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¿Complaciente o Arrepentido?

Ministerio de Consejería Bíblica de Faith Church·Lunes, 5 de noviembre de 2018


Algunos aconsejados te dirán las cosas como son. Si están arrepentidos, el cambio radical
lo demuestra. Si no lo están, te lo dirán. Si piensan que estás haciendo un excelente trabajo
en ayudarles, te agradecerán. Si piensan que no lo estás haciendo bien, entonces te
explicarán sin rodeos que necesitas crecer.
Esas situaciones pueden ser difíciles para el corazón (o fáciles), pero al menos el
aconsejado es abierto, honesto y está dispuesto a comunicarte sus pensamientos. Tú, como
el consejero, sabes dónde te encuentras y dónde se encuentra tu aconsejado. Tu consejería
puede que termine bien o no; pero finalizará en una forma en la que todos entenderán qué
está pasando.
La situación es más difícil cuando el aconsejado no es tan directo. Quiero que
consideremos a ese aconsejado que se mantiene asistiendo a las sesiones. El aconsejado que
es agradable, amable, afable y complaciente.

El Problema del Aconsejado Complaciente

Aconsejar a un aconsejado complaciente es una experiencia placentera. Como no


comparten sus pensamientos se hace fácil trabajar con ellos. No expresarán su enojo hacia
ti. No expresarán su decepción en ti. Aparentarán estar adueñados de sus luchas. Estarán de
acuerdo en que la obra, presencia y palabra de Dios les ayudan. En otras palabras, dirán
todas las cosas correctas. Son complacientes. Incluso se gradúan de la consejería como una
persona obediente. Pero, ¿verdaderamente son diferentes?
Creo que los padres pueden identificarse con esto. Los hijos pueden ser complacientes, pero
al momento de verse con un poco de libertad su verdadero corazón queda expuesto. Los
empleadores o subordinados pueden presentarse de una forma complaciente, pero al recibir
un poco de poder buscarán aplastarte como a un insecto. Los aconsejados pueden ser
complacientes, pero después de la consejería vuelven a sus viejos patrones.

Diferencias entre el Cumplimiento y el Arrepentimiento

Estoy teniendo más conversaciones con mis aconsejados respecto al tema del cumplimiento
y el arrepentimiento.
El cumplimiento es diferente al arrepentimiento. Sin embargo, lo que hace esto tan difícil es
que el cumplimiento y el arrepentimiento comparten muchas expresiones externas
comunes. Por ejemplo:

1. El cumplimiento y el arrepentimiento admiten el mal hecho.


2. El cumplimiento y el arrepentimiento están de acuerdo en que algo se debe hacer.
3. El cumplimiento y el arrepentimiento escuchan y son respetuosos.
4. El cumplimiento y el arrepentimiento te agradecen por estar dispuesto a servirles.
5. El cumplimiento y el arrepentimiento hacen cambios en el comportamiento.

El Cambio que Dios Busca


Ser complaciente es mejor que la testarudez externa y la bravuconería orgullosa. Al menos
es mejor en el sentido de que es más placentero trabajar con ello. Pero no es el cambio de
corazón genuino del que habla la Biblia en tantos lugares. Además, esa complacencia
podría ser una habilidad de manipulación adquirida y perfeccionada a través de años de
autoengaño y de buscar engañar a otros.

¿Cómo responder?

Con tanto en juego, ¿cómo deberíamos nosotros, como consejeros, elegir responder? Aquí
hay 4 sugerencias mientras trabajas con tus aconsejados.

1. Créele a tu aconsejado. 1 Cor. 13 nos recuerda que el amor todo lo cree. Eso no
significa que tenemos que ser ingenuos. Significa que tomamos la decisión de creer
lo mejor sobre una persona. La consejería puede llevar a una persona a ser cínica.
Algunos consejeros tienen algunas heridas de batalla. No cedas a la tentación de ver
a todos a través del lente de un cínico.
2. Cuando hables sobre el arrepentimiento, habla también sobre el cumplimiento. Casi
todos los casos de consejería van a involucrar arrepentimiento hacia alguien por
algo. Cuando enseño sobre el arrepentimiento desde Daniel 9: 1-19, o 2 Corintios
7:10, o Efesios 4: 22-24, hablo del cumplimiento como un peligro potencial para el
verdadero arrepentimiento. No estoy confrontando a mi aconsejado. Les estoy
advirtiendo que todos nosotros somos tentados a ser complacientes sin verdadero
arrepentimiento. “La Complacencia no es el cambio de corazón genuino del que
habla la Biblia en tantos lugares.”
3. Haz preguntas si sospechas que tu aconsejado está siendo complaciente en lugar de
arrepentirse. Las acusaciones pueden endurecer el corazón, pero una pregunta puede
levantar la conciencia. A veces, la confrontación de Natán hacia David (2 Samuel
12) sirve como un modelo útil. Las personas complacientes en ocasiones encuentran
que el cumplimiento es molesto cuando alguien a quien quieren cambiar dice que lo
hará, pero al final se niega. No me gusta acusar a mi aconsejado de ser complaciente
sin antes pedirle su opinión.
4. Elógialos por su buena disposición en participar y escuchar, pero llámalos al
arrepentimiento. A veces los consejeros simplemente siguen adelante. No saben qué
hacer, así que simplemente continúan. Te sugiero que hagas una pausa e incluso
asignes la misma tarea. A veces, en la consejería hay un obstáculo que no se puede
quitar en el primer intento. Haga un segundo, tercer, ... lo que sea necesario ...
intento, porque sin arrepentimiento no van a avanzar.

¿Cómo te ha ayudado la distinción entre cumplimiento y arrepentimiento?


Si te ha interesado este artículo, debes saber que será uno de los puntos a tratar en nuestra
Conferencia de Capacitación en Consejería Bíblica en Febrero 2019.

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