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amargura
Cuando alguien a quien quieres te hace daño, puedes aferrarte a tu enojo,
rencor, e ideas de venganza — o elegir el perdón y seguir adelante.
Escrito por el personal de Mayo Clinic
¿Quién no ha sido herido por las acciones o las palabras de otra persona? Tal
vez uno de tus padres te criticó constantemente cuando crecías, un colega
saboteó uno de tus proyectos, o tu pareja te engañó. O quizás tuviste una
experiencia traumática, como abuso físico o emocional a manos de una
persona en quien confiabas.
Estas heridas pueden dejarte con sentimientos duraderos de enojo y amargura
— y hasta deseos de venganza.
Pero si no aprendes a perdonar, quizás seas tú quien pague el precio más alto.
Al aceptar el perdón también podrás adoptar paz, esperanza, gratitud y alegría.
Considera cómo perdonar puede guiarte en el camino al bienestar físico,
emocional, y espiritual.
¿Qué es el perdón?
Perdonar significa diferentes cosas para diferentes personas. Pero
generalmente implica una decisión de dejar atrás el rencor y los pensamientos
sobre venganza.
Quizás siempre recuerdes el acto que te hirió o te ofendió, pero el perdón
puede disminuir el poder que tiene sobre ti y ayudar a que te liberes del control
de la persona que te hirió. El perdón puede incluso llevar a tener sentimientos
de comprensión, empatía y compasión para la persona que te hirió.
Perdonar no significa olvidar, ni encontrar excusas para el daño que se te hizo,
ni reconciliarte con la persona que te causó el daño. Perdonar da un tipo de
paz que te ayuda a continuar con tu vida.
Todo Resentimiento,
Toda Amargura,
Todo Odio
espíritu de Resentimiento,
espiritu de Amargura,
espíritu de Odio y
espíritu de Falta de Perdón.
Confiese su Perdón
A cada una de las personas,
Especificando las razones
Por las cuales tiene que Perdonarlos.
"SEÑOR: Yo Perdono a
(nombre de la persona).
Le Perdono por:
"SEÑOR: Yo te entrego
A todas estas personas
Y mi derecho a buscar venganza
Contra ellos.
Opto por No aferrarme a
Mi amargura
Ni a mi enojo.
¡Amén!"
Recordamos,
pero ya no hay dolor en nosotros.
2. ¿QUÉ HAY QUE HACER CON AQUELLOS QUE NO ACEPTAN NUESTRO PERDÓN?
Te pido perdón
y me arrepiento
de todos mis pecados.
(Nómbralos).
Renuncio
a todo pacto con el mundo,
con la carne y con el diablo,
JESÚS,
entra a mi corazón y cambia mi vida.
¡AMÉN!
Sugerimos
que comiences con el libro de
“San Juan”
“Romanos.”