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TEMA DEL SER HUMANO EN ROUSSEAU.

1) Introducción. (Podéis resumir, que hay mucho guachiguachiguá)

Supongo que ya sabéis, porque os lo he dicho muchas veces, ¿¿que la Ilustración conjuga dos palabras
fundamentales que son…?? ¡Efectivamente! razón y progreso. Se cree en la Ilustración que, si el ser humano
desarrolla su razón autónoma, ello le llevará al progreso. Y este progreso se desarrolla en la sociedad y en la
historia. Por tanto, la sociedad es un tema muy importante. Y este problema está muy relacionado con la
naturaleza del ser humano. En este punto destaca mazo Rousseau. Hasta Kant le dedicó estas palabras:
“Rousseau fue el primero en descubrir la naturaleza recóndita del hombre”.

No olvidéis tampoco que Rousseau es un contractualista. Lo cual quiere decir que sitúa el origen de la
sociedad no en la naturaleza humana sino en un pacto.

Y, por último, y esto vale para todos los temas de sociedad/política, la idea que tiene cada filósofo del
ser humano (en este caso Rousseau) influye en la idea de la sociedad/política y eso es porque el hombre el
ser humano se muestra necesariamente en ese espacio social. Y a veces se puede extraer de su pensamiento
sociopolítico las características del ser humano.

2) Punto de partida. (Tatomal)

El punto de partida de Rousseau es denunciar lo artificial de la vida de su entorno y su época. La crítica


se plantea para solucionar estas dos cuestiones: 1º, si el progreso científico conlleva un progreso moral; y,
2º, si permite al hombre ser más libre.

La respuesta de Rousseau a las dos preguntas es NO. Lo vemos en su frase famosa “el hombre nace libre y
por todas partes se encuentra encadenado”.

3) Ciencias y artes como ideología.

(Lo que haremos en estos puntos siguientes será desarrollar la respuesta negativa de Rousseau a las
preguntas anteriores y presentar la posible solución del propio Rousseau. En esta labor buscaremos siempre
qué hay del ser humano en el pensamiento rousseauniano.)

En 1750 Rousseau participa en un concurso de la Academia de Dijon (donde la mostaza). Había que
escribir un artículo largo sobre la cuestión de si la civilización (es lo que se entiende con ciencias y artes) hace
mejores y más felices a los seres humanos y si conlleva progreso. Rousseau responde claramente: las
ciencias y las artes, lo que es lo la civilización y la cultura, pervierten al ser humano y destruyen la moral.

Rousseau gana el concurso con una obrita deliciosa. Fijaos en este texto; está extraído de esa obra que os
digo. Recordad que está escrito en 1750:

“Hoy reina en nuestras costumbres una vil y engañosa uniformidad y todos los espíritus parecen haber sido
fundidos en un mismo molde; la urbanidad exige siempre, la conveniencia manda; se siguen siempre los usos
establecidos, jamás la inspiración personal. Ya no se atreve nadie a parecer lo que es; y en ese perpetuo
cohibirse, los hombres que forman ese rebaño llamado sociedad harán todos las mismas cosas.”

¿A que parece muy actual?

4) El hombre natural o en Estado de naturaleza. (¡TATOGUAY¡) 😊

En 1754 vuelve a escribir para la Academia de Dijon El origen de las desigualdades entre los hombres. En esa
obra Rousseau distingue entre el hombre natural y el hombre histórico. El hombre natural tiene
desigualdades físicas, pero es libre, feliz pues no le falta de nada, y sigue los impulsos: el amor a sí y la
compasión. Es individualista e inacabado pues puede mejorar. En definitiva, algo muy alejado a lo que diría
Hobbes con su “hombre lobo”.

5) El hombre histórico. (¡MALDITA PROPIEDAD!)

El hombre natural ha desaparecido. Ha perdido su libertad y ahora es hipócrita, egoísta y depravado.


Pero esconde su maldad en la cortesía, las buenas palabras y las apariencias. Es la educación superficial e
hipócrita que observa en su época. Luego podrá ofrecer su propia pedagogía en el Emilio. Fijaos cómo es la
crítica a la educación de su tiempo que considera que es poner “guirnaldas de flores sobre cadenas de
hierro”.

Pero ¿cómo se pasó de este estado natural al histórico? Ocurrió en dos momentos: en el primero, el
hombre tuvo miedo de la naturaleza y construyó armas. En un segundo momento, apareció la agricultura y
la metalurgia. Estas dos actividades causaron la división del trabajo y, con esta, llegaron las desigualdades.
Pero lo más determinante fue el surgimiento de la propiedad. Ya conocéis el texto: “el primero a quien, tras
haber cercado un terreno, se le ocurrió decir “esto es mío” y encontró gentes lo bastante simples para
creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad civil.”

Este impostor se adueñó de la tierra, que es de todos, y estableció así el orden social . Como podéis
comprender, ese orden social es ilegítimo y no es natural: es puro artificio y es la base de nuestros
problemas.

Esta distinción entre hombre natural y hombre histórico, que lo sepas, es simplemente una
distinción conceptual para distinguir qué hay de originario y qué hay de artificial en el ser humano actual.
Pero no quiere Rousseau volver al Estado de naturaleza anárquico. ¡Na de eso! Este retorno es,
simplemente, imposible. Lo que pretende es transformar un orden social ilegítimo establecido por la fuerza
en un orden establecido en igualdad y libertad. Para ello, la primera piedra es la educación. (Muchos lo
veréis en vuestras carreras universitarias. Se trata de la obra Emilio, un “tocho” donde se recogen las ideas
pedagógicas de Rousseau. Pero es muy interesante. Pilares de esa educación son el desarrollo en libertad, la
sensibilidad y la voluntad, no tanto el desarrollo de la razón. Se procura que el niño fomente la curiosidad).

Pero no sólo la educación es necesaria para recuperar al ser humano natural. También se trata de
establecer un nuevo orden social, un nuevo contrato social. Recuerda que ya hemos dicho que el primer
“contrato” es injusto y nace de una situación desigual. Para que el ser humano, el ser bueno por naturaleza,
florezca de nuevo. En este nuevo contrato social, el hombre cede sus derechos a la “voluntad general” que
no es otra cosa que la voluntad de todos y es donde reside la soberanía. Esto quiere decir que, en el fondo,
no cede su libertad porque en esa “voluntad general” está también las voluntades particuales. Pero esto lo
desarrollaremos en otro tema.

En conclusión, vemos cómo el ser humano, en la concepción de Rousseau, va evolucionando desde


una postura de bondad natural a una casi maldad que es provocada por la sociedad, en concreto por la
propiedad. Aunque luego recuperará parte de esa bondad con el pacto que lleva a la voluntad general. En
este sentido, Rousseau sería un anti ilustrado (por falta de ppotimismo). Finalmente, es interesante advertir
que hay pasajes que parecen haber sido escritos por uno de sus máximos seguidores: Marx.

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