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Nombre del centro de estudios: Universidad Federico Henríquez & Carvajal

Carrera: Psicología Clínica

Nombre estudiante: Karina Florimon Lora

Matrícula: SD-20-30583

Nombre facilitador: Nazary Alt. Cordero

Materia: Psicología de la personalidad

Tema: Comparación y diferencias entre las teorías de Freud y Jung


Comparación y diferencias entre las teorías de Freud y Jung.

Comparación entre las teorías de Sigmund Freud y Carl Jung, las diferencias
entre Freud y Jung son interesantes porque, paradójicamente, en los inicios de
la práctica profesional de Jung coincidían en pensamientos y planteamientos
teóricos. De hecho, la coincidencia inicial hace que en algunos casos
tengamos dudas sobre el autor de una determinada idea.

Sigmund Freud fue un médico neurólogo de origen austríaco que dio inicio y
forma a una de las corrientes psicológicas más poderosas y de mayor
tradición: el psicoanálisis. Además, es considerado por muchos, tanto
seguidores como críticos, como uno de los intelectuales más importantes del
S. XX. Al ser neurólogo, su interés inicial como campo de estudio fue la
neurología; es ahí donde podemos situar el origen de su evolución, derivando
progresivamente en una vertiente más psicológica: tanto en el análisis de las
causas, como en el del curso y las consecuencias de los trastornos que estudió.
Por otro lado, Carl Gustav Jung fue un médico psiquiatra, psicólogo y
ensayista de origen suizo.

Fungió como figura clave en los inicios del psicoanálisis; posteriormente


fundó su propia escuela de ¨psicología analítica¨, también conocida como
psicología profunda o de los complejos. Jung se interesó por el trabajo de
Freud, nombrando este último a Jung como su “sucesor” públicamente. Sin
embargo, no pasó mucho tiempo para que el maestro de Viena y el de Zúrich,
a raíz de sus desencuentros teóricos y personales, se separaran. De esta forma,
Jung fue expulsado de la Sociedad Psicoanalítica Internacional de aquella
época, la misma que en su momento presidió.
Aunque no es extraño escuchar el término ¨psicoanalista junguiano¨-a
aquellos formados en la teoría de Jung- es un error nominativo. Jung no es
considerado psicoanalista, de hecho, él mismo decidió separarse por completo
de esta escuela y fundó la suya propia. Freud reconoció y le dio la autoría de
este término a Jung. Freud utilizó este término siempre acompañado de un
apellido en su teoría: “Complejo de Edipo” o “Complejo de castración” para
poder explicar la teoría sexual y la dinámica psíquica que ahí se daba.

En cambio, para Jung el término complejo tiene que ver con el conjunto de
conceptos o imágenes cargadas emocionalmente que actúa como una
personalidad autónoma escindida. Encontrándose precisamente en el núcleo
de estos complejos el arquetipo y relacionándolo con el concepto de trauma.
Jung le otorgaba mucha importancia a la parapsicología y a la autenticidad de
los entonces llamados “fenómenos ocultos.” Freud en cambio se oponía a
estudiar estas cuestiones y ligarlas al psicoanálisis; consideraba que le harían
muchísimo daño a la teoría. Para Freud los “restos arcaicos” tienen que ver
con ciertos contenidos inconscientes, tendrían que ver con el concepto de
huella mnémica que este creó.

Por tanto, para Jung los restos arcaicos eran más que eso; de hecho, le
permitieron crear una topología del inconsciente distinto a la del psicoanálisis
-el inconsciente colectivo-. Para ello hizo uso del análisis de los sueños de sus
pacientes, interpretó diferentes mitos producidos por diversas culturas y le
sumó a la investigación de la simbología alquímica. Para Jung, el inconsciente
colectivo es algo común a la naturaleza humana. Se nace con él; constituido
por estructuras arquetípicas derivadas de los momentos emocionales más
trascendentes de la humanidad que dan como resultado el ancestral temor a la
oscuridad, la idea de Dios, del bien, de lo demoníaco, entre otros.
Para Freud, tanto en el desarrollo de la neurosis como el de la psicosis,
primaban los factores históricos de cada individuo sobre los factores o
circunstancias actuales. Es decir, los factores históricos vendrían a determinar
los comportamientos actuales y futuros. Sin embargo, para Jung esto
funcionaba al revés. Relativiza la preeminencia de los factores históricos en la
fundamentación freudiana. Y aun cuando Freud no disentía en esta
peculiaridad, sí que lo haría en términos generales, dada la focalización de
Jung en resaltar, respecto del campo de estudio de las neurosis, el presente en
detrimento del pasado. Para Jung, el concepto de libido definiría una energía
vital de carácter general que adoptaría la forma más importante para el
organismo en cada momento de su evolución biológica -alimentación,
eliminación, sexo-.

En contraposición de la concepción de lívido freudiana: energía


predominantemente sexual concentrada en diferentes zonas corporales a lo
largo del desarrollo psicosocial del individuo. Para Freud la estructura
psíquica estaba compuesta por tres niveles: consciente, preconsciente e
inconsciente. Para Jung en cambio, existía el nivel consciente, pero hacía
referencia a dos inconscientes: el inconsciente personal y el inconsciente
colectivo.

Otra de las diferencias entre Freud y Jung se encuentra en cómo entendían el


fenómeno de la transferencia. Ambos contemplaban este concepto, Freud
concebía que, para que ésta pueda darse, debería existir una cierta asimetría
donde el analista funge como objeto, pantalla en blanco donde el paciente
puede colocar -transferir- fantasías, figuras representativas, etc., a partir de lo
cual se inicia el trabajo analítico. Dirección unidireccional.
En cambio, aunque para Jung la transferencia sigue siendo el problema
central del análisis, no comparte su praxis ortodoxa. Partiendo de sus
conocimientos sobre alquimia definiría la relación terapéutica a partir de la
metáfora de dos cuerpos químicos diferentes que, puestos en contacto, se
modifican mutuamente. Siendo así, la relación que se establece entre paciente
y psicoterapeuta de colaboración y confrontación mutua.

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