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Capítulo I
1. ACTITUDES ANTE LA PREGUNTA MORAL.
El objeto de la Teología Moral, tiene en común con la Ética filosófica:
a. El Objeto Material: El comportamiento humano responsable, en cuanto calificable
como bueno o malo.
Ej. Aborto sin saber, es un pecado material.
b. Objeto Formal: El comportamiento humano responsable ha ser juzgado como bueno
o como malo teniendo en cuenta no sólo la reflexión racional, sino también los
contenidos de la revelación y de la fe.
Ej. Abortar sabiendo que es un pecado, el pecado es material y formal.
¿Qué comportamiento puede ser calificado “Moral” o “Inmoral” y cuales son los
criterios que avalan tales calificaciones? ¿Cómo yo me enfrento a la moral?
1° Postura/Opción:
Rechazo a toda fundamentación objetiva de los juicios éticos. El cambio hacia la
subjetividad hace difícil el diálogo ético. La pérdida del vínculo esencial entre la
verdad, el bien, la belleza y en consecuencia, la libertad y la dignidad humana, se hace
patente en “la triste perplejidad de un hombre que a menudo ya no sabe quién es, de
dónde viene y adónde va”
2° Postura/Opción:
1. Múltiples susceptibilidades que el propio discurso moral suscita. Algunas vienen
desencadenadas por la tradicional vinculación de la moral con la religión.
2. La sociedad actual tiene la pretensión de vivir su autonomía y mayoría de edad al
margen de cualquier imposición heterónoma, aunque fuera de ella divina.
3° Postura/Opción:
1. La autoridad del que educaba la moralidad parecía autosuficiente en un mundo
jerárquico y deductivo que vinculaba el deber al saber y éste al poder.
2. Hoy el método científico es más inductivo que deductivo.
3. La autenticidad se confunde con la verificabilidad y la eticidad con la pragmaticidad.
4° Postura/Opción:
1. Moral cristiana, Cristo, modelo de humano perfecto.
I. ¿Qué es la Teología Moral?
Es el comportamiento humano orientado hacia el bien y considerado a la luz de la
revelación y de la fe.
La teología moral ayuda al hombre a controlar sus actos, lo ayuda a obrar.
La moral, es en definitiva, el acto que me acerca o me aleja de DIOS.
II. ¿Es importante la Teología Moral?
Sí es importante, es la que orienta al fin último, que es acercarnos a DIOS.
III. ¿Cuáles son las fuentes dónde toma la teología moral?
De las Sagradas Escrituras.
IV. ¿Las Sagradas Escrituras y la Tradición tienen el mismo valor?
Sí, van juntas. Tienen el mimo valor, pero por orden va primero La Tradición y le sigue
Las Sagradas Escrituras y el mismo Magisterio, que es Orientador, Es Fuente y Es
Intérprete.
2. Acercamiento a lo Moral.
1. Delimitaciones previas:
Una determinada conducta no es inmoral simplemente por ser “Ilegal” en un lugar o un
tiempo de la historia. Puede a veces ocurrir lo contrario: Una actuación moralmente
laudable es considerada como ilegal hasta penalizada. Los héroes y los mártires son una
prueba evidente de tal contradicción.
2. Moralidad y humanidad.
La moral se refiere, en consecuencia, a la realización de la misma humanidad.
Es bueno, el comportamiento que lleve al hombre a ser verdaderamente hombre, con
independencia de los que eventualmente determinen las leyes o las religiones.
3. Acercamiento a la Teología Moral.
1. Moral Humana:
La moral es la ciencia de lo que el hombre debe ser en función de lo que ya es. Es una
ciencia por que experimenta y tiene conclusión. Tiene que cumplir con los requisitos de
una ciencia.
Toda reflexión ética estudia en el fondo el proceso por el que el ser humano tiende a
evitar la maldad y realizar la bondad; es decir, el proyecto de hombre que lo ha de
conducir a la felicidad, a la identidad consigo mismo.
2. Moral Cristiana:
La moral cristiana es vivir al estilo de Cristo, tanto en los tiempos pasados, presente y
futuros, edificados en Él, apoyados en la Fe y rebosando en la acción de gracia.
Infundada por la Revelación de Cristo que se ofreció gratuitamente.
a). Teología: El hombre debe actuar en una continua reflexión moral hasta obtener el
primer lugar cristiano, por la gracia de DIOS, para eso debe deducir lo que debe ser, su
esfuerzo diario iluminando y apoyándose en la fuerza del Espíritu Santo.
b). Moral: La Teología Moral reflexiona sobre la concretez de las costumbres de unos
hombres y mujeres que viven en un tiempo y en un lugar determinados y es consciente
de estar prestando atención a la voz de DIOS que se manifiesta en la historia, cuando se
dedica a la reflexión sobre las costumbres humanas.
Capítulo II
1. IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA HISTORIA.
La Teología Moral no puede eximirse de vivir y reflexionar en la historia y desde su
momento histórico. Las ciencias históricas son necesarias para los estudios del teólogo,
debido sobre todo al carácter histórico de la Revelación, que nos ha sido comunicada en
una historia de salvación.
I. Inculturación de las actitudes y de la reflexión ética:
Ha habido un proceso de Inculturación diacrónica, que se encuentra y a en la misma
Escritura. Nacida en la historia, la reflexión moral no está al servicio de las
contingencias históricas, sino que orienta y critica las realizaciones históricas del
mensaje sobre el Reino de DIOS.
II. Tradición y Juicios Morales:
Gracias a la historia evitamos tomar por la tradición lo que no viene más que de
anteayer y además ha sufrido alteraciones en el curso de los tiempos.
2. EPOCA APOSTOLICA Y PATRISTICA.
En los escritos del Nuevo Testamento es claramente perceptible que la exposición del
mensaje cristiano se diversifica siempre en dos vertientes importante, una la oferta
salvadora de DIOS y la presencia de la redención. La otra, en cambio, la tarea humana
responsable de la persona que ha recibido el anuncio de la salvación.
I. Los Padres apostólicos y subapostólicos:
Los Padres siguen en la práctica ese mismo esquema y esa división. Durante los dos
primeros siglos sobresalen: 1. La Didajé: La reflexión moral se tramite según el
esquema de las “Dos Vías”, de la vida y de la muerte. 2. El Pastor de Hermas:
Especialmente importante en la segunda parte, en que los preceptos refleja los doce
mandamientos para con DIOS y con el prójimo:
I. Fe en DIOS Creador. II. Caridad y Sencillez. III. Amor a La Verdad. IV. Castidad,
Matrimonio. V. Paciencia y Cólera. VI. Los dos caminos. VII. Temor a DIOS y no al
demonio. VIII. Acciones que hay que evitar y obras buenas que hay que practicar. IX.
Oración. X. Tristeza y alegría. XI. Verdades y falsos profetas. XII. Malos deseos.
Todo el libro constituye una exhortación a la conversión de los pecados cometidos
después del bautismo.
3. La carta de la comunidad de Roma a la de Corinto, atribuida al Papa Clemente.
Contiene una rica exhortación a la paz y la armonía que, entretejida de elementos
parenéticos veterotestamentarios y de imágenes tomadas del mundo romano, juega con
la contraposición de la envidia y el odio a la humildad y a la paz. Una moral de la gracia
y las virtudes.
4. La reflexión moral de estos primeros tiempos: Su estrecha vinculación con el
anuncio de la salvación. Las exhortaciones morales, de tono más pastoral que
estrictamente sistemático, están unidas a la experiencia sacramental, especialmente a la
catequesis de la iniciación cristina.
El tema moral más importante de la Moral Subapostólica es el de las “Dos Vías”, de tan
honda tradición bíblica. Mediante esa imagen, profundamente existencial, se encarece la
importancia que en la actuación moral del cristiano tendrá su renuncia a satanás y su
opción por los ideales y valores de Jesús el Señor.
II. El desafío Del Helenismo:
A partir del siglo III, la ética cristiana se ve obligada a responder a los más amplios
desafíos. Por un lado los cristianos viven cada días más inmersos en un nuevo ámbito
cultural como es el del helenismo, tan preocupado por la dimensión ética de la
existencia. Desde la práctica se planteaban innumerables interrogantes sobre el modo de
vivir concretamente los ideales evangélicos en medio de la sociedad civil pagana, de los
que los cristianos no podían sentirse extraños.
Entre los Padres Griegos, hay que subrayar la figura de Clemente de Alejandría (150-
215). Él anticipó en muchos siglos una cuestión que sigue siendo actual en nuestros
días: la de la especificidad de la moral cristiana y su eventual distinción respecto a las
éticas seculares, que serían en aquel momento las éticas helenistas. Clemente opta por la
continuidad ente la exigencia éticas, que el cristianismo se le deriva de su fe en
Jesucristo y el comportamiento moral que debía observar en cuanto ciudadano.
Orígenes: La cuestión moral, le preocupa también a Orígenes. En su comentario al
Símbolo de los Apóstoles, introduce un pequeño tratado sobre el libre albedrío, en el
momento a referirse al juicio final.
Entre los Padres Latinos: Lactancio: Con sus Divinae Institutiones, por primera vez,
intenta un estudio sistemático de la Teología Moral. Para Lactancio, el discurso ético,
más que expresión de intuiciones místicas, es el resultado de una fidelidad a los
argumentos y sentencias de la filosofía.
III. Reflexión teológica Del siglo IV.
Nueva institucionalidad del Cristianismo, a partir del edicto de Constantino. A partir del
edicto de Teodosio, vino a exigir a la reflexión sobre el comportamiento ético de los
cristianos.
En Oriente, fue sobre todo San Cirilo de Jerusalén, en sus comentarios al Símbolo
Apostólico, intentó explicitar las implicaciones morales de la fe cristiana.
En Occidente, San Ambrosio, toma de Cicerón el esquema relativo a las virtudes, así
como las reglas concretas de conducta y la solución de muchos casos de conciencia.
San Agustín, “El último bienestar del hombre consiste en la posesión de DIOS”, parte
de una concepción antropológica relacional.
De los estoicos toma la definición de la ley eterna como suma razón, según la cual es
justo que todo esté bien ordenado.
Siglo IV, Casiano el monje peregrino, reflexiones prácticas para el hombre exterior se
entretejían con las consideraciones para el hombre interior.
2. ÉPOCA MEDIEVAL.
La época medieval ES rica en reflexiones sobre él depósito tradicional de “La Fe y las
costumbres”, que con tiempo, habrán de configurar, para bien y para mal, la estructura
de la Teología Moral.
1. La Alta Edad Media: San Anselmo (1033-1109), la libertad del hombre en relación
con el acto moral.
Abelardo (1079-1142), estudio del pecado en el que se subraya el aspecto religioso de la
ofensa a DIOS.
San Bernardo, la moralidad subjetiva o formal parece hacerle olvidar la moralidad
objetiva de los actos humanos.
Pedro Lombardo, profesor de Teología y Obispo de París, planteamiento de una
eventual Teología Moral.
2. Santo Tomas de Aquino:
La Teología Moral es en verdad Teología, a pesar del cambio en el objeto de su estudio.
La moral de Santo Tomás calificará la bondad o maldad de las acciones y omisiones
humanas según esa orientación a la felicidad, a la realización plena del ser humano, se
podría decir hoy.
3. La revolución nominalista:
San Buenaventura, introduce la primacía de la libertad y el libre albedrío.
J. Duns Escoto (1270-1308), la práctica y la voluntad libre mantiene la primacía en el
orden moral.
Guillermo de Ockham (1290-1349), el nominalista que a partir de Ockham inicia la vía
moderna, va a suponer una auténtica revolución que dará sus frutos hasta el día de hoy.
4. Las sumas de los confesores:
La reflexión teológica-moral durante la Edad Media, tuvieron gran importancia las
sumas, dogmáticas y teológicas.
3. LA EDAD MODERNA.
La Edad Moderna comienza en España con el resplandor de los maestros Dominicos,
como: Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Melchor Cano, Bartolomé de Medina.
Ellos hicieron florecer en la escuela de Salamanca el renacimiento tomista iniciado en la
Universidad de París al sustituir las Sentencias de Pedro Lombardo por la explicación
de la Suma Teológica de Santo Tomás y orientar su reflexión hacia la problemática
concreta del momento.
1. La época de los manuales:
Juan de Azor, el primero que en el 1600 Instituciones Teológica Moral, que marcaran la
pauta de los manuales hasta mediados del siglo XX. Estructura de los manuales:
1. Principia, con una evocación de los principios fundamentales que se pretende
extraídos, con algunas meditaciones jurídicas, de la ley natural.
2. Cuestiones a resolver, sección dedicada a explicitar las conclusiones morales con
aplicación a situaciones concretas (casuística).
3. Cuestiones espinosas, con una serie de cuestiones espinosas y casos controvertidos
(violación, abortos por defecto).
1. Los sistemas morales:
El siglo XVII está también marcado por la discusión y defensa de los sistemas morales.
La Teología Moral trata de responder a las nuevas cuestiones que Plantea la
reivindicación de la racionalidad. Disputa entre probabilistas, turcionistas-laxistas y
probabilioristas trataba de establecer, aún sin expresarlo abiertamente, los derechos de
la conciencia personal en un momento en que la Legislación de los nuevos estados y
también de la Iglesia pretendía delimitar hasta el extremo los deberes del individuo.
3. Necesidad de reforma:
La Teología pretende dividir la ciencia sagrada en diversas disciplinas de acuerdo con
los diferentes objetos de estudio de las mismas, separación de la Teología Moral
respecto de la Dogmática.
4. LA TEOLOGIA MORAL EN EL SIGLO XX.
1. Líneas fundamentales:
En el estudio de la Teología Moral, en lugar del esquema calcado sobre los
mandamientos del decálogo se ha ido imponiendo cada vez más un esquema trazado
sobre las virtudes o sobre los ámbitos donde se desarrolla la actividad y el compromiso
humano.
2. La búsqueda del fundamento:
Especial fundamento ha adquirido la búsqueda de un fundamento último, de un
principio sistematizador, que pudiera englobar y “justificar” todo el discurso ético
cristiano. Fundamento último de la eticidad común a todos los hombres.
Sin tratar de elaborar un manual, muchos teólogos del post concilio, en un diálogo con e
Existencialismo y el Marxismo, han tratado de representar el comportamiento moral
cristiano desde la experiencia fundamental de la esperanza. Teología de la liberación.
3. La nueva problemática:
¿Cómo llevar a la práctica concreta, en cada tiempo y en cada lugar, las exigencias
consustanciales a anuncio del Evangelio de Jesucristo?
De ahí que la Teología Moral haya tenido que escuchar la llamada de DIOS a través de
las voces y planteamientos provenientes de las diversas claves hermenéuticas que han
intentado dar intangibilidad a los datos de la fe.
La Teología Moral católica ha tenida que escuchar y aceptar: El desafío de la
desmitologización, La Teología de la Realidades Terrestres, El desafío del
Existencialismo, El desafío del prometeísmo y el secularismo. Las preguntas
teológicas sobre “el sobrenatural” y sobre la salvación de todo lo humano habrían de
encontrar una respuesta en la ética existencial formal de K. Rahner.
El desafío del Marxismo obligó a la Teología Moral a representar las antiguas raíces
joánicos de la consideración de la verdad como praxis y las consecuencias éticas de
los reduccionismos ante la verdad ontológica del hombre. Desafío del Ecumenismo.
El desafío de la sociedad del bienestar. El desafío tanto de una ética
consecuencialista y proporcionalista, como del pensamiento débil constatado por la
ética de la post modernidad, han merecido una reflexión cada vez más frecuente sobre la
necesidad del retorno a la verdad última del ser humano como normativa para su
quehacer.