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Dedicatoria
Agradecimientos
Introducción
1.La decisión de emprender
2.¿Por qué lanzarte a emprender?
3.Vence el miedo
4.Derrota las creencias limitantes
5.¿Qué te distingue?
6.Define tu emprendedurismo ideal
7.La diferencia entre emprender y soñar con “pajaritos preñaos”
8.Fidelidad en lo poco
9.Tus fortalezas empresariales
10.Armas para emprender con éxito
11.El equilibrio realista
12.El mundo de los negocios te espera
Acerca de la autora
Welcome to Our House!
A menos que se indique lo contrario, todas las citas de la Escritura son
tomadas de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1960, RVR, © 1960 por las
Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 por las
Sociedades Bíblicas Unidas. Usadas con permiso. Todos los derechos
reservados.
Itálicas y negritas en textos y citas bíblicas son énfasis de la autora.
Mujer, emprende
Lánzate a hacer lo que quieres
ISBN: 978-1-64123-815-1
eBook ISBN: 978-1-64123-816-8
© 2021 por Omayra Font
Whitaker House
1030 Hunt Valley Circle
New Kensington, PA 15068
www.whitakerhouseespanol.com
La primera vez que escuché lo que era un emprendedor fue cuando tuve
que ir adonde mi mamá para preguntarle a qué se dedicaba mi papá. En la
escuela elemental, probablemente como sexto grado, me habían solicitado
que completara un formulario con información de mi familia. Pero yo no
sabía cómo se llamaba la “profesión” de mis padres. Así que recurrí a
mami. Ella me dijo que mi papá era un emprendedor, un empresario, que así
se les llamaba a quienes tenían sus propios negocios.
Mi papá nació con esa vocación de emprender. En mis años
universitarios, descubrí que todos sus antepasados fueron dueños de sus
propios negocios y nunca habían trabajado para otros. Los padres de mi
papá, ambos eran dueños de colmados, sus abuelos también. Irónicamente
por el lado de mi mamá era igual. Su padre había trabajado por muchos
años en una cervecería, pero en algún momento decidió emprender con un
colmado también. Y los abuelos de mi mamá por ambas partes eran dueños
de sus propios negocios.
Tanto mi papá como mi mamá tuvieron comienzos muy humildes. El
hecho de que sus padres y abuelos tuvieran sus propios negocios no los
hacía “niños ricos”. La realidad es que, aunque eran empresarios, no eran
ricos. Eran trabajadores, esforzados, atrevidos, pero no ricos. Todos mis
antepasados generaban sus propios recursos como empresarios, pero no
lograron generar riquezas sobreabundantes. Esa acumulación que se asocia
con el emprendedurismo no había pasado en mis antepasados.
La definición de emprender y los motivos para emprender son diferentes
para cada mujer. Aunque no ignoro que hay personas que emprenden con
las premisas equivocadas, creo que todo emprendedor en su raíz lo hace por
las razones correctas y esas razones no son iguales para todos. Emprender
implica mucho esfuerzo, trabajo, dedicación. Emprender es arriesgarse a
dar un paso del que anhelamos no haya vuelta atrás. Emprender es aspirar
a la independencia económica. Emprender es ampliar tus posibilidades de
ingreso, de acceso y de desarrollo.
Mujer, emprende es un libro con doble propósito, que nace de la
empresaria que hay en mí, que he disfrutado la oportunidad y la bendición
de expresarme de muchas maneras.
Primero, anhelo fortalecer a la mujer que ya es emprendedora. Si tú ya
diste ese paso de fe y te lanzaste al mundo del emprendedurismo, te felicito,
celebro tu determinación y tu valentía. Aquí te sentirás apoyada y
confirmarás que tomaste la decisión correcta. Todo lo que escribí
fortalecerá tus cimientos, sin embargo, hay tres elementos específicos a los
que quiero prestes especial atención:
1. Aprende lo que verdaderamente es equilibrio… y no le permitas a
nadie dictarte pautas sobre el falso “balance”.
2. Luego de emprender, necesitas crecer. Las creencias limitantes a
veces aparecen como fantasmas. No dudes. Identifica las creencias
limitantes y derrótalas.
3. Saca tiempo para autoconocerte cada vez más. Dentro de ti, en la
sabiduría de conocer tus fortalezas y ponerlas a trabajar a tu favor
bajo la dirección de Dios, están la prevalencia y el éxito del
emprendedurismo.
Segundo y no menos importante, anhelo inspirar a quien quiere
emprender y hasta hoy no lo ha hecho. Deseo que por medio de tu
emprendimiento logres independizarte financiera y emocionalmente para
generar tus propios ingresos, que seas tu propia jefa, que tus hijos hereden
riquezas, valores, carácter y ética profesional. Como mujer que anhelas dar
ese gran paso de fe y lanzarte, aprenderás:
1. A vencer todos los miedos que te puedan acechar y que te explico uno
a uno.
2. A conocer lo que te distingue para tener tu propia empresa y por qué
es una asignación de Dios lanzarte.
3. A conquistar todo lo que la sociedad te quiere imponer en cuanto a
sentimientos de culpa, riesgos y la mentalidad de que tu familia y tus
hijos van a sufrir si emprendes, por falta de lo que ellos llaman
“balance”.
En mi serie de libros Mujer, valórate; Mujer, sueña; y Mujer, crea, ya
hemos hablado de tu valor, de los sueños y de tu creatividad. En ellos
fuimos proveyéndote los fundamentos para que, sobre bases firmes y unas
decisiones tomadas con fe, creyendo en tus capacidades, te atrevas a llegar
a este paso que cambiará tu rumbo: emprender.
Para emprender tenemos que transformar la forma en que nos miramos a
nosotras mismas. Aunque en algún aspecto de tu vida es posible que hoy no
tengas y no seas lo que tanto anhelas, nada ni nadie debe interrumpir tu
deseo de emprender. Excusas para no emprender hay muchas. Descarta
cada idea limitante acerca de ti y de tus circunstancias. Hoy valórate como
la emprendedora que llevas dentro de ti, con lo que tienes y lo que crees que
no tienes.
Valorarte te fortalece para emprender. Valorarte es el primer paso para
sacar y desarrollar a esa emprendedora que llevas dentro. Uno de los
problemas de muchas emprendedoras es el cobrar por sus servicios. Cuando
te valoras, ese problema está superado.
Tal y como te explico en el capítulo 3 de Mujer, valórate, tus experiencias
únicas y esos cinco elementos que componen tu ser y que hacen que tu vida
sea irrepetible e indistinta no se pueden cuantificar. De hecho, es tu historia
irrepetible, junto a tu combinación única de habilidades y experiencia, las
que te elevan a entender claramente quién eres y qué ofreces. Tú no tienes
que imitar a nadie. Tu estrategia es ser tú y hacer aquello con lo que puedes
emprender con excelencia. Cuando potencias tu historia, puedes construir y
generar oportunidades únicas en tu emprendedurismo.
Para emprender tenemos que darles rienda suelta a nuestros sueños. Las
experiencias de tu vida que te han traído por tu camino único abren el paso
a ese futuro que deseas y anhelas. Tu emprendedurismo está dentro de ti y
tus sueños le dan definición a ese emprendedurismo. Abre esa puerta
excepcional de tu imaginación. ¡Dale riendas sueltas!
Aunque muchas mujeres anhelan emprender, no logran lanzarse porque la
visión de su futuro es imprecisa. Cada acción en tu presente debe tener una
clara dirección. Es ahí donde la definición de nuestros sueños se convierte
en ese elemento indispensable para poder trazar la ruta de nuestro
emprendedurismo. El capítulo 3 de Mujer, sueña te muestra esa fábrica de
sueños que toda mujer tiene a su alcance; así se logra delinear objetivos
claros a corto y a largo plazo.
Para emprender necesitamos desarrollar nuestra capacidad creativa. La
esencia de tu emprendedurismo está en mirar al mundo a tu alrededor y
maximizar tus posibilidades expresando y utilizando tu poder creativo para
emprender. En tu creatividad se encuentran tus recursos internos que una
vez hayas liberado, no hay duda de que serán indispensables para desatar,
desarrollar y despegar tu emprendedurismo.
En el capítulo 8 de Mujer, crea tienes la fórmula para alcanzar a pensar de
forma crítica, con imaginación y creatividad. La combinación del
pensamiento crítico, la imaginación y la creatividad son una explosiva
combinación que van a maximizar tu potencial y a hacer despegar tu
gestión de emprender. Es con tu creatividad que llevarás tu
emprendedurismo a su plena realización, porque producirás las
posibilidades que a simple ojo no están visibles para otros.
Mi serie de libros para la mujer siempre ha tenido una intención clara y
un plan pensado con dirección, de acuerdo con las necesidades que he
presenciado y sentido en las mujeres de hoy. Nunca he estado ciega, sorda
ni inactiva ante lo que me duele ver en las demás. Escribí mis libros en el
orden en que una mujer tiene que desarrollarse hasta atreverse a lanzar su
negocio propio. Primero tiene que aprender a valorarse. Luego debe
permitirse soñar. De esos sueños, tiene que dejar brotar la creatividad.
Cuando esos tres elementos están en línea, llega el impulso y la valentía de
emprender.
En este libro te regalo lo que soy desde que tengo uso de razón. En mí,
emprender ha crecido, se ha diversificado, me ha llevado por caminos y me
ha enseñado lecciones. Dios siempre ha estado a mi lado, junto a mi esposo
y mis hijas. Nada a qué temer. Mucho qué creer.
Por medio de tu valor, tus sueños y tu creatividad lograrás arrancar,
alzarás vuelo, y emprenderás sin límites.
1
La decisión de emprender
1
Consulta en línea:
http://acacia.org.mx/busqueda/pdf/15_PF514_Emprender_un_Negocio.pdf)
2
Consulta en línea: https://www.entrepreneur.com/article/327552).
3
Consulta en línea: https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-
lifestyle/stress-management/in-depth/stress-relief/art-20044456)
2
¿Por qué lanzarte a emprender?
Razones para no emprender sobran. Por eso vemos a tantas personas con
el deseo y no con las acciones correspondientes. La principal razón para no
emprender es absolutamente el miedo. Así lo demuestran los estudios y así
lo vemos plasmado en tantas historias de éxito. Muchos testimonios de
emprendedurismo comienzan con las historias de cómo el miedo los detenía
antes de dar el gran paso de fe que es emprender. Por eso, he dedicado el
próximo capítulo completo para ayudarte a vencer el miedo a emprender.
Además del miedo, hay otras razones por las cuales las mujeres no se
lanzan a emprender y yo les llamo “las faltas”. Muchas mujeres no
emprenden por la falta de dinero, la falta de conocimientos, la falta de
apoyo y la falta de tiempo. A la hora de emprender no podemos mirar lo
que nos falta. Siempre va a faltar algo. Esperar a tener todo lo que necesito
para emprender es una falacia. Tu barrera para emprender no es lo que te
falta, tu barrera para emprender son los pensamientos que has permitido que
se apoderen de ti y te detengan. Por eso he dedicado el cuarto capítulo de
este libro para específicamente ayudarte a derrotar todo pensamiento
limitante que te detenga de emprender.
Para nuestro emprendedurismo, contrario al pensamiento popular de que
todo debe estar alineado, yo te digo, lánzate y entonces dedícate a alinear
todos los elementos que necesites. Desde las gradas podemos dar buenos
consejos a los jugadores, pero es el que está en la cancha el que puede
encestar en el canasto, patear la bola a la portería, o dar el batazo que nos
acumula esa carrera. Una vez te lances, claro que vas a trabajar para alinear
elementos como validar tus ideas, formar tu equipo, ampliar tu mercado. El
tiempo de trabajar con esos detalles técnicos va a llegar y será necesario en
toda empresa creciente, y aunque sería increíble comenzar con todos los
elementos listos, la realidad es que no es necesario. Si se puede, ¡bien!, y si
no, le metemos mano a lo que sea y cómo sea.
RAZONES CORRECTAS
PORQUE DIOS ESTÁ CONTIGO
Filipenses 2:12-18 nos habla acerca de nuestra salvación y cómo tenemos
no solo que ocuparnos de ella, sino ocuparnos con absoluta diligencia. Pero
estos versos van más allá. Claramente se establece que tenemos que hacer
todo entendiendo que estamos cumpliendo un deber.
De esos versos siempre me ha llamado la atención específicamente el
verso 13 que dice “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer
como el hacer, por su buena voluntad”. Lo que amo de este verso es que
habla de cómo el “querer” y el “hacer” se unen cuando entendemos que no
estamos solas en nuestras encomiendas, llamados y anhelos, sino que Dios
está con nosotros. Mira con detenimiento ese verso. Entre el “querer” y el
“hacer” siempre está Dios en el centro haciendo su buena voluntad en
nuestras vidas.
Mi más grande motivación a la hora de emprender es saber que nunca lo
hago sola. Siempre voy de la mano de Dios. Todas las faltas que te
mencioné al principio de este capítulo se disipan cuando puedes ver a Dios
contigo en todo momento. Nunca se ha tratado de lo que podemos lograr
solamente con nuestras fuerzas, ideas y talentos. Siempre ha sido de lo que
podemos alcanzar por medio de Dios y el Espíritu Santo obrando en
nosotras.
Cuando emprendemos de la mano de Dios nuestros resultados son
diferentes. ¿Has escuchado acerca del vacío que sienten muchas personas
de éxito? De repente miramos sus vidas y pensamos, “si yo tuviera esos
logros no me sentiría vacía”. Bueno, si tienes a Dios en tu vida, nunca vas a
sentir ese vacío. Siempre vas a tener un sentido de propósito.
En tu emprendedurismo ten bien presente Romanos 11:36 que dice:
“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por
los siglos. Amén”. Todos los días entrega tus talentos, esfuerzo y trabajo en
las manos de Dios. Si algo he aprendido a hacer todos los días es comenzar
en oración, entregando todo en las manos de Dios para que sea Él y el
Espíritu Santo en mí obrando en cada emprendimiento.
Mi oración en las mañanas incluye un clamor genuino de que Dios guíe
mis pasos, mis conversaciones, mis decisiones. Pero la compañía de Dios
en mis negocios no es solo por medio de la oración. Siempre he dado un
paso más, y es consagrar mi emprendedurismo por medio del diezmo y mis
ofrendas. Si vas a emprender de la mano de Dios, que Dios esté presente en
todo. Eso incluye la parte financiera.
Yo no hago negocios para perder. Los negocios se hacen para ganar y
producir financieramente. No solamente “De Jehová es la tierra y su
plenitud; el mundo y los que en él habitan” (Salmos 24:1), sino que
también tenemos que estar claras en que la Biblia claramente establece que
Dios es el dueño del oro y de la plata (ver Hageo 2:8). Te invito a
emprender con la conciencia de que lo hagas entendiendo que el dinero y
las posiciones que llegarán a tus manos no son otra cosa sino Dios
confiando en ti.
La mejor manera de emprender es de forma ordenada para darle paso a
una mayordomía fiel y en orden con Dios y su Palabra. Si administras bien
tu dinero para con Dios, así mismo serás rica para con Dios y no para los
hombres. La definición de riqueza no es una cantidad de dinero en el banco;
es un estado espiritual que te lleva a una forma de vivir espléndida, porque
así ha sido ordenado por Dios.
En tu emprendedurismo, clama como David, que decía: “Enséñame, oh,
Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que
tema tu nombre” (Salmos 86:11). No solo Dios está contigo en tu
emprendedurismo, sino que te guía. Para administrar un negocio,
especialmente las finanzas, necesitamos sabiduría. ¿Habrá mejor fuente de
sabiduría que Dios y su Palabra?
Emprender es un gran reto. Manejar finanzas diligentemente con
ganancia es un reto aún mayor. Este peso se hace más duro si alguna vez
has fracasado en algún negocio o has tocado fondo financieramente.
Cuando pones a Dios por encima y al frente de tu dinero puedes distanciarte
del “amor al dinero” que es lo que la Palabra de Dios condena en 1 Timoteo
6:10, y no el dinero como tal, como tantos han predicado erradamente. Tú
puedes ser rica, vivir sin avaricia y experimentar la presencia de Dios
entendiendo que Él no te dejará ni te desamparará como nos promete
Hebreos 13:5. Es con esta conciencia que puedes usar y producir dinero de
forma efectiva y con libertad. Busca la sabiduría de Dios para tu negocio,
entendiendo que el éxito financiero en tu negocio está íntimamente ligado a
lo que hagas con tu dinero para y con Dios.
MIEDO AL FRACASO
Segundo, el miedo a fracasar puede estar relacionado con el pensamiento
de sentirnos expuestas ante el mundo, y anticipar que, si enfrentamos un
fracaso, estaremos solas en la mayoría de los casos. Te pregunto, ¿habrá
algo más normal y cotidiano que cometer errores? Súmale a esta realidad
que la mayoría de los fracasos no necesariamente constituyen errores
irreparables. No obstante, el miedo a fracasar deja a muchas mujeres
inactivas, las detiene de emprender.
Ante un fracaso debes aprender a valorar la situación, comenzando con
que no eres la primera ni la última mujer que fracasa. Aprender a mirar un
fracaso desde una perspectiva de valor hace toda la diferencia. Un fracaso
puede ser tu razón de quitarte, detenerte, esconderte y devaluarte, como
muy bien puede ser tu mayor experiencia de aprendizaje que te prepara para
todos los demás intentos. Pero nadie excepto tú puede tomar la decisión del
avalúo y experiencia de aprendizaje que asignas a cada fracaso o tropiezo
que te toque enfrentar.
Una herramienta que he encontrado valiosa ante los fracasos es la
anticipación. Hay una pregunta que hago mucho a mis clientes de coaching
porque ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que ante momentos de
incertidumbre me he tenido que hacer a mí misma. La pregunta es, ¿qué es
lo peor que puede pasar? De joven, cuando mi hermana mayor y yo
queríamos pedir un permiso a nuestros padres para salir, mi hermana
siempre decía, ¿para qué preguntar si nos van a decir que “no”? Yo decía, si
no preguntamos aceptamos el “no” y será “no” 100 por ciento. Pero si
preguntamos, tenemos un 50% de probabilidad que nos digan que “sí”. Yo
siempre quiero vivir del lado de las probabilidades. Ante toda incertidumbre
siempre me pregunto qué es lo peor que puede pasar y esa sola pregunta
produce mucha libertad.
Si se trata de pedir un permiso, lo peor que puede pasar es que te digan
que “no”, y si no pides el permiso, la respuesta es “no”. Ante las decisiones
difíciles, al emprender hazte esa pregunta: ¿Qué es lo peor que puede
suceder? Por ejemplo, una de mis clientes de coaching tenía que tomar la
decisión entre continuar con su carrera profesional o dedicarse a su
emprendedurismo. Mi pregunta fue: “Si dejas tu empleo y emprendes y
fracasas, ¿qué es lo peor que puede suceder?”. Su honesta respuesta fue
“tener que volver a buscar un empleo como el que tengo ahora”. Ahí
entendió que no lanzarse era igual al peor escenario posible. ¿Puedes ver
esta gran verdad? El miedo al fracaso es el más grande fracaso de todos,
porque te cierras y no te das la oportunidad.
1
Consulta en línea: https://es.statista.com/grafico/19263/paises-con-mas-
mujeres-emprendedoras/
2
Consulta en línea: https://blogs.worldbank.org/es/datos/se-necesitan-
estadisticas-sobre-las-mujeres-emprendedoras
4
Derrota las creencias limitantes
TE DISTINGUE TU VALOR
Lejos de caer en las frases trilladas de “tú eres única”, “nadie es como
tú”, en mi libro Mujer, valórate, te expongo las razones naturales y
espirituales por las cuales el valor de una mujer es incalculable. Tu valor
como empresaria está relacionado con tus experiencias y los elementos
únicos que componen tu ser y que no se repiten en nadie más, por lo cual,
aunque no se pueden cuantificar con todo el dinero del mundo, sí puedes
monetizar al aplicar tu unicidad a tu experiencia como empresaria.
Mi experiencia estudiantil y lo difícil que fue para mi mamá trabajar
conmigo por mis habilidades y destrezas me llevó a promover un programa
especial en nuestra escuela que trabaja específicamente con estudiantes
dotados. Hoy esa división representa un gran por ciento de los ingresos del
colegio, pero no salió de estadísticas ni de movimientos de mercado. Esa
división salió de mi experiencia única como estudiante dotada que encontré
muy poca ayuda y muchos tropiezos.
Lo mismo sucede con nuestro programa en línea en el colegio. Este
programa comenzó en el 2011. Nuestro programa no nació de la pandemia,
sino de mi deseo de que mis propias hijas, hoy adultas, tuvieran la
oportunidad de estudiar desde cada hogar con la estructura del colegio, y
que pudieran tener más tiempo y de calidad con sus padres, que viajamos el
50% de nuestro año. Tu valor te distingue y te permite monetizar.
La distinción especial de mi experiencia de vida única dio paso a dos
programas que hoy son columnas financieras de nuestras instituciones
educativas. Así mismo tu valor te hace consciente de áreas que se pueden
convertir en tu asignación especial. Esta asignación te permite ser influencia
por medio de tu propósito y crear un impacto para producir los resultados.
No es casualidad, es causalidad y propósito que seas quien eres con tus
experiencias únicas para ese emprendimiento que arde en tu corazón.
Recuerda a esas mujeres empresarias distinguidas que te mencioné al
principio, y esas mujeres bíblicas. Tú no eres diferente a ninguna de ellas.
Ni Oprah ni Ester tienen una experiencia más única que la tuya. Ellas
maximizaron su experiencia única y su valor para obtener los resultados que
tú y yo admiramos hoy, y tú también puedes hacer lo mismo.
La mujer que conoce su propio valor se sabe segura de sí misma y no
duda en expresar su visión, andando a paso seguro para concretizar su
emprendimiento. Los demás perciben y respetan que ella sabe quién es y lo
que es capaz de hacer, y confían precisamente en esa misma seguridad que
ella proyecta. Es un sello de distinción que muchos apoyan y les da la
solidaridad que ella necesita para emprender. Cuando tú te valoras, los
demás te valoran y se tornan en aliados.
TE DISTINGUE TU SUEÑO
En mi libro Mujer, sueña cité una escritura que ministra a mi vida a
diario. Isaías 54:1-7 dice:
Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da
voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los
hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.
Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean
extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu
descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas. No
temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás
afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la
afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu
Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo
de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer
abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de
la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. Por un breve momento
te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias.
TE DISTINGUE TU CREATIVIDAD
En mi libro Mujer, crea establecimos que la creatividad es la aptitud
deseada para salir de la zona de comodidad. El desarrollo de la creatividad
es una característica necesaria en tu vida como mujer empresaria. Todos los
aspectos de nuestra vida demandan el uso de la creatividad, pero para el
éxito empresarial se convierte en un distintivo necesario porque la
creatividad va de la mano con nuestras emociones.
La creatividad no se puede gestionar desde la razón. Tanto las emociones
como la pasión se tienen que hacer presentes en nuestro emprendedurismo y
la creatividad es el entorno ideal para darles riendas sueltas porque resultará
en un efecto integrador para facilitar nuestros procesos empresariales.
Para emprender tenemos que crear, para crear debemos tener pasión por
hacerlo. La pasión es uno de esos temas que queremos dejar a un lado
porque queremos ser cuerdas, oportunas y correctas al emprender. Yo soy la
primera que te motivo a que nunca te falte la prudencia. Pero, esa prudencia
no se puede manifestar apagando el corazón encendido con el que una
empresaria debe levantarse todos los días a emprender.
Tus emociones siempre van a tener un efecto e impacto en tu proceso
creativo para el desarrollo de tu empresa. Ahora, tu creatividad te va a
distinguir cuando encuentras tu ángulo particular para desarrollarla. Me
explico. Muchas mujeres buscan ser creativas en lo mismo que las otras.
Anhelan la creatividad para decorar sus casas, en su vestir, en su arreglo
personal o para resolver problemas cotidianos. Gloria a Dios por esos
talentos y si buscas crecer en tu creatividad en esas áreas yo soy la primera
que te celebro porque créeme que te ayudará en otras tantas áreas que
requieren creatividad en nuestra vida.
Pero la creatividad para emprender va mucho más allá de eso. En la
fricción que se forja por medio de los conflictos propios del
emprendedurismo se genera una creatividad única que a la vez inyecta tu
pasión por emprender. Aquí vemos plasmado el eterno dilema de ¿qué vino
primero, el huevo o la gallina? Esa respuesta tan compleja no la tengo. Pero
sí te puedo decir que la creatividad alimenta la pasión por emprender, y la
pasión por emprender alimenta tu creatividad empresarial. Ambas son
necesarias y trabajan en conjunto a tu favor cuando le pones corazón, alma,
empeño y atención a tu empresa.
La forma en que mejor trabaja la creatividad y la pasión a tu favor es
cuando puedes ver a tu negocio, no como un trabajo, sino como una fuente
de disfrute. En este preciso momento mientras te comparto estas letras
tengo decenas de mensajes sin responder en mi celular y correo electrónico,
entradas y salidas de viajes que finiquitar con las líneas áreas, calendarios
que unificar. La cantidad de trabajo que me espera es más grande que lo que
puedo expresar. Pero toda esa carga que tengo en espera para completar este
libro de ninguna forma oscurece la pasión y el disfrute que tengo aquí y
ahora, mientras voy viendo cómo esta revelación de emprender que está
dentro de mí se plasma en estas letras.
En toda esta serie de libros he sufrido el famoso “bloqueo del escritor”
que es una experiencia real y no se la deseo a ningún escritor. De hecho, en
Mujer, crea te conté cómo por un momento casi ni publico Mujer, sueña por
un bloqueo emocional que sufrí por experiencias inesperadas. Pero, como
me distingue la creatividad, mi actitud va por encima de mis limitaciones, y
mi motivación hace de este y todos mis proyectos mi misión y eso cambia
todo.
Como te explico en Mujer, crea, tu creatividad es producto de un estado,
un proceso y la capacidad de trascender a la situación presente. Por medio
de tu creatividad tu negocio evoluciona a convertirse en tu disfrute y no en
una carga. Ese disfrute hace que el dinero no sea la única medida de tu
éxito. Tu negocio se convierte en tu misión cuando unificas todos los
elementos que te distinguen por medio de tu creatividad. Tantos elementos
que buscamos fuera de nosotros, cuando es con tu actitud, pasión y
creatividad que puedes tener ese ángulo distintivo y único que te dará la
ventaja competitiva en tus negocios.
Tu unicidad, tu voz, tu determinación y tu pasión son elementos
indispensables para distinguirte como empresaria y todas estas capacidades
únicas se ven maximizadas por medio del descubrimiento de tu valor, la
definición de tus sueños y el desarrollo de tu creatividad. Por eso, para mí
era tan importante impartirte revelación de estos temas por medio de los
libros previos a este para fortalecerte y darte el cimiento necesario para
despegar tu emprendedurismo. El mensaje de los cuatro libros va en una
narrativa conductora para llevarte paso a paso a emprender y desarrollar tu
máximo potencial.
6
Define tu emprendedurismo ideal
La mayoría de los negocios comienzan con la misma frase “qué tal si…”.
De ahí surge lo que nos enseñaron en ciencia elemental que se llama una
hipótesis donde se une un problema y una posible solución a ese problema.
Un negocio no es otra cosa sino monetizar en resolver un problema a
alguien por medio de un producto o un servicio, haciendo uso de una
oportunidad. Para tener éxito en un negocio debes procurar que alguien esté
dispuesto a pagar por tu servicio o producto de forma consistente. Ideas
puede haber muchas, pero no todas se pueden traducir en dinero. La verdad
es que la prueba irrefutable de que tu negocio es viable y sostenible es que
alguien esté dispuesto a pagar por lo que ofreces.
Aquí es donde muchas empresarias se frustran. Creen que, porque su idea
es buena, eso la hace rentable. Una cosa es una idea brillante, y otra es el
fenómeno de la realidad de concretarla. Ideas te puedo dar un millón, entre
ellas siempre he pensado que debería existir una pastilla que elimine las
canas. Pero dicha tecnología no se ha hecho disponible hoy en día. Como
idea es brillante. De que es una gran solución, pues obviamente. Pero no
existe por una de dos razones. O no existe la ciencia para inventarla, o
sencillamente su costo no estaría al alcance de la cliente promedio que cada
dos semanas va al salón de belleza a cubrir sus canas con tinte de cabello.
Tener una idea no te hace empresaria. Te toca definir tu emprendedurismo
y monetizar tu idea o producto rentablemente. Los beneficios financieros de
tu operación tienen que superar la inversión en ofrecerlos. Esto parece un
principio básico, pero te sorprenderían las veces que personas me han
pedido oración o he tenido que atender en coaching a personas con ideas
brillantes, pero no rentables.
SÉ EFECTIVA Y PRECAVIDA
Me encantaría decirte que todo lo que planifiques siempre saldrá de
acuerdo con tus designios. ¡Cuántos problemas ahorraríamos si así fuera!
Pero esa es una expectativa bien lejos de la realidad de emprender.
Como empresaria, por más organizada, educada y documentada que seas
y estés, nunca vas a poder tener el control de todo lo que sucede alrededor
de tu empresa. Una empresaria no puede ser hipercontroladora. Puedes ser
responsable. Puedes ser efectiva. Puedes ser precavida. Pero nunca
hipercontroladora porque por más que lo intentes, jamás tendrás el control
de todo lo que sucede a tu alrededor.
Ser una emprendedora efectiva no es sinónimo de ser una maniática del
control. Toda empresa tiene momentos de inestabilidad y en esos momentos
tu miedo a lo desconocido no puede activar el botón de control. Aunque
todos tenemos temas que nos ocupan y conciernen, la realidad es que nunca
tendremos un grado de control total sobre todos nuestros asuntos.
En la vida tenemos que aprender a fluir. Lo que esté dentro de nuestro
círculo de influencia, gloria a Dios si siempre procuramos dar lo mejor de
nosotras en cada área. Pero son tantas las cosas que están fuera de nuestro
control que no podemos detenernos.
Es importante aceptar la realidad de aquello que está fuera de nuestro
control y mejor invertir nuestra energía en aquello que podemos ser
efectivas y proactivas, y no desgastarnos con lo que no podemos detener,
remediar, ni evitar. Aprende a aceptar lo que no puedes controlar y da lo
mejor de ti en aquello que sí puedes. Esta es una forma de ajustarte a la
realidad de que no puedes controlarlo todo y hasta cierto punto balancear
tus ocupaciones y capacidades.
Cada una de estas áreas supone un control de nuestras emociones.
Claridad en cuanto a convertir tu idea en un proyecto rentable, que es la
verdadera definición de un negocio; escoger a tu equipo con sabiduría; y ser
efectiva, pero consciente de que no puedes controlarlo todo, aunque
quisieras, son tres factores críticos que te permitirán mantenerte con los pies
en la tierra al inicio y durante el desarrollo de tu experiencia empresarial.
8
Fidelidad en lo poco
Conocer y aplicar los principios del reino de los cielos es uno de mis
secretos empresariales. Mateo 25:14-30 dice:
1
Consulta en línea: https://psicologiaymente.com/biografias/daniel-
goleman).
9
Tus fortalezas empresariales
EJERCICIO #2 – EL CÍRCULO
Este ejercicio consiste en dibujar un circulo que se rellena de forma
gráfica como un pastel, haciendo que cada sector represente algo importante
en la vida. Las diez áreas principales que se utilizan en el círculo de la vida
son la salud, familia, amigos, romance, crecimiento personal, recreación,
ambiente, imagen personal, carrera y finanzas. El sombreado debe ser una
toma de conciencia del momento vital en el que nos encontramos en
términos de satisfacción en cada una de esas áreas.
RODÉATE DE EMPRENDEDORAS
En el libro Mujer, sueña hablamos de la importancia de tener un círculo
de soñadoras en la medida que desees mejorar cualquier habilidad. Muchas
empresarias anhelan ser las más conocedoras y no toleran que haya alguien
que sepa más que ellas. Yo he aprendido la riqueza que hay en rodearme de
personas que sepan más que yo en cualquier área.
No optes por rodearte solamente de mujeres que no te pongan presión. El
sistema de apoyo más importante al que debes aspirar debe estar constituido
por otras empresarias que no solamente te pongan presión, sino que hasta
cierto punto te provoquen un poco de envidia. Digo esto con humor, pero
sabiendo que entre broma y broma las verdades se asoman.
No te estoy hablando solamente de otras empresarias que te puedan
proporcionar información, asesoramiento y orientación sobre puntos como
la estructura organizacional y el desarrollo de tu negocio. Te estoy hablando
de personas que empresarialmente estén muy por encima de ti en diferentes
áreas y que te sirvan de modelo e inspiración.
Ya que el espíritu empresarial es un papel que se integra en el contexto
social, es importante que como emprendedora desarrolles conexiones con
otros recursos de apoyo y formación. No descartes organizar un café con tus
amigas emprendedoras. Asóciate con organizaciones y equipos de trabajo
con quienes te puedas identificar, con intereses y objetivos comunes donde
haya espacio de participación. Existen asociaciones relacionadas a todas las
industrias por medio de las cuales podemos mejorar nuestra gestión
empresarial, profesional y recibir respaldo directo de sus miembros.
Muchas de esas organizaciones y asociaciones se convierten en una
plataforma de oportunidades para involucrarse en diferentes áreas donde se
aumenta el conocimiento, se cementa el compromiso y se desarrolla el
liderazgo.
Una de nuestras prácticas es participar anualmente en conferencias de
radio y televisión para mantenernos al corriente de la tecnología y las
tendencias que gobiernan esa industria. Nuestro ministerio tiene una
inversión millonaria en nuestros canales de televisión y radio, y no
podemos despegarnos del pulso de lo que está sucediendo a nivel mundial.
Más allá de un mejor conocimiento de tecnología y tendencias, el
interactuar con otros propietarios de medios de comunicación nos provee la
más rica de las experiencias en estas reuniones.
No olvides que tu emprendedurismo es una ecuación compleja que entre
sus variables se encuentran aquellas personas que nos rodean y son
influencia en nuestra vida. Quieras o no, eres definida por quienes te
rodean. Somos el producto de nuestras interacciones. Procura invertir
tiempo en rodearte de personas que se conviertan en figuras significativas y
enriquecedoras de tu experiencia empresarial.
Cada minuto que dediques a la tía o vecina chismosa te estás
impregnando de esa conducta. El tiempo en consentir a personas que viven
en su máximo potencial y solo andan quejándose y lamentándose de sus
resultados mediocres no lo estarás dedicando a tu formación como
empresaria. Entre tus armas empresariales está la obligación de cortar de
raíz toda relación e influencia infructuosa que tengas.
1
Consulta en línea: https://www.nwbc.gov/2019/10/15/400-hispanic-
women-owned-businesses-are-launched-each-day/
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