moderno es especialmente notable en
las obras de arquitectura institucional que se localizaron en el Eje Cívico. La decisión de abrir esta
avenida y ubicar a lo largo de ella los más importantes edificios públicos le dio a San Juan un
aspecto totalmente distinto al que había tenido. Se percibían como las repuestas para la
conformación de la sociedad, que se gestaba bajo la influencia de cambios tecnológicos, científicos
y económicos. El plan Pastor proponía la ubicación de los edificios públicos, un plan ferroviario, la
apertura de la Avenida Central, y daba prescripciones urbanísticas. El Consejo de Reconstrucción
canalizó la mayor parte de sus esfuerzos en la construcción de la obra pública. Mientras los edificios
de jerarquía provincial y nacional eran emplazados sobre el eje de Avenida José Ignacio de la Roza,
las escuelas, puestos sanitarios y la seguridad se ubicaron con el criterio de armar “nodos” en los
sectores del casco urbano y la periferia.2 La descentralización de las funciones cívico-comerciales a
lo largo de la avenida Central tenía como objetivo liberar al centro de San Juan de un tráfico y
estacionamiento excesivo.

Los muertos son situados en términos de entrega a la patria ante los pecados del liberalismo. El
interventor en San Juan, Uriburu, sostiene que los sanjuaninos expiaron “por sí los vicios propios y
del país entero” en referencia a las condiciones del liberalismo había sometido a gran parte de las
clases populares san juaninas, que durante décadas se habían visto obligadas la utilización forzosa
del adobe como material de construcción debido a sus condiciones económicas no le permitían el
acceso a mejores materiales de vivienda.[cita requerida]

Período de reconstrucción 1944 a 1945[editar]

Las calles de San Juan el 17 de enero de 1944 (el día después del
terremoto).
El terremoto de San Juan en 1944, destruyó miles de viviendas, edificios públicos, obras
comunales, históricas y la economía de gran parte de la población, que representaban el patrimonio
acumulado en varias generaciones, sin contar la pérdida de miles de humanos.

La situación creada a la provincia por el sismo se hizo grave por su economía de monocultivo.
[cita requerida]
Había que enfrentar la obra de reconstruir los centros de actividad de la ciudad y la
vivienda para gran parte de su población, cuando en su mayoría ésta carecía de los recursos para
resolver por sí misma su problema habitacional. Mientras el Estado empezaba a organizar la ayuda
y sacar los escombros, se lanzó una gran campaña de ayuda. El día después del terremoto, se
anuncia en cadena nacional una colecta para ayudar a las víctimas. Se produjo una gran
movilización para recaudarlos; la gente hacía fila para dejar dinero y otros elementos de ayuda.
Asimismo, también se organizaron actividades para juntar fondos: carreras de bicicleta, campañas
de donación, etcétera.
A partir de 1944, Argentina pudo volver a poner en marcha a una ciudad de más de
80 000 habitantes. Las principales actuaciones en materia de vivienda fueron las del Consejo de
Reconstrucción de San Juan, el Banco Hipotecario Nacional y el Instituto Provincial de la Vivienda.
El Presidente de aquel entonces, el dictador Pedro Pablo Ramírez, dijo “vamos a construir un lugar
modelo, una ciudad jardín, antisísmica, segura de los embates de futuros terremotos”. Su Secretario
de Trabajo, Domingo Perón contactó a un grupo de arquitectos el cual presenta una utopía técnica:
vieron en San Juan la posibilidad de una experiencia modelo que respondiera a necesidades de la
población, que transformara el paisaje y la manera de actuar del Estado. Planearon reconstruir la
ciudad y también una nueva forma de vida, repensando su estructura productiva, para hacerla más
equitativa. Fue el primer proyecto de viviendas colectivas masivas que hace el Estado argentino en
la historia, los primeros barrios permanentes fueron construidos en 1949/50, se logró terminar varios
edificios, y se impuso la línea municipal, se construyó un dique, la ampliación del hospital y el final
del centro cívico.3 Los proyectos para crear un centro urbano exnovo pero con las intenciones de
mantener en su estructura original la ciudad vieja (pero levantada esta vez con una técnica
antisísmica), se montó un nuevo centro cívico, mientras que el centro fue convertido en área
peatonal en un radio de cuatro manzanas.

La emergencia posdesastre[editar]
El Poder Ejecutivo nacional acudió en ayuda de la provincia de San Juan y creó el Consejo de
Reconstrucción de San Juan, dependiente del Ministerio del Interior. Este emprendió acciones para
atender la emergencia, entre las que comprendió la construcción de barrios de carácter precario, así
surgieron 25 barrios en zonas suburbanas ―hacia el oeste y sur principalmente―. En el Gran San
Juan se construyeron 7794 viviendas, mientras que en los departamentos se construyeron
1930 más. Dejó un saldo de miles de niños huérfanos, inscritos por familias de distintas partes del
país como hijos propios ―en ese entonces no existía la Ley de Adopción― y nunca se hicieron
registros de ello.[cita requerida] Muchas personas continúan en busca de su familia biológica.4

Acciones del Consejo de Reconstrucción, 1947[editar]

Nuevos edificios públicos en San Juan.


Aunque se había creado el Consejo de Reconstrucción ―que realizó una excelente labor durante
muchos años en San Juan― hasta mediados de 1947 pocos particulares tomadores de préstamos
habían edificado sus viviendas, no comenzaba la construcción masiva. Ante la falta de definiciones
sobre el desarrollo urbano, técnicos del Consejo comenzaron a dar «líneas de edificación» sobre la
base de un plano de ensanche, Ley 1122. Para formar un plantel técnico de la problemática urbana,
el Consejo contrató con carácter de asesor urbanístico al arquitecto José Manuel Felipe Pastor,
elaborando un nuevo plan, para el cual se tomaron los lineamientos generales de los planes
presentados anteriormente.

Se comenzó por resoluciones del Consejo que fueron aprobando modificaciones dentro del casco
urbano. Las mismas permitieron fijar la ubicación de edificios públicos, y la apertura de la
Av. Central de un extremo a otro de la ciudad. Fue concibiéndose el Plan Regulador y el Plan de
Zonificación y los aspectos legales por ley provincial y decreto nacional. Así San Juan tuvo su plan
regulador y de extensión. El Consejo convocó a participar a importantes profesionales del país para
los proyectos y/o dirección de sus obras con el criterio de acelerar el proceso de la edificación y
asegurar la diversidad de las concepciones arquitectónicas enmarcadas en las directivas del plan.

Viviendas y edificios públicos, 1948[editar]


Luego de varios decretos nacionales para normalizar la ayuda a la reconstrucción de San Juan, la
ley 12.865 acordó a la provincia un subsidio, incrementado en varias ocasiones posteriores. Entre
1948 a 1961, la entidad realiza el plan de viviendas de 1645 casas, en los alrededores de la ciudad.
Desde esa fecha se comenzó también un plan de construcción de numerosos edificios públicos,
escuelas y obras de urbanización.

Se construyó 53 escuelas, 15 municipalidades departamentales, 20 comisarías, registros civiles,


juzgados de paz, bloques de edificios de los ministerios provinciales y la dirección de escuelas,
tribunales y otros organismos estatales, la cárcel modelo, el observatorio astronómico Félix Aguilar,
el edificio de la Dirección de Turismo, la construcción de cinco grandes avenidas, ensanchamiento
de calles, construcción de nuevas plazas, electrificación pública y otras realizaciones de no menor
importancia ya totalmente finalizadas. Además de esas obras, el decreto 773/56 construyó la Casa
de Gobierno, la Jefatura de Policía, la Cámara de Representantes y el Palacio de Tribunales

Plan Regulador y de Extensión, 1948[editar]


El Plan Regulador y de Extensión de 1948 fue elaborado por el arquitecto José Manuel Felipe
Pastor, asesor urbanístico del Consejo de Reconstrucción. Para llevarlo a cabo se firmó un
convenio entre el gobierno de la provincia y el Consejo de Reconstrucción Nacional, por el cual este
organismo tomó poderes de control de las edificaciones en todo el territorio del valle. Las
municipalidades, incluida la Capital, cedieron esas funciones al Consejo, «mientras dure su
funcionamiento». Vale decir que este ente nacional tuvo las atribuciones necesarias para «ejecutar
el Plan Regulador y las Obras que él comprende en toda la zona afectada por el sismo».

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