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LECCIÓN 18

ACTOS DE IMPUGNACIÓN. LOS RECURSOS. CLASIFICACIÓN.


RECURSOS ORDINARIOS. ACLARATORIA Y REVOCATORIA.
CONCEPTO DE MEDIO DE IMPUGNACIÓN. El medio de impugnación ataca la validez de la sentencia y, en definitiva,
decide si la misma debe ser anulada o continua teniendo validez como modo de hetero composición de la litis.
En cambio, el medio de gravamen es mucho más limitado, y se refiere a la posibilidad de remediar el error de juicio
que puede cometer un juez al sentenciar.
Medio de gravamen típico es el recurso, principalmente la apelación.
Los medios de impugnación en general sirven para atacar un negocio jurídico o una sentencia, tienen una amplitud
mayor, hacen a la validez del acto. En cambio, el medio de gravamen, mucho más puntual, es una herramienta
procesal que sirve para evitar que se perfeccione una situación jurídica, por ejemplo, una sentencia recurrida.
MEDIO DE GRAVAMEN. La resolución o sentencia está sujeta a una carga. Por eso, se habla de sentencia sujeta a
gravamen o sentencia sujeta a cargas, es decir, una resolución que está condicionada a la carga de cuestionar la
misma mediante la utilización de un medio de gravamen.
Se distinguió entre el error in procedendo y el error in iudicando. Se cometen errores en la actividad cuando se
avanza el procedimiento, errores por inobservancia de las formas, estos errores se corrigen con las nulidades.
Existen errores de razonamiento, que solo los comete el juez al juzgar y que se corrigen con los recursos.
CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS DE IMPUGNACIÓN SEGÚN EL TIPO DE ERROR. Los medios de impugnación se
clasifican teniendo en cuenta los errores que tienden a corregir. Los medios de impugnación se dividen en los
referidos a remediar los vicios de actividad o errores de construcción, in procedendo; y los que tienden a corregir los
errores al razonar, al juzgar, in iudicando.
• Vías de impugnación de los vicios o errores de procedimiento (in procedendo). Las vías para remediar los
errores de procedimiento son cuatro: incidente, recurso de nulidad, excepción y acción de nulidad.
• Los recursos. Los errores de razonamiento (in iudicando) pueden modificarse o corregirse mediante los
recursos, los que se dividen en: ordinarios, extraordinarios y auxiliares.
Dentro de los recursos ordinarios tenemos la revocatoria, reposición o, en algún caso, reconsideración, la
aclaratoria, la apelación. También la Consulta, en Nación y, con una menor importancia, la reposición in
extremis y el recurso de nulidad, absorbido por el de apelación.
Por otra parte, los recursos extraordinarios, en atención a la organización federal, pueden dividirse en
federales y locales.
El recurso extraordinario federal (artículo 14 de la ley 48) es consecuencia de la organización federal.
También está el per saltum.
En la Provincia de Buenos Aires hay previstos por la Constitución provincial tres recursos: el de
inaplicabilidad de la ley o doctrina legal; el de nulidad extraordinario o extraordinario de nulidad por vicios
de la sentencia, violación de las mayorías decisorias, falta de fundamentación legal o violación de la forma de
voto individual; y el de inconstitucionalidad.
En el orden local de la Nación, y con un predominante tinte casatorio, se estableció el plenario o recurso de
inaplicabilidad de la ley en el orden nacional, para uniformar la jurisprudencia dentro de las salas de una
misma Cámara.

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Por otra parte, existen recursos auxiliares, como los recursos de queja, de hecho o directos, por apelaciones
denegadas, sean estas ordinarias o extraordinarias.
Revocatoria
Aclaratoria
Ordinarios mayores
Apelación
Consulta (Nación)
Nulidad
Ordinarios menores Reconsideración ante el juez
Reposición in extremis (art. 12 Acuerdo 4/2007 CSJN)
Federal (Nación)
RECURSOS
Per saltum (Nación)
Inaplicabilidad de la ley o doctrina legal
Extraordinarios Provincia de Buenos
Nulidad
Aires
Inconstitucionalidad
Nación De Casación
Auxiliares Quejas Ordinarias
Extraordinarias

CONCEPTO DE RECURSO. Son los medios o remedios que la ley procesal pone a disposición de las partes para que
una providencia judicial sea modificada o dejada sin efecto.
Los medios ordinarios y los medios extraordinarios. Un medio es ordinario si reúne los siguientes caracteres:
1) Con este medio se puede denunciar cualquier vicio de la sentencia impugnada por el solo hecho de ser parte
en el pleito, comprendiendo tanto las cuestiones de hecho como las de derecho.
2) El juez de segunda instancia que se pronuncia basándose en un medio ordinario tiene el mismo
conocimiento y, en algunos casos, poderes instructorios análogos a los utilizados por el juez de primera
instancia.
3) Los medios ordinarios suspenden la ejecución de la sentencia si no fue ordenada la ejecución provisional.
4) Los medios extraordinarios, en cambio, pueden estar, en su admisibilidad, subordinados a un depósito a
título de multa que se pierde en el caso de desestimación de la impugnación. Además, solo tienen en cuenta
cuestiones jurídicas y no fácticas, salvo absurdo o arbitrariedad.
Estos medios de gravamen se dan normalmente en la tramitación del pleito, permitiendo que el juez superior
(también denominado ad quem) pueda analizar todas las cuestiones, las de hecho y las de derecho, pueda,
incluso, abrir a prueba ciertos hechos y tener poderes plenos.
Por el contrario, los medios extraordinarios se dan solamente para ciertos cuestionamientos o vicios de la
sentencia, no se refieren jamás a cuestiones de hecho, salvo el supuesto de arbitrariedad, solo se refieren a
cuestiones de derecho o jurídicas, actuando la Corte o Tribunal Superior con jurisdicción preponderantemente
negativa.
Remedios. Para nuestra legislación, medio y remedio son exactamente la misma cosa. Todos son recursos.
Ley procesal. Es el código procesal el que establece la existencia y extensión de los medios de impugnación o de
gravamen.
Las partes, terceros sustitutos procesales. Son los legitimados para interponer los recursos.

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Para que una providencia judicial sea modificada o dejada sin efecto. El objeto del recurso es modificar o dejar
sin efecto una resolución o sentencia.
RECURSO DE REVOCATORIA (O REPOSICIÓN).
Concepto de reposición. El recurso de reposición tiene por finalidad que el mismo juez o tribunal que dictó la
resolución la revoque o enmiende, dictando en su lugar otra nueva por contrario imperio. La reposición se
deduce ante el mismo tribunal que dictó la providencia para que la revoque por contrario imperio.
Este recurso no importa adquisición de competencia por un tribunal superior o ad quem. Este recurso lo
resuelve el mismo juez, sea retractándose de su resolución anterior, sea revisando lo que ha hecho un delegado
suyo (secretario o jefe de despacho).
Mediante este recurso se evitan las dilaciones y gastos de una segunda instancia.
Esta es una regla de oro en materia de admisibilidad: el recurso debe interponerse ante el mismo juez o tribunal
que dictó la sentencia recurrida. La variante de la reposición es que también la resuelve el mismo juez. Si se
solicita reposición, en primera instancia, el recurso se interpone en primera instancia; si se pide revocatoria en la
alzada, debe interponerse el recurso en la Cámara; si se interpone el recurso en Corte Suprema (en los limitados
casos en que se admite) debe interponerse ante la misma.
No importa adquisición de competencia por un tribunal superior. Si el juez tenía una competencia o un imperio
para dictar una resolución, puede tener un imperio contrario para revocarla, cuando el fundamento de la
resolución que tomó primigeniamente es el error.
Requisitos de admisibilidad del recurso de reposición.
I. Providencias contra las que procede.
• En primera instancia: procede únicamente contra las providencias simples que causen o no un
gravamen irreparable. Hay que demostrar un interés para que proceda la reposición.
Lo que la norma quiere decir es que la reposición procede respecto de las providencias simples,
sea que causen gravamen irreparable o causen gravamen que pueda ser reparado con
posterioridad o con el dictado de la sentencia definitiva (es decir, no es que no causen ningún
perjuicio, sino que este perjuicio puede ser reparado). No es necesario para las providencias
simples, al pedir su revocatoria, acreditar agravio, pero si es un requisito señalar el interés en la
petición que se solicita. El recurso comprende igualmente las providencias que causen gravamen
no susceptible de ser reparado mediante la sentencia definitiva.
El recurso de reposición es la vía adecuada para denunciar vicios de forma en las providencias
simples o de trámite.
Las providencias simples son las que se dictan, sin substanciación, se expresan por escrito o
verbalmente en una audiencia, tienen lugar y fecha y la firma del juez. Las providencias simples
no requieren elaboración ni fundamentación jurídica ni tampoco que se haya oído a la parte
contraria para su dictado.
Este recurso no procede contra las providencias interlocutorias ni contra las sentencias
definitivas (en principio), salvo las excepciones que se verán y la reposición “in extremis”.
Como regla, la revocatoria no se da contra sentencias definitivas (principio de irretroactividad de
la sentencia), toda vez que ellas agotan la jurisdicción del tribunal; ni tampoco – y con igual
fundamento – contra las interlocutorias ya substanciadas.
• En segunda instancia: procede en segunda instancia contra las decisiones (providencias simples)
del presidente de las Salas en que están divididas las distintas Cámaras de Apelaciones.

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II. Objeto. Para que el juez o tribunal que la dictó la revoque por contrario imperio. Permite la rectificación
del error por el mismo juez que dictó la resolución objeto del recurso.
III. Término. El plazo para interponer el recurso de reposición es de tres días. Si la revocatoria se pide en
una audiencia debe interponerse la revocatoria en el acto y verbalmente. También se resuelve en el
curso de la audiencia.
IV. El escrito en que se deduce debe ser fundado. La reposición o revocatoria debe ser fundada, a diferencia
del recurso de apelación.
V. Normas legales relativas a la admisibilidad del recurso.
1) En primera instancia en la Nación y provincia de Buenos Aires.
Artículo 238: “Procedencia. El recurso de reposición procederá únicamente contra las
providencias simples, causen o no gravamen irreparable, a fin de que el juez o tribunal que las
haya dictado las revoque por contrario imperio.”
Artículo 239: “Plazo y forma. El recurso se interpondrá y fundará por escrito dentro de los 3 días
siguientes al de la notificación de la resolución; pero cuando ésta se dictare en una audiencia,
deberá interponerse verbalmente en el mismo acto. Si el recurso fuese manifiestamente
inadmisible, el juez o tribunal podrá rechazarlo sin ningún otro tramite.”
2) En Cámara, providencias simples (Nación y provincia de Buenos Aires). Artículo 268 CPCCBA: “las
providencias simples serán dictadas por el presidente. Si se pidiere revocatoria decidirá el
tribunal sin lugar a recurso alguno” (el CPCCN tiene un texto similar).
3) Interlocutorios en Cámara: se admite en algunos supuesto de excepción para evitar el error en
un recurso que se encuentra emparentado con la aclaratoria.
4) Providencias de trámite en Corte Suprema: se admite la revocatoria utilizando conceptos
similares y normativas de la revocatoria de primera instancia.
5) Interlocutorios en Corte Suprema: se admite en algunos supuestos de excepción para evitar el
error en un recurso que se encuentra emparentado con la aclaratoria.
6) En los recursos extraordinarios ante la SCJBA: el artículo 290 CPCCBA permite la reposición aun
de sentencias interlocutorias dictadas por la SCJA (con la obvia intervención de sus miembros y
no solo de su presidente). También se admite contra la resolución del presidente usándose por
analogía las normas de los artículos 238, 239 y 268 del CPCCBA en cuanto a plazos y requisitos
de admisibilidad.
Requisitos de admisibilidad (continuación).
I. Plazo para interponer el recurso. El plazo para interponer el recurso, en todos los supuestos, es de tres días
contados a partir de la notificación de la providencia simple, providencia que, generalmente, es por
ministerio de la ley. Cuando se trata de sentencias interlocutorias y el recurso es procedente, la notificación
es por cédula (artículo 135).
II. Escrito fundado. La reposición o revocatoria se funda. En caso de no fundarse el recurso es inadmisible.
III. Copias. En caso de que deba darse traslado corresponde que la revocatoria se acompañe con copias.
Tramite del recurso.
I. Texto legal. Artículo 240: “Trámite. El Juez dictará resolución, previo traslado al solicitante de la providencia
recurrida, quien deberá contestarlo dentro del plazo de 3 días si el recurso se hubiese interpuesto por escrito,
y en el mismo acto si lo hubiese sido en una audiencia. La reposición de providencias dictadas de oficio o a

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pedido de la misma parte que recurrió, será resuelta sin sustanciación. Cuando la resolución dependiere de
hechos controvertidos, el juez podrá imprimir al recurso de reposición el trámite de los incidentes.”
II. Trámite. El recurso de reposición debe interponerse por escrito y fundarse, dentro del tercer día; también,
en el curso de una audiencia y fundarse verbalmente en ese mismo acto.
1) Fundamentación: a diferencia del recurso de apelación, el de reposición debe fundarse, indicando el
error que la providencia contenga o el agravio que infiera al recurrente, quien acompañará, en su
caso, los documentos justificativos de que disponga.
La fundamentación implica o supone el análisis crítico de los fundamentos de la resolución
impugnada, señalando sus yerros en las cuestiones de hecho o de derecho. Debe contener la crítica
de la resolución.
También puede existir la fundamentación verbal, en la audiencia.
Si la interposición y fundamentación no se hace en el curso de la audiencia el recurso que se
interpone posteriormente no es procedente. Se expresó que corresponde declarar mal concedido el
recurso de apelación, contra una resolución interlocutoria dictada en el transcurso de una audiencia.
2) Rechazo in limine: puede rechazarse in limine, sin substanciación, cuando es manifiestamente
improcedente.
III. Traslado. En qué supuestos debe darse traslados del mismo?
1) Providencias dictadas de oficio. Cuando la providencia fue dictada de oficio por el juez, avanzando el
trámite por ejemplo y sin que nadie se lo pidiera, no corresponde que se substancie el pedido de
revocatoria. No se otorga traslado. Cualquiera de las partes afectadas por el actuar de oficio puede
plantear la reposición, que se resuelve sin substanciación.
2) Providencias dictadas a pedido de la misma parte. Cuando la providencia fue dictada a pedido de la
misma parte, que ahora solicita revocatoria, tampoco hay que substanciarla.
3) Providencias dictadas a pedido de la parte contraria. Cuando la providencia fue dictada a pedido de
la parte contraria a la que solicita la revocatoria es el único supuesto en el que corresponde dar
traslado.
IV. Posibilidad de abrir a prueba y trámite de los incidentes. El artículo 240 establece, en su último párrafo, la
posibilidad de abrirá a prueba la reposición, cuando existieren hechos controvertidos. En tal caso, incluso
puede darse a la cuestión el trámite de los incidentes y producirse prueba.
Con la reposición puede plantearse, en tal caso, la prueba instrumental y ofrecerse la demás de la que se
intente valer quien solicita la reposición.
Revocatoria de oficio. La doctrina admitió la reposición o revocatoria de oficio de las propias decisiones del juez o
cámara (en analogía a la aclaratoria del artículo 166, inciso 1 CPCCN y CPCCBA). El límite temporal de la posibilidad
de revocar sería la notificación de la resolución. Mientras que la resolución no haya sido notificada a las partes, el
juez puede revocarla o modificarla; porque en tal caso no ha producido sus efectos respecto de ellas; pero no puede
hacerlo posteriormente, sino a requerimiento de parte y, en consecuencia, adolecería de nulidad la providencia que
revocara de oficio otra anterior.
Entendemos que la revocatoria de oficio es posible y si se trata de errores manifiestos y que comprometen el debido
proceso de derecho, para cualquiera de las partes, procede aun después de estar las partes notificadas de la
resolución.
No puede haber derechos que tengan como su fundamento o causa el error. Por eso la rectificación es posible.

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Reposición de las providencias dictadas por el secretario o el oficial primero. Artículo 38 CPCCN: “Los secretarios
tendrán las siguientes funciones además de los deberes que en otras disposiciones de este Código y en las leyes de
organización judicial se les impone:
1) Comunicar a las partes y a los terceros las decisiones judiciales, mediante la firma de oficios, mandamientos,
cédulas y edictos, sin perjuicio de las facultades que se acuerdan a los letrados respecto de las cédulas y oficios, y de
lo que establezcan los convenios sobre comunicaciones entre magistrados de distintas jurisdicciones. Las
comunicaciones dirigidas al Presidente de la Nación, ministros y secretarios del Poder Ejecutivo y magistrados
judiciales, serán firmadas por el juez.
2) Extender certificados, testimonios y copias de actas.
3) Conferir vistas y traslados.
4) Firmar, sin perjuicio de las facultades que se confieren al prosecretario administrativo o jefe de despacho, las
providencias de mero trámite, observando, en cuanto al plazo, lo dispuesto en el artículo 34, inciso 3) a). En la etapa
probatoria firmará todas las providencias simples que no impliquen pronunciarse sobre la admisibilidad o caducidad
de la prueba.
5) Dirigir en forma personal las audiencias testimoniales que tomare por delegación del juez.
6) Devolver los escritos presentados fuera de plazo.
Artículo 38 BIS.: “Los prosecretarios administrativos o jefes de despacho o quien desempeñe cargo equivalente
tendrán las siguientes funciones además de los deberes que en otras disposiciones de este Código y en las leyes de
organización judicial se les impone:
1) Firmar las providencias simples que dispongan:
a) Agregar partidas, exhortos, pericias, oficios, inventarios, tasaciones, división o partición de herencia, rendiciones
de cuentas y, en general, documentos o actuaciones similares.
b) Remitir las causas a los ministerios públicos, representantes del fisco y demás funcionarios que intervengan como
parte.
2) Devolver los escritos presentados sin copia.”
Artículo 38 TER.: “Dentro del plazo de tres días, las partes podrán requerir al juez que deje sin efecto lo dispuesto por
el secretario, el prosecretario administrativo o el jefe de despacho. Este pedido se resolverá sin substanciación. La
resolución será inapelable.”
El concepto es que la competencia de secretarios y oficiales es delegada. El que originariamente tiene el poder de
decidir o dictar es el juez.
La providencia simple que cause un gravamen que no pueda ser reparado en la sentencia definitiva es apelable. Sea
que el juez confirme la providencia del secretario o del oficial primero o que la deje sin efecto a pedido de la otra
parte, el recurso de apelación será admisible cuando tales providencias sean susceptibles de ocasionar gravamen
irreparable, salvo que aquel no proceda en razón del tipo de proceso o del valor debatido en él.
Reposición en Cámara. Procede únicamente la reposición de las resoluciones o providencias simples, dictadas por el
Presidente de la Sala, por ante la Cámara en pleno.
Las demás resoluciones de la Cámara (interlocutorios y sentencias definitivas) no son susceptibles de reposición.
Las resoluciones dictadas en segunda o ulterior instancia no son susceptibles del recurso de reposición, atento al
carácter definitivo que ellas revisten.
Las resoluciones dictadas en segunda instancia no son, en principio, susceptibles de reposición, salvo cuando se trata
de enmendar un error o se recurra contra una providencia simple.

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De las relaciones de la revocatoria con el recurso de apelación. Concepto de apelación subsidiaria. El recurso de
revocatoria se relaciona con el recurso de apelación.
Nuestro ordenamiento solo admite la revocatoria con apelación subsidiaria ya que la reposición es un recurso que
resuelve el mismo juez y la apelación importa adquisición de competencia por un superior, por tanto debe
permitirse que, en primer lugar, el juez de grado revea el error – si es que existe – a los fines de evitar un inútil
dispendio jurisdiccional. En caso de que el magistrado de primera instancia encuentre que no incurrió en un error, la
apelación subsidiaria o eventual permite que la Cámara valore si es correcta o no la tesitura del inferior.
En este caso, el recurso de apelación subsidia o es accesorio de la revocatoria. En caso de rechazarse este ultimo
recurso se concede el recurso de apelación si la providencia resulta apelable.
Interposición directa de la apelación, pendiente la resolución de la reposición. Puede suceder que, en vez de
interponer la apelación subsidiaria, se apele en forma autónoma, dentro del plazo y pendiente de resolver la
revocatoria. Hay 3 días para pedir la revocatoria y 5 días para apelar.
La apelación subsidiaria no se funda. Cuando se interpone la revocatoria o reposición con apelación en subsidio,
ésta última no se funda. El recurso de reposición es fundado, por lo que si se admitiera la nueva fundamentación de
la apelación, habría una doble fundamentación y una pérdida de tiempo importante. No se puede, en consecuencia,
mejorar el recurso presentando una nueva fundamentación.
I. Si la revocatoria está fuera de término, debe concederse la apelación subsidiaria. Si se interpuso la
revocatoria con apelación subsidiaria en quinto día, es lógico que la reposición está fuera de término y debe
ser desestimada.
¿Qué suerte debe correr la apelación en subsidio de una revocatoria improcedente por extemporánea? A
nuestro juicio, debe concederse la apelación subsidiaria y tenerla por fundada dado que con ello se garantiza
la defensa en juicio, la apelación – por otra parte – fue interpuesta en término y éste último recurso no es
sacramental.
II. Revocatoria contra el auto que deniega una apelación. Queja. Recursos extraordinarios locales. A nuestro
juicio, la única posibilidad de atacar un rechazo del recurso de apelación es mediante la queja o recurso
directo o de hecho a presentar en la Cámara. No cabe la revocatoria.
RECURSO DE ACLARATORIA.
Concepto y objeto de la aclaratoria. Cuando se dicta una sentencia o un auto interlocutorio se deslizan errores. La
corrección de esos errores, la rectificación de los mismos, se hace por intermedio de la aclaratoria. Corrección o
rectificación son la esencia misma de la aclaración o aclaratoria.
I. La sentencia, sus partes y límites. Solo hace cosa juzgada la parte dispositiva (el fallo o decisión), pues la
sentencia es un acto de autoridad estatal o de volición e interesa más el Estado cuando impone la decisión
que el juez cuando expresa los fundamentos de la misma. Por eso, cosa juzgada en sentido material, es la
indiscutibilidad de la esencia de la voluntad concreta de la ley afirmativa en la sentencia.
¿Qué pasa si en los considerandos se dice una cosa y en el fallo se expresa otra? ¿Qué sucede si en los
considerandos la solución aparece clara y en la parte dispositiva de trastoca o se obscurece y resulta
ambigua?
II. Extinción de la jurisdicción. A estos ingredientes se suma la extinción de la jurisdicción del juez o
irretractabilidad de la sentencia que impide que el juez revea o modifique su decisión.
También, a veces es conveniente y deseable que alguna omisión o una obscuridad se resuelvan por el mismo
juez o Cámara que dictó el pronunciamiento.
Para todas estas cuestiones nació la aclaratoria como recurso, sin perjuicio de las facultades del juez p
Cámara de aclarar su decisión hasta antes que sea notificada la sentencia.
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Finalidad de la aclaratoria. La aclaratoria no tiene por objeto modificar una resolución judicial, aunque quiérase o
no, la modifica o la integra.
Tampoco tiene por objeto corregir la inexistencia, nulidad o anulabilidad de la sentencia y, en general, de los actos
de los órganos jurisdiccionales, sino solamente a la irregularidad de ellos.
Su finalidad es simple y así puede: (i) servir para que el mismo juez interprete algún concepto obscuro de la decisión;
(ii) suplir una omisión en la que se incurrió en la decisión, no tratando alguno de los rubros reclamados o no
expidiéndose sobre costas; (iii) salvar un error.
(I) Servir para que el mismo juez interprete algún concepto obscuro de la decisión. En principio, la aclaratoria
procede contra las sentencias definitivas, que son las que ponen fin al litigio. Lo que se persigue con este
recurso es evitar el doble grado jurisdiccional y solucionar problemas menores ante el mismo juez que dictó
la sentencia.
Sin embargo, existen varios problemas, y el primero consiste en que dictada la sentencia se extingue la
jurisdicción del juez o, mejor dicho, la competencia, que es su límite, sobre lo que fue objeto del
juzgamiento. Esta situación jurídica se llama extinción de la jurisdicción y el magistrado no puede modificar
lo que ya hizo.
Se dijo, en este sentido, que la sentencia es irretractable para el juez que la pronunció, quien no puede
dejarla sin efecto con un acto posterior ni alterar lo sustancial de la decisión. Así, se explica la improcedencia
del recurso de revocatoria contra la sentencia.
Por lo tanto, el juez de grado no puede modificar la sentencia y debe limitarse, en su caso, a analizar y
completar o integrar su pronunciamiento o, en su caso, indicar la interpretación correcta de lo dicho.
En segundo lugar, la sentencia consta de tres partes: resultando, considerando y fallo. Las partes medulares
son las ultimas dos. A veces, el magistrado trata correctamente la cuestión en los considerandos,
fundamentando y aplicando el derecho y, cuando llega a la parte dispositiva, la síntesis le sale mal o confusa.
Para eso sirve la aclaratoria.
En algunas circunstancias se utilizan términos ambiguos o de dudosa hermenéutica. Para eso sirve la
aclaratoria.
(II) Suplir una omisión en la que se incurrió en la decisión, no tratando alguno de los rubros reclamados o no
expidiéndose sobre costas. El campo más vasto de la aclaratoria es el de las omisiones, por inadvertencia. Si
el magistrado no trató un rubro por considerarlo improcedente, no hay omisión y su eventual error debe ser
corregido con la apelación. De lo que aquí se trata es de la omisión por inadvertencia.
A nuestro juicio, la omisión debe interpretarse más ampliamente; no como omisión en los signos gráficos,
sino como olvido de un rubro reclamado. El olvido es la forma más importante de la omisión. Dicho olvido no
importa denegación, ya que fue por inadvertencia.
(III) Salvar un error. El error no puede ni debe ser fuente de derechos. Si se trata de errores puramente
numéricos o aritméticos pueden ser corregidos en todo el tiempo, aun en la etapa de ejecución de la
sentencia. Eso quiere decir que el error no hace cosa juzgada.
Lo que interesa aquí es el error material (no aritmético). El error material consiste en el contraste manifiesto
entre la fórmula (fallo o decisión) y la idea (los considerandos).
La aclaración o aclaratoria puede enmendar errores o rectificar diferencias entre la fórmula (decisión o fallo)
y la idea (los considerandos), a condición que se respete la idea objetiva del juzgador y no su motivación
subjetiva.

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Errores puramente aritméticos. Entendemos que los errores aritméticos o de cálculo no solo pueden consistir en
groseros errores materiales, sino en errores de procedimientos técnicos, como en el cálculo de actualizaciones,
coeficientes u otras operaciones matemáticas.
Aun sin mediar recurso de aclaratoria, si los jueces, al descubrir un error material, no lo modificasen, incurrirían con
la omisión en falta grave, pues estarían tolerando que se generara o lesionara un derecho que sólo reconocería
como causa el error.
El principio según el cual las sentencias de la Corte no son susceptibles de recursos de reconsideración, revocatoria o
nulidad, admite excepciones cuando median errores materiales en sus pronunciamientos.
Naturaleza jurídica de la aclaratoria. La aclaratoria no es en realidad un típico recurso, pues no pretende modificar
ningún decisorio, salvo el supuesto del error. A su vez, no importa adquisición de competencia por un tribunal
superior o ad quem.
La aclaratoria la resuelve el mismo juez que dictó la sentencia, por ello participa de algunas connotaciones similares
a la reposición o revocatoria.
Tampoco es suspensiva, porque no suspende plazos para interponer otros recursos como la apelación o algún
recurso extraordinario, si se trata de Cámara.
En resumen, es un recurso para ante el mismo juez que dictó la sentencia, no suspensivo del procedimiento y que
tiene por finalidad aclarar, salvar omisiones o corregir errores.
¿Es la aclaratoria, a pedido de parte, un recurso? En realidad, la aclaratoria no sería un típico recurso, desde un
punto de vista técnico. Un recurso tiene por objeto modificar una resolución judicial; la aclaratoria no puede hacerlo
y los códigos hablan precisamente de no alterar lo sustancial de la decisión. Si se pasa ese límite la aclaratoria debe
ser rechazada ya que el juez ya emitió opinión sobre la cuestión sustancial y no puede volver a hacerlo. Si la
sentencia es un acto de voluntad, una vez dictada no puede modificarse la volición.
• Mediante la aclaratoria se perfecciona o completa un fallo. No se lo modifica. El remedio de la
sentencia aclaratoria está dirigido a corregir un error de expresión y no de voluntad de la
sentencia y sus remisiones. Su ámbito está estrictamente limitado a los casos de error material,
oscuridad en los conceptos o substanciación de omisiones de pronunciamiento. Mediante la
aclaratoria solo se puede perfeccionar o completar la sentencia, pero nunca modificarla o
transformarla.
• Aclaratoria como recurso. Podetti e Ibañez Forcham indican que cuando el litigante objeta una
resolución judicial – así sea la sentencia de casación –, para que se salve un error material, se
aclare un concepto oscuro o se supla una omisión, realiza un acto procesal cuya consecuencia de
prosperar será, quiérase o no, una modificación de la sentencia. La aclaratoria tiende, en algún
grado, a modificar una resolución judicial en su sentencia o en su forma.
• Aclaratoria como incidente. Sentís Melendo, por el contrario, entiende que la aclaratoria es un
incidente de la sentencia. No es un recurso sino una incidencia para integrar o completar la
sentencia.
• Nuestra opinión: la aclaratoria aceptada modifica el pronunciamiento. La restricción que
contiene el artículo 166, inciso 2 CPCCN y CPCCBA, en cuanto establece que no se alterará en lo
substancial la decisión, se refiere solo al caso de oscuridad de la sentencia, porque en tal
supuesto no hay error material y es natural que la aclaratoria no pueda entonces variar sus
conclusiones. Distinta es la situación cuando el juez altera la situación de las partes, o se
equivoca en el nombre de las mismas, o incurre en un error en cuanto a sus pretensiones, o
comete un error de cálculo, porque para subsanarlo, deberá necesariamente variar los términos

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de la decisión. Por aplicación de este concepto, la jurisprudencia resolvió que el juez de primera
instancia puede, por vía de aclaratoria, dejar sin efecto una condena dictada por error, y que el
tribunal de apelación puede, por el mismo recurso, revocar una sentencia que pronunció
incurriendo en un error material.
La aclaratoria debe ser considerada un recurso ya que es un medio a disposición de las partes
para corregir o integrar.
El carecer de objeto modificativo propio de los recursos, en algunas circunstancias, no lo priva de
ser un medio para corregir y para evitar un gravamen. En consecuencia, la aclaratoria es un
recurso ordinario.
Estos conceptos son aplicables a la aclaratoria a pedido de parte, la que constituye un recurso.
La aclaratoria de oficio, en cambio, no es un recurso e integra la sentencia.
Análisis de los requisitos de admisibilidad: resoluciones contra las que procede el recurso de aclaratoria.
✓ Procede, en principio, solo contra sentencias definitivas. La razón fundamental es que la aclaratoria es
tratada en el artículo 166 del CPCCN que regula la actuación del juez posterior al dictado de la sentencia
definitiva de segunda instancia y en Cámara se prevé el recurso luego de dictada la sentencia de segunda
instancia (artículo 272 CPCCN y 267 CPCCBA).
✓ También se admite contra las sentencias interlocutorias. Existen casos en que este recurso o medio es de
suma utilidad para corregir o salvar una omisión en un auto interlocutorio. Nosotros admitimos la aclaratoria
en relación a una sentencia interlocutoria. Los textos legales deben interpretarse de tal forma que sirvan, no
a la forma en sí misma, sino a la lógica y a la razón. Si con la admisión de la aclaratoria se evitan largos meses
de apelación resulta un desatino no admitirla.
Análisis de los requisitos de admisibilidad:
I. El término. En primera instancia el plazo para interponer la aclaratoria es de tres días de notificada por
cédula o personalmente la decisión. En segunda instancia el plazo es el de cinco días de notificada por cédula
o personalmente la decisión.
II. El recurso de aclaratoria debe fundarse. No basta con la mera interposición del mismo. Resulta necesario
indicar cual concepto se debe aclarar, qué es lo que se intenta corregir o cual es la omisión que debe ser
salvada. En caso de no fundarse el recurso es inadmisible y debe ser rechazado.
III. ¿Deben acompañarse copias? El recurso se resuelve sin substanciación, por lo que no resulta necesario.
Trámite del recurso. Resolución ante quien se presenta el recurso. El juez competente es el que profirió la
providencia cuya corrección se pide. La aclaratoria debe deducirse ante el tribunal del cual emanó el decisorio objeto
de ese pedido.
¿Qué pasa si cambió, falleció o se sustituyó el juez? A nuestro juicio, el cambio de la figura del juez no es obstativo a
la eventual procedencia o improcedencia de la aclaratoria. La teoría del órgano entiende que el juez reemplazante o
subrogante puede y debe aclarar. Lo que interesa es el órgano o la función y no el juez.
Se resuelve sin substanciación. No hay substanciación ni traslado a la parte contraria y el juez o la Cámara deben
resolver de inmediato.
Aclaratoria rechazada. Si la aclaratoria es rechazada y no se interpuso el recurso de apelación queda firme la
resolución cuya aclaración se solicitó.
Aclaratoria admitida. Si la aclaratoria es admitida, la misma integra la sentencia, cabe una nueva notificación y la
sentencia integrada por la aclaratoria es susceptible del recurso de apelación. A partir de la notificación de la
aclaratoria – que integra la sentencia – empiezan a correr un nuevo plazo para apelar.

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Relación de la aclaratoria con otros recursos. La aclaratoria no suspende el plazo para impetrar otros recursos, por
lo que es necesario interponer la apelación, en primera instancia, o un recurso extraordinario o casatorio, en
segunda instancia, si es que no se quiere, ante un eventual rechazo de la aclaratoria, la firmeza de la resolución
recurrida.
En consecuencia, la aclaratoria no tiene efectos suspensivos sobre los términos y no impide que se consienta la
sentencia sino se interpone oportunamente recurso de apelación. En este sentido se dijo que el recurso de apelación
no queda suspendido por la aclaratoria.
Esto hace excepción cuando la aclaratoria es aceptada.
El llamado recurso de aclaratoria no tiene efectos suspensivos y si se rechaza la misma y no se interpuso la apelación
en término, la sentencia de primera instancia queda consentida.
Por ello es de buena técnica interponer en forma directa y principal ambos recursos. Si luego, con la aclaratoria se
subsana la omisión o se aclara el error, se puede desistir del recurso de apelación.
La aclaratoria integra la sentencia, cuando se procede a aclarar. Por ello, si la decisión integrada causa gravamen
resulta una carga apelarla. Muchas veces se solicita una aclaratoria y esta no sigue la senda pedida y resuelve
interpretarlo aun más desfavorablemente nuestra pretensión. Es necesario apelar la sentencia aclarada. Si no se
plantea este recurso, la solución queda firme.
Aclaratoria de oficio. La aclaratoria de oficio la puede realizar el juez o la Cámara hasta antes de la notificación de la
sentencia. Una vez notificada la misma no puede realizarse la aclaratoria de oficio, salvo la existencia de un error
aritmético o puramente numérico.

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LECCIÓN 19

APELACIÓN. PROCEDIMIENTO EN SEGUNDA INSTANCIA.


RECURSO DE QUEJA.
RECURSO DE APELACIÓN. CONCEPTO. El recurso provincial es aquel en virtud del cual se pasa del primer al segundo
grado de la jurisdicción. Siempre que se habla de recurso de apelación se sobreentiende la existencia de la doble
instancia, no se concibe apelación sin doble instancia.
El recurso de apelación es el medio que permite a los litigantes llevar ante el tribunal de segundo grado una
resolución estimada injusta, para que la modifique o revoque según el caso.
La apelación presupone la existencia de un tribunal superior con facultad de confirmar o modificar, total o
parcialmente, el pronunciamiento del juez en grado anterior.
Importa este recurso la adquisición de competencia por un Tribunal Superior (o ad quem), usualmente colegiado,
que va a entender en este segundo grado de la jurisdicción. Es que el recurso de apelación es el remedio procesal
encaminado a lograr que un órgano judicial jerárquicamente superior con respecto al que dictó una resolución que
se estima injusta la revoque o reforme, total o parcialmente.
El recurso de apelación transporta el derecho de un tribunal a otro.
NATURALEZA JURÍDICA DEL RECURSO DE APELACIÓN. En Argentina se adoptó el sistema español, en virtud del cual
el recurso de apelación es un verdadero recurso de alzada, un nuevo examen por aquello de que dos o tres jueces
ven más que uno.
VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LA DOBLE INSTANCIA. La apelación no importa un nuevo juicio, sino un
reexamen, su naturaleza es la de ser un recurso de alzada y que la doble instancia no es una garantía del debido
proceso.
La principal ventaja es el control y la posibilidad de evitar la arbitrariedad.
La gran desventaja de la doble instancia es la demora de los expedientes.
CONCEPTO DE ADMISIBILIDAD. La admisibilidad se refiere al cumplimiento de los recaudos formales para que el
recurso sea admitido.
Todo recurso debe interponerse ante el mismo juez o tribunal que dictó la resolución recurrida. La apelación no hace
excepción a esta regla. Por eso los recursos de queja se llaman directos porque se interponen ante el Superior y no
ante el inferior, como es el caso de la mayoría de los recursos.
En consecuencia, la apelación debe interponerse ante el juez de primera instancia. Este es el juez de la admisibilidad
del recurso y debe limitarse a admitirlo o rechazarlo y, en su caso, correr los pertinentes traslados para fundar y
contestar el traslado del memorial.
CONTROL DE ADMISIBILIDAD EN EL RECURSO DE APELACIÓN POR LA CÁMARA. El Superior tiene innegables
facultades de revisión de la admisibilidad formal del recurso por parte del inferior.
El artículo 276 otorga a la Cámara facultades de oficio para examinar la concesión del recurso. Tiene facultades para
indicar que el recurso fue mal concedido.
PROVIDENCIAS QUE SON SUSCEPTIBLES DEL RECURSO DE APELACIÓN. Casi todas las providencias son susceptibles
de este recurso, por eso la apelación es el recurso ordinario más importante.
a) Textos legales. Artículo 242 CPCCN: “El recurso de apelación, salvo disposición en contrario, procederá
solamente respecto de: (1) Las sentencias definitivas. (2) Las sentencias interlocutorias. (3) Las providencias
simples que causen gravamen que no pueda ser reparado por la sentencia definitiva.”

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b) Providencias simples. Solo son apelables las providencias simples, a condición de que causen un gravamen
que no pueda ser reparado en la sentencia definitiva. Una providencia simple causa un gravamen irreparable
cuando una vez consentidas, sus efectos son insusceptibles de subsanarse o enmendarse en el curso ulterior
del procedimiento.
c) Sentencias definitivas e interlocutorias.
d) Medidas para mejor proveer. No son susceptibles de apelación las medidas para mejor proveer.
e) El artículo 38 del CPCC y las providencias de los secretarios. A pesar de lo que dispone el artículo 38 ter
CPCCN (y 38 CPCCBA), la jurisprudencia aceptó la apelabilidad en algún caso. En este sentido se dijo que
procede la apelación deducida contra la providencia suscrita por el secretario, por la cual se requirió al
peticionante de la quiebra que, como previo a la solicitud de la misma, manifieste y denuncie si el presunto
deudor tiene bienes registrables.
LA INAPELABILIDAD EN RAZÓN DEL MONTO. En la Nación, los procesos con un monto igual lo superior a los
$300.000 son inapelables, excepción hecha de la regulación de honorarios y del desalojo.
INTERÉS PARA RECURRIR. El tema del interés lo resuelve el Superior. No es un tema que competa al juez de primera
instancia.
El juez de la concesión del recurso no puede entrar a considerar si existe o no perjuicio o agravio, ese tema está
reservado al juez de Cámara.
ADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO EN SUBSIDIO.
a) Denegación cuando la apelación es subsidiaria de una aclaratoria. No puede concederse la apelación si es
subsidiaria y condicionada al resultado de una aclaratoria. Ello por varias razones: la primera, que el único
recurso que puede ir asociado a la apelación es la reposición o revocatoria. La segunda, que como
consecuencia de ello la aclaratoria no tiene efectos suspensivos en relación a otros recursos, como el de
apelación o algún recurso extraordinario. Si la aclaratoria es admitida, integra la sentencia, debe ésta
notificarse de nuevo y renace un nuevo plazo para apelar.
Ello porque la aclaratoria admitida modifica la sentencia, razón básica por la que, también, la consideramos
un recurso.
b) Apelación sujeta a condición. Improcedencia. El recurso de apelación no puede ser interpuesto y sujetarlo al
cumplimiento de una condición. En tales circunstancias resulta inadmisible.
c) Apelación directa del auto que rechaza la revocatoria. Es improcedente, por cuanto el auto que rechaza la
revocatoria es una confirmatoria del auto recurrido por esa vía y debió interponerse la apelación subsidiaria
o la apelación directa contra el mismo en tiempo y forma.
PLAZO PARA INTERPONER EL RECURSO DE APELACIÓN. Uno de los requisitos formales más importantes para
interponer el recurso de apelación es el plazo para impetrar el mismo.
a) Plazo normal de apelación: 5 días. Si no hay norma específica que establezca un plazo distinto hay que estar
al plazo de cinco días, que es el plazo general del artículo 150 para cualquier vista o traslado.
b) Plazo de 3 días: procesos sumarísimos en el ámbito de Nación. El plazo para apelar es de tres días, aunque
para fundar el recurso y contestar el traslado del mismo es de 5 días (artículo 498, inc.3 CPCCN).
c) Expropiación en la provincia de Buenos Aires. El plazo es de 3 días. En materia de apremio, el plazo para
apelar es de 5 días.
d) Plazo de 2 días. En la provincia de Buenos Aires, y en el ámbito de los procesos sumarísimos, el plazo es de 2
días. Dice el artículo 496 CPCCBA, segundo párrafo, que todos los plazos serán de dos días, salvo el de
contestación de la demanda que será de cinco días y el de prueba, que fijará el juez.

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e) 48 horas: Amparo en Nación. El plazo para apelar es de 48 horas (la apelación debe ser fundada) y solo son
apelables la sentencia definitiva, la que rechaza in limine la demanda y las que dispongan medidas de no
innovar o la suspensión del acto impugnado.
f) Amparo en la provincia de Buenos Aires. El plazo para apelar es de 3 días (para la queja por denegación de
la apelación es de un día) y la apelación debe ser fundada. Solo son apelables la sentencia definitiva, el auto
que rechaza in limine la demanda y las medidas cautelares.
g) Violencia de género. El plazo es de 3 días.
FORMA DE INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN. ¿DEBE FUNDARSE EL RECURSO DE APELACIÓN?
a) Se apela verbalmente o por escrito. Existe un informalismo en cuanto a la interposición y no se dan formas
sacramentales. El escrito de apelación es, por otra parte, un escrito de mero trámite y muy simple que solo
contiene la resolución que se apela y la voluntad de apelarla.
b) La apelación no se funda. El recurso de apelación no se funda al interponerlo. Si quien apela intenta
fundarlo, debe desglosarse la fundamentación y anotarse el recurso que se interpuso. El recurso debe
concederse igualmente, lo que se devuelve es la fundamentación.
Si bien el recurso de apelación debe interponerse sin fundamentación, la expresión por adelantado de los
motivos de la impugnación solo comportan la renuncia de un beneficio – temporal – que la ley otorga. Si el
apelante funda el recurso y el juzgado, en lugar de devolverlo, da curso a la apelación, esta ultima debe ser
considerada fundada.
c) Las providencias sobre denegación, producción y substanciación de las pruebas. En el orden nacional, las
decisiones del juez en materia de prueba son inapelables, con lo que se admite el recurso de revocatoria.
d) Inapelabilidad del auto que concede diligencias preliminares. La providencia que concede diligencias
preliminares es irrecurrible.
e) Inapelabilidad del auto que rechaza la caducidad de instancia o que ordena la acumulación por conexidad.
El auto que desestima la caducidad de instancia es inapelable. También el que ordena de oficio la
acumulación.
LA APELABILIDAD EN LOS JUICIOS SUMARÍSIMOS DE LA NACIÓN. EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES JUICIOS
SUMARIO Y SUMARÍSIMO. En los juicios sumarísimos de Nación solo serán apelables la sentencia definitiva y las
providencias que decreten o denieguen medidas precautorias. La apelación se concederá en relación, con efecto
devolutivo, salvo cuando el cumplimiento de la sentencia pudiere ocasionar un perjuicio irreparable, en cuyo caso se
otorgará en efecto suspensivo.
El artículo 496, inciso 4 del CPCCBA tiene un texto similar, con la diferencia de que no está la salvedad en cuanto al
efecto devolutivo. No es apelable, en provincia, la providencia que deniega una medida cautelar.
CONCEPTO DE MODO O FORMA DE CONCESIÓN. Existen dos modos de concesión, uno amplio y el otro restringido.
Ello implica, en el caso del modo amplio, una mayor posibilidad para producir prueba, articular hechos nuevos,
`presentar documentos. En el caso del modo restringido todo se limita a fundar el recurso de apelación mediante la
presentación de lo que, técnicamente, se denomina memorial. Esa mayor o menor amplitud es el modo o forma de
concesión. Puede decirse, en consecuencia, que existen dos apelaciones: una amplia y otra abreviada.
CLASIFICACIÓN DE LOS MODOS
Libremente (nunca es totalmente plena)
Modos o formas Con efecto inmediato
En relación
Con efecto diferido

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APELACIÓN LIBRE. En Nación solamente en un caso se concede el recurso de apelación libremente y es cuando se
apela la sentencia definitiva en los juicios ordinarios. En la provincia de Buenos Aires, en cambio, se conceden
libremente las apelaciones de sentencias definitivas en los juicios ordinarios y sumarios. En todos los demás casos, la
apelación se concede en relación y cuando la ley así lo dispone en relación y en efecto diferido.
El artículo 243 CPCCN dice que el recurso de apelación será concedido libremente o en relación y, en uno y otro
caso, en efecto suspensivo o devolutivo. El recurso contra la sentencia definitiva en el juicio ordinario será concedido
libremente. En los demás casos, sólo en relación. Procederá siempre en efecto suspensivo, a menos que la ley
disponga que lo sea en efecto devolutivo. Los recursos concedidos en relación lo serán, asimismo, en efecto diferido,
cuando la ley así lo disponga.
En la apelación libre se dan las siguientes notas:
✓ Se funda en segunda instancia, con la presentación de un escrito que se denomina expresión de agravios,
que es la demanda de segunda instancia.
✓ Puede limitadamente replantearse prueba denegada o respecto de la cual medió declaración de negligencia.
✓ Pueden presentarse nuevos documentos.
✓ Puede pedirse prueba de confesión.
✓ Hay carga de fundar las apelaciones diferidas.
✓ Puede pedirse apertura a prueba en segunda instancia cuando mediaren hechos nuevos o cuando se
replanteare prueba.
APELACIÓN EN RELACIÓN. La apelación en relación, limitada o abreviada tiene como característica que se funda en
primera instancia, con el memorial, llega a la alzada para resolver y no puede abrirse a prueba ni articularse hechos
nuevos.
APELACIÓN EN RELACIÓN Y CON EFECTO DIFERIDO. La apelación en relación puede tener efectos inmediatos y
diferidos. La apelación en relación tiene efecto inmediato o normal cuando el expediente es remitido de inmediato a
la Cámara para resolver el mismo.
La apelación, en cambio, es diferida cuando el expediente no se envía a la Cámara sino que la apelación se concede,
no se funda y se suspende el envío del expediente a la Cámara hasta una oportunidad ulterior.
Cuando se concede el recurso de apelación en relación, la regla es que lo sea con efecto inmediato y no diferido, que
es la excepción.
SUPUESTOS DE CONCESIÓN EN EFECTO DIFERIDO.
a) Costas y honorarios. Las apelaciones en materia de costas y honorarios en los incidentes es diferida.
b) Ejecución de sentencia y juicios ejecutivos. En materia de ejecución de la sentencia, las apelaciones se
conceden en efecto diferido, salvo la apelación contra la sentencia de venta y las posteriores a la misma.
Las apelaciones anteriores a la sentencia de remate, en el juicio ejecutivo, se conceden en efecto diferido.
c) Hechos nuevos y efecto diferido. Las apelaciones que desestiman un hecho nuevo se conceden en efecto
diferido. Las que admiten el hecho nuevo son inapelables y ello no puede ser revisado,
d) Juicio sumario en la provincia de Buenos Aires y efecto diferido. En los juicios sumarios las apelaciones
contra la resolución que desestima las excepciones previstas en los incisos 6, 7 y 8 del artículo 345 CPCCBA
se conceden en efecto diferido. Estas excepciones se refieren a cosa juzgada y las asimilables y a las defensas
temporarias del Código Civil (beneficio de inventario, beneficios de división y exclusión de la deuda en el aso
de fianza, etc.). La Cámara podrá analizar luego esta resolución recurrida, cuando el expediente vaya por
apelación de la sentencia definitiva, sin que el procedimiento se suspenda de hecho al elevar las actuaciones
al superior.
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CUANDO SE FUNDA LA APELACIÓN DIFERIDA.
a) La interposición del recurso de apelación debe hacerse siempre, por más que se difiera su concesión. Si no
se apela, se consiente.
b) El tiempo de la fundamentación en las apelaciones diferidas. Hay un tiempo para apelar y otro para fundar.
La apelación en efecto diferido se fundará, en los juicios ordinario y sumario, en la oportunidad del artículo
260 (CPCCN), y en los procesos de ejecución juntamente con la interposición del recurso contra la sentencia.
En los juicios ordinarios (Nación) y ordinarios y sumarios (Buenos Aires) se apela en primera instancia en el
momento preciso, cuando se le notifica la resolución que le causa agravio. Hay que sostener el recurso,
apelando la sentencia definitiva aunque esta no nos cause agravio. Luego, cuando el expediente es elevado a
Cámara, se debe fundar en 5 días de notificada la resolución de autos para exponer agravios o e el casillero
mediante la presentación del memorial. En caso de no hacerlo se declarará desierto el recurso.
En los juicios de ejecución las apelaciones, aunque sean diferidas, deben interponerse en el momento
procesal oportuno. Se conceden en forma diferida. Es necesario apelar la sentencia de venta o de remate. Se
fundan con la interposición del recurso contra las sentencias de venta o de remate. En consecuencia, en los
juicios ejecutivos, se funda con la interposición del recurso de apelación contra la sentencia de remate.
c) Si no se apela la sentencia definitiva debe desestimarse la apelación diferida. Hay que apelarla aunque sea
para sostener la apelación diferida. Resulta necesaria la apelación de la sentencia definitiva para mantener
viva la apelación diferida. La consecuencia inmediata de consentir la sentencia definitiva es que las
apelaciones diferidas que hayamos realizado serán declaradas desiertas. No corresponde pedir la elevación a
Cámara para tratar una apelación diferida cuando no se apeló la sentencia. En los juicios ordinarios en la
Nación y en los ordinarios y sumarios en provincia hay que apelar de la sentencia definitiva y, si no nos causa
agravio la misma, fundar la apelación diferida en quinto día, manifestando que este es el único agravio y
desistiendo de la apelación contra la sentencia.
La apelación diferida hay que mantenerla y presentar su fundamentación en el momento procesal oportuno.
Si no se apela la sentencia, la apelación diferida se declara desierta. Si es que la sentencia definitiva o de
remate nos convence igualmente debe apelarse para sostenerse la apelación diferida. En este caso, se funda
con la interposición del recurso contra la sentencia de remate.
EFECTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN Y SU CLASIFICACIÓN. El efecto natural de la concesión del recurso de
apelación es la suspensión de los efectos de la sentencia recurrida. La sentencia no se cumple ni se ejecuta.
Efectos y su clasificación. Como existen sentencias que se ejecutan resulta que hay dos efectos, el suspensivo
cuando la sentencia no se ejecuta, y el no suspensivo cuando la sentencia se ejecuta. Sintetizando, existe un solo
efecto, el suspensivo, que puede o no darse.
A la no suspensión del recurso, la doctrina la llamó efecto devolutivo. En base a ello se habla de efectos devolutivo y
suspensivo.
Devolutivo la sentencia se ejecuta
Efectos del recurso de apelación:
Suspensivo la sentencia no se ejecuta

EL LLAMADO EFECTO DEVOLUTIVO. Solo como recuerdo histórico quedó el concepto de devolución o devolutivo. En
la práctica solo es que la apelación es no suspensiva o no se suspende el cumplimiento de la resolución recurrida.
DIVERSOS SUPUESTOS DE EFECTO DEVOLUTIVO EN LOS CÓDIGOS.

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a) Medidas cautelares. Las apelaciones son en efecto devolutivo cuando la medida cautelar es concedida. Ello
porque no se puede suspender el cumplimiento de la medida que tiene justamente por fin asegurar el
resultado del juicio.
b) Juicio de alimentos. La sentencia que deniegue los alimentos será apelable en ambos efectos. Si los
admitiere, el recurso se concederá en efecto devolutivo. En este ultimo supuesto, una vez deducida la
apelación, se expedirá testimonio de la sentencia, el que se reservará el juzgado para su ejecución,
remitiéndose inmediatamente las actuaciones a la Cámara.
Es decir, si los alimentos son concedidos la apelación es devolutiva, no se suspende el cumplimiento de la
misma dada la naturaleza de la obligación alimentaria y los daños que se derivarían de su incumplimiento.
c) Ejecuciones. Tanto en la ejecución de sentencia como en el juicio ejecutivo, el ejecutante podría ejecutar la
sentencia de venta o de remate favorable siempre y cuando diere fianza de responder para el caso que la
sentencia sea revocada.
d) Juicio sumarísimo. La apelación contra la sentencia definitiva se concede en efecto devolutivo, salvo que la
ejecución de la sentencia pudiera causar un gravamen irreparable.
Es que la resolución no se cumple ni se ejecuta.
La expresión “efecto devolutivo” significa que el otorgamiento del recurso impide la ejecución de lo
decidido.
EL PROCEDIMIENTO DEL RECURSO EN RELACIÓN. En realidad no existe procedimiento de segunda instancia, todo se
realiza en la primera instancia y el expediente llega a la alzada para el dictado de la sentencia.
La enorme mayoría de los recursos que se conceden son en relación.
No se admiten, en principio, hechos nuevos ni replanteos de prueba.
CONCESIÓN. Solo se conceden libremente las apelaciones contra las sentencias definitivas de juicio ordinario en la
Nación y de juicios ordinarios y sumarios en provincia. En todos los demás casos el recurso de apelación se concede
en relación y, cuando la ley así lo dispone, en efecto diferido.
En consecuencia, la enorme mayoría de los recursos se conceden en relación, incluso las sentencias de los juicios
sumarísimos, los amparos, las sentencias interlocutorias de las excepciones, las sentencias de venta y de remate, etc.
El juez de primera instancia es el juez de la admisibilidad y el que concede o deniega el recurso de apelación,
existiendo el recurso de queja para el caso de denegación del recurso.
La providencia de concesión se notifica por ministerio de la ley. A partir del siguiente día hábil empieza a correr el
término de cinco días para fundar (el artículo 246 dice que cuando procediere la apelación en relación sin efecto
diferido, el apelante deberá fundar el recurso dentro de los 5 días de notificada la providencia que lo acuerde).
¿DÓNDE SE PRESENTA EL MEMORIAL? En primera instancia, ante el juez a quo (toda substanciación es en primera
instancia). El memorial debe acompañarse con copias, tantas como partes y terceros intervengan en el expediente.
MEMORIAL ¿EN QUÉ CONSISTE? El memorial de los recursos en relación es un escrito similar a la expresión de
agravios de los recursos libres.
El memorial debe contener la crítica concreta y razonada de la sentencia o providencia que se ataca. Debe ser
autosuficiente, no debiendo hacer remisiones a presentaciones anteriores.
La competencia de la Cámara está doblemente limitada por la pretensión inicial y por la demanda de segunda
instancia, es decir, el memorial.
El apelante tiene que criticar concretamente las partes de la sentencia que considere equivocadas y su crítica debe
ser concreta y razonada.

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Si el memorial no se presenta se declara desierto el recurso, por el juez de primera instancia. si el apelante no
presentare el memorial, el juez de primera instancia declarará desierto el recurso.
Si el memorial es deficiente, el juez de primera instancia no puede declarar su insuficiencia. Sin embargo, la Cámara
lo hará.
TRASLADO DEL MEMORIAL. Del escrito que se presente (memorial) se dará traslado a la otra parte por el mismo
plazo. El procedimiento continua con la substanciación y el traslado también es por ministerio de la ley.
La contestación del memorial es sencilla ya que el litigante tiene que sostener la resolución atacada y, para ello,
tiene los argumentos del juez de grado, los que tratará de ampliar y mejorar, si es posible. La réplica se limita a
contestar punto por punto los ataques del apelante.
El incumplimiento de esta carga no genera otra consecuencia que la pérdida de un derecho que se dejó de usar.
CONCLUSIÓN DEL PROCEDIMIENTO. El artículo 251 establece un plazo de cinco días para elevar el expediente a la
Cámara, desde que se contesta el traslado del memorial o desde que haya vencido el plazo para hacerlo. La
elevación se hará mediante constancia y bajo la responsabilidad del oficial primero.
RESOLUCIÓN POR LA CÁMARA. INADMISIBILIDAD DE HECHOS NUEVOS, DE REPLANTEO DE PRUEBA, ETCÉTERA.
a) Distintas situaciones en el recurso concedido en relación. Si había o no radicación de sala. Si el recurso se
hubiese concedido en relación, recibido el expediente con sus memoriales, la cámara – si el expediente
tuviere radicación de sala – resolverá inmediatamente. En caso contrario, dictará la providencia de autos
para sentencia. No se admitirá la apertura a prueba ni la alegación de hechos nuevos.
b) No admisión de replanteos de prueba ni invocación de hechos nuevos. Imposibilidad de agregar prueba
documental. Principio general. No se admite replantear prueba ni agregar documentación, todo se resuelve
con el material que fue colectado por el juez de primera instancia. esto es lo que asigna el carácter de
apelación restringida o abreviada al modo en relación al recurso.
La técnica formal en materia de recursos de apelación concedidos en relación, impone a la alzada fallar
sobre la base de las actuaciones producidas en primera instancia. Como correlato de ello, cuando el recurso
fue concedido en relación no procede recibir nuevos elementos de juicio y, por categórica prescripción legal,
no se admite la alegación de hechos nuevos.
c) Imposibilidad de agregar prueba documental. Tampoco es posible agregar prueba documental en los
recursos concedidos en relación.
d) El tema es que no puede admitirse prueba, porque en los recursos de apelación en relación no existe
apertura a prueba. En los recursos de apelación concedidos en relación no se admite prueba porque no es
procedente la apertura a prueba en la segunda instancia. La apelación es restringida.
e) Válvulas de escape del sistema. Este principio no es absoluto ya que, concedido en relación el recurso de
apelación, el tribunal debe fallar, en principio, teniendo en cuenta las actuaciones producidas en primera
instancia, sin que puedan alegarse hechos nuevos, agregarse documentos o, consecuentemente, abrirse la
causa a prueba. Sin embargo, la sala puede, excepcionalmente y respetando el derecho de defensa de las
partes, disponer medidas para establecer la verdad de los hechos controvertidos.
De todos modos, aun en el recurso libre, la posibilidad de abrir a prueba es muy limitada ya que, en nuestro
derecho, la apelación es un mero recurso de alzada y no un nuevo juicio.
CARACTERÍSTICAS DE LA APELACIÓN LIBRE. Siempre se debe considerar que la apelación no es plena, pues no es
más que una revisión. Sin embargo, la apelación libre es el modo más amplio de concesión del recurso de apelación,
el que solo se da para dos casos puntuales. A pesar de su amplitud, la misma no es exagerada ya que siempre nos
enmarcamos en el ámbito de un recurso de “alzada”. La agregación de documentos también resulta excepcional.

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En consecuencia, lo que perdimos en primera instancia por nuestra negligencia, los documentos que no
acompañamos conociéndolos, los hechos que de nuevos solo tienen nuestra invocación, no pueden ser recuperados
en la Alzada.
LLEGAN LOS AUTOS AL SUPERIOR. En los recursos libres, apelación de sentencia definitiva en los juicios ordinarios
en la Nación y ordinarios y sumarios en la provincia, el procedimiento esencial se realiza en la Cámara o en la Sala de
Cámara, si existe división en salas.
a) Los autos se elevan a condición de que puedan ser elevados. Los autos deben llegar al Superior, procedentes
de la primera instancia. si bien es responsabilidad del oficial primero elevar los autos, ello es a condición de
que el expediente esté en condiciones de ser elevado. Todos deben estar notificados para que el expediente
pueda elevarse a Cámara. A veces las Cámaras disponen que debe acompañarse o extraerse copia de la
documentación reservada para evitar pérdidas. Esto debe estar completado antes de que los autos se envíen
al Superior.
b) La instancia se abre con la concesión del recurso. Desde ese momento se inicia la carga procesal del litigante
para que las actuaciones se eleven al Superior.
c) Remisión por correo. Carga del litigante. Si la Cámara está ubicada en otra ciudad es carga del litigante la
remisión del mismo. Esta carga es automática.
d) La mora en la elevación no puede ser denunciada mediante un recurso de queja.
NOTIFICACIÓN DE QUE EL EXPEDIENTE SE ENCUENTRA EN EL SUPERIOR PARA EXPRESAR AGRAVIOS. El artículo 259
CPCCN / 254 CPCCBA establece que: “Cuando el recurso se hubiese concedido respecto de sentencia definitiva
dictada en proceso ordinario o sumario (sumario solo en PBA), en el día en que el expediente llegue a la cámara, el
secretario dará cuenta y se ordenará que sea puesto en la oficina. Esta providencia se notificará a las partes
personalmente, o por cédula. El apelante deberá expresar agravios dentro del plazo de DIEZ (10) días o de CINCO (5)
días, según se tratase de juicio ordinario o sumario.”
En la provincia de Buenos Aires.
i. Forma de computar el plazo teniendo en cuenta que se puede retirar el expediente en préstamo para
expresar y contestar los agravios. Escritos que pueden presentarse. Notificada la providencia de autos en el
casillero (o en la oficina) empiezan a correr los plazos escindibles. En los juicios ordinarios, un plazo de 10
días para expresar agravios. Al mismo tiempo, un plazo de 5 días para presentar el memorial, que es el que
nos permite probar en la alzada.
En los juicios sumarios, si bien los escritos siguen siendo independientes, el plazo para expresar agravios y
para el memorial es de 5 días.
La expresión de agravios es el escrito más importante y, si no se presenta, se declara desierto el recurso.
ii. El plazo para expresar agravios es individual y no común. Además, corre independiente para cada uno de los
apelantes, sean partes contrarias o litisconsortes.
iii. Admisión de la presentación extemporánea en el supuesto de revocación del mandato, siendo que el
expediente lo tenía en préstamo el anterior letrado. En este caso, se fija nuevo término para que el apelante
exprese agravios dentro del término de 5 días de notificado.
iv. La invocación de la actuación como gestor, en el sumario del escrito, no acredita que se usó esa facultad ni
suple la falta de invocación de las razones de urgencia.
v. Aunque se haya anticipado al apelar, lo que iba a ser objeto del recurso, ello no obsta a la presentación de la
expresión de agravios dentro del plazo de la norma.

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vi. Notificación del 254 en estrados. Puesto el expediente en Secretaría a fin de que la apelante expresara
agravios en los términos del artículo 254 del Código Procesal, y notificada dicha providencia en los estrados
del Tribunal, la parte interesada no cumplió en plazo con tal acto procesal. Consiguientemente debe
declararse desierto el recurso interpuesto.
vii. La falta de firma de la expresión de agravios no es subsanable si venció el plazo para expresarlos.
viii. La deserción del recurso puede declararse de oficio.
ix. Préstamos del expediente y comienzo del plazo para expresar agravios. Si la providencia que llama a
expresar agravios no fue notificada por cédula el plazo del artículo 254 CPCCBA comienza a correr a partir de
la fecha del escrito del recurrente que solicita el expediente en préstamo a esos efectos.
x. Cuando el plazo está suspendido por acuerdo convencional de partes, se reanuda automáticamente, sin
necesidad de resolución judicial, al fenecer el mismo.
xi. Expresión de agravios presentada en primera instancia, erróneamente, y deserción del recurso por
incorporación tardía. Si mandado a expresar agravios, debidamente notificado, no se cumplió con la debida
carga procesal en término, toda vez que la expresión de agravios, presentada erróneamente en el juzgado de
la instancia anterior en lugar de hacerlo ante la Alzada, fue incorporada a las actuaciones cuando el plazo
legal pertinente se encontraba vencido, corresponde declarar desierto el recurso de apelación interpuesto
libremente.
NOTIFICACIÓN Y CONSTITUCIÓN DE DOMICILIO. Si el domicilio que se constituyó fue erróneo, se notifica ministerio
legis. No corresponde la notificación personal. Los plazos se computan a partir del día de nota posterior al informe
del oficial notificador.
¿DÓNDE SE PRESENTAN LOS ESCRITOS COMO LA EXPRESIÓN DE AGRAVIOS Y EL PLANTEO DE LA PRUEBA? En los
recursos libres, una vez que el expediente está en la sala, los escritos deben presentarse en el Superior, es decir, en
la misma Sala.
LOS TEXTOS LEGALES IMPLICADOS. En relación al tema de la prueba en segunda instancia, el artículo 260 CPCCN (el
artículo 255 CPCCBA tiene un texto similar) dispone: “Dentro de quinto día de notificada la providencia a que se
refiere el artículo anterior y en un solo escrito, las partes deberán:
1) Fundar los recursos que se hubiesen concedido en efecto diferido. Si no lo hicieren, quedarán firmes las respectivas
resoluciones.
2) Indicar las medidas probatorias denegadas en primera instancia o respecto de las cuales hubiese mediado
declaración de negligencia, que tengan interés en replantear en los términos de los artículos 379 y 385 in fine. La
petición será fundada, y resuelta sin sustanciación alguna.
3) Presentar los documentos de que intenten valerse, de fecha posterior a la providencia de autos para sentencia de
primera instancia, o anteriores, si afirmaren no haber tenido antes conocimiento de ellos.
4) Exigir confesión judicial a la parte contraria sobre hechos que no hubiesen sido objeto de esa prueba en la
instancia anterior.
5) Pedir que se abra la causa a prueba cuando:
a) se alegare un hecho nuevo posterior a la oportunidad prevista en el artículo 365, o se tratare del caso a
que se refiere el segundo párrafo del artículo 366;
b) se hubiese formulado el pedido a que se refiere el inciso 2 de este artículo.”
Cabe aclarar que la prueba a la que se refiere la norma no es aquella que no pudo producirse porque se clausuró el
periodo probatorio en primera instancia. No corresponde hacer lugar a la apertura a prueba en segunda instancia, si
la prueba que se solicita no se produjo simplemente por el agotamiento del periodo probatorio.

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PRUEBA DENEGADA O RESPECTO DE LA CUAL MEDIÓ DECLARACIÓN DE NEGLIGENCIA. Las resoluciones del juez de
primera instancia acerca de la prueba son inapelables (artículo 379 CPCCN) o irrecurribles (artículo 377 CPCCBA). En
razón de ello, se permite replantear la prueba denegada o respecto de la cual medió declaración de negligencia. Ello
a fin de garantizar la defensa en juicio.
Si se trata de prueba denegada hay que demostrar que fue mal denegada. Hay que acreditar que era prueba que
versaba sobre hechos alegados, controvertidos y conducentes.
En cuanto a la negligencia hay que acreditar que fue incorrectamente declarada.
PRUEBA DOCUMENTAL EN SEGUNDA INSTANCIA. Por prueba documental se entiende toda representación objetiva
de un pensamiento. En todos los procesos de conocimiento, la prueba documental debe ser agregada con los
escritos constitutivos del proceso. En la Nación, la restante prueba hay que ofrecerla, también, con los escritos
constitutivos del proceso. En la provincia de Buenos Aires, la documental se acompaña con los escritos constitutivos,
la restante prueba puede ofrecerse luego, en el juicio ordinario; y en el sumario toda la prueba se ofrece con los
escritos constitutivos. En todos los casos, y en relación a la prueba documental, si no se la tiene en poder del
litigante, podría indicarse el archivo donde se encuentra y agregarla luego.
Puede haber documentos posteriores, es decir, que tienen una fecha cronológica posterior a los escritos
constitutivos del proceso. Estos documentos podrían agregarse en primera instancia hasta la oportunidad de
llamamiento de autos para sentencia.
Puede haber documentos anteriores, pero el litigante no tuvo antes conocimiento de los mismos, en tal caso podrá
agregarlos a condición de que se demuestre a prima facie que el desconocimiento que alega es verídico.
Los documentos posteriores o los que se agregan bajo afirmación de no haber tenido antes conocimiento de los
mismos, posteriores al llamamiento de autos para sentencia de primera instancia, pueden ser agregados en alzada.
ABOSLUCIÓN DE POSICIONES EN SEGUNDA INSTANCIA. el CPCCN permite la absolución de posiciones en segunda
instancia, aun sin que mediare replanteo de la prueba.
El juicio sumario en la provincia de Buenos Aires. El artículo 488 CPCCBA dice que la absolución de posiciones
procederá una sola vez en primera instancia. sin embargo, nos parece que si hay hechos nuevos ya no juega la
prohibición y puede pedirse prueba de confesión.
El juicio ordinario. Procede la absolución de posiciones, sin replanteo de prueba, respecto de hechos que no hayan
sido objeto de esta prueba en la instancia anterior. Es condición esencial para la admisión de la prueba de confesión,
sobre hechos que no hayan sido objeto de esta prueba en la instancia anterior, que se haya producido,
efectivamente, la prueba de confesión en primera instancia. caso contrario, la confesión en segunda instancia resulta
inadmisible.
También procede la absolución de posiciones sobre prueba denegada o respecto de la cual medió declaración de
negligencia cuando la Cámara admita el replanteo. También procederá cuando se aleguen hechos nuevos y se
solicite apertura a prueba. También respecto del hecho nuevo, rechazado en primera instancia y apelado, concedida
la apelación con efecto diferido, fundada la apelación en tiempo propio en Cámara y admitido el hecho nuevo por la
misma. También procederá para la comprobación de la prueba documental si se presentaron nuevos documentos en
la alzada.
EL HECHO NUEVO Y EL REPLANTEO DE PRUEBA. La vinculación que el hecho nuevo debe guardar con las
pretensiones alegadas por las partes, debe ser susceptible de influir sobre el derecho invocado.
Se considera como hecho nuevo el posterior a la oportunidad de alegarlo en primera instancia. También a los hechos
nuevos rechazados por el juez de primera instancia que son objeto de fundamentación en la apelación diferida. Así,
hay que apelarlos oportunamente y fundar en la Cámara, dentro del quinto día de la providencia de autos.
También en esta materia rige un criterio restrictivo. En principio, si no se recurrió no se puede alegar hechos nuevos.
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LAS APELACIONES DIFERIDAS. Corresponde fundar todas las apelaciones en efecto diferido. De no hacerlo quedarán
firmes las resoluciones recurridas, es decir, habrá deserción del recurso.
TRASLADO DEL MEMORIAL. CASOS. Presentado el memorial – vulgarmente llamado replanteo de prueba – se
substancian las apelaciones diferidas, se corre traslado de los documentos nuevos aportados y de los hechos nuevos.
No se da traslado del planteo o replanteo de prueba denegada o respecto de la cual medió declaración de
negligencia, por cuanto la Cámara tiene que resolver sin substanciación.
Tampoco se da traslado del pedido de absolución de posiciones ni del pedido de apertura a prueba.
El traslado es por cinco días y se notifica por ministerio de la ley. El traslado lo realiza el presidente del tribunal.
Contra la resolución del presidente procede la reposición.
APERTURA A PRUEBA EN SEGUNDA INSTANCIA. MEDIDAS PARA MEJOR PROVEER. Cuando se contestan los
traslados, en su caso, la Cámara tiene que resolver previamente si ha de admitir la apertura a prueba. Sea que la
admite o la deniegue su resolución es inimpugnable.
Admitida la prueba (esto viene a ser el auto de apertura a prueba), la misma debe realizarse en la alzada.
Si se admite la declaración de testigos debe fijarse audiencias (principal y supletoria) para su declaración ante la Sala.
Para los requisitos de la prueba se aplican las normas de primera instancia.
La Cámara tiene facultades para mejor proveer y puede, incluso, suspender el llamamiento de autos para adoptar
medidas de prueba que considere relevantes sin sustituir a las partes ni vulnerar el derecho de defensa. Aquí se
aplican los principios generales.
PROCEDIMIENTO PROBATORIO EN LA ALZADA. La prueba se realiza en la segunda instancia, aplicando por analogía
las normas de primera instancia. Todos los jueces de la Sala deben intervenir en las audiencias de prueba. Llevará la
palabra el presidente. Los demás jueces, con su autorización, podrán preguntar lo que estimen oportuno.
La eventual nulidad por ausencia de los jueces a los actos de prueba, es bastante discutible por cuanto todas las
nulidades son relativas.
LOS ALEGATOS. EL INFORME IN VOICE. Tanto el artículo 262 CPCCN (257 CPCCBA) como el artículo 264 CPCCN (269
CPCCBA) establecen la posibilidad de alegar y de informar “in voice” cuando se produjeron pruebas en la alzada.
El plazo para presentar el alegato es de 6 días y las partes no podrán retirar el expediente. El alegato es facultativo.
El informe “in voice” debe ser referido al mérito de la prueba producida en la segunda instancia. En consecuencia, si
no hay prueba en segunda instancia no hay informe.
Quienes pretendan producir prueba en Cámara, dentro de quinto día de dictada la providencia de autos al casillero
deben manifestar por escrito si van a alegar oralmente.
En caso de no hacer esta manifestación o de no informar, se prescindirá de los informes.
¿CÓMO ES LA EXPRESIÓN DE AGRAVIOS Y CUÁL ES SU CONTENIDO? Lo que aquí decimos sobre expresión de
agravios se aplica al memorial de los recursos concedidos en relación ya que los conceptos son idénticos.
El recurso ordinario de apelación permite el tratamiento promiscuo de cuestiones de hecho y de derecho.
Establecer en qué consiste el error, en qué se equivocó el magistrado al no considerar un testimonio o una pericia, o
al descartar las probanzas de una causa penal. Debe haber un mecanismo lógico que advierta al Superior de que
existe el error, debe haber una demostración del mismo.
Si se trata de cuestiones jurídicas solamente, debe hacerse un detallado análisis de las normas y especificar que el
error consiste en la subsunción. Debe indicarse que el magistrado debió aplicar tal norma y no lo hizo. Es necesario
demostrar al juez el presupuesto de hecho de la norma favorable.

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Expresar agravios es una carga procesal y de las más severas. El incumplimiento de la carga por omisión o por
deficiencias técnicas genera la insuficiencia. Lo que importa es la expresión de agravios, a los fines de evitar la
deserción y que los escritos en que se replantean pruebas no suspenden el procedimiento en segunda instancia.
a) Textos implicados. El artículo 265 CPCCN dispone que el escrito de expresión de agravios deberá contener la
crítica concreta y razonada de las partes del fallo que el apelante considere equivocadas. No bastará
remitirse a presentaciones anteriores.
b) Análisis del texto normativo. La expresión de agravios es la demanda de segunda instancia, es el escrito
clave que delimita la pretensión del apelante y la potestad decisoria del tribunal de alzada.
Como la apelación es un medio de gravamen, la expresión de agravios efectuada establece concretamente
cuales son los prejuicios de la sentencia de grado y, en definitiva, qué es lo que se pretende del superior.
c) Los agravios fijan el tema decidendum. En la alzada los agravios fijan lo que va a ser el debate en esa
instancia y la sentencia de Cámara que se aparte de los términos de la expresión será incongruente o no
consonante.
d) Crítica puntual. La crítica debe ser punto por punto de la sentencia que se cuestiona. La crítica genérica no
alcanza. Es necesaria una crítica puntual.
e) No puede ser la crítica genérica. Se entiende por genérica aquella crítica que discurre en términos vagos.
Tiene que decir porqué se equivocó el magistrado, cuál fue el yerro que impidió que le otorgara lo que
reclamaba. Fundamentalmente en qué consiste el error.
Las afirmaciones genéricas y las impugnaciones de orden general no resultan idóneas para mantener el
recurso de apelación deducido en primera instancia.
f) Crítica seria y objetiva. La crítica debe ser seria y objetiva. La expresión de agravios debe constituir una
exposición que contenga un análisis serio, concreto y pormenorizado de la sentencia apelada y la
demostración de que la decisión del primer juzgador o las argumentaciones que lo llevaron a esa conclusión
son erróneas o contrarias a derecho.
g) Se debe demostrar el error de razonamiento. El que expresa agravios debe demostrar el error de
razonamiento en que incurrió el juez de grado. La crítica concreta y razonada de las partes del fallo
recurrido, que exige la ley del rito para tener por fundado el recurso de apelación, debe consistir en la
indicación detallada de los pretendidos errores, omisiones y demás deficiencias de hecho y de derecho en
que fundó el juez su decisión. Por ello, al no cumplir el recurso con tales exigencias, corresponde declararlo
desierto y firme la resolución atacada.
h) Debe haber un mínimo indispensable de crítica. Es función del apelante indicar los errores que cometió el
sentenciante de grado y debe haber un mínimo indispensable de crítica.
i) Debe precisar los elementos de prueba y los argumentos de hecho y de derecho que justifiquen la
impugnación. La expresión de agravios debe mencionar, más o menos específicamente, los elementos de
prueba y los argumentos de hecho y de derecho que justifiquen la impugnación de la resolución de grado.
j) Argumentación seria, concreta y razonada. La expresión de agravios o el memorial debe consistir en una
verdadera crítica de la sentencia o resolución que es apelada, mediante una argumentación seria, concreta y
razonada tendiente a la demostración de su injusticia.
k) Autosuficiencia. La expresión de agravios debe ser autosuficiente, debe bastarse a si misma. El escrito de
expresión de agravios, como el escrito de demanda, debe contener una concreta indicación de los agravios,
un pormenorizado relato de los antecedentes, un análisis de cada agravio por separado, una cuestión
federal, en su caso, y una petición concreta. La expresión de agravios no puede estar condicionada a otro
escrito ni ser un accesorio de otra pieza.
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l) Definición conceptualizada de expresión de agravios. El juicio de apelación (no la instancia, sino la
substancia) comienza con la expresión de agravios, que hace las veces de demanda de segunda instancia, la
que se abre o inicia después de la sentencia de primer grado (no debe olvidarse que por la apelación se pasa
del primer al segundo grado de jurisdicción). Como la apelación es un medio de gravamen, la expresión de
agravios efectuada establece concretamente cuales son los perjuicios que, la sentencia de grado, ocasiona al
recurrente y qué es lo que se pretende del superior. La expresión de agravios debe estibar en una indudable
crítica de la sentencia que es recurrida, mediante un análisis serio, concreto y razonado tendiente a la
demostración de su iniquidad. Implica precisar punto por punto los pretendidos errores, omisiones y demás
deficiencias que se atribuyen al fallo, especificando con toda exactitud los fundamentos de las objeciones.
Es decir que deben refutarse las conclusiones de hecho y de derecho que vertieren la decisión del a quo, a
través de la exposición de las circunstancias jurídicas por las cuales se tacha de erróneo el pronunciamiento,
no reuniendo las objeciones genéricas y las impugnaciones de orden general los requisitos mínimos
indispensables para mantener la apelación.
No basta que el recurrente realice una interpretación de los hechos distinta a la efectuada por el juez
apelado; es necesario que en ella se demuestre el error en que éste incurrió al hacer su evaluación.
Si no se cumple, siquiera en mínima medida, con tal crítica concreta y razonada, el recurso de apelación
debe ser declarado desierto.
NO PUEDE EL APELANTE, EN LA EXPRESIÓN DE AGRAVIOS, INCLUIR CUESTIONES NUEVAS, NO CONSIDERADAS EN
LOS ESCRITOS CONSTITUTIVOS DEL PROCESO. Nuestro sistema de derecho procesal civil es, esencialmente,
escriturario y de litis cerrada. Por tanto, lo que no se dijo en los escritos constitutivos del proceso, no puede
introducirse en la expresión de agravios.
PLAZO PARA EXPRESAR AGRAVIOS. JUICIO ORDINARIO EN LA NACIÓN Y JUICIO ORDINARIO Y SUMARIO EN LA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES. En la Nación, el plazo para expresar agravios es de diez días para el juicio ordinario.
En la provincia de Buenos Aires, el plazo para expresar agravios es de:
✓ Diez (10) días en el caso de los procesos ordinarios.
✓ Cinco (5) días en el caso de los procesos sumarios.
Estos plazos se computan a partir de que se notifica la providencia de autos en el casillero o autos para expresar
agravios, notificación que se hace personalmente o por cédula.
El plazo es individual (para cada litigante), por cuanto el Código no estableció ninguna excepción.
DESERCIÓN DEL RECURSO. CARGA PROCESAL DE FUNDAR EN CABEZA DEL APELANTE. El modo normal de
terminación del procedimiento en segunda instancia es mediante el dictado de la sentencia de segunda instancia.
Sin embargo, existen modos anormales de terminación de la segunda instancia, sin sentencia. Ello son: la deserción
por no presentación del fundamento de la apelación (cuando el apelante es único o todos los apelantes omiten
presentar la expresión de agravios), la deserción por insuficiencia del fundamento (cuando el apelante es único o
cuando todos los apelantes fundan con insuficiencia), el desistimiento de la segunda instancia (también puede haber
un desistimiento parcializado), la caducidad de segunda instancia (la instancia caduca para todos), sin tener en
cuenta los modos de autocomposición de la litis.
Normal La sentencia
Deserción (art. 266 / 261)
MODOS DE TERMINAR LA SEGUNDA
Desistimiento (art. 304)
INSTANCIA Anormales
Caducidad (art. 310 y siguientes)
Composición
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DESERCIÓN DEL RECURSO POR ESTAR FUERA DE TÉRMINO. La expresión de agravios debe ser presentada en
términos, al igual que los memoriales, en los casos de los recursos concedidos en relación. En caso de no presentarse
la misma en término se declarará desierto el recurso por la Cámara, si se tratara de la expresión de agravios y por el
juez de primera instancia si se trata del memorial.
LA DESERCIÓN SE NOTIFICA POR MINISTERIO DE LA LEY. La deserción del recurso de apelación se notifica por
ministerio de la ley, en los términos del artículo 133 CPCCN.
INSUFICIENCIA RECURSIVA O DESERCIÓN POR INSUFICIENCIA. La insuficiencia recursiva es cuando la expresión de
agravios presentada no constituye la crítica concreta y razonada de la sentencia que desde el punto de vista técnico
exige la ley ritual. En realidad es otra causa de deserción, la primera por no presentar la expresión de agravios y la
segunda porque la expresión presentada no es técnicamente correcta.
Existe la carga procesal en cabeza del apelante de fundar adecuadamente el recurso de apelación. La omisión de
hacerlo genera la declaración de deserción por insuficiencia del recurso.
• Criterio restrictivo para la declaración de insuficiencia. La declaración de insuficiencia debe realizarse, por el
Superior, con criterio restrictivo ya que elimina una instancia.
• Criterio amplio en favor de la suficiencia del recurso. Debe primar un criterio amplio para admitir el recurso.
La valoración de la expresión de agravios no debe efectuarse con un injustificado rigor formal que afecte la
defensa en juicio. En consecuencia, el cumplimiento de sus requisitos debe ponderarse mediante una
interpretación amplia que los tenga por cumplidos aun frente a la precariedad de la crítica del fallo apelado.
DESISITIMIENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN. Se puede desistir del recurso de apelación. El desistimiento es el
acto jurídico procesal en virtud del cual el apelante manifiesta su intención de no continuar con el procedimiento en
segunda instancia. depende del momento del desistimiento la imposición de costas.
Lo normal es que las costas las cargue el que desiste. Empero, si el expediente aun no llegó a la alzada, el
desistimiento en los recursos libre no generará responsabilidad por las costas. Sin embargo, el desistimiento
realizado en la Cámara genera costas a cargo de quien desiste.
TRASLADO DE LA EXPRESIÓN DE AGRAVIOS. CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE CONTESTACIÓN.
a) Substanciación. Presentada la expresión de agravios se dará traslado de la misma, a la parte contraria, por
diez días si se trata de juicio ordinario (Nación y provincia) y por cinco días si se trata de juicio sumario
(Buenos Aires). Es decir, se substancia la “demanda de segunda instancia”, a los fines de garantizar la
defensa en juicio.
b) La falta de copias de la expresión de agravios puede generar la deserción del recurso. La falta de copias de
la expresión de agravios llevará a la intimación y al desglose de la misma, si es que no se cumple la
intimación y se anexan copias. La devolución de la expresión lleva a la deserción del recurso, la que así debe
declararse ya que confirma la sentencia de primera instancia respecto del que no presentó la apelación.
c) Notificación por ministerio de la ley. La notificación del traslado de la expresión de agravios se hace por
ministerio de la ley.
d) Consecuencias de la no contestación al traslado de la expresión de agravios. Las consecuencias de la falta
de contestación a la expresión de agravios no son graves. Se da por decaído el derecho que se dejó de usar,
se prescinde de dichas contestaciones y, de corresponder, se llaman autos para dictar sentencia de segunda
instancia.
LLAMAMIENTO DE AUTOS. Contestado el traslado o vencido el plazo para hacerlo, el expediente está en condiciones
de dictar sentencia de segunda instancia, si no se implementó replanteo de prueba. En tal caso, se llaman autos para
sentencia.
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Integración de las Salas. Las salas de la Cámara están integradas por tres jueces (en la provincia por dos o tres). Se
admitió que voten solo dos de los jueces si el tercero está en uso de licencia, no está nombrado o hubiera alguna
otra causa que impidiera su intervención. No es necesario integrar la Sala, a diferencia de lo que sucede en los
tribunales orales en que la presencia de los tres jueces deviene indispensable.
Voto impersonal y voto individual. En los autos interlocutorios las salas pueden votar en forma impersonal, es decir,
sin el acuerdo o prescindiendo del mismo. Sin embargo, cuando estos interlocutorios causen un gravamen que no
pueda ser reparado por la sentencia son – en el sentido de la CSJN y de la SCJBA – sentencia definitiva, por lo que
tienen que redactarse con voto individual y en la forma de Acuerdo. En caso contrario puede anularse la resolución.
En las sentencias definitivas cada juez debe votar en forma individual expresando su opinión. Siendo tres los jueces,
existe un preopinante – que es el juez de primer término – el que debe dar las razones de su voto. Los restantes
jueces pueden adherir al voto, sin que esto signifique violación a la forma de voto. También pueden votar en distinto
sentido. Sin embargo, debe haber dos de ellos que hagan mayoría.
Determinación del orden de votación. El orden de las votaciones se determina mediante sorteo.
EXAMEN DEL EXPEDIENTE. Para el dictado de la sentencia de Cámara la cuestión es fácil. Recibe el expediente el
juez de primer término, lo analiza y trae su proyecto. Para dictar sentencia de alzada, en los juicios ordinarios, hay 60
días y, en los sumarios, 50 días. Teóricamente, el juez preopinante es el que más tiempo tiene el expediente – en
teoría, porque en los juicios ordinarios se podría decir que lo tiene 20 días cada juez –, proyecta su voto y lo pasa a
los otros dos jueces.
LA SENTENCIA DE CÁMARA. La formación de la sentencia de Cámara es distinta por el carácter colegiado de las
Salas. Existe un libro de acuerdo en el que se transcriben los mismos con la firma de los jueces y el Secretario.
En la sentencia de Cámara se analizan promiscuamente cuestiones de hecho y de derecho.
En la Cámara se establece o examina el eventual error del juez de primera instancia. Si no lo hay se confirma la
sentencia en crisis.
Si existen errores se detiene primero en los vicios de la sentencia que la podrían tornar nula y en primer lugar se
examina la nulidad que se arguye contra el pronunciamiento. Luego, si el error está en la determinación de los
hechos específicos concretos, se lo establecerá. Recién luego se hará la subsunción adecuada.
RECURSOS CONTRA LA SENTENCIA DE CÁMARA. Dentro del quinto día se puede solicitar aclaratoria, en el caso de
que existan omisiones, errores materiales o conceptos obscuros.
La sentencia definitiva de Cámara es susceptible de los recursos extraordinarios locales y del recurso extraordinario
federal, en su caso, y agotadas las instancias extraordinarias locales.
INTRODUCCIÓN AL TEMA DE LAS FACULTADES Y LOS LÍMITES DE CÁMARA. UNA DOBLE LIMITACIÓN.
a) Facultades de la Cámara. En virtud de la apelación se devuelve al tribunal superior la plenitud de la
jurisdicción y éste se encuentra frente a la demanda en la misma posición que el inferior, es decir, que le
corresponden iguales derechos y deberes. Puede así examinar la demanda en todos sus aspectos, analizar
nuevamente la prueba, admitir o rechazar defensas, examinar cuestiones no consideradas por el inferior,
estimar de oficio circunstancias impeditivas o extintivas que operan ipso jure, etc. Pero el tribunal no puede
fallar en segunda instancia sobre ningún capítulo que no se hubiese propuesto a la decisión del inferior. Los
poderes del tribunal de apelación se hallan limitados por la extensión del recurso.
Tampoco puede el tribunal pronunciarse sobre cuestiones que no hayan sido materia de decisión por el
inferior, porque ello importa violar el principio de la doble instancia. Este principio sufre numerosas
excepciones ya que la norma autoriza al tribunal a dictar sentencia en todos los casos que decretase la
nulidad por otras causas que no fuesen la omisión o vicios sustanciales del procedimiento y que fue
interpretada con toda amplitud, invocando el espíritu de la reforma, en el fallo plenario de la Cámara Civil al
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establecer que es aplicable, no solo en los casos en los que se decretarse la nulidad, sino también cuando se
revoque una sentencia de primera instancia en la que el juez no se haya pronunciado sobre el fondo del
litigio. Por último, el tribunal no puede modificar la sentencia en perjuicio del apelante.
También puede resolver cuestiones accesorias, como los intereses (como accesorio sigue la suerte del
principal) o sobre daños y perjuicios u otros hechos posteriores a la sentencia de primera instancia.
b) El artículo 277 CPCCN (272 CPCCBA). Establece que: “El tribunal no podrá fallar sobre capítulos no
propuestos a la decisión del juez de primera instancia. No obstante, deberá resolver sobre los intereses y
daños y perjuicios, u otras cuestiones derivadas de hechos posteriores sentencia de primera instancia.”
c) Doble limitación. El tribunal superior ad-quem, es decir, la Cámara de apelaciones, sufre una doble
limitación. En primer lugar, los términos en que quedó cerrado el litigio.
Nuestro sistema procesal es de litis cerrada, por la preponderancia del proceso escriturario y, por lo tanto,
una vez presentados los escritos constitutivos del proceso y habiéndose cerrado la primera etapa del juicio
con la apertura a prueba, ya no es posible introducir nuevas cuestiones, salvo el supuesto de hechos nuevos
hasta quinto día de abierta la causa a prueba.
Por ello, los jueces no pueden apartarse de los términos en que quedó propuesta la discusión en los escritos
constitutivos del proceso. Por lo demás, el principio de congruencia, consonancia o no contradicción, obliga
a que la decisión deba compadecerse con la pretensión. Una sentencia que se apartara de lo pedido por las
partes sería incongruente o inconsonante.
La segunda limitación está dada por los propios términos del recurso de apelación. Si el apelante omitió
cuestionar algunos puntos de la sentencia, estos quedan firmes. Solo puede fallar sobre lo que le devuelve la
instancia para su control, a través de los recursos de apelación que se interpusieron.
¿QUÉ PERSIGUE LA QUEJA? CONCEPTO LEGAL. La queja es un recurso directo. Se llama directo por cuanto casi
siempre el juez de la admisibilidad del recurso es el juez de grado, el de primera instancia, no el de segunda
instancia. Cuando se va en queja se salta al juez de grado.
Lo normal es que, cuando se apele, el escrito se presente en primera instancia, en su caso se funda (recurso en
relación con efecto inmediato) y luego el expediente se eleva a la Cámara. La apelación es, desde este punto de
vista, un medio de gravamen indirecto. Ello es así porque la Cámara no interviene directamente.

ESQUEMA DE UN RECURSO DIRECTO (APELACIÓN)


Cámara

Elevación

Recurso de apelación Juez de primera instancia

Interposición ante el juez

Sin embargo, puede suceder que el juez de la admisibilidad no admita el recurso. En razón de ello se previó un
recurso directo en el que el litigante pueda ocurrir “omiso medio” a la Cámara para que el recurso de apelación
definitivamente se conceda.
De lo expuesto resultan dos cosas: la primera que la queja es y será siempre un recurso auxiliar, no autónomo, que
depende de otro recurso principal al que intenta se lo admita. Su vida está limitada a la admisión o no de la
apelación. Por otra parte, se trata de un recurso directo, porque se omite al juez de la admisibilidad.

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ESQUEMA DE UN RECURSO DIRECTO AUXILIAR
(QUEJA POR APELACIÓN DENEGADA)
Cámara

Recurso de queja – juez de primera instancia

La ley ritual (artículo 282 CPCCN) define a la queja de la siguiente forma: “Si el juez denegare la apelación, la parte
que se considere agraviada podrá recurrir directamente en queja ante la cámara, pidiendo que se le otorgue el
recurso denegado y se ordene la remisión del expediente. El plazo para interponer la queja será de CINCO (5) días,
con la ampliación que corresponda por razón de la distancia, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 158.” El
artículo 275 CPCCBA tiene un texto similar.
Se explicitó que el recurso de queja por apelación denegada – también denominado directo o de hecho – es el
remedio procesal tendiente a obtener que el órgano judicial competente para entender en segunda o tercera
instancia ordinaria, tras revisar el juicio de admisibilidad formulado por el órgano inferior, revoque la providencia
denegatoria de la apelación, declare a ésta admisible y disponga sustanciarla en la forma y efecto que correspondan.
¿CUÁLES SON LOS FUNDAMENTOS DE LA QUEJA? El primero de los fundamentos es que la Cámara ejerza el
contralor sobre la admisibilidad del recurso de apelación. También persigue otros objetivos, por ejemplo, su derecho
a acceder a los estrados superiores.
LA QUEJA DEBE BASTARSE A SÍ MISMA. La queja debe ser autosuficiente, debe bastarse a sí misma. La Cámara no
tiene que necesitar otra cosa para resolver.
REQUISITOS DE LA QUEJA. Están indicados en el artículo 283 CPCCN: “Son requisitos de admisibilidad de la queja:
1) Acompañar copia simple suscripta por el letrado del recurrente:
a) del escrito que dio lugar a la resolución recurrida y de los correspondientes a la sustanciación, si ésta hubiere
tenido lugar;
b) de la resolución recurrida;
c) del escrito de interposición del recurso y, en su caso, de la del recurso de revocatoria si la apelación hubiese sido
interpuesta en forma subsidiaria;
d) de la providencia que denegó la apelación.
2) Indicar la fecha en que:
a) quedó notificada la resolución recurrida;
b) se interpuso la apelación;
c) quedó notificada la denegatoria del recurso.
La cámara podrá requerir copia de otras piezas que considere necesarias y, si fuere indispensable, la remisión del
expediente.
Presentada la queja en forma la cámara decidirá, sin sustanciación alguna, si el recurso ha sido bien o mal denegado;
en este último caso, dispondrá que se tramite.
Mientras la cámara no conceda la apelación no se suspenderá el curso del proceso.”
Artículo 276 CPCCBA: “Al interponerse la queja deberá acompañarse copia simple de la resolución recurrida y de los
recaudos necesarios suscriptos por el letrado patrocinante del recurrente, sin perjuicio de que la Cámara requiera el
expediente.

28
Presentada la queja en forma, la Cámara decidirá, sin sustentación alguna, si el recurso ha sido bien o mal denegado.
En éste último caso mandará tramitar el recurso.
Mientras la Cámara no conceda la apelación no se suspenderá el curso del proceso.”
El artículo 284 CPCCN (277 CPCCBA) establece que las mismas reglas se observarán cuando se cuestionase el efecto
con que se hubiese concedido el recurso de apelación.
El trámite de la queja es muy sencillo. El plazo para interponerlo es de 5 días. Este plazo se computa a partir de la
notificación, por ministerio de la ley, del auto que deniega el recurso de apelación o, en su caso – y
fundamentalmente para la provincia de Buenos Aires –, del auto que declara desierto el recurso de apelación.
El recurso de queja se interpone directamente ante la Cámara. El escrito de queja debe estar fundado y debe
bastarse a sí mismo. Se fundamenta, exclusivamente, en el error del auto que deniega la apelación. Debe cernirse a
la queja, específicamente, en el cumplimiento de los requisitos de admisibilidad y porque han sido analizados
incorrectamente por el juez de grado. Lo importante es cuestionar el auto que deniega la apelación o declara
desierto el recurso.
El escrito debe tener los siguientes recaudos:
1. Acompañar copia simple suscripta por el letrado del recurrente:
a. Del escrito que dio lugar a la resolución recurrida y de los correspondientes a la substanciación, si
esta hubiera tenido lugar;
b. De la resolución recurrida;
c. Del escrito de interposición del recurso y, en su caso, de la del recurso de revocatoria si la apelación
hubiese sido interpuesta en forma subsidiaria;
d. De la providencia que denegó la apelación.
2. Indicar la fecha en que:
a. Quedó notificada la resolución recurrida;
b. Se interpuso la apelación;
c. Quedó notificada la denegatoria del recurso.
La Cámara podrá requerir copia de otras piezas que necesite y, si fuere indispensable, la remisión del expediente.
Resulta de decisiva importancia acompañar copia de los escritos originales, con el cargo, si es posible o el sello
medalla y la fecha y hora que surge del mismo.
La Cámara resuelve sin substanciación. Puede requerir las actuaciones. Si lo hace, generalmente la queja ha de
prosperar porque al Superior le quedan dudas.
La queja no tiene efectos suspensivos, lo que significa que no suspende el cumplimiento de la resolución recurrida, la
que puede ejecutarse. Claro está que , si se piden las actuaciones, de hecho el expediente queda suspendido en su
trámite.
Si la Cámara rechaza la queja, el cuadernillo que se formó ante el Superior lo devuelve a la primera instancia para ser
agregado al expediente.
La resolución desestimada de la queja es sentencia definitiva a los fines de los recursos extraordinarios locales y,
eventualmente, el federal.
Si la Cámara admite la queja, mandará tramitar la apelación, ya sea ante el mismo Superior o mandará a primera
instancia para completar el trámite.
En todos estos casos, notificará fehacientemente para el punto de partida de las fundamentaciones.

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LECCIÓN 20

RECURSOS EXTRAORDINARIOS
EL TEMA DE LA CASACIÓN. La casación es una forma de uniformar la interpretación de la ley y la jurisprudencia. Es
negativa cuando se limita a anular el fallo que no se ajusta a la doctrina del Superior y devuelve el expediente para
que otro Tribunal dicte nuevo pronunciamiento, con ajuste a la doctrina fijada. La voz casación viene de quebrantar,
quebrar, destruir, es decir, anular.
No hay Casación Nacional. Existen casaciones nacionales. Nuestro país no tiene casación nacional porque la
casación nacional va en contra del federalismo. Una casación nacional sería una forma de imponer decisiones e
interpretaciones a las provincias. Si, en cambio, existen casaciones locales como en la provincia de Buenos Aires
(recurso de inaplicabilidad de la ley o doctrina legal de la Suprema Corte de Justicia de la provincia) y el plenario en
el orden Nacional. El recurso extraordinario es una forma de casación federal.
EL RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL. PRIMERA PARTE.
a) Antecedentes. Con fundamento en el artículo 31 de la Constitución Nacional, la ley 48 establece – en sus
artículos 14 a 16 – el recurso extraordinario federal. No surge explícitamente de la Constitución, pero si de la
norma que establece la supremacía federal. Este recurso tiene como fundamento a la supremacía (soberanía
en el derecho interno e independencia en lo externo) de la Constitución Nacional y garantizar la
preeminencia de los derechos y garantías constitucionales.
b) Fuentes de regulación legal. Artículos 14 a 16 de la ley 48, artículos 256 y 282 del CPCCN y el acuerdo 4 del
2005 de la CSJN. No puede haber regulación en Códigos provinciales.
c) Cuestión o caso federal. Para la procedencia del recurso extraordinario federal es necesario que exista una
cuestión federal que encuadre en algunos de los tres supuestos del artículo 14 de la ley 48.
Cuestión federal es la que versa sobre la interpretación de normas federales o de actos federales de
autoridades de la Nación o acerca de los conflictos entre la Constitución nacional y otras normas o actos de
autoridades nacionales o locales.
Una cuestión federal es simple cuando versa sobre la Constitución Nacional, tratados o leyes del Congreso.
Es compleja en forma directa la cuestión que se refiere a la colisión entre normas diversas, como una norma
local, y la Constitución Nacional. Es compleja indirecta la que versa sobre colisión de normas dictadas por
autoridades distintas.
Ella debe ser introducida en tiempo oportuno, en la primera oportunidad que se tenga en relación al
supuesto en que pueda aparecer configurado un caso constitucional. Así deberá interponérsela en la
demanda, cuando ella se fundamenta en la inconstitucionalidad de una norma determinada. Así en el
responde o en la expresión de agravios si la cuestión surge después o con motivo de la sentencia que resulta
arbitraria. En los supuestos de arbitrariedad sorpresiva no se requiere un planteo anterior.
i. Inciso 1º: cuestión federal directa. Aquí el caso federal se produce cuando se cuestionó la
validez de un tratado celebrado por la Nación, de una ley del Congreso o de una autoridad
ejercida en nombre de la Nación y la decisión sea contra su validez. Si el fallo es a favor de la
validez no hay caso constitucional.
La validez deviene de la aplicación del principio de legalidad, es decir que la norma deriva de
otra de mayor jerarquía y, en definitiva, de la Constitución Nacional. El guardián de la
legalidad constitucional es la Corte Suprema.

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ii. Inciso 2º: cuestión constitucional. Aquí la cuestión federal resulta de la colisión entre leyes,
decretos y autoridades de provincia y normas constitucionales, tratados o leyes del
Congreso y la decisión sea a favor de la ley o autoridad de provincia. Si es a favor de la
Constitución Nacional o de normas nacionales no hay caso constitucional.
iii. Inciso 3º: Ante el cuestionamiento de alguna cláusula de la Constitución, o de un Tratado o
ley del Congreso, o una comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional si su decisión
fue contra su validez. Aquí la cuestión constitucional se plantea como consecuencia de la
vulneración a una interpretación de la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución y la
decisión sea contra su validez.
Si lo que se pone en juego es el alcance de la garantía constitucional que impide la propia
incriminación, ello suscita cuestión federal suficiente en los términos del artículo 14, incisos
1 y 3 de la ley 48.
d) Arbitrariedad y exceso del ritual manifiesto. Existen otras dos vías, de creación pretoriana, en que la CSJN
admitió el recurso extraordinario federal, sin que exista alguno de los supuestos señalados.
Una sentencia es arbitraria cuando se basa o funda en la voluntad de los jueces que la suscriben, carece de
fundamentación legal, es anómala, caprichosa y no es una derivación razonada del derecho vigente.
Como la Corte Suprema es guardián ultimo de la legalidad, no es posible que acepte pronunciamiento en
que esta legalidad no fue respetada y la sentencia se base en el absurdo probatorio, resolviendo sin prueba
o en contra de la prueba de autos.
Por su parte, existen pronunciamientos que, sin ser arbitrarios, se enredan en un rígido rigorismo formal, por
lo que no aceptan la realidad sino lo que surge de los autos. Contra este rigorismo formal o exceso de ritual
reaccionó la CS desde hace mucho tiempo (causa Colalillo), ampliando su competencia.
e) Requisitos de admisibilidad.
✓ Sentencias contra las que procede. El artículo 14 de la ley 48 dice que, una vez radicado un juicio en
la jurisdicción provincial, será sentenciado y fenecido en la misma, y solo podrá apelarse a la CSJN de
las sentencias definitivas.
Por lo tanto, el recurso es contra sentencias definitivas. Se entiende por sentencias definitivas las
que terminan el juicio o bien, sin ser éstas, las que impiden que la cuestión pueda volver a
plantearse.
Puede ser sentencia definitiva la interlocutoria que hace lugar a la prescripción liberatoria, ya que
impide que pueda volver a plantearse la cuestión.
No basta con la invocación de cláusulas constitucionales para soslayar el requisito de la sentencia
definitiva, pues la cuestión puede ser resuelta en la propia instancia y con el dictado de la sentencia
definitiva.
La CSJN también admitió que, excepcionalmente, las ejecuciones puedan considerarse como una
sentencia definitiva.
✓ Sentencia definitiva de quién. El proemio del artículo 14 agrega: sentencias definitivas pronunciadas
por los Tribunales Superiores de Provincia en los casos siguientes…
No es posible interponer un recurso extraordinario federal contra las decisiones de una Cámara de
Apelación en los Civil y Comercial de la provincia de Buenos Aires ni contra la sentencia de un
tribunal de Trabajo.

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A partir del año 1986, para poder impetrar el recurso federal resulta necesario agotar las vías
ordinarias y las extraordinarias locales, so pena de perjudicar el recurso. Aun en los supuestos en
que no pudiera accederse a estas vías por la ausencia de algún requisito de admisibilidad, como el
del valor del litigio para el recurso de inaplicabilidad de la ley, corresponde impetrar el recurso
extraordinario local y hacer el doble planteo de inconstitucionalidad, el del requisito que falta (valor
del litigio) y el que motiva la cuestión jurídica de fondo. Es requisito inexcusable del recurso
extraordinario el fenecimiento de las disputas en sede local, lo que implica el agotamiento de todas
las instancias hábiles allí establecidas. Es facultad no delegada por las provincias el Gobierno
Nacional la de organizar su administración de justicia y, por ello, la tramitación de los juicios es de su
incumbencia exclusiva, por lo que pueden establecer las instancias que estimen convenientes; pero
tal ejercicio es, desde todo punto de vista, inconstitucional si impide a los magistrados locales
considerar y aplicar en su integridad la totalidad del orden jurídico del Estado, en cuya cúspide se
encuentra la Constitución Nacional, las leyes que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los
tratados internacionales, a las que las autoridades de cada Estado están obligadas a conformarse, no
obstante cualquier disposición en contrario que contengan sus constituciones o leyes.
La eficacia y uniformidad del control de constitucionalidad ejercido por los jueces también requiere
la existencia de un tribunal supremo especialmente encargado de revisar las decisiones dictadas al
respecto; en el régimen de la CN, tal órgano no es otro que la CSJN; es el interprete y salvaguarda
final de la CN y de los derechos y garantías en ésta contenidos.
Los superiores tribunales locales están habilitados para resolver cuestiones constitucionales
federales y deben respetar la Constitución Nacional. El esquema después de 1986 (causa Strada),
con el cambio de la doctrina de la CSJN es la siguiente:

Corte Suprema de Justicia de la Nación

Suprema Corte provincial

Cámara

Juez de primera instancia o Tribunal de única instancia

f) Plazo para interponer el recurso. Es de diez días hábiles. Estos plazos se contarán a partir de la notificación
de la sentencia definitiva.
En el recurso debe constituirse domicilio en el ámbito de la Capital Federal, donde está el asiento de la CSJN.
La falta de pago del impuesto o sellado de justicia no impide el trámite del recurso.
En cuanto al plazo de gracia, será de dos horas (de 7:30 a 9:30 horas).
g) Fundado o sin fundar. Forma del escrito (acuerdo 4 del 2005 de la CSJN). El recurso extraordinario debe ser
fundado en la violación del derecho federal, conforme a los artículos 14 y 15 de la ley 48. El escrito debe
redactarse conforme el Acuerdo 4 del 5005 de la CSJN.
ACUERDO Nº 4 DEL 2005 DE LA CSJN. Este acuerdo reguló la forma y contenido del escrito de interposición del
recurso extraordinario federal.
Conforme al artículo 1º, el recurso extraordinario deberá interponerse mediante un escrito de extensión no mayor
de 40 páginas A4 de 26 renglones en letra arial 12.
La carátula o portadilla está contemplada en el artículo 2º: “Contendrá una carátula en hoja aparte en la cual
deberán consignarse exclusivamente los siguientes datos:
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a) el objeto de la presentación;
b) la enunciación precisa de la carátula del expediente;
c) el nombre de quien suscribe el escrito; si actúa en representación de terceros, el de sus representados, y el del
letrado patrocinante si lo hubiera;
d) el domicilio constituido por el presentante en la Capital Federal;
e) la indicación del carácter en que interviene en el pleito el presentante o su representado (como actor, demandado,
tercero citado, etc.);
f) la individualización de la decisión contra la cual se interpone el recurso;
g) la mención del organismo, juez o tribunal que dictó la decisión recurrida, como así también de los que hayan
intervenido con anterioridad en el pleito;
h) la fecha de notificación de dicho pronunciamiento;
i) la mención clara y concisa de las cuestiones planteadas como de índole federal, con simple cita de las normas
involucradas en tales cuestiones y de los precedentes de la Corte sobre el tema, si los hubiere; como así también la
sintética indicación de cuál es la declaración sobre el punto debatido que el recurrente procura obtener del Tribunal;
no se considerará ninguna cuestión que no haya sido incluida aquí;
j) la cita de las normas legales que confieren jurisdicción a la Corte para intervenir en el caso.”
Artículo 3º: “En las páginas siguientes deberá exponerse, en capítulos sucesivos y sin incurrir en reiteraciones
innecesarias:
a) la demostración de que la decisión apelada proviene del superior tribunal de la causa y de que es definitiva o
equiparable a tal según la jurisprudencia de la Corte;
b) el relato claro y preciso de todas las circunstancias relevantes del caso que estén relacionadas con las cuestiones
que se invocan como de índole federal, con indicación del momento en el que se presentaron por primera vez dichas
cuestiones, de cuándo y cómo el recurrente introdujo el planteo respectivo y, en su caso, de cómo lo mantuvo con
posterioridad;
c) la demostración de que el pronunciamiento impugnado le ocasiona al recurrente un gravamen personal, concreto,
actual y no derivado de su propia actuación;
d) la refutación de todos y cada uno de los fundamentos independientes que den sustento a la decisión apelada en
relación con las cuestiones federales planteadas;
e) la demostración de que media una relación directa e inmediata entre las normas federales invocadas y lo debatido
y resuelto en el caso, y de que la decisión impugnada es contraria al derecho invocado por el apelante con
fundamento en aquéllas.
Reglas para la interposición de la queja por denegación del recurso extraordinario federal.”
En cuanto a las quejas, el artículo 4º establece que: “El recurso de queja por denegación del recurso extraordinario
federal deberá interponerse mediante un escrito de extensión no mayor a diez (10) páginas de veintiséis (26)
renglones, y con letra de tamaño claramente legible (no menor de 12).” También, el artículo 5º indica que:
“Contendrá una carátula en hoja aparte en la cual deberán consignarse exclusivamente los datos previstos en el art.
2º, incisos a, b, d y e; y, además:
a) la mención del organismo, juez o tribunal que dictó la resolución denegatoria del recurso extraordinario federal,
como así también de los que hayan intervenido con anterioridad en el pleito;
b) la fecha de notificación de dicho pronunciamiento;

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c) la aclaración de si se ha hecho uso de la ampliación del plazo prevista en el art. 158 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación;
d) en su caso, la demostración de que el recurrente está exento de efectuar el depósito previsto en el art. 286 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.”
En cuanto al contenido de la queja, el artículo 6º dice que: “En las páginas siguientes el recurrente deberá refutar, en
forma concreta y razonada, todos y cada uno de los fundamentos independientes que den sustento a la resolución
denegatoria. El escrito tendrá esa única finalidad y no podrán introducirse en él cuestiones que no hayan sido
planteadas en el recurso extraordinario.”
En el artículo 7º dice que: “El escrito de interposición de la queja deberá estar acompañado por copias simples,
claramente legibles, de:
a) la decisión impugnada mediante el recurso extraordinario federal;
b) el escrito de interposición de este último recurso;
c) el escrito de contestación del traslado previsto en el art. 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación;
d) la resolución denegatoria del recurso extraordinario federal.”
Cuando en los recursos se citen fallos de la CSJN debe citarse el fallo con su ubicación (tomo y página). Si el fallo es
inédito hay que señalar su carátula completa y la fecha del fallo.
Los recursos deben ser autosuficientes. Si el recurso no se ajusta al acuerdo 4/2007 puede ser inadmisible por los
tribunales superiores locales o Cámaras de la Nación o bien por la propis CSJN.
RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL. PARTE SEGUNDA. CONTINUACIÓN DE LOS REQUISITOS.
a) Con copias. El artículo 257 CPCCN prevé la substanciación por lo que el recurso debe acompañarse con
tantas copias como contrapartes haya.
b) Ante quien se presenta. Ante el mismo tribunal que dictó la resolución recurrida. Siempre el recurso se
presenta ante el inferior, el juez a quo, quien resuelve acerca de la admisibilidad.
c) Trámite y resolución acerca de la admisibilidad. Presentado el recurso, en la forma indicada, se da traslado
a la contraria por cédula o personalmente por un plazo de 10 días. Esta substanciación resulta importante
para luego imponer costas. Si no se contesta el traslado solo se perdió un derecho que se dejó de usar y el
eventual derecho de honorarios.
Acto seguido, el Tribunal Superior de la causa resuelve acerca de la admisibilidad. Generalmente, rechaza el
recurso y obliga a ir en queja, es decir, a la CSJN. Si se admite el recurso se remite el expediente a la CSJN.
d) Trámite en la Corte Suprema. El writ of certiorari negativo. La redacción del artículo 280 CPCCN faculta a la
Corte Suprema, “según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma, podrá rechazar el recurso
extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren
insustanciales o carentes de trascendencia.” Esta institución es una copia de una institución norteamericana,
el writ of certiorari negativo. Se basa en la idea de que una Corte Suprema no es una tercera instancia
ordinaria y no puede recibir 5000/10000 causas para resolver por año. Por tanto, se permite rechazar el
recurso extraordinario federal sin indicar los motivos para el rechazo. En fin, autoriza la arbitrariedad, por
falta de agravio federal o insustancialidad, falta de gravedad institucional, etc.
La CSJN puede rechazar el recurso o hacer lugar al mismo. Si lo admite puede actuar como jurisdicción
positiva o negativa (artículo 16 de la ley 48). Normalmente, lo hace como jurisdicción negativa, anula y
devuelve.

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e) La Corte como tercera instancia ordinaria. Cuando la Corte Suprema actúa como tercera instancia ordinaria,
en cuestiones referentes al Estado Nacional o a la Seguridad Social, el trámite es parecido al de una
apelación ordinaria.
f) Después de la Corte no hay nada más, salvo el recurso de apelación in extremis. Una vez rechazado el
recurso extraordinario federal o la queja ya no hay nada más. No hay más recursos. Sin embargo, para salvar
errores muy graves la Corte Suprema admitió revocatorias que la doctrina llamó in extremis.
g) La queja y el depósito de $100.000. En caso de rechazo del recurso extraordinario federal se va en queja y
los requisitos son similares a la queja para los recursos extraordinarios.
Según el artículo 286 es necesario realizar un depósito previo. Si no se lo hace, se intima por cinco días y, si
no se lo efectiviza, el recurso se rechaza. Solo no deben depositar los que tienen beneficio de pobreza
acordado o están exentos de pagar la tasa de justicia.
Si el beneficio está en trámite, se suspende la admisión o rechazo de la queja hasta que esté completado el
mismo. Hay que informar periódicamente del mismo porque la instancia puede caducar en el plazo de tres
meses.
h) El recurso de queja no es suspensivo. El recurso de queja no es suspensivo y la sentencia puede ejecutarse.
i) Opera la caducidad de instancia. También la CSJN puede caducar la instancia, por aplicación de los artículos
310 y siguientes del CPCCN.
A LOS SALTOS. EL FAMOSO E ILEGAL PER SALTUM. Dispone el artículo 257 bis: “Procederá el recurso extraordinario
ante la Corte Suprema prescindiendo del recaudo del tribunal superior, en aquellas causas de competencia federal en
las que se acredite que entrañen cuestiones de notoria gravedad institucional, cuya solución definitiva y expedita sea
necesaria, y que el recurso constituye el único remedio eficaz para la protección del derecho federal comprometido, a
los fines de evitar perjuicios de imposible o insuficiente reparación ulterior.”
Existirá gravedad institucional en aquellas cuestiones sometidas a juicio que excedan el interés de las partes en la
causa, proyectándose sobre el general o público, de modo tal que por su trascendencia queden comprometidas las
instituciones básicas del sistema republicano de gobierno o los principios y garantías consagrados por la Constitución
Nacional y los Tratados internacionales incorporados.
La Corte habilitará la instancia con alcances restringidos y de marcada excepcionalidad.
Solo serán susceptibles del recurso extraordinario por salto de instancia las sentencias definitivas de primera
instancia, las resoluciones equiparables a ellas en sus efectos y aquellas dictadas a título de medidas cautelares.
Dispone el artículo 257 ter: “El recurso extraordinario por salto de instancia deberá interponerse directamente ante
la Corte Suprema mediante escrito fundado y autónomo, dentro de los diez (10) días de notificada la resolución
impugnada.
La Corte Suprema podrá rechazar el recurso sin más trámite si no se observaren prima facie los requisitos para su
procedencia, en cuyo caso proseguirá la causa según su estado y por el procedimiento que corresponda.
El auto por el cual el Alto Tribunal declare la admisibilidad del recurso tendrá efectos suspensivos respecto de la
resolución recurrida.
Del escrito presentado se dará traslado a las partes interesadas por el plazo de cinco (5) días notificándolas
personalmente o por cédula.
Contestado el traslado o vencido el plazo para hacerlo, la Corte Suprema decidirá sobre la procedencia del recurso.
Si lo estimare necesario para mejor proveer, podrá requerir al Tribunal contra cuya resolución se haya deducido el
mismo, la remisión del expediente en forma urgente.”

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El plazo para interponerlo es de 10 días, desde que se notificó la resolución recurrida. A diferencia de la generalidad
de los recursos, debe presentarse directamente ante el Superior (CSJN). Así, es la CSJN el juez de la admisibilidad y
de la procedencia del recurso.
Puede la Corte Suprema rechazarlo liminarmente, sin abrirlo ni tramitarlo. Esto es porque se trata de un recurso
excepcional de admisión restringida. Si abre el per saltum, funcionando el recurso como una queja, se suspende la
resolución recurrida. En caso de admitir el recurso procede a substanciarlo corriendo traslado del mismo por cinco
días a las partes interesadas. Vencido ese plazo dictará resolución. En su caso puede solicitar los autos para mejor
resolver (pedido que se hace en forma urgente).
EL RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE LA LEY EN EL ORDEN NACIONAL. SUPRESIÓN DEL FALLO PLENARIO. SU
RREMPLAZO POR UNA CASACIÓN QUE TODAVÍA NO ENTRÓ A FUNCIONAR. Normas vigentes:
Recurso de Casación. Artículo 288: “

RECURSOS EXTRORDINARIOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. La Constitución provincial de 1994 prevé tres
recursos extraordinarios: (i) el de inaplicabilidad del la ley o doctrina legal, (ii) el de nulidad extraordinario, y (iii) el de
inconstitucionalidad.
I. RECURSO EXTRAORDINARIO DE INAPLICABILIDAD DE LA LEY O DOCTRINA LEGAR DE LA SCBA. Es un recurso
de casación con jurisdicción positiva, con antecedentes en los recursos ante el Tribunal Superior Español. Es
un verdadero recurso de casación, para uniformar la jurisprudencia dentro de los límites de la provincia y
respetar el principio de legalidad. Se trata de un recurso con jurisdicción positiva, en el que el Tribunal
Superior dicta una sentencia rescindente (anula), pero a la vez rescitoria (resuelve). Anula y resuelve, por lo
que es positiva.
En la jurisdicción positiva se fija doctrina, se anula la doctrina que no se ajusta a la fijada y, por último, se
dicta nuevo pronunciamiento.
a) Requisitos de admisibilidad:
• Monto mínimo. El valor móvil del litigio debe exceder el importe de 500 jus arancelarios.
Cuando el juicio, por su propia naturaleza, carece de monto o este se encuentra indeterminado la decisión es
recurrible por vía del recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley o doctrina legal.
Debe considerarse como de monto indeterminado la declaración de quiebra, la construcción de una unidad
funcional, la restitución a un cargo, el amparo por actos discriminatorios y cuando la fijación del daño moral
se deja al arbitrio del juzgador.
La SC estableció una casuística a los fines de determinar el valor del litigio:
✓ Hay que determinar si la demanda tiene o no monto. Si es determinada o indeterminada.
✓ Si tiene monto (una demanda por daños y perjuicios) el valor del litigio se determina
vinculándolo al mismo.
✓ En cuanto al monto, es el de la condena por capital excluidos los intereses y las costas, si
quien recurre es el demandado. También se excluye toda forma de actualización monetaria.
✓ Si quien recurre es el actor y la demanda es rechazada en su totalidad, el valor del litigio es el
importe de la demanda (excluidos eventuales intereses, costas y actualización).
✓ Si la demanda es admitida parcialmente, el valor del litigio está representado por la
diferencia que se reclama en la instancia extraordinaria. Por aquellos rubros rechazados más
los admitidos por un importe menor.

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✓ Si se reclaman diferencias en cuanto a los intereses, esta diferencia debe superar el monto
mínimo.
✓ Cuando se discute en relación a bienes (por ejemplo, inmuebles), en supuestos de usucapión,
reivindicación, etc., el valor del litigio está representado por la valuación fiscal actualizada a
la fecha del recurso. No puede ser reemplazado por tasación ni por otro mecanismo
diferente.
✓ Cuando se peticiona la inconstitucionalidad de una norma el monto es indeterminado.
✓ Cuando hay jurisprudencia de la Corte Suprema, vinculante, el recurso extraordinario local se
admite sin considerar el valor del litigio.
✓ En caso de alimentos o locación, el importe es determinado y se utilizan por analogía las
normas procesales y regulatorias (dos años de alimentos o alquileres).
✓ En principio toda litis puede ser mensurada, sólo por excepción es indeterminada.
✓ Aun en una sentencia interlocutoria equiparable a la definitiva, a los fines recursivos, el valor
del litigio está representado por el monto de la demanda.
Por lo demás, la carga de la prueba de que el valor del litigio supera el monto previsto en el artículo 278
CPCC corresponde al recurrente, en este sentido, si no acreditó el recurrente que el monto litigioso
supera el mínimo establecido por el artículo 278 CPC – carga procesal que le incumbe – resulta
inadmisible el recurso de inaplicabilidad de la ley.
b) Limitaciones.
• Depósito previo. El articulo 280 CPCCBA prevé que, a los fines de conseguir la apertura de la vía
extraordinaria, es necesario el depósito previo. Este depósito equivale el 10% del valor del pleito, el
que en ningún caso podrá ser inferior a 100 jus arancelarios ni superior a los 500 jus arancelarios.
El depósito se acredita con la boleta del Banco de la Provincia de Buenos Aires, sucursal correspondiente al
Departamento Judicial, con cuenta abierta en relación a los autos y a la orden del Tribunal que dictó la
sentencia recurrida.
Su naturaleza es la de ser una restricción o limitación en la concesión, para que no exista el recurso por el
recurso mismo y, además, una penalidad para el supuesto en que el recurso se haya peticionado sin derecho
o para ganar tiempo.
Están eximidos del depósito previo:
✓ Beneficio de litigar sin gastos: quienes tengan beneficio de litigar sin gasto acordado, no
provisorio (se acuerda un plazo de tres meses para terminar el trámite del beneficio. Este
plazo se computa – conforme al CCCN – por días corridos).
✓ Otros supuestos de exención al depósito previo: el Fisco de la Provincia o los funcionarios que
actúan en la defensa pública o los representantes del Ministerio Público. También se
excepciona la quiebra (no el concurso público) con sentencia definitiva y domicilio
constituido en La Plata.
c) Concesión y trámite posterior. Implementación del Writ of certiorari negativo. El juez de la admisibilidad es
el mismo juez que dictó la resolución recurrida. Se limita a examinar el cumplimiento de los recaudos de la
ley y, si se dan, se concede el recurso. No es tan limitativa la concesión como en el recurso federal. Sin
perjuicio de destacar que el recurso de por sí ya está muy limitado por el valor del pleito y el depósito previo.
No existe substanciación. El expediente se eleva a la SCBA, en su caso los sellos portales los paga el
recurrente bajo apercibimiento de tenerlo por desistido del recurso.
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La SCBA, como Tribunal Superior, tiene también el control de la admisibilidad por lo que puede declarar mal
concedido el recurso extraordinario.
En nuestro país funciona en forma negativa, ya que es la SC la que puede rechazar el recurso, sin
considerarlo siquiera y aunque haya superado el control de admisibilidad.
Puede ser ejercido por la SCBA en cualquier estado del trámite del recurso. La aplicación del certiorari puede
tener lugar en cualquier estado de la tramitación de los recursos, haciendo innecesario, en estos casos, el
dictamen de la Procuración General.
• Motivos para rechazar el recurso sin tratarlo. La Suprema Corte, con la sola invocación de la norma y
señalando cualquiera de estos tres supuestos, puede rechazar el recurso extraordinario, sea de
nulidad, de inconstitucionalidad o de inaplicabilidad de la ley.
✓ No reunión de los requisitos esenciales del recurso o insuficiencia en su tratamiento.
✓ Si los agravios planteados en el recurso ya fueron resueltos, por la SCBA, en casos análogos.
✓ Si los agravios son insuficientes o carecen de trascendencia/gravedad institucional.
• Concesión del recurso sin que importe el valor del litigio o la cuantía de la pena en sede penal (Writ
of certiorari positivo). En el ámbito de la inaplicabilidad de la ley, con carácter excepcional, se otorga
al máximo tribunal la facultad de remontar los obstáculos que hacen a la admisibilidad del recurso
en orden al valor del litigio o cuantía de la pena siempre y cuando se resuelvan cuestiones del
derecho de fondo, mediare planteo del interesado al respecto y se esté en presencia de gravedad
institucional o notorio interés público.
Puede concederse un recurso, con un valor de litigio inferior al del artículo 260 cuando:
✓ Mediare gravedad institucional.
✓ Un notorio interés público.
✓ Se estimare necesario fijar doctrina legal de la SCBA.
Esta posibilidad es excepcional y la Suprema Corte la debe usar con criterio restrictivo. Además, la
cuestión es solamente para el recurso de extraordinario de inaplicabilidad de la ley o doctrina legal ya que
los otros recursos (nulidad y de inconstitucionalidad) no contienen limitaciones o restricciones en cuanto al
valor del litigio.
II. RECURSO EXTRAORDINARIO DE NULIDAD. El recurso extraordinario de nulidad está previsto, en la
Constitución provincial de 1994 y se trata de un recurso de casación, con jurisdicción negativa (control de
envío) contra las sentencias definitivas pronunciadas por las Cámaras o Tribunales de única instancia, en
razón de la existencia de graves deficiencias o irregularidades en el dictado de las decisiones. Se trata de
vicios de la sentencia. Dijo la SCBA que, el recurso extraordinario de nulidad constituye un remedio por
quebrantamiento de formas que se canaliza a través de vicios formales determinados: omisión de cuestiones
esenciales, falta de fundamentación legal, y de mayoría o voto individual, cuando corresponda, sin
posibilidad de ampliación analógica.
En este recurso se trata de la inobservancia de formas relativas a las sentencias definitivas. Se exige el voto
individual de cada uno de los jueces en las cuestiones sometidas a su decisión, concordancia en sus
opiniones para llegar a la mayoría (tribunales colegiados), no omitir votar las cuestiones esenciales y fundar
las sentencias (en la ley, principio de legalidad).
No puede confundirse el ámbito de este recurso con el de inaplicabilidad de la ley. Este ultimo es el recurso
indicado para cuestionar el acierto de la decisión, la inteligencia de la misma o los errores de juzgamiento.
Cuando lo que se pretende es poner en tela de juicio la inteligencia de lo decidido debe acudirse por la vía

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del recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley y no por el de nulidad, en tanto a través de esta solo
puede atenderse la ausencia del voto individual, la omisión de tratamiento de una cuestión esencial o la falta
de fundamentación legal del fallo, en virtud de la imposición constitucional.
a) Requisitos de admisibilidad. A los fines de la admisibilidad del recurso extraordinario se señala la ausencia
de requisitos como el valor del litigio y el depósito previo (exigibles para el recurso de inaplicabilidad de la
ley). Por lo tanto, no corresponde, para la admisibilidad de este recurso, limitación alguna en razón de un
monto mínimo o de un depósito previo.
• Procede contra sentencias definitivas. Se trata de sentencias definitivas, ya que pone fin al litigio.
• Constitución de domicilio procesal en La Plata. Al interponer el recurso la parte que lo dedujere
constituirá domicilio en la ciudad de La Plata, o ratificará el que allí ya tuviere constituido y
acompañará copia para la contraparte que quedará a disposición de ésta en la Mesa de Entradas.
• Debe tratarse de sentencia definitiva de Cámara o Tribunal de única instancia. artículo 296 CPCCBA.
• Debe interponerse el recurso dentro del plazo de 10 días de notificada la resolución.
• El recurso debe fundarse. Hay cuatro supuestos, únicamente, para articular la nulidad extraordinaria:
✓ Omisión de cuestión esencial;
✓ Violación de la forma de voto individual;
✓ Vulneración de las mayorías decisorias;
✓ Falta de fundamentación legal.
• Interés legítimo. No hay nulidad por ella misma, aunque sea extraordinaria. El interés es la medida
de nuestro accionar.
b) Concesión y trámite personal. El Tribunal que dictó la sentencia cuya nulidad se pide se pide se expide sobre
la concesión o admisibilidad del recurso. Concedido el mismo, se eleva a la SCBA, la que se expide
admitiendo rechazando el recurso. Si lo admite se limita a anular, es decir que actúa con jurisdicción
negativa y devuelve el expediente a otro tribunal hábil para que dicte un nuevo pronunciamiento (la nulidad
es de la sentencia). Es decir que la Suprema Corte actúa como tribunal de casación por las formas con
jurisdicción negativa.
III. RECURSO EXTRAORDINARIO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Está previsto por los artículos 299 a 303 del
CPCCBA. Se da cuando en el pleito se haya discutido la validez de una ley, decreto, ordenanza o reglamento
bajo la pretensión de ser repugnante a la Constitución de la provincia y la decisión sea a favor de la ley,
decreto, ordenanza o reglamento.
Los requisitos son análogos a los del recurso extraordinario de nulidad.
En su resolución, la SCBA se limitará a declarar si la disposición cuestionada es contraria o no a la
Constitución de la provincia.
QUEJAS EXTRAORDINARIAS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. En todos estos recursos provinciales está prevista
la queja, en el plazo de cinco días, para ocurrir directamente ante la SCBA en caso de denegatoria de los mismos.
Esto está previsto por los artículos 290 a 292 CPCCBA. Los recaudos son similares a los de todas las quejas. El recurso
no tiene efecto devolutivo. No es necesario realizar depósito.

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LECCIÓN 21

INCIDENTES
INCIDENTE. Incidente procesal o artículo es toda cuestión o controversia vinculada directa o indirectamente con el
objeto principal del proceso y que se suscite una vez trabada la litis.
El artículo 175 del CPCCN dice que el incidente es toda cuestión que tuviere relación con el objeto principal del pleito
y no se hallare sometida a un procedimiento especial, tramitará en pieza separada, en la forma prevista por las
disposiciones de este Capítulo.
Esto lleva a una primera diferenciación: hay dos clases de incidentes, los autónomos que tienen regulación propia,
como es el caso del incidente de intervención de terceros y los genéricos, que no tienen regulación normativa propia
y que se rigen por las normas generales de los incidentes establecida por los artículos 175 a 187 CPCCN/CPCCBA.

CONCEPTO. Se entiende por incidente toda cuestión contenciosa que pueda sustanciarse durante el curso del
proceso y que tenga con éste una relación de accesoriedad o conexidad, que lo subordine con respecto a cualquiera
de los elementos que integran la pretensión: sujeto, objeto y causa pretendi.
El problema de las incidencias estriba en que si todas las cuestiones que se suscitan en el expediente tramitaran en
el mismo se perdería mucho tiempo, se suspendería de hecho el trámite del principal y sería una fuente constante
de dilaciones.
CLASIFICACIÓN. Los incidentes pueden clasificarse en autónomos o genéricos; suspensivos o no suspensivos;
procesales y sustanciales.
Tienen regulación propia (ej.: incidente de intervención
Autónomos
de terceros).
No tienen regulación normativa propia y que se rigen por
Genéricos
las normas generales de los incidentes.
Puede suspender el trámite del proceso principal o el
Suspensivos dictado de la sentencia (ej.; incidente de redargución de
falsedad).
En cuanto a los efectos No tiene vinculación con el dictado de la sentencia.
INCIDENTES que producen con En principio, los incidentes no suspenden al principal ni a
relación al trámite del la sentencia de mérito. Dentro de las facultades del juez
incidente principal: No
se establece la de decidir, sin dejar lugar al recurso, la
suspensivos
suspensión del trámite por entender que la solución del
incidente puede tener una estrecha relación con la
solución del juicio.
Refieren a cuestiones procesales (ej.: medidas
Procesales
cautelares).
Sustanciales Refieren a cuestiones de fondo (ej.: evicción).

CARACTERES. Los caracteres de los incidentes, señalados por la doctrina, son: a) conexidad; b) sobreviniente; c)
cuestión distinta; d) de resolución plena; e) no están sometidos a un procedimiento especial; f) a petición de parte o
de terceros; g) pieza separada; h) puede ser extinguido por caducidad de instancia.
a) Conexidad. Los incidentes siempre tienen una relación con el expediente principal, no son accesorios del
principal pero lo pueden condicionar, como es el caso de un incidente suspensivo del dictado de la
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sentencia, como es el incidente de redargución de falsedad. La conexidad se da con los elementos
fundamentales del proceso principal.
b) Cuestión sobreviniente. Los incidentes, generalmente, son posteriores a la iniciación de la causa principal,
por una cuestión que sobreviene en el curso de la litis (deben ser posteriores a la traba de la litis).
c) Causa pretendi distinta. Los incidentes deben tener una causa de petición o causa fuente distinta que la que
motiva las actuaciones principales.
d) No tienen en el código regulado un trámite principal. No tienen en el código regulado un procedimiento
especial (caso contrario tramitarían por dichas normas). Es que son incidentes genéricos aquellos que se
encuentran sujetos a un mismo trámite, que la ley procesal establece, sin consideración a la materia sobre la
que versen.
e) A petición de parte. Los incidentes no se promueven de oficio por el juez, sino que deben surgir como
consecuencia de petición de parte o tercero admitido en el expediente.
f) Tramitan por pieza separada. Normalmente tramitan por pieza separada los incidentes no suspensivos de la
relación principal. Los incidentes que la suspendan dentro de la misma causa, como un incidente de nulidad
de las notificaciones.
g) Los incidentes son susceptibles de caducidad. Los incidentes, por ser un expediente separado, también son
susceptibles de caducidad de instancia si no se los activa en el plazo de tres meses corridos, descontadas las
ferias judiciales para su cómputo.
REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD. La forma o requisitos extrínsecos del incidente está regulada por el artículo 117
CPCCN/CPCCBA y expresa que el incidente se formará con el escrito en que se promoviere y con copia de la
resolución y de las demás piezas del principal que lo motivan y que indicaren las partes, señalando las fojas
respectivas, cuya confrontación hará el secretario o el oficial primero.
El artículo 176 CPCCB/CPCCBA establece que el escrito en que se planteare el incidente deberá ser fundado clara y
concretamente en los hechos y en el derecho, ofreciéndose a él toda la prueba.
El incidente, para la cuestión que lo motiva, es una demanda y, como tal, debe reunir los requisitos de la misma. Vale
decir, sujeto, objeto, causa, hechos, petición y derecho. El escrito debe ser autosuficiente, agregar la prueba
documental y ofrecer los restantes medios de prueba de los que la parte intente valerse. Por su parte, deben
acompañarse copias, con pedido de certificación por el actuario, de las piezas pertinentes del principal necesarias
para la resolución del incidente.
a) Rechazo in limine. Si el incidente promovido fuera manifiestamente improcedente, el juez deberá rechazarlo
sin más trámite. La resolución será apelable en efecto devolutivo.
Normalmente los incidentes se substancian. Solo cuando es manifiestamente inconducente se lo rechaza in
limine.
b) Traslado. Responde. Si el juez resolviere admitir el incidente, dará traslado por 5 días a la otra parte, quien al
contestarlo deberá ofrecer la prueba. El traslado se notificará personalmente o por cédula dentro del tercer
día de dictada la providencia que lo ordenare.
En su responde, el incidentado (la parte contraria) debe cumplir las cargas de una contestación de demanda,
agregar la prueba documental y ofrecer los restantes medios de prueba.
c) Prueba. Si hubiere de producirse prueba que requiriese audiencia, el juez la señalará para una fecha que no
podrá exceder de 10 días desde que se hubiere contestado el traslado o vencido el plazo para hacerlo; citará
los testigos que las partes no puedan hacer comparecer por sí y adoptará las medidas necesarias para el
diligenciamiento de la prueba que no pueda recibirse en dicha audiencia. Si no resultare posible su

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agregación antes de la audiencia, solo será tenida en cuenta si se incorporase antes de resolver el incidente,
cualquiera sea la instancia en que éste se encontrare.
La audiencia podrá postergarse o suspenderse una sola vez por un plazo no mayor de 10 días, cuando
hubiere imposibilidad material de producir la prueba que deba recibirse en ella.
d) Medios de prueba y su limitación. Es parecido a un juicio sumario o sumarísimo. Un solo perito de oficio,
pero con la variante de que no se admiten consultores técnicos en el ámbito de la Nación. Un máximo de
cinco testigos, los que deberán declarar en su jurisdicción. Los demás medios de prueba no tienen limitación,
por lo que puede requerirse la prueba de informes, reconocimiento judicial, confesional.
e) Incidencias o incidentes, carentes de autonomía, que tramitan dentro de la causa principal. Las cuestiones
que surgieren en el curso de los incidentes y que no tuvieren entidad suficiente para constituir otro
autónomo , se decidirán en la interlocutoria que los resuelva.
f) Resolución del incidente. Contestado el traslado o vencido el plazo, si ninguna de las partes hubiese ofrecido
prueba o no se ordenase de oficio, o recibida la prueba, en su caso, el juez dictará resolución sin más
trámite.
g) Tramitación conjunta. Todos los incidentes que por su naturaleza pudieren paralizar el proceso, cuyas
causas existieren simultáneamente y fuesen conocidas por quien las promueve, deberán ser articulados en
un mismo escrito, siempre que sea posible su tramitación conjunta. Se desestimarán sin más trámite los que
se entablaren con posterioridad.
h) Incidente en los procesos sumario y sumarísimo. En los procesos sumario y sumarísimo regirán los plazos
que fije el juez, quien asimismo adoptará de oficio las medidas adecuadas para que el incidente no
desnaturalice el procedimiento principal.

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LECCIÓN 22

MEDIDAS CAUTELARES – PROCESO CAUTELAR


ACCIÓN PREVENTIVA Y EL NUEVO CCCN
MEDIDAS AUTOSATISFACTIVAS
CONCEPTO DE MEDIDA CAUTELAR. En las fronteras de las medidas cautelares y emparentadas, en cierta forma, con
ellas, existen otros institutos nuevos, como las medidas auto-satisfactivas y la tutela anticipada, que participan de los
rasgos de las cautelares.
El proceso cautelar tiene por objeto asegurar el resultado de los pleitos para evitar que, como consecuencia del
tiempo que transcurre para la declaración de certeza sea la decisión de imposible cumplimiento por haber variado la
situación patrimonial del obligado al pago.
El concepto restringido de cautela como función aseguradora de la ejecución. Este concepto restringido del
proceso cautelar, se refiere a una de las aristas de la función preventiva que la cautela representa, es decir, la de ser
un aseguramiento de la eventual e hipotética ejecución forzada, consecuencia de la falta de cumplimiento de la
sentencia.
Cautelar es prevenir, precaver y las funciones preventivas de la responsabilidad, que asume el CCCN, están en línea
con el concepto de prevención, prevención, cautela.
DIFERENCIAS CON LAS MEDIDAS AUTO-SATISFACTIVAS Y CON LA TUTELA ANTICIPADA. En las medidas auto-
satisfactivas no hay cautela, sino un proceso urgente que se agota con la obtención de la medida. En la tutela
anticipada, cuando el derecho que se reclama sea cierto, se anticipan los efectos de la sentencia, tal es el caso de los
alimentos provisorios, la exclusión del hogar, las medidas de abrigo, etc. En las medidas cautelares se asegura un
proceso principal sin que ello implique condena o satisfacción, es cautela, es seguridad.
CARACTERES DE LAS MEDIDAS CAUTELARES TÍPICAS (FUNCIÓN DE SEGURAR).
a) El carácter instrumental de las medidas cautelares. El proceso, en el que se toman las medidas cautelares,
carece de autonomía, es no-independiente, es accesorio de otro proceso principal al que asegura. No tienen
un fin en sí mismas. En consecuencia, estas medidas son instrumentales, no son un fin sino un medio para
otra cosa (asegurar el resultado de un juicio, por ejemplo). En el proceso principal, la meta es el dictado de
una providencia definitiva que resuelva el conflicto de intereses. La medida cautelar asegura que, hasta que
se dicte esa sentencia definitiva, su eventual ejecución forzada no devenga ilusoria. Existe una relación con
la futura sentencia a dictarse, relación de instrumento a fin.
b) Interinidad o provisionalidad (que no es definitivo). Las medidas cautelares son interinas, provisorias, están
destinadas a durar un tiempo, no son medidas para siempre. Para ello debe tenerse en cuenta su relación
con la providencia principal a la que aseguran y una vez que ésta llega, desaparece su razón de ser. La
provisionalidad es más restringida que la temporalidad, ya que las providencias cautelares no duran para
siempre, pero a la vez dependen del dictado de la providencia definitiva. En este sentido son provisorias.
Temporal es, simplemente, lo que no dura siempre, lo que independientemente de que sobrevenga otro
evento, tiene por si mismo duración limitada; provisorio es, en cambio, lo que está destinado a durar hasta
tanto sobrevenga un evento sucesivo, en vista y en espera del cual el estado de provisoriedad subsiste
durante el tiempo intermedio. En este sentido provisorio equivale a interino, lo que está destinado a durar
solo el tiempo intermedio que precede al evento esperado.
Las medidas cautelares se toman mientras las circunstancias sigan permaneciendo iguales.

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c) Variabilidad de las medidas cautelares. Las medidas cautelares nacen con la cláusula “rebus sic stantibus”,
es decir, que se adoptan siempre que las circunstancias de hecho o fácticas permanezcan iguales. Si estas
circunstancias varían, la medida cautelar también lo hace.
d) Extinción ipso iure con el dictado y firmeza de la sentencia definitiva. Si la sentencia admite la acción y
confirma el cálculo de las probabilidades de la medida, ésta se convierte de pleno derecho en definitiva. Si
la sentencia firme no hace lugar a la acción, la medida queda sin efecto, aunque requiera como ejecución
impropia su levantamiento. Cuando se dicta la sentencia definitiva y ésta queda firme sucede el fenómeno
que la medida interina desaparece, se extingue. Si la sentencia, definitiva y firme, acoge la pretensión
asegurada, la cautela se convierte de pleno derecho en definitiva y es base de una futura ejecución forzada.
Si la sentencia, definitiva y firme, rechaza la acción asegurada, la medida cautelar queda ipso iure levantada,
aunque si está inscripta en registros deba levantarse mediante oficios.
e) Posibilidad de éxito y peligro en la demora. La verosimilitud del derecho y el peligro en la demora no son
caracteres de la medida, sino requisitos para tomarla.
f) Se toman sin escuchar a la parte contraria. Estas medidas tienen como característica adolecer de
contradicción previa a su traba. No se escucha a la parte contraria, se toman sin audiencia del futuro
contradictor. Esto no significa violación de la defensa en juicio, pues la contradicción se produce una vez
trabada la medida. La falta de audiencia previa es para garantizar la efectividad de la traba de la medida.
EL PROCESO CAUTELAR. A pesar de su falta de autonomía e interinidad, el proceso cautelar tiene para su examen
autonomía y normas propias.
a) Competencia del magistrado. En cualquier proceso normal, si el juez es incompetente, las medidas que
toma son inválidas, es decir, nulas. Ello no acontece con el proceso cautelar, pues sin perjuicio de que el
magistrado debe abstenerse de tomar medidas cautelares si considera que no es competente, las que tome
son válidas, a pesar de su eventual incompetencia. Verificada su incompetencia, se enviará la causa al juez
competente, perdurará la medida pero es susceptible de recursos.
b) Simplificación de trámites y prueba. Los trámites y pruebas para obtener las medidas se simplificaron y es
así que los testigos pueden declarar en el estudio jurídico del letrado y ratificarse a primera audiencia o en el
momento de la presentación de la medida.
En el CPCCBA, a diferencia del CPCCN, no se pueden acompañar las declaraciones de los testigos, sino que
los mismos firman el escrito en que se solicita la medida y luego ratifican la firma y la verdad de los hechos
afirmados en la demanda por medidas cautelares, y esa ratificación será en el acto de la presentación del
escrito o en primera audiencia.
c) Bilateralidad y contradicción postergadas. Las cautelares se adoptan sin oír a la parte contraria. En realidad,
se posterga la contradicción para evitar que, el futuro deudor alertado de la traba de la medida, venda los
bienes a cautelar antes de la inscripción o toma de razón del embargo.
Ello no es violatorio del principio de bilateralidad ni del de contradicción ni lesiona la garantía del debido
proceso. Una vez tomada debe notificarse, si la notificación no ocurrió al trabarse la misma, y ahí empieza la
bilateralidad y contradicción, pudiendo interponerse los recursos pertinentes. La adopción de medidas
cautelares sin previo debate concuerda con su naturaleza y no importa lesión constitucional en tanto queda
a los afectados por ellas la posibilidad de cuestionarlas después de dictadas.
d) Cumplimiento y recursos. La medida se cumple o se cumple, y los recursos son posteriores a la traba. El
afectado de la medida cautelar debe tener conocimiento directo y real de la efectiva concreción de la
misma, lo que se logra a través de la notificación personal o por cédula en su domicilio real, dentro del tercer
día del dictado.

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CONTRA CAUTELA. Una de las medidas cautelares es la exigencia de la contra cautela, rasgo propio del proceso
cautelar. Para ello se exige una cautela contraria, que no tiene relación con el monto de lo que se reclama en el juicio
y que debe ser estimada por el magistrado.
Clases de cautela. Las cautelas pueden ser:
a. Juratorias. Quien pide la cautela presta juramento para el caso de que la medida sea tomada sin derecho.
b. Fianza. Personal en todos sus tipos.
c. Real. Poner a embargo un inmueble del solicitante o de un tercero.
d. Seguro de caución. Presentar una póliza de seguros que cubra los riesgos de la cautelar que se solicita.
En materia de contra cautela, el principio general está dado por la caución real, salvo verosimilitud manifiesta.
Exención de la contra cautela. No se exigirá caución si quien obtuvo la medida:
1. Fuere la Nación, una provincia, una de sus reparticiones, una municipalidad o persona que justifique ser
reconocidamente abonada.
2. Actuare con beneficio de litigar sin gastos.
CADUCIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES. Se producirá la caducidad de pleno derecho de las medidas cautelares
que se hubieren ordenado y hecho efectivas antes del proceso, dentro de los 10 días siguientes al de su traba, si
tratándose de obligación exigible no se interpusiese la demanda o no se iniciare el procedimiento de mediación
prejudicial obligatoria, según el caso, aunque la otra parte hubiese deducido recurso.
Las inhibiciones y embargos se extinguirán a los 5 años de la fecha de su anotación en el registro que corresponda,
salvo que a petición de parte se reinscribieran antes del vencimiento del plazo, por orden del juez que entendió en el
proceso.
El plazo de caducidad se cuenta desde que el que pidió la misma se anotició de que fue trabada. La interposición de
la demanda, dentro de los 10 días hábiles, es el único requisito para impedir la caducidad de la medida cautelar.
RESPONSABILIDAD POR LAS MEDIDAS TOMADAS SIN DERECHO. El artículo 208 CPCCN/CPCCBA prevé la
responsabilidad de quien solicita y obtiene una medida cautelar cuando no tenía derecho a trabarla.
I. Juez competente para determinar la responsabilidad. Aquel que la trabó es el juez competente para
entender en un juicio por reparación de los perjuicios que hubiera ocasionado una medida cautelar
decretada ilegítimamente en un juicio de conocimiento.
II. Casos en que no se genera responsabilidad. Cuando el deudor no tuviera domicilio en la República o cuando
se tratare de un supuesto de medida cautelar tomada pendiente el proceso (embargo obtenido, por
ejemplo, como consecuencia de una sentencia favorable) la medida cautelar, tomada sin derecho (sentencia
revocada por la alzada) no genera responsabilidad de índole patrimonial.
III. Abuso o exceso para la reparación. Es necesario acreditar que, quien tomó la medida, abusó de su derecho o
se excedió en el mismo. Para establecer la responsabilidad se requiere una tipificación subjetiva de la
conducta del que solicitó la medida y no objetiva, pues el mero levantamiento de la medida no genera
responsabilidad. No es automático el que se generen responsabilidades.
LA DEMANDA DE MEDIDAS CAUTELARES. La petición de medidas cautelares (demanda de las mismas) es un escrito
en que debe constar (requisitos intrínsecos o de contenido), claramente, la legitimación activa (quien pide la
medida), la legitimación pasiva (contra quien se pide la medida), el objeto del proceso principal, la narración de los
hechos (causa de la medida), el derecho en que se sustenta, la medida que se pretende, la información sumaria para
acreditar la medida.

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a) Iniciación de este proceso cautelar (antes de la demanda principal o pendiente de ésta). Puede ser iniciado
antes de promover la demanda principal, cualquiera que sea el proceso. También pueden pedirse pendiente
los procesos de conocimiento, de ejecución, etcétera. Una vez finalizados estos, si se tiene sentencia
favorable firme, las medidas cautelares se convierten en medidas de ejecución forzada.
b) Relación subordinada o accesoria a la causa principal. Dado el carácter no-independiente de estas medidas,
la relación con el proceso principal es de subordinación o accesoriedad. Su dictado está preordenado a
garantizar el resultado práctico de otro proceso al cual acceden.
REQUISITOS PARA LA PROCEDENCIA DE CUALQUIER MEDIDA CAUTELAR. Los requisitos son tres: verosimilitud del
derecho, peligro en la demora y exigencia de contra cautela.
a) Requisitos generales.
I. Legitimación activa y pasiva. A los fines de exigir una medida cautelar, resulta necesario revestir
legitimación activa y pasiva en el proceso en el cual se la requiere, como también, que debe existir
una correspondencia entre el objeto del proceso y lo que es objeto de la medida.
II. El derecho que se pretende asegurar. La indicación del derecho que se pretende asegurar (artículo
195 CPCCBA) exige puntualizar con claridad cuál es el objeto de la demanda que va a instaurarse a
continuación del proceso cautelar.
b) Requisitos específicos.
I. Verosimilitud del derecho. Para que proceda cualquier medida cautelar, nuestro derecho debe ser lo
más cercano a la verdad (verosímil es como si fuera la verdad, una ficción de verdad). Nuestra
demanda debe estar destinada al éxito, la acción debe estar en apariencia enderezada a ser acogida.
El juez, al analizar nuestra sumaria prueba, debe entender que existe un alto grado de probabilidad
de que prospere lo que se reclama.
Si bien el dictado de las medidas precautorias no exige un examen de certeza sobre la existencia del
derecho pretendido, pesa sobre quien las solicita la carga de acreditar prima facie la existencia de la
verosimilitud en el derecho invocado, ya que resulta exigible que se evidencien fehacientemente las
razones que la justifiquen.
La verosimilitud el derecho, como requisito de procedencia de las medidas cautelares, es materia
susceptible de grados y está influida por la índole del reclamo principal del que no puede ser
desvinculada la medida.
II. Peligro en la demora. Por más que el derecho sea verosímil debe haber peligro que, por el transcurso
del tiempo, si cambia la situación del probable deudor, la eventual ejecución de la sentencia no sea
posible.
III. Contra cautela. La contra cautela se funda en el principio de igualdad, a la vez que garantiza al
demandado la efectividad del resarcimiento de los daños, si el derecho no existiera o no llegara a
actualizarse, posibilitando asimismo al actor un derecho aun no actuado. Quien pide una medida
debe hacerse cargo de los eventuales perjuicios que su toma puede generar.
EN LA DUDA LAS MEDIDAS DEBEN CONCEDERSE, SIN PERJUICIO DE LA RESPONSABILIDAD DE QUIEN LAS SOLICITA.
Por ejemplo, si la actora denuncia la subsistencia de la titularidad del fondo de comercio en cabeza de los
demandados e insiste en el otorgamiento de la medida cautelar, corresponde disponer su realización por su cuenta y
riesgo.
EL TEMA DE LA TUTELA ANTICIPADA. La tutela anticipada surge como una medida armónica a fin de evitar la colisión
de los derechos fundamentales relativos al proceso y garantir con efectividad la tutela jurisdiccional efectiva, o sea,
buscar la efectividad del proceso y mantener la seguridad jurídica. La tutela anticipada consiste en anticipar la
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producción de los efectos prácticos de una sentencia, tratando, principalmente, de evitar la extinción del derecho,
cuando haya necesidad de aguardar el tiempo del proceso para hacer valer la tutela jurisdiccional.
ADMISIÓN DE LA TUTELA PREVENTIVA EN EL NUEVO CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN. El CCCN trata de
las acciones preventivas en materia de daños. Habla, con propiedad, de la función preventiva (artículo 1710 CCCN).
Tutelar es proteger y esto, generalmente, se da en relación a personas con capacidades diferentes o que necesitan
una rápida ayuda. Se necesitan tutelas más rápidas para atender a necesidades urgentes.
a) Tutela inhibitoria e innovativa. La tutela anticipatoria puede ser inhibitoria (negativa), por ejemplo, impedir
que se continúe una obra que amenaza derrumbe; o puede ser positiva o innovativa, es decir, consistir en un
anticipo jurisdiccional, anticipando los efectos de la sentencia definitiva a dictarse.
b) Ausencia de regulación procesal de la tutela anticipada. Falta una regulación clara del instituto y su
generalización para llegar a una tutela diferenciada. Faltan establecer los requisitos para su procedencia, por
ejemplo, la verosimilitud del derecho que debe ser mayor a la de una cautela asegurativa, el peligro en la
demora que debe ser superior a una mera seguridad para la ejecución forzada (como en una cautelar no
anticipatoria), la eventual caución y establecer que la sentencia anticipatoria debe estar fundada y que
puede ser modificada en cualquier momento y que no puede ser tomada si existe riesgo específico de
irreversibilidad en la situación.
Amén de ello, la tutela anticipada no es independiente de la tutela principal o definitiva, solo la adelanta. Y
se prosigue el mismo juicio.
c) El CCCN y la tutela preventiva (función preventiva de la responsabilidad). Prevención y anticipo
jurisdiccional, semejanzas y diferencias. El CCCN consagra la función preventiva de la responsabilidad, no
solamente la compensatoria o reparatoria.
En principio, no podría confundirse la prevención con el anticipo, prevenir significa tratar de evitar el daño,
pero ello implica un evidente anticipo jurisdiccional. El juez debe expedirse y establecer la existencia o no del
temor fundado o peligro que amerite tomar la medida.
El artículo 1710 consagra el deber de prevención, pues toda persona tiene el deber, en cuanto de ella
dependa, de: (a) evitar causar un daño no justificado; (b)adoptar de buena fe y conforme a las
circunstancias, las medidas razonables para evitar que se produzca un daño del cual un tercero sería
responsable, tiene derecho a que este le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme a las
reglas del enriquecimiento sin causa; (c) no agravar el daño si ya se produjo.
d) Consecuencias del incumplimiento del deber de previsión. Si no se cumple el deber de prevención procede
la acción preventiva, que tiene no solo la posibilidad de prevenir, sino también la de evitar se agrave la
situación existente. Ello indica que esta acción – prevista por el artículo 1711 – constituye una tutela
diferenciada y autónoma, totalmente ajena al proceso ordinario. A nosotros nos parece que esto no es así y
que no puede desamarrarse la acción preventiva de su continuidad reparadora, si es que la hay.
Dice el artículo 1711 CCCN que la acción preventiva procede cuando una acción u omisión antijurídica hace
previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la concurrencia de
ningún factor de atribución.
e) Requisitos de la acción preventiva. En triple objetivo d la acción es prevenir (evitar que el daño se
produzca), evitar que continúe o persista la situación antijurídica o se grave el daño. Este tan lato o extenso
objetivo hace que esta función preventiva se convierta, en muchos casos, en una verdadera tutela
anticipatoria. Falta un proceso expedito, aunque la Constitución Nacional, en su artículo 43, así lo establece,
pudiéndose optar por la vía del amparo o del proceso sumarísimo.

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La acción debe bilateralizarse, pero el contradictorio debe ser abreviado e, incluso, dentro de la acción
preventiva, permitirse el dictado de cautelares, sin oír a la parte contraria, que sean providencias
instrumentales de la providencia final de admisión o no de la acción preventiva. Incluso las medidas pueden
ser tomadas de oficio por el juez.
La legitimación es muy amplia, ya que están legitimadas para reclamas quienes acrediten un interés
razonable en la prevención del daño (comprende tanto la legitimación de quienes tengan afectado un
derecho subjetivo y hayan sufrido o teman sufrir un daño, los que traten de impedir el daño, los que
defiendan intereses colectivos e intereses individuales homogéneos). Están legitimados gobiernos,
municipalidades, defensor del pueblo, etcétera.
f) Requisitos de la demanda y aspectos probatorios. En la demanda se deben explicar los hechos y lo que se
pretende. El actor debe probar, en una acción preventiva, la verosimilitud del derecho que invoca. Se
requiere una verosimilitud mayor que para una medida cautelar, pero no es dable exigir la prueba
inequívoca o completa que se realiza en un juicio ordinario.
La caución puede ir desde una juratoria o caución real o personal, depende de que los otros extremos estén
acabadamente probados. No hay que olvidarse que las acciones preventivas se agotan, a veces, en si
mismas, o debe continuarse (en el caso de que el daño ya se haya producido) en el cauce de una acción
reparadora autónoma o incidental.
g) Sentencia en la acción preventiva. El artículo 1713 CCCN establece que la sentencia que admite la acción
preventiva debe disponer, a pedido de parte o de oficio, en forma definitiva o provisoria, obligaciones de
dar, hacer y no hacer, según corresponda; debe ponderar los criterios de menor restricción posible y de
medio más idóneo para asegurar la eficacia con la obtención de la finalidad.
Se deja al juez un amplio margen, lo que no quiere decir que deba actuar con discrecionalidad. Por ello y sin
perjuicio de decretar cautelares, debe sustanciarse la causa, oír a la parte contraria y permitir la prueba.
PROCESOS URGENTES Y MEDIDAS AUTO SATISFACTIVAS.
I. Procesos urgentes. Existen procesos urgentes en los que predomina la urgencia de la resolución y en los que,
incluso, la bilateralidad puede ser dejada para una etapa posterior.
Estos procesos urgentes no pueden ser confundidos con las medidas cautelares. En estas existe una
anticipación provisional de la tutela, no de la resolución del problema.
II. Medidas auto satisfactivas. Junto al proceso cautelar cabe distinguir una serie de medidas “cautelares” que
han comenzado a asumir roles autónomos y a desprenderse de su carácter otrora instrumental y provisional,
por lo que se admite actualmente que la tutela pueda agotarse ya con la satisfacción definitiva e inmediata
de esos derechos o intereses.
Con la toma de la medida se ha agotado el pleito o futuro pleito. No es la anticipación de una tutela, como
en una medida cautelar.
PODERES DEL JUEZ. Los poderes del juez son amplios en esta materia, ya que puede otorgar una medida distinta a la
pedida, existiendo un poder cautelar genérico. La medida cautelar genérica o innominada es la que puede dictar el
juez atendiendo a las necesidades del caso, si no existe en la ley una específica que satisfaga la necesidad de
aseguramiento.
EMBARGO PREVENTIVO. El embargo preventivo es la individualización e inmovilización de un bien en el patrimonio
del deudor. El objeto es asegurar un proceso principal para el caso de obtener sentencia favorable. Se exige, para su
otorgamiento, el cumplimiento de los recaudos de verosimilitud del derecho, peligro en la demora, debiendo
presentarse contra cautela. En ausencia de alguno el dictado es improcedente. Asimismo, estos requisitos se
encuentran relacionados de modo tal que, por ejemplo, cuanto mayor sea la verosimilitud del derecho invocado,

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menor rigor debe observarse en la fijación de la correspondiente contra cautela, debiéndose en cambio agudizarse o
acentuarse la apreciación del primero ante la notoria solvencia del demandado.
Embargo ejecutivo y ejecutorio.
a) Embargo ejecutivo. El embargo ejecutivo constituye la medida que el juez debe acordar en la primera
providencia que dicte a raíz de la indicación de un proceso de ejecución fundado en un título judicial o
extrajudicial, en virtud de la certeza o de la presunción de certeza del derecho que esos títulos
respectivamente exhiben, no hallándose supeditado a la prestación de contra cautela. El embargo ejecutivo
procede ante la mera presentación de un título ejecutivo que, por su propia conformación, naturaleza
jurídica, posea por sí mismo o traiga aparejada ejecución al gozar de una presunción legal de autenticidad o
certeza extrínseca respecto al derecho que instrumenta.
b) Embargo ejecutorio. Es la desposesión de la facultad de disposición, derivada del derecho real de dominio,
que el deudor tiene sobre el bien, que es traspasada al Estado porque es la justicia la que vende. Cuando se
obtiene sentencia favorable firme, o se da caución, el embargo tiene como finalidad la realización del bien
para satisfacer el derecho del acreedor. En tal caso se priva al deudor de su facultad de disponer la que es
ejercida por el Estado. En este tipo de embargo no se exige contra cautela.
✓ Prioridad del primer embargante. Mientras no exista un concurso o quiebra los embargos confieren
prioridad. El primer embargante tiene prioridad sobre los embargos posteriores. Se aplica el viejo
aforismo de “primero en el tiempo, mejor en el derecho”.
El derecho privilegia siempre a los acreedores más diligentes. Esta regla se aplica en las ejecuciones
individuales, no funcionando cuando hay concursos o quiebras.
✓ Supuestos enunciativos de embargo preventivo. Los artículos 209 a 212 CPCCN/CPCCBA establecen
los supuestos en que puede solicitarse el embargo preventivo. Habilita la medida el hecho de que el
deudor no tenga domicilio en la República, que la deuda surja de instrumento público o instrumento
privado reconocido por la información sumaria de dos testigos, que si la deuda se funda en un
contrato bilateral esté reconocido el mismo así como el cumplimiento por parte del actor, que la
deuda surja por certificación contable de libros de comercio, que si la deuda esté sujeta a condición
se acredite que el deudor esté enajenando sus bienes. En las demandas por escrituración,
acreditando la verosimilitud del derecho, puede obtenerse el embargo del bien a escriturar. El
artículo 210 prevé casos especiales en materia de sociedades, herencia, etc. El artículo 212 del
CPCCN prevé el embargo pendiente la litis en el caso de rebeldía, confesión y sentencia no firme,
aunque estuviera recurrida.
✓ Bienes inembargables. Nunca se puede trabar embargo sobre el lecho cotidiano del deudor ni de su
cónyuge e hijos, ni sobre las ropas y muebles de su indispensable uso ni sobre los elementos
necesarios para la profesión, arte u oficio que se ejerza. Tampoco puede embargarse los sepulcros ni
los demás bienes exceptuados por ley.
SECUESTRO. Cuando la inmovilización de un bien, no alcanza por sí solo para proteger o asegurar el resultado del
juicio, la medida cautelar a exigir es el secuestro. El deudor es desposeído del bien embargado el que se guarda en
un depósito judicial o privado. Procederá el secuestro de los bienes muebles o semovientes objeto del juicio, cuando
el embargo no asegurare por el derecho invocado por el solicitante, siempre que se presenten instrumentos que
hagan verosímil el derecho cuya efectividad se quiere garantizar. Procederá, asimismo, con igual condición, toda vez
que sea indispensable proveer a la guarda o conservación de cosas para asegurar el resultado de la sentencia
definitiva. El juez designará depositario a la institución oficial o persona que mejor convenga; fijará su remuneración
y ordenará el inventario, si fuese indispensable.

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INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES. La inhibición general de bienes es una medida personal, es sobre la persona. El
inhibido puede comprar los bienes que quiera pero, si quiere vender, no puede hacerlo porque está inhibido (hasta
que no levante la inhibición). Tampoco puede gravar sus bienes. Esta medida, por su gravedad, solo se toma si no se
conocen bienes al deudor. La inhibición no confiere prioridad como el embargo preventivo.
En todos los casos en que habiendo lugar a embargo éste no pudiere hacerse efectivo por no conocerse bienes del
deudor, o por no cubrir estos el importe del crédito reclamado, podrá solicitarse contra aquel la inhibición general
de vender o gravar sus bienes, la que se deberá dejar sin efecto siempre que se presentase a embargo bienes
suficientes o diere caución bastante. El que solicitare la inhibición deberá expresar el nombre, apellido y domicilio
del deudor, así como todo otro dato que pueda individualizar al individuo, sin perjuicios de los demás requisitos que
impongan las leyes. La inhibición solo surtirá efecto desde la fecha de su anotación, salvo para los casos en que el
dominio se hubiere transmitido con anterioridad.
ANOTACIÓN DE LITIS. La anotación de litis es una medida de publicidad que sirve para restar buena fe a un futuro
adquiriente de un inmueble o bien registrable. Sin embargo, si se nos otorga la anotación de litis, el Registro de la
Propiedad Inmueble, anota en el folio real la existencia del juicio, con lo que ningún tercero ha se ser de buena fe.
INTERVENCIÓN JUDICIAL. Si la medida tiene por objeto nombrar un administrador judicial en una sociedad resulta
necesario haber promovido la acción por remoción del administrador.
Puede pretenderse la designación de un interventor recaudador, un interventor informante o veedor y un
interventor que signifique un desplazamiento del administrador. Cualquiera sea la intervención dispuesta debe
tenerse en cuenta que la ley dispone que el juez la apreciará con criterio restrictivo. Debe recaer el nombramiento
de interventor en persona idónea, debe estar claramente identificada su función o misión y el plazo que va a durar.
La contra cautela se fijará según la clase de intervención y los perjuicios que pueda causar.
El cargo de interventor es personal, debe desempeñarlo personalmente. Debe cumplir las directivas del juez,
debiendo el interventor, además, informar periódicamente según lo previsto por el magistrado.
PROHIBICIÓN DE INNOVAR. Cuando sea necesario mantener el statu quo existente, cuando la situación deba
permanecer inmovilizada hasta la terminación del juicio, la medida a adoptar es la prohibición de innovar.
Supongamos que se disponga a expulsar a un alumno de la facultad, la medida funciona impidiendo – mientras dure
el juicio para pedir su anulación, por ejemplo – que el alumno efectivamente sea expulsado.
PROHIBICIÓN DE CONTRATAR. Cuando, por ley o contrato o para asegurar la ejecución forzada de los bienes objeto
del juicio, procediese la prohibición de contratar sobre determinados bienes, el juez ordenará la medida.
Individualizará lo que sea objeto de la prohibición, disponiendo se inscriba en los registros correspondientes y se
notifique a los interesados y a los terceros que mencione el solicitante. La medida quedará sin efecto si quien la
obtuvo no dedujere demanda dentro de los 5 días de haber sido dispuesta, y en cualquier momento en que se
demuestre su improcedencia.
La prohibición de contratar es una medida muy severa, es casi una muerte civil. Es en razón de ello que se prevé ese
plazo breve de caducidad. No debe existir ninguna otra medida.
MEDIDAS CAUTELARES GENÉRICAS. Existe un poder cautelar genérico que hace que el magistrado pueda otorgar
una medida distinta de la pedida. Esta potestad judicial le permite al magistrado dictar una medida distinta de la
pedida. No está vinculado por lo solicitado, cuando la medida pedida no es procedente y la cautela podría obtenerse
por otro medio. Con base en la medida de no innovar y en esta norma se estableció un importante poder del juez en
materia cautelar, sea para tomar una medida distinta de la pedida, sea para limitar o aumentar los alcances de lo
que fue pedido.
PROTECCIÓN DE PERSONAS. Estas medidas son muy peculiares y que, en general, no se dictan inaudita altera pasr.
Hay que escuchar a los involucrados. El artículo 234 prevé la guarda de personas, por ejemplo de incapaces que sean

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maltratados por sus padres, de incapaces abandonados y de los incapaces que estén el pleito con sus
representantes. Será competente el juez del domicilio del incapaz. En todas las actuaciones intervendrá el Asesor de
Incapaces. El magistrado puede ordenar se provean alimentos al incapaz u otros elementos previa vista a quien deba
proveerlos.
MEDIDAS CAUTELARES EN EL DERECHO DE FAMILIA. Las medidas cautelares en el derecho de familia no solo se
limitan a la protección de personas. También puede haber medidas cautelares en el juicio de alimentos, en el juicio
de divorcio, en los procesos de interdicción e inhabilitación.
También el magistrado puede disponer de un poder cautelar genérico en atención a los intereses en juego.

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LECCIÓN 23

PROCESOS DE EJECUCIÓN Y JUICIO EJECUTIVO


EJECUCIÓN. La jurisdicción no se agotaba en la fase de conocimiento sino que, cuando la resolución judicial no se
cumple se empieza una fase de coerción destinada a que el derecho cierto se transforme en un derecho satisfecho.
a) La coerción o fuerza no es ejercer violencia física sobre la persona del deudor. El patrimonio como prenda
común de los acreedores. La coerción no es sobre la persona, sino sobre su patrimonio, que es la prenda
común de todos los acreedores.
Fuera de los limitados y excepcionales casos en que se admite una forma de fuerza en los particulares, la
coerción es patrimonio del Estado y esta “violencia” está dirigida al patrimonio y no a la persona.
b) Los artículos 730 y 731 CCCN es la base y fundamento de todas las ejecuciones. El artículo base de las
ejecuciones es el 730 del CCCN. Dice la norma que la obligación da derecho al acreedor a:
1. Emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se obligó;
2. Hacérselo procurar por otro a costa del deudor;
3. Obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes.
Si el incumplimiento de la obligación, cualquiera sea su fuente, deriva en litigio judicial o arbitral, la
responsabilidad por el pago de las costas, incluidos los honorarios profesionales, de todo tipo, allí
devengados y correspondientes a la primera o única instancia, no debe exceder del 25% del monto de la
sentencia, laudo o transacción o instrumento que ponga fin al diferendo. Si las regulaciones de honorarios
practicadas superan dicho porcentaje, el juez debe proceder a prorratear los montos entre los beneficiarios.
El artículo 731 establece que el cumplimiento exacto de la obligación confiere al deudor el derecho a
obtener la liberación y el de rechazar las acciones del acreedor.
LA AUTONOMÍA DE LA ACCIÓN EJECUTIVA. Pareciera que la ejecución es una fase posterior de la actividad
jurisdiccional pero no es así. En muchos casos la ejecución es anterior al conocimiento, como es el caso del juicio
ejecutivo. Esto revela la autonomía de la acción ejecutiva que tiene su pilar y base de sustentación en el título.
EL TÍTULO. CLASIFICACIÓN. No hay ejecución sin título. La corporización de nuestro derecho está en el título o
cartón, el que debe ser autosuficiente. La primera gran clasificación de los títulos es la que distingue los títulos
judiciales – sentencias y asimilables – de los extrajudiciales o títulos ejecutivos.
Son las sentencias y asimilables (conciliaciones, transacciones, mediaciones,
Judiciales
laudos y autos regulatorios de honorarios, entre otros)
Los creados por las partes como los papeles de comercio
Creados
(pagarés, cheque, etc.)
TÍTULOS
Extrajudiciales o Certificados que expiden los entes estatales y aún privados.
títulos ejecutivos Son títulos que permiten la ejecución y en los cuales el
Auto – creados
conocimiento queda limitado a la exposición de excepciones o
al juicio ordinario posterior de repetición.

También se distingue los títulos ejecutorios (una sentencia), de los títulos ejecutivos (por ejemplo, un pagaré).
¿Cuándo nos encontramos en presencia de un título ejecutivo? Título ejecutivo es aquel que contiene una
obligación líquida y exigible de dar una suma de dinero. En los códigos de la Nación y de la provincia no se permite la
ejecución sino sobre sumas de dinero.
Una obligación es líquida cuando el importe de la misma está expresada en una suma de dinero determinada. Una
obligación es exigible cuando es de plazo vencido o cuando se cumplió la condición fijada por las partes.
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EJECUCIÓN DE SENTENCIAS. Para poder ejecutarse una sentencia se requiere del cumplimiento de cuatro requisitos
básicos: firmeza, sentencia o título, vencimiento del plazo y petición de parte.
a) Explicación de los requisitos para ejecutar una sentencia.
✓ Firmeza. Para poder ejecutar una sentencia se requiere que haya pasado en autoridad de cosa
juzgada, es decir, que se encuentre firme por haberla consentido o que esté ejecutoriada por
haberse consumido los recursos contra la misma.
✓ Sentencia o título. Debe existir título o sentencia con que se pretende ejecutar y, si se hace en otra
jurisdicción, debe acompañarse autenticado y legalizado.
✓ Vencimiento del plazo. La sentencia debe ser exigible por lo que, para su ejecución, requiere que
haya vencido el plazo fijado para su cumplimiento.
✓ Petición de parte. Todas las ejecuciones son a pedido de parte. No se actúa en la ejecución de oficio.
b) Ejecución parcial de la sentencia. También podría ejecutarse parcialmente la sentencia, para lo que se
requiere que parte de la sentencia se encuentre firme. Debe expedirse testimonio sobre lo que quedó firme
pero, en caso de duda, el juez denegará el testimonio y tal resolución será irrecurrible.
c) Sentencias y títulos asimilables. Se ejecutan sentencias, transacciones, conciliaciones, mediaciones, multas
procesales, honorarios regulados en concepto de costas.
d) Competencia. En principio, la competencia para la ejecución es del juez que pronunció la sentencia del juicio
de conocimiento. También puede ser competente el juez de otra competencia territorial si así lo impusiere el
propio trámite de la ejecución. Igualmente el del proceso principal.
e) Trámite de la ejecución de la sentencia. Si hay suma líquida, a instancia del acreedor, se procede al
embargo. Sin embargo, se admitió en Nación la intimación por cédula al ejecutado (a pedido del ejecutante)
previo al trámite del embargo. El embargo es un trámite esencial de la ejecución de la sentencia, a diferencia
del juicio ejecutivo en que puede prescindirse de él. El objetivo es embargar para poder realizar (vender, por
ejemplo) y cumplir la sentencia.
f) A propósito de las tres clases de embargo. Existen tres clases de embargo. El embargo como medida
cautelar es la individualización e inmovilización de un bien en el patrimonio del deudor. Ello, a los fines de
asegurar el eventual cobro del juicio, en caso de sentencia favorable.
Luego, está el embargo ejecutorio, que es la desposesión de la facultad de disposición que tiene el deudor
sobre sus bienes. Esta facultad de disposición pasa al Estado para impulsar la venta en pública subasta. Con
el embargo ejecutorio se desposee al deudor de este atributo o derecho. Este es el embargo que estudiamos
en este punto.
Por último, encontramos el embargo ejecutivo. Se acerca más al ejecutorio y cuando se dicta la sentencia de
remate se transforma de ejecutivo en ejecutorio. En realidad se convierte automáticamente sin necesidad
de petición. El embargo ejecutivo tiene por finalidad la individualización de un bien en el patrimonio del
deudor para su eventual remate, en caso de no oponerse excepciones.
Si hay suma líquida se procede al embargo, a pedido del acreedor, continuándose luego el trámite de la
ejecución de sentencia.
g) Liquidación. Si no hay suma líquida resulta necesario practicar la liquidación. Si el vencedor no practica la
liquidación, dentro de los diez días en que fuere ejecutable, puede hacerlo el vencido. Realizada la
liquidación se da traslado a la contraria por cinco días. Si no hay objeciones se la aprueba en cuanto ha lugar
por derecho (es decir, se dejan a salvo los errores aritméticos). Aun no habiendo objeciones el juez de oficio
podría rechazarla si no se ajusta a las bases de la sentencia o contiene errores. Si hay objeciones la cuestión
tramita por la vía de los incidentes. Aprobada la liquidación se procede al embargo.
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h) Las excepciones. Trabado al embargo, se cita al ejecutado de venta para que se oponga excepciones en el
plazo del quinto día.
Es muy limitada la oposición de excepciones en la ejecución de sentencia. Además deben fundarse en vicios
de la sentencia misma o en hechos posteriores a la sentencia. La carga de las prueba corresponde a quien las
opone. Las excepciones oponibles son: falsedad de la ejecutoria, prescripción de la ejecutoria, pago, quita,
espera o remisión.
✓ Falsedad de la ejecutoria. Es la adulteración material de la sentencia.
✓ Prescripción de la ejecutoria. La sentencia prescribe a los 5 años (artículo 2560 CCCN).
✓ Pago. Debe ser total y documentado. Si no se acompañan los documentos se rechaza in limine. Este
rechazo – sin substanciación – es irrecurrible.
✓ Quita. Es la remisión parcial de la deuda, es decir, la renuncia voluntaria a parte del crédito.
✓ Espera. Es la concesión de un plazo para el pago.
✓ Remisión. Es la renuncia a toda la deuda.
Todas estas excepciones tiene que surgir de documentación, no pueden probarse por testigos ni por otros
medios probatorios. Si no se acompañan los documentos se rechaza la excepción sin sustanciación.
i) Sentencia de venta. Vencido el plazo de cinco días sin que se opongan excepciones el juez ordenará llevar la
ejecución de sentencia adelante, a esta sentencia se la llama “de venta”.
Si se oponen las excepciones ya vistas, se da traslado al ejecutante por cinco días (se substancia). En caso de
admitir las excepciones, rechazará la ejecución de sentencia y levantará el embargo.
j) Recursos. Si las excepciones son rechazadas y el ejecutante presta caución o fianza suficiente, la apelación se
concede al solo efecto devolutivo, lo que significa que no se suspende el cumplimiento de la sentencia.
Todas las demás apelaciones en la ejecución de sentencia se conceden en efecto diferido. En primer lugar,
cabe destacar que se trata de apelaciones de resoluciones anteriores a la sentencia de venta. Ello significa
que esas resoluciones son apelables y se las concede en efecto diferido y se las funda, luego, cuando se
apela de la sentencia de venta. Cuando se cuestiona una liquidación, en la que se formó incidentes, la
apelación es también en efecto diferido.
k) Cumplimiento de sentencias. Contra el Estado Nacional, provincial y Municipalidades. El cumplimiento de
la sentencia de venta se realiza en la misma forma que en el juicio ejecutivo.
Lo que llevó a infinidad de cuestiones es el tema de la ejecución de sentencias contra el Estado, sea
Nacional, provincial o municipal. Ello llevó, básicamente, que el Estado no pague sus deudas y a que se
dicten leyes de consolidación.
EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS EXTRANJERAS. Así como se admite la extraterritorialidad de la ley, se admite o tiene
que admitirse la extraterritorialidad de la sentencia. Los derechos y obligaciones reconocidos por una sentencia
deben ser respetados en todas partes para que sea posible el tráfico internacional, la vida de relación internacional.
El proceso o trámite del exequátur, pase o visto bueno, es la aprobación interna para posibilitar la ejecución de una
sentencia extranjera o un laudo. La función del exequátur es la de una declaración de eficacia, es decir, que la
sentencia extranjera sea aprobada para ejecutarse internamente.
Para dar la aprobación, para la ejecución de una sentencia extranjera, previa a su verdadera ejecución que es igual a
cualquier sentencia argentina, se requiere un trámite previo denominado exequátur con intervención del Ministerio
Público Fiscal para indagar principalmente si la sentencia afecta o vulnera nuestro orden público.
La primera regla es que la sentencia se hará ejecutable en los términos de los tratados celebrados con el país de la
que provenga la sentencia.
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La primera regla es que la sentencia se hará ejecutable en los terrenos de los tratados celebrados con el país de la
que provenga la sentencia. Si no hubiere tratado serán ejecutables si cumplieren los recaudos o extremos exigidos
por el artículo 514 CPCCN (515 CPCCBA) los que se verificarán en el proceso de exequátur.
a) Requisitos para dar eficacia a una sentencia extranjera. En primer lugar, la sentencia extranjera tiene que
tener autoridad de cosa juzgada, es decir, debe tratarse de una sentencia firme (consentida o ejecutoriada),
que emane de tribunal competente en el orden internacional. Asimismo, la sentencia debe referirse a
acciones personales o acción real sobre un bien mueble, si este ha sido trasladado a la República durante o
después del juicio tramitado en el extranjero. La competencia sobre esos bienes inmuebles, situados en la
República Argentina corresponde siempre a los magistrados argentinos y se aplican las leyes argentinas.
También la sentencia extranjera debe reunir los requisitos extrínsecos del país de origen y las condiciones de
autenticidad de la ley argentina. La sentencia no tiene que afectar nuestro orden público ni tiene que ser
incompatible con otra dictada con anterioridad o simultáneamente por un tribunal argentino.
b) ¿Cómo y ante quién se inicia el trámite del exequátur? Es competente el juez nacional que luego ha de
entender en la ejecución de la sentencia, cuando sea aprobada o ejecutoriada (exequatoriada). Quien
pretende ejecutarla debe traer testimonio legalizado y traducido de la misma, autenticado por la vía
cautelar. Ese testimonio tiene que ser autosuficiente y de él debe surgir que la sentencia quedó ejecutoriada
y así también que se cumplieron los extremos exigidos por el artículo 517 CPCCN (518 CPCCBA).
El trámite del exequátur se rige por las normas de los incidentes e intervienen en el mismo la futura parte
ejecutoriada y el Ministerio Fiscal.
En el orden nacional, es posible ejecutar los laudos de tribunales arbitrales extranjeros, previo exequátur en
que se debe acreditar el cumplimiento de los recaudos del artículo 517 CPCCN.
JUICIOS EJECUTIVOS.
a) Estructura del juicio ejecutivo. El juicio ejecutivo tiene una estructura muy diferente a la de los procesos de
conocimiento. No hay lo que se dio en llamar traba de litis. Hay dos etapas bien diferenciadas, que son hasta
la sentencia, que aquí se denomina de remate, y la etapa de cumplimiento de la sentencia de remate que se
inicia con posterioridad y que está encaminada a realizar los bienes del deudor para satisfacer al acreedor.
En la primera etapa hay una demanda ejecutiva (mucho más simple en estructura que una demanda en un
proceso de conocimiento) y no hay un verdadero traslado de esa demanda. Si la demanda está bien
realizada, y el título es uno de los que trae aparejada ejecución, el juez libra una orden que se denomina
mandamiento. Dicho mandamiento consta de tres partes dentro de un mismo documento: (1) la intimación
de pago, (2) el embargo y (3) la citación para poner excepciones. Realizada la diligencia empieza a correr un
plazo de cinco días para oponer excepciones y, si estas se oponen, se abre una limitada etapa de
conocimiento en el juicio ejecutivo.
b) Requisitos de la demanda ejecutiva y títulos que traen aparejada ejecución. La tarjeta de crédito. En
primer lugar, la sentencia extranjera tiene que tener autoridad de cosa juzgada, es decir, debe tratarse de
una sentencia firme (consentida y ejecutoriada), que emane de tribunal competente de tribunal
internacional. Asimismo, la sentencia debe referirse a acciones personales o acción real sobre un bien
mueble, si este fue trasladado a la República durante o después del juicio tramitado en el extranjero. La
competencia sobre esos bienes muebles corresponde siempre a los magistrados argentinos y se aplican las
leyes argentinas.
c) ¿Cómo y ante quién se inicia el trámite del exequátur? Es competente el juez nacional que luego va a
entender en la ejecución de la sentencia, cuando sea aprobada o ejecutoriada. Quien pretende ejecutarla
debe traer testimonio legalizado y traducido de la misma, autenticado por la vía consular. Ese testimonio

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tiene que ser autosuficiente y de él debe surgir que la sentencia quedó ejecutoriada y que se cumplieron los
extremos exigidos por el artículo 517 CPCCN.
Artículo 517: “Las sentencias de tribunales extranjeros tendrán fuerza ejecutoria en los términos de los
tratados celebrados con el país de que provengan.
Cuando no hubiese tratados, serán ejecutables si concurriesen los siguientes requisitos:
1) Que la sentencia, con autoridad de cosa juzgada en el Estado en que se ha pronunciado, emane de tribunal
competente según las normas argentinas de jurisdicción internacional y sea consecuencia del ejercicio de una
acción personal o de una acción real sobre un bien mueble, si éste ha sido trasladado a la República durante
o después del juicio tramitado en el extranjero.
2) Que la parte demandada contra la que se pretende ejecutar la sentencia hubiese sido personalmente
citada y se haya garantizado su defensa.
3) Que la sentencia reúna los requisitos necesarios para ser considerada como tal en el lugar en que hubiere
sido dictada y las condiciones de autenticidad exigidas por la ley nacional.
4) Que la sentencia no afecte los principios de orden público del derecho argentino.
5) Que la sentencia no sea incompatible con otra pronunciada, con anterioridad o simultáneamente, por UN
(1) tribunal argentino.”
En el orden nacional es posible ejecutar los laudos de tribunales arbitrales extranjeros, previo execuátur en
que se debe acreditar el cumplimiento de los recaudos exigidos por el artículo 517 CPCCN.
JUICIOS EJECUTIVOS.
a) Estructura del juicio ejecutivo. El juicio ejecutivo tiene una estructura muy diferente a la de los procesos de
conocimiento. No hay traba de litis. Hay dos etapas bien diferenciadas: (1) hasta la sentencia (aquí se
denomina de remate) y (2) la etapa de cumplimiento de la sentencia de remate, que se inicia con
posterioridad y que está encaminada a realizar los bienes del deudor para satisfacer al acreedor.
En la primera etapa hay una demanda ejecutiva (mucho más simple que una demanda en un proceso de
conocimiento) y no hay un real traslado de la demanda. Si la demanda está bien realizada, y el título es uno
de los que trae aparejada ejecución, el juez libra una orden que se denomina mandamiento. El mandamiento
consta de tres partes, dentro de un mismo documento, y que son la intimación de pago, el embargo y la
citación para poner excepciones. Realizada la diligencia empieza a correr un plazo de cinco días para oponer
excepciones y si éstas se oponen se abre una limitada etapa de conocimiento en el juicio ejecutivo.
b) Requisitos de la demanda ejecutiva y títulos que traen aparejada ejecución. Para poder ejecutar se necesita
tener una obligación líquida y exigible de dar una suma de dinero, la que se instrumenta a través de
instrumentos que traen aparejada ejecución. Las obligaciones en moneda extranjera se pueden ejecutar: se
realiza una conversión y la ejecución se hace por el equivalente en moneda argentina al día en que se inicia
la ejecución, según cotización del banco oficial.
La demanda ejecutiva reúne los requisitos extrínsecos e intrínsecos de una demanda de conocimiento pero
la estructura, en cuanto a los hechos, es simple. Como no se puede discutir la causa de la obligación hay que
hacer referencia al título con que se ejecuta y al hecho de que no fue cancelado.
c) Instrumento público. El título puede ser un instrumento público que contenga una obligación líquida o
fácilmente liquidable y exigible de dar suma de dinero. No se trata de cualquier instrumento público sino del
que consten los elementos de un título ejecutivo. Por ejemplo, un reconocimiento de deuda realizado
matricialmente ante escribano público.

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d) Instrumento privado (instrumento particular firmado). El instrumento privado del que surja una obligación
líquida puede también ser un título que traiga aparejada ejecución. Para ello debe estar reconocida
judicialmente su firma, por un procedimiento que se denomina preparación de la vía ejecutiva. También si
ese instrumento privado tiene la firma certificada por escribano público, con intervención del deudor y
registrada la certificación en el protocolo del escribano.
e) Confesión de deuda y cuenta aprobada. La confesión de deuda líquida y exigible, prestada ante juez
competente para entender en la ejecución, también trae aparejada ejecución. Lo mismo que la cuenta
aprobada y reconocida en la preparación de la vía ejecutiva.
En cuento a los papeles de comercio debe tenerse en cuenta que, para determinar si trae o no aparejada
ejecución, debe recurrirse a lo que dice la ley de su creación en cada caso.
f) El cheque. Para que el cheque tenga fuerza ejecutiva resulta necesario que sea presentado al cobro dentro
de los 30 días corridos desde la fecha del mismo. Si no se presenta el cheque dentro de los 30 días se
perjudica la acción cambiaria y no puede iniciarse la vía ejecutiva. Para demostrar la presentación al cobro
en el banco, que evita la caducidad del cheque, debe estar la constancia de rechazo al dorso del cheque, en
la que se especifiquen las causas por las cuales no se paga el cheque (por ejemplo, suspensión del servicio
de pagos, cuenta cerrada, falta de fondos suficientes depositados en cuenta, orden de no pagar por extravío
o sustracción del cheque, etc.).
g) Las tarjetas de crédito. El emisor podrá preparar la vía ejecutiva contra el titular, de conformidad con lo
prescrito por las leyes procesales vigentes en el lugar en que se acciona, pidiendo el reconocimiento judicial
de: (a) el contrato de emisión de tarjeta de crédito instrumentado en legal forma; (b) el resumen de cuenta
que reúna la totalidad de los requisitos legales. Por su parte, el emisor deberá acompañar (i) declaración
jurada sobre la inexistencia de denuncia fundada y válida previa a la mora, por parte del titular, o del
adicional por extravío o sustracción de la respectiva tarjeta de crédito; (ii) declaración jurada sobre la
inexistencia de cuestionamiento fundado y válido, previo a la mora, por parte del titular.
h) El pagaré. El pagaré, para traer aparejada ejecución, debe reunir los requisitos: (1) la cláusula a la orden o la
denominación del título inserta en el texto del mismo y expresada en el idioma empleado para su redacción.
(2) La promesa pura y simple de pagar una suma determinada. (3) El plazo de pago. (4) La indicación del
lugar de pago. (5) El nombre de aquel al cual o a cuya orden debe efectuarse el pago. (6) Indicación del lugar
y de la fecha en que el vale o pagaré fueron firmados. (7) La firma del que creó el título (el suscriptor). Solo
es subsanable la falta de plazo de pago, pues el pagaré se entiende que es pagadero a la vista y el lugar o
domicilio de pago que es suplido por el lugar de creación. El instrumento al que le falten los requisitos
esenciales, no subsanables, no será un pagaré, sin perjuicio de que pueda prepararse la vía ejecutiva si
contiene una obligación líquida y exigible de dar suma de dinero. Para tener acceso a la vía ejecutiva deviene
necesario certificar la presentación del pagaré para su cobro. Ello significa protestar el pagaré. Sin embargo,
en la práctica se eliminó este engorroso sistema con la cláusula SIN PROTESTO o retorno sin gastos.
i) La letra de cambio. La letra de cambio es una triangulación en la que interviene un librador o creador, un
girado – que es quien debe hacer el pago (puede ser un banco que tenga provisión de fondos del librador) –
y, por último, aquel a cuya orden debe efectuarse el pago, que puede ser el mismo librador. Tiene que reunir
los mismos requisitos de validez que respecto del pagaré. La letra de cambio protestada o con cláusula
retorno es también un título que trae aparejada ejecución.
j) Cobro de alquileres. Es también título ejecutivo el crédito por alquileres o arrendamiento de inmuebles. Para
ello resulta necesario preparar la vía ejecutiva. Si está instrumentado puede ser en instrumento público (no
requiere la preparación de la vía ejecutiva para tener por reconocida la firma) o en instrumento privado (en
este caso, hay que reconocerlo preparando la vía ejecutiva).

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Como la locación es un contrato de tracto sucesivo, hay que determinar cuántos alquileres debe. En razón de
ello, siempre hay que preparar la vía para que se exhiba el último recibo de pago.
k) Cobro de expensas. También es título ejecutivo el crédito por cobro de expensas. El título ejecutivo es el
certificado de deuda expedido por el administrador, de conformidad con el Reglamento de Copropiedad. En
caso de no estar previsto en el reglamento, el Código permite que el administrador o quien haga sus veces
presente constancia de deuda líquida y exigible, contenido el plazo concedido, a los copropietarios, para el
pago de las expensas.
l) Preparación de la vía ejecutiva. Cuando los títulos no traen por sí solo aparejada ejecución la ley procesal
prevé un sencillo trámite para preparar la ejecución.
Cuando se trata de un instrumento privado que no tiene reconocida su firma, siendo que ese
reconocimiento es esencial para la sentencia de todo acto bajo la forma privada, la ley prevé que se cite al
futuro ejecutado a reconocer firma, en el plazo que se fije, notificándolo como si fuera el traslado de una
demanda, bajo apercibimiento de tener por reconocida fictamente la firma en caso de incomparecencia. La
comparecencia debe ser personal y no puede ser reemplazada por un escrito o por una presentación con
mandatario o gestor. Si comparece el citado y reconoce la firma pero desconoce el contenido, igualmente
queda preparada la vía ejecutiva.
Si se comparece personalmente y se niega la firma se designa un perito calígrafo. Si se establece la
autenticidad de la firma queda preparada la vía ejecutiva, se aplican las costas al ejecutado y una multa del
30% a favor del ejecutante, que se deberá depositar a embargo si se oponen excepciones. En caso de no
oponerse excepciones, integrará el capital de la sentencia de remate, a los fines de su cumplimiento.
Cuando se trata de alquileres por arrendamiento, se cita al inquilino para que reconozca su calidad de tal y,
en caso afirmativo, exhiba el ultimo recibo de pago. En caso de negarse la condición de inquilino y ésta no
pueda probarse sumariamente, la ejecución no se podrá continuar. Pero si luego, en el juicio sumario que se
inicie, se demuestra la calidad de inquilino, se impondrá una multa, a favor de la otra parte, del 30% del
monto de lo adeudado.
Los dos últimos supuestos de preparación de la vía se refieren a la fijación del plazo para el cumplimiento de
la obligación y al cumplimiento de la condición. En ambos casos sebe darse traslado al deudor o citarlo para
que diga si la condición se cumplió.
Existe un plazo de 15 días de caducidad de las medidas preparatorios si no se propone la demanda ejecutiva
en dicho plazo, luego de preparada la vía ejecutiva. Si el reconocimiento fuere ficto, corre el plazo desde que
la resolución que lo declaró estuviere firme. Es una caducidad automática que funciona de pleno derecho,
por el solo transcurso de los plazos.
m) Trámite de la ejecución. Presentada la demanda ejecutiva y los títulos, cuya reserva en caja de seguridad es
aconsejable pedir, el juez los examinará (primer examen) y, si está todo en condiciones, librará
mandamiento de intimación de pago, embargo y citación de remate, para que el deudor oponga excepciones
en el plazo de 5 días y también para que constituya domicilio bajo apercibimiento de notificarlo por
ministerio de la ley.
En el trámite, primero se intima de pago y, en ese acto, podría el deudor pagar. En caso de no hacerlo se
traba embargo, con intervención de los autorizados, y se cita de remate.
I. Oposición de excepciones. Dentro del quinto día de producida la intimación de pago, embargo y
citación para oponer excepciones puede el ejecutado presentarse y plantera excepciones. El artículo
544 CPCCN (542 CPCCBA) prevé las excepciones. Están las procesales, que hacen a los presupuestos
de una ejecución válida y que son la incompetencia, la falta de personería y la litispendencia.

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Las excepciones típicas del juicio ejecutivo son la falsedad y la inhabilidad de título. Para oponer
ambas excepciones resulta necesario negar la existencia de la deuda. La falsedad de título es la
adulteración material del documento (ya sea su firma o en partes fundamentales del mismo, que
hagan a su monto y título, por ejemplo). Debe, obviamente, negarse la autenticidad de la firma, pero
si no se la niega igualmente procede el trámite de la excepción por la adulteración material del
contenido. La excepción de inhabilidad de título se refiere a las formas extrínsecas del mismo sin que
pueda discutirse la causa de la obligación.
Se admite, como excepción en el juicio ejecutivo, el pago documentado total o parcial, a diferencia
de la ejecución de sentencia en que solo se admite el pago documentado total. También están
reguladas las excepciones sustanciales de prescripción y de cosa juzgada.
Por último, queda la compensación, la quita, espera, remisión, transacción, conciliación o
compromiso documentados. En cuanto a la compensación, será entre dos deudas que sean
compensables. Por tanto, la deuda que se pretende compensar debe, también, ser líquida, exigible y
ejecutable.
El artículo 545 CPCCN (543 CPCCBA) admite plantear la nulidad de la ejecución por incidente o
excepción cuando no se realizó la preparación de la vía ejecutiva o no se hizo legalmente la
intimación de pago.
Podría el juez rechazar las excepciones in limine si no son las contempladas en el código, dictando a
continuación sentencia de remate. De las excepciones se dará traslado al ejecutante.
La carga de la prueba corresponde a la ejecutada, pues se presume la autenticidad del instrumento
con que se ejecuta.
Si las excepciones planteadas fueran de puro derecho o no hubiere prueba a recibir el juez dictará
sentencia dentro del plazo de diez días de haberse contestado el traslado o desde que se hubiera
requerido la resolución si no se contestó el traslado.
II. Sentencia de remate. Podría producirse prueba de las excepciones. En caso de ocurrir ello,
clausurado el periodo probatorio el juez tiene un plazo de 10 días para dictar sentencia de remate.
Esta sentencia lo único que hace es continuar o no con la ejecución.
Puede ampliarse la demanda ejecutiva antes y después de la sentencia de remate. Si la ampliación
fuere anterior a la sentencia de remate debe verificarse una nueva intimación de pago. En caso de
ser posterior a la sentencia se intima al deudor ejecutado que exhiba, en 5 días, los documentos o
recibos relacionados a la extinción de la nueva documentación bajo apercibimiento de extender los
efectos de la sentencia de remate a la nueva obligación.
En principio, las costas de la ejecución son a cargo de la vencida.
n) Recursos. Si no se oponen excepciones, la sentencia de remate es inapelable. Es apelable si las excepciones
no se rechazan in limine, si se resuelven como de puro derecho, si se produce prueba respecto de las
mismas. En la Nación se permite apelar cuando la cuestión versare sobre puntos ajenos al marco del juicio
ejecutivo, los que después no puedan ser objeto del juicio ordinario posterior. Aunque la sentencia no sea
apelable, las regulaciones de honorarios son apelables.
La apelación se concede, en efecto devolutivo, si el ejecutante ofrece fianza.
En el juicio ejecutivo las apelaciones se otorgan con efecto diferido, salvo la apelación contra la sentencia de
remate y contra la providencia que deniega la ejecución, que son con efecto inmediato. Las apelaciones
diferidas hay que fundarlas con la interposición del recuro de apelación contra la sentencia de remate.

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o) Juicio de conocimiento posterior. En el juicio ejecutivo no se puede discutir la causa de la obligación. Es por
ello que se permite un juicio de conocimiento posterior para poder discutir esa causa.
Debemos cumplir las condenas de la ejecución para después discutir la causa.
No sólo puede promoverse el juicio de conocimiento, después del ejecutivo, sino que la acción puede
iniciarse en forma simultánea con los trámites del ejecutivo.
El artículo 553 CPCCN (551 CPCCBA) dispone que: “Cualquiera fuere la sentencia que recaiga en el juicio
ejecutivo, el ejecutante o el ejecutado podrán promover el ordinario, una vez cumplidas las condenas
impuestas. Toda defensa o excepción que por la ley no fuese admisible en el juicio ejecutivo podrá hacerse
valer en el ordinario. No corresponderá el nuevo proceso para el ejecutado que no opuso excepciones,
respecto de las que legalmente pudo deducir, ni para el ejecutante, en cuanto a las que se hubiese allanado.
Tampoco se podrá discutir nuevamente las cuestiones de hecho debatidas y resueltas en el juicio ejecutivo,
cuya defensa o prueba no tuviese limitaciones establecidas por la ley, ni las interpretaciones legales
formuladas en la sentencia, ni la validez o nulidad del procedimiento de la ejecución. La falta de
cumplimiento de las condenas impuestas podrá ser opuesta como excepción de previo y especial
pronunciamiento. El juicio ordinario promovido mientras se sustancia el ejecutivo no produce la paralización
de este último.”
CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA DE REMATE. El cumplimiento de la sentencia de remate se verificará teniendo en
cuenta la naturaleza del bien que se encuentra embargado. Estudiaremos el caso de venta de inmuebles.
a) Audiencia. En el orden nacional está prevista una audiencia a los fines de la más pronta realización de los
bienes, sin que esta audiencia – que podrá realizarse una sola vez – importe dilaciones o pérdida de tiempo.
Dispone el artículo 558 bis que: “Durante el curso del proceso de ejecución, el juez podrá de oficio o a pedido
de parte, y si las circunstancias así lo aconsejaren, fijar UNA (1) audiencia para que comparezcan ejecutante
y ejecutado con el objeto de establecer la forma más rápida y eficaz de satisfacer el crédito, procurando
evitar perjuicios innecesarios.
A esta audiencia deberán comparecer las partes personalmente, y se celebrará con la que concurra. No podrá
señalarse UNA (1) nueva con el mismo objeto, ni tampoco podrá el ejecutado promover posteriormente
incidentes por causas anteriores que no fueron invocadas en dicha audiencia.”
b) La subasta. La subasta es un acto de imperio, de autoridad, de soberanía. En definitiva, quien vende es el
Estado expropiante, como consecuencia de la ejecución forzada.
La subasta consiste en ofrecer los bienes embargados a la venta de una manera pública por el órgano
investido de imperium. El remate es la venta o adjudicación al mejor postor.
Varias teorías se esgrimieron acerca de la naturaleza jurídica de la subasta. Así se dijo que (i) vende el
órgano, en representación del deudor, siendo la venta asimilable a la convencional y responde el embargado
por evicción; (ii) vende el órgano, en representación de los acreedores, quienes son los verdaderos
vendedores; (iii) vende el Estado por sí, cumpliendo una etapa de la ejecución.
El embargo, como etapa presencial de la ejecución, implica la desposesión de la facultad de disposición que
tiene el deudor sobre un bien de su patrimonio, lo que significa la inmovilización jurídica del bien. Luego, en
el caso de venta forzada, el Estado expropia la facultad de disposición que tenía el deudor y procede a la
venta coactiva. Vale decir que vende el Estado en uso de sus atribuciones, no vende el deudor ni los
acreedores.
En resumen, la naturaleza de la venta forzada implica un acto que realiza el Estado a nombre propio y para
realizar los bienes del deudor con el fin de satisfacer a los acreedores. No venden ni ejecutante ni ejecutado.

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El Estado, por intermedio del órgano jurisdiccional, es el único que puede utilizar la coacción, sustituyendo la
voluntad del deudor.
Sin embargo, aunque la venta sea forzada es venta al fin, por lo que el acto es mixto. Es que la subasta
implica una compraventa y un procedimiento para venderla.
Desde el punto de vista procesal, la violación de las formas engendra nulidades relativas, siempre y cuando
no ataquen el derecho de fondo. Y, en este supuesto, la nulidad es sancionada por las normas sustanciales y
no por las procesales.
Aparte, como quien vende es el Estado, las nulidades deben interpretarse con criterio restrictivo.
Por último, este acto mixto procesal – sustancial implica para el adjudicatario un modo de adquisición de la
propiedad derivativo y no autónomo. No puede pretenderse que porque el Estado vende, lo hace en forma
originaria, vale decir que si la propiedad no era del deudor, igual le transmite. Se expropia únicamente la
facultad de disposición, el derecho sigue perteneciendo al titular.
No se adquiere a título originario, sino que la transferencia deriva del titular (ejecutado) anterior.
Sin embargo, se dijo que la venta en pública subasta es oponible erga omnes.
Las transmisiones de dominio derivadas de la subasta judicial quedan perfeccionadas mediante el pago del
precio y la entrega de la posesión, momento en que se consolida el dominio del inmueble, no siendo
imprescindible la escritura pública o la inscripción en el registro inmobiliario correspondiente. Y, si bien tal
inscripción parece necesaria para asegurar la continuidad del tracto, no es requisito esencial para su
perfeccionamiento. Por tanto, no resulta recaudo exigible entre las partes y aun frente a terceros,
constituyendo la subasta judicial un acto oponible erga omnes por su especial naturaleza y los efectos
propios que le reconoce la ley sustantiva.
Son características de esta peculiar venta que:
✓ Vende el Estado.
✓ Lo hace a nombre propio.
✓ Sustituyendo al deudor.
✓ Expropia la facultad de disposición, previa desposesión de la misma (embargo).
✓ La subasta es un acto mixto.
✓ Es procesal.
✓ Es también sustancial.
✓ Implica un modo de adquisición a título derivativo.
✓ Sin perjuicio de ello, ni el ejecutante ni ejecutado responden por la evicción ni por los vicios ocultos.
✓ La subasta puede ser nula en cuanto al fondo (la compraventa) o nula en cuanto a las formas del
procedimiento utilizado para realizar la venta.
c) Subasta de inmuebles. Cuando se trata de inmuebles resulta necesario, previo a la subasta, que el inmueble
esté embargado. Embargado el inmueble, y siempre antes de ordenar la subasta, se deben requerir informes
acerca de las condiciones de dominio, embargos e inhibiciones, acreedores hipotecarios, terceros
adquirientes, restricciones al Registro de la propiedad inmueble respectivo. Con la plancheta del registro
tenemos la historia actualizada del inmueble. También se solicitan informes para averiguar las deudas del
inmueble y para establecer su valuación fiscal. Depende de la jurisdicción hay que librar oficio a la Dirección
de Rentas de la provincia, por ejemplo, para averiguar la deuda por el impuesto inmobiliario; a la

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Municipalidad para averiguar la deuda de impuestos, tasas y contribuciones; etcétera. En la provincia se
requiere, adicionalmente, la mensura del bien a subastar y la cédula catastral.
También resulta necesario, antes de ordenar la subasta, que se allegue al expediente el título de propiedad.
Con todos estos recaudos cumplidos, se solicita al juez la subasta y en el auto respectivo se fijará como base
las dos terceras partes de la valuación fiscal, designará al martillero, ordenará mandamiento de constatación
del inmueble, dispondrá que se notifique a los acreedores hipotecarios y que por oficio se avise de la subasta
a los acreedores embargantes.
El martillero aceptará el cargo dentro del plazo de tres días. No puede ser recusado pero, por causas graves,
el juez podría dejar sin efecto su nombramiento en el plazo del quinto día.
Constatado el inmueble y cumplidas las notificaciones, el martillero fija fecha de la subasta y solicita los
edictos, que deben publicarse por dos días en el Boletín Oficial y en otro diario.
Realizada la subasta, adjudicará el inmueble al mejor postor. Si no hubiere oferentes se tendrá que realizar
una nueva subasta, con la reducción de la base en un 25%. Si este remate fracasara, se fijará otro sin base.
El martillero realiza una suerte de boleto (em el constituye domicilio el comprador), percibe la comisión y la
seña y luego, en el plazo de 3 días de efectuado el remate, rinde cuentas y deposita el remanente en el
Banco de Depósitos Judiciales. De la rendición de cuentas se da traslado y, si no hay objeciones, se aprueba
la subasta en cuanto ha lugar por derecho y empieza a correr el plazo de 5 días, una vez notificada por
cédula al comprador la providencia de aprobación de la subasta, para que el adjudicatario integre el saldo de
precio. En caso de no hacerlo, debe realizarse una nueva subasta y el comprador es responsable por los
daños y perjuicio y por la reducción del precio en la nueva subasta. Empieza a intervenir el comprador, quien
puede pedir la indisponibilidad de los fondos hasta que se le otorgue la escritura de la protocolización de la
subasta.
d) Sobreseimiento del juicio ejecutivo. Una vez depositado el saldo de precio por el comprador, ya no puede el
deudor sobreseer el juicio ejecutivo.
Sobreseer es cesar en una instrucción sumarial y, por extensión, dejar sin curso ulterior al procedimiento es
el que, por ser evidente la inexistencia de delito o la irresponsabilidad del inculpado, pone término al
proceso con efectos análogos a los de la sentencia absolutoria.
El sobreseimiento puede ser anterior a la sentencia de remate y evita que la misma sea dictada. Así, si el
emplazado paga la totalidad del importe por el cual es intimado dentro del plazo que fija el juez, no
corresponde el dictado de la sentencia de remate, pues se ha operado un sobreseimiento del proceso.
El sobreseimiento, el relación al adquiriente, produce una verdadera novedad jurídica y su derecho al bien se
transforma en un derecho al monto que, como reparación, establece la norma.
El sobreseimiento para obtener la liberación del bien y la culminación del juicio ejecutivo es, en definitiva,
una forma de allanamiento tardío.
En cuanto a la legitimación para requerir el sobreseimiento – pese a que existe una fuerte corriente
jurisprudencial y doctrinaria que ha optado por restringirla al ejecutado y sus herederos universales – en
nuestro ámbito provincial admite la petición de sobreseimiento formulada por un tercero.
Una vez depositado el saldo de precio de la subasta, ya no puede el ejecutado liberar los inmuebles
subastados de ninguna manera, ni aun indemnizando al adquiriente (salvo, obviamente, con su
conformidad); y esto impide que se complete una consignación insuficientemente realizadas en su
momento, cuando el comprador abonó el saldo, cerrando así la etapa en que el sobreseimiento era
procesalmente pertinente.

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En el caso del artículo 573 CP, se regula la posibilidad que excepcionalmente se concede al ejecutado de
liberar los bienes, inmuebles subastados, depositando el importe de la seña apagada por el adquiriente más
una suma equivalente al 150% de ella. Esta facultad puede ser ejecutada hasta el momento en que el
comprador abona el saldo de precio del remate, bastando que ello ocurriera para que el sobreseimiento se
torne improcedente, sin que sea menester que hubiere mediado aprobación judicial de la subasta.
En la provincia, el pronunciamiento sobre el sobreseimiento reviste el carácter de sentencia definitiva para el
comprador o adquiriente. No lo es para el ejecutante o el ejecutado.
e) Perfeccionamiento de la venta. La transmisión del dominio de un inmueble vendido en subasta judicial se
perfecciona una vez pagado el precio, aprobado el acto realizado por el martillero y hecha efectiva la
tradición.
Depositado el saldo, puede el acreedor ejecutante practicar liquidación.
Si el acreedor no practica la liquidación, en quinto día, la puede hacer el deudor. Cualquiera que la haya
practicado se confiere traslado. Si hay cuestionamientos los resolverá el juez. Aprobada la liquidación se
procede a pagar al ejecutante – salvo que hubiere acreedores preferentes o privilegiados – y termina la
ejecución.
EJECUCIONES ESPECIALES. El artículo 596 CPCCN (594 CPCCBA) establece que: “En las ejecuciones especiales se
observará el procedimiento establecido para el juicio ejecutivo, con las siguientes modificaciones:
1) Sólo procederán las excepciones previstas en el capítulo siguiente o en la ley que crea el título.
2) Sólo se admitirá prueba que deba rendirse fuera de la circunscripción territorial del juzgado cuando el juez, de
acuerdo con las circunstancias, lo considerara imprescindible, en cuyo caso fijará el plazo dentro del cual deberá
producirse.”
La más importante de estas ejecuciones es la hipoteca.
Por el artículo 30 de la ley especial 12.962, las únicas excepciones admisibles son la incompetencia de jurisdicción;
falta de personería en el demandante, en el demandado, en su representante; renuncia del crédito o del privilegio
prendario por parte del acreedor; pago; caducidad de la inscripción y nulidad del contrato de prenda. Los plazos son
de tres días (por ejemplo, el plazo para oponer excepciones). La intimación de pago no es esencial, siendo lo más
importante el secuestro del bien prendado.
EJECUCIÓN HIPOTECARIA. Tenemos dos ejecuciones hipotecarias: (a) la contemplada por los artículos 597 a 599
CPCCN (595 a 597 CPCCBA con disímil relación) y (b) la ejecución hipotecaria extrajudicial prevista por la ley 24.441.
a) Ejecución contemplada en los códigos de procedimiento. La ejecución hipotecaria contemplada en los
códigos procesales no difiere mayormente de una ejecución normal.
La base de la ejecución hipotecaria es un contrato de mutuo, con garantía hipotecaria, redactado en
escritura pública e inscripto en el Registro de la Propiedad Inmueble. Generalmente, el acreedor se reserva
el título de propiedad original para no tener que pedir luego un segundo testimonio.
El artículo 597 CPCCN limita un poco las excepciones. Pueden oponerse las procesales (incompetencia, falta
de personería y litispendencia), la falsedad o inhabilidad de título y la cosa juzgada, además de la
prescripción, pago total o parcial, quita, espera o remisión. Las cuatro últimas documentadas. También se
puede oponer la caducidad de la inscripción hipotecaria.
En la provincia de Buenos Aires, el artículo 595 CPCCBA no contempla la excepción de falsedad o inhabilidad
de título, aunque la jurisprudencia se inclina por admitirlas.
b) La ejecución hipotecaria extrajudicial conforme al artículo 52 y subsiguientes de la ley 24.441. esta
perceptiva crea una ejecución extrajudicial bastante costosa y complicada. Para que el procedimiento

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principie tiene que haber una mora de 60 días. Luego de transcurrido ese lapso, se intima por medio
fehaciente (carta documento) para que el deudor hipotecario proceda a cumplir con el pago total de la
hipoteca, bajo apercibimiento de rematar el inmueble por la vía extrajudicial. Al mismo tiempo, se le
intimará para que denuncie el nombre y domicilio de acreedores privilegiados, embargantes y ocupantes del
inmueble hipotecado.
Vencido el plazo de la intimación – sin que el deudor pague – el acreedor se presenta (ante el juez
competente para entender eventualmente en una ejecución usual) con el título hipotecario, letra y cupones
– en su caso –, certificado de dominio del que conste el gravamen y solicitará la constatación del estado de
ocupación del inmueble y, eventualmente, el lanzamiento anticipado del deudor hipotecario y los ocupantes
(artículo 54 ley 24.441).
Presentada la documentación, el juez debe dar traslado al deudor por 5 días.
El ejecutado no podrá interponer defensas, incidente o recurso alguno tendiente a interrumpir el
lanzamiento previsto por el artículo 54 ni la subasta, salvo que acredite verosímilmente alguno de los
siguientes supuestos:
1. Que no está en mora;
2. Que no fue intimado de pago;
3. Que no se hubiera pactado la vía elegida;
4. Que existieran vicios graves en la publicidad.
En tales casos, ordenará la suspensión cautelar del lanzamiento o de la subasta.
Si el acreedor controvierte las afirmaciones del ejecutado, la cuestión se substanciará por el procedimiento
más abreviado que consienta la ley local. Si, por el contrario, reconociese la existencia de los supuestos
invocados por el ejecutado, el juez dejará sin efecto lo actuado por el acreedor y dispondrá el archivo de las
actuaciones, salvo en el caso del inciso 4, hipótesis en la cual determinará la publicidad que habrá de llevarse
a cabo antes de la subasta.
De las excepciones articuladas se da traslado al acreedor hipotecario y, si este las rechaza, empieza una
etapa de conocimiento que, a nuestro juicio, debe tramitar por incidente.
Sin perjuicio del traslado que el juez ha ordenado, para el planteo de excepciones el juez – si la
documentación está en condiciones – ordena la verificación del estado físico y de ocupación del inmueble
por el escribano que el acreedor designe.
Si el inmueble se encuentra en ajena jurisdicción, el escribano necesita para su actuación la intervención de
un juez en la jurisdicción.
Verificado por el escribano el estado de ocupación, si hubiere ocupantes, el acreedor le puede pedir al juez
que intime la desocupación bajo apercibimiento de lanzamiento por la fuerza pública.
La ley le da al escribano actuante facultades que, muy rara vez, un juez otorga a un ejecutante normal. El
escribano actuante podrá requerir el auxilio de la fuerza pública: allanar domicilio y violentar cerraduras y
poner en deposito oneroso los bienes que se encuentren en el inmueble, a costa del deudor.
Las facultades otorgadas al escribano son tantas y tan variadas que generan muchos problemas. Además, la
defensa en juicio no está garantizada (todo se tramita inaudita altera pars) y es un procedimiento muy
costoso para el acreedor ejecutante.
La base de la subasta será el importe de la deuda a la fecha de la venta. Si fracasa la subasta por falta de
postores el artículo 61 prevé un nuevo remate con reducción de la base en un 25%. Si fracasa este nuevo
remate se ordenará un último remate sin base.

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La subasta debe notificarse al deudor, propietario y demás titulares de derechos reales por medio fehaciente
(carta documento), con una antelación de 7 días hábiles (excluida la fecha de la subasta) a la subasta.
Si el comprador no pagare el saldo de precio, se realizará una nueva subasta y el comprador frustrado será
responsable de la disminución del precio, intereses acaecidos y gastos.
En la subasta, el acreedor embolsa el dinero y se cobra. Si queda un remanente se depositará dentro del
quinto día. Si hubiere más de un acreedor el pago se hará al martillero interviniente. Realizada la subasta, el
acreedor practica liquidación (los gastos no podrán superar el 3% del crédito). De la liquidación se da
traslado al deudor por cinco días. Si no se objeta – y no hay otros acreedores – se entrega el remanente al
deudor.

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LECCIÓN 24

PROCESO SUCESORIO
INTRODUCCIÓN.
a) Juicio universal. El proceso sucesorio son juicios universales que comprenden todo el patrimonio de una
persona. En los procesos sucesorios, en principio, no hay contraparte por lo que la bilateralidad y la
contradicción no se corresponden con una estructura muy selectiva.
El CCCN indica que, el proceso sucesorio tiene por objeto identificar a los sucesores, determinar el contenido
de la herencia, cobrar los créditos, pagar las deudas, legados y cargas, rendir cuentas y entregar los bienes.
b) Fuero de atracción. Una de las características principales de los juicios universales es el fuero de atracción
pasivo que ejercen sobre las acciones que deben iniciarse contra el sucesorio. Al mismo tiempo, la ley del
ultimo domicilio del causante es la que determina la competencia, sea en el orden interno o internacional.
El artículo 2336 CCCN establece que la competencia para entender en el juicio sucesorio corresponde al juez
del ultimo domicilio del causante. El mismo juez conoce de las acciones de petición de herencia, nulidad de
testamento, de los demás litigios que tienen lugar con motivo de la administración y liquidación de la
herencia, de la ejecución de las disposiciones testamentarias, del mantenimiento de la indivisión, de las
operaciones de partición, de la garantía de los lotes entre los copartícipes y de la reforma y nulidad de la
partición. Si el causante deja solo un heredero, las acciones personales de los acreedores del causante
pueden dirigirse – a su opción – ante el juez del último domicilio del causante o ante el que corresponde al
domicilio del heredero único.
c) ¿Existe la hereditas yacens?. Sobre la investidura de heredero, el artículo 2337 CCCN establece que: “Si la
sucesión tiene lugar entre ascendientes, descendientes y cónyuge, el heredero queda investido de su calidad
de tal desde el día de la muerte del causante, sin ninguna formalidad o intervención de los jueces, aunque
ignore la apertura de la sucesión y su llamamiento a la herencia. Puede ejercer todas las acciones
transmisibles que correspondían al causante. No obstante, a los fines de la transferencia de los bienes
registrables, su investidura debe ser reconocida mediante la declaratoria judicial de herederos.”
SUCESIÓN AB INTESTATO. Las sucesiones, en las que no se efectuó una disposición de última voluntad (testamento)
son las sucesiones sin testamento, legítimas o ab – intestato.
Las sucesiones se dividen en dos partes: hasta la declaratoria de herederos y la que se inicia luego y que termina con
la inscripción de los bienes a nombre de los herederos.
a) ¿Cómo se inicia una sucesión? Para iniciar una sucesión necesitamos un causante. Acreditamos su existencia
con el certificado de defunción, la copia auténtica de la partida de defunción (es decir, la hora del Libro del
Registro Civil respectiva), o bien con la atestación en la Libreta de Matrimonio Civil.
Al mismo tiempo, resulta necesario acreditar el vínculo para decir que somos herederos.
La legalización de los certificados no es requerida, salvo que hayan de ser utilizados en otra jurisdicción.
Munido del certificado de defunción, los certificados de matrimonio y nacimiento, estamos en condiciones
de iniciar una sucesión.
El escrito en el que se inicia la sucesión es muy simple, no más de una hoja. En ella se expresa la defunción,
los vínculos, la denuncia del cuerpo de bienes (aunque no es de toda necesidad) y la petición.
Puede suceder que haya dos familias. En tal caso, generalmente la sucesión la inicia el ultimo cónyuge en
representación de sus hijos y debe citar a los restantes herederos, denunciando su nombre y domicilio para
que sean notificados y se presenten a estar a derecho.

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b) ¿Pueden los acreedores iniciar la sucesión? También los acreedores pueden iniciar la sucesión. El CCCN, en
el artículo 2289 dice que: “Cualquier interesado puede solicitar judicialmente que el heredero sea intimado a
aceptar o renunciar la herencia en un plazo no menor de un mes ni mayor de tres meses, renovable una sola
vez por justa causa. Transcurrido el plazo sin haber respondido la intimación, se lo tiene por aceptante.
La intimación no puede ser hecha hasta pasados nueve días de la muerte del causante, sin perjuicio de que
los interesados soliciten las medidas necesarias para resguardar sus derechos. Si el heredero fue instituido
bajo una condición suspensiva, la intimación solo puede hacerse una vez cumplida la condición.”
El artículo 694 del CPCCN (729 CPCCBA) dice que deben pasar cuatro meses hasta que los acreedores, ante la
inacción de los herederos estén legitimados para iniciar el trámite del sucesorio. Sin embargo, su
intervención cesa con la presentación de los herederos.
c) Apertura del sucesorio. En las sucesiones legítimas o ab intestato, con los elementos señalados, se abre la
sucesión. El artículo 689 CPCCN (724 CPCCBA) establece que: “Quien solicitare la apertura del proceso
sucesorio, deberá justificar, prima facie, su carácter de parte legítima y acompañar la partida de defunción
del causante. Si éste hubiere hecho testamento y el solicitante conociere su existencia, deberá presentarlo,
cuando estuviese en su poder, o indicar el lugar donde se encontrare, si lo supiere. Cuando el causante
hubiere fallecido sin haber testado, deberá denunciarse el nombre y domicilio de los herederos o
representantes legales conocidos.”
d) Registro de juicios universales. Previo a la formal apertura del sucesorio se oficia al Registro de juicios
universales para que informe si hay otro sucesorio abierto (decreto ley 3003/56). El artículo 2 del decreto ley
dice que: “Dentro de los 3 días de iniciado en la Capital Federal alguno de los juicios mencionados en el
artículo anterior, el presentante deberá comunicarlo al Registro de Juicios Universales, entregando a tal
efecto, por duplicado, un formulario que contendrá los datos indispensables para la individualización del
causante y el Juzgado y Secretaría donde queda radicado el juicio.
El Registro de Juicios Universales devolverá al interesado uno de los ejemplares del formulario, en el que
certificará la existencia de cualquier otro similar con respecto al mismo causante. Este ejemplar deberá ser
agregado a la causa.
En caso de incumplimiento de lo dispuesto precedentemente, los jueces intimarán de oficio a los presentantes
para que acompañen el certificado dentro de las cuarenta y ocho 48 horas, bajo apercibimiento de darlos por
desistidos del juicio y mandar las actuaciones al archivo.”
En Buenos Aires, la ley 7205 de creación del registro de juicios universales, dispone algo similar.
e) Publicación edictal. Diligenciado el formulario u oficio respectivo y demostrada la inexistencia de otro
sucesorio igual, se inicia el trámite. El juez ordena la publicación de edictos por tres días en el Boletín oficial y
en otro diario, salvo que el valor de los bienes no excediera el monto para la inscripción del bien de familia
(en ese caso, solo se publicará en el Boletín Oficial) convocando a acreedores, herederos y quien tenga
interés en la sucesión por el plazo de treinta días corridos.
El artículo 699 CPCCN (734 CPCCBA con distinta redacción) dice que: “Cuando el causante no hubiere testado
o el testamento no contuviere institución de heredero, en la providencia de apertura del proceso sucesorio, el
juez dispondrá la citación de todos los que se consideraren con derecho a los bienes dejados por el causante,
para que dentro del plazo de TREINTA (30) días lo acrediten.
A tal efecto ordenará: (1) La notificación por cédula, oficio o exhorto a los herederos denunciados en el
expediente que tuvieren domicilio conocido en el país. (2) La publicación de edictos por TRES (3) días en el
Boletín Oficial y en otro diario del lugar del juicio, salvo que el monto del haber hereditario no excediere,
prima facie, de la cantidad máxima que correspondiere para la inscripción del bien de familia, en cuyo caso

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sólo se publicarán en el Boletín Oficial. Si el haber sobrepasare, en definitiva, la suma precedentemente
indicada, se ordenarán las publicaciones que correspondan.
El plazo fijado por el artículo 2340 del Código Civil1 comenzará a correr desde el día siguiente al de la última
publicación y se computará en días corridos, salvo los que correspondieren a ferias judiciales.”
En la provincia de Buenos Aires hay que librar oficios al Registro de Testamentos del Colegio de Escribano y
al Instituto de Previsión Social para ver si el causante tenía algún beneficio.
f) Administrador provisorio y definitivo. No en todas las sucesiones – pero sí en las complicadas – hasta que se
dicta declaratoria de herederos resulta necesario nombrar un administrador de la sucesión, que será el
representante de los herederos.
g) Declaratoria de herederos. Publicados los eductos, completados y contestados los informes, a pedido de
parte legítima se corre vista a los ministerios públicos (puede haber menores) y con su resultado se dicta
declaratoria de herederos. Aquí termina la primera parte de la sucesión.
El auto de declaratoria de herederos establece que por fallecimiento del causante le suceden como únicos y
universales herederos los que señale.
h) Sucesión extrajudicial. Nuestros códigos dejaron en mano de los abogados, una suerte de trámite judicial
casi no utilizado, en las operaciones posteriores a la declaratoria de herederos. A este respecto, el artículo
698 CPCCN (733 CPCCBA) establece que: “Aprobado el testamento o dictada la declaratoria de herederos, en
su caso, si todos los herederos fueren capaces y, a juicio del juez, no mediare disconformidad fundada en
razones atendibles, los ulteriores trámites del procedimiento sucesorio continuarán extrajudicialmente a
cargo del o de los profesionales intervinientes.
En este supuesto, las operaciones de inventario, avalúo, partición y adjudicación, deberán efectuarse con la
intervención y conformidad de los organismos administrativos que correspondan.
Cumplidos estos recaudos los letrados podrán solicitar directamente la inscripción de los bienes registrables y
entregar las hijuelas a los herederos.
El monto de los honorarios por los trabajos efectuados será el que correspondería si aquéllos se hubiesen
realizado judicialmente. No se regularán dichos honorarios hasta tanto los profesionales que hubiesen tenido
a su cargo el trámite extrajudicial presenten al juzgado copia de las actuaciones cumplidas, para su
agregación al expediente.
Tampoco podrán inscribirse los bienes registrables sin el certificado expedido por el secretario en el que
conste que se han agregado las copias a que se refiere el párrafo anterior.”
i) Trámite posterior hasta la inscripción. Culminada la primera etapa de la sucesión, la segunda puede ir
signada por los desencuentros o por la rapidez del trámite. Las operaciones posteriores pueden ser
inventario, avalúo, partición y adjudicación. Se designa, a veces, una audiencia para ponerse de acuerdo en
el trámite posterior.
El inventario, realizado por un escribano, puede ser solicitado por un heredero, por los acreedores, entre
otros. El inventario es el detalle, listado y existencia de los bienes del sucesorio.
Este inventario puede ir seguido del avalúo, que es el justiprecio de cada uno de los bienes que componen el
inventario.

1
ARTICULO 2340.- Sucesión intestada. Si no hay testamento, o éste no dispone de la totalidad de los bienes, el interesado debe
expresar si el derecho que pretende es exclusivo, o si concurren otros herederos.
Justificado el fallecimiento, se notifica a los herederos denunciados en el expediente, y se dispone la citación de herederos,
acreedores y de todos los que se consideren con derecho a los bienes dejados por el causante, por edicto publicado por un día
en el diario de publicaciones oficiales, para que lo acrediten dentro de los treinta días.
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Si todos los herederos son mayores, capaces y están de acuerdo, puede hacerse una partición privada. Si es
necesario nombrar un partidor éste debe ser abogado. El abogado partidor tiene, a veces, que hacer
complicadas operaciones y citar a los herederos para determinar precisamente que es lo que le corresponde
a cada uno. Estas serán las hijuelas de cada uno.
Aprobada la cuenta particionaria solo cabe la inscripción de las hijuelas en los registros.
SUCESIÓN TESTAMENTARIA. El testamento es una disposición para tener efectos luego de la muerte del causante.
Existen testamentos ológrafos, por instrumento público, cerrados, etc.
Quien sea heredero testamentario debe acompañar el testamento o indicar dónde se encuentra. En el caso de los
ológrafos hay que reconocerlos y protocolizarlos.
Presentado un testamento por instrumento público, por ejemplo, el juez notifica a los herederos instituidos,
beneficiarios y albacea, notificándolos en su domicilio si fuera conocido o, en su caso, publicando edictos, para que
se presenten en el plazo de treinta días.
En la providencia que ordena la citación de herederos por treinta días el juez debe pronunciarse sobre la validez del
testamento en cuanto a sus formas, previa vista al Ministerio Público Fiscal.
Nuestro país no admite que se pueda testar todos los bienes del causante. Existe una legitima de los herederos
necesarios y forzosos. En razón de ello, solo se puede testar sobre la porción disponible (la legítima es de 2/3 si hay
descendientes y de ½ si solo hay ascendentes o cónyuge). En consecuencia, pueden coexistir herederos
testamentarios por la porción disponible o por legados y herederos ab intestato.
Aprobado el testamento en cuanto a sus formas, termina etapa de la sucesión. Las etapas posteriores son similares a
la sucesión ab intestato.
HERENCIA VACANTE. Dispone el artículo 733 CPCCN (768 CPCCBA con otra redacción) que: “Vencido el plazo
establecido en el artículo 699 o, en su caso, la ampliación que prevé el artículo 700, si no se hubieren presentado
herederos o los presentados no hubieren acreditado su calidad de tales, la sucesión se reputará vacante y se
designará curador al representante de la autoridad encargada de recibir las herencias vacantes, quien desde ese
momento será parte.”
La herencia vacante es la que no tiene herederos, por lo que corresponde que sean adjudicados al Estado o ente
autorizado para la recepción de los bienes.
El artículo 734 CPCCN dice que “el inventario y el avalúo se practicarán por peritos designados a propuesta de la
autoridad encargada de recibir las herencias vacantes.”
En cuanto a los trámites posteriores dice el artículo 735 CPCCN que los “derechos y obligaciones del curador, la
liquidación de los bienes y la declaración de vacancia y sus efectos se regirán por el Código Civil, aplicándose
supletoriamente las disposiciones sobre administración de la herencia.” En la actualidad, las reglas sobre la
administración judicial de la sucesión están en el artículo 2345 y siguientes del CCCN. Según el artículo 2353 CCCN, el
administrador debe realizar los actos conservatorios de los bienes y continuar el giro normal de los negocios del
causante. Puede, por sí sólo, enajenar las cosas muebles susceptibles de perecer, depreciarse rápidamente o cuya
conservación es manifiestamente onerosa. Para la enajenación de otros bienes necesita acuerdo unánime de los
herederos o, en su defecto, autorización judicial. Además de gestionar los bienes de la herencia, debe promover su
realización en la medida necesaria para el pago de las deudas y legados.

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LECCIÓN 25

PROCESOS ESPECIALES – DIVORCIO ALIMENTOS


NUEVO CCCN – OTROS PROCESOS
EL NUEVO JUICIO DE DIVORCIO SEGÚN EL CCCN. El CCCN alteró profundamente temas de familia y, en especial, el
divorcio que ya no depende de un número de años de matrimonio (al menos 3) ni de audiencia o petición conjunta,
ni de causales subjetivas. El nuevo proceso tiende a facilitar el divorcio.
El orden público es, ahora, el divorcio vincular. Hoy es orden público el divorcio y sus normas son irrenunciables. En
ningún contrato de esponsales o convención matrimonial, por ejemplo, puede ponerse que los futuros novios
renuncian a pedir el divorcio. Las cláusulas contrarias al divorcio son inoponibles y se tienen por no escritas.
El tema del tiempo de espera para el divorcio. Se elimina todo plazo de espera, sea que se contabilice desde la
celebración de las nupcias, o de la separación de hecho para la tramitación del divorcio.
La reforma elimina la separación personal y permite que el divorcio sea planteado por ambos cónyuges o bien por
uno de ellos. No existen limitaciones de ningún tipo; ni referidas a la antigüedad en el matrimonio ni a un tiempo de
separación de hecho. Tampoco es necesario expresar la causa que justifica la petición, la que se configura con la sola
manifestación de requerir el divorcio. No hay posibilidad de oponerse a la petición unilateral de divorcio. El único
requisito formal que se exige para poder plantear el divorcio es que sea acompañado por una propuesta que regule
sus efectos.
Eliminación de las causales subjetivas. El divorcio incausado. Otra modificación sustancial es la supresión de las
causales subjetivas de divorcio. La eliminación de las causales subjetivas es una manera de colaborar a superar la
ruptura matrimonial de la manera menos dolorosa posible.
Se han eliminado las causales subjetivas, como el adulterio, las injurias graves, abandono, etcétera. Sólo existe un
único objetivo sistema de divorcio como un remedio para la situación de los cónyuges. El divorcio es objetivo e
incausado y no requiere espera.
No existe más la separación personal.
I. Conversión de las separaciones personales declaradas antes de la vigencia del CCCN que las elimina.
En los supuestos en que, al momento de la entrada en vigencia del CCCN, se hubiese decretado la
separación personal, cualquiera de los que fueron cónyuges puede solicitar la conversión de la
sentencia de separación personal en divorcio vincular. Si la conversión se solicita de común acuerdo,
es competente el juez que intervino en la separación o el del domicilio de cualquiera de los que
peticionan, a su opción, se resuelve, sin trámite alguno, con la homologación a la petición. Si se
solicita unilateralmente, es competente el juez que intervino en la separación o el del domicilio del
ex cónyuge que no peticiona la convención; el juez decide previa vista por 3 días. La resolución de
conversión debe anotarse en el registro que tomó nota de la separación.
II. Mecanismo de conversión. La conversión es una petición autónoma, con trámite de juicio, o es una
simple modificación de efectos de la sentencia anterior. Es decir, constituye una pretensión judicial
autónoma o una simple modificación de los efectos de la sentencia que decretó la separación
personal que implica un mero control de legalidad por parte de la jurisdicción, no obstante que
corresponda dar traslado a la petición.
Si se había decretado, con antelación, la separación personal y no el divorcio, la conversión es casi
automática. Si se presentan ambos cónyuges de común acuerdo, es competente el juez que
intervino en la separación personal o el del domicilio de cualquiera de los cónyuges. El magistrado
debe homologar la conversión, si que pueda poner objeciones a esta aprobación. Siempre hay
control de legalidad y no podría convertir si no hay matrimonio ni separación, por ejemplo.
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Si el pedido es unilateral la competencia es opcional entre el juez de la separación y el del domicilio
del ex cónyuge que no pide la conversión. Se le da vista por tres días, pero no puede haber oposición
alguna al pedido de conversión. Salvo el contralor sobre la legalidad del pedido.
La conversión debe inscribirse como nota marginal en la partida de matrimonio, en la que ya
constaba la separación personal.
Los daños y perjuicios son de la esfera de responsabilidad civil y no del divorcio. Una cosa es la responsabilidad civil
y otra el divorcio. No está prohibida la reparación moral pues se refiere a las personas y los cónyuges son personas.
La petición puede ser unilateral. No cabe la oposición al divorcio. La petición de divorcio puede ser unilateral, por
uno solo de los cónyuges, o bilateral (por ambos). El único requisito es la propuesta de regulación de los efectos de
divorcio, pero su no aceptación por el otro cónyuge no frena la acción de divorcio, el que igual debe decretarse. No
cabe oposición alguna al pedido de uno u otro cónyuge.
APLICACIÓN DE LAS NUEVAS NORMAS A LOS JUICIOS EN TRÁMITE. El artículo 7 CCCN, en cuanto a la eficacia
temporal indica que “a partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y
situaciones jurídicas existentes. La leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición
en contrario. La retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por garantías
constitucionales. Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución, con excepción
de las normas más favorables al consumidor en las relaciones de consumo.”
Por lo tanto, entendemos que:
✓ El nuevo divorcio objetivo se aplica recién después del 1º de agosto de 2015 a los divorcios concretados a
partir de dicha fecha.
✓ No puede aplicarse la nueva ley, que cambia el sistema jurídico eliminando las causales objetivas, a las viejas
situaciones constituidas bajo el imperio de una ley anterior. Sería una aplicación retroactiva de la ley de
fondo (no de la ley de forma) a hechos constituidos con antelación.
✓ Las normas del procedimiento o procesales en el CCCN no alteran su naturaleza procesal.
✓ De aplicarse la nueva ley a las viejas causas, habría que reordenar el proceso, mezclar y dar de nuevo.
TRÁMITE DEL DIVORCIO SEGÚN EL NUEVO CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN.
Competencia. Para el derecho interno, en el trámite de divorcio es competente el juez del ultimo domicilio conyugal
o el del demandado, a elección del actor o de cualquiera de los cónyuges si la presentación es conjunta. Para el
derecho internacional privado, se aplica el ultimo domicilio conyugal efectivo o la opción ante el domicilio o
residencia habitual del cónyuge demandado.
Facultades expresas del apoderado para pedir el divorcio. Conforme al artículo 375 CCCN para peticionar el divorcio
se necesita poder con facultades expresas.
Medidas provisionales y cautelares.
✓ Medidas provisionales. El juez regula, provisoriamente, la cuestión relativa a cuál de los cónyuges continuará
en la vivienda familiar y cuál debe abandonarla (previo inventario), ordenando la entrega de bienes de uso
personal. También si corresponde establecer un canon o renta por el uso exclusivo de la vivienda. Disponer
alimentos para los hijos y su cuidado; también puede establecer alimentos en favor de uno de los cónyuges.
Todas estas medidas pueden ser apeladas, con efecto devolutivo, en un régimen de doble instancia. estas
medidas provisionales deben ser requeridas por las partes y pueden ser solicitadas, antes de la promoción
del divorcio – en caso de urgencia – o durante su trámite. Es necesario que el juez, a pedido de parte y aun
de oficio, indague sobre la situación de los menores (con su equipo interdisciplinario).

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Si bien no se requieren estrictamente los recaudos de verosimilitud del derecho y peligro en la demora, se
deben traer elementos para establecer quien está a cargo de los hijos y, en su caso, mantener o no el status
quo; algunas medidas deben ser tomadas previa audiencia de ambas partes.
Dentro del campo del derecho de familia, los requisitos exigidos para la adopción de medidas cautelares – ya
sean referidas al orden de la persona o de los bienes – presentan características propias y diferentes al
régimen general de orden patrimonial establecido por las normas contenidas en nuestro ordenamiento
procesal. De tal modo, es suficiente que se encuentre “en principio” justificada la causa que legitima – en
principio – la petición que se pretende y el perjuicio o peligro que pudiera ocasionar la demora en la
resolución final.
En cuanto al peligro en la demora que el apelante no advierte latente, la sola posibilidad de existencia de
abuso sexual de los menores basta para disponer la guarda. Sin perjuicio que la guarda no es una medida
cautelar en sentido estricto, debe ser admitida como tal y declarada procedente cuando se funda en la
verosimilitud del derecho y peligro en la demora.
Debe haber una valoración distinta por el juez, en estos casos, tanto en relación a las medidas personales,
como las cautelares a las que se hace referencia a continuación.
✓ Medidas cautelares estricto sensu. En cuanto a las medidas cautelares, el artículo 722 CCCN es muy amplio y
le da un poder al juez – casi discrecional – para que tome las medidas que juzgue oportunas.
En materia de medidas cautelares el juez tiene amplias facultades: puede otorgar una medida cautelar
distinta de la solicitada o bien otra medida más apta para asegurar el objeto del juicio principal. Es lógico que
siempre sea necesario el pedido de parte o de futura parte y la acreditación preliminar de la urgencia del
pedido y lo verosímil de nuestro derecho y sin perjuicio de la contra cautela que pueda fijarse para
responder a los eventuales daños y perjuicios de una cautela tomada sin derecho a hacerlo.
El juez no tiene arbitrio ni sana discreción, sino que debe tomar la medida más apropiada, teniendo libertad
de elección aunque condicionada a las circunstancias de cada caso y la acreditación de las mismas. No debe
perderse de vista que, toda medida cautelar es un anticipo de sentencia (mayor o menor), pues el
magistrado, en razón de la prueba recibida, proyecta hacia el futuro y entiende que la declaración de certeza
pedida tiene una fuerte posibilidad de éxito.
Las medidas deben tener un plazo de duración razonable para evitar la “extorsión” procesal, para la
aceptación de una propuesta reguladora, por ejemplo.
Legitimación. Uno o ambos cónyuges están legitimados para iniciar el divorcio.
Procedimiento para el divorcio. Dispone la primera parte del artículo 438 CCCN que “toda petición de divorcio debe
ser acompañada de una propuesta que regule los efectos derivados de éste; la omisión de la propuesta impide dar
trámite a la petición.” Es requisito sine qua non la presentación de una propuesta reguladora a los efectos del
divorcio.
La demanda de divorcio no va a mediación ni paga tasa de justicia. En provincia de Buenos Aires, a nuestro juicio, la
demanda de divorcio no requiere la etapa previa.
Se presenta la demanda, anexada de la propuesta de regulación de los efectos del divorcio, por uno de los cónyuges
o por ambos en la presentación conjunta. De no presentarse la propuesta se debe intimar su presentación en cinco
días bajo apercibimiento de no dar trámite al pedido y, en su caso, archivar las actuaciones.
La demanda debe ser individualizadora, ya que no se substancian los hechos. No debe haber enumeración de hechos
sino la mera petición del divorcio. Obviamente no debe acompañarse prueba alguna, salvo la referente a la
propuesta reguladora. Deben cumplirse los requisitos de legitimación, el objeto (el divorcio), la mención normativa y
la petición.

72
El juez confiere traslado de la demanda de divorcio, con la propuesta, la que tramitará por el procedimiento de este
artículo 438 CCCN, es decir, sin forma de juicio. El traslado deberá notificarse por cédula o personalmente, si no hay
presentación conjunta, siendo el plazo para su contestación de 5 días.
En principio, no cabe oponerse al divorcio, lo que sería inútil, sino cuestionar, en su caso, la propuesta reguladora
total o parcialmente.
I. Propuesta reguladora. El convenio regulador debe contener las cuestiones relativas a la atribución de
la vivienda, la atribución de los bienes, y las eventuales compensaciones económicas de los
cónyuges; al ejercicio de la responsabilidad parental, en especial, la prestación alimentaria.
Si el divorcio es peticionado por uno solo de los cónyuges, el otro puede ofrecer una propuesta
reguladora distinta (artículo 438 CCCN).
La propuesta reguladora debe ser fundada y deben anexarse los elementos en que se funda. Se
puede ordenar de oficio o a petición de parte para la agregación de nuevos elementos. El juez es el
que va a evaluar las propuestas y convocará a una audiencia.
II. El rechazo de la propuesta, por el otro cónyuge, no suspende el divorcio. El artículo 438 CCCN
establece expresamente que, en ningún caso, el desacuerdo en el convenio suspende el dictado de
la sentencia de divorcio.
III. El desacuerdo, con la propuesta de regulación, debe tramitar por el proceso que la ley local
establezca. Al evaluar la propuesta reguladora el magistrado debe convocar a las partes a una
audiencia en la que se pueden o no logar acuerdos parciales o totales.
Si existe desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el convenio regulador perjudica de modo
manifiesto los intereses del grupo familiar, las cuestiones pendientes deben ser resueltas por el juez
de conformidad con el procedimiento previsto en la ley local – vía incidental – (artículo 438 CCCN).
EL DICTADO DE LA SENTENCIA DE DIVORCIO. HOMOLOGACIÓN DEL CONVENIO. Si se acepta la propuesta
reguladora presentada (sea por uno o ambos cónyuges) se decreta el divorcio, sin otro trámite, el que debe
inscribirse en el Registro Civil, constituyendo un nuevo estado civil. A la vez el juez debe homologar o no el convenio
regulador. Lo aprobará si no se violan normas de orden público, con una providencia simple. En caso contrario, lo
desestimará con sentencia interlocutoria fundada.
Puede exigir el juez garantías reales para homologar el convenio regulador. Aun homologado el convenio puede ser
modificado cuando cambien las situaciones en forma sustancial.
En caso de cuestionamiento de la propuesta, el juez dictará sentencia de divorcio, dejando la cuestión relativa a los
efectos del divorcio para la iniciación de acciones incidentales o principales, según lo decida el mismo magistrado.
ALIMENTOS. El proceso especial de alimentos es un juicio abreviado que tiene características propias y se trata de
un proceso “urgente” ya que proveer alimentos no admite dilaciones.
Es un proceso especial y la especialidad está dada por la estructura del juicio en sí misma. Los procesos especiales
son aquellos procesos judiciales contenciosos que se hallan sometidos a trámites específicos, total o parcialmente
distintos a los del proceso ordinario. Los procesos especiales se pueden clasificar en plenarios, rápidos, abreviados o
sumarios. Los alimentos son sumarios pues el conocimiento judicial no reviste, en este tipo de procesos, carácter
pleno o total, sino fragmentario. Esos procesos están estructurados de manera tal que en ellos no procede el
mantenimiento y resolución del correspondiente conflicto en su totalidad, sino tan solo en uno de sus aspectos. Por
consiguiente, todas aquellas facetas del conflicto que queden pendientes de decisión deben ser objeto de un
conocimiento judicial posterior, tal como ocurre en los procesos de ejecución. De allí que las sentencias dictadas en
los procesos de alimentos no produzcan efectos de cosa juzgada en sentido material sino solo formal.

73
a) No hay un verdadero traslado de la demanda. No es precisamente un proceso que garantice plenamente la
defensa en juicio ya que la intervención del alimentante es muy escasa y no hay un verdadero traslado de la
demanda.
La intervención del demandado está muy restringida y se discute si es que puede o no contestar la demanda
en la audiencia que se señala en forma preliminar. Existen también restricciones probatorias acentuadas,
especialmente para el demandado. En algún asco, el juicio de alimentos participa de las ideas del anticipo
jurisdiccional o de las medidas cautelares.
b) Constitucionalidad de las restricciones al derecho de defensa del alimentante. Sobre la necesidad de un
debido proceso de derecho, prima la necesidad del alimentado y la pronta solución de su problema,
brindando incluso anticipos jurisdiccionales (alimentos provisorios). Alguno dirá que el proceso de alimentos
no garantiza debidamente la defensa en juicio ni el debido proceso del derecho. Sin embargo, cabe destacar
que, participando de los caracteres de un proceso cautelar, la intervención de la contraria existirá, la
sentencia podrá ser modificada y, en definitiva, el demandado ejercerá sus derechos dentro de este nuevo
cauce procesal.
c) Normas procesales y sustanciales de la ley de fondo. Dispone el artículo 543 CCCN que: “La petición de
alimentos tramita por el proceso más breve que establezca la ley local, y no se acumula a otra pretensión.”
Por su parte, el artículo 544 dice que: “Desde el principio de la causa o en el transcurso de ella, el juez puede
decretar la prestación de alimentos provisionales, y también las expensas del pleito, si se justifica la falta de
medios.” En cuanto a la prueba, el artículo 545 dispone que: “El pariente que pide alimentos debe probar que
le faltan los medios económicos suficientes y la imposibilidad de adquirirlos con su trabajo, cualquiera que
sea la causa que haya generado tal estado.” También, en cuanto a la prueba, el artículo 546 establece que:
“Incumbe al demandado la carga de probar que existe otro pariente de grado más próximo o de igual grado
en condición de prestarlos, a fin de ser desplazado o concurrir con él en la prestación. Si se reclama a varios
obligados, el demandado puede citar a juicio a todos o parte de los restantes, a fin de que la condena los
alcance.” Haciendo una completa regulación procesal de la cuestión, el artículo 547 indica que: “El recurso
contra la sentencia que decreta la prestación de alimentos no tiene efecto suspensivo, ni el que recibe los
alimentos puede ser obligado a prestar fianza o caución alguna de devolver lo recibido si la sentencia es
revocada.” Constituyendo un verdadero cambio, en cuanto a la situación anterior, el artículo 548 establece
que: “Los alimentos se deben desde el día de la interposición de la demanda o desde la interpelación al
obligado por medio fehaciente, siempre que la demanda se presente dentro de los seis meses de la
interpelación.”
Hay que tener en cuenta qué se debe probar. En este juicio hay un alimentado que es la persona (legitimado
o parte actora) que inicia la demanda y un alimentante que es la persona (legitimado pasivo o demandado)
que debe promover los alimentos. La razón por la que se piden los alimentos es el parentesco. Es necesario
probar el vínculo, la necesidad de alimentos y el caudal económico del alimentante, que es lo más difícil de
acreditar.
d) Acreditar el título en virtud del cual se piden los alimentos. Para solicitar alimentos debe haber una
determinación legal que justifique su pedimento. Para solicitar alimentos debe haber un vínculo de
consanguinidad o afinidad entre las partes, como regla general.
En cuanto al parentesco, por consanguinidad y afinidad, el CCCN establece que los parientes se deben
alimentos en el siguiente orden:
1. Los ascendientes y descendientes. Entre ellos, están obligados,, preferentemente, los más próximos
en grado.
2. Los hermanos bilaterales y unilaterales.

74
En cualquiera de los supuestos, los alimentos son debidos por lo que están en mejores condiciones para
proporcionarlos. Si dos o más de ellos están en condiciones de hacerlo, están obligados en partes iguales,
pero el juez puede fijar cuotas diferentes, según la cuantía de los bienes y cargas familiares de cada obligado.
En cuanto a los parientes políticos (por afinidad) únicamente se deben alimentos los que están vinculados en
línea recta en primer grado.
e) Alimentos antes y después del divorcio. Remisión a lo dicho en el proceso de divorcio y sus efectos.
f) Donatario debe alimentos al donante. El donatario debe alimentos al donante en el supuesto del artículo
1559 CCCN, el que dice que: “Excepto que la donación sea onerosa, el donatario debe prestar alimentos al
donante que no tenga medios de subsistencia. Puede liberarse de esa obligación restituyendo las cosas
donadas o su valor si las ha enajenado.” También puede deferirse alimentos por acto de ultima voluntad, y
es el supuesto del legado de alimentos (artículo 2509 CCCN).
g) Alimentos en la unión convivencial. Según el artículo 509 CCCN: “Las disposiciones de este Título (unión
convivencial) se aplican a la unión basada en relaciones afectivas de carácter singular, pública, notoria,
estable y permanente de dos personas que conviven y comparten un proyecto de vida común, sean del mismo
o de diferente sexo.” Según el artículo 519 CCCN: “Los convivientes se deben asistencia durante la
convivencia.” Dentro de este deber de asistencia están los alimentos.
h) Alimentos por convenio. Pueden pactarse, por ejemplo, como propuesta para regular los efectos del
divorcio.
i) Prueba del vínculo. Con la demanda de alimentos deben acompañarse los instrumentos que acrediten el
vínculo.
j) Necesidad de alimentos. El artículo 545 CCCN dice que: “El pariente que pide alimentos debe probar que le
faltan los medios económicos suficientes y la imposibilidad de adquirirlos con su trabajo, cualquiera que sea
la causa que haya generado tal estado.”
k) ¿Qué comprende la prestación de alimentos? La prestación de alimentos comprende lo necesario para la
subsistencia, habitación, vestuario y asistencia médica, correspondientes a la condición del que la recibe, en
la medida de sus necesidades y de las posibilidades económicas del alimentante. Si el alimentado es una
persona menor de edad, comprende, además, lo necesario para la educación.
I. Trámite en los códigos procesales. El artículo 638 CPCCN (635 CPCCBA) prevé la iniciación del juicio
de alimentos. La norma no dice que se trata de una demanda de alimentos (pero la es) y dice que el
escrito debe acreditar el título (vínculo) por el que se pide alimentos, denunciar el caudal de la
persona obligada a suministrarlos, acompañar y agregar la prueba documental, ofrecer la restante.
Si se peticiona la declaración de testigos estos lo harán a primera audiencia. Si se solicita confesión al
alimentado, se citará a la audiencia preliminar también para que, en caso de no llegar a un acuerdo,
absuelva posiciones.
Se puede pedir también prueba pericial contable o de otro tipo. El actor no tiene limitaciones
probatorias de ninguna índole. Sí las tiene el demandado.
La declaración a primera audiencia significa que los testigos, traídos por el alimentado, declararán
cualquier día (sin audiencia previa) y en la primera hora del despacho u horario de tribunales (entre
las 7:30 y las 8:30 horas).
En la primera resolución del juez deberá – si se lo piden y corresponde – fijar los alimentos
provisorios, ordenar la declaración en primera audiencia e impulsar el trámite del expediente. En la
fijación de alimentos provisorios, que muchas veces no admite dilaciones, el juez tiene que ser

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amplio y apoyarse también en el Asesor de Incapaces. En caso de acordar esos alimentos, debe
notificarlos y ordenar la intimación para percibirlos de inmediato.
II. Audiencia preliminar e intervención del demandado. Debe designar una audiencia preliminar, en un
plazo no mayor a los 10 días, donde deben comparecer las partes personalmente y el representante
del Ministerio de Menores, si correspondiere. En dicha audiencia, el juez tratará de que las partes
lleguen a un acuerdo directo sobre la cuota de alimentos y lo homologará.
Si no comparece el alimentante a la audiencia, sin causa justificada, se le aplicará una multa y se
fijará una audiencia en cinco días notificándola, con habilitación de día y hora, bajo el apercibimiento
de que, si no concurriere nuevamente el alimentante, se fijará la cuota de alimentos conforme a lo
pedido por el actor y a las constancias del expediente. Si no concurre el alimentado se fijará una
nueva audiencia bajo apercibimiento de tenerlo por desistido de su demanda de alimentos.
La ausencia del alimentante y alimentado solo podrá justificarse una vez. Si la causa de
incomparecencia subsiste hay que nombrar apoderado. En caso contrario se aplicarán las sanciones.
En el juicio de fijación de cuota alimentaria no se concede traslado de la demanda, de modo que la
audiencia se notifica al accionado, quien podrá ejercer su derecho constitucional, con las
limitaciones impuestas por el artículo 640 CPCCN. A nuestro juicio se permite la contestación a la
demanda con las restricciones de la norma.
En consecuencia, uno de los temas básicos en este proceso especial es que la intervención del
demandado ha sido muy limitada. El marco de conocimiento es bastante estrecho.
La norma limita los hechos a probar, eventualmente, por el alimentante. El demandado debe
demostrar: la falta de título o derecho del alimentado y su situación patrimonial o la de quien solicita
los alimentos. La falta de título se refiere a la legitimación substancial activa (por ejemplo, no soy
pariente para deferir alimentos). En cuanto al caudal, si la actora denunció que el alimentante
ganaba una suma determinada por mes, demostrar que esta suma es sensiblemente inferior. Por
último, demostrar que el actor alimentado tiene bienes o ingresos por lo que mal puede reclamar
una suma desproporcionada en concepto de alimentos.
La norma no habla de que se pueda contestar demanda, solo de ofrecer prueba restringida para
probar los tres extremos señalados. La jurisprudencia se inclina por permitir u acompañar la
contestación a demanda en la audiencia preliminar. Al respecto se dijo que el artículo 636 CPCCN no
impide la contestación de la demanda, en cuanto autoriza a la parte demandada a fundar su defensa
en los hechos y en el derecho que invoque, y a producir la prueba correspondiente que se encuentra
vinculada con el título o derecho del reclamante o la situación patrimonial de las partes.
Sabemos que es muy difícil que los jueces admitan lo que aparece fuera del texto formal y expreso
de la ley, pero no vemos obstáculo alguno en que el demandado conteste la demanda, una vez
notificado de la misma, antes de la audiencia preliminar, teniendo en cuenta las restricciones
probatorias, siempre y cuando no trastoque los trámites procesales. Se puede contestar una
demanda, que tiene quince días para ser contestada, en el día primero y luego ampliar esa
contestación hasta el día quince.
Tampoco hay obstáculos para que funde su responde antes de la audiencia preliminar.
Dada la especialidad de este proceso no es posible oponer excepciones previas (o de previo y
especial pronunciamiento), como la incompetencia, por ejemplo, sin perjuicio de que su caso se las
articule como defensas de fondo para ser consideradas en la sentencia. En tal sentido, se admite la
excepción de incompetencia, la falta de personería, cosa juzgada, litispendencia y la recusación con
o sin expresión de causa (excepto que hubiera precluido la oportunidad).
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Las defensas de compensación y transacción no son procedentes en el juicio de alimentos porque
esta obligación no puede ser compensada con obligación alguna ni ser objeto de transacción.
El artículo 640 CPCCN limita las pruebas a la instrumental y la de informes. Sin embargo, la
jurisprudencia y la doctrina no son uniformes al respecto.
Las partes deben comparecer a la audiencia personalmente. La presencia del procurador solo se
justifica si el demandado no se domicilia en el país, o acredita razones para no comparecer.
El Representante del Ministerio Público (Asesor de Incapaces) debe estar presente si hubiere
menores involucrados en la petición de alimentos. Si falta de citación o intervención en la audiencia
no acarrea por si sola la nulidad de lo que se actúe sin su intervención. La nulidad que pudiese
generar la falta de intervención del Asesor de Incapaces es causa de mera nulidad relativa. La
homologación de lo convenido espontánea y voluntariamente, con la anuencia del Ministerio
Público, le confiere los efectos de la cosa juzgada (doctrina artículo 309 CPCCN).
l) Sentencia. El juez, si no se llega a un acuerdo, dictará sentencia dentro de los 5 días de producida la prueba
por la actora (la del alimentante no interesa). Admitida la pretensión alimentaria, fijará la cuota con efecto
retroactivo a la fecha de interposición de la demanda (644 CPCCN / 641 CPCCBA).
I. Contenido. Apreciación de la prueba en el proceso de alimentos. En el proceso especial de alimentos
la cuestión es muy simple: si no se llega a un acuerdo en la audiencia respectiva (artículo 639
CPCCN), producida la prueba de la parte actora el juez debe dictar sentencia sin otro trámite,
admitiendo o no la prestación alimentaria. La prueba eventual que ofreciera la demandada, si es que
quedara pendiente, no afectará o suspenderá el dictado de la sentencia. En caso de admitir la
prestación alimentaria, fijará la cuota correspondiente, en sentencia declarativa con efecto
retroactivo a la fecha de promoción de la demanda. La cuota ordinaria se paga por mes adelantado.
También, la sentencia fijará una cuota suplementaria para atender a los alimentos atrasados que son
los que se devengaron desde la fecha de promoción de la demanda a la sentencia.
El juez no ha de medir rigurosamente la prueba aportada con los mecanismos rígidos del artículo
377 CPCCN (375 CPCCBA). Lo más importante es la demostración, por el alimentado, del vínculo o
razón para pedir los alimentos.
En lo que se refiere al monto de los alimentos la situación se torna más flexible. Se aplica el principio
de las cargas dinámicas, por la cual quien está en mejores condiciones de probar, debe hacerlo. En
este caso, es el alimentante que debe saber cuánto percibe mensualmente.
Para la valoración de la prueba, producida en el proceso alimentario, no es necesario que la misma
sea directa de los ingresos del alimentante, pues no requiere demostración exacta de sus ingresos o
de su patrimonio, sino con un mínimo de elementos que den pautas básicas para estimar el monto
de la pensión.
II. Importe o quántum de la cuota alimentaria. El “quántum” de la pensión alimentaria debe alcanzar
para cubrir las necesidades del alimentado y debe guardar intima relación con el caudal económico
de quien lo paga, apreciando ambas circunstancias con amplitud de criterio, por lo que puede
hacerse tanto sobre la base de pruebas directas como indicativas que conduzcan a tener una idea
aproximada. Se ha considerado que, para fijar la cuota, deben tomarse en cuenta todos los ingresos,
aun por tikets. Se aplica un concepto similar al de las cargas dinámicas y debe hacerlo quien esté en
mejores condiciones de probar.
III. Cosa juzgada. A nuestro juicio, los alimentos solo hacen cosa juzgada en sentido formal y no
material. En el juicio por alimentos el acuerdo homologado, si bien reviste carácter de definitivo y es
ejecutable, no produce efectos de cosa juzgada material, sino solo formal. La sentencia dictada en el
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juicio por alimentos no causa instancia, no reconoce derechos firmes ni fija definitivamente el monto
de los alimentos concebidos, por lo que, ante un cambio de circunstancias, podría modificarse el
acuerdo original.
IV. Costas. El principio general es que las costas debe soportarlas el alimentante y no el alimentado. En
virtud del carácter asistencial de la prestación, los gastos generados con motivo del juicio de
alimentos deben – por definición – ser soportados por aquel a quien la ley llama a costearlos.
V. Excepciones al principio. El principio de no gravar al beneficiario de los alimentos con la carga de las
costas debe ceder en supuestos como en el que la actora ha reconocido el cumplimiento de la
obligación y también ha aceptado explícitamente el ofrecimiento efectuado por éste en la audiencia
correspondiente.
m) Caducidad de alimentos atrasados por inactividad. El artículo 645 CPCCN prevé la fijación de una cuota
suplementaria para los alimentos atrasados. También prevé la caducidad de las cuotas alimentarias
atrasadas por la inactividad procesal de la parte. Esta presunción no se aplica cuando existan beneficiarios
menores. Esta caducidad no se encuentra regulada en el CPCCBA.
Generalmente, la cuenta de alimentos se deposita y cobra en el Banco Oficial, sin perjuicio de que las partes
puedan establecer la percepción de otra manera.
El CCCN establece que las prestaciones alimentarias devengadas y no percibidas pueden compensarse,
renunciarse o transmitirse a título oneroso o gratuito (artículo 540). Esto lleva a un reexamen de la cuestión,
ya que se permite, en definitiva, renunciar a ellas.
n) Recursos contra la sentencia. Efectos. La sentencia que rechaza los alimentos es apelable en ambos efectos.
La que admita los alimentos será apelable al solo efecto devolutivo, dejándose testimonio de la sentencia en
primera instancia para su ejecución (artículo 647 CPCCN / 644 CPCCBA).
Según el artículo 648 CPCCN (645 CPCCBA) establece un trámite enérgico para el cumplimiento de la
sentencia. Si en quinto día de intimado el alimentante no deposita se trabará embargo.
o) Cumplimiento de la sentencia de alimentos. El artículo 648 CPCCN (645 CPCCBA) establece un trámite
específico para la ejecución de la sentencia de alimentos. La especificidad del procedimiento deriva de no ser
trámites indispensables la liquidación ni la citación de venta, con el propósito de ganar celeridad. En el
trámite del cumplimiento de la sentencia que manda llevar adelante la ejecución del convenio de alimentos,
celebrado entre las partes y homologado judicialmente, solo es dable oponer la excepción de pago
documentado.
La regla es que el trámite de ejecución de alimentos obedece al principio de especificidad, desde que se rige
por los artículos 645 y 647 CPCCN. Es decir que determinados los alimentos por acuerdo homologado o por
sentencia de condena, la ejecución directa de los mismos no admite controversia.
I. Son procedentes las astreintes. Son procedentes las astreintes para obligar al deudor a cumplir
puntualmente su obligación de alimentos. Pues la necesidad de satisfacer este crédito no se cubre a
través del procedimiento de ejecución que puede ser prolongado. Las astreintes son sanciones
destinadas a conminar la voluntad del obligado que se resiste al cumplimiento de sus obligaciones a
pesar de los mandatos judiciales que, en ese sentido, se le dirijan, y es en materia de alimentos
donde éstas cumplen una función de primer orden. El monto de las astreintes no se fija teniendo en
consideración solo el valor económico de quien debe satisfacerlas, pues se trata de compeler al
deudor para que se cumpla y, en ese sentido, sólo una sanción a su medida pueda ser eficaz.
II. Solo procede la excepción de pago. Encontrándose sometido el proceso de alimentos a un régimen
especial respecto a la ejecución de la cuota fijada, tras la intimación del alimentante solo puede

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oponerse al progreso de ésta si acompaña el documento en que se acredita fehacientemente el
pago.
III. Los Registros de Deudores Alimentarios Morosos. A tal punto llegó el grado de incumplimiento de los
alimentantes que hubo que tomar medidas drásticas para evitar la desatención de un deber
prioritario. La solución, según la óptica de los legisladores, fue la creación de Registros locales en
que, cual Veraz alimentario, aparecerán los que no cumplían con sus deberes y eso no es la sola
sanción sino que, quien está en esos Registros, ni siquiera podría conseguir un carné de conductor.
Las prohibiciones de contratar y la muerte civil han recobrado su virtualidad y los deudores morosos
se asimilan a los religiosos profesos que solo pueden comprar bienes muebles a dinero de contado.
Entendemos que lo que el legislador quiere es constreñir al deudor, pero realmente lo que se
debería hacer es intentar que el deudor pague. No es la restricción la forma de que el deudor pague,
sino la agudeza para conseguir los fondos para que el alimentado coma o se vista.
SOLIDARIDAD DEL EMPLEADOR QUE NO RETIENE LA CUOTA ALIMENTARIA. Conforme el artículo CCCN, el
empleador que no retiene el sueldo del trabajador, la cuota alimentaria (su porcentaje, en su caso) es solidariamente
condenado al pago de los alimentos, desde el preciso momento en que se le pide la retención. Ello es sin perjuicio de
las multas o astreintes que se puedan aplicar y que deben ser a beneficio del alimentado.

PROCESO DE DESALOJO. El proceso especial de desalojo consiste en un juicio de conocimiento plenario abreviado –
se sustancia por las reglas establecidas para el juicio sumario (en la provincia de Buenos Aires) – cuyo objeto es
lograr la restitución de un bien inmueble cuando existe una obligación exigible por la parte de quien la detenta.
Si bien se aplican las normas relativas al proceso sumario en lo pertinente, el mismo está revestido de
particularidades que lo diferencian.
Objeto. El proceso de desalojo tiene por objeto exclusivo la restitución o recuperación de la tenencia de un bien
inmueble cuando existe una obligación exigible en tal sentido por la parte de quien la detenta, no siendo factor de
debate el dominio ni la posesión.
Es que, la naturaleza especial del juicio de desalojo solo permite la discusión de derechos personales pero no la de
los derechos reales, debiendo – en su caso – tramitarse la controversia respecto de estos últimos e un juicio aparte.
El tipo de análisis solo comprende aquellos conflictos en los que, por la condición personal de los contendientes en
su relación con la cosa en litigio, queda limitado al cumplimiento de la entrega o restitución de la misma.
Causa. Tratándose de una acción de carácter personal, esta obligación de restitución se concibe en función de las
cuestiones litigiosas que pueden derivarse, ya sea de la existencia de un contrato, del cual surja la misma, o de los
supuestos genéricos del precario tenedor y de la instrucción.
Diligencias preliminares. Teniendo en cuenta que el objeto del proceso es la restitución del bien, y que las
cuestiones de dominio y posesión exceden su marco, resulta aconsejable – a los fines de establecer la correcta
acción a incoar – la solicitud d diligencias preliminares que permitan entablar de manera adecuada la demanda. A tal
efecto, puede solicitarse la constatación en el domicilio respectivo para que identifique a los ocupantes y el carácter
que invocan en relación a dicha ocupación.
Competencia. La jurisprudencia entendió que la demanda debe promoverse – salvo convención en contrario – ante
el juez del lugar donde está situado el inmueble, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 5º inciso 1º CPCCN,
referido a acciones reales sobre inmuebles.
Excepciones:
✓ El fuero de atracción de los procesos sucesorios será aplicable, por tratarse de una acción personal, solo
cuando se encuentre demandado el sucesorio.
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✓ El juez del concurso preventivo o quiebra será competente cuando el inmueble a desalojar sea el del
establecimiento del concursado o fallido.
✓ La justicia laboral será competente cuando la ocupación derive de una relación laboral.
✓ La justicia federal será competente cuando se encuentre demandado el Estado Nacional o sus entidades
autárquicas. También es competente la justicia federal cuando el demandado es un extranjero (sin embargo,
este puede renunciar a este beneficio y la sola interposición de la demanda ante los tribunales locales
implica la renuncia al fuero federal y la prórroga de jurisdicción a los tribunales ordinarios).
Legitimación activa. Debe tenerse en cuenta que no se trata de derechos reales ni de la demostración de ser titular
de un bien; la obligación de restituir se basa en obligaciones personales.
Aunque en principio el dominio de un inmueble debe acreditarse por medio de la respectiva escritura pública a los
fines de un juicio de desalojo, en el que no se discuten derechos reales, la admisión de que el inmueble ocupado
pertenece a los actores – aun realizada de forma tácita – basta para conferirles legitimación.
La acción de desalojo puede ser intentada por todo aquel que sea titular de un derecho sobre el bien que le permita
disfrutarlo en carácter de propietario, poseedor, usufructuario, locador, usuario o administrador de la cosa; y que,
en definitiva, resulte acreedor de una obligación de restituir o entregar exigible.
• Propietario. El propietario resulta legitimado por cuanto tiene el derecho de usar y gozar del bien de su
propiedad. La SCJN decidió que procede el desalojo si está acreditado el carácter de propietario del actor y el
demandado no resulta ser el poseedor ni acreditó título que legitime la ocupación.
No basta la mera invocación del carácter de poseedor del accionado para repeler la acción de desalojo,
incumbiéndole la carga de la prueba al respecto.
Por otra parte, se ha resuelto que no tiene legitimación para accionar por desalojo quien lo hace alegando su
calidad de propietario pero no acredita la posesión del inmueble, si la misma le es negada. Es que el derecho
de propiedad no se adquiere antes de la tradición. De modo que, en rigor, no puede llamarse así a quien no
se haya hecho la tradición del inmueble.
• Poseedor. El poseedor, en su derecho de uso y goce del bien, puede exigir la devolución de la cosa alquilada
o cedida de quien tenga la obligación de restituirla. Asimismo, está legitimado para promover demanda de
desalojo contra el intruso.
Quien alega la condición de poseedor debe acreditar acabadamente que tiene la cosa con intención de
someterla al ejercicio de su propiedad, más allá de la legitimidad o ilegitimidad de su posesión.
• Usufructuario. Está legitimado a exigir la restitución del bien que tiene en usufructo.
• Locador. El inquilino puede ejercer la acción de desalojo contra el sublocatario y el intruso.
• Condómino. El condómino está legitimado para demandar por desalojo contra un ocupante no condómino,
habiendo locación ha vencido el plazo contractual, o por falta de pago, o cuando se trata de un intruso.
En caso de intrusión, el condómino tiene legitimación para pedir el desalojo porque, en este caso, la
pretensión reviste el carácter de acto conservatorio, de la misma manera que cualquiera de los condóminos
puede – independientemente de los demás - `promover demanda de desalojo cuando el contrato es de
plazo vencido.
• Cesionario. El cesionario del contrato de locación está habilitado en tal carácter para promover la demanda
de desalojo contra los continuadores de esa locación.
• Heredero. El sucesor “·mortis causa” cuenta con la posesión de la herencia de pleno derecho, por lo tanto,
tiene el ejercicio de las acciones que dependen de la sucesión, como la de demandar a los detentadores de
los bienes hereditarios.
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Legitimación pasiva. La acción de desalojo puede ser intentada contra todo aquel que tenga una obligación exigible
de restituir el bien, ya sea porque lo detente ilegal o indebidamente por carecer de título suficiente o derecho
legítimo. Es decir, el artículo 676 CPCCN concede acción para recuperar la tenencia de un inmueble de quien es
deudor de una obligación exigible o de quien es intruso.
- Locatario. El locatario resulta ser legitimado pasivo tanto en el supuesto de vencimiento del contrato como
de falta de pago de los cánones locativos.
En relación a la familia del locatario, si han ingresado a la ocupación del bien conjuntamente con este, es
razonable que deban seguir su suerte al momento de hacerse efectiva la obligación de restituir la cosa.
- Fiador. Debe destacarse que solo son legitimados pasivos en la acción de desalojos que tengan una
obligación exigible de restituir, lo que NO ocurre con el fiador.
- Tenedor precario. Es quien obtuvo por préstamo revocable, a voluntad del que lo hizo, el inmueble cuya
restitución se exige.
- Intruso. Es quien se introduce en el inmueble sin derecho. El concepto lleva implícito dos ideas
fundamentales: la falta de título y la precariedad; esto es, la intrusión en el inmueble contra la voluntad del
dueño y simple tenencia sin animus domini. Cabe calificar como intruso a quien se introduce en un inmueble
sin derecho y contra la voluntad del propietario o poseedor, aunque sin pretender la posesión de aquel. Al
igual que el tenedor precario, el intruso es un simple tenedor sin animus domini, pero la diferencia entre
ambos estriba en la circunstancia de que el primero obtuvo la tenencia a raíz de un acto voluntario del
propietario o poseedor, al paso que el segundo lo hizo por acto unilateral.
El tenedor o detentador precario tiene o ha tenido un título a la ocupación pero pesa sobre él la obligación
de restituir exigible.
- Poseedor. No procede la acción de desalojo cuando el empleado acredita prima facie el carácter de
poseedor. Es decir que, cuando el demandado alega la calidad de poseedor, solo se debe constatar si tal
calidad fue acreditada a prima facie, aunque no reúna las notas eficientes para repeler una pretensión
reivindicativa o justificar una usucapión.
- Comodatario. Si el contrato de comodato establecía un plazo, el mismo se extingue por el solo vencimiento
de ese plazo o término, sin que el comodatario pueda alegar en su favor derecho alguno que le permita
continuar en el uso y goce del bien.
- Concubino. El fin de la vida común en concubinato convierte al concubino en un ocupante precario.
Parte de la doctrina considera que existe un comodato durante la vida en común con el concubino y que,
concluida dicha unión, el mismo finaliza convirtiéndolo en un mero ocupante. En sentido contrario, se ha
entendido que el concubinato entre el causante y la demandada y la conveniencia conjunta que supone
descarta la existencia de un comodato – y con ello la procedencia del desalojo – en cuanto no se efectivizó la
entrega cabal de la cosa del comodante a la supuesta comodataria en el marco de una vinculación
contractual.
- Subinquilinos y ocupantes demandados genéricamente. A los fines de que la sentencia pueda hacerse valer
contra cualquier otro ocupante que hubiera ingresado al inmueble con posterioridad a la traba de la litis, se
debe demandar genéricamente a los posibles subinquilinos y ocupantes, y notificar genéricamente a los
mismos de la demanda.
Ahora bien, si los ocupantes son individualizados – ya sea en el mandamiento de constatación o en la
contestación de la demanda – el diligenciamiento de la cédula genérica a ocupantes para que la sentencia se
les sea extensiva; debiendo en su caso ampliar o enderezar la demanda contra los mismos.

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Cabe mencionar, además, que en el CPCCN, la parte actora tiene la obligación de expresar si existen o no
sublocatarios y ocupantes terceros; y que si el actor lo ignora, podrá remitirse a lo que resulte de la
diligencia de notificación, de la contestación a la demanda, o de ambas.
El tema del poseedor. No procede la demanda del desalojo (sin perjuicio de las acciones posesorias o petitorias que
restan al propietario) si el accionado comprueba prima facie la efectividad de la posesión que invoca justificando así
la seriedad de su pretensión. Sin embargo, la carga de la prueba de la posesión corresponde al demandado y no
basta con invocarla. Por ello es de suma importancia la constatación del inmueble, como diligencia preparatoria.
Prueba. La carga de la prueba se rige por los principios generales del artículo 375 CPCCBA (377 CPCCN). Quien
acciones por desalojo tendrá que acreditar la legitimación suficiente para hacerlo, ya sea porque su facultad nazca
de un contrato de locación o bien de la calidad de poseedor, usuario, usufructuario, comodante, o cualquier otra que
otorgue algún derecho a recuperar la tenencia de la cosa.
Al respecto, la CSJN resolvió que la prueba de la calidad invocada para accionar por desahucio debe pesar sobre el
actor si es negada por el demandado; y que quien alega su calidad de propietario demandado por intrusión a quien
se titula poseedor, debe demostrar – si le es negado – que tiene efectivamente aquella calidad, esto es, que alguna
vez se le hizo tradición del inmueble.
Asimismo, para que proceda la acción de desalojo, superada la legitimación del actor, debe acreditarse la existencia
de una obligación exigible de restituir, y ella no necesariamente requiere la existencia – a su vez – de una relación
contractual.
A diferencia del CPCCBA, el CPCCN contiene una disposición específica que establece que, en los juicios fundados en
las causales de falta de pago o por vencimiento de contrato, solo se admitirá la prueba documental, la de confesión y
la pericial.
- Declaración de puro derecho. Es uno de los objetivos del locatario o intruso demorar lo más posible el
desalojo, por ello siempre solicitan la apertura a prueba, aun en supuestos en que ella no tendría ninguna
utilidad salvo la pérdida de tiempo. Como contrapartida, el locador invoca la declaración de puro derecho. Si
bien es cierto que, en principio, la procedencia de esta apertura requiere que se hayan afirmado en los
escritos constitutivos del proceso los hechos controvertidos entre las partes, no lo es menos que tales
aseveraciones encontradas deben ser conducentes para el progreso de la acción inaugurada, teniendo en
cuenta, especialmente, la naturaleza del carril procesal elegido. Se ha negado la declaración de puro derecho
cuando es evidente que hay hechos a probar, aun tratándose de falta de pago.
Desocupación pendiente el proceso. Es un hecho normal y sobreviniente en el proceso que el inquilino abandone la
locación antes de que se dicte la sentencia. En estos casos, el proceso de desalojo no debe continuar. El objeto de
desalojo es la recuperación del inmueble y éste ya se recuperó.
Efectos de la sentencia. El efecto de la sentencia será el desahucio del inmueble, si en el plazo establecido en la
sentencia no se cumple con la restitución respectiva. Conforme el artículo 1223, ultimo párrafo, del CCCN, el plazo
de ejecución de la sentencia de desalojo no puede ser menor a diez días.
El CPCCBA no contiene un plazo en el que el demandado deba desalojar el inmueble. En cambio, el artículo 686
CPCCN prescribe que: “El lanzamiento se ordenará: (1) Tratándose de quienes entraron en la tenencia u ocupación
del inmueble con título legítimo, a los 10 días de la notificación de la sentencia si la condena de desalojo se fundare
en vencimiento del plazo, falta de pago de los alquileres o resolución del contrato por uso abusivo u otra causa
imputable al locatario; en los casos de condena de futuro, a los 10 días del vencimiento del plazo. En los demás
supuestos, a los 90 días de la notificación de la sentencia, a menos que una ley especial estableciera plazos
diferentes. (2) Respecto de quienes no tuvieron título legítimo para la ocupación del inmueble, el plazo será de 5
días.”

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Extensión de la sentencia. El CPCCN prescribe que la sentencia se hará efectiva contra todos los que ocupen el
inmueble, aunque no hayan sido mencionados en la diligencia de la notificación o no se hubiesen presentado en el
juicio.
✓ Extensión de la sentencia al grupo familiar. La condena se hará extensiva a todo el grupo familiar del
accionado, sin que deba notificarse a cada uno de ellos en calidad de demandados.
✓ Extensión de la sentencia a los demás ocupantes. La sentencia se hará efectiva contra todos los que ocupen
el inmueble y producirá efectos contra la universalidad de los ocupantes que detentan el inmueble objeto de
estudio, sin justificar título.
Se entiende que aun cuando los desahuciados no hayan sido identificados en la diligencia de notificación de
la acción, la misma les será extensiva. Ello, siempre y cuando la parte actora manifieste su intención de
accionar contra cualquier otro ocupante del inmueble, lo que debe ser recepcionado favorablemente por el
magistrado actuante.
En tal caso, el oficial notificador interviniente en la diligencia del traslado de la demanda deberá actuar
identificando a todos los moradores del domicilio, haciéndoles saber la existencia del juicio, previniéndoles
que la sentencia que se pronuncie producirá efectos contra todos ellos y que, dentro del plazo para
contestar la demanda, podrán ejercer los derechos que estimen correspondientes.
Hay que tener en cuenta que, en materia de locación, la situación se consolida al trasladarse la demanda y
notificarse a las personas a desalojar (demandados). Cualquier persona que luego ocupe el inmueble puede ser
desalojada, aunque no haya sido dictada la sentencia contra subinquilinos y ocupantes.
Entrega del inmueble al accionante. En la provincia de Buenos Aires el artículo 676 bis permite como tutela
anticipada la entrega del inmueble antes del dictado de la sentencia definitiva.
Lo que se persigue con la entrega inmediata prevista es garantizar que el inmueble a recuperarse mediante el juicio
de desalojo no se deteriore por el uso inapropiado o abusivo por parte del ocupante y, además, tiende a evitar los
perjuicios que podrían derivarse de esa ocupación indebida.
Parte de la doctrina sostiene que el artículo 680 bis del CPCCN (676 bis CPCCBA) no pueden definirse como medidas
cautelares propiamente dichas, sino más bien como procesos especiales de desalojo.
También se la ha catalogado como medida cautelar innovativa.
La entrega del inmueble es una tutela anticipada.
A los fines de su concesión deben cumplirse los siguientes supuestos:
a. Acción dirigida contra tenedor precario o intruso. La acción debe estar dirigida contra tenedor precario o
intruso. Si la demanda es contra el locatario o comodatario no procede la entrega del inmueble.
Intruso es quien se introduce en un inmueble sin derecho contra la voluntad del dueño, siendo análoga la
situación a la de quien se niega a restituir la cosa que tiene en virtud de un título que obliga a la restitución.
b. Después de trabada la litis. Resulta necesaria la notificación del traslado de la demanda, la contestación de
demanda o la incontestación a la demanda y, en su caso, la rebeldía del intruso o del ocupante.
Este tipo de medida solo puede ser concedida conforme lo establece la normativa en análisis, luego de
trabada la litis. En consecuencia, una vez presentada la contraria o vencido el término para contestar la
demanda podrá plantearse la cuestión.
c. Derecho invocado fuera verosímil. Como en una medida cautelar, y más en un anticipo jurisdiccional, debe
hacer apariencia de derecho, humo de derecho, que la demanda esté en apariencia destinada al éxito.
Asimismo, la acreditación de la verosimilitud en el derecho debe justificarse con elementos de convicción

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que, sin llegar a la exigencia de prueba acabada, permitan inferir los motivos por los cuales se hace
imperioso que el accionante recupere la tenencia del bien.
d. Previa caución real por los eventuales daños y perjuicios que se pudieren irrogar. La caución o contra cautela
debe ser real, no basta con la mera caución juratoria.
e. Graves perjuicios para el accionante. Para obtener esta cautela no basta con presumir el peligro en la
demora sino que es necesario un perjuicio real. El peligro en la demora no pueda presumirse, ni basta la
mera manifestación de la actora de la posibilidad de un daño para que se acepte como real. El perjuicio no
solo debe ser grave, sino actual o inminente, no evitable sino mediante la medida cautelar.
f. La medida debe tomarse en forma restringida. La precaución conservatoria tendiente a lograr la restitución
anticipada del inmueble es una medida que tiene que ser utilizada con carácter restrictivo, siendo necesario
para su procedencia que el perjuicio surja claramente.
Se limita entonces la procedencia de la medida a casos de considerable entidad, ello atento a la gravedad
que importa el desalojo de los actuales ocupantes sin que exista sentencia firme al respecto.
Debe tenerse en cuenta que la tutela brindada en estos casos es provisional y susceptible de ser modificada
o revocada por la sentencia definitiva a la que está preordenada. El proceso seguirá su trámite normal hasta
el dictado de la sentencia.
Corresponde decretar la entrega anticipada de los inmuebles objeto del juicio de desalojo sin aguardar a que
la sentencia adquiera firmeza, recurriendo para ello a la denominada tutela anticipada.
Ello en virtud de que existe convicción suficiente acerca del derecho que le asiste al accionante y la
conveniencia de su aplicación surge de las demás circunstancias del caso, como la extensa duración del
proceso, el vencimiento del plazo contractual, etcétera.
Desalojo por falta de pago o vencimiento del contrato. El desalojo inmediato será admisible en cualquier estado del
juicio, pero después de trabada la litis.
A los fines de su concesión, además deberá acreditarse la verosimilitud del derecho, es decir, el carácter de locador y
la causal de falta de pago o vencimiento de contrato.
Asimismo, deberá prestarse caución real que garantizará tanto los eventuales daños y perjuicios como la multa.
Para su admisibilidad es indispensable, también, que se pudieran ocasionar graves perjuicios al accionante si el
desalojo inmediato no fuera concedido.
Condena de futuro. La anticipación tiene como fin evitar que el actor se vea privado del bien por más tiempo que el
establecido en el contrato, frente a un demandado hostil y sin causa. Es decir, el objeto del proceso es obtener una
declaración de certeza respecto del cumplimiento de una prestación futura y cierta, para hacerla valer al momento
en que la obligación sea exigible. En consecuencia, lo anticipado es la interposición de la demanda y no la restitución
del bien, la que se efectuará después de la conclusión del plazo.
El convenio de desocupación es una institución nacida en torno al contrato de locación, por el cual el locador se
asegura la restitución del bien locado en la forma acordada y se evita la tramitación de un desalojo, caso parecido a
lo que ocurre con la “condena a futuro” del artículo 677 CPCCN.
En caso de mediar allanamiento y dictándose sentencia antes del vencimiento del plazo contractual, debe diferirse la
imposición de costas hasta que opere el vencimiento. Llegado el momento, las costas habrán de imponerse en
función de lo acontecido. Serán a cargo del demandado cuando no haya cumplido con la devolución en tiempo
propio y serán a cargo del actor cuando aquel sume al oportuno allanamiento la desocupación y entrega del bien
arrendado en la forma convenida. La devolución del bien arrendado, vencido el plazo de arriendo, es una obligación
del locatario, que requiere la colaboración del locador, que debe tomar razón de la cosa y recibir nuevamente su
tenencia.
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Entonces, si producido el vencimiento el accionado cumple con la obligación de desocupar el bien, las costas serán
impuestas al actor.
Pero cuando el plazo venciere en el transcurso del juicio – esto es, antes de la sentencia – si el demandado no
restituye el inmueble, la ejecución por las costas no sufre dilaciones, aplicándose la doctrina de la consolidación del
derecho.
Si el inquilino reconoce el derecho del locador en su demanda anticipada y entrega el bien en tiempo propio, es este
último quien debe cargar con las costas.
El CPCCBA, al tratar el juicio de desalojo, no contiene disposiciones específicas sobre costas, salvo el supuesto de
condena a futuro.
En la condena a la prestación futura, la declaración de certeza contempla también la ejecución futura y tiene, por
consiguiente, dos funciones: hacer cierto el derecho y formal la convicción de los órganos del Estado sobre la ulterior
actualidad del derecho. No obstante, la decisión produce, en esta clase de pronunciamientos judiciales, efectos de
cosa juzgada y no meramente provisional.
RECONVENCIÓN. Si bien se aplican al proceso de desalojo las reglas del juicio sumario, el carácter especial de su
objeto – verificar si existe o no la obligación de restituir entre las partes – se desaconseja la acumulación de
pretensiones, resolviéndose la improcedencia de la reconvención en la mayoría de los casos.
Sin embargo, parte de la jurisprudencia admite la reconvención en determinados supuestos específicos y bajo ciertas
condiciones.

INTERDICTOS. EN REALIDAD SON, AHORA, ACCIONES POSESORIAS.


Concepto de interdicto. Conforme a la primera parte del artículo 2238 CCCN, “las acciones posesorias según haya
turbación o desapoderamiento, tienen por finalidad mantener o recuperar el objeto sobre el que se tiene una relación
de poder. Se otorgan ante actos materiales, producidos o de inminente producción, ejecutados con intención de
tomar la posesión, contra la voluntad del poseedor o tenedor.”
Luego, define la turbación en la posesión, lo que habilita el mantener en la misma y, a este respecto, la norma
expresa que “hay turbación cuando de los actos no resulta una exclusión absoluta del poseedor o del tenedor.”
Se define también lo que antes se denominaba desposesión de la siguiente manera: “Hay desapoderamiento cuando
los actos tienen el efecto de excluir absolutamente al poseedor o al tenedor.”
Según la ley no interesa que el aparente desposeedor indique que esa no es su pretensión, pues la acción es
posesoria si los hechos causan – por su naturaleza – el desapoderamiento o la turbación de la posesión, aunque el
demandado pretenda que no impugna la posesión del actor.
En cuanto a los actos que no tengan por objeto desposeer – según el artículo 2238 – deben considerarse a los fines
de una reparación. “Los actos ejecutados sin intención de hacerse poseedor no deben ser juzgados como acción
posesoria sino como acción de daños.”
Por lo tanto, consideramos que, cuando alguien inicie un interdicto, el juez lo califique como acción posesoria y le de
el mismo trámite de los interdictos. Los interdictos no son más que la reglamentación de las acciones posesorias
contempladas en la ley sustancial, es decir, el Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.
Objeto. La finalidad es la protección de la posesión actual (situación de hecho). El artículo regula cuatro interdictos,
de los cuales son verdaderamente interdictos el de retener la posesión (para evitar la desposesión o el despojo) y el
de recobrar la posesión, cuando esta se ha perdido. El interdicto de adquirir no es más que una forma de conseguir
la posesión, cuando hay título y nadie detenta otra posesión. El interdicto de obra nueva es para evitar los daños que
se derivan de una obra iniciada.

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El interdicto comporta un remedio esencialmente policial, urgente y sumario, relativo a situaciones de hecho,
impropio para discernir el derecho basado en relaciones contractuales, pues está puntualmente destinado a la
protección – con o sin derecho – confiriéndose para prevenir la violencia y la clandestinidad.
Las acciones posesorias y los interdictos tienen por fin evitar la violencia, no solo referida a la que comete el que
ataca la posesión, sino también el que la defiende.
Trámite (con especial relación a la provincia de Buenos Aires). Los interdictos, que son la reglamentación de las
acciones posesoria, tramitan por vía sumarísima. En el proceso sumarísimo los plazos son de dos días (no de tres
como en Nación) y, como excepción, los únicos plazos de cinco días son el otorgado para contestar la demanda y el
de prueba que fijará el juez. Es así que el plazo para apelar la sentencia definitiva es de dos días y, concedida la
apelación (en relación) debe fundarse a los dos días de haber sido notificada la concesión del recurso. El plazo para
contestar agravios es de dos días y empieza a correr a partir de que es notificada por ministerio de la ley la
providencia que ordena el traslado.
No hay reconvención ni excepciones previas y los recursos se encuentran limitados. No hay tampoco recusación sin
causa.
Competencia. En cuanto a la competencia, está dada a los jueces de primera instancia en los civil y comercial del
lugar donde estuviese situada la cosa.
Conclusiones. El denominador común de los interdictos – y, en especial, el de recobrar – constituye una disposición
de orden público tendiente a prevenir la violencia y el atentado de hacerse justicia por sí mismo, resultando así
ajeno al mismo la dilucidación de las relaciones de derecho que puedan vincularse a las partes; cuestiones que
deben ventilarse ante el juez competente y en la forma que corresponda.
Y evitar la justicia por mano propia, y con ello procurar la paz social, es el fin del Derecho, que se hace patente en los
interdictos.
I. ACCIÓN POSESORIA DE ADQUIRIR (INTERDICTO).
Interdicto o acción posesoria típica. Estamos en presencia de un interdicto atípico. Aquí, el titular de la pretensión
(legitimado activo) no ha tenido nunca en su posesión la cosa por lo que reclama. De allí que recurra a la justicia para
que se la entreguen y así – luego de la intervención judicial – constituirse en poseedor del bien objeto del reclamo. El
interdicto de adquirir tiene por fin suplir la voluntad y acción del causante que, por cualquier modo hubiere
transmitido el título de propiedad del bien y no pudiere o no quisiere hacer la tradición del mismo que complete la
adquisición del dominio por parte de su sucesor.
Título suficiente. A los efectos de que proceda este interdicto se requiere título suficiente. Entendiéndose por tal
aquel acto jurídico revestido de todas las condiciones de fondo y forma exigidas por la ley y que sea apto o idóneo
para servir de fundamento o base a la transmisión del dominio. Al respecto, el artículo 2239 CCCN establece que:
“Un título válido no da la posesión o tenencia misma, sino un derecho a requerir el poder sobre la cosa. El que no
tiene sino un derecho a la posesión o a la tenencia no puede tomarla; debe demandarla por las vías legales.”
A su vez, se requiere que nadie tenga título de dueño o de usufructuario o posea los bienes que constituyen el
objeto del interdicto, ya que de ser así, la cuestión debería sustanciarse conforme las reglas del juicio ordinario.
Reunidas las condiciones que estipula el artículo, la demanda se dirigirá contra aquel que ejerciere la tenencia de los
bienes y se sustanciará por el trámite del juicio sumario.
Procedimiento. Es requisito esencial la cautelosa examinación del título a la vista de los informes de condiciones de
dominio y gravámenes del bien. Previo traslado a la demanda para que conteste.
Llegado el caso en que las presentaciones del demandante se encontraren acreditadas y no así la oposición prestada
por el demandado, el juez le otorgará al primero la posesión del bien.

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Alcance de la sentencia. Queda abierta la vía del ejercicio de las acciones reales a las que refiere el artículo 614. Esto
es así debido a que, si bien el juez puede otorgar la posesión, lo hace “sin perjuicio de mejor derecho”. No significa
declaración de certeza oponible a terceros con mejor derecho.
Medida cautelar. Anotación de litis. A los efectos de la aplicación de esta medida cautelar, es requisito que el
derecho alegado sea verosímil.
En este caso, tiene una función puramente de publicidad, ya que mediante la presente medida da la posibilidad de
tomar conocimiento de la existencia de un juicio, impidiendo, de este modo, que eventualmente un tercero alegue
ser adquiriente a titulo oneroso de buena fe.
Prohibición de innovar. Procede la prohibición de innovar para asegurar la igualdad de las partes ante la contienda
judicial ya que, pendiente un proceso, no debe cambiar el estado material de la cosa litigiosa.
II. ACCIÓN, REGLAMENTADA POR EL INTERDICTO DE RETENER.
Objeto y procedencia. El artículo 2242 CCCN establece que: “Corresponde la acción de mantener la tenencia o la
posesión a todo tenedor o poseedor sobre una cosa o una universalidad de hecho, aunque sea vicioso, contra quien lo
turba en todo o en parte del objeto.
Esta acción comprende la turbación producida por la amenaza fundada de sufrir un desapoderamiento y los actos
que anuncian la inminente realización de una obra. La sentencia que hace lugar a la demanda debe ordenar el cese
de la turbación y adoptar las medidas pertinentes para impedir que vuelva a producirse; tiene efecto de cosa juzgada
material en todo cuanto se refiere a la posesión o a la tenencia.”
El objeto del interdicto de retener, reglamentación de la acción posesoria, no es ni más ni menos que la protección
por parte de la justicia de quien esté siendo perturbado en su posesión actual. La ley ampara no sólo al poseedor
sino también al tenedor de una cosa mueble o inmueble.
Para que opere este interdicto es requisito que aquel que tuviese la legitimación debe ser amenazado de turbación
mediante actos materiales contra su voluntad, siempre y cuando tales actos no configuren despojo. Si configurasen
despojo, ya no estaríamos frente a un interdicto de retener sino frente a uno de recobrar.
Tampoco será procedente si existiese sentencia de desalojo ejecutoria (con autoridad de cosa juzgada) pues las
ordenes de autoridades judiciales no importan, como norma de principio, actos de turbación de la posesión. En
consecuencia, la promoción de un interdicto de retener no puede impedir el cumplimiento de una sentencia de
desalojo regularmente dictada y que causa ejecutoria.
Efectos de la sentencia. La sentencia condenará al accionado a cesar en los actos turbatorios o que no concrete la
amenaza de inminente turbación y, en su caso, reponer las cosas al estado originario (por ejemplo, si el acto
turbatorio consiste en destrucción de alambrados o cercos).
Legitimados pasivos y trámite, es susceptible de ser demandado aquel que turbare en la posesión o tenencia, sus
sucesores y copartícipes. A su vez, queda incluido el copropietario que turbe de algún modo a sus condóminos.
Trámite. Tramitará conforme a las disposiciones del proceso sumarísimo.
Prueba. En esta clase de interdictos son admisibles todos los medios de prueba, pero los mismos solo deben
limitarse a acreditar el hecho de la posesión o la tenencia, la verdad de los actos de perturbación por parte del
demandado y el momento en el que los mismos se produjeran. Asimismo, el emplazado deberá demostrar la
falsedad de dichos actos.
El artículo 2243 CCN dispone que: “Si es dudoso quién ejerce la relación de poder al tiempo de la lesión, se considera
que la tiene quien acredita estar en contacto con la cosa en la fecha, más próxima a la lesión. Si esta prueba no se
produce, se juzga que es poseedor o tenedor el que prueba una relación de poder más antigua.”

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Basta que el poseedor o el simple tenedor de un bien mueble o inmueble se encuentre amenazado o perturbado,
por actos materiales, en la posesión o tenencia del mismo, para que prospere el interdicto de retener. En tal caso, la
prueba solo puede versar sobre el hecho de la posesión o tenencia invocada, así como respecto de la verificación de
los actos de perturbación atribuidos al demandado.
Medidas precautorias. Para la medida de no innovar la perturbación debe ser inminente y, si se tratare de amenaza
de turbación, tenderá a hacerla cesar a los efectos de que dichos actos turbatorios no se concreten. Si la turbación se
hubiese producido entonces el fin de la medida será procurar que no se reitere.
III. ACCIÓN DE DESPOJO (RECUPERAR LA POSESIÓN O TENENCIA).
Concepto, objeto y procedencia. Tratado en el CCCN como acción de despojo, la acción o interdicto de recobrar la
posesión tiene como finalidad restaurar la misma en cabeza de quien la tenía.
El interdicto de recobrar es un remedio policial, urgente y sumario, dado a favor del que se encuentra (encontraba)
en la posesión o simple tenencia del bien contra quien la turba con violencia o clandestinidad. Para la procedencia de
este interdicto se requiere haber acreditado la posesión actual o tenencia de un inmueble, y el despojo total o
parcial, con violencia o clandestinidad. Están legitimados para interponer el interdicto de recobrar no sólo los
poseedores, de cualquier naturaleza, sino también a los tenedores, sin distinciones. En los interdictos no se admite la
discusión de quien tiene mejor derecho, pues basta que quien detenta materialmente la cosa resulte desplazado de
ella contra su voluntad y por medios ilegítimos, para que tenga derecho a ser restituido de esa detentación
quedando las cuestiones relativas a los derechos que pudieran asistir a las partes diferidas para ser dilucidadas en un
juicio de conocimiento.
Este interdicto se trata de una disposición de orden público que tiene por fin prevenir la violencia y la justicia por
mano propia. El interdicto de recobrar constituye más que una acción posesoria propiamente dicha o una acción real
fundada en una presunción de propiedad, una disposición de orden público tendiente a prevenir la violencia y el
atentado de hacerse justicia por sí mismo, resultando así ajeno al mismo la dilucidación de las relaciones de derecho
que puedan vincular a las partes. El interdicto de recobrar o de despojo tiene como propósito ofrecer tutela
jurisdiccional de la posesión o tenencia de los inmuebles, y su fin evitar que el agraviado intente el indeseable
camino de hacer justicia por mano propia. Por ello interesa solo el hecho de la posesión del inmueble, con o sin
derecho, por el actor; el despojo total o parcial del mismo, con violencia o clandestinidad, por parte del accionado; a
fin de retrotraer las cosas por vía pacífica al estado anterior a la desposesión.
Requisitos de legitimación. Con respecto a la legitimación activa, está legitimado quien hubiera tenido, de manera
efectiva, tanto la tenencia como la posesión, o que la misma hubiese sido tenida por el causante al que fuera a
suceder en un juicio sucesorio.
Requisitos: violencia y clandestinidad. El artículo 1911 CCCN crea una presunción legal, juris tantum, del carácter de
poseedor. Indica que: “Se presume, a menos que exista prueba en contrario, que es poseedor quien ejerce un poder
de hecho sobre una cosa. Quien utiliza una cosa en virtud de una relación de dependencia, servicio, hospedaje u
hospitalidad, se llama, en este Código, servidor de la posesión.”
Asimismo, debemos encontrarnos frente a un despojo total o parcial del bien, con violencia o clandestinidad. Debe
haber despojo, ya que sino la figura aplicable sería la del interdicto de retener. La posesión es clandestina cuando los
actos por los cuales se tomó o se continuó fueron ocultos, o se tomó en ausencia del poseedor, o con precauciones
para sustraerla al conocimiento de los que tenían derecho de oponerse; y la posesión será violenta cuando fuera
adquirida o tenida por vías de hecho, acompañadas de violencias materiales o morales, o por amenazas de fuerza,
sea por el mismo que causa la violencia, sea por sus agentes.
En resumidas cuentas, para que se configure este interdicto debemos encontrarnos frente a una persona que
detentare materialmente una cosa y fuera despojada de ella de manera arbitraria o ilegítima, es decir, contra su
voluntad mediando actos ocultos u hechos violentos.
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Sujeto pasivo y trámite. Se trata del autor del despojo total o parcial, sus sucesores universales o particulares de
mala fe, copartícipes (coautores o cómplices) o beneficiarios del despojo.
Prueba. La prueba del actor en el interdicto de recobrar se circunscribe a la comprobación de dos extremos: (i) la
posesión o tenencia actual del inmueble por parte de quien invocó el interdicto; y (ii) que hubiere sido excluido por
el emplazado con clandestinidad o violencia.
Tutela anticipada. Si el derecho del accionante resulta verosímil y la falta de restitución pudiera generar perjuicios,
bajo caución, se podrá ordenar el reintegro en la posesión.
Estamos en presencia de una verdadera tutela anticipada, ya que la misma ostenta aquello que se procura por el
resultado final del trámite de la acción que se intenta. O sea, se anticipa la pretensión de fondo con la sola petición
de la medida cautelar y la prueba de sus extremos en forma rigurosa.
- Requisitos para la procedencia de la medida. Carácter restrictivo y excepcional. Es requisito necesario para
su procedencia que el perjuicio surja claramente. En efecto, el perjuicio no sólo debe ser grave, sino actual o
inminente, no evitable sino mediante la referida medida cautelar. La medida es susceptible de decretarse en
cualquier etapa del proceso y aun antes de su iniciación.
Atento a que a través de la cautelar el anticipo de garantía jurisdiccional es especialmente energético, la
misma debe ser acordada con carácter restrictivo y en forma excepcional.
Modificación de la acción de retener en la de recobrar. En un primer estadio, habilita la modificación del objeto del
interdicto de retener y su prosecución como interdicto de recobrar cuando, por causas sobrevinientes a la
interposición de la demanda, se hubiere efectivizado el despojo.
La conversión está prevista en el artículo 2244 CCCN: “Si durante el curso del proceso se produce una lesión mayor
que la que determina la promoción de la acción, el afectado puede solicitar su conversión en la que corresponde a la
lesión mayor, sin que se retrotraiga el procedimiento, excepto violación del derecho de defensa en juicio.”
La sentencia. La sentencia dictada por el magistrado puede tener una de dos soluciones. Una primera en la cual hace
lugar a la demanda y ordena, consecuentemente, la restitución de la posesión o la tenencia del bien despojado. Y la
segunda, estableciendo condena en pago por indemnización de daños y perjuicios para el caso en que la restitución
fuese de imposible cumplimiento.
Efectos de la sentencia. Las decisiones recaídas en interdictos de recobrar no revisten carácter de definitivas.
IV. INTERDICTO DE OBRA NUEVA.
Concepto. Objeto. Naturaleza jurídica. Procedencia. El interdicto de obra nueva es un remedio policial y urgente, de
naturaleza cautelar, tendiente a evitar el daño que pudiera derivar del comienzo de una obra en inmueble ajeno o en
el mismo del afectado.
El artículo 2242 CCCN, en su parte pertinente, establece en relación a la turbación de la posesión por obra nueva
que: “Esta acción comprende la turbación producida por la amenaza fundada de sufrir un desapoderamiento y los
actos que anuncian la inminente realización de una obra.”
A los efectos de que proceda este interdicto se debe acreditar en autos el hecho de la posesión o la tenencia y la
existencia de una obra que se haya comenzado a ejecutar y que dicha ejecución produzca un menoscabo o una
afectación en los derechos del demandante.
Su finalidad será hacer que se suspenda la obra durante el juicio y que a su finalización se ordene deshacer lo hecho.
El interdicto podrá promoverse cuando hubiere comenzado una obra que afecte el inmueble; no obstante se destaca
que basta la amenaza de una turbación futura.
En cambio, resulta improcedente si la obra está terminada o próxima a finalizar, donde fueran pertinentes las
acciones contra la desposesión y la turbación.

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La naturaleza jurídica del interdicto de obra nueva es el de construir, eventualmente, una condena de no hacer.
Sujeto pasivo y trámite. La acción se dirigirá contra el dueño de la obra y, si fuere desconocido, contra el director o
encargado de ella. En cuanto al trámite del interdicto, se regirá conforme las reglas correspondientes al proceso
sumario.
Caso de medianería. El presente interdicto no procede contra quien hubiere hecho uso de la pared medianera.
Sentencia. Admitida la demanda en la sentencia, se podrá suspender definitivamente la obra (cuando se está en
presencia de una amenaza de turbación o despojo) o destruir lo hecho y ordenar la restitución de las cosas al estado
anterior (cuando tanto la turbación como el despojo se hubieren perpetrado).
A diferencia del resto de los interdictos, el interdicto de obra nueva hace cosa juzgada material. En caso de ser
impugnada la sentencia, el recurso se concederá en relación y con efecto devolutivo.
LA CADUCIDAD DE LAS ACCIONES POSESORIAS.
Plazo de prescripción de las acciones posesorias. Conforme al artículo 2564, inciso b, CCCN, las acciones posesorias
prescriben al año. La caducidad operará transcurrido un año de los hechos en que se fundaren los interdictos de
retener, recobrar y obra nueva.
No debe confundirse caducidad y prescripción, pues la caducidad opera de pleno derecho y puede impetrarse de
oficio. Si bien el plazo de prescripción es de un año, la caducidad es también anual pero opera ministerio legis y
puede declararse de oficio.
La prescripción liberatoria es un instituto que afecta a las acciones, mientras que la caducidad, en este caso, se
refiere a un interdicto (esto es, un remedio procesal). En ambos casos el ordenamiento establece un año el término
para poner en marcha el aparato jurisdiccional. Como sostiene la jurisprudencia, el término establecido por el
artículo 615 CPCCN para la deducción de la acción es un término de caducidad y no de prescripción; la naturaleza
propia de los interdictos así lo indica, ya que es un mero remedio procesal que apunta a prevenir una situación
fáctica alterada con prescindencia del derecho sustancial que asista a las partes involucradas.
Plazo anual. Excepción. La caducidad corre, en principio, a partir del momento en que se produjeron los hechos en
que se funda el interdicto, salvo cuando quien lo promueve ha tenido conocimiento de los mismos recién en un
momento posterior, cuestión circunstancial sometida a decisión de los jueces de grado de cada caso ocurrente.
Si de las probanzas del caso se pudiera arribar a la conclusión de que la turbación o despojo que hubiere dado lugar
a la interposición de alguno de los interdictos previstos, no hubiese sido conocido sino hasta después de comenzadas
dichas acciones, se prevé que el plazo comience a correr recién a partir del conocimiento del hecho.
El año corre no solo desde que ocurrieron los hechos, sino desde que el perjudicado puede exigir el planteamiento
de una acción fundada en un hecho que se desconoce. Al ser un plazo de caducidad la puede dictar de oficio el
juzgador.
Plazo y conocimiento de la turbación. Si el perjudicado tuvo conocimiento de la desposesión, el término de
caducidad comienza a partir de la fecha en que tuvo conocimiento del hecho.
Declaración de oficio de la caducidad. Si transcurrió el plazo de un año cabe desestimar el interdicto, lo cual puede y
debe ser declarado de oficio por el juez, por tratarse de un plazo de caducidad. Ello, sin perjuicio de que se puedan
ejercitar las acciones posesorias o petitorias que fueran procedentes.
ALCANCES DE LA SENTENCIA. La sentencia dictada en los interdictos no impide el ejercicio de las acciones reales por
carecer de los efectos que corresponden a la cosa juzgada material. Si bien las partes no pueden volver a tratar
cuestiones de tenencia o posesión (ya que, en estos casos, la sentencia hace efecto de cosa juzgada sobre el hecho y
el derecho de la posesión), si se encuentra habilitada, en la medida que les asista el derecho, la apertura de la vía de
la acción real.

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La cosa juzgada es formal cuando la posesión o tenencia no puede ser discutida en el mismo pleito, pero puede
iniciarse otro juicio, entre las mismas partes, por el mismo objeto (restitución), aunque con causa distinta (con
sustento en el derecho real y no en la posesión).

DENUNCIA DE DAÑO TEMIDO.


Objeto. Se trata de una acción que pretende evitar un daño que, si bien aun no se hubiere producido, existe un
peligo grave e inminente de que así sea. Lo que se pretende es remover ese peligro de que se produzcan daños en
los bienes del denunciante, ya sea a través de reparaciones, demoliciones, poda de árboles, etcétera. Quien tema la
producción del daño, se encuentra facultado para solicitar al juez las medidas de seguridad adecuadas.
La falta de conservación en debido estado de los edificios importa una negligencia que puede dar lugar a las
responsabilidades por los daños que se ocasionen a los vecinos, conforme con las reglas que rigen los hechos ilícitos
pero, además, el artículo 2499 in fine CCCN faculta la adopción de medidas cautelares ante el daño temido.
Naturaleza jurídica. Se entiende que reviste un carácter cautelar ya que la denuncia del daño temido no es de índole
posesoria. A diferencia de los interdictos y acciones posesorias, la causa de la denuncia no está dada por la turbación
o amenaza de turbación de la posesión o tenencia; es decir, no supone la actividad del hombre, con intención de
poseer la cosa poseída por otros; se trata de remover el peligro de que se produzcan daños en ciertos bienes del
denunciante.
Autoridad administrativa. No debe mediar anterior intervención de autoridad administrativa. La intervención
simultánea o ulterior determinará la clausura del procedimiento y el archivo del expediente.
Legitimación. La legitimación activa es amplia ya que puede articularlo todo aquel que se viera amenazado en sus
bienes, sea poseedor o tenedor. A su vez, se puede incoar contra cualquier persona que tuviere la cosa riesgosa bajo
su poder.
Inapelabilidad. En virtud de las especificaciones propias del juicio sumarísimo, toda resolución que se dictare en el
transcurso del proceso, será inapelable.
Sanciones conminatorias. Se admite la posibilidad de aplicación de sanciones conminatorias para el caso en que el
obligado no modifique la conducta atacada o arregle la cosa dañosa.

EL PROCESO ARBITRAL. La solución de los conflictos no es resorte exclusivo del poder jurisdiccional cuando las
partes – en materias en las que no esté interesado el orden público – sujetan sus diferencias a otros medios
alternativos de resolver sus diferencias. Uno de estos medios alternativos es solucionarlas mediante árbitros.
Constituye una excepción a la hetero – composición de la litis.
Los árbitros pueden ser de derecho (como si fueran jueces que es de lo que se trata este título); también pueden ser
amigables componedores – que resuelven según equidad sin tener que ajustarse a normas o fundamentos legales
(según su leal saber y entender) – y, por último, puede haber peritos árbitros, cuya pericia es decisoria (a diferencia
de los peritos comunes que se designan en el periodo probatorio o como anticipo de prueba).
Clasificación del arbitraje.
Voluntario Las partes acuerdan someter la disputa mediante un compromiso arbitral.
Por su origen
Forzoso Deviene de una obligación anterior, ya sea legal, convencional o judicial.
El ordenamiento positivo dispone del arbitraje para la solución de una
Legal
Por la fuerte controversia.
Convencional Cuando las partes pueden exigirlo en virtud de un convenio anterior.

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Judicial Cuando el juez dispone de este medio para dirimir una controversia.
Se designan árbitros iuris quienes se caracterizan por seguir el proceso
De derecho
arbitral conforme las normas del código procesal.
Es el de amigables componedores. El proceso es libre, el tribunal no está
Por su procedimiento De equidad sujeto a reglas procesales. Debe respetar el principio de defensa en juicio y
el de bilateralidad.
El tribunal está compuesto por peritos, o sea, expertos en alguna ciencia,
Científico
arte, industria o actividad técnica especializada.
Nacionales
Por la nacionalidad
Extranjeros
Son árbitros originarios los designados por las partes que se someten al
Originarios
Por la asignación procedimiento arbitral.
Derivados Son árbitros derivados aquellos designados por el tribunal.

Objeto. Si las partes en el contrato, o en acto posterior al mismo, establecen una cláusula compromisoria por la cual
supeditan la resolución de las diferencias que sugieren en la ejecución de aquel al procedimiento arbitral.
En tal sentido, uno de los efectos propios de la cláusula compromisoria es el derecho de oponer la excepción de
incompetencia, cuando se pretende ventilar la cuestión ante los jueces ordinarios.
En principio toda cuestión entre partes – salvo la que no es susceptible de transacción – puede ser sometida a la
decisión de árbitros, por lo que no cabe hacer distingos entre cuestiones de hecho y de derecho.
No pueden someterse a arbitraje aquellas cuestiones que no pueden ser objeto de transacción.
Oportunidad del sometimiento a árbitros. Puede ser antes o después de iniciado el juicio y aun pueden someterse a
árbitros cuestiones en la etapa de ejecución o sentencia.
El sometimiento a árbitros debe interpretarse restrictivamente. La competencia arbitral es de excepción, pues
importa sustraer a los órganos jurisdiccionales del conocimiento de la causa, la que pasa a ser decidida por jueces
privados. La competencia arbitral es de excepción, y en las cláusulas contractuales que someten los conflictos
sociales a esta última debe interpretarse restrictivamente. Por lo tanto, el sometimiento de cuestiones litigiosas –
actuales o posibles en el futuro – a jueces privados (árbitros iuris de derecho o amigables componedores) implica un
desplazamiento parcial de la competencia (si fuera total estaríamos frente a un desplazamiento de la jurisdicción).
Renuncia al arbitraje. La jurisdicción arbitral no resulta ser obligatoria para los co – contratantes, pudiendo ser
renunciada por las partes al someterse a los jueces ordinarios.
El hecho de que el actor haya promovido formalmente demanda ante los estrados judiciales y dado que los co –
accionados no han planteado excepción de incompetencia ni reconvención por constitución de tribunal arbitral,
corresponde concluir que los derechos controvertidos de los litigantes deben dilucidarse en esta vía debido a que
cabe presumir la renuncia tácita al fuero arbitral.
Supuesto de demanda por la vía jurisdiccional, cuando existe una cláusula compromisoria. Excepción de
incompetencia. Si una persona es demandada por la vía jurisdiccional y existe una cláusula compromisoria, puede
excepcionar por incompetencia. Barona Vilar entiende que el convenio de arbitraje (cláusula compromisoria)
contiene efectos positivos y negativos, siendo (a) el efecto positivo consiste en obligar a las partes a cumplir con lo
estipulado: su sometimiento a los árbitros y, por tanto, la posibilidad de que cualquiera de ellas inicie el arbitraje; y
(b) el efecto negativo consiste en impedir a los tribunales conocer de las controversias sometidas a arbitraje, de

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modo que, planteada la demanda ante estos, deberá la parte a quien interese invocar la sumisión a arbitraje
mediante declinatoria, dado que, si no lo hiciere, se entendería que renuncia tácitamente al arbitraje.
Renuncia al compromiso. Silencio ante la intimación efectuada. Las partes pueden renunciar al sometimiento de la
cuestión a árbitros. Pueden hacerlo tácitamente al contestar una demanda interpuesta en la vía jurisdiccional e,
incluso, guardar silencio ante una intimación efectuada, bajo apercibimiento de ocurrir a la vía judicial.
Ello por cuanto el arbitraje es una excepción a la resolución de los conflictos por el Estado y la interpretación de las
cláusulas que, se refieren al mismo, deben interpretarse restrictivamente.
La SCBA ha dicho que el silencio observado ante la intimación efectuada para someter el diferendo a árbitros – como
se había convenido – bajo apercibimiento de accionar judicialmente, importa una aceptación de esta última
alternativa, por lo que resulta improcedente la excepción de incompetencia.
Fuerza ejecutiva y eficacia de cosa juzgada. El arbitraje decide la controversia y, una vez firme el laudo, tiene
autoridad y eficacia de cosa juzgada y fuerza ejecutiva, la que se pedirá a través del órgano jurisdiccional. Los
árbitros necesitan de un medio a través del cual cumplir su función arbitral; función que finaliza con el laudo arbitral
al que (se) le otorga fuerza ejecutiva y eficacia de cosa juzgada.

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LECCIÓN 26

EL PROCESO LABORAL EN LA NACIÓN Y PROVINCIA DE BUENOS AIRES


JUICIOS SUMARIO Y SUMARÍSIMO (EN PROVINCIA)
AMPARO NACIÓN Y PROVINCIA
PROCESO LABORAL EN NACIÓN. LEYES 18.345 Y 24.635.
Procedimiento escrito. El proceso laboral de Nación es escrito, rápido y efectivo, rigiéndose por las normas previstas
en la ley 18.345 y sus modificaciones.
Conciliación laboral obligatoria. A diferencia de la Provincia de Buenos Aires, en Nación existe una instancia
obligatoria – previa a la demanda judicial y gratuita para el trabajador y sus derechohabientes – denominada
“conciliación obligatoria previa” que se realiza ante el SECLO (Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria)
dependiente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Están exceptuados del carácter obligatorio y previo de
esta instancia, por ejemplo, las acciones de amparo y medidas cautelares, diligencias preliminares y prueba
anticipada, acciones promovidas por menores, demandas contra el Estado o contra empleadores concursados o
quebrados.
No cabe confundir la actuación administrativa del SECLO con esta etapa de conciliación previa, puesto que también
el trabajador y su empleador pueden acudir espontáneamente a este organismo para obtener la homologación de
acuerdos laborales previa y voluntariamente celebrados.
El trámite conciliatorio llevado a cabo ante el SECLO no constituye una mera reclamación de carácter voluntario ante
la autoridad administrativa, sino la activación de otra instancia obligatoria establecida en la ley 24.635, la que
expresamente tiene previsto otro efecto que es, no ya la interrupción del plazo prescriptivo en los términos del
artículo 257 de la LCT, sino la suspensión del curso de la prescripción.
Con la certificación de incomparecencia de las partes o la constancia de que las mismas no arribaron a un acuerdo,
queda habilitada o expedita la vía judicial, constituyendo un requisito esencial a la hora de iniciar la demanda
judicial, el acompañamiento de este acta.
Demanda laboral. La demanda laboral se inicia ante el juzgado que resultó sorteado por la Cámara del Fuero.
Debe reunir los requisitos comunes a cualquier demanda, en cuanto a legitimación, objeto, hechos, derecho y
petición; con la salvedad de que no es necesario (o no constituye una carga procesal para el actor) ofrecer la prueba
de la que intente valerse o acompañar la documental, pudiendo hacerlo en la oportunidad prevista en el artículo 71
de la ley procesal del fuero.
En toda demanda laboral es necesario precisar las modalidades de la relación laboral: fecha de ingreso, categoría
laboral, convenio colectivo aplicable, jornada de trabajo, remuneración percibida y fecha de distracto; en caso de ser
un accidente o enfermedad laboral, denunciar además fecha del mismo, edad del actor, fecha de toma de
conocimiento de la enfermedad y grado de incapacidad.
La demanda debe ceñirse a la posibilidad de probar el contrato de trabajo y las modalidades del mismo a fin de
reclamar las indemnizaciones pertinentes.
Competencia. La competencia de la Justicia Nacional del Trabajo es improrrogable, incluso la territorial.
Quedan excluidos de la competencia de la Justicia Nacional del Trabajo los conflictos que se deriven de las relaciones
de trabajo regladas por la ley 26.844 (Régimen especial de contrato de trabajo para el personal de casas particulares)
que se hubieren desenvuelto en el ámbito de la Capital Federal, los que serán resueltos por un organismo
administrativo (Tribunal de trabajo para el personal de casas particulares), dependiente del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social de la Nación.

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El trabajador, a su elección, puede interponer la demanda ante el juez del lugar de trabajo, el del lugar de
celebración del contrato, o el del domicilio del demandado.
Traslado y responde. Presentada la demanda se dará traslado de la acción a la contraria por 10 días. El demandado,
en ese término, tiene la obligación de contestar la demanda, ofrecer prueba y oponer las excepciones que tuviere. La
contestación de la demanda se formulará por escrito y se ajustará a lo dispuesto en el artículo 65 de esta ley y al
artículo 356 del CPCCN.
El accionado tiene las cargas específicas de reconocer o negar hechos, reconocer o negar la autenticidad de la
documental a el atribuible, y reconocer o negar el envío o recepción de las piezas postales agregadas, que son de
importancia extrema en materia laboral. El incumplimiento de estas dos últimas cargas determinará que se tengan
por reconocidos o recibidos tales documentos.
Ofrecimiento de prueba. Del responde y su documentación se dará traslado al actor, quien dentro del tercer día de
notificado ofrecerá la prueba (si es que no lo hizo al iniciar la demanda) y reconocerá o desconocerá la autenticidad
de la documentación aportada por la demandada.
Trabada la litis y resueltas las excepciones previas – si las hubiere – se proveerá el ofrecimiento de prueba,
señalándose audiencias de producción de la prueba oral, previo intento del juez por obtener un acuerdo
conciliatorio de las partes.
Las excepciones son mínimas, generalmente procesales, como la incompetencia, la falta de personería de las partes
o sus representantes, la litispendencia, la cosa juzgada, la transacción y la prescripción. el actor tendrá que
contestarlas dentro del plazo de tres días de notificado el traslado.
Sentencia y recursos. Las apelaciones son, en general, diferidas. Producida la totalidad de las pruebas se dicta
sentencia, previo alegato facultativo, que es apelable dentro del sexto día de notificada, debiendo expresarse los
agravios dentro del mismo plazo en primera instancia. existe un recaudo de Inapelabilidad en razón del monto.
El expediente llega a la Cámara de Apelación solo para decidir, pudiendo excepcionalmente replantearse prueba. Las
demás resoluciones interlocutorias son apelables dentro del tercer día.
Existe doble instancia, la Cámara resuelve el recurso de apelación, pudiendo eventualmente impetrarse recurso
extraordinario federal ante la CSJN.
En la ejecución de la sentencia no hay características dignas de mencionar, salvo la circunstancias de que en esta
etapa el proceso pierde oficiosidad.
LOS TRIBUNALES DE TRABAJO EN LA PROVINCIA. Con un procedimiento en el que predomina la oralidad en la vista
de la causa, están regulados por la ley 11.653. Son tribunales de única instancia, sin alzada, y contra sus sentencias
definitivas solo se pueden interponer los recursos extraordinarios previstos por ante la Suprema Corte de Justicia de
la provincia. Los Tribunales de Trabajo estarán constituidos por tres jueces y ejercerán su jurisdicción en el territorio
de la provincia.
La integración por tres jueces es de orden público, por lo que no puede tomarse una vista de causa sin su presencia.
En la provincia los Tribunales de Trabajo tienen un procedimiento semi oral, pues existe una parte escrita y otra oral.
Se instrumentan los escritos constitutivos del proceso, es decir, demanda, contestación a la demanda (que puede
incluir el planteo de excepciones y hasta reconvención) y se produce en forma escrita la prueba pericial y de
informes, principalmente. Las posiciones, los testigos, los pedidos de explicaciones a los peritos se timan en forma
oral y pública ante los tres jueces del tribunal de trabajo).
Como la vista de causa es oral la sentencia, aunque es única, se divide en dos partes bien diferenciadas: (1) el
veredicto, en que los jueces se ponen de acuerdo sobre las cuestiones de hecho; y (2) la sentencia, donde, a los
hechos que han concretado en el veredicto, los subsumen en la norma general y abstracta.

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RECUSACIÓN Y EXCUSACIÓN. En los Tribunales de Trabajo no se puede recusar sin expresión de causa, todas las
recusaciones deben ser con expresión de causa.
NULIDAD. El impulso, en los Tribunales de Trabajo, es preponderantemente de oficio hasta el dictado de la
sentencia. En la etapa de ejecución es a pedido de parte.
La nulidad es una sanción por inobservancia de las formas y se aplican las normas del Código de procedimiento.
GRATUIDAD. EL TEMA DE LAS CARTAS PODER. El actor, por ser trabajador, goza del beneficio de gratuidad en el
trámite de los procesos. Sin embargo, el abogado de los actores no está exento de pagar el jus previsional ni el bono,
previo a la iniciación del pleito.
Esta gratuidad se refleja, no solo en el no pago de la tasa de justicia, anticipo de gastos y eventuales honorarios en
caso de la condena en costas, sino que los poderes son gratuitos, se firma un Acta o Carta Poder con intervención de
Secretario de Tribunal de Trabajo o asimilable. También puede certificar un Escribano.
La Carta Poder es un simple poder especial que sirve, únicamente, para el juicio en que se la confirió. Si se modifican
los demandados hay que otorgar una nueva.
LA LEY 11.653. APLICACIÓN SUPLETORIA DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL. La ley 11.653 no prevé todas
las situaciones; es una ley que solo trae las excepciones. Para todo lo demás se aplica supletoriamente el CPCCN.
LA PREPARACIÓN DE LA DEMANDA LABORAL. La sola presentación de la demanda produce efectos desde el punto
de vista substancial y procesal.
Desde el punto de vista procesal, la demanda fija – para el actor – la competencia del juez, le veda la posibilidad de
recusar con causa, abre la instancia o secuencia de actos que, normalmente, han de culminar con el dictado de la
sentencia de mérito.
Desde el punto de vista substancial, la demanda interrumpe la prescripción, aunque fuera nula por defecto de
formas o fuese presentada ante el juez incompetente. La prescripción, en materia laboral, es de dos años.
La labor de un abogado debe ser previa a una demanda, dada la importancia de la misma. Generalmente el abogado
laboralista se topa con trabajadores que no saben expresar, debidamente, para quien trabajaron, por ejemplo. Ellos
identifican a un encargado con su empleador, nada saben de tipos societarios ni de nombres de fantasía, etcétera.
REQUISITOS DE LA DEMANDA LABORAL. AGREGACIÓN DE LA DOCUMENTAL Y OFRECIMIENTO DE LA RESTANTE
PRUEBA. La demanda laboral tiene análogos requisitos intrínsecos que la demanda civil y comercial.
Existen dos variantes fundamentales, respecto de la demanda ordinaria civil, la primera es que se requieren los datos
personales de quien demanda (o es demandado), como nacionalidad, estado civil, edad, domicilio real, profesión u
oficio. Nada se dice del DNI aunque es conveniente indicarlo. La otra variante es que, como se tiene la estructura de
un proceso sumario resulta indispensable agregar la documental y ofrecer la restante prueba de la que intente
valerse. Caben los mismos recaudos que para una demanda civil, tanto de forma como de contenido.
Es imprescindible acompañar el bono del Colegio de Abogados y el jus provisional, pues la gratuidad en los
procedimientos no se refiere al letrado sino a la parte. Con relación al beneficio de pobreza, el jus provisional es una
carga del abogado y no de la parte que representa. De ahí que no pueda invocarse como causal de eximición el
“beneficio de pobreza” o de litigar sin gastos. Sin embargo, se ha eximido del depósito a los abogados de las
Municipalidades.
Por lo tanto, deben acompañarse el derecho fijo (bono) y el jus provisional por el abogado que inicia la demanda.
En cuanto a los requisitos de contenido, con las salvedades indicadas, nos remitimos al aspecto procesal civil. Sin
embargo, el inciso f del artículo 26 de la ley 11.653 menciona, además, la liquidación de la suma que correspondiere.
Debe agregarse una liquidación detallada y las pautas que se han tenido en consideración explicadas con claridad. Si
no indicamos de dónde surgen diferencias de categoría o de salarios, la demanda – a este respecto – va a rechazarse.

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Debe acompañarse o agregarse la prueba documental, en su caso indicar dónde está la misma para requerirla.
También debe ofrecerse toda la restante prueba. Si se requiere prueba confesional (absolución de posiciones) es
requisito indispensable para su admisión acompañar el pliego de posiciones. Si esto no se hace la prueba se
desestima. Sin embargo, el pliego puede ser abierto (es decir, a la vista en el texto de la demanda) o cerrado. Por lo
tanto, puede haber un simple pliego abierto una posición y la reserva de ampliarlo en la vista de la causa.
En cuanto a los medios de prueba, son los previstos en el CPCC y aun los no previstos, aunque estos últimos no son
muy usuales en materia laboral. Los medios de prueba tradicionales son la documental, confesional, testimonial,
pericial, informativa y reconocimiento judicial.
LA IMPORTANCIA DE PRECISAR LAS MODALIDADES DE LA RELACIÓN LABORAL EN LA DEMANDA. Resulta de
fundamental importancia precisar, en una demanda laboral, las modalidades de la relación entre el obrero y su
empleador. Por modalidad se entiende:
✓ Fecha de ingreso o alta del actor. “El actor ingresó a trabajar, bajo las ordenes y en relación de dependencia
del empleador, con fecha 8 de enero de 2002…”
✓ Categoría laboral o profesional del trabajador. Convenio bajo el cual se desempeña. “… con una categoría
laboral de vendedor, sujeto a las prescripciones del CCT Nº XXX…”
✓ Horario. “… con un horario de 6 a 18 horas, de lunes a sábados.”
✓ Remuneración. “…con una mejor remuneración mensual, normal y habitual de $2.000 a su egreso…”
✓ Fecha de cese, baja o despido. “El actor fue despedido con fecha 14 de diciembre de 2004.”
Si ha de reclamar diferencias debe establecer las remuneraciones percibidas mes a mes. También debe establecer el
salario devengado para diferenciarlo del efectivamente percibido y así peticionar las diferencias.
Es que, los escritos liminares – demanda y su contestación – son fundacionales del proceso, y cuando en los mismos
no se ha actuado con la requerida técnica procesal, omitiendo algún reclamo indemnizatorio, por ejemplo, no es
factible que se supla dicha omisión a través del ofrecimiento y producción de la prueba, pues ésta debe ceñirse a lo
efectivamente demandado.
Lo natural en un proceso laboral es el desconocimiento de la relación de trabajo. Mientras no se prueba la misma y
teniendo en cuenta que la carga de la prueba corresponde al actor por ser un hecho constitutivo afirmado por él, la
demanda debe ser rechazada. En razón de ello hay que requerir del cliente toda la prueba, hasta la más
insignificante.
LA POTESTAD SANEADORA DEL PRESIDENTE DEL TRIBUNAL. EVENTUALES RECURSOS. TRASLADO DE LA DEMANDA.
PLAZO. NOTIFICACIÓN.
El tema de la admisibilidad formal de las demandas. Debe distinguirse entre admisibilidad y procedencia de la
demanda. La admisibilidad importa el examen de los requisitos rituales y formales, es independiente de las razones
de fondo y debe ser evaluada por el juez al tiempo de la respectiva presentación. La procedencia hace a la
fundabilidad, determina quien tiene razón y debe ser examinada al tiempo de la sentencia.
El tribunal del trabajo tiene facultades plenas para sanear, vale decir previo a su traslado, intimar para que se
subsanen los defectos de la misma. Esta intimación la realiza el juez presidente por el plazo de tres días, bajo
apercibimiento de archivo de la causa.
Rechazo in limine de la demanda. Por aplicación del artículo 336 del CPCC, el Tribunal puede repeler in limine la
demanda. Más esta es una facultad excepcional, pues quien inicia la demanda tiene derecho a no tener razón.
No puede alegarse un nuevo hecho que importe una modificación de la relación procesal. No podrá alegarse un
nuevo hecho cuando ello importe una modificación de la relación procesal por alteración de alguno de sus
elementos – sujeto, causa y objeto – siendo que los actores no lo articularon oportunamente en su demanda.

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El tema de la competencia y de los sucesores. El artículo 27 también prevé que el Tribunal pueda requerir
aclaraciones, respecto de su competencia, y lo hará por vía de intimación en el plazo de tres días, bajo
apercibimiento de archivo o de inhibirse de oficio si entiende que la cuestión no es de su competencia.
Cuando se presenten sucesores, para iniciar el juicio o para continuarlo, deberán acompañar el certificado, partida o
libreta que acredite la defunción y, de igual manera, el parentesco. En su caso, deberá acompañarse la declaratoria
de herederos, la que podrá ser requerida por intimación. Aquí debe brindarse un plazo mayor, lo que dependerá de
las circunstancias.
Recursos. Contra las decisiones del Presidente del Tribunal o contra una interlocutoria del Tribunal procede el
recurso de reposición o revocatoria. Si se tratara del rechazo in limine de la demanda y se desestimará la
revocatoria, caben los recursos extraordinarios locales, pues la resolución del Tribunal del Trabajo resultaría ser
sentencia definitiva a los fines de los recursos extraordinarios locales.
Traslado del la demanda. Plazo. El traslado de la demanda se hace por el plazo de diez días. Ello con la ampliación en
razón de la distancia de 1 días por cada 200 kilómetros o fracción que no baje de 100.
El plazo se computa por días hábiles.
En su caso, se tendrá por incontestada la demanda o al demandado por rebelde.
Notificación. En este supuesto la notificación se realiza por cédula.
El principio general, en materia de notificaciones laborales, es que se realizan por ministerio de la ley y que el
litigante debe concurrir los días martes y viernes al tribunal para notificarse.
El sistema es similar al del CPCC. Si el día de notificación fuere feriado, el próximo día hábil será día de notificación. El
artículo 16 prevé, taxativamente, las notificaciones que deben hacerse por cédula.
ACTITUDES DEL DEMANDADO. REBELDÍA. ALCANCES.
Concepto. La rebeldía es una actitud negativa respecto de la jurisdicción. El demandado no se presenta.
El incompareciente no rebelde. Para que se declare la rebeldía se requieren cuatro requisitos: persona con domicilio
desconocido, debidamente citada, que no comparece a estar a derecho y que la rebeldía se decreta a pedido de
parte. Al rebelde se lo notifica, por cédula, la declaración de rebeldía y la sentencia.
Muchas veces sucede que el demandado, que buenamente consintió en recibir la primera cédula, tome la actitud de
esconder su cabeza y no reciba ninguna cédula más, paralizando prácticamente el trámite. Por eso, algunos actores,
para no tener que notificar la declaración de rebeldía y alcanzando con el incumplimiento de las demás cargas por
parte del accionado, continúan el expediente sin solicitar la declaración de rebeldía (incompareciente no rebelde).
En este caso se realizan dos notificaciones por cédula: la absolución de posiciones y la sentencia.
Ello porque el demandado no cumplió, al no presentarse, con la carga de constituir domicilio y, por lo tanto, se lo
notificará por ministerio de la ley.
Como en la primera parte del procedimiento laboral (hasta la sentencia), éste es impulsado de oficio.
Alcances de la rebeldía. El demandado tiene la carga procesal de presentarse y contestar la demanda. Mientras que
en el proceso laboral de la Nación esa carga es de una importancia tal que invierte la carga de la prueba. En la
provincia de Buenos Aires, la rebeldía es sólo una presunción, ya que su declaración debe ir acompañada de otras
probanzas que formen la convicción del tribunal de trabajo.
La declaración de rebeldía sólo crea una presunción a favor del actor de la veracidad de los hechos lícitos y
pertinentes que constan en la demanda, pero no tiene por sí el efecto de que la misma sea procedente.
OPOSICIÓN DE EXCEPCIONES. LIMITACIONES A LAS EXCEPCIONES.
Únicas excepciones admisibles. Las únicas excepciones admisibles somo previas son: (1) incompetencia; (2) falta de
capacidad de las partes o de personería en representantes; (3) litispendencia; (4) cosa juzgada. Si se opusiere la
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prescripción y pudiere resolverse como de puro derecho, así procederá. En caso contrario, la prueba se producirá
junto con la de las restantes cuestiones de fondo y se resolverá en la sentencia definitiva.
Esto no quiere decir que no puedan oponerse otras excepciones, que se consideran previas en el proceso civil y
comercial, lo que sucede es que serán consideradas como defensas de fondo. La idea de la ley procesal es acelerar el
procedimiento.
Las excepciones se oponen juntamente con la contestación a la demanda. Las excepciones se oponen juntamente
con la contestación a la demanda y son previas porque se resuelven antes de que se dicte la sentencia definitiva. Al
oponer las excepciones debe ofrecerse toda la prueba en relación a las mismas ya que forma un incidente con
apertura a prueba y resolución a su respecto.
Excepciones procesales o “dilatorias”. Las excepciones de incompetencia, falta de personería y litispendencia son las
que la antigua doctrina procesal denominaba “dilatorias”.
Modernamente, estas excepciones se denominan procesales pues hacen a los presupuestos del proceso, es decir, a
los elementos necesarios o esenciales para constituir una válida relación procesal.
Todas estas excepciones se dan dentro de una relación jurídica procesal y en ella sebe ser determinada la
competencia del juez, la capacidad de las partes o la inexistencia de otros juicios.
Incompetencia. La excepción de incompetencia se refiere al límite de la jurisdicción de los jueces del Tribunal del
Trabajo. Es una declinatoria el planteo de la incompetencia como excepción previa.
Falta de personería. La falta de personería por falta de capacidad civil para estar en juicio o falta de poder suficiente
para representar es otra excepción previa. Lo que se requiere, para una relación procesal correcta, es la capacidad
procesal de las partes que intervienen. Los mayores de 18 años son plenamente capaces para estar en proceso por
sus derechos laborales. Entre 14 y 18 años podrían estar en juicio con autorización del Ministerio Pupilar. La falta de
representación suficiente se refiere a los Representantes legales o necesarios y a los representantes convencionales.
Si, por ejemplo, comparece una persona que dice ser Presidente del Directorio de una SA debe acompañar copia –
certificada por escribano – de los estatutos y modificaciones, del acta de Asamblea que nombre el último directorio y
del Acta del directorio en que se distribuyen los cargos. Un padre que viene en representación de su hijo menor no
necesita acompañar la partida de nacimiento, certificado o libreta del registro civil, pero el Asesor de Incapaces
requerirá alguno de esos instrumentos. Quien no es abogado ni procurador no puede representar en juicio, es decir,
que hay que dar poder a un abogado, el que puede ser general, para todos los juicios, o especial, para uno en
particular. También puede presentarse como gestor procesal, pero a diferencia del CPCC hay un exiguo plazo de diez
días, contados desde la invocación de la gestión, para acreditar la representación o ratificar la gestión.
Litispendencia. La litispendencia importa la existencia de otro juicio pendiente, entre las mismas partes, por el
mismo objeto y la misma causa. A estos requisitos hay que añadir los conceptos modernos de continencia,
conexidad, accesoriedad y subsidiariedad. La existencia de dos causas similares abiertas importa la posibilidad de dos
sentencias, las que incluso pudieran ser contradictorias. Una excepción de esta índole es incluso invocable de oficio
por los jueces en cualquier estado del proceso hasta el momento del dictado de la sentencia.
Cuando una litis está cerrada no puede pretenderse la litispendencia.
En caso de haber conexidad, la litispendencia podría terminar en una acumulación de causas. En caso de ser
similares se archivará la última causa. Aquí se plica el principio de la prevención, donde primero se notificó la
demanda es donde se continuará el trámite o se acumularán las causas.
Siendo evidente la continencia de ambos procesos en la medida que una de las causas está contenida en la otra,
sirviéndole de antecedente y surgiendo también la vinculación entre el grado de incapacidad que se reclama en uno
y otro juicio, debe declararse la litispendencia por conexidad y disponerse la remisión de la causa iniciada en
segundo lugar para su prosecución y dictado de una única sentencia ante el órgano judicial que previno.

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Excepciones “perentorias”. Cosa juzgada y prescripción. Las otras dos excepciones son de las que se denominaban
perentorias, pues extinguen no solo el proceso sino la acción, como es el caso de la cosa juzgada y la prescripción.
La cosa juzgada es la indiscutibilidad de la esencia de la voluntad concreta de la ley, afirmativa en la sentencia, y que
se da cuando lo que es objeto de un nuevo juicio ya ha sido resuelto en uno anterior.
También es importante la cosa juzgada administrativa que se da cuando hay una conciliación laboral homologada en
sede administrativa sobre el mismo tema.
La prescripción puede oponerse como previa, siempre y cuando no existan circunstancias de hecho a considerar. Es
decir, si solo se trata de computar términos. En caso contrario (por ejemplo, cuando se tomó conocimiento de una
enfermedad), corresponde sea resuelta en el fondo, cuando se dicte la sentencia definitiva. Aunque el tratamiento
dentro de la sentencia debe ser previo. Sobre esta excepción nos remitimos al procedimiento civil y comercial.
Rechazo in limine. Apertura a prueba y resolución de excepciones. Innecesaridad del veredicto aunque se ponga
fin al litigio. Si la excepción que se plantea no es de las enumeradas cabe su desestimación, incluso su rechazo in
limine. En caso de ser enumerada se la substancia con un traslado por cinco días, el que puede ser contestada o no,
con ofrecimiento de prueba.
Si la excepción puede resolverse como de puro derecho o con las constancias del expediente no corresponde la
apertura a prueba.
Si debe producirse prueba, debe fijarse una audiencia dentro de los diez días. Recibida la prueba, la que será
recepcionada en forma oral, pasarán los autos para resolver la excepción o excepciones planteadas. No hay
exigencia constitucional alguna de que, para resolver la excepción, deba formularse un veredicto. Sin embargo, nos
parece que si se recibió prueba oral los jueces deben formular el veredicto para tener por acreditadas las cuestiones
de hecho.
En la sentencia interlocutoria – que, a nuestro juicio, debe realizarse en forma de voto individual – no hay prelación
acerca de resolver una excepción antes que otra.
No reviste carácter definitivo el pronunciamiento del Tribunal de Trabajo que hace lugar a la excepción de
litispendencia por conexidad y dispone la acumulación de las causas.
CONTESTACIÓN A LA DEMANDA. LA EVENTUALIDAD DE UNA RECONVENCIÓN. El demandado puede presentarse y
contestar la demanda, dentro del plazo de 10 días. Los requisitos extrínsecos e intrínsecos de la contestación son
similares a los de la demanda. Si se trata de una persona física la que responde debe indicar sus datos personales
(edad, nacionalidad, estado civil, profesión u ocupación) pues, en caso de no hacerlo – previa intimación por tres
días – puede perder el derecho a contestar la demanda. A nuestro juicio, esa sanción es muy grave y afecta la
defensa en juicio.
A su vez, el accionado debe reconocer o negar los hechos y reconocer o negar la documentación. También el envío
y/o recepción de los telegramas o cartas documentos acompañadas en la demanda.
El incumplimiento de estas cargas puede generar, en cuanto a los hechos, el que sean reconocidos en sentencia. En
cuanto a los documentos y/o cartas, el tribunal los tendrá por reconocidos y las cartas por enviadas o recibidas.
Debe el litigante acompañar la documental y ofrecer la restante prueba de la que intenta valerse y acompañar el
pliego abierto o cerrado.
En consecuencia, el demandado puede oponer excepciones y contestar la demanda dentro del mismo plazo.
También puede reconvenir. La reconvención es la demanda del demandado y es una forma de acumular acciones. Es
difícil que, en materia laboral, se produzcan reconvenciones.
De las excepciones previas opuestas se da traslado por cinco días. También se da traslado de la contestación de
demanda y documentación acompañada por cinco días. En este plazo el actor podrá ampliar su prueba,
exclusivamente, con relación a los nuevos hechos articulados en el responde.
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El actor también tiene la carga de reconocer o negar la documentación y el envío o recepción de telegramas y carta
documento, bajo apercibimiento de tenerlos por reconocidos.
Si hubiera reconvención deberá cumplir las mismas cargas que un demandado. De la contestación a la reconvención
se da traslado al demandado por 5 días, el que deberá proceder como si se tratara del traslado de un responde.
Producido todo este trámite se ha constituido la litis, la que no podrá ser alterada salvo supuestos de hechos nuevos
(posteriores), pues se trata de un sistema de litis cerrada.
ALLANAMIENTO. El allanamiento es el sometimiento del demandado a las pretensiones del actor. Tanto a los hechos
como al derecho. Debe ser incondicionado, total, oportuno, real y efectivo. Solo de reunir estos caracteres puede
eximir al demandado de las costas.
El allanamiento no exime al tribunal de dictar sentencia, pues debe determinar quien soporta las costas. Sin
embargo, no es necesario el veredicto ya que el allanamiento supone que no hay cuestiones de hecho ni de derecho
a resolver.
Si está comprometido el orden público laboral, el Tribunal podría negarse a aprobar el allanamiento.
EL LLAMADO A CONCILIACIÓN ES FACULTATIVO DEL TRIBUNAL. El tribunal no deba fijar una audiencia de
conciliación, con carácter obligatorio. Pero puede intentar la conciliación en cualquier estado del proceso.
Una conciliación es muy simple (de forma). Invitadas las partes a una conciliación la misma es lograda de la siguiente
forma: primero, la parte actora reajusta sus pretensiones. Segundo, la parte demandada, sin reconocer derechos y al
solo efecto conciliatorio, acepta el reajuste y se aviene a pagar el importe de la siguiente forma: dentro de los 10
días de homologado el acuerdo mediante audiencia de pago o depósito en el expediente. Tercero, la parte actora
acepta la forma de pago e indica que una vez recibidos estos importes nada más tendrá que reclamar de la parte
demandada por ningún concepto derivado del presente juicio. Cuarto, la parte demandada se hace cargo de las
costas y honorarios del juicio. Quinto, la mora se produce en forma automática por el mero incumplimiento. Por
cada día de demora se fija una cláusula penal de $20 diarios hasta que se realice el depósito efectivo. Sexto, las
partes solicitan la homologación del presente.
EL AUTO DE APERTURA A PRUEBA. Después de trabada la litis, corresponde la apertura a prueba. Esta auto es por
escrito y en el mismo se proveen las pruebas. Cuando se han de realizar pericias es de buena práctica no fijar la fecha
de audiencia de vista de causa por la sencilla razón de que, cualquier atraso en la realización de las pericias, hará que
se suspenda la vista de audiencia de vista de causa. Este auto lo dicta el Presidente del Tribunal, teóricamente
dentro del plazo de diez días de estar el expediente en condiciones, debiendo producirse las pruebas no orales en el
plazo de 60 días.
El Tribunal tiene que tener un libro de fechas de audiencias, el que puede ser controlado por las partes, para evitar
que las audiencias se fijen con una gran demora.
Al proveer la prueba se tendrá por reconocidos o desconocidos los documentos. Se librarán los oficios. Se proveerá
lo necesario para la designación de peritos. Muchas veces se cometen errores en este auto y solo tenemos la vía de
revocatoria, que resolverá el Tribunal en pleno para tratar de corregir lo que está mal proveído, omitido o denegado.
El auto de apertura a prueba, como la fijación de la vista de causa, se notifica por cédula. A partir del día siguiente de
la notificación hay un plazo de tres días para solicitar la revocatoria.
También hasta el quinto día de notificada la apertura a prueba se pueden articular hechos nuevos, es decir, hechos
posteriores a la demanda y contestación o anteriores bajo juramento.
En caso de no haber prueba oral (ni testigos ni posiciones) o no tener que recibirse la misma el Presidente del
Tribunal dará traslado por 5 días para que las partes presenten una memoria sobre el mérito de la prueba.
También podrían designar audiencias a este solo efecto. Presentadas o no las memorias o realizada la audiencia el
expediente para para el dictado de veredicto y sentencia.
101
En caso de ser la cuestión de puro derecho no corresponde el dictado de veredicto. Se da traslado por 5 días para
que presenten un informe o memoria y luego pasa el expediente a sentencia por el plazo de 20 días. También puede
señalarse una audiencia.
PRUEBA. La prueba hay que ofrecerla con los escritos constitutivos del proceso (demanda, contestación,
contestación a la reconversión). Acompañar la documental y ofrecer la restante.
Los testigos no pueden ser más de 5 por bando. Se excluyen los testigos para reconocimiento de firmas o de
documentos. Los peritos serán únicos de oficio, por cada especialidad y es excepcional el apartamiento de esta regla
(pueden ser hasta 3).
La prueba que no debe recibirse en la vista de la causa debe producirse en los 60 días hábiles de estar notificado el
auto de apertura a prueba. Es decir que hay prueba escrita, como ser informes, pericias, que se reciben antes de la
vista de causa.
La prueba oral (posiciones, testigos, explicaciones de peritos) se recibe en la audiencia de causa.
a) Absolución de posiciones. El pedido de posiciones en los escritos constitutivos del proceso debe ir
acompañado del pliego, bajo apercibimiento de tener la prueba por no ofrecida.
El absolvente debe ser citado en su domicilio real, por cédula (también puede ser por telegrama, carta
documento o acta notarial), con dos días hábiles de anticipación a la fecha de la vista de la causa. Será
apercibido de tenerlo por confeso en caso de incomparecencia injustificada. Si lo hace por apoderado, debe
ser citado en el domicilio real.
Las personas jurídicas pueden elegir absolvente. Eso sí, si nada saben de la cuestión pueden conllevar a tener
por ciertos los hechos afirmados por su rival. También se puede proponer un absolvente substituto, para el
supuesto de que el principal no pueda concurrir, lo cual deberá ser justificado. El reemplazo puede hacerse
hasta el día de la vista de la causa y la comparecencia del substituto está a cargo de la parte que lo propone.
b) Testigos. Pueden ser hasta 5 por cada parte. Por razones especiales puede admitirse un número mayor
cuando se indiquen, concretamente, sobre qué hechos han de declarar los testigos. Pueden ofrecerse tres
testigos substitutos, por cada parte, para los supuestos de muerte, incapacidad o ausencia, debidamente
justificada, de los testigos principales.
Podrán declarar, como testigos, toda persona que haya cumplido 14 años, al momento de la declaración.
Cualquiera sea el lugar de la provincia donde esté domiciliado el testigo, el trabajador puede solicitar que el
testigo sea examinado directamente por el Tribunal, para lo cual el Estado contribuirá con los gastos del
traslado. En caso de ser el empleador, los gastos correrán por su cuenta.
Normalmente los testigos no están a cargo y son citados por el tribunal. A los domiciliados en ajena
jurisdicción se los cita normalmente por cédula. También pueden notificarse a los testigos por telegrama o
carta documento.
c) Documentos. En cuanto a la prueba documental se aplican los preceptos del Código Civil y Comercial y del
Código Procesal. Deben acompañarse con los escritos constitutivos del proceso, salvo el supuesto de
documentos posteriores o anteriores bajo juramento o afirmación de no haber tenido conocimiento de los
mismos, lo que entra dentro del esquema de los hechos nuevos.
Los documentos posteriores pueden acompañarse hasta el momento de la vista de la causa.
En el auto de apertura a prueba se resuelve la situación de la documental y de los telegramas y cartas
documentos.
Siempre que se acompaña documental, debe ofrecerse pericial caligráfica, en subsidio, para el supuesto de
que la firma sea negada.

102
d) Los informes y la prueba anticipada. Una de las pruebas más relevantes en el proceso laboral son los
telegramas colacionados laborales y las cartas documentos. Estos instrumentos tienen un plazo de
conservación bastante exiguo (entre 1 año y 18 meses) y, si le sumamos la remora judicial, puede suceder
que el telegrama o la carta documento esté destruida. La solución es la de pedir la prueba como anticipada.
En el auto de apertura a prueba se libran los pedidos de informes y la confección; y el diligenciamiento de la
mayoría de los oficios está a cargo de los letrados, salvo los oficios de juez a juez. Los oficios deben librarse
dentro de los 5 días y, en su caso, hay que pedir su reiteración. El plazo para la producción de la prueba es de
60 días. Deben estar agregados antes de la vista de la causa, bajo apercibimiento de caducidad de la prueba.
e) Pericias. El plazo que tiene el experto para realizar la pericia es de hasta 20 días hábiles. Lo fija el presidente
del tribunal teniendo en cuenta la complejidad de la tarea encomendada. Las pericias se notifican
personalmente o por cédula. Al perito se le pueden pedir explicaciones o impugnar la experticia dentro del
plazo de cinco días de notificada, bajo apercibimiento de perder el derecho que se dejó de usar.
En caso de la prueba contable, cuando el empleador no lleve libros o no los lleve conforme a derecho, el
trabajador puede – mediante declaración jurada – consignar lo que debía figurar en ellos. Esto será tenido
por cierto, salvo prueba en contrario que queda a cargo del empleador. Sin embargo, cuando el trabajador
pida sumas disparatadas, el Tribunal puede apartarse y fijar valores más reales.
f) Reconocimiento judicial. La puede realizar el tribunal en pleno, delegarse en el presidente o en alguno de
sus miembros o el secretario. También en otro juez mediante oficio. De la contestación se libará acta.
También puede decidirse la constatación en medio de una vista de causa y se hará un cuarto intermedio y se
concurrirá con las partes para realizar el reconocimiento o constatación.
En cualquier caso, las partes deben estar notificadas para que puedan controlar la prueba.
g) Trámite posterior. Producida la prueba escrita (o no oral) el expediente está en condiciones para fijar la
audiencia para la vista de la causa de la prueba oral. Sea en este supuesto o cuando ab initio el Presidente
del Tribunal, en el auto de apertura a prueba, decide fijar la audiencia, se señala la fecha (año, mes, día y
hora) de la misma.
LA AUDIENCIA DE VISTA DE CAUSA. SU PARCIALIZACIÓN EVENTUAL. El día y hora señalados, si no hay suspensión
por alguna causa, se toma la prueba oral del procedimiento. Las partes solo están obligadas a esperar media hora y,
transcurrida la misma, dejarán constancia de sus asistencia y podrán retirarse. Ello siempre que el Tribunal no esté
en audiencia. Consejo: no recomendamos hacer uso de esta prerrogativa ya que hay que volver al mismo tribunal.
La gran contra del procedimiento es la carencia de constancia escrita de todo lo que sucede en la audiencia.
Las partes pueden pedir que se deje constancia de alguna declaración o algo importante, pero esto queda librado al
criterio del Tribunal, que tiene en cuenta que, si lo que se pide se deje constancia puede influir luego en el dictado
de la sentencia, no conviene hacerlo constar.
Por razones de respeto a los principios de inmediación y concentración de la prueba corresponde que la audiencia se
realice en un solo acto, un solo día o en días continuos si a recepción de la prueba no puede hacerse en un solo día.
El actual artículo 43 de la ley 11.653 permite parcializar las audiencias, con la única limitación de que la audiencia
debe continuar en un plazo no mayor a los 30 días.
El desarrollo de la audiencia es muy simple: en el estrado, elevado, se encuentran los 3 jueces y, un poco más abajo,
el secretario. Enfrente, en dos escritorios, están las partes actora y demandada y sus letrados. Las audiencias son
públicas. Las partes y letrados se ponen de pie al iniciarse la audiencia y entrar los jueces. Luego de que el presidente
diga que las partes y letrados pueden sentarse requerirá, por su orden, a cada parte (primero a la actora y luego a la
demandada) si tienen algo que manifestar respecto de la prueba producida o a producirse en la audiencia. Lo más
común es que el actor indique que desiste o no de las posiciones al accionado, desiste de los testigos que no han
103
comparecido y, atento la falta de registraciones, reitera o presta el juramento. La demandada hará sus
manifestaciones.
No es común que se de lectura a la prueba escrita ya recibida. La única excepción es que la parte lo pida. A
continuación, absolverá posiciones el demandado y luego la actora. Lo harán a tenor del pliego acompañado al
solicitar la prueba. El Tribunal podrá hacer preguntas e interrogar a las partes, con prescindencia del pliego, aunque
lo que se diga no tenga valor de confesión. Luego declararán los testigos, generalmente por su orden, primero los de
la actora y luego los de la demandada. Lo harán bajo juramento y, normalmente, el secretario los interroga sobre las
generales de la ley (si conoce a las partes, a la actora, a la demandada; si manifiesta conocerlos se le pregunta si es
amigo o enemigo de alguno, acreedor o deudor, pariente – y grado de parentesco, si lo hubiera –, si tiene juicio
pendiente con alguna de las partes y si se beneficia con el resultado del juicio). Luego el Tribunal lo interroga
libremente. Las partes, con anuencia del Tribunal y terminado el interrogatorio del mismo, pueden hacer las
preguntas que estimen necesarias. El tribunal puede alterar el orden de las declaraciones. Los testigos que no
declararon no pueden presenciar la audiencia ni escuchar lo que se dice, los que declararon se sientan en la sala de
audiencias hasta esperar la conclusión de la misma.
Pueden ser careados entre sí. Tomadas todas las declaraciones puede pedir explicaciones a peritos citados al efecto.
Luego le toca el turno a los alegatos, por su orden. El alegato es sobre el mérito de la prueba recibida antes o en la
vista y no es, normalmente, sobre cuestiones jurídicas. Pueden alegar hasta 30 minutos, pero no aconsejan que sea
tan largo. Un buen alegato tiene que ser directo.
El acta de la audiencia de vista de causa es muy simple y, en ella, el Secretario dejará constancia del día y hora,
integración del Tribunal, nombre de las partes y letrados y el escueto desarrollo de la audiencia, los absolventes, el
nombre, profesión y domicilio de testigos, lo que manifestaron las partes respecto de las pruebas, alguna explicación
que brindaron los peritos y constancia de que formularon o no su alegato. El acta es firmada por los jueces, las
partes y el secretario. No es de toda necesidad que firmen los testigos, aunque algunos tribunales lo hacen.
LA SENTENCIA LABORAL. DIVISIÓN ENTRE VEREDICTO Y SENTENCIA, AUNQUE CONSTITUYEN UN SOLO ACTO.
APRECIACIÓN DE LA PRUEBA. En la sentencia se destacan dos partes: el veredicto, donde los jueces se ponen de
acuerdo sobre las cuestiones de hecho; y la sentencia, en la que aplican el derecho a los hechos específicos y
concretos establecidos en el veredicto. No puede haber sentencia laboral sin veredicto.
Realizada la vista de causa, el veredicto puede dictarse acto seguido o dentro del quinto día.
Existen dos sistemas de apreciación de la prueba, aunque pueden ser tres si se toma alguna variante del ultimo:
✓ El primer sistema era el de la prueba legal, donde la ley fijaba la tasa y el magistrado no podía apartarse de la
misma. La ley fijaba de antemano el valor de cada prueba – la tasa legal – y el juez no podía apartarse.
✓ Como reacción a ese sistema aparece el de las libres convicciones, el de la íntima convicción del magistrado.
El juez no estaba vinculado por la prueba y podía fallar con prueba, sin prueba o contra la prueba de autos.
✓ Como variante de la íntima convicción aparece el sistema de la sana crítica. Si bien el juez no está vinculado
por la prueba, no puede apartarse de la misma sin utilizar la lógica, las máximas experiencias, etc. Puede
apartarse pero tiene que haber razones para ello.
A los 20 días de pronunciado el veredicto debe dictarse la sentencia. Para fijar las cantidades la sentencia podrá
prescindir de lo reclamado por las partes.
El magistrado, en una sentencia civil, determina conforme a lo alegado y probado los hechos específicos concretos.
En la sentencia, segunda parte de la cuestión, se subsumen esos hechos en una norma general y absatracta. A pesar
de ser dos partes distintas (veredicto y sentencia), conforman un solo acto indivisible.
El ataque principal, por vía de los recursos extraordinarios locales, a una sentencia laboral, apunta a dos aspectos
fundamentales. El primero, cuestionar el veredicto y las ulteriores cuestiones de la sentencia con base en la

104
arbitrariedad o absurdo en la apreciación de la prueba. En relación a la sentencia, el cuestionamiento parte del error
en la aplicación de la ley y/o en la violación de la doctrina de la SCBA. En ambos casos, el recurso a impetrar es el de
inaplicabilidad de la ley o doctrina legal.
RECURSOS. BREVE INTRODUCCIÓN. El esquema recursivo en la provincia de Buenos Aires, con referencia a los
Tribunales de Trabajo, se trata de tribunales de única instancia por lo que no existe Cámara y sus resoluciones y
sentencias no son apelables.
Existe la posibilidad de la revocatoria en relación al trámite. La aclaratoria contra la sentencia definitiva. Por último,
los recursos extraordinarios locales y, eventualmente, el federal contra las sentencias definitivas.
REPOSICIÓN O REVOCATORIA. El único – o casi único – recurso que puede plantearse contra las decisiones de
trámite de un Tribunal de Trabajo, es el recurso de revocatoria (o reposición).
Procede contra las providencias simples del Presidente y cintra resoluciones interlocutorias del Tribunal en pleno.
El recurso procede contra las providencias simples dictadas por el Presidente del Tribunal de Trabajo.
En este pedido de revocatoria, contra las decisiones del presidente, no hay inconveniente alguno en que el juez
presidente también vote, pues esa es la esencia de la revocatoria.
En el supuesto de resoluciones dictadas por el Presidente del Tribunal, la mecánica recursiva sería:
(a) Recurso de revocatoria por ante el Tribunal.
(b) Decisión del Tribunal.
Si la decisión es denegatoria de la revocatoria y se trata de “sentencia definitiva” en el concepto de los recursos
extraordinarios, corresponden los recursos ante la SCBA.

JUICIO SUMARIO. DIFERENCIAS CON EL ORDINARIO. El 80% de las causas tramita por la vía del proceso sumario.
Las diferencias con el proceso ordinario son de estructura. El sumario tiene una estructura mucho más simplificada
que debe ser más rápida. En todo lo que no se modifica se aplican las disposiciones del juicio ordinario.
PROCESO ORDINARIO PROCESO SUMARIO
Plazos para 15 días. 10 días.
contestar
demanda
Se pueden oponer como previas y en el plazo Hay excepciones previas y se oponen
de 10 días desde la notificación del traslado de conjuntamente con la contestación a la demanda.
Excepciones
la demanda. El carácter previo es porque se resuelven antes de
la sentencia.
Con los escritos que constituyen el proceso Toda la prueba hay que ofrecerla con la demanda,
(demanda, contestación a la demanda, contestación a la demanda, reconvención y
reconvención, contestación a la reconvención), contestación a la reconvención. No sólo se
solo es necesario agregar o acompañar la acompaña la documental sino que, en los escritos
prueba documental o indicar el archivo o lugar constitutivos del proceso, debe haber un ítem
Prueba
en donde se encuentra. La restante prueba expreso en que se ofrezca toda la prueba restante.
(confesional, testigos, pericial, reconocimiento,
informativo, otros medios no previstos) se
puede ofrecer hasta el décimo día de haber
quedado firme el auto de apertura a prueba.

105
Testigos Puede llegar a 12. Puede llegar a 5.
Pueden ser 3 (de oficio y un perito por cada Hay perito único de oficio.
Peritos
parte).
El plazo para dictar sentencia es de 40 a 60 días El plazo para dictar sentencia es de 30 días para el
Plazo para
hábiles, si se trata de juez unipersonal o de juez de primera instancia y de 50 días para la
dictar
Cámara Cámara. Todos los plazos se computan a partir de
sentencia
que quede firme el llamamiento de autos.
Hay 10 días para expresar agravios, en el Hay 5 días para expresar agravios, en el recurso
Expresión
recurso libre en Cámara. Hay 10 días para libre en Cámara. Hay 5 días para contestar los
de agravios
contestar los agravios. agravios.

LA DEMANDA. LAS EXCEPCIONES Y EL RESPONDE. RECONVENCIÓN. LOS NUEVOS HECHOS.


a) Competencia. Recusación. Demanda. Existe un principio importante y es que si las normas sobre
competencia engendraren duda razonable, el juez requerido deberá desconocer de la acción.
Tampoco procede la recusación sin causa.
La demanda, en el proceso sumario, está reglada por el artículo 484 CPCC y debe reunir los requisitos del
artículo 330 CPCC, con el aditamento del ofrecimiento de la totalidad de la prueba.
El traslado de la demanda es por el plazo de 10 días, con la ampliación que corresponda en razón de la
distancia.
b) Oposición de excepciones. Las excepciones previas se oponen conjuntamente con la contestación a la
demanda y en el mismo plazo de 10 días.
c) Contestación a la demanda. Rigen las mismas cargas que en el proceso ordinario y la contestación debe
ajustarse a lo establecido en los artículos 330 y 354 CPCC, con el agregado de la totalidad de la prueba.
d) Reconvención. También se puede reconvenir en el proceso sumario, pero la diferencia básica radica en que
en el proceso ordinario se pueden acumular acciones aunque no sean conexas entre sí. En el sumario, la
reconvención será admisible si las pretensiones en ella deducida se derivaren de la misma relación jurídica o
fueran conexas con las invocadas en la demanda.
Se reconviene en el plazo para contestar la demanda (10 días). Siempre queda a salvo el derecho de la parte
de iniciar juicio por separado, el que si es conexo será acumulado mediante excepción de litispendencia o de
oficio.
e) Nuevos hechos. El artículo 484 CPCC permite, dentro del plazo de 5 días contados desde la notificación de la
providencia que tiene por contestada la demanda o reconvención, en su caso, que el actor o reconveniente
puedan (podrá, dice la norma) ampliar su prueba con respecto a los nuevos hechos invocados por el
demandado o reconvenido. Estos nuevos hechos son los no aducidos, considerados o no contemplados en la
demanda o reconvención. Por eso la norma habla de un nuevo hecho y no de hecho nuevo. La expresión
“nuevos hechos” refiere a hechos que no fueron considerados en demanda ni reconvención por ser
desconocidos o por no ser necesarios para su respectiva sustentación. En rigor, no son nuevos sino distintos
o diversos a los alegados en la demanda por el actor o en la reconvención por el demandado.
En el juicio sumario es procedente la prueba instrumental, informativa y testimonial, ofrecida en relación a
los nuevos hechos invocados por los demandados en su contestación, ya que es la única oportunidad que
poseen los mismos para hacerlo a esos fines, resguardándose así los principios de bilateralidad e igualdad de
las partes en el proceso destinados a salvaguardar el derecho de defensa en el pleito.

106
A los fines de la ampliación de prueba debe tenerse en cuenta que el plazo de 5 días se computa a partir de
la notificación por ministerio de la ley de la providencia que tiene por contestada la demanda o
reconvención.
PROCEDIMIENTO. El procedimiento posterior es sencillo: demandado que opone excepciones, contesta demanda y
reconviene.
El juez de grado provee, en un mismo auto, trasladar las excepciones previas. Ello se notifica por ministerio de la ley.
Hay un plazo de 5 días para contestarlas y ofrecer prueba respecto de la incidencia.
De la contestación de demanda, se da traslado por los eventuales nuevos hechos, por 5 días, lo que también se
notifica por ministerio de la ley. En 5 días ampliamos prueba si corresponde, es decir, si hay nuevos hechos.
Si hay documentación acompañada en el responde, el traslado de ésta debe hacerse personalmente o por cédula.
De la reconvención se da traslado por cédula y por el plazo de 10 días. El actor reconvenido contesta y de esa
contestación se da traslado por cinco días al demandado reconviniente. Si hay documentos el traslado es por cédula
o personalmente. En caso contrario, ministerio legis.
Para seguir adelante hay que resolver las excepciones previas.
Contestada la demanda o reconvención, vencido el plazo para hacerlo o desestimadas, en su caso, las excepciones
previas, no habiendo hechos controvertidos, el juez declarará la cuestión de pleno derecho y, una vez ejecutoriada
esta resolución, dictará sentencia.
En cambio, si hubiere hechos controvertidos se abrirá la causa a prueba y se fijará el plazo para su producción (el
ofrecimiento es con los escritos constitutivos del proceso). En esa audiencia se producirán las posiciones, testimonial
y, eventualmente, las explicaciones de los peritos.
En cuanto a la prueba, se establece que la absolución de posiciones solo podrá pedirse en primera instancia una sola
vez. No podrá solicitarse absolución de posiciones en segunda instancia. la prueba debe ofrecerse con los escritos
constitutivos del proceso,
Como se dijo, el número de testigos no puede exceder de 5 por cada parte. Si se hubiese ofrecido un número mayor
se citarán los 5 primeros de la lista y, luego de examinados, de oficio y a petición de parte, se podrá disponer la
recepción de otros testimonios si fuesen estrictamente necesarios. La incomparecencia del testigo a la audiencia
supletoria solo podrá justificarse una sola vez por causa grave invocada con anterioridad.
En los juicios sumarios, el perito es único designado de oficio, el que deberá presentar su dictamen con anticipación
de 5 días al acto de la audiencia de prueba. En dicha audiencia se le podrán pedir explicaciones. En cuanto a la
recusación del perito, solo puede ser recusado con causa hasta el día siguiente al de su nombramiento.
No hay plazo extraordinario de prueba ni alegatos. Si producida la prueba quedara pendiente la de informes
únicamente, y ésta no fuese esencial para resolver el pleito, se prescindirá de la misma y se dictará sentencia. Estos
informes, si o si se producen, podrá ser considerados en la alzada.
ILMITACIONES RECURSIVAS. Durante el trámite del proceso solo serán apelables la resolución que declara la
demanda improponible, la que declara la cuestión es de puro derecho, la que decide las excepciones previas, las
referidas a las providencias cautelares, las providencias que pongan fin al juicio o importar su continuación y la
sentencia definitiva. La enumeración del artículo 494 CPCC es taxativa.
No es apelable la resolución que desestima una notificación bajo responsabilidad de la parte.
Cuando la Inapelabilidad causa un gravamen que no puede ser reparado con el dictado de la sentencia definitiva
debe admitirse el recurso de apelación. Por ello, es apelable la resolución que declara la rebeldía.
Lo mismo puede decirse en relación a los incidentes de nulidad. Es que, si bien la resolución que rechaza el planteo
de nulidad de notificación del traslado de demanda no se encuentra comprendida en la enumeración que realiza el

107
artículo 494 CCPC, atento el gravamen que causa y los efectos definitivos que dicha situación proyectaría sobre el
presunto afectado, corresponde apartarse de la regla de Inapelabilidad que la precitada norma prevé.
También se ha dicho que otras resoluciones son apelables, por ejemplo, la que desestima la citación de terceros.
Solo se admite la apelación cuando se deniega la intervención de terceros en los procesos ordinarios únicamente,
pues en los procesos sumarios o sumarísimos, la resolución que recaiga, cualquiera sea su contenido, siempre es
inapelable.
La resolución que desestima las excepciones previas de cosa juzgada, las asimilables a la misma (transacción,
conciliación, etc.) y las referidas a las defensas temporales, solo serán aplicables en efecto diferido.
Se ha dicho que la resolución que difiere el tratamiento de la excepción de cosa juzgada, al no encontrarse
comprendida en los supuestos caracterizados, no puede revisarse mediante el recurso de apelación.
Las apelaciones referidas a medidas cautelares tramitarán en expediente separado.
Para las resoluciones sobre producción, denegación y substanciación de la prueba rige la irrecurribilidad prevista en
el artículo 377 CPCC.
SENTENCIA. La sentencia se dictará en el plazo de 30 días, si se trata de juez unipersonal, y de 50 días si se trata de
Cámara.

JUICIO SUMARÍSIMO. DIFERENCIAS CON EL SUMARIO. El juicio sumarísimo tiene una estructura aun más
simplificada que la del proceso sumario.
No se admitirán excepciones previas. Esto no quiere decir que no pueda articularse la incompetencia, litispendencia,
cosa juzgada, etc. Lo que la norma quiere decir es que son todas defensas de fondo y así deben ser consideradas y
resueltas en su oportunidad.
Tampoco se admite la reconvención o contrademanda.
Muy importante: todos los plazos serán de 2 días, salvo el de contestación a la demanda que es de 5 días y el de
prueba que será fijado por el juez. Ni aun el error del juez puede alargar los plazos.
El plazo para apelar la sentencia es de dos días. El plazo para fundar, con la presentación del memorial, y contestar el
memorial, es también de 2 días. La regla es que todos los plazos son de dos días. Por aplicación de ese principio, el
lapso para presentar la fundamentación del recurso de apelación es de 2 días también.
El plazo para recurrir en queja a la Cámara es de 2 días (cuando la apelación es denegada). No obstante, se ha dicho
que el plazo de los 2 días no corre para la inhibitoria.
La audiencia de prueba deberá señalarse dentro de los 10 días de contestada la demanda o de vencido el plazo para
hacerlo.
ÁMBITOS DEL JUICIO SUMARÍSIMO DEL AMPARO. El ámbito del juicio sumarísimo es bastante restringido y surge
del artículo 321 del CPCC. El inciso 1 prevé el amparo contra actos de particulares. El inciso 2 se refiere a los demás
casos determinados en el Código. Los interdictos tramitan por la vía del proceso sumarísimo.
LA DEMANDA. LA CONTESTACIÓN. La demanda y la contestación se ajustará a lo establecido en los artículos 330 y
354 del CPCC. Con los escritos constitutivos del proceso debe agregarse la documental y ofrecerse la restante
prueba.
El traslado de la demanda se hace por el plazo de 5 días. No se admite la reconvención ni excepciones previas.
PROCEDIMIENTO. Todo lo no previsto se aplicarán las normas del proceso sumario. Y, en su caso, las del ordinario
por supletoriedad del sumario.

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El procedimiento es muy sencillo, principiando por la audiencia de prueba que se señalará dentro de los 10 días de
contestada la demanda o vencido el plazo para hacerlo.
La apertura a prueba es necesaria para garantizar la defensa en juicio. Frente a la existencia de hechos
controvertidos y ofrecimiento de prueba conducente para la correcta elucidación de hechos controvertidos y la
apertura de la causa a prueba, puede implicar una violación de la garantía del debido proceso consagrada por el
artículo 18 de la Constitución Nacional.
LIMITACIONES RECURSIVAS Y SENTENCIA. Solo serán apelables las sentencias definitivas y las providencias que
decreten medidas cautelares. En todos los casos, el recurso se concede en relación y en efecto no suspensivo.
El principio de irrecurribilidad en los supuestos no mencionados en esas normas debe ceder en los casos
excepcionales en que se resuelvan cuestiones que produzcan un agravio insusceptible de ser reparado.
De ahí que se haya declarado que la limitación recursiva carece de operatividad cuando se encuentra implicada –
directa o indirectamente – la defensa en juicio y, siendo ésta una garantía de rango constitucional, excede la
restricción que pudiere surgir del ordenamiento adjetivo.
El plazo para dictar sentencia será de 10 o 15 días, según se trate de un tribunal unipersonal o colegiado.
EXISTENCIA O INEXISTENCIA DE COSA JUZGADA EN EL PROCESO SUMARÍSIMO. Se ha discutido si la sentencia que
se dicte en juicio sumarísimo puede adquirir los alcances de la cosa juzgada en sentido material. Para algunos hace
cosa juzgada, únicamente en sentido formal. Sin embargo, el artículo 496, inciso 5, establece que en los casos de
amparo contra actos de particulares la demanda rechazada únicamente podrá reproducirse si tuviere lugar un nuevo
acto cuya reparación no pueda obtenerse por vía de ejecución de sentencia. Debe entenderse que el código
menciona demanda admitida en vez de rechazada.

EL AMPARO EN EL ORDEN NACIONAL.


Naturaleza jurídica del instituto. Creemos que, tanto desde el punto de vista técnico jurídico, así como de la forma
en la que fue previsto el proceso en tratamiento, se acerca mucho más a una acción que a un mero recurso. Ello es
así por cuanto, aunque el legislador previó un trámite sencillo, rápido y expedito para su procedencia (por lo general
por la vía del proceso sumarísimo o similar), no se apartó en su estructura de una suerte de proceso abreviadísimo,
con plazos mucho más cortos – a veces de horas –, así como la simplificación de ciertas etapas procesales posibles en
su substanciación, tanto desde el punto de vista negativo (imposibilidad de producir ciertos actos o defensas que en
otros procesos sí están permitidos, como ser el no planteamiento de cuestiones incidentales o de excepciones
dilatorias), así como desde el punto de vista positivo (facultades del órgano judicial, legitimación de las partes,
pruebas permitidas, etcétera).
El amparo se trata de una acción judicial breve y sumaria, destinada a garantizar los derechos y libertades
constitucionales distintos de la libertad física (que está protegida por el instituto del hábeas corpus), y de la
protección de datos e información personal (que puede ser protegida mediante la acción de hábeas data); que tiene
un ámbito diferente de los procesos ordinarios, por cuanto éstos – por su propia naturaleza – no pueden satisfacer la
urgencia de la restauración de los derechos presuntamente conculcados, lo cual es un elemento esencial en el
proceso de amparo. Se trata, entonces, de una acción rápida y expedita para resolver un conflicto constitucional.
Creación pretoriana y reconocimiento normativo. El amparo, en nuestro país, tuvo su origen a nivel nacional en la
jurisprudencia de la CSJN, en los leading cases “Siri” y “Kot” en cuanto admitieron, pese a la ausencia de regulación
específica, la existencia de una acción destinada a la protección de los derechos no alcanzados por el hábeas corpus.
Así, la CSJN en el caso Siri habló de la protección de la libertad de prensa frente a una violación del poder público.
Los jueces deben aplicar la Constitución en la plenitud de su sentido, sin alterar no debilitar con vagas
interpretaciones o ambigüedades la expresa significación de su texto. Basta esa comprobación inmediata para que la

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garantía constitucional invocada sea restablecida por los jueces en su integridad, sin que pueda alegarse en contrario
la inexistencia de una ley que la reglamente.
En el caso Kot se restringió el campo de acción del amparo en el sentido que, si bien se admitió la acción respecto de
una violación proveniente de particulares, se introdujeron los conceptos de ilegitimidad “clara y manifiesta” de la
restricción de derecho constitucional; la irreparabilidad que causaría la demora de un proceso administrativo o
judicial en los plazos normalmente previstos; la aplicación prudente de esta vía y la innecesaridad de debate de la
cuestión por otras vías ordinarias.
Ante ello, fue imperioso el reconocimiento legislativo de la institución, lo que llegaría tempranamente en las
provincias y en la Nación mediante textos legislativos autónomos y, posteriormente, con las reformas de 1994 de la
Constitución Nacional y de la provincia de Buenos Aires.
Comparación del amparo en la Constitución Nacional y en la Constitución provincial de Buenos Aires.
TÓPICOS CONSTITUCIÓN NACIONAL CONSTITUCIÓN PROVINCIAL
COMPARADOS – ARTÍCULO 43 – – ARTÍCULO 20 –
Toda persona afectada; Defensor del Pueblo; El Estado en sentido lato; particulares;
Asociaciones intermedias, registradas Defensor del Pueblo.
conforme a la ley, con la finalidad de
Legitimación activa defender cualquier forma de discriminación,
lo relativo a la defensa de los derechos del
medio ambiente y los derechos de incidencia
colectiva en general.
Autoridad pública; particulares. Actos u omisiones provenientes de autoridad
Legitimación pasiva
pública o de persona privada.
Todo acto u omisión que, en forma actual o Cualquier acto, hecho, decisión u omisión
inminente, lesione, restrinja, altere o que lesione o amenace, en forma actual o
amenace con arbitrariedad o ilegalidad inminente con arbitrariedad o ilegalidad
Acto lesivo y bienes manifiesta derechos y garantías reconocidos manifiesta el ejercicio de los derechos
jurídicos tutelados por la Constitución, un tratado o una ley Constitucionales individuales o colectivos.
distintos de la libertad física (habeas corpus) No procede contra leyes o contra actos
y de la protección de los datos personales jurisdiccionales emanados del Poder Judicial.
(habeas data).
Acción expedita y rápida de amparo, siempre Procederá ante cualquier juez, siempre que
que no exista otro medio judicial más no pudieran utilizarse los remedios
idóneo. ordinarios sin daño grave o irreparable y no
procediese la garantía del habeas corpus.
Procedimiento Procedimiento breve y de pronta resolución.
El juez tiene facultades para acelerar su
trámite, mediante formas más sencillas que
se adapten a la naturaleza de la cuestión
planteada.
El juez podrá decretar la inconstitucionalidad El juez podrá decretar la inconstitucionalidad
Inconstitucionalidad de la norma en que se funda el acto u de la norma en que se funde el acto u
omisión lesiva. omisión lesivas.

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Nada expresa la Constitución Nacional. Son operativas. En ausencia de
reglamentación, los jueces resolverán sobre
Carácter de las
la procedencia de las acciones que se
garantías
promuevan en consideración a la naturaleza
de los derechos que se pretenden tutelar.

Amparo contra actos de particulares. Procedimiento aplicable en Nación y en la Provincia de Buenos Aires.
A. LA DEMANDA DE AMPARO.
I. Requisitos generales. Los reclamos por vía del amparo son, generalmente, aquellos que no podemos
realizar por otra vía ordinaria, y que tienden a reestablecer derechos de raigambre Constitucional
que han sido conculcados o cuya lesión sea inminente, casi siempre de tal magnitud que no admite
demoras.
El escrito ha de ser redactado en la forma más clara posible para que los destinatarios – jueces y
otras partes – tengan un cabal conocimiento acerca del reclamo esbozado.
En lo específico a la demanda de amparo, sus requisitos están previstos en el artículo 6 de la ley
13.928. los recaudos son similares a los exigidos en el artículo 330 del rito para la demanda
ordinaria.
II. Datos de las partes y personería. El primer requisito establecido por la ley en los tres primeros
incisos de su artículo sexto consiste en la correcta individualización de los peticionantes y de la
autoridad requerida. Dos aclaraciones caben formular en este punto:
La primera, que la individualización comprende tanto los datos del reclamante (entre los que
debemos incluir la nacionalidad, por una presunta competencia federal), como la correcta
acreditación de la personería del reclamante. Debemos distinguir la personería, que hace a la
representación o a la facultad formal para el inicio del pleito, de la legitimación. En lo ateniente a la
personería, se aplican las normas sobre representación dispuestas en el CCCN como en el CPCC.
Mayores recaudos deberán cumplirse en las demandas en las cuales la presentación sea por
Asociaciones que representen intereses de varias personas a la vez; o cuando se tiendan a defender
intereses de corte colectivo o difusos, en cuyo caso la presentación deberá ser firmada por todos y
cada una de las personas, o por un apoderado designado a esos fines, o por Asociaciones
intermedias creadas a efectos de defender este tipo de intereses y reconocidas por ley.
Dentro del segundo de los aspectos señalados – identificación de la autoridad requerida – debe traer
a colación la figura del amparo dirigida contra particulares o “actos de personas privadas”. Al marco
dado por la ley en cuanto a la específica individualización de la autoridad pública de la cual emana el
acto lesivo, debemos sumarle la figura del amparo entre particulares, introducido por el artículo 20
de la constitución bonaerense, en cuyo caso también deberá ser correctamente individualizado en el
escrito particular requerido. La acción de amparo contra actos de particulares es un medio que
garantiza la reparación urgente del perjuicio o la cesación de los efectos de actos que, en forma
actual o inminente, lesionen, restrinjan o amenacen con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta a
derechos o garantías reconocidas en la Constitución Nacional o provincial. Requiere la demostración
de que el daño grave y concreto sólo puede ser reparado acudiendo a la vía urgente y expedita del
proceso. En consecuencia, solo procede cuando no existen otros procedimientos administrativos o
judiciales que permiten salvaguardar adecuadamente los derechos afectados, por ello, en principio,
resulta inadmisible cuando no se agota la vía administrativa. Ninguna razón de urgencia justifica el

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juzgamiento anticipado de cualquier cuestión por la vía del amparo, desde que esta acción no puede
tener por objeto obviar los trámites legales, ni alterar las jurisdicciones vigentes.
III. Sustento de la demanda. Aunque el inciso 4 del artículo 6 de la ley 13.928 pareciera hacer referencia
sólo el sustento fáctico de la demanda de amparo, sin embargo, creemos que en este tópico
debemos introducir dos cuestiones esenciales.
▪ Sustento fáctico del amparo. Los hechos, actos u omisiones que hayan producido o estén por
producir la vulneración: circunstancias de modo, lugar, tiempo y forma. El sustento fáctico
está dado por el acto, hecho, omisión; presente o inminente que nos perjudique, debiendo
relatar en forma pormenorizada los antecedentes que dan lugar al reclamo, la fuente de la
violación, determinación del tiempo y del espacio en el que ello ocurrió o está por ocurrir, la
manera en la que se van conculcados los derechos, el modo en que esos actos me
perjudican o pueden perjudicar, la conjunción con otras posibles causas o reclamantes, el
fundamento por el cual debí requerir a la vía excepcional del amparo, el perjuicio que me
causaría la recurrencia a otra vía normal a fin de peticionar por los derechos trasgredidos, la
existencia e individualización de posibles reclamos anteriores, etc. Será de fundamental
importancia el correlato de os hechos a fin de demarcar los límites del reclamo, y señalar la
congruencia al momento de sentenciar.
▪ El derecho vulnerado o conculcado. Debemos señalar el derecho y/o garantía constitucional
presuntamente violado, o la norma superior que así nos autorice a reclamar. Ello sin
perjuicio de la facultad del juez de aplicar el derecho correspondiente para la solución del
litigio e, inclusive, de suplir esta omisión.
El artículo 7, inciso d de la ley 7.166 exige que la demanda de amparo contenga una relación
circunstanciada, es decir, con todos los detalles, sin omitir ninguna particularidad y enunciando las
características del caso.
IV. Prueba documental y ofrecimiento de resto. Con el escrito de demanda el actor acompañará la
prueba documental de que se disponga o la individualizará, de no encontrarse en su poder. Deberá
indicar, asimismo, los demás medios de prueba de que pretenda valerse, si no estuviesen
acreditados los extremos en los que la funda. Individualizará los testigos que proponga y
acompañará los interrogatorios respectivos. Con el escrito constitutivo, el amparista deberá
acompañar toda la prueba documental de la que intente valerse, y ofrecer el resto de la prueba que
se producirá en la etapa y plazo que el juez determine con posterioridad.
La jurisprudencia ha decidido que, si bien la lesión debe aparecer ostensible, no es necesario que lo
sea tanto como para descartar toda posible discusión y prueba, pues la manifiesta arbitrariedad o
ilegalidad es pasible de ser acreditada durante la secuela del proceso, que así lo permite. Sin
embargo, cuando después de agotado el procedimiento de amparo no surge con evidencia la
cualidad negativa que se atribuye a la acción u omisión de la autoridad, el amparo no es procedente.
V. Petitorio. La petición, en términos claros y precisos, establecida como recaudo el escrito de demanda
constituye el pedimento, que debe revestir el carácter de imperativo, hacia el legitimado pasivo, y
por intermedio del órgano jurisdiccional, para que cese en su conducta lesiva, se abstenga de
realizarla en caso de un hecho, acto o violación inminente; o mute de una conducta omisiva que
resulta perjudicial, hacia una conducta positiva. Además, en el caso que solicitemos medidas
cautelares, se debe incluir ese adelanto jurisdiccional dentro del “petitum”.
Debe ser claro y preciso, y ya desde ese momento se debe hacer reserva de la Cuestión Federal para
el caso que debamos recurrir por ante la Instancia Extraordinaria Nacional.

112
Se pedirá, en primer lugar, que se haga lugar a la presentación de la demanda, se peticionará su
traslado; en caso de haberse ofrecido prueba, se peticionará la apertura de esa instancia por el plazo
de ley; y, finalmente, debemos pedir a la jurisdicción siguiendo las pautas señaladas en el primer
párrafo del presente punto.
B. PEDIDO DE MEDIDAS CAUTELARES. LA PROHIBICIÓN DE INNOVAR.
Artículo 9° ley 13.928: “Con la interposición de la demanda o en cualquier estado del proceso, las partes
podrán solicitar el dictado de medidas cautelares previstas en el Código Procesal Civil y Comercial de la
Provincia de Buenos Aires, siguiendo para ello las disposiciones de ese cuerpo normativo y las del Capítulo IV
de la Ley 12.008 en lo que fueran pertinentes.
La solicitud deberá resolverse juntamente con la resolución acerca de la admisibilidad de la acción, o en un
plazo máximo de un (1) día si el pedido se realizare en cualquier estado del proceso.”
Artículo 23: “En cualquier estado de la instancia el Juez o Tribunal podrá ordenar a petición de parte o de
oficio, medidas de no innovar, las que se cumplimentarán en forma inmediata, sin perjuicio de su ulterior
notificación. En caso de hacerse lugar, el Juez o Tribunal podrá exigir la contracautela pertinente para
responder de los daños que dichas medidas ocasionaren. La solicitud deberá resolverse en el mismo día de su
presentación.
Cuando la suspensión acordada por la medida de no innovar afecte al servicio público o a la administración;
podrá ser dejada sin efecto por el Juez o Tribunal, quien deberá declarar a cargo de la autoridad demandada
o personalmente de los que la desempeñen, la responsabilidad de los perjuicios que se deriven de la
ejecución.”

C. TRÁMITE POSTERIOR. Con posterioridad a la presentación de la demanda, el primer despacho del Tribunal en
cuanto al fondo de la cuestión puede ser:
(I) Negativo en lo sustancial. Rechazo “in limine litis”, por no encasillarse la acción dentro de uno de los
supuestos del artículo 1º o 2º de la ley 13.928; por ejemplo, si se presentase un amparo contra una
sentencia emanada del Poder Judicial en ejercicio de sus atribuciones jurisdiccionales. En este caso, el juez
ordenará el archivo de las actuaciones, y nada dirá acerca de la medida cautelar que se hubiera peticionado.
(II) Negativo desde el punto de vista de la competencia. El juez o tribunal puede entender que la cuestión
sometida a debate no se encuentra dentro de la orbita de su competencia, por lo que mandará a tramitarla
por ante el que corresponde si es dentro de la orbita de la Justicia Provincial, u ordenará el archivo si se viera
comprometida la jurisdicción federal. Formularemos dos aclaraciones al respecto:
• Si bien el juez puede sentenciar negativamente en cuanto a su competencia, si lo estima pertinente,
puede decretar la medida cautelar. Por ello, en ciertos casos el juez, aunque considere su
incompetencia – y sin perjuicio de ella – debe decretar la medida cautelar como adelanto de buen
derecho.
• La Constitución bonaerense establece que la acción de amparo procederá ante cualquier juez.
(III) Negativo desde el punto de vista de vicios en la forma de presentación de la demanda. En estos casos, es de
buena práctica otorgar un plazo para que, en la medida de lo posible, las partes subsanen esos vicios; o a fin
de que esos vicios se vayan depurando con el transcurso del mismo proceso.
(IV) Despacho positivo. Concesión en la medida cautelar. Si tiene a los amparistas por presentados, por
constituido el domicilio procesal, se ordena el traslado de la demanda, que en el caso específico consiste en
el requerimiento a la autoridad competente – autoridad pública o particular denunciado – de un informe
circunstanciado acerca de los antecedentes y fundamentos de la medida impugnada. El juez otorgará un
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plazo prudencial para su contestación. Con el pedido de informe se acompañará copia de los documentos
que se hubieran adjuntado con la demanda.
Con este despacho positivo, el juez hará un análisis acerca de los presupuestos para la concesión o no de la
cautelar peticionada.
Abierto el proceso del amparo, y una vez que la medida cautelar haya sido trabada, corresponde la
notificación al afectado. Puede ser apelada por el afectado.
Asimismo, el requerido puede asumir varias actitudes en cuanto al informe circunstanciado, por cuanto su
contestación o no, no se escapa del concepto procesal de carga o “imperativo del propio interés”.
• Actitud negativa. No contestación del informe circunstanciado dentro del plazo de 5 días o el mayor
que haya podido otorgar el juez por resolución fundada. En este caso, y no habiéndose ofrecido
pruebas por parte de la actora, se dictará sentencia fundada dentro de las 48 horas, concediendo o
denegando el amparo.
• Actitud positiva. Contestación del informe circunstanciado del parte del requerido con posibilidad de
ofrecer las pruebas de que intente valerse, que deberán ser adjuntadas (documental) u ofrecidas
con el mismo escrito de contestación del informe. En este caso, el juez establecerá audiencia de
prueba para su producción, la que no podrá exceder de 3 días desde esa fecha. Una vez producida,
deberá el juez dictar sentencia dentro del tercer día.
D. PRUEBA. LA “AUDIENCIA SIMPLIFICADORA DE PRUEBA”. El juez posee amplias facultades conciliatorias,
saneatorias y probatorias. Así podrá:
- Invitar a las partes a una conciliación o a encontrar otra forma de solución del conflicto. Si el actor no
compareciera a la audiencia por sí o por apoderado se lo tendrá por desistido, ordenándose el archivo de las
actuaciones, con imposición de costas.
- Resolver sobre el levantamiento, sustitución o modificación de las medidas cautelares ordenadas.
- Proveer las pruebas que considere admisibles y pertinentes, las que deberán producirse dentro del término
de 5 días.
- En caso de que no sea necesaria la producción de prueba, pasar los autos a sentencia.
A su vez, sumada a la audiencia, las facultades del juez, dentro de este proceso en materia probatoria, son
aun mayores, pues nunca debe perderse de vista la celeridad para la solución de este caso, lo que podría
verse entorpecido con medidas de prueba notoriamente inconducentes o inadmisibles. En ese caso, las
podrá desestimar y ordenar que se produzcan solamente las que estime conducentes para la solución del
pleito en la audiencia, concediéndole la norma la posibilidad de complementar por propia iniciativa el
material probatorio del proceso, pudiendo a tal fin decretar para mejor proveer, en cualquier estado de la
instancia, medidas que deberán ser cumplidas en el plazo que estipule.
E. SENTENCIA. Concluida la etapa probatoria, si el juez no hace uso de las facultades que la ley otorga en este
sentido, procederá al dictado de la sentencia. Sentencia que, si bien pone fin a la cuestión por la que
recurrimos a la jurisdicción en tutela de amparo, se considera como interlocutoria y no como definitiva. Ello
por cuanto la sentencia de amparo deja subsistente el ejercicio de las acciones y recursos que puedan
corresponder al accionante con independencia del de amparo.
Si la sentencia concediera el amparo, y se tratara de hecho, acto u omisión de autoridad, al mismo tiempo
que se notifique a las partes se despachará el mandamiento respectivo que deberá contener:
(a) La expresión concreta del órgano o agente de la Administración Pública a quien se dirija y contra cuya
resolución, acto o medida se concede el amparo. Ahora sí, luego de haberse producido la etapa
probatoria correspondiente, o de haberse contestado el informe circunstanciado, debemos estar en
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perfectas condiciones de individualizar la fuente de la lesión Constitucional. Y la disposición del juez
debe ir dirigido para que esa actitud, en caso de dictar pronunciamiento favorable al peticionante,
cese o comience – según el caso – de manera definitiva.
(b) La determinación precisa de lo que debe o no hacerse. Comprobados los extremos, y luego de la
bilateralización del caso, si se hubiera concedido un anticipo cautelar, con la sentencia que así se
dicte – una vez firme – ese anticipo se incorpora al patrimonio del amparista de manera definitiva,
ello sin perjuicio de lo que pueda resultar en caso de ejercicio de otras acciones distintas al amparo,
con mayor debate y prueba, y en los que los efectos de la sentencia del amparo pueda llegar a ser
dejados sin virtud de tal.
(c) El plazo para el cumplimiento de lo resuelto, que en ningún caso podrá exceder de 24 horas.
(d) El mandamiento se diligenciará sin demora por la oficina de Mandamientos y notificaciones o por el
juez de paz respectivo o autoridad policial del lugar que, al efecto, podrán ser requeridos
telegráficamente.
(e) El órgano o agente de la Administración Pública a quien se dirija, deberá cumplirlo sin que pueda
oponer excusa alguna ni ampararse en la obediencia jerárquica. Si por cualquier circunstancia el
mandamiento no pudiera diligenciarse con la autoridad a quien está dirigido, se entenderá con su
reemplazante, o a falta de éste, con su superior jerárquico.
La ley tiene como finalidad que, una vez que se ha logrado la demostración efectiva de la alteración –
positiva o negativa – de un derecho o garantía, se lo restituya al deber ser de la manera más inmediata
posible, sin admitir dilaciones en ese sentido.
F. SECUELA PROCESAL POSTERIOR AL DICTADO DE LA SENTENCIA.
Recurso de apelación. Contra la sentencia dictada sobre el fondo de la cuestión, así como en los casos “in
limine litis” de la acción cuando fuere notablemente improcedente, así como cuando se hubiere otorgado o
denegado una medida cautelar solicitada, procede el recurso de apelación. Se debe interponer en el plazo de
3 días. Concedido el mismo, lo hará con efecto devolutivo. Con carácter excepcional y fundadamente,
atendiendo a las características particulares del caso, podrá concederlo con efecto suspensivo.
en los casos de apelación contra la providencia cautelar, parte de la jurisprudencia ha sostenido que solo
resulta apelable cuando se concede la medida, no así cuando se la niega.
Este recurso deberá interponerse dentro de los 3 días de notificarse las resoluciones expresadas, debiéndose
fundar el escrito de interposición.
El recurso se sustanciará con un traslado a la contraparte por el término de 3 días; contestado el mismo o
vencido el plazo para hacerlo, el juez deberá remitir las actuaciones a la Alzada en igual plazo.
Es indispensable cumplir con una vista al Asesor de Menores cuando el peticionante fuera un menor de
edad, con el memorial incluido, y con anterioridad a decidir la cuestión en la Alzada. En muchas ocasiones,
cuando el interés público se vea perjudicado, será menester dar vista al Agente Fiscal para que produzca su
dictamen sobre la cuestión sometida a estudio.
El recurso debe ser resuelto en el día y es deber del actuario arbitrar los medios necesarios para que el
Tribunal de grado reciba las actuaciones dentro de las 24 horas de concedido.
G. OTRAS REGLAS PROCESALES APLICABLES AL AMPARO.
✓ Aplicación de las normas de Representación y personería establecidas en los artículos 49 y siguientes
del CPCC.
✓ Términos de carácter perentorio.

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✓ Carga de las partes: comparecer diariamente a Secretaría a notificarse por nota de las resoluciones.
✓ Notificación de la demanda, de la audiencia de prueba y de la sentencia: personalmente o por cédula
en los domicilios constituidos o denunciados.
✓ No se podrán articular cuestiones previas, reconvención ni incidentes.
✓ Facultades ordenatorias del juez o Tribunal: subsanar de oficio todos los vicios o irregularidades del
procedimiento, asegurando – dentro de la naturaleza sumarísima del proceso – el principio de
contradicción.
✓ Se pueden ordenar allanamientos y solicitar el auxilio de la fuerza pública.
✓ No procede la recusación sin causa.
✓ Aplicación supletoria de las normas procesales establecidas en el Código Procesal Penal para la
sustanciación del habeas corpus.
✓ Costas del proceso: se aplicarán al que resulte vencido. Si el vencido fuere la autoridad, será
responsable solidariamente el agente de la administración pública y la provincia o, en su caso, el
órgano a que aquel pertenezca.
✓ No habrá condenación en costas si antes de la contestación del informe circunstanciado cesaren los
hechos, actos u omisiones que motivaron la demanda de amparo.
✓ Las actuaciones están exentas de todo sellado y de todo otro impuesto, los que se repondrán por el
vencido.
LOS PROCESOS URGENTES EN GENERAL. DOCTRINA ELABORADA EN LA MATERIA. En todos aquellos supuestos en
que se esgrimen pretensiones “urgentes”, el órgano jurisdiccional debe proporcionarles oportuna tutela mediante
decisiones también urgentes.
La nota característica de estos procesos urgentes consiste en la prevalencia en el trámite del principio de celeridad,
que obliga a reducir la cognición y a postergar la bilateralidad con la finalidad de acordar una tutela eficaz y rápida.
Si bien los procesos urgentes parecen, para algún sector de la doctrina y jurisprudencia, designar al género que
agruparía como especie a las medidas precautorias o cautelares, las medidas anticipatorias y las autosatisfactivas,
denominaremos como urgentes a aquellos en los que existe una necesidad concreta, cierta, de aquí y ahora, que no
puede ser postergada y que exige a la jurisdicción una tutela anticipatoria. Puede darse como ejemplo el del
enfermo terminal que necesita un trasplante insusceptible de demora alguna.
Se diferencia de las medidas cautelares de no innovar o innovativas solicitadas dentro del marco de otro proceso, en
cuanto a la urgencia evidente, con un grado de certeza casi irrefutable que debe regir el adelantamiento y la
satisfacción de la misma pretensión principal por vía del reclamo urgente, y por cuanto con las medidas cautelares
no se otorga el mismo objeto reclamado, sino que se considera por adelantado una pretensión tendente a asegurar
el cumplimiento de la pretensión, que devendrá definitivamente luego de la tramitación – bilateralización – y prueba
correspondiente. En cambio, en los procesos urgentes, se ordena el cumplimiento anticipado de la misma pretensión
principal en su esencia, ya sea de modo total o parcial, pero con ello no se agota la virtualidad de la acción, que
continúa su trámite hasta el dictado de la sentencia; como por ejemplo, la entrega de la parte del depósito a plazo
fijo que fuera necesaria para cubrir el correspondiente tratamiento.
LOS PROCESOS URGENTES EN EL ÁMBITO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. En la provincia de Buenos Aires,
recibieron reciente previsión legislativa (por ley 13.224) dos procesos que podrían ser encasillados dentro de la
clasificación de urgentes: (a) las medidas de seguridad ante la denuncia de daño temido; y (b) la oposición a la
ejecución de reparaciones urgentes.

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(a) Las medidas de seguridad ante la denuncia de daño temido. Incorporado en el artículo 617 bis
dispone que, quien tema que de un edificio o de otra cosa derive un daño grave e inminente a sus
bienes, puede solicitar al juez las medidas de seguridad adecuadas, si no mediare anterior
intervención de autoridad administrativa por el mismo motivo. Recibida la denuncia, el juez se
constituirá en el lugar y, si comprobare la existencia de grave riesgo, urgencia y removerlo y temor
de daño serio e inminente, podrá disponer las medidas encaminadas a hacer cesar el peligro. Si la
urgencia no fuere manifiesta requerirá la sumaria información que permitiere verificar, con citación
de las partes y designación de perito, la procedencia del pedido. La intervención simultánea o
ulterior de la autoridad administrativa determinará la clausura del procedimiento y el archivo del
expediente. Las resoluciones que se dicten serán inapelables. En su caso, podrán imponerse
sanciones conminatorias.
(b) La oposición a la ejecución de reparaciones urgentes. El artículo 617 ter dispone que, cuando
deterioros o averías producidos en un edificio o unidad ocasione grave daño a otro, y el ocupante
del primero se opusiere a realizar o permitir que se ejecuten las reparaciones necesarias para hacer
cesar la causa del perjuicio, el propietario, copropietario o inquilino directamente afectados o, en su
caso, el administrador del consorcio o el usufructuario o todo aquel que ejerza la tenencia del
inmueble, podrá requerir que se tomen medidas y se lleven a cabo los trabajos que sean necesarios,
disponiéndose el allanamiento de domicilio, si fuere indispensable. La petición tramitará sin forma
de juicio, con la sola audiencia de los interesados y el informe técnico que deberá acompañarse al
escrito inicial. La resolución del juez es inapelable. En su caso, podrán imponerse sanciones
conminatorias.
LAS MEDIDAS AUTOSATISFACTIVAS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. VACÍO LEGAL Y TRATAMIENTO
JURISPRUDENCIAL. DOCTRINA DE LA SCBA. En el ámbito de la provincia de Buenos Aires no han sido receptadas por
la ley, pero en muchos casos la jurisprudencia se ha hecho eco de este moderno instituto, y le ha dado cauce
favorable.
La medida autosatisfactiva constituye un proceso autónomo en el que se requiere una solución urgente no cautelar,
despachable “in extremis”, que procura aportar una respuesta jurisdiccional adecuada a una situación que reclama
una pronta y expedita intervención del órgano judicial, que agota el proceso con su propio dictado. La resolución que
se dicte, en uno u otro sentido, pone fin a dicho proceso siendo, en consecuencia, susceptible de apelación (artículo
242 CPC).
La evidencia de derecho invocado y su inminente frustración, son los ejes centrales sobre los que gira la medida
autosatisfactiva.
La medida autosatisfactiva no puede operar como un simple atajo para alcanzar, por un camino más corto, aquello
que debe ser objeto de debate en un proceso de conocimiento, sino que solo puede acudirse a ella cuando, por un
lado, esté en juego el valor “eficacia” y, por otro, se halle en una situación que revele, preliminarmente, una fuerte
probabilidad de que el reclamo del accionante constituya un interés tutelable, cierto y manifiesto. Las medidas
autosatisfactivas deben concederse con criterio restrictivo en tanto su otorgamiento – a diferencia de los
proveimientos cautelares – implica el dictado inmediato de la sentencia de mérito. Al mismo tiempo, su ámbito de
concesión se ha circunscrito a aquellos supuestos en los que el derecho del actor se revela un interés tutelable cierto
y manifiesto (no una mera verosimilitud de tal) que, por la irreparabilidad de los perjuicios en la demora de su
otorgamiento, justifica esa vía excepcional d e satisfacción inmediata.

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