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Resumen

¿Qué hemos visto en esta unidad?

La comunicación empresarial es el proceso de compartir información dentro y fuera


de una empresa, este proceso debe realizarse de na forma organizada y estratégica
y deben tener unos objetivos claros.

¿Qué cuatro tipos de comunicación corporativa existen?

En función de quién es el emisor y el receptor del mensaje, existen cuatro tipos de


comunicación:

 Comunicación interna ascendente. Procede de un subordinado a un superior


en la jerarquía de la organización.
 Comunicación interna descendente. Fluye desde un superior a uno o varios
subordinados.
 Comunicación lateral interna, Tiene lugar entre los empleados en el espacio
de trabajo físico o virtual.
 Comunicación externa. Hace referencia a cualquier comunicación que se
produce con partes externas como pueden ser clientes, organismos
gubernamentales, proveedores o socios.

Ventajas de una comunicación corporativa interna.

Entre las ventajas de este tipo de


comunicación se encuentra la mejorar del
compromiso de los empleados, la
reducción del uso del email, se evitan silos
de comunicación y construye una marca
corporativa fuerte.

Además, una buena comunicación


fomenta la productividad y mejora la
comunicación fomenta la productividad y
mejora las comunicaciones
interdepartamentales, especialmente en
equipos que trabajan en remoto.

También disminuye la rotación de los empleados y aumenta el compromiso de estos


con la organización y lo mismo sucede con los clientes.

A nivel externo, la comunicación estratégica también presenta numerosas ventajas


a nivel externo, por un lado, tiene un impacto positivo en la imagen que las personas
externas tienen de a empresa y favorece el reconocimiento de marca. Además,
aumenta la retención de los clientes y mejora la experiencia de éstos reduciendo las
experiencias negativas.

Principales elementos a tener en cuenta en una estrategia de comunicación.

Las estrategias de comunicación constan de diversos elementos entre los más


importantes está la segmentación, que consiste en dividir el público objetivo en
grupos más pequeños que comparten unas características similares como puede
ser rasgos demográficos similares, como por ejemplo edad, género, ubicación,
educación y nivel socioeconómico.

Identificar al público objetivo de la organización permite elaborar estrategias de


marketing personalizadas y a definir sus clientes principales centrando los esfuerzos
en este grupo y además comunicándoles mensajes adaptados a las características
del segmento.

Algunas de las variables más frecuentes por las que las audiencias pueden
segmentarse son:

o Tipos de actividad
o Actitudes
o Información sobre el recorrido del comprador
o Métricas de compromiso
o Origen étnico
o Género
o Ubicación geográfica
o Ingresos
o Nivel de educación
o Tipos de personalidad
o Valores

Realizar una segmentación de nuestra audiencia presenta numerosos beneficios ya


que permite centrar los esfuerzos de marketing en el grupo concreto, identifica
oportunidades de mercado dentro de este grupo y diseña productos adaptados.
Además, permite seleccionar mejor los canales de comunicación óptimos para ese
segmento y por lo tanto generar estrategias más acertadas y rentables.
¿En qué consiste el embudo de ventas?

En esta unidad también hemos trabajado el embudo de ventas, que hace referencia
a la representación visual del recorrido que realiza un cliente desde que muestra
interés en un producto o servicio hasta que realiza la acción de adquirirlo.

Las estrategias de comunicación deben ser adaptadas a las diferentes fases del
embudo de ventas:

1. Atracción
2. Interacción
3. Acción
4. Fidelización

Storydoing y storytelling.

Por último, hemos profundizado sobre las estrategias de storydoing y sus


características. Éste término describe aquel enfoque de la comunicación que no sólo
busca contar una historia, sino que también ofrece al público la oportunidad de
participar en ella por sí mismo y convertirse en parte del acto.

El storydoing y el storytelling son similares y disponen de un enfoque común: las


historias deben transmitir un mensaje y unas emociones fundamentales. Sin
embargo, estas dos opciones difieren en sus características básicas. El storytelling
se basa en los valores fundamentales de una empresa y su base de actividad
económica, es decir, lo qué hace la organización.

En el storydoing, la historia se usa para realizar una llamada a la acción con un


conjunto de propuestas innovadoras con las que las personas se comprometen y
son participantes de ésta.

Consta de tres elementos fundamentales:

Objetivos: Es el primer paso que debe realizarse en la estrategia, es necesario


definir qué mensaje queremos transmitir a nuestros stakeholders acerca de
la organización, la marca o un producto determinado.
Reacciones: En este tipo de estrategias siempre se busca la respuesta
emocional que permita establecer una conexión más fuerte entre la
organización y los consumidores de tal manera que estos se conviertan en
embajadores de la marca.
Cuestiones técnicas: Los elementos técnicos tampoco pueden quedarse en
un segundo plano ya que son imprescindibles para poder realizar una
campaña adecuada. Y es necesario tener en cuenta las cuestiones
corporativas como la identidad visual, los valores, la visión y el tono de la
comunicación y los recursos disponibles.

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