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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NORORIENTAL “GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”

FACULTAD DE DERECJO – ESCUELA DE DERECHO

LA OBLIGACIÓN ROMANA

PROFESORA: REALIZADO POR:

Yosmary Romero Jesús Guzmán. V-31799379


Kevyn Gómez. V-30368535
Edward García. V-30744639
INTRODUCCIÓN
El derecho romano es uno de los pilares fundamentales de la civilización
occidental y su influencia se extiende a diferentes áreas del derecho moderno.
Dentro de esta rica tradición jurídica, las obligaciones ocupan un lugar central
como uno de los conceptos más importantes y relevantes.
Las obligaciones en el derecho romano se refieren a los vínculos jurídicos que se
generan entre las personas, estableciendo derechos y deberes reciprocos que
deben ser cumplidos. Estas obligaciones pueden surgir de diversas fuentes, como
los contratos, los delitos o los actos unilaterales.
El estudio de las obligaciones en el derecho romano nos permite comprender
cómo se regulaba la relación entre las partes y cómo se resolvían los conflictos.
Además, nos brinda una base sólida para entender los fundamentos del derecho
civil y el derecho de obligaciones en la actualidad.
En este trabajo, examinaremos las principales características de las obligaciones
en el derecho romano, sus elementos, fuentes entre otros temas prestando
especial atención a su conceptualización, fuentes de origen y modalidades de
cumplimiento.
A través de este estudio, podremos apreciar la relevancia y perdurabilidad del
derecho romano en la actualidad, y comprender cómo sus principios y normas
continúan influyendo en la regulación jurídica de las obligaciones en la sociedad
contemporánea.
LA OBLIGACIÓN
La teoría general de las obligaciones no es una creación directa de los clásicos o
de los bizantinos, sino más bien un producto de la reinterpretación sistemática del
Corpus iuris, que hicieron los pandectistas alemanes del siglo antepasado.
Aunque el Corpus iuris no define el derecho real, las Instituciones de Justiniano si
definen la obligación como el iuris vinculum, quo necessitate adstringimur alicuius
solvendae rei, secundum nostrae civitatis iura, el vínculo de derecho que nos
impone a pagar alguna cosa según el derecho de nuestra ciudad civil. De lo
anterior se desprende la obligación como un vínculo jurídico entre dos o más
personas, de las cuales una o más (sujeto activo o sujetos activos) están
facultados para exigir de otra, u otras, cierto comportamiento positivo o negativo
(dare, facere, praestare, non facere, pati), mientras que el sujeto o los sujetos
pasivos tienen el deber jurídico de observar este comportamiento, deber
sancionado mediante acción personal. Los elementos de la obligación son, por
tanto, uno o más sujetos activos (creditores, rei credendi), uno o más sujetos
pasivos (debitores, rei debendi) y un objeto, debe consistir en un dare, facere o
praestare. El objeto de la obligación es el comportamiento, que, a su vez,
eventualmente, se refiere a un bien material.
ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN
Son tres son los elementos constitutivos de la obligación civil, los sujetos, el objeto
y la relación jurídica.
a) Los sujetos de la relación jurídica obligación son el acreedor y el deudor. El
acreedor es el sujeto activo de la obligación que es titular de un derecho
subjetivo, comúnmente llamado derecho personal o derecho de crédito. El
deudor es el sujeto pasivo de dicha relación que tiene a su cargo un deber
jurídico denominado deuda.
b) El objeto es la conducta que el deudor queda constreñido a realizar, y que
puede consistir en un dar, hacer o un no hacer.
c) La relación jurídica, según el maestro Bejarano Sánchez, es "…un vínculo
reconocido y disciplinado por el Derecho objetivo, y por lo que se refiere a
la relación jurídica de la obligación o derecho personal, es un vínculo
creado por el Derecho objetivo, el cual faculta al acreedor a exigir una
conducta del deudor y asegura su cumplimiento con la posibilidad de
obtener compulsivamente su acatamiento".
En efecto, el vínculo jurídico que caracteriza a la obligación no es otra cosa que la
coercibilidad o posibilidad de utilizar la fuerza para vencer la actitud contumaz del
obligado que distingue al derecho de los otros sistemas normativos que rigen la
conducta humana, verbigracia, la moral o los convencionalismos sociales.
FUENTES
Las fuentes de las obligaciones son los hechos jurídicos que dan origen a ellas.
Justiniano señaló cuatro fuentes de las obligaciones: contratos, delitos,
cuasicontratos y cuasidelitos. Sin embargo, a lo largo del Corpus iuris
encontramos varias citas que demuestran que, para los bizantinos, estas cuatro
fuentes no agotaban la materia en cuestión, mencionando como fuentes
adicionales la pollicitatio y el votum.
En cuanto a las cuatro fuentes justinianeas, consideremos que:
1. El contrato puede definirse como un acuerdo entre varias personas, que
tiene por objeto producir una o más obligaciones civiles.
2. El delito es un hecho humano contrario al derecho y castigado por la ley.
3. El cuasicontrato es una figura parecida al contrato por su licitud y sus
consecuencias, pero en el cual no se encuentra el consentimiento entre los
sujetos como elemento constitutivo, lo cual separa los cuasicontratos de los
contratos.
4. El cuasidelito es un acto ilícito, pero que el derecho romano no clasificaba
entre los delitos. Produce una obligación entre el autor del acto y el
perjudicado.
En relación a la pollicitatio, consistía en la oferta hecha al público en general. El
votum eran ofertas hechas por justa causa a una ciudad o un templo.
Pactos
Los pactos tenían diferentes formas de clasificarse y materializarse, sin embargo,
aunque no existe unanimidad de opiniones entre los romanistas sobre este punto,
hay argumentos que permiten suponer que los simples pactos, los pactos nudos,
tenían cierto efecto jurídico; engendraban obligaciones naturales, de modo que su
cumplimiento voluntario no podía considerarse como un pago de lo indebido o una
donación. En el derecho Justinianeo, si el pactum nudum no producía acción,
cuando menos ofrecía una defensa al producir una exceptio. Este principio general
tuvo antecedentes en plena época clásica.
Entre éstos, se distinguen tres categorías:
a. Pactos adyectos. Puesto que en contratos de buena fe el juez tenía
que tener en cuenta la intención de las partes y las demás
circunstancias del caso, era natural que los pactos concertados por
las partes en el momento de celebrarse un contrato de buena fe
tuvieran eficacia procesal.
b. Pactos pretorios. En interés de la vida económica, el pretor concedía
acciones y excepciones con fundamento en algunos pactos, los
cuales, por esta razón, pasaron de la categoría de pactos nudos a la
de pactos vestidos.
c. Pactos legítimos. Varias constituciones imperiales concedían una
actio ex lege para exigir el cumplimiento de algunos pactos, hasta
entonces nudos. Como tales pactos legítimos debemos mencionar:
1. Lo promesa de dotar.
2. La promesa de donar.
3. El convenio de someter eventuales pleitos futuros a la opinión de uno o
varios árbitros.
Los cuasicontratos
Los cuasicontratos se parecían a los contratos por ser lícitos y engendrar
obligaciones, pero diferían de ellos por la falta de consentimiento.
Los casos más conocidos eran los siguientes:
 La aceptación de una herencia, que podía crear deberes del heredero a
favor de legatarios o fideicomisos
 La aceptación de un legado que podía crear deberes del legatario a favor
de un fideicomisario.
 La copropiedad nacida de circunstancias ajenas a un acuerdo de las
voluntades de los copropietarios, como cuando nace de un legado, herencia
o donación, o de la commixtio.
 La aceptación de la tutela, que creaba deberes a cargo del tutor y a favor
del incapaz. Como éste ni siquiera podía dar un consentimiento válido, era
evidente que equivalía a un cuasicontrato.
 La tenencia de ciertos objetos (como un testamento), que obliga a
mostrarlos a otros interesados debe ser sancionada por la actio ad
exhibendum.
Los tres cuasicontratos más conocidos son:
a. Gestión de negocios. Para evitar un daño a algún amigo o vecino
ausente, alguien podía intervenir en su favor, sin haber recibido
instrucciones al respecto.
b. Enriquecimiento ilegítimo. Este cuasicontrato nació como
repercusión de varias acciones, creadas por los pretores en los
casos en que había un traspaso de riqueza entre dos personas, no
completamente justificado por la conciencia jurídica.
c. La lex rhodia de iactu. Según esta ley, la pérdida que sufrían los
propietarios de mercancías, arrojadas de un barco para salvar éste,
debía repartirse entre todos los interesados, en proporción a su
interés.
Delitos
En la antigua Roma encontramos delitos públicos (crimina) y delitos privados
(delicta). Los primeros ponían en peligro evidente a toda la comunidad. Se
perseguían de oficio por las autoridades o a petición de cualquier ciudadano y se
sancionaban con penas públicas. Tenían orígenes militares y religiosos. Los
segundos causaban daño a algún particular y sólo indirectamente provocaban una
perturbación social. Se perseguían a iniciativa de la víctima y daban lugar a una
multa privada en favor de ella. Fueron evolucionando desde la venganza privada,
pasando por el sistema del talión y por el de la "composición" voluntaria. Esos
delitos privados eran actos humanos, contrarios al derecho o a la moral, de
consecuencias materiales a veces intencionadas, pero de consecuencias jurídicas
no intencionadas, que daban lugar, no sólo a una indemnización, sino también a
una multa privada en favor de la víctima, y que únicamente podían perseguirse a
petición de ésta. No se trataba necesariamente de actos dolosos.
Entre los antiguos delitos privados debemos distinguir tres del ius civile y cuatro
del ius honorarium. Los del ius civile eran: robo, daño en propiedad ajena y
lesiones. Y los cuatro del ius honorarium eran la rapiña, la intimidación, el dolo y
fraus creditorum.
Cuasi-delitos
Existen estudiosos del Derecho romano que consideran que los cuasidelitos
implican una responsabilidad por actos culpables ajenos. Así encontramos cuatro
figuras respecto a los cuasidelitos:
1. Effusum et deiectum. Cuando un líquido arrojado o un objeto sólido caído
desde un edificio sobre la vía pública causaba un daño, el habitante
principal del edificio respondía por el doble del valor causado.
2. Positum vel suspensum. Cuando se ha colocado o colgado sobre la vía
pública un objeto que podría causar un daño, cualquier ciudadano podía
denunciar el peligro y recibía entonces, en recompensa, una multa privada
de diez mil sestercios.
3. El juez que "hacia suyo el litigio", dictando una sentencia injusta. Es posible
que, originalmente, este cuasidelito se basara en la culpa del juez y que
esta figura, una vez establecida, se extendió luego al caso de dolo judicial.
4. Robos y daños sufridos en naves, hoteles y establos. Aquí debemos
distinguir varias posibilidades. Si el culpable resultaba ser esclavo del
hotelero, barquero o propietario del establo, a su dueño le correspondía
pagar la indemnización, más la eventual multa privada, pudiendo, empero,
optar por el abandono noxal. En cambio, si el culpable era un empleado
libre, el patrón respondía eventualmente con fundamento en la Lex Aquilia,
por haber seleccionado torpemente a su personal
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES SEGÚN SUS ELEMENTOS
Las obligaciones admiten diversas clasificaciones, y así tenemos:
a) Obligaciones civiles y naturales;
b) Civiles y pretorias
c) Divisibles e indivisibles,
d) Determinadas e indeterminadas,
e) Conjuntas y solidarias,
f) De derecho estricto y de buena fe,
g) Positivas y negativas,
h) Principales y accesorias, y
i) Puras o simples y sujetas a modalidades.
A. OBLIGACIONES CIVILES Y NATURALES:
Las civiles son aquellas que dan acción para exigir su cumplimiento, en cambio,
las naturales, son aquellas que no dan acción para exigir su cumplimiento, pero
que una vez cumplidas dan derecho para retener lo que se ha dado o pagado en
virtud de ellas.
Pero no hay que confundir la obligación natural, con el puro deber moral, por las
siguientes razones:
1. La obligación natural puede compensarse. Ej. Primus debe a Secundus
1.000 ases por una obligación civil, y Secundus le debe a primus 500 ases
por una obligación natural. La obligación de Primus queda reducida a 500
ases, porque la compensación es un modo de extinguir las obligaciones
hasta concurrencia de la menor (la compensación opera cuando dos
personas son recíprocamente acreedoras y deudoras y siempre que se
trata de obligaciones liquidas o fácilmente liquidables y exigibles).
2. Puede también la obligación natural novarse, esto es, cambiar el sujeto, el
objeto o el vínculo de la obligación. (En cambio el deber moral no admite
novación. ("La novación", como lo dice nuestro código civil, es la sustitución
de una nueva obligación a otra anterior, la cual queda por tanto
extinguida").
3. También puede la obligación natural caucionarse, esto es, admite garantía
o caución como la prenda, la hipoteca, la fianza, etc. Como obligación
natural, tenemos las siguientes, en las Institutas de Justiniano:
 Las que existen entre los padres y los hijos de familia; no podía el padre
cobrarle al hijo, ni el hijo al padre, pero se facultaba al que recibía para retener
lo pagado.
 Las existentes entre personas sometidas a una misma potestad, Ej. Entre dos
hermanos, entre el hijo y la madre, porque ambos se encuentran sometidos a
la potestad del pater;
 La obligación natural establecida por el senado consulto miacedoniano, que
determinaba que el hijo de la familia que contraía préstamo no estaba obligado
a pagar.
 Las obligaciones civiles extinguidas por la prescripción en diez años las
acciones ejecutivas se convertían en ordinarias y en 20 las ordinarias se
convertían en obligaciones naturales, a menos que primitivamente hubiesen
sido ejecutivas, porque entonces bastan diez (10) años más. Si se exige el
cumplimiento de estas obligaciones, el demandado puede excepcionar
alegando prescripción, pero si paga, el que recibe está facultado para retener
lo pagado.
 Las obligaciones que contraía el esclavo por el amo; y
 Las obligaciones contraídas por el impúber, sin la concurrencia de su tutor; si el
impúber cuando llega a la pubertad cumple, el que recibe puede retener lo
dado o pagado.
B. OBLIGACIONES CIVILES Y PRETORIAS:
Esta clasificación se relaciona con la extinción por la prescripción.
En el antiguo derecho romano, las obligaciones civiles, eran imprescriptibles y las
pretorias eran prescriptibles. Con Justiniano, todas las obligaciones se hicieron
prescriptibles.
La prescripción, extintiva era una institución propia del Derecho de Gentes, y
desconocida por el derecho civil romano. Los pretores, morigerando el derecho
civil, aceptaron la prescripción extintiva respecto de aquellas personas que siendo
deudoras habían permanecido en situación de que no se les cobrara durante largo
tiempo.
C. OBLIGACIONES DETERMINADAS E INDETERMINADAS:
Las determinaciones e indeterminaciones se refieren al objeto de la obligación, el
cual debe ser determinado, especifica o genéricamente porque la obligación es un
vínculo entre personas, una de las cuales debe dar, hacer o no hacer una cosa
respecto de la otra. Si no se determina lo que se dará, hará o no hará, la
obligación sería imposible de establecer. Como el objeto de la obligación tiene que
ser determinado especifica o genéricamente se tiene que las obligaciones
determinadas son aquellas que tienen un objeto especifico o cuerpo cierto, en
tanto que las obligaciones indeterminadas son las que tienen un objeto genérico,
por lo que no se puede hablar sino de una indeterminación relativa.
Por su parte, las obligaciones genéricas pueden ser:
a. Genéricas propiamente tales;
b. Alternativas, y
c. Facultativas.
a. OBLIGACION GENERICA: Propiamente tal, es aquella cuyo objeto
es determinado por su peso, cantidad, numero o medida, por Ej.
Primus se constituye deudor de Secundus por 100 ases o por 20
metros de género, o por 20 fanegadas de trigo, o por 15 litres de
vino. Como aquí el objeto de la obligación es relativamente
determinado, la obligación se cumple dándose la cosa según peso,
cantidad, número o medida.

Nuestro Código Civil, en los artículos 1.565, 1.566 y 1.567, trata de las
obligaciones genéricas propiamente tales, siguiendo la línea romana.
b. OBLIGACION ALTERNATIVA: Es aquella que tiene un objeto
alternativo, es decir, que puede reemplazarse por otro. Ej: Primus se
constituye deudor de Secundis por un caballo o dos toros. Se deben
dos cosas, pero el pago de una de las obligaciones alternativas
exonera el pago de la otra, ambas son exigibles y se encuentran "in
obligations". Si se pierde una de estas cosas se debe la otra; se
pierde cuando se destruye materialmente, cuando se hace
incomerciable o cuando se pierde definitivamente.
1. En el momento de la entrega elige el deudor a menos que se haya pactado
lo contrario. Si la elección corresponde al acreedor no puede elegir ni lo
mejor ni lo peor, sino el término medio.
c. OBLIGACION FACULTATIVA: Es aquella en que debe una cosa
determinada, pero teniendo el deudor la facultad de pagar con otra
cosa, una cosa esta “in obligatione" y la otra "in solutione". Si se
pierde la cosa facultativa debida, o sea "in obligatione", la obligación
se extingue; si el deudor quiere, puede pagar con la cosa que se
encuentre "in solutione". Esta cosa sirve para solucionar, pero no es
exigible.
D. OBLIGACIONES DE DERECHO ESTRICTO Y DE BUENA FE:
Las obligaciones de derecho estricto se caracterizan porque su interpretación es
literal y las de buena fe porque deben cumplirse según la intención de las partes.
En estas últimas no solo se tiene en cuenta lo expresado literalmente en el
contrato, sino también todo lo que no está establecido en el, pero que nace de la
buena fe, de las costumbres o de la naturaleza de la obligación.
En el derecho romano antiguo, los actos jurídicos eran muy solemnes, no se
admitía el dolo y se decía que la ley no protegía a los tontos; tampoco era
admisible el vicio de la fuerza. Las obligaciones eran muy severas y las partes solo
debían estarse a lo que estrictamente se había convenido. Las obligaciones
debían ceñirse estrictamente a su tenor. Pero el derecho pretorio morigerando la
rigidez del derecho civil romano, hizo primar la buena fe en todos los contratos,
idea que se mantiene hasta nuestros días. Así, nuestro Código civil ha instituido el
principio de buena fe" en su artículo 1.603.
E. OBLIGACIONES POSITIVAS Y NEGATIVAS:
Modernamente las obligaciones positivas son las de dar y hacer, y negativas las
obligaciones de no hacer.
Sin embargo, la anterior no era la clasificación que hacían los romanos; ellos
entendían que la palabra hacer comprendía la abstención, es decir el no hacer y
sostenían que las obligaciones eran de dar, hacer o de prestar como dijo al
principio de este curso. Se sostiene por los estudiosos del derecho romano que tal
vez los romanos no fueron muy lógicos en tal división, porque el termino prestar
siempre significa dar y la diferencia entre uno y otro termino radica tan solo en que
"prestar" es simplemente dar en forma transitoria y "dar" conlleva la entrega en
forma definitiva.
La obligación de "no hacer" es aquella en que una parte se obliga a no ejecutar un
hecho que lícitamente hubiera podido realizar, sino mediara la obligación
convenida. Es, pues, una obligación negativa que consiste en una abstención. Si
el deudor llegara a ejecutar el hecho que se obligó a no hacer, responderá
generalmente de los perjuicios que haya ocasionado al acreedor.
Esto es lo mismo que consagra nuestro Código Civil en su artículo 1.612, al decir
"toda obligación de no hacer una cosa se resuelve en la de indemnizar los
perjuicios, si el deudor contraviene y no puede deshacerse lo hecho".
Contrariamente a las obligaciones de no hacer, las obligaciones de hacer son
aquellas que tienen (por objeto la ejecución de un hecho. Ej. El caso de un pintor
que se obliga para con otra persona a pintar un cuadro determinando. De esta
obligación trata nuestro Código Civil en su artículo 1.610. Las obligaciones de dar
son aquellas que tienen por objeto, según los romanos, la entrega al acreedor de
una cosa definitivamente por parte del deudor. Pero en el derecho moderno y,
concretamente en el colombiano, las obligaciones de dar no solo implican las
entregas definitivas, sino también las transitorias que en Roma constituían las
obligaciones de prestar.
F. OBLIGACIONES PRINCIPALES Y ACCESORIAS:
Obligaciones principales son aquellas que tienen una existencia independiente. En
tanto que las accesorias son aquellas que no tienen existencia independiente, sino
que están vinculadas a la existencia de una obligación principal y su- objeto es
precisamente garantizar el cumplimiento de la obligación principal, de la cual
dependen. Como obligaciones principales tenemos por Ej. Las obligaciones
nacidas del contrato de compraventa o emptio venditio y las emanadas del
contrato de arrendamiento o locatio conductio. En cambio, son obligaciones
Accesorias, las que nacen de la prenda, la hipoteca y de la fianza.
Las obligaciones accesorias, como accesorias que son, siguen la suerte de la
obligación principal, cuyo cumplimiento garantizan, de tal manera que si la
obligación principal se extingue, se extingue también la accesoria. Si la obligación
principal aumenta, aumenta también la accesoria; pero si la obligación principal
disminuye, la accesoria permanece igual, es una excepción.
G. OBLIGACIONES PURAS SIMPLES Y SUJETAS A MODALIDADES:
Las obligaciones puras o simples, son aquellas no sujetas a elementos
accidentales, cuáles son las condiciones, el plazo y el modo. En tanto que las
obligaciones sujetas a modalidades son aquellas sujetas a tales elementos
accidentales.
Se llama condición (conditio) a una cláusula del negocio jurídico en virtud de la
cual la eficacia de este o la cesación de tal eficacia depende de la verificación de
un acontecimiento futuro e incierto; menos rigurosamente, se llama también
condición al acontecimiento de cuya verificación dependen los efectos del negocio
o su cesación.
Se llama término (díes) a la cláusula de un negocio jurídico en virtud de la cual sus
efectos se verificarán o dejarán de tener lugar en un día determinado o
determinable.
Se llama modo (modus), en el lenguaje Justiniano, a la cláusula de un negocio
jurídico a título gratuito, con la cual se impone al destinatario de la liberalidad la
obligación de observar determinado comportamiento. Otras veces se había de
modus en el sentido normal de medida, es decir, para indicar los limites dentro de
los cuales un derecho está constituido, así:
Si se puede gozar de una servidumbre de pasaje o de transito solamente en
determinadas horas o de acuerdo en cierta estación.
H. OBLIGACIONES DIVISIBLES E INDIVISIBLES:
La divisibilidad nace del objeto de la obligación, es decir, de lo que se debe dar,
hacer o no hacer. Y según el objeto sea divisible o indivisible la obligación será
divisible o indivisible. Pero la cuestión solo tiene importancia cuando los
acreedores son varios o cuando lo son también los deudores.
La Obligación indivisible se caracteriza por la facultad que tiene el acreedor para
exigir todo de una persona, lo cual ocurre cuando el objeto no puede dividirse. Ej:
Primus, Secundus y Tercius se constituyen deudores de Paulus por un caballo; se
le exige el cumplimiento de la obligación al que de los deudores tenga el caballo;
si este muere, se le exigirá el cumplimiento al heredero que tenga el caballo
debido.
Esta es una indivisibilidad física, proveniente del objeto. Pero en cambio es
naturalmente divisible la obligación de pagar una suma de dinero. Pero la
indivisibilidad no solo puede ser física, sino que también puede ser intelectual
como cuando se refiere a ciertos derechos que por su naturaleza requieren que no
se dividan, tal es el caso, por ejemplo, de la obligación de conceder una
servidumbre de transito; físicamente considerada es divisible: tal parte para uno y
tal parte para otro, pero el derecho real de servidumbre en si mismo es indivisible
y se ejercita también en forma indivisible.
Más los romanos, contrariamente a lo admitido por la legislación moderna, no solo
hacían nacer la divisibilidad e indivisibilidad de las obligaciones del objeto de la
misma. Ellos fueron más lejos, porque también hacían nacer la divisibilidad y la
indivisibilidad del acuerdo de voluntades, de las convenciones. Ej. Romulus se
constituye deudor de Primus con el carácter de indivisible por la suma de 50 ases,
pero antes de cancelar el crédito Romulus muere dejando varios herederos. En
este caso el acreedor Primus puede cobrarle íntegramente a cualquiera de los
herederos.
H. DIVISIBLES E INDIVISIBLES
La indivisibilidad puede ser absoluta o relativa. Es absoluta cuando la materialidad
del objeto impide su división. Tal sucede como cuando por Ej: se debe una vaca,
toda vez que no podría cumplirse la obligación entregando la cabeza, las patas, el
rabo o cualquiera otra parte del mentado animal por separado. Esta indivisibilidad
absoluta que proviene del objeto de la naturaleza se llama también indivisibilidad
ex-natura.
La indivisibilidad que proviene de la voluntad de las partes se llama indivisibilidad
ex-voluntate.
Nuestro Código Civil, en su artículo 1.581, dice que la "Obligación, es divisible
según tenga o no tenga por objeto una cosa susceptible de división, sea física,
intelectual o de cuota".
I. OBLIGACIONES CONJUNTAS Y SOLIDARIAS:
La obligación, por lo general, solo se contrae entre un solo deudor y un solo
acreedor, es decir, que la obligación tiene normalmente dos sujetos: Un sujeto
pasivo, sobre el cual recae la obligación y a quien se le da el nombre de deudor
(debitor reus) y un sujeto a quien compete el derecho subjetivo correspondiente y
se le da el nombre de acreedor (creditor). Pero excepcionalmente sucede que una
sola obligación vincula a varios sujetos activos o pasivos y, en este caso, las
obligaciones pueden ser conjuntas, correales e indivisibles.
De las indivisibles ya nos ocupamos, no así de las otras, de las cuales tratamos
inmediatamente.
OBLIGACIONES CONJUNTAS: Son aquellas en que existiendo varios deudores o
acreedores y siendo uno solo el objeto debido, cada deudor solo está obligado a
satisfacer su parte o cuota en la deuda y cada acreedor solo tiene derecho para
reclamar su parte o cuota en el crédito. A estas obligaciones también se les llaman
mancomunadas. Modernamente algunos autores critican la denominación de
"obligación conjunta", sosteniendo que tal denominación da la idea de la existencia
de una sola obligación, cuando la realidad es que en las obligaciones conjuntas.
hay tantos vínculos jurídicos, tantas obligaciones, como personas que en ellas
intervienen y, por tanto, debieran llamarse "obligaciones disyuntivas", por la
variedad de vinculo. Pero los opositores a tal innovación alegan que la
denominación de "obligación conjunta'' no tiene nada que ver con la existencia de
diversos vínculos, sino que tal denominación tiene su origen en que tales vínculos
arrancan de un mismo origen, es decir, que es el origen común el causante de la
denominación y de aquí que se les llame también mancomunadas como antes se
dijo.
En las obligaciones conjuntas, cuando las partes nada dicen, tanto el crédito como
la deuda se dividen en partes iguales en tal forma que cada uno de los acreedores
solo tienen derecho a exigir su cuota y cada uno de los deudores solo está
obligado a pagar su cuota. El Código Civil Colombiano no le dedica a las
obligaciones conjuntas párrafo especial; se refiere a ellas en diversas
disposiciones, de las cuales se deduce que para nuestro derecho civil las
obligaciones simplemente conjuntas son aquellas en que existen varios deudores
o acreedores y es uno solo el objeto debido, de manera que cada deudor solo está
obligado a pagar su cuota o parte en la deuda y que cada acreedor solo tiene el
derecho de exigir el pago de su cuota o parte en el crédito, es decir, que nuestro
derecho civil a este respecto abrevó en los principales romanos.
OBLIGACIONES SOLIDARIAS: Se oponen a las obligaciones conjuntas o
mancomunadas. La solidaridad es un modo especial de ser las obligaciones que a
veces se opone a la división del crédito, ora a la división de la deuda. En el primer
caso la solidaridad es activa porque existe entre acreedores; y, en el segundo la
solidaridad es pasiva porque existe entre deudores. Cuando la solidaridad es
activa, cualquiera de los acreedores puede exigir el pago total de la deuda y
cuando es pasiva cada uno de los deudores está obligado al pago total de la
prestación debida. Pero también la solidaridad puede ser activa y pasiva al mismo
tiempo. Ej. Primus, Secundus y Tercius se constituyen solidarios de Augustus y de
Cesar, quienes a su vez son acreedores solidarios. En este caso cualquiera de los
deudores está obligado al pago total de la deuda. Y cuando la solidaridad es activa
al mismo tiempo, recibe el nombre de MIXTA. Las obligaciones solidarias o in
solidum, ocurren cuando de un mismo hecho o acto jurídico surge obligación a
cargo o en beneficio de varias personas, con el efecto de que aun siendo divisible
el objeto de la prestación, esta puede ser reclamada por cada uno o a cada uno
por la totalidad. Esto quiere decir que la solidaridad nace de la convención o de la
ley (en los casos de delitos).
Nace de la convención cuando es pactada expresamente, por Ej: Primus se
constituye deudor de Secundus por 1.000 ases, pero Tercius afianza a Primus con
el carácter de fiador o de deudor solidario; entonces Secundus puede exigir el
cumplimiento de la obligación por el total o bien a Primus o bien a Tercius.
La solidaridad nace de la ley en los casos del delito, ya que los romanos
dispusieron que todos los responsables de delitos eran solidariamente
responsables de los danos causados por la infracción.
Esto es, la víctima del daño podía exigir el pago total de los perjuicios a uno
cualquiera de los victimarios.
OBLIGACIONES SOLIDARIAS Y CORREALES:
Modernamente no se había de obligaciones correales. Sin embargo, los romanos
en la época clásica hacían una diferencia entre la solidaridad y la correalidad. Pero
posteriormente la solidaridad y la correalidad se confundieron bajo el nombre de la
primera (solidaridad), pero mientras subsistió la diferencia cada una tuvo
caracteres propios. Hasta podría decirse que en Roma las obligaciones solidarias
fueron correales o solidarias propiamente tales.
El tratadista Francisco Jorquera, profesor de la Universidad de Chile, en su obra
DERECHO ROMANO, al hablar de las obligaciones correales, sostiene lo
siguiente: "La correalidad, su origen arranca de las primitivas formas de obligarse
verbi, como son el nexum, la fiducia y la sponsio. En las dos primeras (nexum y
fiducia), se materializa en las personas obligadas, cada una de las cuales está
obligada a satisfacer plenamente al acreedor; o en las cosas que se emancipan en
garantía. La Sponsio, tiene el carácter moral en que la responsabilidad de los
sponsores se refiere a toda la obligación. Perfeccionadas estas formas en la
stipulatio, la correalidad tiene en ella su campo propio. Los obligados en la
stipulatio se llaman reos (reus promittenti); cuando eran varios, tenían en carácter
de co-reos, y el efecto de su obligación era la correalidad.
Hay en la correalidad, en consecuencia, un objeto único, común, exclusivo. La
correalidad es así, un conjunto de obligaciones que en varios sujetos pasivos o
activos pueden estar obligados a una cosa; el cumplimiento hecho por un deudor o
acreedores extingue la obligación".
El mismo autor antes citado, puntualiza que entre las obligaciones correales y las
solidarias, antes de confundirse y constituir una sola, por su origen y diferentes
características presentaban las siguientes diferencias:
 La correalidad nace de la voluntad y, la solidaridad, de la responsabilidad.
 La correalidad puede ser activa y pasiva y la solidaridad solo pasiva.
 En la correalidad el objeto puede ser fungible o infungible, en la solidaridad
solo es fungible.
 En la correalidad hay un lazo común que es el objeto; en la solidaridad no hay
ninguno.
 La correalidad se extingue con el objeto y la solidaridad con el pago.
 En la correalidad el que ha cumplido tiene acción de restitución contra cada
uno de los co-reos o deudores por su cuota; en la solidaridad solo se puede
exigir la cuota al culpable.
 La correalidad no puede presumirse y la solidaridad, si.
 La correalidad pasa en la misma calidad a los herederos, en tanto que la
obligación solidaria pasa dividida.
 La acción intentada en la obligación correal, no puede iniciarse contra los otros
después de haberse iniciado contra uno; porque el objeto es el mismo;
mientras que la demanda puede repetirse en las obligaciones solidarias hasta
obtener el pago.
INEJECUCIÓN DE LAS OBLIGACIONES
La inejecución de las obligaciones puede tener diferentes causas, entre las cuales
se pueden destacar el dolo, la culpa y la mora. Estos conceptos están
relacionados con el incumplimiento de una obligación por parte de una de las
partes involucradas en el contrato.
El dolo se refiere a la mala fe o intención maliciosa de una parte de engañar o
perjudicar a la otra parte en la ejecución de un contrato. El dolo implica una
actuación consciente y deliberada para obtener un beneficio indebido o causar un
perjuicio a la otra parte. Cuando una parte incumple una obligación de manera
dolosa, la otra parte puede exigir la indemnización de los daños y perjuicios
causados.
La culpa, por su parte, se refiere a la falta de diligencia o cuidado de una parte al
cumplir con una obligación. La culpa puede ser de diferente grado, desde la simple
negligencia hasta la negligencia grave o imprudencia. Cuando una parte incumple
una obligación por culpa, puede ser responsable de indemnizar los daños y
perjuicios causados, en función de la gravedad de la culpa.
La mora, por último, se refiere al retraso en el cumplimiento o la ejecución de una
obligación. Cuando una de las partes no cumple con su obligación en el plazo
acordado, se considera en mora. La mora puede ser de dos tipos: mora del deudor
y mora del acreedor. La mora del deudor se produce cuando este no cumple su
obligación en el plazo establecido, mientras que la mora del acreedor se produce
cuando este no recibe o acepta el cumplimiento de la obligación por parte del
deudor.
CAUSAS EXTRAÑAS A LAS PARTES O INIMPUTABLES; EL CASO
FURTUITO Y LA FUERZA MAYOR
Las causas extrañas a las partes o inimputables son aquellas que no pueden ser
atribuidas a ninguna de las partes involucradas en un contrato o situación legal.
Estas causas son consideradas fortuitas o de fuerza mayor.
El caso fortuito se refiere a situaciones imprevisibles e inevitables que ocurren de
manera repentina e inesperada. Ejemplos de casos fortuitos pueden ser desastres
naturales como terremotos, incendios, inundaciones, huracanes, entre otros. Estos
eventos son externos al control de las partes involucradas y pueden impedir el
cumplimiento de las obligaciones establecidas en un contrato.
Por otro lado, la fuerza mayor se refiere a circunstancias que, si bien pueden ser
previsibles, son inevitables y escapan al control de las partes. Estas circunstancias
pueden ser provocadas por acciones del Estado, como cambios en la legislación o
regulaciones gubernamentales, o por situaciones imprevisibles como guerras,
huelgas generales, epidemias, entre otros.
En ambos casos, tanto el caso fortuito como la fuerza mayor, las partes no pueden
ser responsabilizadas por el incumplimiento de las obligaciones establecidas en el
contrato debido a estas circunstancias extraordinarias. Sin embargo, es importante
que las partes demuestren de manera fehaciente que se encuentran
imposibilitadas de cumplir con sus obligaciones debido a una causa fortuita o de
fuerza mayor para evitar posibles consecuencias legales.
CONCLUSIÓN
En conclusión, las obligaciones y los contratos son elementos fundamentales en el
derecho romano y en el sistema legal contemporáneo. Las obligaciones son
vínculos jurídicos que surgen de un acto legítimo y consisten en el deber de una
persona de cumplir con una prestación hacia otra. Estas pueden ser civiles o
naturales, voluntarias o impuestas por la ley.
El contrato es un acuerdo de voluntades entre dos o más partes, que tiene por
objeto crear, modificar o extinguir obligaciones. Es una forma de manifestación de
la autonomía de la voluntad, donde las partes establecen las condiciones y
términos a los cuales se someten.
Las fuentes de las obligaciones son el contrato, cuasicontrato, delito, cuasidelito y
ley. El contrato es la fuente principal de las obligaciones, ya que se basa en la
voluntad de las partes. Los cuasicontratos son actos lícitos que generan
obligaciones, pero sin el consentimiento expreso de las partes.
En el derecho romano, las obligaciones podían ser clasificadas en diversas
categorías, como las obligaciones civiles y naturales. Las obligaciones civiles eran
aquellas que podían ser exigidas a través de una acción judicial, mientras que las
naturales eran aquellas que no podían ser exigidas ante los tribunales, pero que si
se cumplían, podían generar efectos jurídicos.
La inejecución de las obligaciones puede ser causada por diversas circunstancias,
como el incumplimiento voluntario, la imposibilidad de cumplimiento, el
cumplimiento tardío o defectuoso, entre otros. También existen causas extrañas a
las partes o inimputables, como el caso fortuito o la fuerza mayor, que impiden el
cumplimiento de las obligaciones.
BIBLIOGRAFIA
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https://gc.scalahed.com/recursos/files/r161r/w22485w/Clase6/
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http://derecho-romano.blogspot.com/2006/10/clasificacion-de-las-obligaciones.html
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https://www.osterlingfirm.com/Documentos/articulos/Inejecucion%20de
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