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El Mapa representa la población rural en las provincias españolas (porcentaje de población

en municipios de menos de 10.000 habitantes). Analícelo y responda a las siguientes


cuestiones:
a) ¿Cuáles son las provincias con entre el 40,01% y el 50% de población rural? (Hasta 1
punto).
b) ¿A qué se debe la concentración de población rural en la submeseta norte? (Hasta 1
punto).
c) ¿Qué procesos explican la distribución de la población rural en España? (Hasta 2 puntos).

a) ¿Cuáles son las provincias con entre el 40,01% y el 50% de población rural?

Ourense, León, Navarra, Huesca, Salamanca y Badajoz

b) ¿A qué se debe la concentración de población rural en la submeseta norte? (Hasta 1


punto).

Debemos partir de la base de que el mapa establece como población rural aquella que se
localiza en municipios menores de 10.000 habitantes, cuya principal explicación la
encontramos en los factores humanos de tipo histórico y económico.
En primer lugar el propio sistema de repoblación llevado a cabo durante la Edad Media por
medio de la presura en todo el valle del Duero, base física de gran parte de la submeseta
norte, originó pequeñas villas y aldeas y un número muy elevado de pequeñas parcelas que
potenció aún más el tipo de poblamiento basado en pequeños municipios, de ahí que a lo
largo de la historia ha predominado de forma mayoritaria en la zona un municipio inferior a
2000 habitantes y en algunas zona incluso inferiores.
El tipo de desarrollo económico de la zona ha venido a ahondar aún más esa realidad, sobre
todo a partir de los años 50 y 60 del siglo XX cuando el proceso de mecanización del campo
generó un excedente de mano de obra a lo que acompañó que las pequeñas parcelas,
escasamente capitalizadas, no generaban la renta suficiente para fijar a la población, lo que
originó un elevado éxodo rural de trabajadores y pequeños propietarios agrarios a los grandes
enclaves industriales que en esos momentos se están potenciando en España como son
Madrid, Barcelona y el País Vasco, a lo que habría que añadir en esta zona a Valladolid como
capital de la región.
El éxodo rural y la falta de una política industrializadora o alternativa a la precaria situación
agraria no ha hecho sino agrandar aún más la situación hasta el punto de formar gran parte del
territorio de lo que hoy se conoce como la “España vaciada”, presentando los mayores índices
de envejecimiento poblacional y los mayores decrecimientos demográficos del país, junto con
el interior gallego, aspectos todos ellos que generan una espiral progresiva de ruralización del
territorio.
En un segundo plano podríamos también señalar las difíciles condiciones de vida que generan
aspectos como los fríos inviernos o la escasa fertilidad de amplias zonas de la submeseta, pero
éstos, insistimos, son aspectos de segundo orden en las causas del fenómeno analizado.

c) ¿Qué procesos explican la distribución de la población rural en España?

Debemos señalar en primer lugar que la España rural se corresponde a groso modo con las dos
submesetas, así como con las zonas de sierras y grandes del centro y del N de la península, lo
que podría hacer pensar en un condicionante físico en la distribución de la misma ya que
coincide con los espacios de menor capacidad agrológica del país. A ello podríamos añadir,
como hemos señalado en el apartado anterior, algunos procesos históricos basados en el
sistema de conquista y de ocupación del territorio a lo largo de la Edad Media, que configuró
grandes espacios de pequeñas villas y pequeños propietarios, cuando no de espacios de
hábitat diseminado que aún hoy perduran en el sistema de poblamiento en las zonas que
hemos señalado anteriormente.

Pero los procesos que explican en mayor medida la realidad actual tiene más que ver con los
procesos económicos y políticos acaecidos en la segunda mitad del siglo XX y durante el siglo
XXI, sobre todo a partir de los Planes de Estabilización de los años 60 cuando la mecanización
del campo, la industrialización polarizada en grandes focos industriales y la apuesta por el
turismo de sol y playa genero un fuerte proceso migratorio de los espacios agrarios –éxodo
rural- a los nuevos espacios industriales, urbanos y turísticos, generando el fuerte desequilibrio
que podemos observar en el mapa entre el interior y la periferia. Estos procesos generaron un
elevado grado de urbanización que permitió concentrar la población española mayormente en
municipios superiores a los 75.000 habitantes, lo que, a su vex, incremento el número de
municipios menores de 1000 habitantes en la submeseta norte, en los Sistemas Ibérico o
Central o en El Pirineo e interior de Aragón.

A estos factores de índole nacional habría que añadir que en el contexto internacional todos
los países desarrollados presentan importantes pérdidas de peso de sus sectores agrarios, por
lo que la desagrarización no hace sino redundar aún más en la falta de perspectivas para
amplios espacios que en el caso español vienen acompañados de hegativos procesos en estas
zonas rurales tales como el envejecimiento, la masculinización de la sociedad, la emigración de
la juventud o el abandono de la actividad, todo ello sin una política alternativa para esos
amplios espacios que presentan además escasas infraestructuras de transporte, tecnológicas o
de servicios

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