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Postgrado: “Clínica del abordaje gestáltico:

teoría y práctica”

Trabajo de
investigación bibliográfica

“EXISTENCIALISMO”

Valentina Rizzi

Córdoba,
Septiembre de 2019

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¿A qué se refieren con existencialismo?

El existencialismo es una corriente filosófica que tuvo su origen en el siglo XIX.


Esta filosofía inspiró a la terapia gestáltica constituyéndose así, uno de sus más
preciados orígenes.

Para el existencialismo, donde comienza la investigación filosófica no es en la


esencia, sino en la existencia del hombre. Entonces, consiste en ver el mundo
de este modo: la existencia humana como el hecho por excelencia “[…] sin el
cual todos los demás hechos ni siquiera serían hechos.” (Portuondo. Tamames,
1979). Siguiendo con este libro, los autores hablan del “modo existencial” el
cuál se refiere a un modo de ver el mundo; desde el punto de vista de la
existencia humana, donde esta corriente filosófica se estructura respecto al
hombre tal cual es por dentro. El hombre -siendo verdaderamente él-: con sus
miedos, tristezas, esperanzas, alegrías, etc.
La característica principal del existencialismo es entonces, el interés que presta
a la existencia concreta, individual y única del hombre. A su vez rechaza la
interpretación de esta existencia ya que eso está abierto a debate, además de
que eso, diría Perls, no es la existencia, sino hablar de la existencia.

“[…] la psicoterapia pretende entender el proyecto existencial de la persona y


ayudar a asumir la propia experiencia en toda su plenitud, descubriendo las
áreas de alienación para recobrar la autodeterminación. […]
[…] El instante realmente presente y pleno solo existe si hay presencia,
encuentro y relación. La presencia nace cuando el Tú se torna presente… El
presente no es algo fugitivo, pasajero, sino algo continuamente persistente y
duradero” (Peñarrubia, Francisco. 1998)

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Dejemos la existencia de lado, hablemos de existencialismo …

Un poco de historia

Se conoce como “tercera fuerza” a un movimiento que trajo consigo a un grupo


de corrientes surgidas de la tradición fenomenológica-existencial europea, y del
movimiento estadounidense de la psicología humanista. Las bases de estos
modelos; son las filosofías del romanticismo; existencialismo y método
fenomenológico.
Estas corrientes nacen diferenciándose del psicoanálisis y del conductismo, ya
que consideraban a estas; que desatendían una gran parte de las
características humanas.
Bajo esta línea entonces; no eran todos los pensadores, los que defendían la
verdad mediante la razón o la inteligencia. Algunos, apoyaban la idea de que
muchos otros, apartaban la legitima fuente de información, que era la
naturaleza humana. Así es como se denomina “románticos” a aquellos
pensadores que distinguían la importancia de estos elementos de la naturaleza
humana: la manera apropiada de descubrir el potencial humano, era a través
de la observación entera de la persona, y no mirando sólo sus capacidades
racionales. Sin embargo, no fueron los únicos que se diferenciaron de las
demás corrientes. Existía otro tipo de pensamiento que igualmente destacaba
lo importante del significado de la vida y de la responsabilidad de cada uno
para elegir autónomamente: el existencialismo. Como también lo hacían los
románticos; tenían en cuenta a las experiencias interiores y a los sentimientos,
como el camino correcto para comprender el comportamiento de las personas.
Estos pensadores, exploraron el significado de la existencia humana y trataron
de recobrar la trascendencia de los sentimientos humanos, la competencia de
elegir y la responsabilidad en cuestiones de su vida.

Entonces, en lugar de conceder los fundamentos del comportamiento a


determinadas experiencias infantiles, estímulos ambientales, o a la genética,
aquellos que admitían este marco apoyaban la idea de que una causa no
menor de la conducta, es la realidad subjetiva.

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¿Qué es existir?

Sartre, uno de los principales representantes del existencialismo, decía del


hombre; que no debería conformarse con cierta idea de sí mismo. También
Vicente Fatone en su libro “Introducción al Existencialismo”, a su vez, plantea
que el hombre, es un ser posible. La mayor de las posibilidades es existir. O
sea, que si esa posibilidad -madre de todas las posibilidades del hombre- está
presente, el hombre es un ser posible. Esto es porque puede serlo todo en esa
posibilidad: “[…] de alguien podrá decirse qué es sólo cuando ese alguien se
haya muerto, cuando ya nada le sea posible; en cambio, mientras exista, ese
alguien será siempre la posibilidad de otra cosa, porque existir es ser un ser
posible.” (Fatone, 1966)
Después de decir que el hombre es un ser posible, este autor, esboza
enunciados con intención de describir el ser tanto de la existencia como del
existente. También, autores nombrados anteriormente coinciden con este autor
a la hora de establecer ciertos postulados del modo existencial; a continuación,
voy a retomar algunos que considero que son, los que más se reflejan en la
Gestalt:

❖ Existir es ser un ser de lejanías ya que no se ajusta a ser lo que está

siendo “aquí y ahora”. Él está aquí y ahora, pero allí también, y allá
también, en el lugar donde quisiera estar. Abandona sus sentidos y
despierta a su mente. Algo así como lo que dijo Perls, pero al revés: el
hombre se separa de sí mismo. Por lo que una de las finalidades de la
terapia gestáltica es que el hombre pueda dejar de lado sus
pensamientos sobre el pasado, sus ideaciones sobre el futuro porque
esto no está siendo aquí y ahora.

❖ Existir es un ser que se elige a sí mismo; el hombre es un ser posible.

Por lo tanto, tiene diferentes posibilidades. Como las posibilidades, el


hombre es elección y hace también distintas elecciones determinadas.
Esto trae consigo la responsabilidad de cada cosa que elige para su
vida, ya que eligiendo sus posibilidades el hombre se crea a sí mismo.
Una de los objetivos de la terapia gestáltica es que el paciente asuma el

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rol activo que tiene en su vida y sea conscientemente responsable de
cómo piensa, siente, como así también las cosas que elije.

❖ Existir es ser un ser culpable, el existencialismo, como expresé más

arriba, concibe al hombre como totalmente culpable y responsable de


todo su ser. Esto de “todo su ser” tiene a cargo aquellas tendencias
oscuras que el hombre desea muchas veces eliminar de su existencia y
de su camino: de sus instintos, de sus fantasías y de sus sueños. Esto
coincide con el 3º postulado que desarrollan los autores Portuondo y
Tamames; “El ser humano está presente a sí mismo en términos de
una experiencia interior indeclinable” donde el hombre se entiende a
sí mismo a través de sus respuestas que observa desde su subjetividad:
el hombre como un individuo vivo y actuante del cual sus conductas
cambian constantemente y él tiene la capacidad de darse cuenta de
esto. También con el 4º, “Al hombre le compete esencialmente la
decisión” y 5º postulado: “La conducta humana es intencional”
dónde el hombre constantemente se crea a sí mismo y es responsable
de esta conducta y en eso consiste la elección existencial, siendo el
hombre la-persona-que-es-responsable-por-su-elección-de-su-
existencia.
En la terapia gestáltica se trabaja a partir de la integración de aquellos
lados de las polaridades, que la persona manipula por medio de los
mecanismos de evitación del contacto, ya que no las puede ver como
propias.

❖ El existencialismo dice, que el hombre es un ser en situación, con lo

que nos lleva a estar involucrados con las distintas situaciones que nos
presenta la vida y no podemos escapar de ellas. La terapia gestáltica es,
no solo hacernos responsables de esto, sino también, retomando lo de
las polaridades, ser en la situación con todas las herramientas que tengo
para subsistir a ella. Sin enajenar ninguna parte de mí, porque soy un
ser que tiene de todo.

❖ Existir es ser un ser “con otros” el hombre es en el mundo con demás

hombres. No podemos imaginarnos solos porque no estamos solos, por

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lo que siempre estamos siendo con otro: “Decir simplemente “yo” implica
el reconocimiento del “tú”, gracias a que puede distinguirse de él, hay un
“yo”. Pero el “yo”, que en cuanto dice “yo” ya se reconoce al “tú” del que
se distingue, reconoce por eso mismo el “nosotros” en que el “yo” y el
“tú” están unidos sin confundirse” (Fatone, 1966)
Este ítem se relaciona a su vez con el 2º postulado; dónde dice que “La
existencia humana se realiza en un contexto interpersonal” y los
autores hablan de que es condición necesaria que para que el hombre
exista, existan otros hombres.

El “ser ahí” para ser, necesita del mundo, y de esto se origina la imposibilidad
que tiene el hombre de ser un ser aislado. Esto definitivamente es así, pero es
importante subrayar que necesita también alejarse del mundo; no confluenciar,
no quedar pegado. Separar el yo del tú una vez terminado el contacto.
Diferenciar el yo del nosotros, del ellos, cuando la situación así lo requiera.
Portuondo y Tamames hablan de distintos modos de llegar a ser:
a) En seguridad: una persona que disfruta una fuerte conciencia de su
identidad, de una individualidad integral, puede sentirse segura (llegar a
ser lo que realmente soy, reconociendo todas las partes de mí y
utilizando estas herramientas para ser en situación, viviendo con
responsabilidad ante las cosas que me pasan, etc)
b) En la inseguridad ontológica: donde la persona no-es. Y así lo
experimenta, no se siente completamente diferenciada del mundo, y no
es capaz de sujetarse de aquella autenticidad que todos tenemos
(proyecta sus lados no admitidos a otros, introyecta cosas en su vida sin
asimilarlas, confluencia con el resto, es retroflectivo y se hace a si
mismo lo que le gustaría hacer a otros, etc) Este modo de llegar a no-
ser permite que invadan en la persona la angustia y la inseguridad.

Por otro lado; Fritz Perls, habla de la angustia como la brecha que hay entre el
ahora y el después; dónde cada vez que dejamos el ahora y nos PRE-
ocupamos por el después, sentimos angustia. A su vez, dice Perls, que en
realidad la angustia no es tan profundamente existencial, ya que se relaciona
más bien con el rol que queremos actuar, que puede estar tranquilamente

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relacionada con la inseguridad ontológica la cuales hablaban los autores antes
mencionados.
En “El enfoque gestáltico y testimonios de terapia” Perls explica que antes que
una terapia verbal o interpretativa, la Gestalt es vivencial, ya que se les pide a
los pacientes no que hablen de sus traumas o problemas, sino que los
reaviven, en el aquí y ahora. Si el paciente tiene algo del pasado que cerrar, lo
hará en el presente. Esto claramente, es una impronta del existencialismo.
Solicitamos al paciente que se experimente, que se vivencie aquí y ahora: que
reconozca sus gestos, su cuerpo, sus expresiones faciales, su respiración, su
temperatura corporal, sus pensamientos. Que exista, aquí y ahora.
A su vez, en “Sueños y existencia” define a la terapia como un enfoque
existencial y dice que no se tratan síntomas o estructuras solamente, sino de la
existencia total de la persona. También, define a los sueños como “el camino
real a la integración” ya que los considera la producción más espontánea que
tenemos. La manera de trabajarlos, es actuándolos, o viendo como otra
persona lo actúa por vos. Hasta lo más absurdo del sueño, se revive en el aquí
y ahora para un verdadero compromiso y una mayor integración.

Existencialismo y fenomenología

El existencialismo ve a la persona en una línea de tiempo; vital y evolutivo. A su


vez, la mirada de la Gestalt, además, viene de la mano de la fenomenología;
que se trata de un método que también toma Fritz Perls para trabajar lo
terapéutico. Propone por empezar a observar el fenómeno tal cual aparece: sin
juicios o ideas preconcebidas. De manera general, la fenomenología propone
centrarse en la experiencia mientras ocurre, sin resumir esta experiencia en
partes que la componen. La fenomenología, no apunta hacia los ¿Por qué? o
las explicaciones, ya que eso es una interpretación. Ve al hombre en situación
y no determinantemente. Eso abre puerta al cambio constante ser-en-situación
y a ser inconstante, lo que, a su vez, genera flexibilidad.
Observar la naturaleza misma, recuperando todos los sentidos. Describimos las
cosas tal cual son, puras. A su vez, describir nos hace preguntar y escuchar.

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En la construcción del pasado, el paciente, no va a la historia para buscar
explicaciones, sino para que la traiga AQUÍ Y AHORA. El ser humano, al ser
tomado en situación, tiene una connotación distinta: las vivencias generan
cosas distintas. Los autores gestaltistas, sostienen que es la experiencia ‘per
se’ del momento inmediato, la que sirve para el aprendizaje. Existo para
experimentar, experimento para aprender.
El existencialismo, de la mano de la fenomenología, busca integrar la
experiencia inmediata, la historicidad y ser en el mundo en la existencia. El
proyecto existencial del paciente es tenido en cuenta: el adulto que soy, tiene
que ver con el niño y adolescente que fui, y esto mismo me sirve para recobrar
recursos que perdí.

Críticas al trabajo elegido

En este apartado, voy a realizar algunos “puntos críticos” al trabajo que me


tocó de la caja de bananas.

❖ Debajo del título “La temporalidad” la autora de este trabajo práctico

dice:
“Existiría entonces un deseo de poder llegar a re-elaborar nuestro pasado,
pero tan solo lo podemos “reparar” y de ahí que dicho momento temporal no
pueda ser traído al presente. Dicha reparación se haría trayendo a la
conciencia mediante la memoria, los hechos y/o conceptos anteriores […]
[…] El sentido de nuestra existencia radicaría en la necesidad de tener un
futuro y es así que todo lo que hacemos en un instante cualquiera tendría la
proyección en el futuro”

Desde mi punto de vista, pienso que, el pasado nos dejó gestalts incompletas,
por lo que podemos estar sufriendo por ellas. Me parece que lo que se busca
hacer no es que la persona traiga ni conceptos ni hechos - ¿esto sería algo así
como… caca de elefante? - sino, siguiendo la línea del existencialismo y la
Gestalt: conectarse en el aquí y ahora con esos sentimientos y emociones que
estuvieron junto con nosotros a la hora de vivir determinada situación. Lo que

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significa cerrar el asunto inconcluso que nos dejó el pasado, aquí y ahora, y
sintiendo qué repercusión tiene eso en nosotros. Esto serviría a su vez para
recobrar aquellas herramientas de mi mismo que perdí y que me puedan
ayudar en situaciones futuras.
Por otro lado, creo que, si el sentido de nuestra existencia radica en la
necesidad de tener un futuro, se nos va la vida. Ya que, no la estaríamos
viviendo en un presente JAMÁS, porque instante a instante yo estaría
pensando en mi necesidad futurista. A su vez con esto me surge una pregunta
… ¿Cuándo llegaría ese futuro para poder empezar a vivir acorde al presente
que me toca?

❖ Más abajo del mismo título, expresa:

“Si el presente fuera un límite, nunca podríamos salir de él. Todo aquello
que tiene una frontera nos impide el pasaje, así nunca podríamos acceder
al futuro.” “Sin embargo todos los instantes de nuestra conciencia están
siempre relacionados con algún momento futuro. Estamos fluyendo
permanentemente al futuro y esa huida se debería a la necesidad de poder
completar, lograr el ser en sí mismo, es decir, lo perfecto”

Me llamo la atención esto: “todo aquello que tiene una frontera nos impide el
pasaje” ya que, en Gestalt, en realidad, la frontera es lo que separa una cosa
de otra cosa, pero no impide nada. Al contrario, gracias a que existe una
frontera puedo decir que hay una cosa y hay otra cosa. Si ella no estuviese,
todo sería parte de lo mismo y habría cosas y contactos imposibles de
discriminarse.
Fritz, en Sueños y Existencia, se refiere al futuro:

“¿Y qué hay del futuro? No sabemos nada acerca del futuro. […] Nos
imaginamos, anticipamos el futuro porque no queremos tener un futuro. El
decir existencial más importante es que no queremos tener un futuro,
tenemos miedo al futuro. Llenamos la brecha donde debiera haber un futuro

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con pólizas de seguro, status quo, igualdad, cualquier cosa antes de
vivenciar la posibilidad de estar abiertos hacia el futuro”

También me quede reflexionando con esto: “estamos fluyendo


permanentemente al futuro”; porque en verdad pienso que no “fluimos” al
futuro. Pienso que en el único lugar que podemos fluir es aquí y ahora. Si yo
me voy al pasado o al futuro, no estoy fluyendo, estoy moviéndome -porque
quiero, como quiero y a dónde quiero- con todo lo racional y mental hacia
ese lugar. Pero no fluyo. Además de que, si me voy al futuro, puedo
encontrarme también con “expectaciones catastróficas” de algo que temo o
espero que no pase por ende no estaría buscando ni lograr el sí mismo, ni
lo perfecto, mucho menos.

❖ En otro momento la autora afirma: “En la medida en que el cambio

implica el cambio de otros, en cuánto que los actos influyen en los actos
de los demás, el no cambio tiene como consecuencia la imposibilidad
del cambio de los otros y por eso cada uno es responsable de lo que los
otros puedan llegar a ser en sí, lo que deviene en que al buscar la propia
transformación como algo productivo y positivo, contribuya directa e
indirectamente a permitir y facilitar el cambio en y de los demás y por
consiguiente la posibilidad de llegar al ser perfecto”

Con respecto a esto, pienso que si al buscar mi propia transformación, dónde


los que me rodean ven esos efectos como positivos y productivos, contribuya a
facilitar el cambio en y de los demás, genial. Pero mi cambio no implica,
necesariamente cambios de otros. Si puedo motivar, recomendar e incentivar,
pero nada de eso hace que el otro tenga la voluntad -o las ganas- de cambio
que tengo yo. Es decir, he ahí donde no soy responsable de lo que los otros
puedan llegar a ser en sí. Además de que, tanto el existencialismo como la
Gestalt, hablan de la autenticidad del hombre y de ser plenamente en el
mundo, entonces: 1) ¿qué es ser perfecto? 2) ¿quién dice qué es ser perfecto?
3) ¿todos en la tierra quieren llegar al ser perfecto?

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❖ Bajo el título de “El existencialismo como proceso terapéutico”, la autora

escribe: “Es función y tarea del terapeuta el facilitar la comprensión de


su propio actuar, generando una mayor amplitud de elección y, por
ende, de libertad responsable. Para llegar a este conocimiento se
reelabora terapéuticamente el proyecto de futuro del individuo y
obviamente para poder proceder a dicha elaboración se deben de
reconstruir todos los anteriores proyectos de futuro. Es así que el
“proyecto terapéutico” consistiría en una colaboración comprometida en
el conocimiento que tiene el consultante de su propio proyecto de futuro
y para ello es necesario reelaborar y asimilar en forma plena y gradual la
mayor cantidad de proyectos de futuro que se encuentren en el pasado”
Quizá algún tipo de existencialismo lo vea de esta manera, pero, por lo menos
los principios existencialistas que toma la Gestalt para formar su teoría, pienso
que no van por ese camino. Es decir que no parte de esta base dado que no se
habla de escarbar el pasado para recolectar los proyectos de futuro que tenga
la persona, para reelaborarlos o asimilarlos. Más bien lo que tendrá que ver con
el futuro, creo que viene de la mano de poder cerrar HOY las gestalts
incompletas, y aprender a cerrar las que vuelvan a aparecer. A modo de
aprendizaje de instrumentos para la vida; es decir: responsabilizarse de sus
elecciones, integrar las polaridades, ser en situación de la mano con la
flexibilidad, conocerme para saber que me hace mejor, qué es mío, qué es de
los otros, etc.
Dice Fritz: “Mi función como terapeuta es ayudarles hacia el awareness del
aquí y ahora, y frustrarles cualquier intento de escabullirse en esto” me atrevo a
decir que hablar e indagar sobre tantos proyectos del futuro sería una manera
más de escabullirse en eso.

❖ También, la autora habla de determinados procesos que son necesarios

para desarrollar niveles altos de consciencia; estos son:


a. Simbolización: desarrollo de categorías cognitivas que
representan la experiencia sin que realmente esté.

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b. Imaginación: combinación y recombinación de categorías
mentales que se asemejan a la experiencia, pero sin existir
interacción con el ambiente.
c. Juicio: adoptar una postura evaluativa en relación a la experiencia
actual e imaginada.
A su vez, estos le sirven a la persona para influir en su vida en el proceso
de toma de decisiones. La autora explica, “ser autentico” es poder llevarlo a
cabo y además también tiene que ver con una tendencia a elegir el futuro
en pensamiento y acción.

En este lugar voy a mencionar a Portuondo & Tamames, donde diferencian


experiencia y pensamiento. Empiezan de este modo:

“Aclaremos un poco esto de que el hombre NO piensa, sino que


EXPERIMENTA: las respuestas sensoriales suscitadas por los atributos de
las personas y por los acontecimientos situacionales tienen la característica
de ser reconocidas INMEDIATA E INDEPENDIENTEMENTE de cualquier
respuesta <<interpretativa>>”
Y más abajo se cuestionan:
“Por eso la fenomenología se pregunta: ¿Cuál es la unidad básica de la
experiencia? La respuesta es: las respuestas sensoriales. De ellas se
desarrollan todas las demás. ¿Qué cualidad tienen esas respuestas? La de
<<estar>> (ocurrir) en el <<presente>>, puesto que pueden ser suscitadas o
producidas por algún antecedente o estimulo <<inmediato>>.
El pensamiento, la memoria, la imaginación, son también respuestas
<<subjetivas>>, pero todas ellas derivan de la EXPERIENCIA SENSORIAL
[…]”
Entonces, si bien considero a la hora de tomas de decisiones importante los
funcionamientos de estos procesos; siguiendo la línea del existencialismo: cada
situación es particular. Y puedo tomar una decisión reconociendo las
situaciones parecidas que tuve antes, pero si no me conecto con ese momento;
con mi cuerpo, con lo que estoy sintiendo y con esa situación singular, me va a
faltar la parte más importante.

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El autor Peñarrubia cuando habla del presente; expresa que el enfoque
gestáltico hace un reajuste del pasado o futuro, fundamentando por encima de
todo, la experiencia del momento.
Fritz Perls, en Sueños y Existencia, habla de que tenemos dos niveles de
existencia: uno es el nivel de lo real, de aquello con lo que nos ponemos en
contacto, con todo lo que está aconteciendo en el momento: nuestros
sentimientos, nuestros sentidos, la situación en cuestión. Donde la realidad, es
“el darse cuenta de la vivencia en transcurso”: tocar, oler, ver, hacer, moverse.
(aquí es donde se hace posible el awareness). En cambio, dice el autor; el otro
nivel de existencia es el escenario privado, que es el escenario del pensar,
donde nos preparamos para aquellos roles que queremos representar. Traigo
esto para llamar a reflexión esto que dice la autora, de los procesos que se
juegan a la hora de decidir; ¿en qué escenario estaríamos decidiendo, si
utilizamos solamente estos procesos?

❖ Para finalizar;

explica una serie de estrategias que se tienen en cuenta para la terapia,


dónde dice: “Las emociones de la interacción terapéutica: la importancia
de las emociones que surgen en la interacción terapéutica se debe a
que expresan las reacciones de lo que está sucediendo. Si las
emociones son negativas, significa que la interacción no es productiva”

En realidad; en esto no se si quizá haya querido decir otra cosa o


verdaderamente lo que quiso decir es simple como se lee. A la hora de leerlo
primero me pregunté ¿cuáles serían las “emociones negativas”? Y si estas,
pensé, devienen de aquellas polaridades como llanto, enojo, ira, tristeza, dolor,
no significan más que, que la persona que tenemos en frente está viviendo algo
que le hace despertar tales emociones y, estaría dentro de un excelente ámbito
para que recobren vida. La interacción estaría siendo %100 productiva.

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Terminando…
“Podrán hablar para siempre, podrán perseguir
recuerdos de su niñez hasta el día del juicio final
y nada cambiará.
Podrán asociar o disociar cien cosas a un evento,
pero solo podrán vivenciar una sola realidad” (Fritz Perls, 1974)

⮚ El existencialismo es una corriente filosófica que se cuestiona sobre la

existencia del hombre en este mundo. Aquellas cosas que nos brinda
esta mirada hacia al hombre es reconocerlo como: un ser posible, en
donde existir es la madre de todas las posibilidades. Así como tiene
posibilidades también es responsable de aquellas posibilidades que
tiene y aquellas que elije para su camino. Esto es así también, claro,
para la terapia gestáltica en donde la persona no es pasiva ni en su vida
ni en su tratamiento: es un ser activo capaz de darse cuenta y así mismo
recuperar y/o entrenar aquellas potencialidades y herramientas que fue
dejando en su camino.

⮚ Es por eso que toma a la existencia humana como una "actualidad

absoluta", ya que no es algo estático, sino que se está creando a sí


misma en un constante proceso de recreación.

⮚ El hombre es también un ser en situación en donde la situación nunca

es igual a otra situación. La Gestalt toma esto a la hora de hablar de las


polaridades: no puedo ser igual en todas las situaciones de mi vida
porque estaría viviendo junto con un carácter y como dijo Perls, al tener

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carácter tenemos un sistema rígido de respuestas, ya que funcionamos
de determinada manera (siempre) y no según la situación lo requiera.

Entonces primero existo, luego me doy cuenta de todo aquello que dictan
mis cinco sentidos, y después, todo lo que quieras.

Bibliografía:

● Fatone, Vicente. “Introducción al existencialismo”. Quinta edición.

Editorial Columba. 1966.

● Imbernón, Cristina. Campelo, José García. “Psicoterapias humanístico-

existenciales: fundamentos filosóficos y metodológicos” Rev. Asoc. Esp.


Neuropsiq., 2009, vol. XXIX, n.º 104, pp. 437-453. Recuperado desde:
http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v29n2/10.pdf

● Peñarrubia, Francisco. “Terapia Gestalt. La vía del vacío fértil”. Editorial

Alianza. Madrid. 1998.

● Perls, Fritz. “El enfoque gestáltico y testimonios de terapia”. Editorial

Cuatro Vientos. 1976.

● Perls, Fritz. “Sueños y existencia”. Editorial Cuatro Vientos. 1974

● Portuondo, Juan. Tamames, Francisco. “Psicoterapia existencial,

gestáltica y psicoanalítica” Biblioteca nueva. Madrid. 1979.

● Salama, Hector. Villarreal, Rosario. “El enfoque Gestalt. Una

psicoterapia humanista”. Editorial El Manual Moderno. 1992.

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