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LA ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTIFICAS.

KUHN

1. INTRODUCCION: UN PAPEL PARA LA HISTORIA


Si la ciencia es la constelación de hechos (reunión de hechos) teorías y métodos reunidos en
los libros, entonces los científicos son hombres que obteniendo o no buenos resultados, se han
esforzado en contribuir con alguno que otro elemento a esa constelación. El desarrollo
científico se convierte en el proceso gradual mediante el que esos conceptos han sido
añadidos al caudal de la técnica y los conocimientos científicos, y la historia de la ciencia se
convierte en una disciplina que relata y registra esos incrementos sucesivos y los obstáculos
que han inhibido su acumulación.

DE MANERA OPUESTA, podemos pensar que quizá la ciencia no se desarrolla por medio de la
acumulación de descubrimientos o inventos individuales. Simultáneamente, los historiadores
se enfrentan a dificultades cada vez mayores para distinguir el componente científico de las
observaciones de científicos pasados y las creencias de los predecesores (a los científicos) que
se apresuraron a tachar de error o superstición.

En principio, las teorías anticuadas no dejan de ser científicas por el hecho de que hayan sido
descartadas.

El resultado de estas dudas y dificultades es una revolución HISTORIOGRAFICA en el estudio de


la ciencia, aunque una revolución que se encuentra en sus primeras etapas. Algunos
historiadores de las ciencias han comenzado a plantear nuevos tipos de preguntas y a trazar
líneas diferentes de desarrollo para las ciencias que, frecuentemente nada tienen de
acumulativas. En lugar de buscar las contribuciones permanentes de una ciencia antigua a la
ciencia actual, tratan de poner de manifiesto la integridad de esa ciencia en su propia época.
Por ejemplo, no se hacen preguntas respecto de las opiniones de Galileo con las de la ciencia
moderna, sino, más bien, sobre la relación existente entre sus opiniones y las de su grupo, o
sea: sus maestros, contemporáneos y sucesores inmediatos en las ciencias.

Las primeras etapas de desarrollo de la mayoría de las ciencias se ha caracterizado por una
competencia entre una serie de concepciones distintas de la naturaleza. Un elemento
aparentemente arbitrario, compuesto de incidentes personales e históricos, es siempre uno de
los ingredientes de la formación de las creencias sostenidas por una comunidad científica en
un momento determinado.

Ese elemento de arbitrariedad tiene un efecto importante en el desarrollo científico. La ciencia


normal, la actividad en que inevitablemente, la mayoría de los científicos consumen casi
todo su tiempo, se predica suponiendo que la comunidad científica sabe como es el mundo.

A veces, un problema normal, que debería resolverse por medio de reglas y procedimientos
conocidos, opone resistencia a los esfuerzos reiterados de los miembros del grupo. Otras
veces, una pieza del equipo construida para los fines de la investigación, no da los resultados
esperados, revelando una anomalía que a pesar de los esfuerzos, no responde a las esperanzas
profesionales. Cuando la profesión no puede pasar por alto ya las anomalías se inician las
investigaciones extraordinarias que conducen a un nuevo conjunto de compromisos, una base
nueva para la práctica de la ciencia. Los episodios extraordinarios son, las revoluciones
científicas. Son los complementos que rompen la tradición a la que está ligada la actividad de
la ciencia normal.

Los ejemplos más evidentes de revoluciones científicas son, los episodios relacionados con
Copérnico, Newton, Lavoisier y Einstein. Cada una de ellas, necesitaba el rechazo, por parte de
la comunidad, de una teoría científica antes reconocida, para adoptar otra incompatible con
ella. Esos cambios, junto con las controversias que los acompañan casi siempre son las
características que definen las revoluciones científicas.

Su asimilación requiere la reconstrucción de teoría anterior y reevaluación de los hechos


anteriores, un proceso intrínsecamente revolucionario, que es raro que pueda llevar a cabo
por completo un hombre solo, y que nunca tiene lugar de la noche a la mañana.

5. PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS


La búsqueda de reglas es más difícil y menos satisfactoria que la de paradigmas. Los científicos
pueden estar de acuerdo en cuanto a la identificación con un paradigma, pero pueden no
ponerse de acuerdo en una interpretación plena o racionalización de él. La falta de un único
conjunto de reglas, no impedir que un paradigma dirija las investigaciones. La existencia de un
paradigma, no si quiera debe implicar la existencia de algún conjunto complejo de reglas.

Los paradigmas podrían determinan la ciencia normal sin intervención de reglas descubribles.

Cuando los científicos están en desacuerdo respecto a si los problemas fundamentales de su


campo han sido o no resueltos, la búsqueda de reglas adquiere una función que
ordinariamente no tiene. sin embargo mientras continúan siendo seguros los paradigmas,
pueden funcionar sin acuerdo alguno sobre el conjunto de reglas.

11. LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO


Los cambios de paradigmas hacen que los científicos vean el mundo de investigación, que les
es propio, de manera diferente. En la medida en que su único acceso para ese mundo se lleva
a cabo a través de lo que ven y hacen, podemos desear decir que después de una revolución
los científicos responden a un mundo diferente.

Lo que antes de la revolución eran patos en el mundo del científico, se convierte en conejos
después.

En tiempos de revolución, cuando la tradición científica normal cambia, la percepción que


el científico tiene de su medio ambiente debe ser reeducada, en algunas situaciones en las
que se ha familiarizado, debe aprender a ver una forma –Gestalt- nueva. Después de que lo
haga el mundo de sus investigaciones parecerá, en algunos aspectos, incomparable con el
que habitaba antes. Esa es otra de las razones por las que las escuelas guiadas por
paradigmas diferentes se encuentran siempre, ligeramente, en pugna involuntaria.

Por ejemplo, un sujeto que se pone lentes inversos vera el mundo cabeza abajo. Al principio
genera desorientación. Pero después de que aprende a conducirse en su nuevo mundo, todo
su campo visual se transforma. Después, os objetos pueden volver a verse como antes de
utilizar los lentes.

Lo que ve un hombre depende tanto de lo que mira como de lo que su experiencia visual y
conceptual previa lo ha preparado a ver.

Lo que sucede durante una revolución científica no puede reducirse completamente a una
reinterpretación de datos individuales y estables. En lugar de ser un intérprete, el científico
que acepta un nuevo paradigma es como el hombre que lleva lentes inversores. Frente a la
misma constelación de objetos que antes, y sabiendo que se encuentra ante ellos, loes
encuentra, no obstante, transformado en muchos de sus detalles.

Ninguno de estos comentarios pretende indicar que los científicos no interpretan


característicamente las observaciones y los datos. Pero cada una de esas interpretaciones
presuponía un paradigma. Eran partes de la ciencia normal, una empresa que como ya
hemos visto, tiene como fin el refinar, ampliar y articular un paradigma que ya existe.

Entonces, los científicos hablan con frecuencia de las “vendas que se le caen de los ojos” o de
la “iluminación repentina” que permite que sus componentes se van de una manera nueva
que permite por primera vez su resolución.

12. LA RESOLUCION DE LAS REVOLUCIONES


¿Cuál es el proceso mediante el que un candidato a paradigma reemplaza a su predecesor?
Cualquier interpretación nueva de la naturaleza, tanto si es un descubrimiento como si se
trata de una teoría, surge inicialmente en la mente de uno o de varios individuos. Son ellos
los primeros que aprenden a ver a la ciencia y al mundo de una manera diferente y su
habilidad para llevar a cabo la transición es facilitada por dos circunstancias que no son
comunes a la mayoría de los demás miembros de su profesión. Habitualmente, son hombres
tan jóvenes y novatos en el campo en crisis que la practica los ha comprometido menos que a
la mayor parte de sus contemporáneos en la opinión sobre el mundo y sobre las reglas
determinadas por el antiguo paradigma.

La prueba de un paradigma solo tiene lugar cuando el fracaso persistente para obtener la
solución de un problema importante haya producido un crisis. E incluso entonces, solamente
se produce después de que el sentimiento de crisis haya producido un candidato alternativo
al paradigma. La pruebe tiene lugar como parte de la competencia entre dos paradigmas
rivales, para obtener la aceptación por parte de la comunidad científica.

Ninguna teoría resuelve nunca todos los problemas que en un momento dado se enfrente, ni
es frecuente que las soluciones ya alcanzadas sean perfectas. Al contrario es justamente o
incompleto y lo imperfecto del ajuste entre la teoría y los datos existentes lo que, en
cualquier momento, define muchos de los enigmas que caracterizan a la ciencia normal. Si
todos y cada uno de los fracasos en el ajuste sirvieran de base para rechazar las teorías, todas
las teorías deberían ser rechazadas en todo momento.

La competencia entre paradigmas no es el tipo de batalla que pueda resolverse por medio de
pruebas. Ya hemos visto barias razones por las que los proponentes de paradigmas en
competencia necesariamente fracasan al entrar en contacto completo con los puntos de vista
de los demás. Colectivamente, estas razones han sido descritas como la
inconmensurabilidad de las tradiciones científicas normales anteriores y posteriores a las
revoluciones.

Puesto que los nuevos paradigmas surgen de los antiguos, incorporan ordinariamente gran
parte del vocabulario y de los aparatos, tanto conceptuales como de manipulación, que
previamente empleo el paradigma tradicional. En el nuevo paradigma, los términos los
conceptos y los experimentos antiguos entran en relaciones diferentes unos con otros. El
resultado inevitable es lo que debemos llamar, aunque el termino no sea absolutamente
correcto, un malentendido entre dos escuelas en competencia.

Quienes proponen los paradigmas en competencia practican sus profesiones en mundos


diferentes. Ven cosas diferentes cuando miran en la misma dirección desde el mismo punto.
Esto no quiere decir que pueden ver lo que deseen. Ambos miran al mundo y aquello a lo
que miran ha cambiado. Pero en ciertos campos, ven cosas diferentes y las ven en relaciones
distintas unas con otras.

Precisamente, porque es una transición entre inconmensurables, la transición entre


paradigmas en competencia no puede llevarse a cabo paso a paso, forzada por la lógica y la
experiencia neutral.

Entonces, ¿Cómo llegan los científicos a hacer esta trasposición? Parte de la respuesta es que
con mucha frecuencia no la hacen. El copernicanismo obtuvo muy pocos adeptos durante
casi un siglo después de la muerte de Copérnico.

La transferencia de la aceptación de un paradigma a otro es una experiencia de conversión


que no se puede forzar. La fuente de la resistencia reside en la seguridad de que el
paradigma de mayor antigüedad finalmente resolverá todos sus problemas. En épocas
revolucionarias, inevitablemente esa seguridad se muestra como terca y tenaz, lo que en
ocasiones incluso llega a ser. Esta misma seguridad es la que hace posible a una ciencia,
normal o solucionadora de enigmas.

No obstante, no quiere decir que no haya argumentos pertinentes o que no sea posible
persuadir a los científicos de que cambien de manera de pensar. Aunque a veces se requiere
de una generación para llevar a cabo el cambio, las comunidades científicas se han
convertido una vez tras otra a los nuevos paradigmas.

Es solo mucho mas tarde, después de que el paradigma ha sido desarrollado, aceptado y
explotado, cuando se desarrollan argumentos aparentemente decisivos. El producirlos es
parte de la ciencia normal y su función no se desempeña en el debate paradigmático sino en
los libros de textos posteriores a la revolución.

Si debe juzgarse un nuevo candidato a paradigma desde el principio por personas testarudas
que solo examinen la capacidad relativa de resolución de problemas, las ciencias
experimentarían muy pocas revoluciones importantes.
Lo que se encuentra en juego es que paradigma deberá guiar en el futuro las investigaciones
que se lleven a cabo sobre problemas que ninguno de los competidores puede resolver
completamente. Es necesaria una decisión entre métodos diferentes para practicar la ciencia,
y en esas circunstancias esa decisión deberá basarse menos en las realizaciones pasadas que
en las promesas futuras. El hombre que adopta a un nuevo paradigma en una de sus
primeras etapas deberá tener fe en que el nuevo paradigma tendrá éxito al enfrentarse a los
muchos problemas que se presenten en su camino, sabiendo solo que el paradigma antiguo
ha fallado en algunos casos. Una decisión de esta índole solo puede tomarse con base en la
fe.

Para que un paradigma pueda triunfar deberá ganas algunos primeros adeptos, hombres que
lo desarrollen hasta el punto de que puedan producirse y multiplicarse argumentos tenaces.

El paradigma está destinado a ganar la batalla, el numero y la fuerza de los argumentos de


persuasión en su favor aumentaran. Entonces mas científicos se convertirán y continuara la
exploración del nuevo paradigma. Gradualmente, el numero de experimentos, instrumentos,
artículos y libros basados en el paradigma se multiplicara. Otros hombres más, convencidos
de la utilidad de la nueva visión, adoptaran el nuevo método para practicar la ciencia normal,
hasta que, finalmente solo existan unos cuantos que continúen oponiéndole resistencia.

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