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Asignatura: Derecho penal.

Unidad 4:
Tema 12: El dolo como elemento del juicio de
culpabilidad

Sesión 15: El dolo como elemento del juicio de culpabilidad

El dolo es el segundo elemento necesario para que pueda formularse el juicio de culpabilidad.
El dolo representa la expresión más típica, más completa y más acabada de las formas en
que puede presentarse el nexo psicológico entre el autor y su hecho, constituye la forma de
realización normal del hecho.

En nuestra legislación el dolo se considera como regla general y como la forma normal de la
realización del hecho. Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo tenido la
intención de realizar el hecho que lo constituye. Excepto cuando la ley se lo atribuye como
consecuencia de su acción u omisión.

De acuerdo a este dispositivo penal, además de la condición de imputabilidad para la


formulación del juicio de culpabilidad, y la subsiguiente responsabilidad, se requiere que el
sujeto haya cometido el hecho con intención, salvo que la propia ley ponga el hecho a cargo
del agente a título de responsabilidad culposa o preterintencional. La excepción a la regla
general, que es el dolo, está dada en ese mismo artículo cuando dice que la ley se lo atribuye
como consecuencia de su acción u omisión. En esta excepción se habla de la responsabilidad
a título de culpa y de preterintención que veremos más adelante. Con estas necesarias
acotaciones analizaremos el concepto de dolo.

Concepto

El dolo consiste en la intención de realizar un hecho antijurídico. La esencia del dolo pues,
radica en la intención, surge, como lo señaló Carrara, del concurso de la inteligencia y la
voluntad, y se define, en general, como un esfuerzo de la voluntad hacia un determinado fin y,
en lo particular, como un esfuerzo de la voluntad dirigido hacia el delito.

El dolo como titulo de imputación modal de la conducta


Como señalamos anteriormente, el dolo es la forma más perfecta de realización de un hecho
delictual, en el dolo podemos observar ese vínculo perfecto entre el autor y su hecho. En
Venezuela, la presunción de dolo es la regla general. El artículo 61 del Código Penal señala:

Artículo 61. Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo tenido
la intención de realizar el hecho que lo constituye, excepto cuando la ley se lo
atribuye como consecuencia de su acción u omisión.

El dolo es la regla general, la gran mayoría de los delitos deben llevar la intención del sujeto. La
intencionabilidad se convierte en un requisito fundamental, aclarando que no es lo mismo la
voluntad que la intención. La voluntad es simplemente el poder de elección entre cometer o
no la conducta, pero puede existir una voluntad culposa, que son aquellos casos que, a
manera de excepción, la ley le atribuye la responsabilidad al agente por haber actuado bajo
los supuestos de la culpa.

El dolo se considera como la forma normal de la realización del hecho. Además de la


condición de imputabilidad y la subsiguiente responsabilidad, se requiere que el sujeto haya
cometido el hecho con dolo. Pero el legislador además añade que tal principio admite
excepciones, las cuales se encuentran señaladas en el mismo artículo 61 cuando dice que
exceptuando cuando la ley atribuye el dolo como consecuencia de la acción o la omisión,
los delitos culposos o contra la intención, son aquellos delitos en los que las consecuencias de
una acción u omisión no son intencionales.

Elementos del dolo

1. Elemento intelectual

Para que se configure el dolo debe existir un conocimiento intelectual o cognoscitivo del delito
en sus notas características, debiendo extenderse tal conocimiento también a todas aquellas
condiciones en que la acción debe desarrollarse y aún a las circunstancias o elementos
accidentales incluidos en la descripción legal que sirven par calificar o agravar el tipo.
El conocimiento ha de referirse no sólo a la determinación de los elementos materiales o
descriptivos, sino también a los denominados elementos normativos que pueden estar
incluidos en conceptos como ajenidad, falsedad, engaño, entre otros.

El sujeto también requiere para poder actuar dolosamente el conocimiento de la antijuricidad


del hecho, vale decir, que el hecho que va a cometer es contrario a lo que establece la
norma como un deber. Estos requisitos forman parte del elemento intelectual y como dijimos
anteriormente es necesario que el sujeto conozca plenamente el tipo penal y su antijuricidad.

Para completar la idea vamos a ejemplificar: Hay dos sujetos que tienen unos maletines
iguales, uno de los sujetos toma el maletín del otro creyendo que es el suyo ¿estará
cometiendo el delito de hurto? La respuesta es no. Puesto que él tiene desconocimiento de
la ajenidad de la cosa, por tanto no puede configurarse el dolo o la intención.

2. Elemento volitivo

Una vez aclarado lo que el sujeto debe conocer para que su comportamiento pueda
considerarse como doloso, es necesario delimitar el campo de lo querido por el autor del
hecho, esto es, averiguar hasta qué punto el sujeto ha querido, o aceptado en su voluntad,
lo representado. En otras palabras, precisar a los efectos del dolo, ¿Cuándo puede decirse
que un determinado hecho o resultado externo se considera por el agente y cuáles son las
modalidades de este querer? La Doctrina distingue, para explora el campo de lo querido por
el sujeto, tres clases de dolo: dolo directo, dolo eventual y dolo de consecuencias necesarias.
Dolo directo: hay dolo directo cuando el sujeto ha dirigido su voluntad hacia el hecho o un
resultado antijurídico que ha previsto como cierto, con el fin de determinarlo. Dolo eventual:
hay dolo eventual cuando el sujeto dirige su acción a cometer un hecho y sin embargo se
representa unas posibles consecuencias que están unidas al hecho ya de modo necesario o
posible, si es necesario estaríamos hablando de dolo de consecuencias necesarias, al
representarse estas consecuencias el autor no detiene su acción.

Clasificación del dolo

Dolo genérico: es aquel que no establece específicamente para qué se va a cometer el


delito. Ejemplo Art. 405 del código penal.
Dolo específico: es aquel que establece un fin determinado para lo cual se va a cometer el
delito, por ejemplo el delito de rapto establece.

Artículo 383. Todo individuo que por medio de violencias, amenazas o engaño hubiere
arrebatado, sustraído o detenido, con fines de libertinaje de matrimonio, a una mujer mayor o
emancipada, será castigado con prisión de uno a tres años.

Este delito es un ejemplo de lo que es un dolo específico, se comete el delito con dos fines al
mismo tiempo, el de libertinaje, y el de matrimonio.

Dolo de propósito: se da cuando entre la acción y la consumación se da un lapso de tiempo,


el sujeto planifica el hecho.

Dolo de ímpetu: no hay planificación del hecho.

Dolo de daño: se daña el bien jurídico.

Dolo de peligro: se pone en peligro el bien.

La culpabilidad culposa

Otra de las formas de participación psicológica del sujeto en el hecho, junto al dolo, forma
normal de la realización del hecho, se concreta en la hipótesis de la culpa de carácter
excepcional y que puede ser admitida sólo cuando la ley prevé la responsabilidad a tal título,
todo ello de acuerdo a lo que establece el artículo 61.

El Código penal no contiene ninguna disposición expresa en relación a la culpa o al delito


culposo, deduciéndole tal concepto y sus elementos de la las disposiciones generales
contenidas en el articulo 61, y de las diversas disposiciones en que se prevén expresamente
hechos punibles culposos.

Naturaleza

La esencia de la culpa está precisamente en la voluntad e inobservancia de todas aquellas


normas de conducta expresas o derivadas de la práctica común que imponen al hombre,
que vive en sociedad, obrar con prudencia y diligencia en forma tal de limitar determinados
resultados de daños o de peligro para los interés jurídico protegidos. La culpa consiste en la
violación de la obligación de diligencia y prudencia que nos imponen determinadas normas.
Concebida de esta manera la culpa, ella implica un reproche que se dirige al sujeto por el
comportamiento dañoso y lesivo, por no haber seguido las normas de prudencia y diligencia.

Elementos de la culpa

1. La voluntad

Para que se establezca la culpa debe darse el primer elemento, la voluntad , esto quiere decir
que la acción u omisión que realiza el sujeto debe ser voluntaria , en concordancia con lo que
establece la regla contenida en el articulo 61 del Código penal en su ultima parte.

2. La falta de intención

Este elemento es necesario para que se verifique la responsabilidad culposa, se requiere que el
sujeto no haya actuado con intención, si actúa con intención estaríamos ante la presencia de
una responsabilidad a título de dolo que significa intención, no debe entenderse que por
inintencional en el hecho producido, por no constituir tal resultado al fin que se propuso el
sujeto, falte la voluntad. La voluntad en la culpa se verifica por no tener el sujeto la prudencia
necesaria, o por falta de diligencia o por no haber observado las leyes.

Que el hecho no querido se verifique por: imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia


de reglamentos, órdenes e instrucciones.

3. Imprudencia

Culpa in agenda, como se ha denominado en la doctrina, ocurre cuando el sujeto actúa sin
cautela, con ligereza, en el sentido contrario a la norma de prudencia; en tanto que sujeto
debió prever y no actuar irresponsablemente, la imprudencia se da por falta de cautela.

4. Negligencia

Consiste en el descuido, en la falta de diligencia. El sujeto actúa en forma descuidada,


dejando de observar una conducta que era necesaria o haciéndola sin tomar las
precauciones debidas.
Impericia o culpa profesional

La constituye la forma de imprudencia calificada. El código relaciona a la impericia con la


profesión, arte o industria que exigen determinados conocimientos de determinadas
habilidades, se habla así de la impericia cuando se de una preparación insuficiente en el
sujeto, o una manifiesta inhabilidad en la correspondiente profesión, arte o industria, en la
cual se concreta la inobservancia de las reglas técnicas que imponen el ejercicio de tales
actividades.

Inobservancia de los reglamentos ordenes instrumentos

No sólo el Código penal hace referencia a los reglamentos propiamente derechos, sino
también a las leyes. Y en cuanto a las órdenes, han de entenderse por tales las disposiciones
de carácter imperativo que emanan de las autoridades públicas, o de personas físicas o
jurídicas que actúan en interés del Estado.

Tipos de culpa

1. Culpa consciente

Se habla de culpa consciente cuando el sujeto a pesar de no haber tenido la intención de


realizar el hecho, a pesar de no haber querido el resultado, si embargo lo ha previsto como
posible consecuencia de su acción u omisión. La culpa consciente es algo similar al dolo
eventual.

2. Culpa inconsciente

La culpa inconsciente es el caso común que se da cuando el resultado no ha sido previsto


por el agente, cuando el sujeto no prevé la posibilidad de que el resultado se verifique, si no
que toma las precauciones para que éste no se produzca. En estos casos estaremos
hablando de culpa inconsciente. La clasificación de la culpa se hace efectiva cuando el juez
va a penalizar la responsabilidad culposa, la ley establece que el juez medirá los grados de
culpabilidad con que actuó el agente.
Responsabilidad preterintencional

Junto a la forma de responsabilidad dolosa y culposa, se ubica la responsabilidad a título de


preterintención. La doctrina penal se ha referido a la preterintención como una tercera forma
de participación psicológica. Se trata de una responsabilidad que surge a título excepcional
de acuerdo a lo que señala el artículo 61 del Código Penal cuando dice:

Artículo 61.- Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo tenido la intención
de realizar el hecho que lo constituye, excepto cuando la ley se lo atribuye como
consecuencia de su acción u omisión.

En esta excepción se encuentra justificada la responsabilidad culposa y la responsabilidad


preterintencional.

El Código Penal se refiere a la preterintención en el artículo 74, la menciona como una


atenuante a todo hecho punible.

Artículo 74. Se consideraran circunstancias atenuantes que, salvo disposiciones especiales de


la ley, no dan lugar a rebaja especial de pena, sino a que se las tome en cuenta para aplicar
esta en menos del término medio, pero sin bajar del límite inferior de la que al respectivo
hecho punible asigne la ley, las siguientes:

- Ser el reo menor de veintiún años y mayor de dieciocho cuando cometió el delito.
- No haber tenido el culpable la intención de causar un mal de tanta gravedad como el que
produjo.
- Haber precedido injuria o amenaza de parte del ofendido, cuando no sea de tal gravedad
que dé lugar a la aplicación del artículo 67.
- Cualquier otra circunstancia de igual entidad que a juicio del Tribunal aminore la gravedad
del hecho.

El ordinal dos establece la preterintención, y define su concepto. Podríamos decir que la


preterintención se da cuando el sujeto lleva la intención de ocasionar un mal pero el resultado
excede de la intención del sujeto y se produce un daño mas grave. Es el ejemplo de un sujeto
que quiere lesionar a otro y lo empuja y el otro se da un golpe en la cabeza y muere.
Naturaleza Jurídica

El delito preterintencional tiene una naturaleza muy controvertida y el fundamento que


tiene en este caso la atribuimos al resultado no querido o de las consecuencias que exceden
de la acción del sujeto.

Para determinar la naturaleza del delito preterintencional hay que considerar que se trata de
una naturaleza mixta. El resultado más grave se carga a cuenta del autor a título de
responsabilidad objetiva, precisamente porque se toma en cuenta el resultado más que la
intención, en otras palabras, el delito preterintencional comienza siendo doloso y termina
adjudicando el resultado a título de responsabilidad objetiva.

Relación con la responsabilidad objetiva

Cuando se habla de responsabilidad objetiva se habla de aquella responsabilidad que se le


atribuye al sujeto tomando en cuenta el resultado que produce más que la intención que
ocasionó el hecho. Sin embargo, los delitos calificados por el resultado presentan diferencias
con respecto a los delitos preterintencionales, éstos consisten, no sólo en la falta de
homogeneidad, sino que en los delitos de responsabilidad objetiva no hay una línea de
progresión, en los delitos preterintencionales existe una mayor ofensa dentro del mismo
género. En los delitos preterintencionales se le da vida autónoma es el caso del Artículo:

Artículo 410: El que con actos dirigidos a ocasionar una lesión personal, causare
la muerte de alguno, será castigado con presidio de seis a ocho años, en el
caso del artículo 405; de ocho a doce años, en el caso del 406; y de siete a
diez años, en el caso del artículo 407.

Si la muerte no hubiese sobrevenido sin el concurso de circunstancias


preexistentes desconocidas del culpable, o de causas imprevistas o
independientes de su hecho, la pena será de presidio de cuatro a seis años, en
el caso del artículo 405; de seis a nueve años, en el caso del artículo 406; y de
cinco a siete años en el caso del artículo 407.
Causas de inculpabilidad

Así como estudiamos los elementos positivos que conforman el hecho delictual, entre los
cuáles tenemos la culpabilidad, también estudiaremos los elementos negativos. Elemento
negativo de la culpabilidad es la inculpabilidad. Bien sabemos que es necesario para que
pueda imputarse la responsabilidad penal de un sujeto comprobar su culpabilidad, si el sujeto
actuó bajo responsabilidad dolosa, culposa o preterintencional. La inculpabilidad se da
cuando el sujeto tiene un falso conocimiento del hecho o simplemente está equivocado en la
realidad y cae en error.

Concepto de error

El error es una representación equívoca de una cosa cierta. La ignorancia es ausencia de


conocimiento. En el error hay un conocimiento falso, en la ignorancia no hay conocimiento. El
primero es un estado negativo, el segundo es un estado positivo

Tipos de error

- Error de tipo (error e ignorancia de hecho)


El error de tipo es el desconocimiento del tipo penal establecido en la ley. En Derecho Penal,
error de hecho e ignorancia de hecho se unifican y tiene los mismos efectos penales. Ej., dar
de beber un “refresco” a alguien sin saber que en realidad se le está dando un veneno que
tiene el mismo color que la frescolita y el mismo envase.

- Requisitos: esencial e inculpable


El error debe recaer sobre la naturaleza de la operación. Ej., no es bigamia si cualquiera de
ellos desconocía que el otro era casado.
El error debe ser invencible, no debe provenir de dolo ni de culpa. Algunas veces si no se
actúa con diligencia se puede excluir el dolo pero no la culpa.

- Error de prohibición
El error de prohibición es el desconocimiento del ordenamiento jurídico. Se presume que todas
las personas conocen las leyes. Esta presunción es iure et iure, no acepta prueba en contrario.
Es decir, no se puede tratar de alegar y querer probar que desconocía la ley
- Error en el objeto y en las personas
Es error en el objeto si no se sabía que era documento público (CP, 198, 200). El error recae
sobre la persona si luego nos enteramos de que era autoridad. Estos errores son "de hecho",
que luego pueden tener consecuencias jurídicas.

La aberratio delicti y la aberratio ictus

La aberratio delicti es la equivocación del delito. Se produce cuando en vez del hecho
representado y querido se produce un resultado diverso en el aspecto de la configuración
objetiva que es independiente de la persona ofendida o de las relaciones entre ésta y el
culpable. Se desea cometer un delito pero resulta otro distinto. Ej., se quiere robar, pero en el
intento se mata al cajero. Se castiga por tentativa de robo y por delito culposo de homicidio.
Es el error en el delito.

La aberratio ictus es el error accidental (no error esencial o excusante ni error en la persona) o
equivocación en el acto. Hay aberratio ictus cuando el acto dirigido contra un determinado
objeto de la acción, produce su eficacia, no sobre él, sino sobre otro equivalente.

Sólo hay un error accidental (otros piensan que ni hay error), no hay error en la persona ni error
esencial o excusante, sino que hay una alteración del complejo causal desencadenado por el
sujeto activo. No es error sobre la persona. La aberratio ictus es el error accidental, que afecta
a hechos puramente fortuitos que no desvirtúan el propósito delictivo, aún cambien el sujeto
pasivo del delito. Ej., un disparo que mata a otro, en vez de matar a quien fue apuntado.
Queriendo matar de un golpe a Carlos, se mata a Francisco. El error no incide en el momento
de la formación de la voluntad, sino surge por circunstancia fortuita, que turba la normal
ejecución del delito.

Es el error en el acto. Se responde por el nexo causal. La pena corresponde al delito doloso,
en nuestra legislación penal el error accidental se encuentra contemplado en el artículo 68
del Código penal.
Artículo 68.- Cuando alguno por error, o por algún otro accidente, cometa un
delito en perjuicio de persona distinta de aquella contra quien había dirigido
su acción, no se le imputarán las circunstancias agravantes que dimanen de
la categoría del ofendido o lesionado o de sus nexos con éste, pero si las que
habrían disminuido la pena del hecho si lo hubiera cometido en perjuicio de
la persona contra quien se dirigió su acción

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