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La objetividad dentro de una comunidad del conocimiento depende de las normas y valores fundamentales que rigen dicha comunidad. La comunidad evalúa el conocimiento de acuerdo a estos criterios, lo que puede llevar a rechazar conocimiento válido como en el caso de Galileo y su apoyo a la teoría copernicana, rechazada por físicos de su época que se regían por postulados aristotélicos incorrectos. Otra comunidad como la Iglesia rechazó las teorías de Galileo sobre el espacio exterior y el movimiento de la T
Descripción original:
Título original
En qué medida es posible la objetividad dentro de una comunidad de conocimiento
La objetividad dentro de una comunidad del conocimiento depende de las normas y valores fundamentales que rigen dicha comunidad. La comunidad evalúa el conocimiento de acuerdo a estos criterios, lo que puede llevar a rechazar conocimiento válido como en el caso de Galileo y su apoyo a la teoría copernicana, rechazada por físicos de su época que se regían por postulados aristotélicos incorrectos. Otra comunidad como la Iglesia rechazó las teorías de Galileo sobre el espacio exterior y el movimiento de la T
La objetividad dentro de una comunidad del conocimiento depende de las normas y valores fundamentales que rigen dicha comunidad. La comunidad evalúa el conocimiento de acuerdo a estos criterios, lo que puede llevar a rechazar conocimiento válido como en el caso de Galileo y su apoyo a la teoría copernicana, rechazada por físicos de su época que se regían por postulados aristotélicos incorrectos. Otra comunidad como la Iglesia rechazó las teorías de Galileo sobre el espacio exterior y el movimiento de la T
¿En qué medida es posible la objetividad dentro de una comunidad de conocimiento?
La objetividad dentro de una comunidad del conocimiento es posible en la medida que lo
permitan sus normas o valores fundamentales. Toda comunidad del conocimiento evalúa y rige el conocimiento que recibe, produce o modifica de acuerdo a determinados criterios y valores con los que lo clasifica como aceptable o no; esto influye en su objetividad respecto al valor de este; esto puede suceder incluso dentro de una misma comunidad; donde teorías o ideas son apoyadas por secciones de esta. Un claro ejemplo de ello es la vida y obra de Galileo Galilei: su apoyo a la teoría copernicana del movimiento del globo terráqueo, aún con claras evidencias, fue rechazado por los físicos de su época, ya que estos regían los nuevos conocimientos en su área de acuerdo a las postulaciones aristotélicas, que eran incorrectas. Estas normas limitaron la objetividad y les llevaron a rechazar este conocimiento que era completamente válido. Otro campo donde Galilei demuestra con su legado la falta de objetividad dentro de ciertas comunidades del conocimiento es el de la religión; sus postulaciones sobre el espacio exterior, las estrellas y el movimiento de la Tierra y de otros planetas fueron rechazadas por la Iglesia como “herejía”, un término que encapsula lo antes mencionado: un conocimiento que atenta contra las leyes o valores de una comunidad del conocimiento. Ahora sabemos que, mientras las teorías y postulaciones de Galilei respecto a nuestro planeta y el espacio exterior no eran las más exactas, presentaron un avance notable en su época y conformaron una de las bases que rigen las ciencias: el conocimiento no es estable, puede transformarse, algo que depende mucho de la objetividad de la comunidad del conocimiento de la que forma parte. Es por ello que se puede reafirmar que las normas y leyes que rigen las comunidades del conocimiento influyen en gran medida en su objetividad.