Está en la página 1de 7

Rousseau: la libertad es lo que nos hace

humanos
Por Filosofía&Co - 27 junio, 2022

Rousseau fue el filósofo de la libertad, una de las reivindicaciones centrales de la Revolución Francesa. Imagen, «La
libertad guiando al pueblo» («La Liberté guidant le peuple»), de Eugène Delacroix, cuadro pintado entre octubre y
diciembre de 1830. Actualmente expuesto en el Museo del Louvre de París. Imagen de dominio público extraída de
Wikipedia (CC0 1.0).

Jean-Jacques Rousseau fue uno de los filósofos modernos que más


reflexionó en torno a la cuestión de la libertad. La libertad para Rousseau
fue un concepto central e influyó sobre el movimiento de la Revolución
Francesa que comenzó en 1789, menos de una década después de su
muerte, y que la tuvo como uno de sus objetivos esenciales.

Por Irene Gómez-Olano

Índice

Contra el progreso

La condición misma del ser humano

La civilización no nos hace más libres

Libertad natural, libertad moral

La Ilustración, que no solo fue un movimiento intelectual, sino también social,


que se extendió a toda Europa, cuestionó muchos de los viejos dogmas heredados de la
tradición cristiana. Con la secularización del mundo y la desconfianza de explicaciones
divinas, surgieron nuevas preguntas filosóficas centradas en la naturaleza del ser
humano. Rousseau contribuyó enormemente a la respuesta de algunas de esas
preguntas, que serían el germen de disciplinas como la antropología o la sociología
contemporáneas.
La filosofía de Rousseau fue fundamental para la nueva forma de pensar al ser
humano, porque desde la pregunta por nuestra naturaleza trató de pensar la historia de
sus civilizaciones y problemas como el de la libertad. En este artículo analizamos el que
sigue siendo uno de los temas filosóficos más importantes a través de las aportaciones
de pensador del siglo XVIII.

Contra el progreso

El concepto de libertad para Rousseau fue fundamental porque era el núcleo de


la reflexión en torno al ser humano. Él estudió esta libertad no desde el punto de
vista natural y del individuo aislado, sino en un contexto social.

Rousseau criticó tanto a la civilización como a la ciencia y el arte basados en


una fe ciega en el progreso. Eso hizo, en un momento en el que todo Europa se subía
a un tren en dirección contraria, que su pensamiento levantara ampollas entre el resto
de los filósofos de la época como Voltaire, con quien se enemistó enormemente, y
también de épocas posteriores, como Nietzsche.

Finalmente, lo que hegemonizó la Ilustración fue un ultrarracionalismo y una


confianza en la ciencia, que llegaron a convertirse en un nuevo dogma religioso, algo
contra lo que Rousseau batalló en toda su obra. Para él, un mayor grado de razón, de
civilización o de progreso no llevan necesariamente a más libertad, sino más bien al
revés: el progreso ha servido para justificar la falta de libertad de los seres humanos en
sociedad.

Por tanto, la cuestión del progreso y la libertad, en su obra, tienen mucha


vinculación. Pero no como en la de otros ilustrados, para los que el impulso
racionalizador llevaría a mayores cuotas de libertad (y de igualdad y fraternidad, ya de
paso), sino en el sentido en que esa racionalidad era un peligro para el ser humano. La
educación, otra de sus preocupaciones constantes, debe instruir a los hombres en la
libertad conforme a los ideales del buen salvaje.

Rousseau criticó tanto a la civilización como a la ciencia y el arte basados


en una fe ciega en el progreso. Para él, el progreso sirve para justificar la
falta de libertad de los seres humanos en sociedad

La condición misma del ser humano

El contrato social es uno de los libros más importantes de la historia de la


filosofía y es donde Rousseau desarrolla en mayor medida la cuestión filosófica de la
libertad. Sostiene que la libertad es la condición misma del ser humano, lo que lo
constituye como tal, por encima de otros atributos como la moral o la razón.
El contrato social, de Rousseau
(Akal).

En esta obra y en otras como el Emilio, Rousseau desarrolla una teoría sobre el
ser humano denominada «el buen salvaje». Para el autor, el ser humano es bueno
por naturaleza; es nuestra tendencia a asociarnos en comunidades mediante un contrato
social por el que aceptamos un cierto marco de convivencia lo que nos corrompe. En
esto, mantuvo una disputa con Thomas Hobbes, quien consideró que el ser humano es
malo por naturaleza y que llegó a escribir que «el hombre es un lobo para el hombre».

Es decir, para el suizo, el ser humano firmaría metafóricamente una especie de


contrato en forma de costumbres, leyes, normas y credos que también lo imbuyen en
un sistema de jerarquías donde unos tienen más recursos, derechos o propiedades que
otros, y existe un Estado que garantiza que eso siga sucediendo.

Los seres humanos podemos escoger si cumplir o no todos esos mandatos


sociales. Si no los cumplimos es gracias a que nuestra libertad así nos lo permite, pero
esa libertad se topa con un límite que es la sanción social y del Estado si no cumplimos
los mandatos del contrato social.

Además, la libertad para Rousseau tiene vinculación con la moral y la


responsabilidad, porque es la garantía de que podemos escoger ciertas cosas en la
vida, lo cual nos hace también responsables de nuestros actos. En el pensamiento de
Rousseau, esa responsabilidad es el punto de partida de la moral, porque, si somos
responsables y libres, también podemos tomar decisiones que considerar buenas o
malas. El problema es que la moral en un sistema injusto será, ella misma, injusta, tal y
como denunció el filósofo.
La nueva revista de pensamiento y actualidad

Encuéntrala en librerías

La civilización no nos hace más libres

En el Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los


hombres, Rousseau argumenta en contra de que la civilización y el desarrollo
científico y tecnológico nos hagan más libres. Señala que la esclavitud, máximo ejemplo
de la falta de libertad, no desaparece en las sociedades más civilizadas, sino que se hace
menos evidente. Sin embargo, es precisamente la libertad de sus ciudadanos el objetivo
que todas las sociedades deberían perseguir.

Además, Rousseau realiza aquí una clasificación de la desigualdad. Por un lado,


hay desigualdades físicas que no son responsabilidad de ningún ser humano, pero
también las hay sociales, que son responsabilidad de la comunidad en que tienen lugar.
Al autor le interesan las segundas.

En El contrato social desarrollará esta hipótesis para afirmar que es la misma


asociación entre seres humanos la que, lejos de constituir una conquista
humana que acaba con la desigualdad, supone el origen de la injusticia. La
libertad para Rousseau no debería fundamentarse en el ejercicio de la fuerza y la
autoridad sobre otros, y es precisamente eso en lo que consiste la existencia de los
Estados, en una aplicación injusta de la autoridad y la fuerza.  

Los Estados, a su juicio, se sirven de un discurso de preservación del bienestar


de una mayoría para justificar la desigualdad, garantizando una propiedad privada
que genera violencia entre los individuos. Su análisis de la propiedad privada como
origen de la desigualdad y la violencia le llevó a ser también una de las fuentes de las
que bebió el análisis marxista.

A la hora de crear leyes, los Estados se supeditan a su misión de garantizar la


propiedad privada y, por tanto, esas leyes se adoptan a los intereses de aquellos que
tienen más propiedades: los ricos, que son una minoría. Por tanto, el contrato social no
garantiza el bien de la mayoría a costa de los intereses de una minoría, sino al revés.
Esto, sumado a la denuncia de la corrupción e injusticia sistémicas, le hizo a Rousseau
enfrentarse contra casi todos los intelectuales de su época, que le consideraban poco
menos que un «antisistema».

Otros artículos sobre la libertad que te pueden interesar

La presencia de Voltaire y su idea de la libertad

Cínicos: los grandes filósofos de la libertad

«El paraíso perdido», sobre la libertad

Libertad natural, libertad moral


Discurso sobre el origen y los
fundamentos de la desigualdad
entre los hombres y otros escritos,
de Rouseau (Tecnos).

Rousseau distingue una libertad natural de una moral, siendo esta segunda más
elevada y propia del ser humano, que quiere ser dueño de sí. Ser libre moralmente,
defenderá, consiste incluso en no atender a los deseos físicos si con eso estamos
atendiendo a los deseos intelectuales y morales.

Para Rousseau, el ser humano tiene una predisposición natural a hacer el bien,
pero es vivir en sociedades lo que nos corrompe, porque nos introduce en una
lógica de injusticia y maldad. El «buen salvaje» remite así a un estado de naturaleza del
hombre en el que este no se ve constreñido por la sociedad corrupta y puede
desarrollarse en libertad, sin las cadenas de la civilización.

Al más puro estilo de Hobbes, Rousseau se retrotrae en el tiempo para tratar de


analizar qué había en el estado de naturaleza del hombre en su libro Emilio, pero
Rousseau encuentra en aquello previo a la civilización lo que lo predisponía al bien y no
al caos.

En El contrato social defenderá que la libertad no solo es una característica del


ser humano, sino algo por lo que luchar y de lo que nadie debe disponer sin
permiso. Renunciar a la libertad es renunciar a la misma esencia humana. Una libertad
que no consiste en dormir cuando queramos o comer cuanto queramos, sino que es algo
más elevado y propiamente humano, que es ser dueños de nosotros mismos, incluso
aceptando la obediencia a otros en ocasiones.

Por eso, podemos considerar a Rousseau un filósofo para la acción y no


solamente de la reflexión. Un filósofo que no sorprende que fuera inspirador de la
Ilustración, reivindicado, temido, odiado y adorado por los filósofos posteriores.
Rousseau nos interpela para actuar, para tomar conciencia de nuestra propia
potencialidad al estilo de la mejor filosofía posible, aquella que no se queda en un sillón
y habla de lo que somos y de cómo deberíamos ser. Y la respuesta que da Rousseau es
clara: lo que debemos ser es libres.

Área premium con


Área premium con
contenidos exclusivos.
¡Prueba 30 días gratis!

Dosieres exclusivos, podcasts, libros de regalo, descuento en otros y en más productos… Haz clic aquí.

También podría gustarte