Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LABORAL
2
Introducción En primer lugar, se muestra la evolución conjunta de
las tasas de actividad, empleo y desempleo en el pe-
En el presente capítulo se muestra la evolución recien- ríodo 2000-2016.1 Se observa un crecimiento de la tasa
te de los principales indicadores del mercado laboral de actividad de 4 puntos porcentuales (pp), y de 7 pp
en Uruguay. Para el período 2006-2016 se observa un de la tasa de empleo entre 2000 y 2016. Esto llevó a
incremento sostenido en las tasas de actividad y em- una disminución en la tasa de desempleo de 5 pp en el
pleo, y un fuerte descenso en la tasa de desempleo, así mismo período. Se identifican tres etapas en el com-
como una reducción de la informalidad y el subempleo, portamiento de los indicadores de empleo en el lapso
y un aumento significativo del salario real. Mediante considerado. En primer lugar, una caída en la activi-
la desagregación de los indicadores según diferentes dad y el empleo, y un aumento del desempleo entre
perfiles demográficos y socioeconómicos se intenta 2000 y 2003 como consecuencia de la recesión y cri-
dar un panorama de la heterogeneidad de situacio- sis que tuvo su auge en el año 2002. En segundo lugar,
nes a las que se encuentran expuestas las personas. una tendencia creciente en la actividad y el empleo,
Esta especificidad en la información es un insumo y decreciente en el desempleo, a partir de 2003, que
fundamental para la generación de políticas públicas se mantiene hasta 2011. En ese año se registran ta-
que contribuyan a disminuir desigualdades y brechas sas históricas para los tres indicadores analizados, que
persistentes. presentan las mayores tasas de actividad y empleo, y
El capítulo se estructura en tres apartados. En el pri- la menor tasa de desempleo desde 1986.2 Finalmente,
mero se describen los principales indicadores del mer- a partir de 2011 se registra una leve disminución en la
cado de trabajo uruguayo (tasas de actividad, empleo tasa de actividad y de empleo y un leve aumento en la
y desempleo), mostrando su evolución para el período tasa de desempleo. Así, en 2016 la tasa de actividad
2006-2016. En el segundo apartado se examinan al- alcanzó 63,8 %, la de empleo 58,6 % y la de desempleo
gunos indicadores vinculados a la calidad del empleo 8,2 % (gráfico 2.1).
(informalidad, subempleo y salarios). El análisis se
realizará desagregando por sexo, edad, región, nivel
educativo, ingresos y ascendencia étnico-racial, según
1.1 Actividad
la pertinencia. Finalmente, se exponen a modo de sín- En primer lugar se presenta la condición de actividad
tesis algunas reflexiones sobre los resultados encon- de las personas en edad de trabajar según sexo para
trados y los desafíos a futuro. el año 2016. La clasificación adoptada por el INE, ba-
sada en definiciones y recomendaciones de la OIT, es-
tablece la condición de actividad de forma progresiva:
si se cumple alguno de los criterios para definir a una
1. Evolución de las tasas básicas persona como ocupada entonces se la considera ocu-
pada, luego desocupada y por último inactiva. A su vez,
del mercado de trabajo dentro de esta última categoría también se prioriza la
La tasa de actividad es un indicador de la oferta la- declaración de motivos de inactividad en el siguiente
boral, y se define como la proporción de las personas orden: jubilada, pensionista, rentista, estudiante, rea-
en edad de trabajar (PET; 14 años o más) que deciden liza quehaceres del hogar, otros.
participar activamente en el mercado laboral, ya sea Se encuentran perfiles claramente marcados según el
porque están trabajando actualmente o están buscan- sexo de las personas. Por un lado, 67,6 % de los varones
do ocupación (población económicamente activa, PEA). se encuentran ocupados, al tiempo que solo la mitad
La tasa de empleo es un indicador de demanda laboral, de las mujeres presenta similar condición (50,1 %).3
y se define como la proporción de personas en edad de Contrariamente, mientras un 12,4% de las mujeres rea-
trabajar que se encuentran ocupadas. lizan quehaceres del hogar y no participan del mercado
2. Mercado laboral 43
Gráfico 2.1
30
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Gráfico 2.2
Personas en edad de trabajar, según sexo, por condición de actividad (en %). Total país, 2016
100
90 17,4 22,7 20,2
80 9,4
1,0 9,6 9,5
70 4,7
6,9
60 12,4 5,0
50 5,2
40
67,6
30 58,4
50,1
20
10
0
Varones Mujeres Total
laboral, tan solo un 1,0 % de los varones se encuentra posicionando la actividad femenina como el único
en esta condición (gráfico 2.2). motor de crecimiento de la tasa de actividad global
Desde 1986 a la fecha la tasa de actividad femenina (CIEDUR, 2016). En particular, considerando el perío-
creció cerca de 14 pp, al tiempo que la masculina per- do 2006-2016, la tasa femenina registró un aumento
manece estable desde que hay registros de empleo, de aproximadamente 5 pp, y la masculina permaneció
Tasa de actividad y brecha, según sexo (en %). Total país, 2006-2016
80 74,7 74,3 25
72,2 74,0 73,3 73,8 73,1 73,5 73,9 73,0 72,3
70
20
60 53,9 54,0 55,8 55,6 54,4 55,9 55,4 55,3
52,7 53,6
50,8
50 15
40
10
30
20
5
10
0 0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
prácticamente incambiada. Si bien la brecha por sexo Por otro lado, si se analiza la evolución de la tasa de
disminuyó considerablemente, continúa en valores le- actividad según el área geográfica se encuentra que en
janos a los correspondientes a una situación de equi- 2016 esta era de 65,8 % en Montevideo, guarismo que
dad (gráfico 2.3). desciende a 61,8 % en el interior del país, registrándose
una brecha promedio de aproximadamente 3 pp para
Una serie de cambios favorecieron la fuerte incor- el período 2006-2016. A su vez, el mayor crecimiento
poración de la mujer al mercado de trabajo, tal y en la tasa de actividad se registra en Montevideo, ex-
como se planteó en el Reporte anterior (OPP-MIDES, plicado básicamente por el incremento en la tasa de
2015). Entre ellos destaca la crisis del modelo de actividad femenina en el departamento (gráfico 2.4). La
hombre proveedor (breadwinner) promovida tanto brecha entre Montevideo y el interior se explica funda-
por la necesidad de ingreso de los hogares como por mentalmente por la tasa de actividad de las mujeres,
el cambio en los roles de género y en los arreglos ya que no hay diferencias entre la tasa de actividad
familiares tradicionales (Filgueira, 1996), así como de varones en las áreas consideradas. Las brechas por
las modificaciones en la estructura económica, la sexo existentes en este indicador son superiores en el
apertura de la economía y el cambio en los precios interior con respecto a Montevideo.
relativos (Espino y Leites, 2008; Alves, Espino y Ma-
chado, 2011). Por su parte, la brecha en la tasa de actividad entre las
personas de menores ingresos y las de mayores ingre-
De todas maneras, no se ha logrado cambiar signifi- sos aumentó en el período considerado. La profundi-
cativamente el patrón estructural en la condición de zación de esta brecha se explica debido a que la tasa
actividad por sexo, influenciado por el modelo tradi- de actividad de las personas ubicadas en el quintil de
cional de género en el cual el varón se desarrolla en el menores ingresos se mantiene relativamente constan-
ámbito público y la mujer se desempeña en el espacio te, mientras que en el quintil de mayores ingresos se
doméstico (OPP-MIDES, 2015). Un aspecto a destacar, verifica un aumento. Para 2011 y 2016 se observa que la
y que remarca la persistencia del modelo de hombre tasa de actividad es mayor cuanto mayor es el nivel de
proveedor y la distribución diferencial de mujeres y ingresos del hogar. En concreto, para 2016 se encuen-
varones en el ámbito laboral y el doméstico, es que la tra que la tasa de actividad era 58,5 % para las personas
tasa de actividad femenina es sustantivamente menor del primer quintil y que este guarismo aumentaba a
entre las mujeres de 18 a 49 años que residen en ho- 66,7 % para el último quintil. A su vez, en 2016 se veri-
gares con menores de 13 años, hecho que no se verifica fica que la brecha por sexo es mayor en los quintiles de
en la tasa masculina. menores ingresos (cuadro 2.1).
2. Mercado laboral 45
Gráfico 2.4
Tasa de actividad, según sexo por área geográfica (en %). Total país, 2006-2016
80
74,2 74,9 73,9 73,8 74,7
75 71,1 73,5 73,6 73,5 73,6 73,4
73,9 73,2 74,0 74,5 73,9 74,1
70 73,0 73,0 73,2 72,6 71,5
65
60,1 59,6 59,3 59,2
60 57,7 58,2 57,6 58,7
56,2 56,9
55 53,9 52,8 52,8 53,6 53,0 52,7
51,0 51,3 52,2
50,2 51,1
50 48,4
45
40
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Cuadro 2.1
Tasa de actividad según quintil de ingresos (en %). Total país, 2006, 2011 y 2016
2016
2006 2011
Total Varones Mujeres
Quintil 1 60,1 59,7 58,5 70,7 47,9
Quintil 2 60,5 62,3 61,7 70,9 53,3
Quintil 3 60,7 64,2 63,2 70,5 56,5
Quintil 4 60,3 66,4 65,4 73,0 58,5
Quintil 5 61,5 69,2 66,7 75,4 58,5
Fuente: Elaboración DINEM-MIDES con base en ECH del INE.
PEA según máximo nivel educativo alcanzado (en %). Total país, 2006, 2011 y 2016
100
50 36,9
36,7 39,4
40
30
20
31,1 26,2
10 23,4
0,6 0,5 0,4
0
2006 2011 2016
Nota: Se consideran únicamente las personas de 24 y más años de edad, ya que es la edad teórica en la que podrían alcanzar el máximo
nivel considerado.
Fuente: Elaboración DINEM-MIDES con base en ECH del INE.
Gráfico 2.6
Tasa de empleo y brecha según sexo (en %). Total país, 2006-2016
80 25
69,1 69,2 70,0 69,3 71,0 69,8 70,2 70,5
66,3 68,4 67,6
70
20
60
51,3 51,1 50,0 51,3 50,5 50,1
47,8 48,7 48,9
50 46,1
43,7 15
40
30 10
20
5
10
0 0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
demográficos y socioeconómicos. Si se analiza la evo- a descender. En el año 2016, mientras que la tasa
lución de la tasa de empleo según tramos de edad de empleo para las personas de 14 a 24 años era de
se observa un comportamiento esperable, teniendo 34,5 %, este valor asciende a 84,8 % al considerar a las
en cuenta las diferentes etapas del ciclo de vida. La personas de 30 a 49 años, y desciende a 15,1 % en el
tasa de empleo es creciente con la edad, alcanzando caso de los adultos mayores. Por su parte, no se pre-
el máximo en el tramo en que finaliza la edad repro- sentan diferencias sustanciales en la tasa de empleo
ductiva (30 a 49 años), a partir de la cual comienza según ascendencia étnico-racial.
2. Mercado laboral 47
mapa 2.1
Tasa de empleo según departamento, por sexo (en %). Total país, 2016
Cuadro 2.2
Personas ocupadas, por categoría de ocupación (en %). Total país, 2006, 2011 y 2016
2016
2006 2011
Total Varones Mujeres
Asalariado privado 54,2 57,2 56,8 56,1 57,7
Asalariado público 15,6 14,4 15,0 13,0 17,5
Miembro de cooperativa de producción 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2
Patrón 4,7 5,2 4,1 5,3 2,6
Cuenta propia sin local ni inversión 6,5 2,8 2,6 1,9 3,4
Cuenta propia con local o inversión 16,5 18,8 20,3 22,9 17,1
Miembro del hogar no remunerado 2,1 1,3 0,9 0,4 1,3
Programa social de empleo 0,1 0,1 0,1 0,1 0,2
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente: Elaboración DINEM-MIDES con base en ECH del INE.
Las desigualdades encontradas para varones y mu- es menor (14,5 pp). Las máximas tasas de empleo
jeres en la tasa de empleo se presentan también para el total del país se encuentran en Maldonado
al considerar la dimensión territorial (mapa 2.1). La (60,6 %) y Montevideo (60,4 %), departamentos cu-
brecha más grande entre las tasas de empleo de yas tasas de empleo femeninas son también las más
ambos sexos se da en Cerro Largo (26,9 pp), sien- elevadas (53,4 % y 53,6 %, respectivamente), siendo
do Montevideo el departamento donde la brecha los departamentos de Florida (70,2 %), Canelones,
Personas ocupadas según sexo, por rama de actividad (en %). Total país, 2006 y 2016
2016
Rama de actividad 2006
Total Varones Mujeres
Agricultura, ganadería, caza y silvicultura 10,5 8,0 11,4 3,9
Pesca 0,2 0,2 0,3 0,1*
Explotación de minas y canteras 0,1 0,2 0,2 0,0*
Industrias manufactureras 13,7 11,3 13,8 8,1
Suministro de electricidad, gas y agua 1,0 1,2 1,7 0,5
Construcción 6,3 7,5 13,0 0,7
Comercio 19,2 18,2 18,3 18,0
Hoteles y restaurantes 2,6 3,6 2,9 4,4
Transporte, almacenamiento y comunicaciones 5,3 7,2 10,4 3,2
Intermediación financiera 1,5 1,7 1,5 1,9
Actividades inmobiliarias, empresariales 5,7 8,3 7,8 9,0
Administración pública y defensa 7,4 6,6 6,8 6,2
Enseñanza 5,7 6,2 2,8 10,5
Servicios sociales y de salud 6,8 8,3 3,6 14,0
Otros servicios sociales 4,9 4,9 4,2 5,7
Servicio doméstico 9,0 7,0 1,3 14,0
Total 100,0 100,0 100,0 100,0
Nota: Los datos * no son representativos para realizar inferencias (se encontraron menos de 40 casos en dichas categorías).
Fuente: Elaboración DINEM-MIDES con base en datos del INE.
Colonia y Maldonado (68,3 %) los de empleo más alto son trabajadores dependientes —mayoritariamente
en el caso de los varones. privados— y más del 20 % son cuentapropistas con lo-
cal y/o inversión. Se destaca el aumento de los cuen-
Otro dato importante con relación al empleo es el tapropistas con local o inversión en detrimento de los
tiempo dedicado al trabajo remunerado. Se encuentra sin local ni inversión. Por su parte, considerando las
que, en promedio, las personas ocupadas trabajan de diferencias según sexo, se encuentra una mayor pro-
forma remunerada 38 horas semanales, evidenciándose porción de mujeres asalariadas públicas, y una mayor
fuertes diferencias según el sexo. Los varones trabajan proporción de varones cuentapropistas con local, o
en promedio 41 horas semanales y las mujeres 34. Es patrones.
importante destacar que, considerando las cargas de
trabajo remunerado y no remunerado (carga global de Finalmente, en el cuadro 2.3 se presenta la distribu-
trabajo), según la última encuesta sobre uso del tiem- ción de personas ocupadas por rama de actividad4 se-
po realizada por el INE en 2013, las mujeres cumplían 6 gún sexo para 2016. Se observa que los servicios socia-
horas más de trabajo semanal que los varones, lo cual les5 concentran al 33 % de los ocupados, seguido por el
es explicado por la mayor carga de trabajo no remu- sector de comercio (18,2 %) y la industria manufactu-
nerado. A su vez, estas diferencias se agudizan cuando rera (11,3 %). Si se analiza por sexo, se encuentra que
nos concentramos en los hogares de menores ingresos, la mitad de las mujeres tienen un empleo relacionado
donde los varones tienen una participación menor en el
trabajo no remunerado (OPP-MIDES, 2015). 4 Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU), revisión
3 para el año 2006 y revisión 4 para 2016.
El análisis de la distribución de las personas emplea- 5 Los servicios sociales comprenden las ramas de actividad: ad-
das según categorías de ocupación evidencia una es- ministración pública y defensa; planes de seguridad social de
afiliación obligatoria; enseñanza; servicios sociales y de sa-
tructura ocupacional relativamente estable en el pe- lud; otros servicios sociales y hogares privados con servicio
ríodo analizado (cuadro 2.2), en la que más del 70 % doméstico.
2. Mercado laboral 49
Gráfico 2.7
Tasa de desempleo y brecha según sexo (en %). Total país, 2006-2016
16
14,0
14 12,6
12 10,8 10,4
9,4 9,4
10 8,9
8,1 8,1 8,3 8,2 8,3
8 6,7 6,4 6,5
5,6 5,5 5,3
6 4,8 4,9 5,0 5,1
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
con los servicios sociales, al tiempo que en los varones se registra un mayor descenso de la tasa de desem-
apenas el 18,7 % se concentra en ese sector. En particu- pleo entre las mujeres (5 pp en términos absolutos y
lar, 14 % de las mujeres están ocupadas en el servicio 32 % en términos relativos) que en los varones (2 pp y
doméstico, mientras que tan solo 1,3 % de los varones 20 %, respectivamente), lo que conlleva una leve re-
ejercen dicha tarea. La misma tendencia se verifica ducción de la brecha de desempleo entre sexos hacia
en trabajos de enseñanza y salud. En cambio, sectores 2016 (gráfico 2.7).
como la construcción, la industria manufacturera y las
La tasa de desempleo presenta fuertes diferencias se-
actividades primarias (agro, pesca, caza, explotación
gún el tramo etario de las personas: la de los jóvenes
de minas) están fuertemente masculinizados. Es de
de entre 14 y 24 años es más del triple de la registrada
destacar que estos guarismos permanecen estables,
para el total nacional. A su vez, los varones registran
aunque se destaca la reducción en la proporción de
menores tasas de desempleo que las mujeres para to-
ocupados en agricultura, ganadería, caza y silvicultura
dos los tramos de edad. Si se observa el ratio entre la
e Industrias manufactureras, y el incremento del peso
tasa de desempleo de mujeres y varones, la mayor di-
de ramas como actividades inmobiliarias, empresa-
ferencia se registra en el tramo de 25 a 49 años, en el
riales; hoteles y restaurantes; y transporte, almacena-
que el desempleo de las mujeres es 1,7 veces mayor que
miento y comunicaciones.
el de los varones. Es importante señalar que, si bien la
Si se analiza según el tramo de edad, se encuentra una tasa de desempleo de las personas jóvenes continúa en
mayor concentración de jóvenes empleados en el sec- niveles muy elevados respecto del total, la brecha en-
tor de comercio (23,2 %), y una menor proporción de tre sexos ha disminuido para todos los tramos etarios
ellos empleados en el sector de servicios sociales y de respecto a lo registrado para años anteriores (OPP-
salud (5,9 %). Por su parte, no se encuentran diferen- MIDES, 2015) (cuadro 2.4).
cias sustanciales según la ascendencia étnico-racial.
Por su parte, se encuentran niveles de desempleo su-
periores entre las personas de menores ingresos. En
1.3 Desempleo efecto, la tasa de desempleo para personas del primer
quintil es de 18,2 %, mientras que este valor desciende
En el período 2006-2016 la tasa de desempleo ha a 2,6 % para el quintil de mayores ingresos. Además, la
mostrado un notorio descenso, registrándose en tasa de desempleo entre las personas en situación de
2011 la menor expresión para el período considera- pobreza es de 22,3 %, mientras que este guarismo des-
do, tanto en varones como en mujeres. Sin embargo, ciende a 6,8 % entre los no pobres.
Tasa de desempleo según sexo por ascendencia étnico-racial (en %). Total país, 2006, 2011 y 2016
20
19,0
18
16
13,5 13,3
14
11,5
12 10,2
10 8,7 9,0
7,9 7,8
8 6,6 6,3
6 4,7
4
2
0
2006 2011 2016
Varón afrodescendiente Varón no afrodescendiente
Mujer afrodescendiente Mujer no afrodescendiente
2. Mercado laboral 51
mapa 2.2
Tasa de desempleo según departamento, por sexo (en %). Total país, 2016
60 %
50 %
40 %
69,3 71,0 72,1 72,9 73,0 72,1
61,2 61,9 63,6 65,3 65,8
30 %
20 %
10 %
0%
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Sin restricciones No registro (informales) Subempleo y no registro (informales) Subempleo
Nota: Estos datos corresponden al total de ocupados, por lo que pueden no coincidir con los del gráfico 2.12 para el total de ocupados de
15 años o más.
Fuente: Elaboración DINEM-MIDES con base en datos del INE.
Cuadro 2.5
Distribución de los ocupados según restricciones de empleo, por rama de actividad (en %). Total país, 2016
Sin Subempleo y
No registro Subempleo Total
restricciones no registro
Agricultura, ganadería, caza y
69,3 25,5 4,5 0,7 100,0
silvicultura
Pesca 38,0 51,7 10,3 0 100,0
Explotación de minas y canteras 81,8 16,6 0 1,6 100,0
Industrias manufactureras 73,6 20,7 4,6 1,0 100,0
Suministro de electricidad, gas y agua 88,8 8,8 1,4 1,0 100,0
Construcción 49,1 36,6 13,6 0,7 100,0
Comercio 69,3 24,7 4,9 1,1 100,0
Hoteles y restaurantes 66,4 23,8 7,5 2,4 100,0
Transporte, almacenamiento y
85,3 8,2 4,3 2,2 100,0
comunicaciones
Intermediación financiera 94,8 1,2 0,5 3,4 100,0
Actividades inmobiliarias, empresariales 69,3 17,5 9,7 3,6 100,0
Administración pública y defensa,
planes de seguridad social de afiliación 96,0 0,6 0 3,4 100,0
obligatoria
Enseñanza 87,7 4,6 1,4 6,3 100,0
Servicios sociales y de salud 87,8 5,3 1,5 5,5 100,0
Otros servicios sociales 48,5 36,7 11,6 3,2 100,0
Servicio doméstico 51,3 32,8 10,8 5,0 100,0
Total 72,1 19,6 5,7 2,6 100,0
Fuente: Elaboración DINEM-MIDES con base en ECH-INE.
2. Mercado laboral 53
Gráfico 2.10
Cotizantes al Banco de Previsión Social (en puestos de trabajo). Total país, 2000-2015
1.800.000
1.600.000
1.400.000
1.468.660
1.464.054
1.477.130
1.440.521
1.388.233
1.329.109
1.200.000
1.266.259
1.230.960
1.149.923
1.000.000
1.063.382
992.091
915 014
902.924
880.926
800.000
845.921
828.297
600.000
400.000
200.000
0
00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
otro, al conjunto de iniciativas estatales destinadas a localidades del interior. Los mayores niveles de infor-
incrementar la formalidad laboral (gráfico 2.10). malidad se detectan en las localidades de menos de
En 2016 el 25,3 % de las personas ocupadas no se en- 5.000 habitantes y en las áreas rurales (gráfico 2.11).
contraba registrado en la seguridad social, y este va- Entre los años 2006 y 2016 se observa una disminu-
lor es sensiblemente menor en Montevideo que en las ción de casi 10 pp en la informalidad a nivel nacional.
Gráfico 2.11
Ocupados de 15 años y más, no registrados en la seguridad social, según área geográfica (en %). Total país,
2006, 2011 y 2016
40 39,5
35,7 35,4
35 34,0
34,9 33,4
30 29,9 29,6
28,1
25
25,3
20
20,4
17,7
15
10
2006 2011 2016
Total Montevideo Loc. del interior con 5.000 y más hab. Loc. del interior < 5.000 hab. y áreas rurales
Al analizar esta reducción según el área geográfi- En el cuadro 2.6 se presenta la distribución de personas
ca, se evidencia un notorio descenso de la informa- ocupadas no registradas en la seguridad social según su
lidad en Montevideo y en las localidades urbanas nivel de ingresos. Se observa una importante reducción
del interior del país con más de 5.000 habitantes. de la informalidad laboral para todos los quintiles de in-
En cambio, en las localidades menores a 5.000 ha- greso, manteniéndose la tendencia favorable registrada
bitantes y las áreas rurales el descenso fue menos en el Reporte anterior (OPP-MIDES, 2015). Sin embargo,
pronunciado (1,7 pp), y los niveles de informalidad la condición de no registro en la seguridad social se en-
han permanecido relativamente estables en los úl- cuentra fuertemente estratificada según el nivel de in-
timos 10 años. greso, y esta brecha se ha incrementado en el período:
mientras que en 2006 los ocupados del quintil de meno-
Si comparamos 2016 con 2014 parece estabilizarse la res ingresos presentaban una tasa de informalidad 5 ve-
tasa de no registro en la seguridad social, situándose ces mayor que la de los ocupados del quintil de mayores
en el entorno del 25 % (valor apenas más alto que el ingresos, este guarismo ascendía a 7 en 2016.
observado en 2014). En 2016 el grupo etario que pre- Según la ascendencia étnico-racial, en 2016 se observa
senta mayor nivel de personas ocupadas sin registro en una diferencia de 10 pp en cuanto a su registro en la se-
la seguridad social es el de 15 a 17 años, con un 91,1%, y guridad social en detrimento de las personas afrodescen-
este guarismo desciende considerablemente conforme dientes, que presentan una tasa de no registro de 34,5%,
aumenta la edad. Los grupos de edades que lograron guarismo que desciende a 24,3% entre las no afrodes-
mayores avances son los tramos de 18 a 24, 25 a 29 y 30 cendientes. Por su parte, según el sexo no se observan
a 49 años, que disminuyeron su informalidad un 32 % diferencias sustantivas, en tanto los varones muestran
en promedio en el período. una tasa de informalidad de 26,3% y las mujeres de 24,1%.
2. Mercado laboral 55
Cuadro 2.6 la tasa de subempleo 8,3 % en 2016. Existen diferen-
cias entre las áreas geográficas presentadas, visibles
Ocupados de 15 años y más no registrados en la fundamentalmente al considerar por un lado a Mon-
seguridad social, según quintil de ingresos (en %). tevideo y localidades con más de 5.000 habitantes
Total país, 2006, 2011 y 2016
(las cuales tienen un comportamiento similar) y, por
2006 2011 2016 otro lado, los lugares del interior con menos de 5.000
habitantes y áreas rurales. La brecha entre estas zo-
Quintil 1 70,6 63,1 61,4 nas se reduce en el período.
Quintil 2 49,4 38,9 34,9
El subempleo presenta un comportamiento diferen-
Quintil 3 36,6 28,1 24,4 cial al considerar distintas variables de segmenta-
Quintil 4 24,5 19 16,3 ción. Si bien la tasa de subempleo de las mujeres con-
tinúa siendo levemente superior a la de los varones,
Quintil 5 14,0 10,5 8,4 la brecha entre ambos sexos presenta una reducción
Total 34,9 28,1 25,3 significativa en 2016 respecto de 2006 (cuadro 2.7).
Fuente: Elaboración DINEM-MIDES con base en ECH-INE. Por tramos de edad, el subempleo es superior entre
las personas jóvenes respecto de las mayores, fun-
damentalmente entre los 15 y los 17 años. Para este
tramo de edad el subempleo era de 15,6 % en 2016,
2.2 Subempleo siendo de 8,3 % para el total de la población en ese
año. Por último, se observa que la tasa de subem-
El INE define y releva como subempleados a aquellos
pleo disminuye conforme aumenta el nivel de ingreso
ocupados que, trabajando menos de 40 horas sema-
de los ocupados. Entre los ocupados del quintil de
nales, manifiestan el deseo de trabajar más horas
menores ingresos la tasa asciende a 19,7 %, mientras
y están dispuestos a hacerlo, pero no lo consiguen
que era de 3,4 % en el quintil de mayores ingresos.
pues no encuentran horas disponibles en el mercado.
La brecha entre quintiles se ha incrementado en el
El gráfico 2.12 permite observar la evolución del período considerado, ya que mientras los ocupados
subempleo para el período considerado. Para el to- del quintil de menores ingresos presentaban en 2006
tal del país se observa una reducción considerable una tasa de subempleo 4 veces mayor que la de los
en 2014 respecto de 2006 (aproximadamente 48 %) ocupados del quintil de mayores ingresos, en 2016
y un leve aumento hacia el final del período, siendo este guarismo asciende a 6.
Gráfico 2.12
Tasa de subempleo según área geográfica (en %). Total país, 2006-2016
16
13,5
14
13,7
12
10
9,4
8
7,2
7,8 8,3
6
2
12,8 12,1 10,3 8,7 8,6 7,2 7,2 6,7 6,7 7,2 8,3
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Total Montevideo
Loc. del interior con 5.000 y más hab. Loc. del interior < 5.000 hab y áreas rurales
Gráfico 2.13
130 127,4
124,9
120
120,9
110
100
90
80
70
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
2. Mercado laboral 57
Gráfico 2.14
Salario mínimo nacional real, base enero 2000=100. Total país, 2000-2016
300 282
250
200
150
100
100
50
11
13
12
15
16
01
10
14
07
03
02
05
08
06
09
00
04
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
Nota: Para la elaboración del índice con base en el año 2000 se utilizaron los valores del SMN y el IPC a enero de cada año.
Fuente: Elaboración DINEM-MIDES con base en datos del INE.
determinación. Se destaca el potencial de este ins- se observa que son los mayores de 60 años, los jóve-
trumento para reducir la pobreza y la desigualdad nes, las personas residentes en el interior, las mujeres,
(Perazzo et al., 2013). El SMN ha sido utilizado desde las personas afrodescendientes, y con primaria como
1969, pero había dejado de oficiar como garantía para máximo nivel educativo las que se encuentran en si-
la fijación de los salarios por su pérdida sistemática tuación más desventajosa. Si bien estos resultados son
de valor real. Se registra un crecimiento sostenido consistentes con los encontrados para años anteriores,
del SMN a partir de 2005 (año en el que se reactiva la todos los grupos analizados presentan una reducción
negociación a partir de los Consejos de Salarios), lle- en dicha proporción.
gando a multiplicar por 3,7 su poder de compra entre
Por su parte, la media de salario por hora en 2016 para
2004 y 2016. En enero de 2016 el SMN se fijó en $ 11.150
el total de personas ocupadas es de $ 117,1, encontrán-
(gráfico 2.14).
dose similares comportamientos según subgrupos a los
El cuadro 2.8 presenta la proporción de ocupados que registrados para la proporción de ocupados por deba-
se encuentran por debajo del SMN y el salario por jo del SMN. Los jóvenes presentan el menor promedio
hora considerando las diferencias existentes entre los ($ 85,5) en relación con los restantes grupos etarios, en
grupos. tanto las áreas del interior de menos de 5.000 habi-
tantes muestran un valor promedio inferior ($ 89,3) al
En 2016 la proporción de ocupados cuyos salarios se del resto del país. Por su parte, las mujeres obtienen
encuentran por debajo del SMN es de 7,1 %, valor si- menor salario por hora con relación a los varones, así
milar al registrado para 2015 en estudios anteriores como las personas afrodescendientes respecto de las
(OPP-MIDES, 2015) e inferior al de 2012 (8,6 %) (OPP- no afro. Además, se registran amplias diferencias entre
MIDES, 2013), lo que permite visualizar una reducción las personas con primaria como máximo nivel educati-
en la incidencia del fenómeno en dichos años. Al con- vo ($ 77,9) respecto de las que alcanzan la universidad
siderar diferentes subgrupos dentro de los ocupados o similar ($ 193,0).
Ocupados por debajo del SMN y salario por hora, según características seleccionadas.
Total país, 2016
Recuadro 2
2. Mercado laboral 59
de la productividad aparente medida como el va- estrato de productividad baja al de productividad
lor agregado bruto medio por ocupado. Se realiza media-baja, lo que conllevó una reducción del es-
una clasificación de 4 estratos productivos de la trato de productividad baja tanto en términos de
economía uruguaya según las ramas de actividad y empleo como de producto entre 2001 y 2014. A pe-
el tamaño de las empresas, y se analizan las prin- sar del incremento de la productividad media total,
cipales características de los trabajadores de cada los datos sugieren menores niveles de heteroge-
uno, así como la evolución del empleo de estos es- neidad productiva respecto de otros países de la
tratos durante la última década. región, pero con una tendencia al aumento.
El estudio señala que en 2001 los menores niveles Finalmente, con relación al vínculo entre la hete-
de productividad se encuentran en empresas de rogeneidad estructural y la desigualdad salarial, el
menos de 10 empleados dedicadas a los servicios estudio señala que la caída de la desigualdad no es
sociales, mientras que los mayores niveles se aso- fruto de un proceso de homogeneización productiva
cian a empresas de suministro de electricidad, gas sino de la caída de la desigualdad salarial en la in-
y agua de tamaño medio. Por su parte, en 2014 los terna de todos los estratos productivos. Esto es par-
mayores niveles de productividad se hallan en las ticularmente importante, ya que da indicios de que
unidades productivas de información y comunica- incluso en condiciones de creciente heterogeneidad
ción de tamaño mediano, y los menores se mantie- productiva hay espacio para que las políticas públi-
nen sin cambios con respecto a 2001. Se perciben cas impulsen una mayor igualdad de ingresos.
diferencias sustanciales en las características de El estudio concluye que si bien se verifican avances
las personas ocupadas y los empleos según el nivel importantes en la estructura productiva por la vía
de productividad, destacándose que el estrato de de cambios en la composición del empleo según
alta productividad concentra una mayor propor- los estratos, que redundan en mejores condiciones
ción de ocupados varones, jóvenes y de Montevi- laborales, resulta dificultoso evaluar la magnitud
deo, y se caracteriza por una mayor proporción de de los cambios en la heterogeneidad de la estruc-
asalariados y menor de cuentapropistas, así como tura productiva, así como su sostenibilidad.
menores niveles de informalidad laboral.
Profundizar en el análisis de corte longitudinal
En el período considerado, los estratos de produc- para establecer los cambios en el patrón de pro-
tividad media-baja, media-alta y alta ven aumen- ducción, los niveles de productividad y las carac-
tar su capacidad productiva media, pero el estrato terísticas de cada sector productivo, así como en
bajo reduce su productividad media. Como conse- el estudio de qué sectores contribuyen en mayor
cuencia, en el período aumenta la brecha de pro- medida a la reducción de la desigualdad salarial
ductividad entre el estrato alto y el bajo. En 2014 constituye un paso fundamental hacia el diseño
este último concentraba el 36% del total de ocu- de políticas económicas que busquen impulsar un
pados pero cerca de un 10% del producto, y estos cambio estructural virtuoso.
guarismos se invierten en el caso del estrato alto.
Se destaca el desplazamiento de empleo desde el Fuentes: CEPAL (2014) y CEPAL-OIT (2016).
2. Mercado laboral 61