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RESUMEN DEL CAPITULO 1

INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA MORAL

Nombre: Joseph E. Acevedo Rodríguez.

Para definir la Teología sería necesario comenzar precisando el objeto de su estudio; un


objeto que la Teología Moral tiene en común con la Ética filosófica: el comportamiento
humano responsable en cuanto a calificable bueno o malo, sería su objeto material. El
objeto formal se aclara que puede ser juzgado como bueno o malo tomando en cuenta
los contenidos de la revelación y de la fe.

En los últimos tiempos no deja de formularse la pregunta sobre qué es el bien y qué es
el mal, así como la pregunta por la posibilidad de un estudio sistemático del
comportamiento moral, en consecuencia, podemos interrogarnos sobre la posibilidad y
alcance de una disciplina teológica que pretenda ocuparse de la moralidad del
comportamiento humano:
 Nos encontramos con el rechazo a toda fundamentación objetiva de los juicios
éticos.
 Una segunda dificultad le viene a la pregunta moral de las múltiples
susceptibilidades que el propio discurso moral suscita.
 La autoridad del que educaba la moralidad parecía autosuficiente en un mundo
jerárquico y deductivo que vinculaba el deber al saber y éste al poder.

Acercamiento a lo moral

1. Delimitaciones previas: habría que decir que una determinada conducta no es


inmoral simplemente por ser “ilegal” en un lugar o tiempo de la historia.

2. Moralidad y humanidad: a la realización de la misma humanidad. Es bueno el


comportamiento que lleve al hombre a ser verdaderamente hombre, con
independencia de lo que eventualmente determinen las leyes o las religiones, los
pactos consensuados o las instituciones del sentimiento.

Acercamiento a la Teología Moral

1. Una moral humana: como sabemos la moral es la ciencia de lo que el hombre


debe ser en función de lo que ya es, lo cual, este punto lo desarrolla en tres
elementos:
 Queda ya subrayado el aspecto científico de la moral. Se trata de un
estudio sistemático que cuenta con sus fuentes y sus principios propios,
su metodología y sus conclusiones.
 Se subraya también el aspecto tensional propio de la moral, como
comportamiento responsable o como disciplina.
 Se explicita el carácter personal de toda moral.

2. Una moral cristiana: como presenta la encíclica Veritatis Splendor, la teología


moral como “reflexión científica sobre el Evangelio como don u mandamiento
de vida nueva, sobre la vida según la verdad en el amor (Efesios 4,15), sobre la
vida de santidad de la Iglesia, o sea, sobre la vida en la cual resplandece la
verdad del bien llevado hasta su perfección”.
Estatutos Propio de la Teología Moral

El Concilio Vaticano II nos ha recordado, sin embargo, que nadie debe conformarse con
una ética meramente individualista. Pero la misma reflexión sobre la existencia humana,
originada y recreada en la sociedad, nos lleva a considerar como objeto de la reflexión
moral el nudo de interrelaciones humanas que configuran las estructuras sociales.

1. Teología Moral y ciencias humanas: El diálogo con las ciencias humanas


puede ser altamente beneficioso para la Teología Moral si procura evitar la
tentación de las servidumbres ideológicas apriorísticas. No es suficiente tener
una “idea” sobre el hombre. Nuestro tiempo está marcado por el predominio de
la experimentación. Entre los campos que trabajan ambas áreas son: Psicología,
sociología, y la Psicología Social, la Medicina, la Bioética y la Pedagogía.

2. Teología Moral y Filosofía: en otros tiempos era fácil comenzar la enseñanza de


la Teología Moral dando ya por supuesto el substrato moral del ser humano. En
nuestros días son muchos los que, tanto desde el plano académico como desde el
coloquial, se preguntan: “¿Por qué hay que ser morales? Entre las ramas que se
comparten son: la filosofía aristotélica, personalismo, existencialismo y
marxismo.

3. Teología Moral en el marco de la Teología: Ya santo Tomás se pregunta por


qué la reflexión sobre el hombre y su comportamiento responsable ha de entrar
en el ámbito de la Teología, que en principio debería reservarse a la reflexión
sobre Dios. el santo subraya el papel que la gracia, como ley interior, juega en
ese comportamiento por el que el hombre mismo se hace a sí mismo,
cumpliendo los mandamientos. La Teología Moral no debe perder de vista la
teología dogmática.

Teología Moral y Magisterio de la Iglesia

1. Magisterio y Teología: como lo ha afirmado el Concilio Vaticano II, con


palabras recogidas por Juan Pablo II, en el Magisterio de la Iglesia tienen los
cristianos una gran ayuda para la formación de la conciencia, puesto que el
Magisterio “no presenta verdades ajenas a la conciencia cristiana, sino que
manifiesta las verdades que ya debería poseer, desarrollándolas a partir del acto
originario de la fe.

2. Magisterio y Teología Moral: esta apertura es especialmente necesaria cuando


el Magisterio eclesiástico roza algunos presupuestos científicos que son
aducidos como base argumentativa para la doctrina moral sobre la constitución
biológica del hombre o los condicionamientos psicosomáticos, del
comportamiento humano.

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