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FORMULAS
ALTERNATIVAS A LA
PROSECUCIÓN DEL
PROCESO
Profesora: Estudiante:
Nilmary Guerra. Yulianny Agreda Salazar.
V-28.274.568
La justicia es uno de los pilares fundamentales de una sociedad democrática, y en
este sentido el sistema judicial debe ser eficiente y justo para que los ciudadanos
confíen en él. No obstante, muchas veces los procesos penales se convierten en
un laberinto complejo, donde las partes en ocasiones pierden el foco en el
verdadero objetivo de la justicia.
En Venezuela, existen algunas fórmulas alternativas de prosecución del proceso
que permiten a las partes llegar a acuerdos amistosos, lo cual puede resultar
beneficioso para ambas partes, pero siempre manteniendo el respeto a los
derechos fundamentales de las personas.
El principio de oportunidad es una fórmula alternativa que permite al fiscal del
Ministerio Público suspender la persecución penal cuando los hechos no revisten
gravedad o cuando la persecución de los mismos no resulta del interés público.
Esta figura, está contenida en los artículos 38, 39 y 40 del Código Orgánico
Procesal Penal.
Y es la posibilidad que la ley brinda a los órganos encargados de perseguir el
delito, fundamentalmente al Ministerio Público y a los Tribunales, de abstenerse de
perseguir a ciertos imputados en un proceso penal determinado. La doctrina
venezolana, considera que el Principio de Oportunidad es una excepción a la
regla, al contrario, como lo consagran en el derecho anglosajón como antes se
mencionó, ya que exponen que este precepto constituye una excepción al
principio de legalidad que establece la materialización del Ius puniendi y el Ius
persiguendi del Estado, es decir el Estado, bajo la premisa de este principio tiene
la facultad de calificar, perseguir y condenar el delito, como lo define Vicenzo
Manzini. " Es el monopolio del Estado para conocer y resolver, de forma
obligatoria, ineludible y excluyente, toda controversia derivada de la presunta
comisión de un hecho punible". De lo antes expuesto, es que se considera el
Principio de Oportunidad como una excepción al de legalidad, cuando se le da al
Fiscal y al Juez la potestad de ejercer o no la acción penal.
Respecto a los supuestos generales de procedencia del principio de oportunidad,
previstos en el artículo 38 ejusdem, cabe resaltar los siguientes puntos:
Hecho insignificante: Abarca delitos de escaso contenido antisocial, infracciones
de carácter mínimo como los de bagatela por la importancia ínfima del hecho,
cuya reprochabilidad es escasa y el bien jurídico protegido se considera de menor
relevancia.
Hecho poco frecuente: La apreciación sobre lo poco frecuente del hecho no puede
sustentarse únicamente en la concepción subjetiva del representante de la
Institución, sino que debe apoyarse en elementos objetivos que demuestren tal
circunstancia, como por ejemplo, las estadísticas de los cuerpos de
investigaciones penales.
Hechos que no afecten gravemente el interés público: Cuando no se vea alterada
la paz jurídica, más allá del círculo vital de la víctima y la persecución penal no
constituya un objetivo actual de la colectividad.
Menor relevancia de la participación del imputado: Toma en consideración el
grado de participación de una persona en la comisión de un hecho punible,
debiendo también considerarse la trascendencia del hecho en el cual haya
participado, así como su insignificancia desde un punto de vista objetivo.
Daño físico o moral grave: Se trata de la llamada retribución natural que el sujeto
activo del delito culposo padece como consecuencia de su propia conducta
desviada, y cuyos efectos son mucho más trascendentales que los de la aplicación
de la pena fijada para aquella.
Carencia de importancia de la pena o medida de seguridad: El legislador consagra
tres supuestos:
• Pena o medida de seguridad que carezca de relevancia en relación con las ya
impuestas.
• Pena o medida de seguridad intrascendente en comparación con las que se
deben esperar con los restantes
hechos o infracciones.
• Pena o medida de seguridad sin importancia en cuanto a aquellas que se han
impuesto o se impondrían en un procedimiento tramitado en el extranjero.
Otra de estas formas son; Los acuerdos reparatorios son otra de las fórmulas
alternativas de prosecución del proceso en Venezuela, y se encuentran regulados
en el artículo 41 del Código Orgánico Procesal Penal, prevé la posibilidad de que
puedan celebrarse acuerdos reparatorios desde la fase preparatoria, entre el
imputado y la víctima, cuando el hecho punible recaiga exclusivamente sobre
bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial o se trate de delitos culposos
contra las personas, que no hayan ocasionado su muerte o afectado en forma
permanente y grave su integridad física.
Para determinar la disponibilidad de un bien jurídico, debe antes valorarse su
carácter, esto es, si se trata de un bien jurídico individual o colectivo; en el primer
caso, su titular puede disponer de él, no así tratándose de bienes jurídicos
comunitarios o colectivos los cuales no pueden ser objeto de disposición por no
tener un titular único. los acuerdos reparatorios pueden conllevar a la reparación
del daño causado, así como la realización de actividades comunitarias, entre otras
medidas. Es importante destacar que este tipo de acuerdo no implica una renuncia
a la responsabilidad penal del imputado, sino que busca una solución más efectiva
del conflicto sin tener que acudir a un juicio prolongado. Como todas las figuras
que establece la ley como Alternativas para la prosecución del Proceso, los
acuerdos reparatorios para su procedencia requieren la presencia de algunos
supuestos que la ley señala. Actualmente él artículo 40 del C.O.P.P, nos señala de
forma expresa y precisa los supuestos requeridos para la procedencia de los
acuerdos reparatorios y se resumen así:
Otra de sus formas es; La suspensión condicional del proceso es otra figura
jurídica que permite llegar a un acuerdo amistoso, y se encuentra regulada en el
Articulo 42 y siguientes del C.O.P.P. Esta figura jurídica implica la suspensión del
proceso por un tiempo determinado, siempre y cuando el imputado cumpla ciertas
condiciones, tales como la reparación del daño y el cumplimiento de ciertas
medidas impuestas por el juez, en este sentido, la suspensión condicional del
proceso es una fórmula alternativa que permite la resolución efectiva del conflicto
y evita un juicio prolongado, siempre y cuando el imputado cumpla con las
condiciones impuestas por el juez. Establece el Código Orgánico Procesal Penal,
los requisitos de procedencia de la suspensión condicional del proceso, los cuales
son concurrentemente los siguientes: